FRIEDRICH KATZ EL CAMPESINADO EN LA REVOLUCIÓN MEXICANA DE 1910 UNA DE las revueltas sociales más poderosas que ha tenido lugar en el continente americano durante el siglo xx es la Revolución Mexicana de 1910. Se le considera de tipo agrario porque la mayoría de sus participantes eran campesinos y porque dio como resultado una de las legislaciones agrarias más adelantadas de América. La ley agraria de junio de 1915, promulgada por el gobierno de Carranza, y la Constitución de 1917, son testigos de este hecho. Ambas establecen, entre otras cosas, el regreso de las tierras a las comunidades de los pueblos que habían sido privados de ellas por los grandes estados, la redistribución de una gran parte de estos estados a los campesinos sin tierras y la expropiación de las tierras que estaban en manos de extranjeros.^ Sin embargo, la Revolución Mexicana fue muy diferente a otras revoluciones sociales en las cuales se involucró al campesinado. En Francia, cuatro años después del brote de la revolución de 1789, la mayoría de los estados estaban destruidos. En Rusia este proceso fue aún más rápido. Cuando Lenin y los bolcheviques a continuación de tomar el poder formularon el decreto sobre la expropiación de los grandes territorios, estaban, en gran parte, ratificando un proceso que ya tenía lugar en toda Rusia. En México, la distribución a gran escala de tierras empezó en 1934, más de 20 años después del brote revolucionario. Las grandes revueltas revolucionarias, la casi completa destrucción del ejército prerrevolucionario y de la administración del Estado entre 1910 y 1920, no permitieron una reforma agraria substancial. Durante este periodo únicamente se distribuyeron 167,936 hectáreas de tierra a 46,398 campesinos. De 1934 a 1940, después de un periodo de transición pacífico a partir del gobierno del Presidente Rodríguez, hasta el de Cárdenas, 811,157 1 Los aspectos agrarios de la Revolución Mexicana, están descritos en: Tannenbaum, Frank, La revolución agraria mexicana, Nueva York, 1929. Whetten, Nathan L., México rural, Centro de Investigaciones Agrarias, Chicago, 1948. Estructura agraria y desarrollo agrícola de México, vol. 3, México, 1970. 118 campesinos obtuvieron 17.906,429 hectáreas de tierra.^ ¿Cuáles son los patrones de desarrollo que hacen a la Revolución Mexicana tan diferente de otras revueltas sociales? Me gustaría, en el presente contexto, examinar los movimientos campesinos en México, sus relaciones con otros grupos de sociedad y el sur^miento de las organizaciones campesinas. El campesinado mexicano ANTES DE la revolución el campesinado estaba dividido en cuatro grandes grupos: pueblos libres, comunidades tribales en la frontera, residentes de haciendas y pequeños propietarios (rancheros). Los pueblos libres habían logrado retener una gran parte de sus tierras comunales a lo largo de los periodos azteca, español, colonial y principios del independiente, a pesar de que los gobiernos azteca, español y mexicano permitieron y algunas veces apoyaron, la transferencia de las tierras de propiedad comunal, a los grandes terratenientes. El término "libre" significaba, únicamente, que estos pueblos habían logrado mantener un cierto grado de independencia política y económica, la cual estaba siempre limitada en su naturaleza. Al mismo tiempo que mantenían sus autoridades pueblerinas tradicionales, económica y políticamente dependían del Estado y de las haciendas vecinas: todos los pueblos pagaban tributo al Estado, algunas veces en productos y otras en trabajo. Muchos de sus habitantes trabajaban también para las haciendas vecinas. Durante los siglos XVI y XVII, este tipo de trabajo era en gran parte coercitivo (inducido por instituciones tales como el repartimiento y la encomienda. Al final del siglo xvu y principio del xvm, la pérdida de la tierra de los pueblos, emparejada a un aimiento de población, provocó las principales causas económicas del trabajo de tiempo parcial en las haciendas. Sin embargo, hasta la década de 1870, la tierra de estas comunidades les proveía sus subsistencias básicas, mientras que el ingreso producido por el trabajo en las haciendas era suplementario, aunque necesario.^ La llegada de la dictadura de Porfirio Díaz con su expropiación a gran escala de tierras comunales trastornó esta tendencia. En 1910, cerca del 18 o 19% de los campesinos no poseían tierras. £1 ingreso de su trabajo en las haciendas se tornó en su principal fuente de entradas, mientras que el producto de las tierras de los pueblos, si es que existía, constituía únicamente un pequeño suplemento. Sin embargo, gran parte de las áreas residenciales de los pueblos todavía les pertenecían, y las comimidades mantuvieron sus organizaciones sociales tradicionales. Las relaciones entre estos pueblos y las haciendas eran sumamente variables. En las áreas productoras de maíz y trigo muchos de los habitantes del pueblo trabajaban como arrendatarios en las tierras hacendarias. En las plantaciones que producían cosechas del tipo de azúcar, café y tabaco, tendían a emplearse como trabajadores temporales durante las épocas de sembrado y cosecha.* Algimas veces, trabajaban en las haciendas que les habían expropiado sus tie2 Wilkie, James, La Revolución Mexicana y cambios sociales desde 1910, Berkeley y Los Angeles, 1967, p. 188. 3 Tannenbaum, La revolución agraria mexicana, cap. 1. Para la historia y papel de los pueblos indios libres de la época colonial, ver de Gibson, Charles, Los aztecas bajo las reglas españolas, Stanford, 1964. * Friedrich Katz, "Labor Conditions in Porfirian México: some trends and tendencies", Híspante American Historial Review, febrero de 1974, vol. 54, no. 1. 119 rras. Generalmente, los hacendados preferían emplear gente de regiones más remotas con quienes no habían tenido conflictos directos.' Con algunas similitudes y diferencias, la comunidad tribal era esenciaknente un producto de la frontera mexicana. Durante los siglos xvi y xvu las órdenes religiosas (principalmente los jesuítas y los franciscanos) fundaron misiones entre aquellas tribus que los españoles nunca lograron conquistar. Estas misiones eran Estados teocráticos basados en el principio del gobierno indirecto. Como gracia por haber aceptado la dominación política, religiosa y económica de los misioneros se permitió a las comunidades tribales del norte retener todas sus tierras. A diferencia de los poblados indígenas libres del centro de México, las comunidades del norte mantuvieron sus organizaciones tribales. En algunos casos, como en el de los yaquis de Sonora, los misioneros crearon incluso autoridades tribales en donde antes no existían. Esto significó el sostenimiento de una estrecha alianza de gran parte de la aristocracia indígena con los misioneros. A diferencia de las aldeas del centro de México, se permitía a muchas de estas comunidades a que incluso retuvieran sus armas. Mientras que en el centro de México los cambios técnicos traídos por los españoles tuvieron efectos contradictorios (se descuidaron los trabajos de irrigación de los aztecas, el ganado de los españoles invadía los campos indígenas, etc.), en algunas partes del norte las innovaciones eran más benéficas para los indígenas. La introducción del ganado, el arado y la irrigación en las tierras áridas del Norte, aumentaron enormemente los recursos a disposición de las tribus indígenas.