Patologías Aparato locomotor Artritis sépticas en terneros, un problema con solución: LAVADOS ARTICULARES Carlos Alonso Paredes, Javier Blanco Murcia, Francisco Mazzucchelli Jiménez Servicio Clínico de Rumiantes. Hospital Clínico Veterinario. Universidad Complutense de Madrid 40 Introducción F. MazzuchellI Doctor en Veterinaria. Master en Herd Health por la Universidad de Utrecht (Holanda). Profesor Titular de Medicina y Cirugía Animal en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. Fundador y primer Secretario General de ANEMBE (Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina de España). Miembro de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Veterinarios de Madrid. Autor de cientos de publicaciones -libros y artículos- sobre ganado vacuno. Con relativa frecuencia nos encontramos en las explotaciones ganaderas terneros con problemas en las articulaciones cuya viabilidad es muy baja porque se trata de situaciones que producen desde retrasos en el crecimiento hasta septicemias que conducen al animal a la muerte. Si no se instaura la intervención del veterinario desde los primeros síntomas el proceso se generaliza haciendo inviable la vida del animal. Se trata de una práctica que en ningún caso puede ser realizada por el ganadero ya que requiere toda una serie de conocimientos –anatómicos, de patología infecciosa, etc.- de los que, obviamente, carece. Con el presente artículo pretendemos describir una técnica para solucionar el problema que realizamos de forma habitual y que, por su sencillez y por lo poco sofisticado del material necesario, está, pensamos, al alcance de cualquier veterinario clínico. Las vías de entrada de los patógenos causantes de artritis sépticas pueden ser directa, por extensión o hematógena. Esta última es la principal, pudiendo desarrollarse a partir de onfaloflebitis (E.coli), de infecciones entéricas (Salmonella spp.), de recidivas de infecciones neonatales (conocidas como poliartritis inespecíficas secundarias a infecciones sistémicas primarias) o infecciones intrauterinas. Se describen dos tipos de artritis sépticas: • • artritis fibrinosas. artritis purulentas. Ambas pueden diferenciarse tanto de forma macroscópica (tipo de exudado) como mediante histología. Las artritis sépticas, en función de su curso, pueden ser: 1. Agudas: son de origen brusco, producen dolor intenso al contacto y de forma continua, calor en la zona dañada e hinchazón. 2. Crónicas: postración, dolor continuo. Puede existir infección sistémica dependiendo del origen de la artritis. La composición del líquido sinovial variará dependiendo de la enfermedad articular; la Tabla I presenta estas variaciones de forma resumida. Alonso C., Blanco J. y Mazzuchelli F.. Aparato Nut locomotor rición Análisis sinovial Tabla I articulación normal artritis séptica Aspecto Incoloro, transparente Volumen total Formación de coágulos — Turbio, desde amarillo hasta achocolatado Muy aumentado Muchos después de la extracción artropatía degenerativa Amarillo claro, a veces con restos floculentos Normal o ligero aumento Eritrocitos ( ) Leucocitos ( ) Neutrófilos (%) Linfocitos (%) Monolitos (%) Ausentes < 4000 < 250 7 35-40 45-50 4000-8000 50 000-150 000 80-90 4-8 1-3 Ausentes 6000-12 000 250-1000 10-15 45-50 35-40 Proteínas totales 1.2-1.8 3.2-4.5 1.6-1.8 Viscosidad relativa — Disminuida pH — Disminuida Ligeramente disminuida — Fuente: O.M. Radostits, C. C. Gay, D. C.Blood y K. W. Hinchcliff : Medicina Veterinaria 9ª ed., Año 2002 vol I, pp: 671. Principales agentes infecciosos Los principales agentes patógenos en rumiantes son las bacterias. Destacando las siguientes: 41 BACTERIAS GRAM + 1. Actinomyces pyogenes: comúnmente identificado en terneros de cualquier edad y cuya vía de entrada puede ser cualquiera de las descritas. Caracterizado por el rápido depósito de fibrina y extensión por el cartílago articular dañado. Es el más severo. Puede estar presente sólo o en combinación con Streptococcus fecalis (siendo la lesión más severa encontrada) o tener una acción sinérgica con Fusobacterium necrophorum. 2. Streptococcus spp.: identificado frecuentemente en terneros neonatos. 3. Staphilococcus aureus: muy raro identificarlo en rumiantes. BACTERIAS GRAM 1. E. coli: frecuente en neonatos como consecuencia de septicemias. 