Más De 300 Sindicatos Del Mundo Crean La CSI AG0089 Más de 300 sindicatos del mundo entero reunidos en Viena lanzaron oficialmente la Confederación Sindical Internacional (CSI), una nueva organización que tratará de orientar la globalización hacia una dirección más favorable a los trabajadores. Debilitados por veinte años de liberalización económica sobre la que han tenido escasa influencia, los sindicatos dotados de esta nueva herramienta internacional quieren “conquistar el derecho a un trabajo decente para todos”, según el británico Guy Ryder, número uno de la CSI. Divididos desde hace 87 años, las corrientes reformistas y cristianas del sindicalismo internacional se encuentran ahora reunidas. Luego de la disolución de las dos grandes centrales rivales, la Confederación Mundial del Trabajo (CMT, cristiana) y la Confederación Internacional de Sindicatos Libres (Cisl, reformista y laica), éstas se integraron y la mayoría de sus miembros se asociaron al lanzamiento de la CSI. De otra parte, la nueva organización recibió el refuerzo de una decena de sindicatos independientes, algunos de ellos, como la CGT francesa, pertenecieron durante años a la tercera corriente, comunista, del sindicalismo internacional. Esta corriente, la Federación sindical mundial (FSM) sostenida en su época por la Unión soviética, decidió mantenerse al margen de la CSI y mantener su autonomía. La oficialización del lanzamiento fue confiada a LeRoy Trotman, presidente del grupo de los trabajadores en la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) que reune desde hace tiempo a sindicatos de diversas tendencias. Opción que los organizadores del congreso de Viena quisieron fuera el símbolo de su voluntad de unidad. Trabajo precario, deslocalización de las fábricas y pérdida de adherentes de los sindicatos en el Norte, represión antisindical y dificultad para tomar a cargo a los trabajadores de la economía informal en el Sur, el sindicalismo internacional sufrió el contragolpe de la ampliación de la globalización. “Unidos en la solidaridad, seremos más fuertes”, dijo el secretario general de la ex-CMT Willy Thys, estimando que la capacidad de “movilización” de la CSI debía ser mayor que las antiguas rivales. La CSI podría así lanzar movilizaciones y decidir por ejemplo el organizar una “jornada de acción mundial” para reivindicar ‘una nueva globalización’, según su proyecto de programa. Según los estatutos que adoptaron sus miembros, la Confederación Sindical Internacional tendrá su sede en Bruselas, como las confederaciones predecesoras. AFP . RESPETO A LA VIDA La Confederación Sindical Internacional (CSI), debería trabajar en pro del respeto de los derechos sindicales, poniendo en la lista negra a los países que reprimen las prácticas reivindicativas. El problema es agudo en países de América Latina donde se producen regularmente asesinatos de sindicalistas. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-2258111