* Estos factores explican la pasividad con la que algunas tribus guerreras del norte aceptaron el control misionero y la profunda influencia que las órdenes religiosas pudieron ejercer sobre ellos mucho después de haberse terminado la colonia española." Al lograr la independencia, las autoridades mexicanas desarrollaron grandes esfuerzos para confiscar las tierras de estos grupos tribales y hacia finales del siglo XIX, sus esfuerzos fueron en gran parte exitosos. Uno de los segmentos más importantes del campesinado mexicano prerrevolucionario, eran los peones residentes de las haciendas, algunas veces llamados "gañanes" o "naboríos" y otras "peones acasillados". Éstos comprendían tres grupos principales: el primero estaba compuesto por inquilinos y aparceros y su principal trabajo consistía en atender la tierra que la hacienda les rentaba o aparcelaba, 5 Friedrich, Paul, Agrarian Revolt in a Mexican Village, Englewood Cliffs, New Jersey, 1970. 6 Ver de Robert Ricard: The Spiriíual Conques! of México, Berkeley y Los Angeles: Uníversity of California Press, 1967. ' Esta pasividad no debe de sobreestimarse. Mientras que la penetración misionera en las regiones indígenas era frecuentemente pacífica, la mayoría de las misiones desarrollaban levantamientos, en una época o en otra, en contra de las órdenes religiosas. Los indios tarahumaras, se levantaron cuatro veces, en 1632, 1648, 1690 y 1697. Los yaquis se rebelaron en 1740 en contra de los jesuítas. Las causas de estas revueltas no eran iguales siempre. Los tarahumaras se levantaron en contra de los jesuítas porque éstos trataron de sacarlos de sus casas en la montaña y concentrarlos en pueblos más grandes llamados "reducciones". Los yaquis no objetaron estas reducciones, las cuales mantuvieron mucho tiempo después de que los misioneros se habían ido, sino a las crecientes exacciones jesuítas, que estaban destinadas a financiar nuevas misiones en California. Para una mejor decripción de estos levantamientos, ver de Joseph Neumann, Revolte des Indiens Tarahumaras, París, 1969. Evelyn Hu-De Hart, suplemento datos acerca de la revuelta yaqui de 1740 al complementar una disertación acerca de la historia de la nación yaqui. 120 aunque también eran requeridos para trabajar las tierras de la heredad durante una parte del año. Un segundo grupo de trabajadores laboraba principalmente en las tierras de la heredad y únicamente en su tiempo libre, atendía los pequeños lotes que la hacienda ponía a su disposición y cuyos productos utilizaban para su subsistencia. El tercer grupo de habitantes permanentes de la hacienda lo constituían los vaqueros y los pastores. Una gran cantidad de estos trabajadores residentes, estaban Ugados a la hacienda por medidas coercitivas como la de la deuda de peonaje. Esta institución se desarrolló principalmente en el sureste de México donde el trabajo era escaso a principios del siglo xx; en el norte de México se debilitó esta institución donde los ranchos americanos y las minas mexicanas y americanas competían con el trabajo de hacienda.* En contraste con los pueblos comunales y las comunidades tribales, los rancheros menores constituían el único grupo de pequeños propietarios que aumentó durante el siglo xix y principios del xx. A diferencia de los otros dos grupos de campesinos, los rancheros menores eran extremadamente heterogéneos, tanto en sus orígenes como en su desarrollo. Algunos de ellos eran herencia del periodo colonial, otros eran descendientes de soldados de infantería españoles que habían recibido, después de la conquista de México, en el siglo xvii, pequeñas parcelas de tierra. Otros más, eran descendientes de militares de la colonia a quienes se les había otorgado tierras en la frontera norte de la Nueva España, durante las últimas décadas del siglo xviii, con el objeto de que defendieran las fronteras de las tribus merodeadoras. Este fue el origen de los pueblos y ciudades de Casas Grandes, Galeana, Namiquipa, Janos y Cruces. En 1778, el gobernador hispano de la provincia de la Nueva Vizcaya (actualmente estado de Chihuahua), ofreció a los habitantes de la provincia, sin importar su "casta, clase o estatus social", tierras, aguas, un subsidio de dos reales al día durante un año y exención de los impuestos por un año, si se establecían en una de estas colonias. Deberían permanecer ahí por lo menos diez años y luchar contra los indios nómadas siempre que se les solicitara. No se les permitiría dividir sus pertenencias, pero, a diferencia de los indígenas de los pueblos libres, se les permitía venderlas. Se consideraba a las colonias como municipalidades independientes que gozaban de un amplio margen de autogobierno.* Gran parte de los rancheros menores constituían un grupo relativamente nuevo que se había desarrollado durante el siglo xix. Muchos eran los miembros más acomodados de las comunidades de los pueblos, que al ser expropiados, habían logrado retener sus tierras, comprando su parte a la hacienda, o adquiriendo las confiscadas a la Iglesia. Algunos eran propietarios ricos, mientras que otros eran emigrantes que regresaban de los Estados Unidos, quienes invertían sus ahorros en pequeños ranchos. Durante el siglo xrx, dos de estos grupos de campesinos, los pueblos indígenas libres y las tribus del norte, lucharon contra los hacendados y el gobierno mexicano por retener sus tierras. Los pueblos libres escenificaron levantamientos locales, apelaron a las cortes o trataron de formar alianzas políticas con las facciones contendientes en México. En la primera mitad del siglo xix, mientras que el gobierno fue débil y los incentivos económicos de la expropiación no eran muy fuertes (debido a la escasez * Ver de Katz: Labor Conditions in Porfirian México. * Departamento Agrario, México, Dirección de Terrenos Nacionales, expediente 161. 121 de mercados), obtuvieron algún éxito en su empresa. Pero el establecimiento de una administración centralizada poderosa en la era porfiriana, la rápida expansión económica debida a la inversión extranjera, la construcción de los ferrocarriles^" y la aparición de nuevos mercados, dio a los hacendados y a los políticos, la motivación y la fuerza para expropiar las tierras comunales de los pueblos y aplastar la resistencia campesina. El levantamiento de las comunidades tribales del norte fue, militarmente, mucho más efectivo que las luchas aisladas de los pueblos del centro de México, pero para principios del siglo xx, la más tenaz de estas tribus, los yaquis de Sonora, estaba sumamente debilitada aunque no derrotada.^^ En contraste con estos dos grupos, los peones residentes de las haciendas, no sólo tendieron a ser pasivos, sino que frecuentemente lucharon a favor de la hacienda. Durante el gran levantamiento de los pueblos mayas libres en contra de los hacendados y de las autoridades mexicanas a mediados del siglo xix, muchos de los peones de hacienda mayas se aliaron con los propietarios de las haciendas en contra de las comunidades de los pueblos.