2. Salmonella spp.: no es tan frecuente como el anterior y también debido a septicemias. 3. Fusobacterium necrophorum: sinergismo con A. pyogenes. OTROS 1. Micoplasma: caracterizado por una polisinovitis fibrinopurulenta. 2. Clamydia: siendo común edema y una hemorragia periarticular. 3. Virus: son muy poco frecuentes. Exploración clínica especial • Radiografía: técnica útil permitiendo obtener una información valiosa sobre la cápsula, cartílago y cavidad articular que con la exploración física no se obtendría. Artritis sépticas en terneros, un problema con solución: LAVADOS ARTICULARES Nut rición Aparato locomotor • Ecografía: técnica que muestra una mayor información sobre la patología articular, observando fenómenos de destrucción progresiva del cartílago y la presencia de pus. La imagen ecográfica del liquido sinovial normal es anecogénica). • Alojamientos y ambiente: realizar un examen del tipo de suelo, techos, humedades, limpieza y desinfección. • Historial del animal: realización de una buena anamnesis, datos epidemiológicos y enfermedades más frecuentes de la explotación. • Artrocentesis: extracción del líquido sinovial mediante punción en cavidad articular con aguja y medidas lo más asépticas posibles evitando así infecciones secundarias. Se aprovecha este momento para la realización del lavado articular, evitando, de este modo, más molestias al animal. Grado de lesión 42 Las artritis se pueden valorar en grados del 0 al 5 según los signos de inflamación; en función de éstos variará la frecuencia con que se realizan los lavados articulares: • Grado 0: normal. • Grado 1: sin dolor al contacto, mínima tumefacción, ligero calor y levísimo rubor. • Grado 2: ligero dolor al contacto, leve tumefacción, ligero calor y ligero rubor. • Grado 3: moderado dolor al contacto, moderada tumefacción, calor aumentado y moderado rubor. • Grado 4: fuerte dolor al contacto, la mayoría de la articulación tumefacta, calor aumentado y gran rubor. • Grado 5: fuerte dolor al contacto, toda la articulación tumefacta, calor muy aumentado, gran rubor y articulación abierta o semiabierta. En los grados 4 y en algunos 3 (dependiendo de los parámetros descritos) se realizaran lavados articulares cada cuatro días, el resto de los grados cada semana, excepto cuando se alcance un grado 1 que se realizaran exámenes físicos combinado con el empleo de antiflogísticos hasta la recuperación de la articulación a un grado 0. Por último, el grado 5 no presenta solución en el caso de que la articulación se encuentre semiabierta o abierta. La Tabla II muestra un resumen de los grados de lesión. Tabla II Dolor Calor Tumefacción Rubor Supuración Grado 0 Normal Normal Normal Normal No Grado 1 Normal Ligero Mínima Leve No Grado 2 Ligero Ligero Leve Ligero No Grado 3 Moderado Aumentado Moderada Moderado No Grado 4 Fuerte Aumentado Fuerte Fuerte No Grado 5 Fuerte Aumentado Fuerte Fuerte Si Alonso C., Blanco J. y Mazzuchelli F.. Aparato locomotor Lavado articular: descripción de la técnica Fotos 1 y 2. Preparación del material El material preciso para la realización de esta técnica está al alcance de cualquier veterinario. Se necesitará un anestésico y su antagonista específico, 1 litro de suero fisiológico, un sistema de suero, antibiótico, dos agujas de catéter de 14G, un antiflogístico-fibrinolítico, gasas, algodón, vendas autoadherentes, guantes, povidona yodada y alcohol (Foto 1 y 2). Tranquilización y preparación del suero de lavado Foto 3. Fotos 4 y 5. Para preparar el suero de lavado se añaden 4ml de enrofloxacina (Quinoex®) en un litro de suero fisiológico, dosis que supone el cuádruple de la que se utilizaría por vía endovenosa. Como alternativa a esta fluoroquinolona puede utilizarse con idénticos buenos resultados un aminoglucósido como la gentamicina. Colocación del animal Tanto por motivos de asepsia como de comodidad en el trabajo, siempre que sea posible, el animal se colocará encima de una mesa u otro objeto con el fin de que las extremidades estén lo más alejadas del suelo (Foto 3). Cuando no sea posible habrá que colocar la extremidad en alto y paralela al suelo ayudándonos de cualquier objeto como, por ejemplo, paja. Lavados quirúrgicos Este apartado, junto al anterior, supone el punto crítico en cuanto a la obtención de un porcentaje elevado de éxitos. Lo