razas Gatos Negros FOTOGRAFIA: Yves Lanceau A lo largo de la historia, el gato ha podido ser considerado un dios o el mismísimo diablo. Ha disfrutado de las dos caras de la moneda, según la evolución mental y cultural de otra especie, la humana. Es evidente, por tanto, que la razón de tan absurda variabilidad no reside en el gato. 8 razas Históricamente perseguidos El problema de los gatos con los humanos parte de la consideración del felino por la iglesia católica como la “forma metamórfica” de las brujas y la reencarnación misma del propio diablo. Los fenómenos meteorológicos que afectaban a las cosechas también eran “culpa” de los gatos: Antes de producirse estas inclemencias, los felinos corrían desaforadamente, y esa maravillosa capacidad del gato de prever los fenómenos atmosféricos era considerada por el humano como una clara capacidad de provocar el mal a los racionales y a sus bienes ¡por orden directa del diablo! Fue en 1233 cuando el Papa Gregorio IX declaró al gato negro la reencarnación de Satanás (y el mensajero de las brujas), y a partir de aquel momento el exterminio felino alcanzó cotas de barbarie, siendo quemados, ahogados, empalados o arrojados desde las más altas torres de las iglesias (si bien este último método fue desechado por la “diabólica” capacidad de los felinos de caer de pie y salvarse de la muerte que sus verdugos creían segura). Pero esta salvaje y absurda acción tuvo consecuencias: Los pueblos que demonizaron y achicharraron a los gatos se vieron castigados, y no por los dioses o por el diablo, sino por una causa mucho más diminuta: el microorganismo causante de la peste negra o peste bubónica, el Yersiniapestis, que era transmitido a los humanos por las picaduras de las pulgas que previamente habían picado a los roedores infectados por el microorganismo, y que proliferaron exponencialmente con el exterminio de los gatos. Aquella plaga fue considerada una de las más terroríficas que ha padecido la humanidad, ya que perduró 400 años. tendidas que querían explicar lo inexplicable, utilizando a este felino como cabeza de turco: desde que da mala suerte si se cruza de derecha a izquierda en el camino de una persona, hasta que es el representante del mal de ojo, o que soñar con ellos es signo de mal agüero... Eso sin olvidarnos de que debemos mantenerles alejados de los bebés porque “les sorben el aliento” y con ello la vida, o que si les pisamos la cola nos quedaremos solteros o si se nos cruza a la luz de la luna tendremos una gravísima enfermedad. Eso sí, lo que para unos es blanco, para otros es negro, y en Inglaterra los gatos negros son augurios de buena suerte. Condenados por su color Pero la realidad es que el color negro de los gatos, con o sin raza, lleva implícita la belleza del brillo y de los contrastes de un color tan particular ante los reflejos de la luz. Unidas a estas creencias medievales, el gato negro ha sido protagonista de otras muchas supersticiones universalmente ex- En la actualidad existen personas, afortunadamente contadas, que siguen comentando la presunta mala suerte de Fue en 1233 cuando el Papa Gregorio IX declaró al gato negro la reencarnación de Satanás y el mensajero de las brujas 9 cruzarse con un felino en su camino y, por desgracia, la recientemente pasada fiesta pagana de Halloween ha traído consigo un repunte de maltrato hacia los gatos de este color: son buscados para diversos e indignos fines en el acompañamiento de ciertas acciones o celebraciones. El gato negro no difiere en nada del resto de sus familiares felinos; su color, por sí mismo, no delata ningún comportamiento anómalo, ni ningún potencial maligno, ni la más mínima representación de unas brujas que no existen más allá de la literatura y del cine. Es más, el color negro en algunos gatos añade belleza a su fisionomía y es buscado por muchos amantes de los gatos que consideran un lujo compartir su vida con un gato negro. FOTOGRAFIA: © Eric Isselée. Fotolia.com En Inglaterra los gatos negros son augurio de buena suerte. 10 Casi todas las razas felinas aceptan el color negro entre sus ejemplares: Los gatos Persas, Exóticos, Orientales, Bosques de Noruega, Maine Coon, Siberianos, Angora Turcos, British, Cornish Rex, Devon Rex o Sphynx, por poner ejemplos, pueden ser negros, e incluso existe una raza que sólo admite el negro en su estándar: el Bombay. Los gatos que tuvieron el infortunio de nacer con ese color en otras épocas, hoy en día pueden disfrutar de la misma y merecida compañía que el resto de felinos domésticos; por fortuna, en este tema el ser humano ha evolucionado positivamente. n EL BOMBAY Esta raza, relativamente reciente (creada en 1958 y reconocida en ciertas asociaciones felinas en la década de los 70), surgió del cruce entre una Burmés marrón y un American Shorthair negro, y fue apelada Bombay aludiendo al leopardo negro de la India. Esta mini-pantera negra es muy popular en Estados Unidos aunque poco conocida en Europa. Es un gato ineludiblemente negro (sólo admite ese color en su estándar), de pelo corto y brillante, cuyos ojos cobrizos y muy redondos son muy expresivos y colaboran activamente en la exótica belleza de este felino. Es un gato de tamaño mediano, muy afectivo y sociable. FOTOGRAFIA: Yves Lanceau razas