La Socialización diferenciada por Sexo María Eugenia Mansilla 2. LA PERSONALIDAD La personalidad es el producto de las interacciones biológica, psicológica y social establecidas por el sujeto, desde niño, en el contexto de su familia, sociedad y ambiente socio-cultural en el que nace y vive. Es decir, en la formación de su personalidad resultan determinantes su base biológica (dotación genética), sus necesidades v deseos, sus ideas y acciones resultantes a su vez dé la interacción con el ambiente signado por la cultura. En la práctica existe un limitado conocimiento de la personalidad de la mujer v de lo femenino, lo que no debe extrañar va que en un mundo en el que ha predominado una élite masculina, el conocimiento acerca del ser humano, en general, es desde su punto de vista. Si se trata de la personalidad de la mujer contemporánea, resulta más complejo que nunca por cuanto hay diferencias entre unas y otras, no sólo en cuanto a la posibilidad de la maternidad (algunas aún no son o no pueden o no quieren ser madres), sino por la variedad de aptitudes y actitudes que presentan y que sí pueden servir a los actuales intereses colectivos. Lo interesante es que tampoco se puede asegurar que se conoce la personalidad del varón contemporáneo, puesto que el concepto predominante no explica sus actuales problemas. En aran medida, el conocimiento de la personalidad (y su desarrollo) de los niños v niñas está basado en la comparación con esta percepción. Se crean así bases para la frustración o la angustia, que a su vez pueden generar otras consecuencias psicológicas negativas que redundan en sus interacciones consigo mismo y el otro sexo así como con sus futuros hijos. En todo caso, se debe reconocer que tener hijos, familia y un hogar no resulta insatisfactorio para todas las mujeres y para . todos los varones, pero de ahí a negar la posible compatibilidad entre temineidad y, por ejemplo, afán de logro o de competencia o de eficiencia, o exigir que todos, los varones respondan fielmente a estas características, resulta poco científico y queda rebasada tanto por las diferencias entre mujer y varón cuanto por la variedad de los seres humanos a los cuales se interpreta. De no tenerse una apertura en este sentido. se favorece una tensión particular en algunas mujeres y varones que si bien se identifican con su respectivo sexo, optan por un upo de vida diferente al de la mayoría: es decir, existen personas que desde niños no aceptan los modelos sociales estrictos y estrechos de lo que es femenino y masculino. LA IDENTIDAD PSICO-SOCIAL Para iniciar la búsqueda desde otra perspectiva, definimos la personalidad como el producto de la dotación biológica de cada individuo con las interacciones establecidas en su ambiente a través de toda la vida. Es decir, el proceso de formación de la identidad psico social de los niños se da en la interacción con su medio, donde forman la conciencia de si mismos y de su ser social. (Gráfico N°1). Uno de los aspectos cruciales en la formación de su personalidad, además de la percepción de su diferenciación física, es su identidad psicológica y social como mujer o varón. Se verá por partes este complejo proceso. El sí mismo de cada individuo se forma en el proceso de integración de la experiencia y reflexividad que puedan tener de lo cotidiano, a través de la interacci ón con su familia y con su medio, logrando percibirse como seres separados de los otros; es decir, logran percibirse como seres diferentes y por tanto como sujetos físicos diferentes. Esta percepción de su diferenciación física de los otros, es la base de (a identidad individual. Al respecto, según Doise a identidad se logra: "a partir de los grupos de referencia y pertenencia, así como a partir de las representaciones y esquemas de acción predominantes en esos grupos». (En: Paez D.,1980: 53). En cuanto a la identidad social, Sarbin plantea que «es la representación del si mismo; que se elabora a partir de una posición en la estructura social" (En: Paez: op.cit: 54). Es decir, los individuos inician su autorepresentación, elaborada a partir de la posición que ocupan en !a estructura social. Se puede agregar que, es esa sociedad la que les presenta a los niños de ambos sexos, los modelos culturalmente aprobados para aprenderlos durante el procesamiento del si mismo y del ser social. Todos los niños, durante la interacción de los unos con los otros, a través de su familia o por su intermediación, van elaborando su sí mismo v su ser social mediante la comparación que, como individuos hacen de sí mismos con los otros, autoaplicándose los patrones de su medio cultural. En este proceso; en la mayoría de los, casos, los niños forjan su identidad psicológica como varones o mujeres, según 1a posición que ocupan en la estructura social y en relación con los modelos sociales para cada sexo que les propone su sociedad, reforzándose su autorepresentación y logrando su auto aceptación, autorespecto, autoestima y autovaloración, al mismo tiempo que la aprobación social. Es aquí donde intervienen los mensajes ideológicos imperantes en el medio y que la familia sólo enseña y refuerza, en la medida que ésta actúa como un espacio social mediador entre los niños y la sociedad, en el que se trasmiten y procesan los modelos sociales. La identidad social de los niños de ambos sexos entonces, estará relacionada con el modelo de vida, la escala de valores y los modelos de comportamiento, que aprenden y viven como participantes de la comunidad, ubicándose