^La Revolución de 1910, iniciada por los hacendados liberales y parte de la clase media mexicana como una rebelión política en contra de la autocracia porfirista, produjo un gran número de levantamientos campesinos. En las tres revueltas más importantes de este tipo participaron tres de los cuatro grupos de campesinos. El sector campesino que permaneció conspicuamente ausente en esta primera fase de la Revolución Mexicana, fue el de los acasillados. La rebelión zapatista en Morelos EL MOVIMIENTO campcsino más conocido en la primera fase de la Revolución Mexicana es la rebeUón de Zapata en el estado de Morelos. Se ha escrito tanto acerca de los zapatistas que no hay necesidad de explicarla en detalle. Era esencialmente una rebelión de los habitantes de los pueblos comunales, cuyas tierras habían sido expropiadas por los ingenios azucareros vecinos. Dichas expropiaciones tuvieron lugar en toda la región central de México, aunque de una intensidad insólita en el estado" de Morelos. Esta fuerza, no fundamenta, por sí misma, el hecho de que este estado se volviera el centro de la revuelta agraria en México. Morelos contaba con numerosos factores que favorecieron enormemente el estallido de los movimientos revolucionarios: montañas impenetrables, la proximidad de la ciudad de México (lo cual daba acceso a nuevas ideas, información y armas, mucho más fácilmente que a cualquier otra parte del centro de México), una gran densidad de población, una tradición de luchas políticas con el gobierno la cual poco antes había unido pueblos cuyas relaciones entre sí habían sido extremadamente limitadas hasta entonces. Dirigieron la rebelión líderes elegidos por las comunidades del pueblo de acuerdo con las tradiciones." 1" Para los nexos entre la construcción de ferrocarriles y la expropiación de tierras comunales, ver de John H. Coatsworth: "Railroads and the Concentration of Landownership in the Early Porfiríato", Hispanic American Historical Review, Feb., 1974. " De Evelyn Hu-De Hart: "Pacification of the Yaquis in the Late Porfiríato: Development and Implications; Hispanic American Historical Review, Feb., 1974. " González Navarro, Moisés: Raza y tierras; La guerra de castas y el henequén, México. 1970, p. 87. 13 Womack, John, Zapata and the Mexican Revolution, Nueva York, 1970. Fran90is Chevalier; "Un factor decisivo de la revolución agraria en México: el levantamiento de Zapata 122 Los indios yaquis de Sonora EL SEGUNDO foco de rebelión fue el Noreste del estado de Sonora, donde los indios yaquis se levantaron una vez más. Mientras que sus líderes inmediatos eran jefes de tribus, subordinaron su movimiento a "patrones" mexicanos que estaban muy lejos de ser campesinos. El político con mayor influencia entre los yaquis era el líder del partido maderista en Sonora, y uno de los más ricos hacendados del estado, José María Maytorena. En el campo político, Maytorena no era, de ninguna manera, un reformador como Madero trató de ser, sino simplemente alguien que estaba "fuera" y quería estar "dentro". Se había convertido en patrón de los yaquis porque quería emplear a los rebeldes fugitivos como trabajadores en sus haciendas y protegerlos de la persecución gubernamental. Como no había adquirido las tierras confiscadas por el gobierno estatal a los yaquis no había incurrido nunca en la animosidad de los indios." Igualmente se reconocía como patrón de los yaquis a De la Huerta, quien durante muchos años fue administrador de las haciendas de Maytorena y había continuado con dicha política." El movimiento revolucionario en Chihuahua EL PATRÓN precedente de campesinos que subordinaban sus movimientos a líderes no campesinos, fue característico de la mayoría de los movimientos revolucionarios en México, excepto en el estado de Morelos. Con certeza, el movimiento revolucionario más efectivo para derribar la dictadura de Díaz fue el levantamiento de pequeños rancheros en el norte del estado de Chihuahua. Estos rancheros constituían un grupo social atípico y en muchos sentidos único de México. Descendían de militares de la época de la colonia que habían recibido tierras y ayuda económica, primero de la administración colonial española y después del gobierno mexicano en pago por su lucha en contra de las tribus indígenas nómadas del norte, en especial en contra de los apaches. Habían luchado ininterrumpidamente hasta 1885, cuando derrotaron completamente a los apaches. Durante este periodo, adquirieron experiencias militar, armas y la conciencia de constituir una élite especial que luchaba en contra de los "bárbaros". En 1908, los habitantes de una de estas colonias, Namiquipa, escribieron en una carta dirigida al presidente de la república: ... debido a los ataques de los salvajes, todas las haciendas circundantes. .. fueron abandonadas entre 1832 y 1860, úiúcamente Namiquipa continuó la lucha y constituyó un baluarte de la civilización en esta lejana región.^* Durante las guerras contra los indios, estos colonizadores disfrutaron una ayu(1911-1919)", Cuadernos Americanos, vol. 113, nov. 6, 1960, Magaña, Gildardo y Pérez Guerrero, Carlos, Emiliano Zapata y el agrarísmo en México, 5 vols., México, 1951-52. " Hu-De Hart, Pacificación de los yaquis, 15 Memorias de don Adolfo de la Huerta según su propio dictado, México, 1957, pp. 11-20. i« Departamento Agrario, México, Dirección de Terrenos Nacionales Diversos, expediente 2. Carta de los habitantes de Namiquipa al presidente Díaz, julio 25, 1908. 123 da económica y militar del gobierno del estado así como de los hacendados más ricos como la familia Terrazas, junto con quienes ellos habían luchado en contra de los apaches. Con la derrota de las tribus indias empezó a cambiar la actitud de los hacendados hacia los colonos militares. Por un lado, ya no se les necesitaba para rechazar los ataques apaches y por otro, sus tierras eran cada vez más atractivas para los grandes terratenientes de Chihuahua. El valor de la tierra a lo largo del Ferrocarril Central Mexicano, que cruzaba el estado de norte a sur y el Ferrocarril del Pacífico de Chihuahua, que pasaba por el lado oeste, se elevó enormemente. Esto mismo sucedió con las tierras localizadas cerca de la frontera de los Estados Unidos cuyo valor se aumentó por el desarrollo económico del sureste americano. La mayoría de las colonias militares estaban establecidas en estas regiones y a partir de 1900 los hacendados de Chihuahua, al principio con aprobación tácita y después de 1904 con apoyo entusiasta del gobierno del estado, hicieron todo lo posible para expropiar las tierras de estas colonias. En 1903, Toribio Ortega, quien encabezaba la "Junta Directiva de los Vecinos de Cuchillo Parado", una colonia militar a la que Benito Juárez otorgó tierras en 1865, protestó a nombre de 834 habitantes en contra de un ataque planeado a sus derechos, perpetrado por un hacendado vecino. Sabemos —decía en el telegrama dirigido al Ministro Federal de Desarrollo—, que el licenciado Carlos Muñoz trata de obtener 10 sitios de ganado mayor pertenecientes a la Colonia de Cuchillo Parado. Ya que los documentos que tiene en su posesión fueron obtenidos por la fuerza, pedimos a Ud. rechazar sus demandas.^' Cuchillo Parado tuvo éxito y rechazó el ataque, pero la situación de las colonias militares empeoró enormemente después de que el clan Terrazas-Creel, una de las familias terratenientes más importantes de Chihuahua, asumió el gobierno del estado en 1903.