Estado & comunes Revista de política y problemas públicos Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) N.° 3, segundo semestre 2016 Convocatoria para la presentación de trabajos El Comité Editorial de la Revista Estado & comunes convoca a la presentación de trabajos inéditos para la edición correspondiente al segundo semestre del año 2016 (número 3). Se receptarán artículos para las secciones: Tema central, Coyuntura, Entrevistas, Reseñas. TEMA CENTRAL: Jaque al Estado: Intersecciones entre violencia, seguridad, Estado y mercado En los siglos XVI y XVII el poder estatal tenía dificultades en consagrar la soberanía como voluntad del príncipe, que era más compartida o contestada que sumisamente aceptada. Durante un prolongado período histórico, el embrión de lo que luego sería el Estado y la nueva soberanía “eran más pretensiones doctrinales que realidades políticas” (Ramos, 1995: 41). La violencia fue la lógica de comunicación en el proceso de formación histórica del Estado, en el marco de otras formas estatales competitivas (ciudades-Estado, imperios, reinos) que reclamaban soberanía: los Estados soberanos se construyeron comunicándose violentamente, blandiendo la doble espada de la guerra externa y la pacificación interna que permitió asentar fronteras. De esta manera, mediante esta lógica comunicativa de la guerra y en un largo proceso histórico, el Estado fue avanzando en su pretensión de obtener el monopolio del uso legítimo de la violencia, según la conocida definición de Max Weber. Entre los siglos XVI y XIX los Estados europeos fueron ganando legitimidad, primero compartiendo su derecho a usar la violencia de manera rutinaria con actores no estatales y luego monopolizándola a través de su institucionalización (Tilly, 1985: 175). Por el contrario, los países constituidos más tardíamente mostraron debilidad en el proceso de consolidación política e institucional, enfrentando conflictos que revelan la persistencia del enfrentamiento entre el Estado y otros actores no estatales, en un esquema donde el monopolio legítimo de la violencia no logra asentarse exitosamente, poniendo así en jaque la propia sobrevivencia del actor estatal. El proceso de globalización, con un desbalanceo entre las reglas de juego del mercado y la lógica política estatal, plantea un nuevo desafío. El Estado soberano ya no se concibe 1 como algo indivisible sino como algo compartido, con fronteras territoriales y políticas más difusas y permeables. En este contexto, “los principios fundamentales de la democracia liberal, es decir, el autogobierno, el demos, el consenso, la representación y la soberanía popular se vuelven problemáticos” (McGrew, 1997: 12). Si “la idea misma de una economía nacional va perdiendo sentido” (Robert Reich, citado por Ohmae 1997: 27), si es necesario “renunciar a cierto grado de soberanía nacional” (Turow, 1996: 151), si el Estado ya no tiene que desempeñar el papel de creador de mercado (Ohmae, 1997: 19) y si el Estado no tiene suficientes posibilidades de amortiguar las secuelas no deseadas de los mercados trasnacionales (Habermas, 2000: 73), el conjunto de las actividades delictivas encuentra mejores posibilidades de circular con mayor libertad y adquirir un carácter transnacional. Este doble circuito, uno propio del ámbito interior del Estado y otro exterior aportado por la globalización, produce una vorágine creciente de reproducción de la violencia. Sea por las contradicciones políticas interiores o por las presiones del mercado mundial (que impactan unas sobre otras), crece una sensación generalizada de inseguridad en la población, que reclama protección al Estado incluso a costa de la pérdida de calidad democrática del régimen político, llevando a la politización extrema de los problemas de seguridad (Sisco Marcano y Chacón Maldonado, 2004: 145). Sin embargo, ni la violencia ni la seguridad se derraman de manera pareja sobre la población. Mientras la violencia afecta más a las poblaciones pobres o marginales, la protección es más accesible para los sectores más acaudalados (Pearce et al., 2011). En líneas generales, la seguridad es vista como un instrumento que facilita el desarrollo económico, lo que incentiva a ciertos grupos socialmente privilegiados hacia el financiamiento privado de su propia seguridad, mientras los sectores menos favorecidos viven en los márgenes del Estado y son el destinatario principal de la violencia (Pearce et al., 2011). En esta situación, la diseminación de actores intervinientes en la problemática de seguridad, los intereses de cada uno y los instrumentos que utilizan para dar o recibir seguridad, plantean un escenario donde el Estado podría ser un ingrediente más y no el que dicta las reglas de juego y se encarga de vigilar su cumplimiento (Sassen, 2008; Abrahamsen y Williams, 2005). Nuevamente entra en jaque el monopolio estatal de la coerción y el rol del Estado como proveedor de seguridad y contenedor central de toda violencia. Esta dinámica contradictoria, dotada de múltiples entradas y salidas, requiere de sustantivas investigaciones teóricas y empíricas que interpreten las intersecciones entre violencia, seguridad, Estado y mercado. La revista Estado & comunes se plantea generar un debate académico especializado respecto a estas confluencias desde un punto de vista plural, interdisciplinario e internacional que incorpore diferentes metodologías y técnicas y 2 que permita identificar los siguientes puntos focales como elementos de estudio y análisis por parte de quienes participen en la publicación: Es en este contexto que en este número de la Revista Estado & comunes nos planteamos el ambicioso objetivo de generar discusión académica respecto a los nuevos desafíos a la seguridad global desde una perspectiva plural, interdisciplinaria e internacional, identificando los siguientes puntos focales como elementos de imperioso estudio y análisis por parte de quienes deseen participar en esta publicación: a) b) c) d) e) f) Redes globales de la seguridad. El mercado de la seguridad y la violencia, implicaciones para el Estado. Democracia y privatización de la seguridad. Estado, democracia y acceso a la seguridad. Crimen organizado, Estado y mercado. Entramados y vinculaciones entre violencia legal e ilegal, legítima e ilegítima. COYUNTURA Contiene artículos de referencia inéditos sobre hechos actuales de la realidad nacional e internacional al momento de la convocatoria, acerca de las políticas y problemas públicos, del Estado, de la gestión y administración pública y del gobierno, entre otros temas. ENTREVISTAS Esta sección captura mediante el diálogo informado la opinión y reflexión de académicos/as o personalidades del mundo de los asuntos públicos relacionados con temas referenciales para la revista Estado & comunes. RESEÑAS Presenta reseñas de libros, material audiovisual, blogs, páginas web especializadas en la temática de esta revista. Los artículos se sujetarán a los términos de esta convocatoria, así como a las normas editoriales del IAEN; serán sometidos a un proceso de arbitraje científico doble ciego por árbitros externos. 3 RECEPCIÓN DE TRABAJOS La convocatoria está dirigida a investigadores, docentes y estudiantes de doctorado o maestría de universidades y centros de investigación de América Latina y el mundo. Los interesados remitirán su trabajo definitivo para la revista Estado & comunes al correo electrónico estado&comunes@iaen.edu.ec. En idioma español, junto con una versión resumida de la hoja de vida académica. Las normas editoriales para los colaboradores de la revista pueden ser descargadas en: www.iaen.edu.ec PLAZO El plazo máximo para remitir los trabajos es el viernes 8 de abril de 2016. 4