“La sustentabilidad en el nuevo orden feudal” Presentado para la

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“La sustentabilidad en el nuevo orden feudal”
Presentado para la materia: Fundamento de las relaciones entre
Tecnología, Sociedad y Naturaleza
Maestría en Estudios Ambientales
UCES
Lic. Bárbara Zubrzycki
El presente trabajo parte de la afirmación de que el nuevo orden global
es un orden feudal. Este período, inaugurado con el fin de la guerra fría y
enfatizado, desde el punto de vista ambiental, en Río en 1992, se correlaciona
con los nuevos paradigmas tecnológicos de la era de la información, por lo cual
cabría afirmar que, al cambiar los modos de producción en tiempo y espacio,
este sería dable en llamarse “neo-feudalismo”: en lo territorial, por la pérdida de
poder de los Estados nacionales y en lo temporal, por el incremento de los
poderes supranacionales que no tienen fronteras definidas. En este contexto, y
partiendo de algunos postulados de Elmar Altvater extraídos de su texto “La
ecología del nuevo orden mundial” y otros de su autoría, se trata de dar cuenta
de si la revolución solar, que él propone como solución sustentable a la
problemática ambiental del orden global capitalista, es factible - entendida
como la tecnología acorde con los nuevos requerimientos- y si lo fuera, en qué
medida el mundo como un todo es sustentable y si hay alternativas a este
modelo. La presentación se nutre de bibliografía respaldatoria especificada en
el apéndice.
2
“what kind of society an political order will
emerge?”
“¿qué clase de orden político y social va a
emerger?”
(Langdom Winner 1996)
El “nuevo orden mundial “no es más un orden exclusivamente estatal.
Como consecuencia del desarrollo operado en las comunicaciones y redes
globales, ni el estado ni los diplomáticos gubernamentales conservan el
monopolio completo en la configuración de las relaciones internacionales.
1
Altvater parte de la idea de que la sobreexplotación de los ecosistemas
globales es una consecuencia trágica de las reglas de juego imperantes en las
sociedades capitalistas, en las sociedades con propiedad privada. El autor
afirma así que, como los precios no pueden dar una respuesta a los problemas
ecológicos derivados de la sobreexplotación de recursos y de sumideros, hay
que adentrarse en los límites políticos. Sobre dichos límites se volverá más
adelante. Sostengo que al hacerse más privadas, las sociedades se tornan
más feudales y más trágicas: neo-feudales. 2
Es sencillo buscar correspondencias entre tipos de sociedad y tipos de
máquinas, no porque las máquinas sean determinantes, sino porque expresan
1
ALTVATER, Elmar; “La ecología del nuevo orden mundial”; revista Desarrollo Económico, vol. 38, N° 150; julio-
septiembre de 1998, pág. 637.
2
Se denomina feudalismo a la organización social, política y económica basada en el feudo que predominó en la
Europa occidental entre los siglos IX y XV. Se trataba de propiedades de terrenos cultivados principalmente por
siervos, parte de cuya producción debía ser entregada en concepto de "censo" (arriendo) al amo de las tierras, en la
mayoría
de
los
casos
un
pequeño
noble
(señor)
nominalmente
leal
a
un
rey.
En:
http://es.wikipedia.org/wiki/Feudalismo#Econom.C3.ADa_feudal. La definición marxista es más acorde a los fines de
este trabajo (ver en: http://es.wikipedia.org/wiki/Feudalismo).
3
las formaciones sociales que las han originado y que las utilizan. Las antiguas
sociedades de soberanía operaban con máquinas simples, palancas, poleas,
relojes; las sociedades disciplinarias posteriores se equiparon con máquinas
energéticas, con el riesgo pasivo de la entropía y el riesgo activo del sabotaje;
las sociedades de control actúan mediante máquinas de un tercer tipo,
máquinas informáticas y ordenadores cuyo riesgo pasivo son las interferencias
y cuyo riesgo activo son la piratería y la inoculación de virus. No es solamente
una evolución tecnológica, es una profunda mutación del capitalismo. 3
Se podría argumentar que “en aquel entonces como ahora, prevalece el
discurso positivista de que la información, por si sola, sería determinante de un
proceso evolutivo de las sociedades humanas (…). Las innovaciones científicas
llevarían necesariamente a nuevos modelos de producción y de transformación
social, como resultado de una definición de oportunidades tecnológicas dictada
por los nuevos paradigmas”.