^* En 1905, la Legislatura del estado de Chihuahua pasó una ley que facilitaba la expropiación de las colonias militares. En 1908, algunas de las más antiguas y prestigiadas de estas colonias empezaron a sentir los efectos de estas medidas. Estamos sumamente preocupados por el hecho de que las tierras que consideramos de nuestra propiedad, ya que las hemos recibido de nuestros padres y trabajado con nuestras manos, están cambiando a otras manos. En 1908 los habitantes de Namiquipa escribieron al Presidente Porfirio Díaz: ... si Ud. no nos otorga su protección, tendremos que abandonar nuestras casas para subsistir.^* 1' Departamento Agrario, México, Dirección de Terrenos Nacionales Diversos, expediente 37 X 5. Junta Directiva de los vecinos de Cuchillo Parado al Secretario de Fomento, enero 10, 1903. 18 Chihuahua se volvió como un estado de la familia Terrazas. Terrazas fue gobernador del estado en mayo de 1903. En agosto de 1904, le cedió la gobernatura a Su yerno Enrique Creel. A éste le sucedió en 1910 el hijo de Terrazas, Alberto. Ver de Francisco Almada: Diccionario de historia, geografía y biografías chihuahuenses, Chihuahua, 1960. 1» Departamento Agrario, Dirección de Terrenos Nacionales Diversos, exp. 178. Carta de los habitantes de Namiquipa al presidente Díaz, julio 20, 1908. 124 Un emisario que había sido enviado a México como representante de la población de Janos, otra de las más antiguas de las colonias militares de Chihuahua, se quejaba amargamente con el presidente Díaz: Los propietarios de la Colonia Fernández Leal, localizada a dos leguas de Janos, disfrutan de una vida muy cómoda en los Estados Unidos, mientras que nosotros, que sufrimos las invasiones de los bárbaros a quienes nuestros padres combatieron, no podemos retener nuestras tierras.™ Varias de las colonias militares más antiguas sufrieron el mismo destino. Las peticiones de ayuda al gobierno nacional eran vanas y no es de sorprender que estas colonias jugaran un papel importante en la Revolución de 1910. Toribio Ortega, quien había guiado a los habitantes de Cuchillo Parado en su lucha en contra de los hacendados en 1903, fue el primer líder revolucionario en levantarse en contra de Porfirio Díaz en 1910 y llegó a ser uno de los generales más leales de Pancho Villa.^' Porfirio Talamantes, portavoz de Janos, también participó en la revolución y llegó a coronel del ejército de Villa." El pueblo de Namiquipa era el centro de la actividad revolucionaria en Chihuahua desde 1910 a 1920. En 1916, cuando Pancho Villa atacó Columbus, Nuevo México, una gran parte de su fuerza de ataque estaba compuesta por los habitantes de Namiquipa." Si la Revolución en Chihuahua se huljiera limitado a las colonias militares expropiadas, su capacidad de lucha y armas hubiera constituido en sí un desafío formidable para el gobierno mexicano. Debido a que estas gentes no estaban de ninguna manera aisladas sino unidos a otros grupos de sociedad rural y urbana de Chihuahua, su movimiento ganó una importancia decisiva para el curso que iba a seguir la Revolución en México. En 1910, se les unieron otros dos sectores de la población rural: muchos de los rancheros que habían logrado mantener sus tierras y im sector de la población rural que aumentaba rápidamente en Chihuahua, los trabajadores semiagrícolas y semindustriales. Estos últimos, trabajaban parte del año en haciendas como aparceros o trabajadores agrícolas y utilizaban el resto del tiempo como mineros, leñadores o braceros en los Estados Unidos. La región con la concentración más grande de pequeños propietarios, así como de trabajadores industriales-agrícolas, era el distrito de Guerrero en la región montañosa de la Sierra Madre en Chihuahua. A partir de 1908, padecieron varias catástrofes naturales y económicas que empeoraron año con año. De 1904 a 1907, una gran parte de la producción de maíz en Chihuahua cambió de las tierras irrigadas del distrito de Camargo a los suelos áridos de Guerrero.^^ Las tierras del distrito de Guerrero estaban sujetas a unas condiciones climáticas extremadamente inseguras y las cosechas de 1908-1910 fueron muy pobres. 20 Departamento Agrario, Dirección de Terrenos Nacionales Diversos, exp. 75-1407. Car- ta de Porfirio Talamantes, representando a los habitantes de Janos, al presidente Díaz, agosto 22, 1908. 21 De P. Ontiveros, Francisco, Toribio Ortega v la Brigada González Ortega, Chihuahua, 1914. -- Chávez, Armando B., Diccionario de hombres de la revolución en Chihuahua, Chihtiahua, 1973. 23 Calzadíaz Barrera, Alberto, Hechos reales de la Revolución, vol. 3, México, 1972. 2< Anuario Estadístico del Estado de Chihuahua 1904-1910, Chihuahua, 1911. 125 Las malas cosechas no eran una novedad en Guerrero, pero nunca habían visto unas tan catastróficas como las de esos tres años. El aumento en la demanda de maíz por un lado, y la venta del gobierno de tierras públicas buenas por el otro, indujeron al uso creciente de tierras marginales que estaban muy afectadas por el fracaso de las cosechas. En otras épocas, los campesinos eran capaces de encontrar trabajo en las minas circundantes o incluso en los Estados Unidos y de obtener crédito de los bancos del Estado para sacarlos del apuro. Pero desde 1907 a 1910, México estaba enormemente afectado por la reseción de los Estados Unidos. Se clausuraron las minas, se cesó a muchos de los trabajadores mexicanos que trabajaban en compañías americanas en el sureste de los Estados Unidos y los bancos de Chihuahua no otorgaban crédito.^' El gobierno del estado no sólo rehusaba hacer algo por los campesinos, sino que los forzaba a pagar impuestos cada vez mayores, mientras que las grandes haciendas casi no pagaban nada. Debido a que el poder político en Chihuahua, el control del banco más grande del estado, de sus principales haciendas y de algunas de sus minas estaba concentrado en las manos del clan Terrazas-Creel, estas familias se volvieron rápidamente el foco de todos los resentimientos y amarguras en el estado.'" Los hombres que dirigieron el movimiento de Guerrero, el cual se tornó en el foco de la revolución en Chihuahua, no eran campesinos en sí mismos, sino, con una sola excepción, miembros de la élite tradicional del distrito. Abraham González, quien dirigió el movimiento revolucionario en Chihuahua, pertenecía a una familia que durante mucho tiempo había dominado la vida económica y política del distrito de Guerrero y había jugado un papel importante en la política de Chihuahua. A principios del siglo xx, su familia había sido gradualmente desplazada por el clan Terrazas-Creel, y González se vio obligado a ganarse su sustento trabajando sucesivamente como ranchero, contador de una compañía de tranvías, traductor y vendedor de ganado.^^ Pascual Orozco, el líder militar de la rebelión, provenía de una familia muy conocida en el distrito; no era campesino sino mulero.''* La única excepción conspicua a la regla fue Pancho Villa, quien era originario del estado de Durango y originalmente era aparcero. Al estallar la Revolución, Villa alternamente era, o uno de los bandidos sociales más conocidos, o ganadero, dos profesiones que no se contradecían en lo absoluto.