según su clase y de acuerdo a los patrones familiares. En cumplimiento de su papel social mediador, la familia va orientando a la aceptación de dichos modelos por medio de la disciplina, que varía en la forma e intensidad de una a otra cultura, y de una u otra familia y según se trate de un niño o una niña. La influencia de la familia, entonces, resulta determinante muchas veces para la aceptación de los modelos sociales propuestos. pues es el grupo de referencia afectiva de los niños de ambos sexos. Otro producto de este proceso en el que forjan su personalidad los niños de ambos sexos. es la adquisición de actitudes conforme a los patrones culturales que transmiten y que generalmente se usan para medirse a sí v a los otros. Muchas veces expresan los prejuicios familiares v sociales que los niños heredan, por ejemplo, el machismo con su carga discriminatoria. La identidad psicológica v social del niño como varón y de la niña como mujer v las percepciones de sus diferenciaciones físicas, van formando sus personalidades. Ésta identificación de su ser femenino o masculino es un proceso complejo, ya que les significa construir categorías cognitivas para interpretar v actuar en la realidad conforme a la existencia de los modelos sociales de' lo femenino v de lo masculino; es decir. deben elaborar su femineidad o masculinidad conforme las normas establecidas y expresarlo en sus relaciones sociales. Esta es una cuestión nunca lograda a la perfección, pues los niños y niñas presentarán diversos grados dé divergencia con los modelos sociales lo que, en algunos casos, pueden- llevarlos a `presentar una personalidad divergente v por tanto conflictiva. ubicándose como contestarios/ contestarias o como inrractores/ infractoras sociales, según el caso. LENGUAJE Y CONCIENCIA En este complejo proceso de identificación psico-social para llegar s ser niña-mujer y niño-varón, los seres humanos usamos como medio el lenguaje, que es un sistema de señales con el cual se transmiten ideas, sentimientos, normas, actitudes y experiencias. Todo esto puede ser transmitido por medio de la voz. del gesto o ser utilizado para una «conversación consigo mismo» (lenguaje interior). ` Toda sociedad posee un lenguaje ya que éste es un atributo propio del ser humano. Resulta fundamental para transmitir la cultura y recrearla y cumple v arios papeles en el desarrollo del ser humano: es trasmisor de experiencia, Permite el intercambio de pensamientos, juega un papel dialéctico en la formación de los sentidos, de la inteligencia y de la conciencia social del individuo: Y, también es «...una forma de comportamiento que trasmite valores implícitos y modelos de comportamiento a todas las personas que lo Usan y como tal refIeja y refuerza esos valores culturales» (Shelston:ll). HoIlander (1968) señala que este atributo humano "posee rasgos funcionales que afectan las percepciones y las motivaciones del individuo en el campo psicologicos, rasgos directivos que influyen sobre las respuestas sociales, a manera de estímulos». El lenguaje permite al ser humano trasmitir lo que aprende y elabora en su cerebro, describir lo que percibe siente v piensa, tomando una actitud más consciente hacia su capacidad de percepción, de mirar y de escuchar. Tal como señala Smirnov (1969:16) esto es lo que hace aparecer al lenguaje como el transmisor de una generación a otra de la "...experiencia social de fa humanidad, la práctica de la humanidad, la práctica social y las ideas creadas por la sociedad". Es decir, el lenguaje resulta ser el medio que la conciencia humana tiene para recibir la realidad y trasmitirla por lo que resulta ser orientadora de la realidad social, "...una guía de la realidad social (que) ...condiciona fuertemente todo pensamiento acerca de problemas y procesos sociales» (Sapir:ll). A1 respecto, Maturana (1991) aporta con una definición producto de un enfoque integrador, el lenguaje es «un operar de coordinaciones consensuales de coordinaciones de acciones consensuales por tanto, es mucho más que un sistema de comunicación simbólica. Otro aspecto muy importante ha sido señalado en la llamada «Tesis de la relatividad Linguística» o «Hipótesis de Whorf», (cit.en: Zaden,1986:116120) que sostiene. que: «No hay dos lenguas lo bastante similares como ara que pueda considerarse que representan una misma realidad social». E. Sapir y B.L.Whorf,1949:162 Siguiendo esta Tesis, el lenguaje que usa la familia con sus hijos -y en general todos los que rodean a los niños-, les transmite información y les enseña una determinada realidad social lo que a su vez, permite a los aiños usarlo como medio para percibir y comprender el mundo que les rodea. En el proceso de identificación psico-social para llegara ser adultos femenino o masculino, los seres humanos usamos el lenguaje como un sistema. de señales por el cual transmitimos ideas, sentimientos, normas, actitudes y experiencias. que: les van indicando su ubicación- social y las. normas que debe n aceptar/ acatar así como las actitudes que se espera tengan frente a la. vida, a su sexo y al otro. Por último,. e!. lenguaje: juega un papel importante en la formación de sus sentidos, de la inteligencia y de la conciencia. La conciencia es, entonces, un producto social que resulta de- la actividad cerebral formada bajo la. influencia de las condiciones de vida, por eso es tan importante la buena* nutrición de los recién nacidos que asegura su desarrollo neurológico, basa del desarrollo intelectual y el