INFECCIONES Infecciones bacterianas Recurrencia de la tuberculosis en pacientes infectados por VIH Los pacientes infectados por el VIH-1 presentan una tasa de recurrencia a la tuberculosis, tras una curación completa en una primera exposición, mayor que los no infectados. Según los resultados de un ensayo clínico realizado en Haití, el tratamiento profiláctico con isoniazida reduce el riesgo de recurrencia en estos pacientes. Los pacientes infectados por el VIH presentan una elevada incidencia de infecciones oportunistas. Por lo general, la pauta a seguir en estos casos es implantar tratamientos más largos de los habitual para combatirlas e instaurar regímenes profilácticos posttratamiento. En el caso de la tuberculosis, las recomendaciones, tanto de la OMS como de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades en EEUU, no establecen diferencias entre individuos VIH positivos o negativos, recomendando un tratamiento bajo observación directa durante 6 meses, sin tratamiento profiláctico posterior. Aunque los pacientes infectados por el VIH-1 presentan una buena respuesta al tratamiento convencional de la tuberculosis activa no existían datos sobre la recurrencia de la enfermedad en este tipo de pacientes. Un ensayo clínico llevado a cabo en Haití ha intentado determinar si la recurrencia de la tuberculosis en pacientes con infección por VIH-1 es mayor que en otro tipo de pacientes y si el tratamiento profiláctico con isoniazida reduce el riesgo de recurrencia. Los pacientes incluidos en el estudio se reclutaron entre los que acudían al Centro del Grupo Haitiano para el estudio del Sarcoma de Kaposi y las Infecciones Oportunistas, entidad que se encarga a nivel nacional del diagnóstico y asesoramiento gratuito sobre el VIH. Se incluyeron sujetos VIH positivos y negativos a los que se les había diagnosticado tuberculosis, proceso que se había resuelto satisfactoriamente tras un tratamiento de 6 meses con rifampicina. Estos pacientes se asignaron de forma aleatoria a un tratamiento profiláctico con isoniazida o placebo durante 1 año, valorándose en primer lugar la tasa de recurrencia de tuberculosis tras, al menos, dos años. Según los resultados de este estudio, la tasa de recurrencia es significativamente mayor en los individuos infectados por el VIH (hasta 10 veces más alta que en individuos no infectados) y es tanto mayor cuanto más manifiesta sea su inmunodeficiencia previamente al diagnóstico de la tuberculosis. Esta diferencia no se había observado en estudios previos, probablemente debido a la menor duración del seguimiento. Teniendo en cuenta que la tasa de curación en la tuberculosis recurrente es mucho menor que en una primera infección y que los sujetos infectados se convierten en transmisores de la enfermedad, resulta muy arriesgado desde el punto de vista epidemiológico mantener la tasa de recurrencia que presentan los enfermos de SIDA. Por este motivo, los autores del estudio propusieron el tratamiento profiláctico con isoniazida, a lo largo de un año. Aunque habría que demostrar en estudios posteriores si esta es la duración óptima del tratamiento, los resultados del estudio muestran una reducción muy significativa de la recurrencia en los pacientes tratados. La reducción resulta tanto mayor cuanto peor es el estado de los sujetos y por lo tanto, más susceptibles, aunque no afecta a la supervivencia de estos sujetos, ya que mantienen la susceptibilidad a otras muchas infecciones. Por todo ello, los autores sugieren que el tratamiento profiláctico con isoniazida tras conseguir la cura total de la primera infección, podría ser tratamiento de elección en pacientes con infección por VIH sintomática en el momento del diagnóstico. Fitzgerald DW, Desvarieux M, Severe P, et al. Effect of post-treatment isoniazid on prevention of recurrent tuberculosis in HIV-1-infected individuals: a randomised trial. Lancet 2000;356: 1470-74.