4
Los paradigmas tecnológicos definen las
oportunidades para innovaciones posteriores y, al mismo tiempo, los
procedimientos básicos que van a permitir la explotación de estas
innovaciones.5
Respecto de estas modernas sociedades informáticas, Peter Drahos 6
intenta demostrar cómo la era de la información refuerza viejas desigualdades
e inventa algunas nuevas, afirmando que la era de la información se vuelve
más feudalista que democrática. La globalización es, según su punto de vista,
un orden en que los tomadores de decisiones serían las potencias mundiales y
los negocios internacionales. Concordando con esta lógica, Robert Schubert,
en su artículo “El nuevo feudalismo agrario”, escribe que “la tendencia general
es hacia multinacionales que controlan un artículo patentado que el agricultor
necesita, generalmente semillas, para combinarlo con otros insumos, como
3
DELEUZE, Gilles; “Post-scriptum sobre las sociedades de control”, traducción del texto francés que apareció en L
´Autre Journal N° 1, mayo 1990 y fue reproducido en el libro Qu´est- ce que la philosophie?, Minuit, París, 1991. El
concepto de sociedad disciplinaria moderna también está explícito en el texto de Altvater “La ecología de la economía
global”; edición para Internet: La Insignia, diciembre de 2005.
4
LISBOA CARVALHO DE MIRANDA, Antonio, “Globalización y sistemas de información: nuevos paradigmas y nuevos
desafíos”, revista Ponto de vista, ciencia da informacao – vol 3, número 3, edición online, 1996.
5
6
LISBOA CARVALHO DE MIRANDA, Antonio. Ibídem
DRAHOS, Peter; “Information feudalism in the information society”, The information society, vol II, pág. 209- 222,
edición online, 1995.
4
plaguicidas.”7 Esto fue posible debido al uso de la ingeniería genética, el uso de
medios biológicos y de medios sociales como son, nada más ni nada menos,
que las patentes. Las multinacionales se aseguran de esta manera el control
sobre todas las fases del ciclo de cultivo: “Es como si los viejos señores
hubieran resucitado de la tumba, trayendo consigo los viejos sistemas
feudales”.8
Un planteo interesante el de que realizan F. Sosa Wagner y Mercedes
Fuertes9. Los autores esbozan la teoría de la nueva feudalización de España y
el impacto de las autonomías locales en los asuntos ambientales. Mencionan
que hay un neo-feudalismo pues fue característica de este período histórico la
existencia de poderes señoriales que obstaculizaron la emergencia histórica de
la unidad que suponía el Estado. Lo que surge es un mundo de permanentes
choques entre diversas administraciones locales que derivan en una falta de
cuidado del medioambiente tales como la apropiación abusiva de cuencas
hidrográficas, la imposibilidad de hacer coincidir espacios naturales protegidos
con las comunidades autónomas, etc.
Retomando el razonamiento de Altvater, el autor señala que los límites al
libre comercio cosmopolita y sin fronteras provienen de las restricciones
presupuestarias del dinero: no es un límite territorial y espacial sino económica
y funcional-espacial cuya medida es la tasa de interés internacional. 10 Aquí hay
que volver al tema de las demarcaciones políticas a las cuales se hacía alusión
párrafos ut-supra: el uso de los recursos ecológicos no puede subordinarse a la
lógica del dinero. La sustentabilidad, concepto que cobró importancia a nivel
mundial en Río en 1992, se enmarca de este modo en los límites entre la
escala ecológica y la escala económica. 11 “Ni los recursos y sumideros
deberían usarse más allá de su capacidad de regenerarse ni tampoco debería
7
SCHUBERT, Robert; “El nuevo feudalismo agrario”, World Watch, edición online, 2005.
8
9
SCHUBERT, Robert; Ibídem.
SOSA WAGNER, Francisco y FUERTES, Mercedes; “El Estado sin territorio. Cuatro relatos de la España
autonómica”, Fundación Alfonso Escudero/Marcial Pons, España, 2011.
10
ALTVATER, Elmar; “La ecología del nuevo orden mundial”; revista Desarrollo Económico, vol. 38, N° 150; julio-
septiembre de 1998, pág. 633.
11
Algo relevante es que este principio inspira la política mundial. Ha sido definido de forma general como "la
satisfacción de las necesidades de las generaciones de hoy sin comprometer los recursos de las generaciones
futuras". En: ECHEVERRI VILLEGAS, Lina María; “El medioambiente y el mundo actual”, edición online, Universidad
De Caldas, Manizales, 2003-01-25 (Rev. 2003-10-20).