acceso libre a su cultura que lo estimula. Es en esa conciencia que los niños asumen los valores, modelos y normas sociales, y por ella se influyen y refuerzan socialmente, pero también es a través de la conciencia que es posible conocer lo que es positivo y negativo para el desarrollo saludable. Durante su aprendizaje social, van recibiendo indicaciones, refuerzos, modelos y rechazos a través del lenguaje verbal o mímico o escrito, que los van conduciendo por el camino señalado por la sociedad por la que viven. Los niños y niñas, se-aun sea su dotación natural y el acceso a los satisfactores de necesidades v a los bienes, podrán adquirir progresivamente los diferentes tipos de lenguaje, pasando así a comunicares dando y recibiendo mensajes con contenidos v códigos propios de su cultura; y aprenderán a discriminar J Ser discriminados, tal como ocurre en lo cotidiano. EL LENGUAJE DE LA DISCRIMINACIÓN Toda forma de discriminación utiliza como medio de reforzamiento un lenguaje diferenciado para referirse a los discriminadores y a los discriminados. Este lenguaje es de uso cotidiano y sirve para estimular las conductas acordes con los modelos sociales propuestos. Como resultado, crea actitudes dirigidas a discriminar y a reforzar la discriminación social por sexo, por edad otros. Como sistema. el lenguaje puede trasmitir ideas discriminadoras presentando varias modalidades. Excluye o da un tratamiento desigual, según se refiera a la mujer o al varón, al adulto o al niño, recurriendo a la ambigüedad o la confusión de las palabras que se usan para referirse a ellas o a los niños de ambos sexos. Por ejemplo, al referirse a la mujer: « ...se emite paralelismo, emplea eufemismos, sufijos diminutivos, la describe en relación a su sexo, emplea en relación a ella modificadores innecesarios, nombres, títulos, una cierra forma de ordenar las palabras» (Shelston, p:12). A1 respecto, García Meseguer(1991) afirma- que existe “confusión entre enero gramatical y el sexo de las personas a las que las palabras designan” según este autor. esto sucede porque el lenguaje está construido sobre bases binarias que oponen género a sexo; lo que es posible por la confusión de lo cultural con lo biológico. Un ejemplo es la palabra persona, que es de género femenino pero que tiene un referente masculino. Este autor, plantea que el género utilizado en el lenguaje se separe del sexo para lograr que el referente sea la persona y no el sexo. Si esto se lograra, evidentemente beneficiaria tanto a los Niños como a las niñas, pues ambos son seres humanos que tienen el mismo derecho a ser considerados personas además de ser varones o mujeres no adultos. Otro ejemplo es el del lenguaje genérico que aparentemente incluye a la mujer e los niños pero que, en la practica, los excluye, ese es el caso de las generalizaciones históricas y las generalizaciones de los derechos. Esto explica por qué ha sido necesario reconocer explícitamente los derechos de la mujer y los derechos del niño, y por qué en este escrito se debe especificar continuamente que se trata de ambos sexos o emplear los términos niña y niño permanentemente. Generalmente. sólo al llegar a la segunda infancia (6 años), los seres humanos alcanzan la comprensión de los conceptos y juicios que a través del lenguaje, es posible trasmitir y que están reflejando las relaciones objetivas de la realidad, lo que les permite explicar o razonar sobre hechos u objetos, así como comunicar sobre ellos. . En resumen, a medida que el ser humano logra su desarrollo y según sea su ' dotación natural, puede aprender y usar el lenguaje que le permite trasmitir lo que aprende y elaborar en su cerebro, describir lo que percibe, siente y piensa, tomando una actitud más consiente hacia su capacidad de percepción, de mirar y de escuchar. Con este logro, los niños de ambos sexos, pueden expresar algunas de sus necesidades para que sean satisfechas o para encontrar dónde satisfacerlas, al mismo tiempo pueden empezar a reproducir la discriminación de género, edad, etnia, religión, etc. SEXO Y SEXUALIDAD Todo ser humano es sexuado, es decir tiene un sexo que lo define por sus características biológica funcionales de. orden innato fácilmente distinguibles y que os divide e en dos grandes grupos: mujeres y varones. Estas características biológicas son los cromosomas, los genitales externos e internos, las gónadas y las llamadas características sexuales secundarias, todo lo cual se acompaña de las funciones correspondientes relacionadas con el sistema hormonal. Los sujetos que se ubican en uno u otro grupo de la especie humana, se conocen como seres femeninos o masculinos, con excepción de aquellos que son hermafroditas, caso poco usual en la especie humana. Un término confundido comúnmente con el sexo es «sexualidad», que corresponde a la expresión psico-social del sexo procesada en la interacción del individuo con la cultura en la que nace y vive. Es decir, la sexualidad es el comportamiento cultural de lo orgánico y funcional del sexo de. cada individuo, expresado en el modo de pensar, sentir y actuar lo sexual El sexo, en cuanto a características biológicas, corresponde a la necesidad básica de subsistencia de la especie y se satisface como tal en la procreación; pero la sexualidad en cuanto expresión cultural del sexo, se relaciona con la necesidad de afecto y encuentra su satisfacción en la pareja y en las relaciones amorosas, también se relaciona con el derecho a tener familia v un hogar; y la identificación