CLAVES PARA ENTENDER LA VIDA ES SUEÑO DE CALDERÓN El propio título ya nos da una pista: la carencia de auténtico valor de la vida terrena. No es la primera vez. Ya J. Manrique dedicó Las coplas a la muerte de su padre, a desarrollar este tema. Ni tampoco lo es el concepto de la vida como sueño pues su origen es oriental. En la vida de Buda se nos cuenta como “el brahmán Arista predice que el príncipe Buda sería un gran rey o renunciaría al mundo para hacerse ermitaño. Su padre, para evitar, lo segundo, le rodea de todas las comodidades posibles dentro del palacio, alejándole de todo conocimiento del mundo, de la conciencia de la enfermedad, la vejez y la muerte. Pero a pesar de los cuidados del rey, el príncipe sale un día a la calle y se encuentra con un viejo, un enfermo, un difunto y un asceta. El príncipe reflexiona y se hace ermitaño. El padre de Segismundo, habiendo sabido de los hados, a través de los sueños de su esposa, del fatídico destino de su hijo que llegaría ser “el hombre más atrevido, el príncipe más cruel y el monarca más impío”, lo encierra. Cómo se desarrolla la historia ya lo sabéis. La expresión del libre albedrío ha sido muy usada por los escolásticos y filósofos cristianos que da la posibilidad de elegir entre el bien y el mal. La controversia sobre esta idea se dio con mucha fuerza durante la Edad Media y los siglos XVI y XVII pero creo que, aún hoy día, si sacamos el tema, la discusión está asegurada pues muchos la cuestionarían con la idea de la predestinación, mal entendida, por la incompatibilidad entre la omnipotencia divina y la libertad humana, e incluso, entre los que aceptan la influencia de los astros como Ficino, célebre filósofo neoplatónico que lo defendía junto a la libertad del ser humano y que hoy está muy demostrado. En la obra, es Clotaldo, el preceptor de Segismundo el que no cree en el destino y se enfrenta al rey Basilio por considerar que se está equivocando al actuar injustamente con su propio hijo. El otro tema es el concepto religioso de que aferrarse a esta vida efímera es un error y nos muestra el mundo como un valle de lágrimas, considerando que la condición humana se asienta en el sufrimiento con lo que la compensación sólo la encontraremos en la vida futura. Hay también una última idea en este primer bloque: La idea de que el hombre es malo por naturaleza frente a la que posteriormente se esgrimiría de que es la sociedad quien lo pervierte. En un segundo bloque: El honor, la honra, la doble moral, la pasión más que amor y el concepto del amor cortés. El tema de la honra no tiene las connotaciones actuales. Mucho ha llovido desde entonces. Ni la honra que era sólo un atributo de la nobleza ni el concepto de esta que se asocia al estamento. El código del honor viene desde el siglo XII, con la fundación de las órdenes de caballerías pero con el tiempo va cambiando y en el XVI se restringe al ámbito familiar. Rosaura es el personaje que pone en escena este tema. Su caída del caballo es el símbolo de la pérdida de su honra por culpa de Astolfo, al que decide matar para recuperarla. En todo este tema se ve claramente la doble moral porque por una parte el galán debe defender la honra de las mujeres de su familia y por la otra acrecienta su fama deshonrando a otras damas. Más que amor entre las parejas hay que hablar de pasión. Una pasión que se codifica siguiendo las formas del amor cortés, o sea, un platonismo místico y no a la expresión de los sentimientos. Recordad la forma de hablar de Calisto a Melibea. En la obra podemos ver claramente dos acciones paralelas que culminarán con la reparación de las injusticias cometidas contra las protagonistas, Segismundo y Rosaura que da lugar al suspense. El teatro en verso era lo normal. Calderón utiliza el romance, la octava real, redondillas y silvas. Todavía perdurará en el tiempo para, poco a poco, ir desapareciendo, siendo hoy día más excepción que norma. Para terminar, hay que volver al principio. La vida es sueño es una alegoría (sucesión de metáforas) de la redención humana. Segismundo simboliza al hombre que está encadenado por el pecado original cometido por sus padres. La revelación de la otra vida le pone en el camino de la salvación pero, al no hacer buen uso de su libertad, vuelve a ponerse las cadenas hasta que comprende que el paso por la vida es sólo un tránsito y que todo lo que atesora es accesorio.