5
aceptarse que los dueños del dinero (y bancos genéticos) impongan sus
intereses (…)”.12
“Todo esto pone nuevos límites tanto a la expansión y el crecimiento
económico impuestos por la competencia como a los objetivos de desarrollo a
que se aspira”.13 La solución -superadora- que propone el autor es recurrir a
energías exosomáticas y lograr una revolución solar. 14 En el texto “La ecología
de la economía global”; Altvater critica el discurso del crecimiento de la teoría
económica. La valoración capitalista que permite la expansión de la economía
a todas las regiones del mundo es la “globalización” 15, la cual descansa en un
fetiche. Sostiene el autor que “el crecimiento se convierte en un fetiche cuya
savia está conformada por los recursos energéticos fósiles”. El crecimiento no
es de ningún modo sinónimo de progreso, ni de mayor igualdad y justicia en el
mundo. Pasar de la utilización de las energías exosomáticas fósiles a la
energía solar, implica no solamente un salto cualitativo 16, sino pensar a futuro,
de otro modo “esta situación es destructiva tanto para la cohesión social como
para la relación con la naturaleza, es decir, para la sustentación de las
relaciones sociales y ambientales.”17 Este es, nada más ni nada menos, el
despliegue de una verdadera revolución.
La alternativa al régimen fosilista existe en forma de energía solar: “los
rayos solares aportan a la tierra una cantidad infinitamente mayor de energía
que el consumo actual. El problema está en los sistemas de transformación
energética, (…) no sólo es una cuestión tecnológica sino también de
organización social, modo de producción y patrones de consumo, estilos de
12
ALTVATER, Elmar; ibídem, “La ecología del nuevo orden mundial”; revista Desarrollo Económico, vol. 38, N° 150;
julio-septiembre de 1998, pág. 635.
13
14
ALTVATER, Elmar; ibídem, pág. 631.
Para esto, se basa en explicar la sustentabilidad aplicando leyes termodinámicas: “La naturaleza en tan importante
como el trabajo a la hora de convertir materia y energía en valores de uso necesarios. Aquí, las leyes de la
termodinámica son válidas, y los imputs y los outputs no son cuantitativamente diferentes respecto de las unidades de
energía - y materia-; sin embargo, en el aspecto cualitativo son transformados en valores, por un lado, y en desechos,
por
el
otro”.
En:
ALTVATER,
http://www.correntroig.org/IMG/pdf/P3C2Altvater.pdf,
Elmar;
”¿Existe
un
marxismo
ecológico?”,
pág. 346.
15
La globalización es precisamente la valoración señalada.
16
“Al final del proceso hay algo cualitativamente nuevo (en la racionalidad de la reversibilidad, la calidad se mantiene
igual mientras que la cantidad de la misma calidad cambia).“ En: ALTVATER, Elmar; “¿Existe un marxismo
ecológico?”, en http://www.correntroig.org/IMG/pdf/P3C2Altvater.pdf, pág. 359.
17
ALTVATER, Elmar; ibídem, pág.351.
6
vida y movilidad, monedas y geopolítica”. 18 El tema es, como puede deducirse,
muy complejo y excede el marco de este trabajo adentrarse en cada asunto.
No obstante ello, la afirmación de que “la tierra es un planeta limitado y,
por lo tanto, un sistema de energía sustentable sólo si se basa en la apertura
de su sistema de energía a la radiación solar” 19, en la cual las energías
renovables dan la medida, si bien no es cuestionable desde el punto de vista
teórico, importa un esfuerzo aún mayor: cómo distribuir de un modo justo los
recursos escasos de una manera pacífica, y cómo organizar la transición a
dicho régimen sustentable.
20
En este punto se esboza el interrogante de este trabajo: dado que es
factible un cambio en la tecnología acorde con los nuevos requerimientos de la
sociedad moderna ¿En qué medida es sustentable el mundo como un todo?.
La desigualdad en la sustentabilidad no deja de ser un aspecto bastante
complejo a resolver: “algunos bienes son ´oligárquicos´, es decir que cuanto
más se amplia y se vuelve democrático el acceso a ellos, más bajo será su
valor de uso (…) Un ´bien oligárquico´ puede estar a disposición de algunos
pueblos pero no de todas las personas de la tierra” 21.
Según mi punto de vista, dadas estas condiciones de lazos neo-feudales
de la modernidad, para una sustentabilidad mundial hace falta un grado de
cohesión social muy alto, basado en un verdadero cambio de conciencia de
todos los actores y sectores, que, según mi opinión, no se logra solamente con
el rol de las ONG´s que también alude Altvater en su texto “La ecología del
nuevo orden mundial”. Sin esta toma de conciencia, “la racionalidad individual
puede también convertirse en irracionalidad colectiva”.
22
¿Existe una
alternativa a este modelo?. La lógica indica que no, y la teoría avala esta
lógica. “Los intereses individuales pueden realizarse, en el mejor de los casos,
18
19
20
ALTVATER, Elmar; “La ecología de la economía global”; edición para Internet: La Insignia, diciembre de 2005.
ALTVATER, Elmar; ibídem, pág.360.
“Los argumentos a favor del desarrollo de la energía solar son ecológicos y ahora también un medio para defender
la política de paz”. En: ALTVATER, Elmar; “La ecología de la economía global”; edición para Internet: La Insignia,
diciembre de 2005.