sexual, como resultado del proceso de socialización en el cual se asume la sexualidad, significa construir categorías cognitivas para interpretar y actuar en la realidad, conforme a los modelos sociales femenino o masculino asignados culturalmente a cada sexo. 3. LA SOClALIZACION El ser humano al nacer requiere de prolongados y especiales cuidados para Sobrevivir, y sí bien al nacer todos traen consigo disposiciones diferentes que lo individualizan de otros -lo cual hace de él un individua-, tiene rasgos comunes con otros individuos de su mismo grupo, lo que lo hace ser igual a ellos. Pero, para convertirse en un ser humano, requieren compartir la cultura del -"-r upo y ser parte de ese grupo. La socialización es el término usado para identificar el proceso por el cual los individuos se convierten en seres humanos, al procesar el bagaje cultural . que les transmiten los otros. Como bien lo señala Villegas el término socialización “sólo tiene un valor descriptivo v genérico, ya que no indica ni entrega información acerca de los procesos o mecanismos a través de los cuales se produce un aprendizaje». (en: Salazar,1979:27) Este aprendizaje es social, ya que sólo es posible por las interacciones con los otros, y durante él se adquiere el comportamiento deseado socialmente. EL PROCESO DE SOCIALIZACION La socialización sucede en una relación dialéctica por lo que, en lo ideológico resulta ser permanentemente creador, trasmisor y reproductor del sistema. Sólo así se explica por qué todo individuo miembro de un grupo social determinado, presenta un upo de comportamiento similar al de otros con los que no tiene relación directa pero pertenecen al mismo medio. Tal similitud entre los miembros de un el social resulta esperable, porque es producto de su interacción con el medio y con la aceptación de lo ideológico, en cuanto sistema de ideas v juicios que permiten describir e interpretar la realidad según una determinada escala de valores. Esto identifica al individuo con su grupo social, su cultura v su género, separando a los individuos según sea su ubicación en la estructura social, su experiencia, su conocimiento y su sexo. En este proceso dialéctico se establecen, entre otras características, la masculinidad y la femineidad de los seres humanos y, según sea la dotación personal y el bagaje cultural trasmitido por otros individuos que incluye los valores sociales, adquirirá las características que definen la personalidad v permiten funcionar apropiadamente en un determinado grupo social, al definir su comportamiento con conforme al modelo aprobado socialmente (Cfr: Salaz 1979:27: UNICEF. Review 2-5, Jun 37). De ahí que todo niño. durante el proceso de socialización, debe asumir una escala de valores acorde con la mayoría social, aprender a ser mujer o varón, " según los modelos sociales; prepararse para asumir sus roles y funciones dentro de la sociedad cuando sean adultos y proponerse un proyecto de vida en equilibrio con las espectativas de su grupo social y con su individualidad. Individualidad e Igualdad La igualdad se basa en la dotación de rasgos comunes que todos los seres humanos traen al nacer y que los identifica como miembros de la especie humana. Esto lleva al hombre a ser considerado igual a los otros en cuanto a sus derechos y a ser respetado en cuanto a su autonomía v Asertividad, que pueden llevarlo a la discrepancia, a desobedecer una norma y a meditar. La individualidad, en cambio, se basa en las diferencias de dicha dotación que cada individuo tiene desde que nace y que desarrolla con su identidad psicológica o sí -mismo y se expresa en el permanente autoreforzamiento de su autoaceptación, autoestima, autorespeto y autovaloración, cuando se tiene salud mental. Se puede hablar entonces de una tendencia a la igualdad/libertad y a (a individualidad/identídad de los seres humanos, lo que debería ser reforzado en las niñas al igual que en los niños durante el proceso de socialización. Pero también existen individuos que escapan del modelo presentado y su comportamiento resulta de su rechazo a las normas sociales, es decir, que escapan o aspiran escapar del. modelo social asignado, mostrando un comportamiento que en mayor o menor grado resulta diferenciado y alejado de las normas aceptadas. Este inconformismo social es «un hecho objetivo de la conducta social, importante tanto para aquellos interesados en el mantenimiento del status, tanto para aquellos interesados en el cambio» (Salazar,1979). Este inconformismo será aceptado o no, según sea mayor o menor la flexibilidad social al cambio, lo que no es estable. Por esta característica de estabilidad/inestabilidad, la historia nos enseña de mujeres que por un mismo tipa de conducta fueron marginadas por ser consideradas brujas (Santa Juana, por ejemplo) o histéricas o locas o contestarias. Muy ilustrativos resultan los personajes femeninos que nos describen autores de renombre, aún cuando presentan su visión personal. Si bien esos modelos de mujer rompían los cánones de su tiempo, posiblemente no extrañarían hoy en día: Ladv Chaterlev (Lawrence), Nora (Ibsen), Ana Karenina (Tolstoi) entre otros. Y los actuales personajés de Quino, que señalan diferentes caminos para la mujer. Mafalda la inquieta intelectualmente considerada molesta. Libertad pequeña casi insignificante y, por supuesto, Susanita la futura dueña de casa consumista perfecta que sueña con un gran auto y una gran casa proporcionada por un mando rico.. Lo expuesto lleva a afirmar que, en