Cooperantes Ohno y Tamamura: Creatividad y persistencia que fortalecen idioma japonés Las cooperantes Kana Tamamura (izquierda) y Yoko Ohno (derecha) son las encargadas de facilitar los cursos de idioma japonés en la Sede Universitaria Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica. Escuela de Lenguas Modernas de la Universidad de Costa Rica se ha beneficiado desde 1978 con cursos de idioma japonés JICA. San Pedro de Montes de Oca, Costa Rica. 30/12/2014. Aprender una nueva lengua es siempre un desafío que requiere de paciencia y disciplina por parte de la persona estudiante. Para el docente, esas dosis deben duplicarse y acompañarse de ingenio y creatividad. Yoko Ohno y Kana Tamamura, voluntarias sénior y joven de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), han sabido amalgamar estas cualidades y ponerlas en práctica para los cursos de lengua y cultura japonesa que facilitan en la Universidad de Costa Rica (UCR). Hace año y medio, la señorita Tamamura decidió cruzar el Pacífico y utilizar sus habilidades como docente de idioma japonés y especialista en cultura para colaborar en el crecimiento profesional de los universitarios costarricenses. 1 Durante estos meses, la señorita Tamamura ha impartido varios niveles de idioma japonés, en los cuales ha integrado el estudio propio de la lengua con el de la cultura nipona. Para ello, ha desarrollado talleres con música, cine, caligrafía y tradiciones de la isla. También ha hecho revisiones periódicas de los materiales de enseñanza y ha hecho sugerencias para su mejora. Colaboró con la profesora Ohno para la preparación de un quinto nivel del curso y ha participado de manera activa en la asociación de profesores japoneses en el país, la cual pretende establecer una prueba de certificación internacional del idioma (JLPT), para lo cual Kana ha tratado de mejorar los vínculos con la Asociación México-Japonesa que cuenta con experiencia en el tema. Para el próximo año, quisiera crear prácticas auditivas en los libros de textoy libros de vocabulario. Luis Diego Rojas, estudiante de la profesora Tamamura, destacó la organización y responsabilidad que la docente asume en sus clases, así como los ejercicios creativos que utiliza y los materiales audiovisuales expuestos. Por su parte, Alejandro Céspedes, quien ha sido asistente de la japonesa, asegura que “se le entiende muy bien, es muy ordenada y metódica, y de vez en cuando sorprende con juegos muy creativos, actividades de caligrafía japonesa. Un día nos enseñó a utilizar correctamente los palillos y realizó una dinámica con frijoles, utiliza material audiovisual y canciones para practicar la pronunciación.” A inicios de este año, se le unió Yoko Ohno, una mujer con más de 30 años de experiencia en el campo de la educación. Dentro de su vasta experiencia podemos citar que se desempeñó como maestra en escuelas primarias, especiales y otras exclusivas para la enseñanza a personas sordas. Como profesora de lengua japonesa ha tenido la oportunidad de desempeñarse en Vietnam. Y Honduras, en el que también fue voluntaria sénior de JICA. 2 La señora Ohno ha hecho una importante revisión de los textos del cuarto nivel y pretende hacer lo mismo con los del quinto. Se siente muy orgullosa por los resultados que obtuvieron los estudiantes de la Universidad de Costa Rica en el Certamen de Oratoria Japonesa realizado el 26 de octubre en la Universidad Nacional y que agrupó a diferentes centros de enseñanza del idioma en el país. En agosto, tanto Kana como ella asistieron al VI Seminario Centroamericano y del Caribe para la Educación del Idioma Japonés, organizado por la Fundación Japón y que tuvo como sede Nicaragua. La actividad contó con la presencia de 40 representantes de 9 países. Allí pudieron compartir metodologías y herramientas de enseñanza con otros docentes y asistentes de curso. Ambas han desarrollado importantes actividades, dentro de la cual cabe destacar el Festival Japón, un evento organizado por los estudiantes de los cursos y que tomó por un día la Facultad de Letras con manifestaciones de la cultura de este país asiático. Según la señora Ohno este tipo de actividades favorece el aprendizaje, “no solo es estudiar, sino aprender activamente”, acotó. Según Céspedes, quien es estudiante de Ingeniería Eléctrica de la UCR y quien también ha sido asistente de la señora Ohno, su método de enseñanza es muy gracioso y llevadero, “uno se siente totalmente des estresado, se aprende más con juegos, es como regresar a primaria por un momento”. Para Céspedes la dinámica del curso es muy interesante porque es un intercambio, “mientras uno aprende el idioma japonés, los profesores están también aprendiendo nuestro idioma y nuestra cultura”. Kana y Yoko se suman a una amplia historia de cooperación entre JICA y la Universidad de Costa Rica, la cual puede remontarse a 1978 con el arribo de las primeras cooperantes en la enseñanza del idioma. JICA espera seguir sumando a esta relación en un marco de 3 respeto y colaboración mutua. 4