^^ Independientemente del hecho de que el poder económico y político ejercitado por el clan Terrazas en Chihuahua había logrado unir a los grupos sociales más diveregentes del estado, el éxito de los revolucionarios se debió a otros dos factores: la frontera con los Estados Unidos proveía un acceso fácil a las armas; la composición de clase media de una gran parte de las fuerzas revolucionarias les facilitó más a ellos que a los zapatistas en Morelos, o a los yaquis de Sonora, ganar el apoyo de la población urbana. =5 Condiciones de trabajo en el México del porfiriato. 28 D. Sims, Harols, "Espejo de caciques: los Terrazas de Chihuahua", Historia Mexicana, No. 71, 1969. ^7 Almada, Francisco, Vida, proceso y muerte de Abraham González, México, 1967. William H. Beezley, Insurgent Governor Abraham González and the Mexican Revolution in Chihuahua, Lincoln, Nebraska, 1973. 28 Meyer, Michael C, Mexicanos rebeldes: Pascual Orozco y la Revolución Mexicana, Lincoln, Nebraska, 1967. 2» Guzmán, Martín Luis, Memorias de Pancho Villa, México, 1968. Cervantes, Federico, Francisco Villa y la revolución, México, 1960. 126 Fueron los revolucionarios de Chihuahua quienes principalmente coadyuvaron al derrocamiento de Porfirio Díaz. Su sucesor, Madero, quien llegó a la presidencia en 1910, compartió el destino de muchos de los liberales moderados en la primera fase de una revolución social. Deseando limitar la Revolución básicamente a cambios políticos, rápidamente perdió el apoyo de sus partidarios originales más radicales, principalmente grandes sectores del campesinado, mientras que los conservadores continuaban oponiéndosele. Fue destituido por un golpe de Estado y asesinado en febrero de 1913. En la mayoría de las revoluciones, dichos golpe de Estado o atentados de la derecha, generaron reacciones muy enérgicas de la izquierda, la cual movilizó grandes grupos del campesinado para llevar a cabo reformas agrarias radicales. La tentativa de Luis XVI de salir de Francia en 1790 jugó im importante papel en la toma del poder por los jacobinos y en la disolución radical de los estados hacendarios de la nobleza francesa. En Rusia, el golpe de Estado de Kornilov fue el origen de la Revolución de Octubre y de las medidas que tomaron los bolcheviques para la distribución de la tierra. En China, después de la masacre de los comunistas urbanos en Shangai en 1927, perpetrada por Chiang Kai Shek, los remanentes del partido se movieron hacia la provincia rural de Kiangsi, en donde llevaron a cabo reformas agrarias y organizaron un ejército esencialmente campesino.^ Los revolucionarios del norte y las reformas agrarias LA SITUACIÓN mexicana era totalmente diferente de la francesa, rusa o china. El cuerpo principal de los revolucionarios norteños mexicanos logró movilizar un gran ejército de campesinos sin llevar a cabo prácticamente una reforma agraria en gran escala y limitándose a promesas y programas radicales. En vez de pagar a los campesinos revolucionarios con reformas sociales como a los revolucionarios franceses, rusos o chinos, al igual que a los zapatistas en el sur de México, les pagaban en efectivo. Su alianza con los Estados Unidos les permitía hacer esto. Los motivos de esta alianza son extremadamente complejos, y se irían fuera del alcance de este trabajo. Mientras que Woodrow Wilson y William Jennings Bryan pudieron haber sido motivados por su ideología progresista para ayudar a los revolucionarios mexicanos," éste no era el caso de los grandes intereses de negocios que cooperaron con las fuerzas norteñas mexicanas. A cambio del pago de grandes impuestos a los "constitucionalistas", la compañía mexicana de petróleo Doheny y los grandes negocios mineros, esperaban no sólo comprar inmunidad de confiscaciones, depredaciones y huelgas, sino también asegurar las tierras a costo bajo y las propiedades en posesión de hacendados mexicanos y de inversionistas europeos, así como obtener concesiones del gobier»o Las similitudes de algunos de los aspectos agrarios de las revoluciones francesa, rusa y china, no debe obscurecer las grandes diferencias entre ellas. Los principales beneficiarios de la disolución de los estados franceses durante la revolución, eran campesinos acaudalados y burgueses urbanos. En Rusia y China, los revolucionarios hicieron grandes esfuerzos para otorgar la tierra a los campesinos pobres. Ver Barrington Moore, Jr., Social Origins of Dictatorship and Democracy Lord and Peasant in the Making of the Modern World, Boston, 1966. '1 Ver Robert Freeman Smith, The United States and Revolu!ionar\ yiationalism in México 1916-1932. Chicago, 1972. 127 no revolucionario.^^ No fallaron totalmente en su empeño, ya que las inversiones americanas, aimientaron en México durante el periodo revolucionario.'^ Esta alianza afectó la política agraria del movimiento revolucionario del norte, en cuando menos cinco formas: 1. El efecto más obvio fue que los estados de propiedad extranjera, que controlaban una séptima parte de todas las tierras de México, no fueron tocadas por los revolucionarios. 2. Los políticos conservadores opuestos a las reformas agrarias, quienes habían jugado un importante papel en la primera fase de la Revolución Mexicana, podían continuar oponiéndose sin cambiar sus políticas agrarias. Gracias a los impuestos y a las contribuciones pagadas por las compañías americanas, las armas estadounidenses y los réditos de las ventas de artículos mexicanos a los Estados Unidos (la cual tuvo lugar gracias a la aprobación tácita de la administración en Washington), Carranza logró formar un gran ejército compuesto principalmente de campesinos. Pudo hacerlo sin otorgar cantidades significativas de tierras a los campesinos y fue capaz de limitarse a planes y promesas que nunca guardó. Cuando el golpe militar de De la Huera tuvo lugar, el gobernador maderista de Sonora, Maytorena, salió del país. Él temía que la única forma de llevar a cabo una revolución era a través de "una confiscación general de la propiedad"'* y aimque liberal, era sobre todo un hacendado consciente de su clase y la confiscación de las propiedades de sus compañeros (y quizá en el proceso la pérdida de sus mismas propiedades), era algo que no podía soportar. Cuando se convenció de que era posible financiar la revolución sin hacer cambios agrarios a gran escala, regresó a Sonora a asumir el liderazgo del movimiento revolucionario del estado. Tanto él, como Carranza, hicieron lo posible para prevenir la implantación de las reformas agrarias en los estados que ellos controlaban. Cuando el general Cabral, otro revolucionario de Sonora, propuso una ley agraria, el parlamento "revolucionario" del estado no tuvo ningún empacho en rechazarla.''' Carranza reprimió duramente a uno de sus subordinados, el general Lucio Blanco, quien había comenzado a distribuir las tierras de una gran hacienda entre los campesinos.'