principio, como individuo que es todo niño, siendo igual a los demás seres humanos, resulta diferente a otras y a otros, tanto por las normas biológicas que determinan su formación natural como por las normas sociales que maneja; y su comportamiento final podrá ser positivo o negativo al conjunto social, según sean sus experiencias y el margen social permitido a la divergencia individual, en la medida que la línea que separa la sociedad llamémosla integrada de la marginal. ambas partes del todo como sistema-, sea más o menos flexible frente a su derecho de ser individuo al mismo tiempo que igual a otros. Características de la Socialización La socialización se relaciona con la educación-formación de los individuos. Consiste en un continuo aprendizaje en el que intervienen las condiciones biológicas y sociales del individuo y lo su medio. Se caracteriza por la permanente retroalimentación, actividad y cambio de ambas partes, y se realiza mediante procesos que comprenden: -El aprendizaje de hábitos y conductas, mediante el uso de castigo y recompensas; -La identificación de los niños y niñas, con uno o ambos padres (proceso que es profundo y fuerte, diferente a la imitación); o con la maestra como figura de autoridad, al iniciarse en el sistema escolar. y, -La propia actividad que viven en el proceso de socialización, ya que Pos individuos interactúan y tienen elementos propios con los que entran a actuar en el mismo, permitiendo así el desarrollo de habilidades. -La asimilación de los modelos asignados con roles y conductas diferenciadas según el sexo y ubicación social del niño. Es también una característica del proceso de socialización el que los modelos sociales a seguir contengan en si la factibilidad de obtener el respeto de sí y la aceptación de los otros. El niño, como bien lo afirma Maturana: « Vive el mundo en que se funda su posibilidad de convertirse en un ser capaz de aceptar y respetar al otro desde la aceptación y respeto de sí mismo». Maturana (1991). En síntesis. la identificación. picosocial de los niños y niñas como seres humanos pertenecientes a una cultura determinada, es resultado del aprendizaje social de los modelos que la sociedad les presenta. con los cuales -laboran sus representaciones sociales. De acuerdo a este resultado será, en principio, su comportamiento psico-social cuando adultos. EL APRENDIZAJE SOCIAL DE SER MUJER O VARON El aprendizaje social es el procesamiento de los modelos ofrecidos a los individuos en su medio por agentes socializadores. Por este aprendizaje van adquiriendo los patrones culturales (creencias,, valores, actitudes, etc.) que les guiarán en su convivencia con los demás miembros de su grupo social y les permitira desarrollar su potencia¡ como ser humano. También logran las representaciones sociales cíe l mundo que les rodea. Según Paulo Freire (1988), no toda intención educativa-formativa resulta apropiada o contribuye al desarrollo de los otros (ese es el caso de las niñas y niños que se han socializado con modelos y valores sociales que les lleva a aceptar como camino de vida una practica social no aprobada por la mayoría). Se pueden identificar las siguientes características básicas del proceso de aprendizaje socia! con los agentes socializadores: -se usan métodos conscientes y sistemáticos o inconscientes y asistemáticos, estos últimos especialmente por los adultos; y, -se realiza directa e indirectamente: al mismo tiempo que se aprende siempre se contribuye a formar a otros, y vice versa (ésta es quizás la mas importante y menos conocida de sus características). En el aprendizaje social surgen dos acciones distintas, la enseñanza y la formación: -La enseñanza, como acción de trasmitir un conocimiento mediante un sistema (pedagogía), en la que se produce un momento de interacción durante el cual una persona enseña a otra que aprende; Y, -La formación, como acción que se relaciona con la crianza en cuanto sinónimo de instruir, iniciar, profesar, documentar, etc.; es decir, estimular las facultades intelectuales físicas y morales del niño como persona. Para aprender todo niño tiene =tener sano y satisfecho, debe tener tiempo y lugar para jugar, es decir, debe tener acceso a los satisfactores adecuados a su grado de desarrollo físico ¿intelectual debe contar con estímulos de los diversos agentes socializadores del medio al que pertenece. Los agentes socializadores Los agentes socializadores interactúan con los niños en diferentes espacios sociales, formándoles y enseñándoles. utilizando diferentes medios que les permiten trasmitir la escala de valores v las normas sociales necesarias para vivir e integrarse en su grupo social. Estos agentes son grupos identificables, de los cuales algunos son directos y corresponden a su ámbito cotidiano: la familia y la escuela; y otros son de carácter colectivo con o sin tal función: la iglesia y los medios de comunicación. Los niños interactúan con mayor o menor intensidad con los agentes socializadores, dependiendo de su desarrollo y posibilidades: a. Con su familia (biológica, adoptiva o tutelar), que tiene como objetivo proteger, dar afecto y formar-educar. b. Con agentes socializadores de carácter esencialmente ideológico, que tienen peso por ser, figuras de autoridad o representarla: el sistema escolar cuyo objetivo es formar educar, la iglesia con un objetivo de inculcar principios, y los medios masivos de comunicación que aportan a la socialización sin tener este objetivo. En cuanto a los ambientes socializadores