EL MONUMENTO DE LA PATRIA A SU BANDERA EN EL ROSARIO

EL MONUMENTO DE LA PATRIA A SU BANDERA EN EL
ROSARIO
(Publicado en la “Revista Internacional de Ceremonial”)
Información enviada y publicada con autorización de la señora
Directora General del Monumento Nacional a la Bandera, Dña.
Graciela Greppi. Compilada y sistematizada por el Dr. Héctor
A. Marcovecchio. Abogado. Director General de Audiencias de
la Presidencia de la Nación, ex Director General Adjunto de
Ceremonial de la Presidencia de la Nación.
Rosario tiene una rica historia local forjada anónimamente por aquellos que, con su
trabajo y esfuerzo, construyeron una ciudad progresista.
Esta historia se verá marcada por un hecho: la enarbolación de la Bandera, máximo
símbolo de la Nación, y fue en la tarde del 27 de febrero de 1812, que se formó la división
en batalla sobre el río, recorrida a caballo por Manuel Belgrano, cuando ordenó formar un
cuadro, y levantando la espada dirigió a las tropas estas palabras “soldados de la Patria,
en este punto hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional y en aquel
(señalando la batería) nuestras armas aumentarán sus glorias , Juremos vencer a
nuestros enemigos y la América del Sud será el templo de la Independencia y de la
Libertad. En fe de que asi lo jurais, decid conmigo Viva la Patria”. Con este gesto viril,
resolvió crear y jurar la bandera celeste y blanca, expresión inequívoca de soberanía y
emancipación.
Así fue que el monumento de la Patria a su Bandera fue el resultado del esfuerzo de
hombres y mujeres de todo el país unidos para concretar el anhelo. El monumento, único
en el mundo en su tipo, se inauguró el 20 de junio de 1957, con una superfície de 10.000
m2.
Representa a la Patria como una nave imaginaria que avanza en el mar de la eternidad,
hacia mejores y grandes destinos, y cuenta con tres partes bien definidas, teniendo cada
una de ellas un significado especial que nos recuerda las diferentes etapas por las que
atravesó la historia de nuestro país.
La proa, con su torre de 70 metros, que rememora la gesta de Mayo de 1810 y en cuya
base se encuentra la cripta del General Manuel Belgrano, donde dos puertas de bronce
situadas a ambos lados del altar permiten la entrada. Ambas tienen bajorrelieve que
significan “El ideal” y “La gloria”. Entrando a la antesala de la cripta encontramos una
sentenciosa leyenda en altorrelieve y a su lado el Escudo Nacional, “Soldados, esta es la
primera Bandera independiente que se bendice en América, Jurad sostenerla muriendo
en su defensa como yo lo juro”.
Finalmente nos encontramos con el bronce de Fioravanti, que representa a Manuel
Belgrano en esa personalidad dual de escritor y guerrero, con su sencilla indumentaria
militar descansa sentado en su eternidad, velando por la patria, con un libro en sus
manos, el libro de la Ley o la obras de sus escritos.
En la parte exterior de la torre encontramos valores simbólicos Geográficos y valores
simbólicos Históricos. Los primeros se encuentran hacia la mitad de la torre y tienen su
representación en cuatro figuras orientadas según los puntos cardinales. Son los cuatro
horizontes de la patria: el Este, figura vigorosa conteniendo el sol naciente, el Norte, con
sus riquezas naturales, el Oeste, representación de los andes del mineral y la vid y el Sur
patagónico, promisor y antártico.
Los segundos se hallan representados por cuatro amplios bajorrelieves esculpidos en
mármol. “La creación de la Bandera”, “El juramento de la Bandera en Jujuy” , “Las damas
mendocinas bordando la Bandera de los andes” y “Juramento de la Bandera de los
andes”.
El propileo triunfal de la Patria, tiene forma de paralelogramo, y recuerda en sus líneas
generales al templo dedicado a Atenea (Minerva) en la Acrópolis de Atenas. El propileo
consta de 12 columnatas exteriores, sin adornos ni capiteles y 5 columnatas en los lados
cortos, sobre las columnas hay 34 farolas de bronce de dos metros de altura, dotadas de
lámparas a vapor de sodio que emiten luz broncínea sobre el mármol travertino. En cada
uno de los nichos huecos en la pared se hallan las estatuas que representan los grandes
periodos de la historia americana, America India, América Colonial, América Republicana,
y América del Futuro.
Finalmente tenemos la gran urna de bronce, que ocupa el centro geométrico de la nave,
“la llama de la argentinidad”, en cuyo interior reposan en una caja funeraria de bronce los
restos del soldado desconocido muerto por la patria. Esta llama viva de la argentinidad
encendida permanentemente, se dice que ilumina a las generaciones del presente,
recordando que las de ayer, echaron los cimientos de nuestra esencia nacional, que el
pueblo argentino nació bajo el signo de la libertad , para que sus habitantes tengan
derecho a la libre existencia personal y colectiva, igualdad de deberes y de facultades,
que es la esencia de la democracia.
El patio cívico, con su grandiosa escalinata que une la cuna de la Bandera con el propileo
triunfal, que representa el esfuerzo heroico para llegar a la gloria. La escalinata se halla
limitada lateralmente por dos parapetos y sobre cada uno de ellos se levantan once
artísticos mástiles farolas con el ornamento de las Banderas al tope. Como culminación
esta el mástil de treinta y cinco metros de altura con una Bandera de seda con un sol
esplendoroso bordado con hilos de oro.
Bajo el propileo esta la galería de honor de las Banderas de América. En ella
encontramos tres espacios o naves, la del centro nos destaca en su fondo una vitrina con
los símbolos argentinos, la Bandera, el Escudo y el Himno. En las naves laterales diez
vitrinas por lado contienen símbolos semejantes de cada una de las naciones de la Union
Panamericana por orden alfabético.
Finalmente como cierre de esta obra de arte encontramos de reciente construcción el
pasaje juramento, que nace como forma de aunar la plaza 25 de Mayo, con la Catedral, la
Municipalidad y el Monumento. Un puente de mármol de carrara cruza espejos de agua
donde se aloja el grupo escultórico de Dolores Mora, que fuera realizado en Italia y
enviado al país para un proyecto de monumento que finalmente quedará inconcluso.