* 3. Aún los revolucionarios radicales que favorecían la distribución a gran escala de la tierra, como Pancho Villa, quien consfiscó todas las haciendas que eran propiedad de mexicanos en el estado de Chihuahua, fueron persuadidos para que no llevaran a cabo sus planes. Encarado con la decisión de dividir las haciendas entre los campesinos o de tenerlas, cuando menos provisionalmente, administradas por el Estado, Villa escogió este último camino. Ésto le aseguraba más réditos de los que podía utiUzar para financiar la compra de armas y abastecimientos en los Estados Unidos. Los administradores del Estado eran sus propios generales, muchos de los cuales empezaron a considerar las tierras como suyas y se oponían tenazmente a una reforma agraria. Esta nueva "burguesía", así como la necesidad creciente de los 32 Katz, Friedrich, Duttschland, Diaz und die Mexikanische Revolution, Berlín, 1964, p. 237 ff. 33 Smith, R. F., United States and Revolulionary Nationalism, p. 145. 3* Maytorena, J. M., Algunas verdades acerca del general Obregón, Los Angeles, 1919. 3s Almada, Francisco R., La revolución en el estado de Chihuahua, México, 1971, p. 89. 3« De María y Campos, Armando, La vida del general Lucio Blanco, México, 1963, p. 53. 128 villistas por abastecimientos americanos, fueron obstáculos significativos para cualquier reforma agraria a gran escala en los territorios controlados por Pancho Villa." 4. Los ejércitos "profesionales", que originalmente estaban compuestos de campesinos que emergieron de la revolución del Norte, no tenían problemas para aplastar los levantamientos campesinos que sus líderes militares no querían.^* 5. En el norte de México, no se estableció ninguna organización campesina hasta 1920. No se llevaron a cabo elecciones efectivas por la gubematura municipal o estatal entre 1913 y 1920. El poder descansaba en las manos del ejército revolucionario que cada vez estaba más alejado y alienado de la población civil. Los revolucionarios sureños y las reformas agrarias LA SITUACIÓN era enteramente diferente en el sur de México donde las fuerzas revolucionarias de Zapata tenían el control. Ahí se formaron comisiones agrarias que regresaron las tierras expropiadas a los pueblos comunales. Se eligió una administración civil en la cual las comunidades tradicionales de los pueblos jugaban un papel decisivo.^^ Al mismo tiempo que surgían conflictos entre militares y civiles, la dependencia del ejército en el apoyo campesino aseguraba una gran medida de control civil. Sin embargo, sería demasiado simple atribuir los diferentes papeles del campesinado en el norte y sur de México y la implementación de la reforma agraria exclusivamente en el sur del país, únicamente a los fondos y armas que los revolucionarios del norte recibieron de los Estados Unidos. Los campesinos constituían una parte más pequeña del total de la población del norte que del sur. Mientras que cerca del ochenta por ciento del estado de Morelos era campesino, esto era cierto únicamente para cerca del cuarenta por ciento de la población trabajadora de Chihuahua. El resto de la fuerza de trabajo del estado estaba compuesta por vaqueros y trabajadores no agrícolas. En el sur, el campesinado consistía principalmente de pueblerinos libres, mientras que en el norte estaba formado por un porcentaje mucho más grande de peones de hacienda. Los pueblerinos libres, tenían una organización centenaria capaz de movilizarlos y un objetivo muy claro por el cual luchar: la restauración de las tierras y derechos tradicionales del pueblo. Los peones de hacienda no tenían ninguno de estos objetivos. Esto puede explicar por qué no existen prácticamente en la historia de México instantes de levantamiento espontáneo de los peones de hacienda. Aparte de estos peones residentes, otro grupo rural importante del norte de México estaba formado por vaqueros cuyo interés por las reformas agrarias era limitado. La relevancia de estos dos grupos de la campiña norteña, así como el hecho de que algunos de los campesinos más revolucionarios estaban en el e,\ér37 Katz, Friedrich, Agrarian Chances in Northern México in the Period of Villiíta Rule 1913-1915; trabajo entregado en el Cuarto Congreso Internacional de Estudios Mexicanos, Santa Ménica, California, 1973. s8 Wemer Tobler, Hans, "Alvaro Obregon und die Anfaenge der Mexikanischen Agrarreform, Agrarpolitik und Agrarkonflict, 1921, 1924; Jahrbuch fuer Geschichte von Staat, Wirtschaft und Gesellschaft Lateínamerikas; vol. 8, Koeln-Wien, 1971. 39 Womack, Zapata and the Mexican Revolution. 129 cito lejos de sus pueblos natales, puede explicar por qué en el norte de México no ocurrieron revueltas campesinas o confiscaciones espontáneas de tierras.*" Divisiones entre los revolucionarios conservadores y los radicales EL HECHO de que las haciendas escogieran a sus servidores de confianza a partir de estos dos grupos da una explicación adicional acerca del por qué no tenían ningún empacho en luchar en contra de los grupos más radicales en la revolución, cuando, en 1914, tuvo lugar la división entre los conservadores y los radicales.*^ Este cisma no parecía, ni parece, tan bien definido como en las otras revoluciones. Las divisiones regionales, no siempre asociadas a las divisiones sociales, eran muy importantes. Los programas oficiales de ambos grupos, así como su política exterior, eran similares en gran parte. En lo que concernía al trabajo, la facción más conservadora de Carranza logró hacer más promesas y ganar más apoyo que sus rivales más provincianos y mucho más orientados al campesino de las facciones de Villa-Zapata. Sin embargo, un problema básico dividió al grupo conservador de Carranza de los zapatistas y de los villistas: si se debía retener o devolver las tierras confiscadas de las haciendas. Tanto Zapata, que dividió las haciendas entre los campesinos, como Villa, que no lo hizo, pero contemplaba una división de ese tipo, estaban totalmente opuestos a cualquier regreso de las tierras confiscadas a los hacendados.*^ Con la ayuda de los propietarios de los grandes latifundios, quienes se unieron para lograr esta causa, así como con el apoyo del gobierno americano, Carranza logró derrotar el ala radical de los revolucionarios. Sin embargo, los victoriosos moderados no pudieron regresar a las políticas del gobierno prerrevolucionzurio de Díaz. Los años de lucha, así como los programas radicales formulados por Carranza y sus colaboradores, habían despertado grandes esperanzas entre los campesinos. No se les podía ignorar totalmente. Mientras que Carranza cooperó estrechamente con los Estados Unidos en la primera fase de la Revolución, esta ayuda se hacía más y más difícil para él después de su victoria. .. Por un lado, estaba forzado a responder a presiones nacionalistas crecientes surgidas a causa de la Revolución. Por otro, al declinar la economía del campo, la fuente principal de réditos de Carranza eran los impuestos cobrados a las compañías mineras y de petróleo americanas así como al henequén que se vendía a los Estados Unidos. *" Existía, obviamente, un grupo del campesinado, los habitantes de las antiguas colonias militares parte de cuyas tierras les habían sido quitadas, que tenían objetivos agrarios muy claros. Sin embargo, no existe ninguna evidencia de toma de tierras por estos grupos, o de una presión sobre el gobierno del estado para obtener un regreso inmediato de sus antiguas propiedades. Una razón para esta actitud, pudo haber sido el hecho de que un gran número de sus habitantes estaban involucrados en el ejército revolucionario y luchaban lejos de sus pueblos natales. Para estos hombres, quienes no sólo esperaban recuperar la tierra que sus comunidades habían perdido sino que se les otorgaran más tierras como premio de su participación en la revolución, la reforma agraria debió de haber tenido lugar en el momento de su regreso a sus casas. ■♦1 Womack, Zapata and the Mexican Revolution. Para la posición de Villa, ver de Francisco Almada, La revolución en el estado de Chihuahua, vol. 4, México, 1964, p. 212. '*' Carranza expresó esto muy claramente en su discurso al Congreso Mexicano en abril 15 de 1917. Venustiano Carranza, Informe del C. Venustiano Carranza, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Encargado del Poder Ejecutivo de la República. Leído ante el Congreso de la Unión en la sesión del 15 de abril de 1917, México, 1917. 