de pertencia y de referencia o realidad social, integrados social económica y ecológicamente trasmiten la herencia cultural de la humanidad en cuanto estructura social, cultura que les pertenece y la ubicación de clase y/o sector de clase al que deben acceder. Durante este proceso de aprendizaje, las niñas y los niños definen su identidad sexual y social según los modelos sociales a su alcance, las primeras como mujeres y los segundos como varones, adquiriendo/réforzando las características psico-sociales femeninas y masculinas respectivamente. LOS MODELOS SOCIALES Los modelos sociales son las normas o reglas usadas para enseñar a los individuos las formas posibles socialmente aceptadas de obrar, pensar y sentir, de manera que puedan llegar a ser aceptados por la sociedad. Si bien sólo se consideran «modelos de orientación normativa de 1a acción en la práctica son normas que orientan coercitivamente el quehacer de los individuos miembros de un determinado grupo, puesto que aquel que se escapa de las mismas, es rechazado por los demás. Desde que nacemos, recibimos modelos sociales orientados según el sexo, en cuanto a lo que es permitido ser, obrar y sentir, para quién aspira ser aceptado en el grupo como femenino o masculino. Lo interesante es que -esta orientación se basa únicamente en las características biológicas evidentes que plantean las diferencias por sexo, con lo cual se oculta la igualdad de los seres humanos como tales y las diferencias individuales innatas, ya explicadas. Es así que, por ejemplo, se ha aceptado como verdad (y mitificado) que las mujeres son débiles física y psicológicamente en contraste con los varones que son fuertes y agresivos. sin embargo, hoy se reconoce que la mujer en general tiene una mayor resistencia al frío y a las enfermedades, dos características biológicas que permiten asegurar la sobrevivencia de la especie humana («medida» natural dirigida a preservar la especie de los desastres naturales). En todo caso. se debe hablar de algunos seres humanos más débiles o frágiles. sin generalizar el sexo sino especificándolo cuando corresponda. o reconociendo el origen social de dicha Fragilidad (por eje-noto: embarazos continuos sin cuidados apropiados y recargo de trabajo sumado a una inadecuada alimentación, etc.). Lo expuesto, abre la discusión frente a los modelos sociales de lo femenino v masculino, puesto que hoy se puede afirmar que son construcciones históricas, con argumentos de carácter más bien ideológicos que naturales. Los Estereotipos Sexuales El origen de los modelos sociales de lo femenino y masculino, se encuentra en la prehistoria (Cfr: Grimal, 1973, TI: 9-18, 21-55), con el inicio de la división del trabajo en que, a la mujer, además de sus naturales funciones de procreación se le asigna la responsabilidad de la crianza en muy duras condiciones de vida -con una alta mortalidad infantil y una muy baja esperanza de vida- y la responsabilidad de mantener el fuego encendido; y, al varón las funciones de proveedor de alimentos mediante la caza y pesca, y de protector del grupo familiar asumiendo la lucha contra el medio hostil. Esta práctica social, que en su complementariedad original favorecía la supervivencia del grupo, con el paso de los siglos origina los modelos sociales de mujer como productora de hijos y reproductora de la vida, y de varón como protector y proveedor, desarrollándose así tanto el físico como los rasgos psicológicos que mejor se adecuan a la tarea asignada socialmente a los miembros miembros de cada grupo sexual. Los modelos de mujer. y varón, en cuanto lo femenino y lo masculino, presentan variaciones significativas según cada cultura y estructura social específica. La Biblia, la historia y la literatura dan cuenta de esta diferenciación si bien, estas variaciones son más visibles en la mujer que en el varón. Por ejemplo. la espartana, la invalidada mujer china con sus pies atados, la mujer del miriñaque, la romántica que se desmayaba por cualquier pequeña emoción y la aeróbica joven de hoy que persigue la juventud eterna. Cada uno de estos ejemplos simplificados de la plasticidad humana, muestran cambios en los Perfiles físicos v psicológicos, así como comportamientos diferenciados que corresponden a los canones sociales vigentes en cada cultura. cuyo cumplimiento ha sido ley en cada época. Este breve análisis permite observar tres características permanentes en los modelos: -La diferenciación física de la mujer y el varón estimula la debilidad en la mujer (a excepción de la mujer en Esparta y de otras culturas menos notables), y la fuerza en el varón como guerrero, cazador, dominador y «protector» (patriarca, amo o señor). -Las funciones sociales rígidamente señaladas para cada sexo si bien diferentes según el mismo, con castigo si se salen del modelo. La Biblia, la historia y la literatura dan cuenta de esta diferenciación injusta e injusta. (Nathaniel Hawthorne, por ej., en su novela «La Letra Escarlata», cuenta de la aplicación de una ley colonial contra el adulterio aplicado en Boston). -La gran capacidad de protección de la vida de la mujer, dirigida a lograr la sobrevivencia de la especie humana en las cnsis (pestes, hambrunas, guerras, etc.); a diferencia del varón que, generalmente, las origina (guerras, depredación del medio, etc.) Estos modelos sociales de comportamiento asignados a cada sexo, aprendidos por los individuos en las interacciones sociales, se establecen dentro de su clase o grupo social y se denominan