Diario DPI Suplemento Salud Nro 35 – 22.08.2016 Residuos patológicos. Directrices del Convenio de Basilea. La legislación argentina en las distintas jurisdicciones. Parte I Por Liliana Fleksers La salud y el ambiente son dos vastas áreas entrelazadas que reclaman cada vez mayor atención por parte de los gobiernos. Esa tarea recae tanto en el Estado Nacional como en las Provincias. Atendiendo, precisamente, a la multiplicidad de contenidos que las mismas áreas presentan, la sistematización y ordenamiento de la normativa específica de cada uno de sus aspectos se presenta como una herramienta útil en la “medición” de su eficacia y alcances, vale decir, en la comprobación de haber logrado –con la norma- el objetivo propuesto, por ejemplo, la protección de la salud y la salvaguarda del ambiente. La generación, transporte, tratamiento y disposición de residuos es un problema creciente y constante de la sociedad moderna y constituye para los gobiernos un aspecto sensible de sus políticas públicas en tanto se entrelazan con la salud y el ambiente. En el caso particular de los residuos patológicos – en adelante rp- esas políticas reclaman una mayor especificidad tanto sanitaria como regulatoria, necesarias para garantizar que el tratamiento de tales deshechos reciban una atención uniforme en el territorio nacional. Abordamos esta temática a partir del Documento Marco sobre el Desarrollo de Estrategias Nacionales y/o Regionales para el Manejo Ambientalmente Racional de los Desechos sometidos al CONVENIO DE BASILEA, su fuente directa. En muchos casos los desechos consisten en una mezcla heterogénea de materiales y cuando se conocen sus elementos constitutivos se pueden describir sus propiedades y crear una escala, que va desde determinar si es inocuo hasta el grado de peligrosidad extrema. Esto es de utilidad para los generadores porque les permite conocer los elementos constitutivos y sus propiedades peligrosas y, antes de permitir la salida del desecho de las instalaciones generadoras deben conocerse los elementos constitutivos que están presentes en el desecho. El grado de caracterización requerido dependerá de las opciones para el consiguiente manejo y este conocimiento determinará los requisitos de embalaje que garanticen el transporte seguro del desecho, así como las etiquetas que deben fijarse a cada paquete o contenedor de acuerdo con las normas de transporte nacionales e internacionales y los estándares y prácticas aprobadas. El manejo de desechos es una actividad más reciente que tiene por objeto identificar y manejar los desechos a lo largo de todo su ciclo de vida, haciendo particular hincapié en las actividades de reducción, reutilización y reciclado. Ello así el Convenio ha establecido en su Anexo I referido a las categorías de desechos que hay que controlar a los desechos clínicos resultantes de la atención médica prestada en hospitales, centros médicos y clínicas. A esta corriente de desechos se le otorgó la categoría Y1, dando así el concepto de residuo patológico. Sus Directrices se prepararon de conformidad con la Resolución 8 de la Conferencia de Plenipotenciarios acerca del Convenio Mundial sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos (Basilea, marzo de 1989). Es un requisito esencial para el manejo ambientalmente racional de los desechos sometidos al Convenio de Basilea en General, y de cualesquiera en particular, el establecimiento de una base jurídica firme que permita regular toda operación relacionada con desechos generados en el país o importados en él. El Convenio clasifica las categorías de desechos que se controlarán y cada país debe ajustar su legislación al convenio y el nuestro ha dictado las normas pertinentes en las distintas jurisdicciones. El derecho a la salud es uno de los derechos humanos fundamentales del ciudadano, derecho que está garantizado por la Constitución Nacional. Paralelamente a la manda constitucional, la salud es un término íntimamente relacionado con la calidad de vida y hoy la salud es un estado de completo bienestar o equilibrio, entre los factores físicos psicológicos (mentales), sociales y medioambientales; y uno de los elementos fundamentales que hacen a la calidad de vida. ¿Qué se entiende por residuo patológico? Es aquél que posee características infecciosas. La infecciosidad identifica a aquéllos residuos capaces de provocar una enfermedad infecciosa. El residuo, contiene potencialmente, microorganismos patógenos, con suficiente virulencia y en tal cantidad, que la exposición al mismo por parte de un huésped susceptible puede derivar en una enfermedad infecciosa. Entre los distintos tipos de rp podemos nombrar: jeringas, guantes usados, restos de sangre, fluidos humanos y de animales, restos de órganos, elementos corto-punzantes contaminados y todo aquél material que haya tenido contacto con microorganismos potencialmente patógenos. En qué sitios se generan? En hospitales, clínicas de atención médica u odontológica, maternidades, laboratorios de análisis clínicos e investigaciones biológicas, clínicas veterinarias, es decir en centros de salud humana y animal, centro de investigaciones biomédicas y en los que se utilicen animales vivos. La Ley Nº 24.051 de Residuos Peligrosos, en su artículo 19, considera rp a los residuos provenientes de cultivos de laboratorio; b) resto de sangre y sus derivados; c) residuos orgánicos provenientes del quirófano; d) resto de animales producto de la investigación médica; e) algodones, gasas, vendas usadas, ampollas, jeringas, objetos cortantes o punzantes, materiales descartables, elementos impregnados con sangre u otras sustancias putrescibles que no se esterilizan; f) agentes quimioterápicos. La norma en este caso suministra el concepto de este residuo y a su vez determina quiénes son los generadores, los que se sujetan a las disposiciones de la ley en cuanto a la generación, transporte y operaciones de eliminación. Es un residuo sujeto a control categorizado como Y1.