130 Conforme las relaciones con los Estados Unidos se hicieron más tirantes, el gobierno descubrió que sus posibilidades de controlar los ejércitos tan enormes surgidos durante la Revolución, eran cada vez más limitadas. No tenían fondos para pagarles a todos y los caudillos regionales empezaron a controlar partes de México, independientemente del gobierno federal. Al mismo tiempo, los hacendados que habían recobrado sus tierras empezaron a armar a sus servidores y a presentar un desafío muy serio para el gobierno. Por lo tanto, el gobierno se vio, cada vez más, forzado a formar organizaciones populares que contratacaran estas amenazas. Sus políticas durante el periodo 1916-1928, tienen un parecido sorprendente con las del Directorio de la era postJacobina de la Revolución Francesa. De la misma manera que el Directorio, el gobierno mexicano trataba de enfrentar a la facción derecha contra la izquierda. Cuando las presiones de los Estados Unidos, de los grupos del ejército disidentes y de los hacendados se hizo demasiado fuerte, comenzó a movilizar el apoyo popular y a llevar a cabo reformas agrarias. Cuando las organizaciones populares se le salieron de las manos, llamó al ejército y a los hacendados para que las combatieran. La primera de estas organizaciones campesinas que estableció el gobierno, estaba en ima región en donde el peligro, tanto el proveniente de los Estados Unidos como de los hacendados, era muy grande; una re^ón en donde la organización de campesinos podía ayudar al gobierno a obtener réditos y en donde se podría movilizar al campesinado y ganar su apoyo sin tener que llevar a cabo una reforma de tierras a gran escala. Dicha situación existió en el estado de Yucatán, en el Sureste de México. Tentativas del gobierno para organizar al campesinado EN 1915, los hacendados de Yucatán junto con la Corporación Internacional Harvester, con base en Chicago, la cual era la principal compradora del henequén de Yucatán, habían patrocinado un levantamiento militar en el mismo estado. En ese mismo año, el general sonorense Salvador Alvarado, desembarcó en Yucatán con un ejército carrancista y sofocó la rebelión. Yucatán era un estado muy importante para el gobierno mexicano. Debido a que durante la primera guerra mundial se obstaculizó la importación del henequén del este de África a los Estados Unidos, el precio del henequén yucateco había aumentado enormemente en los mercados de los Estados Unidos. Alvarado formó un gobierno comprando y vendiendo un monopolio, la Compañía Reguladora del Mercado del Henequén. Este monopolio compró henequén a precios relativamente bajos de los hacendados y lo vendió a precios altos a la Corporación Internacional Harvester. La diferencia servía para financiar al gobierno federal en la Ciudad de México, así como a Alvarado y su ejército. Es obvio, que esta política no levantara un gran entusiasmo en nmguno de los involucrados en el negocio. La Corporación Internacional Harvester, presionaba fuertemente al gobierno americano a intervenir en Yucatán, algo que Wilson no haría. Sin embargo, era obvio para Alvarado que sin el apoyo popular, sería difícil mantener el control de la península de Yucatán. Desde 1916, comenzó a organizar sindicatos campesinos en todas las grandes haciendas del estado. Se abolió la deuda de peonaje que prevalecía en la mayoría de las haciendas de Yucatán, mientras que parte de los réditos obtenidos por el aumento del precio del henequén se utilizó para aumen131 tar los salarios pagados a los trabajadores de las haciendas. El resultado fue que Alvarado logró ganar una gran medida del apoyo popular sin confiscar las haciendas.''^ Esta táctica, se aplicaba únicamente en regiones donde los grandes impuestos de las ventas de cosechas a los Estados Unidos así como la existencia de la deuda del peonaje, hizo posible ganar el apoyo del campesinado sin, cuando menos al principio, otorgarles tierras. En el centro de México, dicha táctica no hubiera tenido éxito. Ahí, la demanda clara de las comunidades de los pueblos era el retomo de sus tierras confiscadas. Desde la época del gobierno de Carranza, hasta 1920, no se hicieron grandes esfuerzos para organizar al campesinado fuera de Yucatán, ya que Carranza estaba firmemente opuesto a cualquier reforma agraria en gran escala. Esta situación cambió en 1920 cuando un grupo de militares bajo el mando de Obregón, tomó el poder en México. Diferente a Carranza, el cual era un hacendado, Obregón originalmente había sido un pequeño ranchero y tenía ideas agrarias más radicales. Pero sobre todo, la amenaza de los Estados Unidos había aumentado enormemente. La Primera Guerra Mundial había terminado y los norteamericanos estaban Ubres para intervenir en México si así lo querían. Terminaba el periodo de Wilson en la presidencia y existían grandes posibilidades de que tomaría el poder un presidente mucho más inclinado a intervenir en México que Wilson. La creciente oposición de los Estados Unidos, alentaba levantamientos cada vez más nimierosos de los caudillos militares insatisfechos, así como de los hacendados rebeldes. El gobierno de Obregón reaccionó tratando de aumentar sus bases de apoyo popular. Por un lado, alentó la formación de sindicatos de trabajo y aún armó a sus miembros. Por otro, hizo la paz con los zapatistas que estaban todavía luchando, otorgándoles las tierras que ellos habían tomado. Acordó también con Pancho Villa, quien obtuvo una gran hacienda para él y sus soldados. Al mismo tiempo, el gobierno toleró y frecuentemente alentó, la organización de partidos agrarios y sindicatos campesinos en diferentes regiones de México. En premio por su apoyo al gobierno, tanto electoral como con las armas, se les otorgaban tierras a los miembros de estos sindicatos. De 1920 a 1924, la cantidad de tierra cedida a los campesinos aumentó enormemente en contraste con el periodo de 1917 a 1920. A pesar de que necesitaba su apoyo, el gobierno nunca permitió que estos sindicatos campesinos se salieran de la mano, lo que significa que nunca les permitió obtener una gran medida de autonomía política. Si los sindicatos trataban de obtenerla, el gobierno se ponía muy severo con dichas organizaciones o les retiraba su apoyo. Frecuentemente, esto significaba la muerte para la organización campesina, otras llevaban a la formación de sindicatos autónomos que eran realmente independientes del gobierno. Esto sucedió en Yucatán cuando Alvarado salió del poder y un líder más radical, Felipe Carrilo Puerto, lo substituyó. Al caer el precio del henequén después de la Primera Guerra Mundial, los sindicatos campesinos demandaron la división de las tierras de las haciendas. Cuando el gobierno les retiró su apoyo porque pedían demasiado, Carrillo Puerto creó su propia organización, el Partido Socialista del Sureste. En Veracruz y en el área productora de algodón de la Laguna en el norte de México, los sindicatos campesinos que habían perdido el apoyo del gobierno, establecieron *3 Reed, Nelson, The Coste War of Yucatán, Stanford, 1964, p. 260 f.; Salvador Alvarado, Mi actuación revolucionaria en el estado de Yucatán, México, 1919. 