estereotipos sexuales femenino y tipo. Los c estereotipos sexuales tienen contenidos diferentes en cuanto a papeles sociales y a normas, tanto por sexo como por edad o posesiones (Cfr: Gissi:1982: mansilla: 1982, 1938: Rochablavé-Speule:1968; San Martín y Sarella: 1974). Sus características se observan en los siguientes perfiles. ESTEREOTIPO FEMENINO Suave. dulce sentimental afectiva intuitiva impulsiva. atolondrada superficial frágil. débil sumisa. dócil independiente llorona. miedosa tímida ESTEREO TIPO MASCULINO rudo. duro frío intelectual racional, analítico, creador planificador, previsor profundo fuerte dominante, autoritario valiente, protector agresivo, atrevido dependiente recatada. prudente maternal. coqueta-seductora insegura. inestable bonita-hermosa histérica pasiva envidiosa, chismosa masoquista monógama fiel virgen casera audaz paternal (patriarcal) conquistador seguro. estable feo (hermoso en su fealdad) obsesivo activo generoso. amistoso sádico polígamo infiel . experto, experimentado mundano. Esta tipología muestra los rasgos psicológicos que se consideran inherentes a la personalidad masculina y femenina, y las características de personalidad que permiten diferenciarlos notablemente a unos de otras; al mismo tiempo, propone las normas morales y la condición de existencia social de los seres hurí anos según su sexo. En nuestra sociedad. los estereotipos sexuales femenino y masculino buscan: -para el. varón. exaltar su fortaleza física, su capacidad de Productorproveedor, elemento de cambio del medio y las características que justifican la violencia existente en la sociedad; y, -para la mujer, reforzar el mito de su debilidad física acompañada por la exigencia de una «salud de hierro» (no el reconocimiento de las diferencias físicas) y sus habilidades de ama de casa, de reproductora (a pesar de las políticas de planificación o control de la natalidad), o de complemento placentero al varón exitoso (bellezas tipo miss universo y sus variantes niña-mujer, acompañantes, prostitutas). Como se observa, no se aceptan los cambios sociales ni las diferencias y necesidades individuales, sino que se imponen modelos sociales rígidos y diferentes para cada sexo, esperando sean aceptados/reconocidos como masculino o femenina. Sin embargo, en la mayoría de los casos, son aceptados por ambos sexos, sirviendo de marco ,para determinar el comportamiento de Pos individuos según se ubican en uno u otro sexo, cerrándose el círculo que encierra, al parecer sin solución, la verdadera individualidad. Quizás lo más importante en relación al desarrollo social v los derechos humanos es que estos modelos sociales se relacionan con el rol asignado a cada sexo, los cuales asignan implícitamente los deberes y derechos de los individuos según el sexo exigiendo para su adecuado cumplimiento, rasgos de personalidad afines a cada estereotipo sexual. El problema resulta más grave aún para las nuevas generaciones de varones v mujeres que hoy se socializan bajo los principios señalados en la Convención de los Derechos del Niño, ya que el panorama social aún es masculino y la Convención reconoce la igualdad v las diferencias así como la necesidad social de superar la discriminación por sexo, raza, religión, etc. Las Funciones Sociales por Sexo Por función social se entiende todo tipo de actividad dirigida a satisfacer ciertas necesidades que los individuos tienen individual v colectivamente, y que deben ser satisfechas para que sobrevivan. Existen funciones naturales v funciones asignadas culturalmente, con, las cuales se han ido delimitando funciones a cada sexo que constituyen su papel o rol social. Actualmente, en términos generales, al varón se le asignan las siguientes funciones sociales: -de reproducción del ser humano: fecundando a la mujer para asegurar así la especie humana; -de la salud: proveyendo los recursos para su alimentación, techo , y atención/ tratamiento de la salud; -de la educación-formación de los hijos: proveyendo de los recursos para el ingreso y permanencia en el sistema escolar, castigando cuando la madre le socilita corregir al hijo; -de los bienes del hogar: proveyendo de los recursos para que sean adquiridos; y, -de la participación en la producción económica: participando en el trabajo visible y reconocido socialmente. Y a la mujer se le asignan las siguientes funciones: -de reproducción del ser humano: en cuanto a la reproducción tísica: dando a luz, y criando a los hijos; y como fuerza de trabajo en cuanto a alimentar al -grupo (incluída ella misma); -de la salud del grupo familiar: preocupándose tanto de la salud física como de la salud mental del grupo familiar, atendiendo sus necesidades de afecto y apoyo; -de la educación-formación de los hijos: trasmitiendo los valores y normas sociales para que, al llegar a adultos, sean capases de integrarse a su sociedad sin conflictos; -de los bienes del hogar: el cuidado de los mismos; y -de participación en la producción económica: trabajando en actividades no visibles dentro y fuera del hogar. Del análisis de estas funciones asignadas históricamente a cada sexo, surge la clave de la diferenciación de genero: el varón como ser masculino debe ser el proveedor del hogar y la mujer como ser femenino debe ser la reproductora de la vida y como tal guardiana del hogar. En cuanto a las actividades principales, al varón se le asignan las actividades ` productivas y creativas que son visibles socialmente: y a la mujer se le asignan los quehaceres del hogar, que