21
22
ALTVATER, Elmar; “La ecología de la economía global”; edición para Internet: La Insignia, diciembre de 2005.
ALTVATER, Elmar; “La ecología del nuevo orden mundial”; revista Desarrollo Económico, vol. 38, N° 150; julio-
septiembre de 1998, pág. 631.
7
de modo transitorio”. 23 “Como toma del poder, una revolución solar (…) se trata
de una revolución cultural y la economía mundial solar sólo nacerá si es
apoyada por una cultura solar”. 24
Inevitablemente, se trata de un proceso largo. Para iniciar el cambio,
Altvater sostiene que “tenemos que liberarnos de las condicionantes de la
política dominante alimentadas por los grandes consorcios, la ciencia y los
medios de comunicación”.25
Como sea que se realice en la práctica esta revolución – gradual- , la
desigualdad en este mundo neo-feudal seguirá mientras la concentración de
los recursos y la implementación de las tecnologías limpias esté restringido a
quienes detentan el poder. La revolución solar necesitará, sine- quanon, de la
democratización de las tecnologías renovables: el acceso global a las
innovaciones
tecnológicas.
“¿Cómo
se
pueden
distribuir
los
bienes
oligárquicos? La distribución puede ser organizada de manera equitativa, es
decir que la situación oligárquica podría ser democratizada a un nivel inferior”, 26
ensaya Altvater.
El principio de la sustentabilidad ecológica no se impondrá per-se. Es
imperante generar un nuevo sistema de reglas acerca del trato y de la relación
entre la humanidad y la naturaleza. “Así como los problemas son globalizados,
las soluciones deben ser de carácter mundial (…) El mundo hoy enfrenta el reto
de la supervivencia misma (…) Nadie se salva ni nadie los puede resolver
solo.”27 Y, a pesar del desafío del cambio de paradigma, “no iniciarlo, o más
bien no iniciarlo sin demoras, no es -y en este caso no hay duda alguna- una
opción.”28
23
24
ALTVATER, Elmar; ibídem, pág.631.
ALTVATER, Elmar; “La ecología de la economía global”; edición para Internet: La Insignia, diciembre de 2005.
25
ALTVATER, Elmar; ibídem.
26
ALTVATER, Elmar; ibídem.
27
En: ECHEVERRI VILLEGAS, Lina María “El medioambiente y el mundo actual” , edición online, Universidad De
Caldas, Manizales, 2003-01-25 (Rev. 2003-10-20).
28
BAUMAN, Zygmunt; “Amor líquido: acerca de la fragilidad de los vínculos humanos”, Fondo de Cultura Económica
de México, Buenos Aires, 2009, pág. 201.
8
Apéndice:
Bibliografía:
ALTVATER, Elmar; “La ecología de la economía global”, edición para Internet:
La Insignia, diciembre de 2005.
ALTVATER, Elmar; “La ecología del nuevo orden mundial”, revista Desarrollo
Económico, vol. 38, N° 150; julio-septiembre de 1998.
ALTVATER,
Elmar;
“¿Existe
un
marxismo
ecológico?”,
en
http://www.correntroig.org/IMG/pdf/P3C2Altvater.pdf
BAUMAN, Zygmunt; “Amor líquido: acerca de la fragilidad de los vínculos
humanos”, Fondo de Cultura Económica de México, Buenos Aires, 2009.
DELEUZE, Gilles; “Post-scriptum sobre las sociedades de control”, traducción
del texto francés que apareció en L´Autre Journal N° 1, mayo 1990 y fue
reproducido en el libro Qu´est- ce que la philosophie?, Minuit, París, 1991.
DRAHOS, Peter; “Information feudalism in the information society”, The
information society, vol II, pág. 209- 222, edición online, 1995.
ECHEVERRI VILLEGAS, Lina María; “El medioambiente y el mundo actual”,
edición online, Universidad De Caldas, Manizales, 2003-01-25 (Rev. 2003-1020).
9
LISBOA CARVALHO DE MIRANDA, Antonio; “Globalización y sistemas de
información: nuevos paradigmas y nuevos desafíos”, revista Ponto de vista,
ciencia da informacao – vol 3, número 3, edición online, 1996.
MENDÍA DE CORIA, Ana Mayte; “¿Aldea Global o moderno feudalismo?”, en
http://www.almargen.com.ar
SCHUBERT, Robert; “El nuevo feudalismo agrario”, World Watch, edición
online, 2005.
SOSA WAGNER, Francisco y FUERTES, Mercedes; “El Estado sin territorio.
Cuatro relatos de la España autonómica”, Fundación Alfonso Escudero/Marcial
Pons, España, 2011.
OTTE, Max; “La crisis rompe las reglas. Cómo afrontar las nuevas amenazas
de la economía mundial”, Ariel, España, 2011.
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