/aldea global MARTES 3 DE AGOSTO DEL 2010 COMPLEJO PATRIMONIAL JOSEFINO Colegio de Señoritas recobra su elegancia arquitectónica Proyecto mejora las dos edificaciones que albergan dicho centro educativo Ministerio de Educación invierte ¢1.600 millones en ambos inmuebles ANDREA SOLANO B. ansolano@nacion.com 09:12 P.M. 02/08/2010 En los rincones de sus pasillos y en su espléndido “patio de la fuente” se tejieron las anécdotas de miles de mujeres costarricenses que han estudiado en el Colegio Superior de Señoritas desde 1893. Los transeúntes que caminan por el bulevar de la avenida 4 se dejan cautivar por la belleza arquitectónica de este edificio del Colegio de Señoritas. Un proyecto de restauración financiado por el Ministerio de Educación Pública (MEP) le devolverá su encanto arquitectónico original a los dos edificios que albergan a esta centenaria institución educativa. Este complejo arquitectónico patrimonial lo integran el edificio original del Colegio Superior de Señoritas – ubicado en avenida 6 y calle 3– y el inmueble que fue la primera sede de la Escuela Vitalia Madrigal, situado en avenida 4, calles 3 y 5. Las obras de restauración en esta última ya concluyeron y la fachada de la antigua Vitalia Madrigal atrapa las miradas de los transeúntes con su imponente porte neoclásico. El edificio “hermano” –mucho más grande y antiguo– está en proceso de recuperar su señorío original por dentro y por fuera. Emblema. El diagnóstico de ambos edificios, así como el plan maestro de restauración, fue hecho gratuitamente por la firma de arquitectos Ossenbach, Pendones & Bonilla. Esta compañía se interesó en la iniciativa de la Asociación de Egresadas del Colegio Superior de Señoritas, que había intentando, sin éxito, reunir los fondos suficientes para desarrollar un proyecto tan ambicioso. La propuesta de Ossenbach convenció a las autoridades del MEP, entidad que finalmente se comprometió a destinar ¢1.600 millones en la restauración. El arquitecto Carlos Ossenbach, director del proyecto, explicó que el edificio original del Colegio de Señoritas mantiene un excelente nivel de conservación en su estructura. “Es una construcción mixta que combina elementos de concreto reforzado, paredes de mampostería de ladrillo y una estructura de madera y acero que sostiene los techos”, dijo. Los principales daños que presenta el inmueble son producto de la humedad pues las filtraciones deterioraron cubiertas, paredes y la madera de los pisos, puertas y marcos de las ventanas. “El proceso de restauración tiene como norte respetar al máximo las características originales del edificio. Las piezas y estructuras que están bien conservadas se restauran y solamente se sustituyen aquellas que son insalvables”, explicó Ossenbach. Muchas piezas de madera se reutilizaron para restaurar otras zonas, en un afán de aprovechar los materiales originales. Uno de las espacios con mayor grado de deterioro es el gimnasio. “Fue necesario restaurar la estructura metálica que soporta la cubierta pues estaba muy dañada por las filtraciones. Se colocaron nuevas y modernas luminarias y se eliminó un escenario que no era parte de la construcción original. Además, se restauraron las graderías de madera” , dijo el arquitecto. Patio. Uno de los espacios más emblemáticos de la edificación es el “patio de la fuente”, cuyas paredes están descascaradas y las huellas de la humedad son evidentes. En la azotea – desde la que se tiene una vista de San José– se instalará un sistema de impermeabilizante, para evitar filtraciones, y encima se colocará el piso de mosaico. Otra de las grandes transformaciones que sufrirá el edificio es la instalación de un nuevo sistema eléctrico, así como dispositivos de seguridad y alarmas contra incendios. La restauración también se apega a las disposiciones de la Ley 7600 y garantiza el acceso y el desplazamiento dentro del inmueble a personas con discapacidad. “Se construirán rampas y, además, se instalará un elevador para poder subir a la segunda planta”, detalló Ossenbach. La empresa desarrolladora –CPM Construcciones– deberá entregar las obras el 8 de noviembre del 2010 para que las 1.159 muchachas que ahí estudian puedan disfrutar de su ‘cole’ remozado. La mayoría de piezas de los pisos de mosaico en los pasillos se conservan en muy buen estado. Edificios ‘hermanos’ tienen sus diferencias ANDREA SOLANO B. ansolano@nacion.com . 02/08/2010 Los dos inmuebles que funcionan como sede del Colegio Superior de Señoritas comparten un espacio, pero tienen sus diferencias son producto de la reforma educativa que instauró el entonces ministro de esa cartera, Mauro Fernández, en 1886. “La idea inicial era levantar tres edificios destinados a instituciones educativas exclusivas para mujeres: el Colegio Superior de Señoritas, la Escuela Superior de Señoritas N.º 2 y la Escuela Normal, que finalmente se levantó en Heredia”, explicó el arquitecto. Joyas patrimoniales. El edificio original del Colegio Superior de Señoritas se empezó a construir en 1888 y se inauguró en 1893. La obra fue diseñada por el ingeniero y arquitecto costarricense Lesmes Jiménez Boneffil, bajo una estética neoclásica y el sistema constructivo es en piedra de granito en sillería y ladrillo. El arquitecto Carlos Ossenbach, director del proyecto de restauración, aseguró que se trata de una estructura sólida y muy bien construida que ha logrado soportar la actividad sísmica. El edificio de la Escuela Superior de Señoritas N.º 2 fue encargado tiempo después, durante el gobierno de Ricardo Jiménez, y se inauguró en 1915. El inmueble fue diseñado por el ingeniero y arquitecto catalán Luis Llach Llagostera siguiendo una estética ecléctica, es decir, su base es neoclásica, pero integra elementos modernistas. Su sistema constructivo se definió en ladrillo y concreto. En 1927, tras la muerte de la distinguida educadora josefina Vitalia Madrigal, la Escuela Superior de Señoritas N.º 2 adoptó ese nombre. Su fachada destaca por los bajorrelieves –que también son obra del arquitecto Llac– como alegorías a las diferentes disciplinas del saber humano: las bellas artes, la música y las ciencias. En la parte más alta sobresale un escudo de la Costa Rica de entonces, conformada solo por cinco provincias. El edificio estuvo sucio, abandonado y deteriorado durante muchos años. LEGADO DE AÑOS Mujer educada El edificio del Colegio de Señoritas fue declarado de interés histórico y arquitectónico, según Decreto Ejecutivo N.º 12514-C-E, publicado en La Gaceta N.º 84 del 5 de mayo de 1981, mientras el inmueble de la antigua escuela Vitalia Madrigal fue incorporado al patrimonio histórico arquitectónico de Costa Rica, según Decreto Ejecutivo N.º 28271-C, publicado en La Gaceta N.º 235 del 3 de diciembre de 1999. Pero la importancia de estos edificios va más allá de su valor arquitectónico pues han jugado un papel fundamental en el desarrollo de la educación de la mujer costarricense. Del Señoritas se graduaron destacadas costarricenses como María Isabel Carvajal (Carmen Lyra), Ángela Acuña Braun, Yolanda Oreamuno, Carmen Naranjo y Carmen Granados.