garantizan la supervivencia del grupo en cuanto significan salud integral, pero que son invisibles socialmente: Esta distribución de funciones, desplaza de antemano al varón que quiere ser masculino de las acciones interactuadas de afecto que llevan a cuidar la vida v amar al otro y a sí mimos: y, desplazan a la mujer de las acciones públicas, obligándola a vivir en un mundo atomizado, pequeño y obsoleto, que debe llenar con actividades rutinarias monótonas y aisladas sin reconocimiento social de la importancia de las mismas. LA IDENTIDAD DE GENERO La identidad de género es sentirse e identificarse varón o mujer según los modelos sociales de la cultura en que- se vive. Esta identificación es consecuencia del proceso de socialización con e1 modelo social masculino o femenino y resulta determinante para asumir el papel (rol) de género, en cuanto a la uniforme conducta esperada socialmente, asumiendo funciones y posiciones particulares en términos socialmente aceptados, los qué no necesariamente corresponde a su sexo (Cfr.: Oackley, 1997). Para aportar al análisis, se pueden observar los casos de niños criados bajo un modelo sexual diferente a su sexo biológico. que llegan a comportarse como si fueran realmente pertenecientes al otro sexo (Comfort, 1969: i5); o, las costumbres de crianza y de vida de otras culturas en las que se presentan modelos de comportamiento sexual diferente; (Cfr: Mead,1935). Este es el punto de confusión que el término género busca aclarar. Los mitos Lo determinante en la formación de lo típicamente masculino y femenino es lo cotidiano, donde los modelos sociales ofrecidos a los individuos tienen contenidos diferentes en cuanto a papeles sociales y a normas tanto por sexo como por edad o posesiones. Pese a esto, o quizás por esto, para entender a los varones y mujeres se asumé lo biológico como lo total de su ser con lo cual se refuerza la aceptación de lo adquirido como innato, cualquiera sea su edad y su ubicación en la sociedad. Esto es más visible si se observan algunos de los mitos, conocidos como «razones»: - Razones biológicas: la mujer es gestadora y la única responsable de vida - Razones religiosas: la mujer fue hecha del hombre. - Razones económicas: el hombre es el que trabaja. - Razones filosóficas: los hombres son los que estructuran las ideas - Razones psicológicas: la mujer es un ser dependiente, un ser de segunda clase. - Razones políticas: loa hombres son los que gobiernan. Tanto los mitos mencionados como los "modelos culturales de lo masculino y femenino, se refuerzan con la historia oficial que muestra selectivamente la participación en el quehacer social de varones y mujeres, destacando la capacidad creadora de los varones (pintor, compositor, constructor, etc.) hasta el punto que, de manera exclusiva, Dios y sus representantes sobre la tierra- son de sexo masculino a diferencia de las mujeres que sólo son y pueden ser sus servidoras, o vivir su papel de reproductoras, inclusive en el, arte (danzarinas, cantantes, etc.). Esta mitificación del poder masculino y de los mitos acerca de las diferencias biológica, sexual, intelectual y emocional que subyugan aún hoy a la mujer, argumentados en las «razones» anteriormente expuestas, sirven como sustento a los modelos construidos de lo que es la mujer y lo que es el varón (Klein, 192:225) y dan paso a diversas formas de discriminación que se fundamentan en los resultados de las diferentes experiencias y se refuerzan por las mismas. Este es el caso de las niñas que, limitadas por los estereotipos sexuales en la exploración de sus cuerpos y de sus capacidades intelectuales, al llegar a adultas se encuentran en efectivas desigualdades de habilidades y destrezas, lo que les genera problemas al no contar con los recursos necesarios para responder alas actuales exigencias sociales lo que, objetivamente, las coloca -n una real situación de inferioridad "frente" a los varones. Se refuerzan así ;o; estereotipos sexuales y, de alguna manera, se justifica la discriminación de que son objeto. En este sentido. lo mítico no se opone a lo real, más aún cuando se acepta la masculinidad y femineidad estereotipadas sin discutirla. El machismo Lo interesante es que el modelo de interacciones presentado a los niños y niñas, expresa y trasmite la cultura machista, que se refiere "...a dos complejos hechos interrelacionados: por una parte, a una situación social de dominio y privilegio del hombre sobre la mujer en los aspectos económico, jurídico, político, cultura¡ y psicológico; por otra parte, a los mitos de superioridad del hombre en muchos o todos los aspectos». Gissi,1982 El resultado es que tanto el varón como la mujer, terminan asumiendo como natural esta imagen de lo masculino y femenino, identificándose como varones y mujeres conforme a los esteoreotipos sexuales y asumiendo las características de personalidad correspondientes al estereotipo sexual que le pertenece según el sexo, como garantía de llegar a satisfacer su necesidad de ser aceptados/as socialmente con el mismo. Este sentido de pertenencia e identificación con un grupo, poco estudiado aún, que todo, ser humano debe lograr o mantener es la base para su salud mental Es asimismo, un importante punto de conflicto psicológico de los niños y adolescentes, especialmente de sexo femenino, que se enfrentan a los modelos sociales diferenciados según el sexo, lo que deja muchas de sus necesidades psico-sociales insatisfechas por la estrechez y ni rigidez de un panorama limitado.