ARABIA SAUDÍ LIBERA A ACTIVISTAS CHIÍES PARA PREVENIR UNA REVUELTA ÁNGELES ESPINOSA (ENVIADA ESPECIAL) - Riad - 16/03/2011 20.000 personas respaldan en Internet manifestaciones para pedir reformas Arabia Saudí empezó a liberar a la veintena de activistas chiíes detenidos. El gesto, que se produce después de que varios líderes de esa comunidad se reunieran con el rey Abdalá, parece indicar un intento de reducir las tensiones ante la convocatoria de un Día de la Ira, la primera de alcance nacional en el reino. No obstante, la prohibición de protestas sigue vigente. Cerca de 20.000 personas han respaldado en Facebook un llamamiento para llevar a cabo dos manifestaciones. Aunque es imposible saber cómo va a traducirse eso en la calle, las autoridades no quieren arriesgarse. Temen que el malestar de los chiíes en la provincia oriental y los llamamientos a la reforma de los sectores liberales en otros lugares del país se complementen. Durante la última semana de febrero estudiantes, intelectuales e islamistas moderados firmaron peticiones a favor de una monarquía constitucional, una propuesta impensable hace tan solo unos meses. La propaganda oficial insiste en la idea de que las manifestaciones públicas van en contra de los intereses y la buena marcha del país. Después del comunicado del Ministerio del Interior recordando que está prohibido cualquier tipo de protesta y que la policía usará todos los medios a su alcance para evitarlas, el Consejo de Ulemas santificó la medida calificando las manifestaciones de contrarias a la sharía (ley islámica). Han cerrado páginas web en las que se llama a manifestarse. Incluso corre el rumor de que se va a decretar el toque de queda. "Están nerviosos", señala un diplomático occidental. "Riad puede perder la virginidad de las protestas callejeras", explica de forma elocuente. Aunque la capital saudí ya fue escenario de algunas manifestaciones de los islamistas en los años noventa del siglo pasado, es la primera vez que la convocatoria trasciende la queja local y menciona la palabra democracia. Ninguno de los activistas pro reforma consultados cree que vayan a producirse manifestaciones masivas en el reino. "No, por ahora", afirma Mohammad al Qahtani, presidente de la Asociación por los Derechos Políticos y Civiles. La mayoría cita razones culturales y de ausencia de una sociedad civil activa. "La calle nunca ha sido parte integral del proceso político en este país", apunta por su parte el sociólogo Khalid al Dakhil. Sin embargo, las revueltas de Egipto y Túnez están sirviendo de curso intensivo de concienciación política. "La atmósfera de las revoluciones en los países árabes atrae a los jóvenes", advierte Abdulaziz Algasim, un antiguo juez que ahora codirige un gabinete legal. Algasim, que no esconde sus simpatías reformistas, apunta también que "han cambiado las reglas del juego. Ahora el protagonista ya no es la élite política, sino un actor hasta ahora desconocido, el pueblo". En su opinión, "si empiezan las protestas, no habrá quien las pare". Mientras, en Yemen, la policía abrió fuego anoche en la capital, Saná, contra los manifestantes acampados en la plaza de la Universidad para pedir la dimisión del presidente, Ali Abdalá Saleh. Hubo medio centenar de heridos, de los que siete presentan un estado crítico. No ha habido explicación oficial sobre los motivos del repentino cambio de actitud gubernamental, ya que hasta ahora se estaba tolerando la acampada.