132 lazos con el Partido Comunista Mexicano que lentamente surgía." A pesar de estos retoños, el gobierno pudo contar, en su totalidad, con el apoyo de las organizaciones campesinas, hasta el año de 1928. Enfrentados a la oposición de los militares, los Estados Unidos o la Iglesia, los agraristas tomarían las armas en favor del gobierno.^^ En 1928, el sucesor de Obregón, Calles, hizo la paz con los Estados Unidos y la Iglesia y claramente indicó que, en su opinión, la Reforma Agraria había llegado demasiado lejos. Los sindicatos campesinos perdieron el apoyo gubernamental y en muchos casos sus líderes fueron asesinados o exilados. El resultado fue la desaparición de parte de las organizaciones campesinas, mientras que un importante segmento se unía a grupos radicales, principalmente el Partido Comunista. Conforme la Gran Depresión de 1929 comenzó a afectar a México, estos grupos, junto con las organizaciones laborales que habían sufrido el mismo destino a manos de Calles, empezaron a formar una significativa oposición en contra del gobierno mexicano. Fue esta presión, así como el surgimiento del gobierno más nacionalista de la historia de México, la administración de Cárdenas, quien no podía implementar sus políticas sin un alto grado de apoyo popular, lo que llevó al país a una política agraria enteramente nueva. El gobierno llevó a cabo la reforma agraria más extensa de la historia de México. De 1934 a 1940, se distribuyeron 17,906,429 hectáreas de tierra a 811,157 campesinos. Al mismo tiempo, las organizaciones campesinas quedaron bajo el firme control del partido predominante de México, el Partido de la Revolución Mexicana. Resumen LA REVOLUCIÓN Mexicana de 1910, produjo dos tipos de movimientos en los cuales participaron los campesinos. 1. El movimiento zapatista en el centro de México, consistente principalmente de pueblerinos con sus tierras comunales expropiadas cuyo objetivo principal era la restitución de sus tierras perdidas. Este movimiento era comandado por campesinos elegidos, en su mayoría, de acuerdo con las tradiciones establecidas de sus comimidades. Los zapatistas confiscaron las tierras de los grandes estados y las regresaron a los pueblos que originalmente las poseían. 2. Una serie de movimientos revolucionarios norteños, compuesto de peones de hacienda, vaqueros, pequeños rancheros y trabajadores industriales, sin prácticamente ningún campesino entre sus líderes principales, con la excepción de unos pocos como Obregón o Calles, quienes en una época habían sido rancheros. El origen social de estos líderes, variaba de hacendados liberales a miembros de la clase media alta y media baja, y otros que bien pudieran definirse como bandidos sociales. Debido en gran parte a la ayuda americana y a la proximidad de la frontera con los Estados Unidos, el más conservador de estos movimientos nor** Fowler Salamini, Heather, "The Agrarian Revolution ín the State of Veracruz, 19201940: The Role of Peasants Organizations", Ph. D., dissertation, The American University, 1970. *5 Esta política es descrita por Anatoli Shulgovski en México en la encrucijada de su historia, México, 1966. 133 teños, pudo derrotar tanto al ejército federal apoyado por la oligarquía tradicional de México, como al movimiento zapatista del centro del país. Los hacendados liberales, produjeron una gran cantidad de retórica radical nunca apareada por aplicaciones prácticas, con la notable excepción de la abolición de la deuda de peonaje. Las organizaciones campesinas, compuestas principalmente de peones de hacienda surgieron únicamente en una pequeña parte del país entre 1915 y 1920, cuando los hacendados liberales estaban en el poder. Durante estos años, prácticamente no se llevó a cabo ninguna reforma agraria, con sólo 46,398 campesinos recibiendo 167,936 hectáreas de tierra. El derrocamiento del liderazgo del hacendado liberal por una pujante clase media que encaraba im número creciente de oponentes externos e internos, llevó al gobierno a hacer esfuerzos para crear una alianza con cuando menos una parte de los pueblerinos comuneros del centro de México. No sólo se les otorgó una amnistía a los revolucionarios zapatistas, sino también la posesión de las tierras que habían tomado. A cambio de esto, los líderes zapatistas, participaron en la organización y desarrollo del Partido Nacional Agrarista, el cual estaba estrechamente unido con el gobierno de Obregón y trató de movilizar al campesinado del centro de México para apoyar la administración. Con el objeto de asegurar el apoyo campesino, el gobierno mexicano aumentó el grado de la redistribución agraria mucho más arriba del nivel de la administración previa. Sin embargo, a pesar de esta reforma agraria, únicamente se recobró una pequeña fracción del campesinado. Mientras que las presiones de las organizaciones campesinas ejercían cierta influencia en el liderazgo campesino del estado, sus políticas agrarias y sus actitudes hacia las organizaciones campesinas estaban principalmente determinadas por la necesidad de ganar apoyo en contra de los oponentes externos e internos. Entre 1923 y 1928, cuando el liderazgo mexicano se encaró con una oposición extremadamente fuerte de los Estados Unidos, de tropas rebeldes del ejército y de la Iglesia, la reforma agraria alcanzó su más alto grado de desarrollo anterior al de 1934. Entre 1929 y 1933 —cuando terminaron los conflictos entre los gobiernos mexicano y norteamericano, entre los intereses de negocios de los Estados Unidos así como los de la Iglesia y el ejército— la reforma agraria se volvió más y más limitada. Fue entre 1934 y 1940, bajo la presidencia de Lázaro Cárdenas, cuando la distribución de la tierra alcanzó su punto culminante, que el gobierno mexicano lanzó el desafío más grande a los Estados Unidos y a la Gran Bretaña, nacionalizando las acciones de muchas compañías de negocios extranjeras, especialmente las petroleras. ¿Hasta qué grado la necesidad de ganar el apoyo popular para una posible crisis nacional e internacional y hasta qué grado la presión de las organizaciones campesinas influenciaron la política del gobierno?, es un asunto que amerita una mayor investigación. Sin embargo, está claro que con excepción del movimiento zapatista en el centro de México entre 1910 y 1920, los no campesinos controlaron y definitivamente influenciaron los movimientos campesinos, así como el paso y dirección de la reforma agraria. 134