primero que se hace es rasurar bien la articulación afectada, en especial sobre la zona de punción. A continuación se aplica un antiséptico yodado jabonoso (Betadine®) frotando enérgicamente, se retira el jabón formado con gasas impregnadas del antiséptico y se repite el procedimiento de lavado una vez más. Para concluir, se aplica alcohol en la articulación (Fotos 4 y 5). Artritis sépticas en terneros, un problema con solución: LAVADOS ARTICULARES 43 Utilizamos romifidina (Sedivet®) por via intravenosa a una dosis de 0.01 ml (necesitaremos una jeringa de insulina); así mismo prepararemos 0.02 ml del antagonista específico (Antisedan®). Por los pequeños volúmenes de que estamos hablando, se aumentan mediante la adición de un poco de suero fisiológico. Nut rición Aparato locomotor Zona de punción No existe una zona específica para la punción; el lugar dependerá de los factores descritos en el apartado dedicado a los grados de lesión. Así, la introducción de la aguja de catéter se realizará en aquellas zonas donde la articulación presenta los claros signos de inflamación (rubor, calor, dolor, fluctuación y tumefacción). A la hora de colocar las agujas es recomendable que la ubicación de éstas –la de entrada y la de salida- facilite el flujo del suero con antibiótico, por lo que se evitará que las posiciones relativas de las agujas formen ángulos demasiado cerrados. En articulaciones muy afectadas se realizará el lavado por regiones: normalmente se divide la articulación en dos partes y se practican dos lavados articulares separados en el tiempo (cuatro días aproximadamente). Realización del lavado articular 44 Tras cumplimentar los pasos anteriores, sólo queda introducir las dos agujas de catéter de 14G en las zonas de punción seleccionadas, una vez introducida la primera aguja con rapidez y a unos 3-5 cm se introducirá la segunda aguja de igual modo. Se quita el tapón de ambas agujas sin sacar el fiador y se conecta al sistema de suero a la aguja que queda por encima de la articulación. A continuación, es necesario presionar la bolsa de suero para que éste fluya con una fuerza suficiente como para poder salir por la aguja inferior. El flujo del suero a través de la articulación será más o menos fácil en función del estado de ésta –sobre todo por la cantidad de fibrina existente-; en aquellos casos en los que se produzca obstrucción habrá que mover con mucho cuidado las agujas hasta que se restituya el flujo (Fotos 6, 7 y 8). Finalizada la administración del litro de suero, procederemos a retirar las agujas, primero la inferior y después la superior, y a tapar las zonas de punción con unas gasas con antiséptico. Se dejan esas gasas y se coloca por encima algodón protegiendo a la articulación y a las estructuras óseas que se encuentren tanto por encima como por debajo de ésta, terminando con el vendaje autoadherente que se fija con esparadrapo. Seguimiento del caso Con el seguimiento valoraremos las articulaciones intervenidas determinando su grado de afección y estableciendo el número de veces que habrá que realizar más lavados articulares hasta conseguir estabilizarlas en un Grado 1 (Foto 12). Será entonces cuando se aplicará el antiflogístico-fibrinolítico durante mes y medio, una o dos veces al día. Fotos 6, 7 y 8. Conclusión y comentarios finales El éxito de esta técnica dependerá principalmente del tiempo transcurrido desde que el animal se encuentre postrado y débil hasta la iniciación de los lavados articulares. Si no se iniciara rápidamente el tratamiento, aumentaría el porcentaje de fracasos así como el riesgo de septicemias con terminación fatal. La realización de buenos lavados quirúrgicos y un alojamiento limpio y confortable facilitará la progresión del animal hacia la recuperación (Fotos 9, 10, 11 y 12). Alonso C., Blanco J. y Mazzuchelli F.. Aparato Nut locomotor rición Fotos 9, 10, 11 y 12. 45 Bibligrafia • R.W.Van Pelt, R.F.Langham, S.D.Sleight: Lesions of infectious arthritis in calves. J Am Vet Med Assoc 149:303-311, 1966. • R.W.Van Pelt, R.F.Langham: Nonspecific polyarthritis secondary to primary systemic infection in calves. J Am Vet Med Assoc 149:505- • Kenneth W.Hinchcliff, BVSc, MS, PhD. Antoinette D.Jernigan, DVM, PhD: The veterinary clinics of north America. vol 7, number 3. Año 511, 1966. 1991 v