Cambio climático: más fuerte, más rápido, y antes de lo previsto Actualización de la perspectiva científica desde el cuarto informe del Panel Intergubernamental de cambio climático (IPCC) Octubre 2008 Resumen en Español En el año 2007, el Panel de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) confirmó, a través de su Cuarto Informe de Evaluación, la inequívoca influencia del ser humano en el aumento global de la temperatura en nuestro planeta. Sin embargo, recientes estudios científicos han revelado que el cambio climático se está acelerando y sus impactos están teniendo lugar antes de lo previsto, como la desaparición de la capa de hielo en el ártico durante el verano. La constatación de esta aceleración en el proceso del calentamiento global y los efectos derivados hace todavía más urgente la puesta en marcha de políticas de mitigación y adaptación. En efecto, las consecuencias sobre el medio natural del calentamiento global parecen tener efectos retroactivos que a su vez aceleran aún más el proceso. Se prevé que el océano Ártico desaparezca completamente durante el verano entre los años 2013 y 2040, algo que no había pasado en la Tierra en más de un millón de años. La ausencia de capa de hielo hace que los rayos solares calienten aún más el mar y dificulten la generación futura de hielo. Nuevos estudios científicos han estimado una subida del nivel del mar a finales de siglo de alrededor de 1,2m, más del doble de lo previsto en el Tercer Informe de Evaluación del IPCC (2001), lo que supondría un gran riesgo para zonas costeras en todo el mundo. Asimismo, la capacidad natural de absorber dióxido de carbono (CO2) por los llamados sumideros (bosques y océanos) se está viendo mermada a una velocidad mucho mayor de lo previsto hace unos años debido a unas emisiones de dióxido de carbono crecientes que dificultan cada vez más el papel de absorción de los sumideros. El cambio climático está por lo tanto seriamente afectando a los ecosistemas y especies. Ya se han constatado hechos como el progresivo retroceso de los glaciares, el calentamiento de lagos y ríos y la erosión de costas. Sin embargo, las consecuencias del cambio climático no sólo van a afectar al medio natural sino también al ser humano y su bienestar. Estudios realizados han demostrado que el calentamiento global ya ha tenido un efecto negativo en la producción de cosechas clave para la alimentación como el trigo, el maíz y la cebada, generando pérdidas por valor de €3.200 millones desde 1981. Zonas vulnerables del planeta como el sur de Asia y el sur de África se verán especialmente afectadas registrando reducciones significativas en la producción de cosechas y por lo tanto poniendo en peligro a la población local. Una reducción de gases de efecto invernadero podría reducir las pérdidas del sector agrícola en un 75100% así como los riesgos de malnutrición en un 80-90%. La salud del ser humano es por lo tanto otro factor que se pone en riesgo con la acentuación de los efectos negativos del cambio climático. Los grupos de población más vulnerables, como niños y personas mayores, serán los más afectados por situaciones de altos niveles de contaminación del aire y eventos climatológicos extremos como olas de calor. En el caso europeo, el cambio climático tendrá efectos negativos que ya se han manifestado en los últimos años como la ola de calor registrada en el 2003 responsable de 35.000 muertes en toda Europa. Como resultado de un mayor calentamiento global, se prevén mayores niveles de ozono durante el verano en países del norte de Europa así como una mayor frecuencia de altas temperaturas extremas en el sur de Europa. Según la Comisión Europea actualmente cada año se registran 369.000 muertes prematuras en Europa debido a la contaminación del aire y los costes sanitarios asociados suponen entre el 3 y el 9% del PIB de la Unión Europea. Si Europa optase por una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del 30% respecto a los niveles de 1990 en el 2020 se obtendrían unos ahorros en el gasto sanitario de €25.000 millones. Este ahorro es un 48% superior al alcanzado estableciendo un objetivo de reducción de emisiones del 20%. Otros fenómenos adversos como un aumento en el riesgo de inundaciones en el norte y centro de Europa así como el retroceso de los glaciares tendrán un fuerte coste económico y social. Se prevé por ejemplo una disminución en la producción hidroeléctrica en Suiza de un 36% en el 2070-2099 respecto al periodo 1961-1990. Se prevé asimismo un aumento del riesgo de ciclones en Europa occidental y central aumentando los costes asociados en un 37% entre 1960 y 2100 en el Reino Unido y Alemania. La mayor frecuencia de ciclones también afectará a la industria maderera en la que están centrados numerosos países europeos del norte. Además de estas catástrofes naturales, los ecosistemas europeos, tanto marinos como terrestres, se están viendo afectados por el incremento de la temperatura. Las especies locales encuentran cada vez mayor dificultad para adaptarse a los cambios en la temperatura y en el medio. Ante este escenario, WWF pide que la Unión Europea: • • • La adopción de forma inmediata del objetivo de reducción de emisiones del 30% respecto a los niveles de 1990 en el 2020 así como llegar a esta reducción a nivel interno exclusivamente. Comprometerse, además del objetivo de reducción mencionado, a proveer apoyo y financiación para políticas de adaptación y mitigación en países en desarrollo. Establecer un objetivo para el 2050 en la Unión Europea de emisiones netas igual a cero.