Conferencia General Abril 1977 UN LLAMADO A LA ACCIÓN hermana Barbara R. Smith Presidenta General de la Sociedad de Socorro Mis queridos hermanos, he estado meditando en los consejos de la Primera Presidencia concerniente a los Servicios de Bienestar, y me siento muy impresionada ya que mediante ellos, todos hemos recibido un llamado a la acción. En la sesión de los Servicios de Bienestar de la conferencia general de abril de 1976, el presidente Kimball nos recordó las palabras del Señor: "¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?" (Lucas 6:46). En una reunión del Comité General de los Servicios de Bienestar de la Iglesia, realizada el 2 de febrero de este año, el presidente Marion G. Romney dijo: "A todos los miembros de la Iglesia, desde los niños hasta los sumos sacerdotes y a todas las hermanas de la Sociedad de Socorro, se les debe enseñar clara, exacta e inspiradamente que tienen la obligación de implantar en su vida personal y en la de su familia, así como en sus responsabilidades de la Iglesia, los principios y procedimientos de bienestar apropiados". Estos consejos son inconfundibles; nos están pidiendo, suplicando que hagamos, implantemos y llevemos a cabo el trabajo de bienestar de la Iglesia. Hemos estado reexaminando el papel decisivo que desempeñan las hermanas de la Sociedad de Socorro en este aspecto. Reconocemos que las mujeres de la Iglesia tienen la gran responsabilidad de ayudar, enseñar, implantar y trabajar en armonía y juntamente con el sacerdocio en esta importante labor. En un barrio particular, una presidenta de la Sociedad de Socorro pareció comprender estas responsabilidades. En la reunión semanal del Comité de Servicios de Bienestar del barrio informó que una anciana viuda estaba pasando dificultades después de la reciente pérdida de su esposo; su salud se iba deteriorando, las piernas le causaban problemas y limitaban su habilidad de moverse y cuidar de sí misma; naturalmente se encontraba muy sola y preocupada por su descuidada huerta; el grupo expresó preocupación respecto a su dieta deficiente. La presidenta de la Sociedad de Socorro del barrio explicó que ya se habían hecho asignaciones de servicio caritativo a las maestras visitantes así como a otras hermanas del barrio, a fin de ayudarla a planear y preparar tres comidas balanceadas al día y organizar y hacer los quehaceres de la casa que fueran necesarios y que la hermana permitiera; los maestros orientadores decidieron preguntarle si deseaba que le dieran una bendición especial; también prometieron que la ayudarían con su huerta y verían en qué otra forma podrían serle útiles. Después de varias semanas, como resultado de la bendición y la ayuda amorosa, la anciana obtuvo el valor y el deseo de cuidar de sí misma. Esta historia ilustra la manera en que el Comité de Servicios de Bienestar puede trabajar en conjunto para suplir las necesidades de los miembros del barrio. conferenciageneralsud.wordpress.com Conferencia General Abril 1977 Las presidencias de la Sociedad de Socorro de estaca y distrito de todas partes, deben preparar lo que van a enseñar a fin de que las presidencias de barrio y rama comprendan más plenamente, y lleven a cabo sus deberes en una manera eficaz. Específicamente, deben enseñar las siguientes obligaciones de la presidenta de la Sociedad de Socorro de barrio: 1. Ayuda al obispo a determinar y prestar asistencia con los recursos que se disponen. 2. Visita a la familia y sigue las instrucciones del obispo. 3. Dirige el uso de los recursos de la Sociedad de Socorro al proveer servicio caritativo. 4. Instruye a las maestras visitantes con respecto a la ayuda que pueden brindar. 5. Mantiene en estricta confidencia todos los asuntos relacionados con el caso y alienta a los demás a hacer lo mismo. 6. Se familiariza con los artículos existentes en el almacén del obispo, a los que se deben comprar comercialmente y aconseja al ama de casa en cuanto a lo que ha de comprar y cómo utilizar sus recursos. 7. Consulta con sus consejeras respecto a los deberes que ellas tienen dentro del programa de bienestar. 8. Correlaciona, bajo la dirección del obispo, todas las actividades de bienestar asignadas a la Sociedad de Socorro. Sólo cuando las presidentas de la Sociedad de Socorro efectúan estas funciones, están cumpliendo el propósito principal de la misma, como fue expresado por el Profeta José Smith cuando dijo que uno de los objetivos de la Sociedad de Socorro es "el alivio del pobre, el destituido, la viuda, y el huérfano, y para el desempeño de todos los propósitos benevolentes" (History of the Church 4:567). A medida que servimos, estaremos cumpliendo con lo que espera de nosotras el sacerdocio, tal como lo declaró el presidente Harold B. Lee en una reunión de bienestar efectuada en octubre de 1946: "Se espera que la esposa en el hogar sea... una participante inteligente e inspirada en la sociedad familiar. Ahí es precisamente donde consideramos que se encuentra el lugar de la Sociedad de Socorro en el Programa de Bienestar... Esperamos que sean invitadas como participantes inteligentes en el planeamiento de esta asociación de Bienestar; sin esa invitación y sin esa oportunidad, no obtendremos la solidaridad que de otro modo podríamos esperar." (Relief Society Magazine, diciembre de 1946, pág. 8 14.) El presidente Tanner recalcó este principio de sociedad en junio de 1976 cuando dijo: "Poseyendo una responsabilidad específica, que le fue impuesta por el Presidente de la Iglesia al tiempo en que fue organizada, la presidencia de la Sociedad de conferenciageneralsud.wordpress.com Conferencia General Abril 1977 Socorro debe considerarse asociada con el Sacerdocio de Melquisedec, de la misma forma que una esposa trabajaría con su esposo al dirigir los asuntos de la familia Los directores del Sacerdocio de Melquisedec y las directoras de la Sociedad de Socorro involucrados en los Servicios de Bienestar, deben ejemplificar esa asociación a nivel de estaca correlacionando los planes para el entrenamiento adecuado de los oficiales de barrio; y a nivel de barrio deben hacerlo tanto al entrenar el personal de los servicios de bienestar de barrio como al implantar el programa. Me gustaría ver a todas las hermanas, particularmente a las presidentas de la Sociedad de Socorro, actuando como ayudantes del sacerdocio en la tarea de rendir ayuda por medio de los Servicios de Bienestar. Exhorto a las directoras de la Sociedad de Socorro de todo el mundo, a que acepten el llamado a la acción de nuestros inspirados profetas, para llevar a cabo las tareas que tenemos asignadas dentro del programa de bienestar. Que podamos trabajar juntos como compañeras del sacerdocio, recordando el principio de sociedad; que enseñemos eficazmente los principios de los Servicios de Bienestar y los implantemos al ampliar nuestra visión de esta obra, particularmente en lo que respecta al arte de los servicios caritativos. Porque como dijo en una ocasión el presidente Marion G. Romney: "La eficaz administración del alivio del pobre es un arte, y es un arte que toda dedicada trabajadora de la Sociedad de Socorro tratará de perfeccionar en sí misma." (Relief Society Magazine, febrero de 196 1, pág. 77.) Ruego que todas las hermanas de la Sociedad de Socorro reconozcan nuestra gran oportunidad, nuestra obligación de prestar ayuda desinteresada, apropiada y amorosa a aquellos que la necesitan, aun en el espíritu de Jesucristo cuando dijo: "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros." (Juan 13:35.) En el nombre de Jesucristo. Amén conferenciageneralsud.wordpress.com