REDUCCIÓN NUMÉRICA DE LOS CROMOSOMAS 55 D e lo expuesto se d e d u c e que es de sumo interés el hacer un estudio detallado, tanto de la e s p e r m a t o g é n e s i s c o m o d e la o v o ­ génesis. D e las o b s e r v a c i o n e s de Grassi, y a l l e v a m o s dicho q u e única­ mente tienen interés histórico, y ni siquiera nos o c u p a m o s de ellas ( i ) . S u s principales afirmaciones de que los espermatozoos carecen de cabeza, y que en su formación no interviene el nú­ cleo del espermátido, han sido suficientemente rectificadas por Bolles-Lee. Bolles-Lee, á su vez, omite todo el período somático y. casi toda la profase madurativa. L a descripción del c r e c i m i e n t o nu­ clear comienza, á j u z g a r por sus figuras, en el período del botiquet, ó por lo menos después de la sinapsis. S e g ú n él, las asas e n c o r ­ vadas «sont en petit nombre, le chiffre 4 m e parait étre le chiffre t y p i q u e » . D i c h a s asas se acortan, se adelgazan p o r la mitad y se dividen, finalmente, en dos, q u e p e r m a n e c e n en el ecuador del huso, en d o n d e siguen acortándose hasta llegar á constituir los cromosomas definitivos: su n ú m e r o es el de ocho. N o se atreve á negar ni afirmar la existencia de la división longitudinal en la primera cinesis, ni en la profase, ni en la c o ­ rona ecuatorial, ni en la anafase, aunque se inclina á la opinión de que no h a y división alguna, p o r q u e , según este autor, en cada polo se reúnen Cuatro c r o m o s o m a s de los o c h o que existen en el ecuador. Para la segunda cinesis, cada c r o m o s o m a t o m a la forma de V , sin decir c ó m o se verifica esta transformación; y , final­ mente, cada rama se dirige á su p o l o r e s p e c t i v o . E s evidente la deficiencia de estas observaciones, en las que, además de omitir el período somático, no menciona el paso de éste al período madurativo, ni explica la formación de las asas paquiténicas, en lo cual reside tal v e z el secreto del p r o c e s o reduc­ tor, ni describe la g r a d u a l transformación de estas asas en los cromosomas definitivos. Precisamente en estos puntos están in­ cluidas las grandes cuestiones que h o y día se debaten en este terreno, según hemos e x p u e s t o en la Primera Parte. (1) L o s c r o m o s o m a s los i n t e r p r e t a c o m o m i c r o b i o s parásitos d e la célula. Mem. R. Soc. esp. Hist. nat., x, 19H.