Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz 14 de septiembre de 2012 “Junto a tu Cruz he llorado de amargura, la amo porque me une a Ti; junto a tu Cruz, Señor, oro por la humanidad crucificada” Fraternidad Franciscana de la Cruz Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz I VISPERAS V- +Dios mío, ven en mi auxilio R- Señor date prisa en socorrerme HIMNO No me mueve mi Dios. No me mueve, mi Dios, para quererte, el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido, para dejar por eso de ofenderte. No me mueves mi Dios, muéveme el verte, clavado en una cruz y escarnecido, muéveme el ver tu cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte. Muéveme al fin tu Amor y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara y aunque no hubiera infierno, te temiera. No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera, lo mismo que te quiero te quisiera. «Nuestro Dios merece una alabanza armoniosa». Por esto debemos procurar que el amor, difundido por el Espíritu en nuestros corazones, nos armonice en un solo sentir y pensar. Así la música y la acción de gracias será buena. Todos y cada uno magnificamos armónicamente la Providencia del Padre. El se preocupa de que no nos falte el pan cotidiano y hasta nos anticipa a hoy el pan escatológico del mañana. Para El, cada uno de nosotros no es un simple número o un innominado en medio de la masa humana: nos conoce y nos llama por nuestro nombre estableciendo con nosotros una relación auténticamente interpersonal. En la persona de su Hijo nos despojó de nuestro mal y subió a la cruz nuestros pecados para que vivamos y, con sus heridas, nos curó. Nuestra alabanza adquiere credibilidad cuando el objeto de la misma llega a ser para nosotros exigencia y modelo de actuación. MONICIÓN SALMICA 146 Resonancias en la vida religiosa Cada una de nuestras voces, de nuestras personas, se convierte en un elemento insustituible de armonía en la alabanza comunitaria que ahora dirigimos al Señor: ANT-1: El Crucificado resucitó de entre los muertos y nos redimió. Aleluya. Alabad al Señor, que la música es buena; nuestro Dios merece una alabanza armoniosa. 1 El Señor reconstruye Jerusalén, reúne a los deportados de Israel; Él sana los corazones destrozados, venda sus heridas. Cuenta el número de las estrellas, a cada una la llama por su nombre. Nuestro Señor es grande y poderoso, su sabiduría no tiene medida. El Señor sostiene a los humildes, humilla hasta el polvo a los malvados. Entonad la acción de gracias al Señor, tocad la cítara para nuestro Dios, que cubre el cielo de nubes, preparando la lluvia para la tierra; que hace brotar hierba en los montes, para los que sirven al hombre; que da su alimento al ganado y a las crías de cuervo que graznan. No aprecia el vigor de los caballos, no estima los jarretes del hombre: el Señor aprecia a sus fieles, que confían en su misericordia. ANT-1: El Crucificado resucitó de entre los muertos y nos redimió. Aleluya. ORACIÓN Señor, que no aprecias el orgullo del hombre, sino su humilde confianza en tu misericordia; concédenos la gracia de conocer tu grandeza y poderío, manifestados en la pobreza y pequeñez de tu Hijo hecho hombre; así nuestra vida será agradable a tus ojos. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén. MONICIÓN SALMICA 147 Resonancias en la vida religiosa La comunidad religiosa está llamada a ser testigo de la paz escatológica del Reino: En ella se ha de anticipar la seguridad de que Dios Padre ofrece la paz del Espíritu, la saciedad de las bienaventuranzas de Jesús, la «domesticación» cristológica de la naturaleza («nieve como lana», «escarcha como ceniza», «hielo como migajas»), las relaciones confidenciales de Dios con sus elegidos. Jesús contagió primero con su presencia y después con la comunicación de su Espíritu estas actitudes escatológicas a su comunidad; de Él proceden. Llamados a revivirlas constantemente, hemos de ofrecer a un mundo en el que todo se relativiza y que cuestiona, la alternativa de la seguridad que brota de la fe; en una sociedad dividida y enemistada, la alternativa de la paz vivificante; en una historia de dolor sinsentido, la alternativa de las bienaventuranzas; en una naturaleza ecológicamente desequilibrada, la alternativa de su comprensión sacramental y humanizadora; en una humanidad, demasiado propensa al ateísmo y al idolismo, la alternativa del encuentro humilde y amoroso con Dios. La fuerza de la Gracia de Dios en nuestra comunidad nos convoca a la alabanza y a la glorificación, pues con ella somos la alternativa esperada. Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz ANT-2: En medio de la ciudad santa de Jerusalén está el árbol de la vida, y las hojas del árbol sirven de medicina a las naciones. Aleluya Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión: que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti; ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz; manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceniza; hace caer el hielo como migajas y con el frío congela las aguas; envía una orden, y se derriten; sopla su aliento, y corren. Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos. ANT-2: En medio de la ciudad santa de Jerusalén está el árbol de la vida, y las hojas del árbol sirven de medicina a las naciones. Aleluya. ORACIÓN Después de haber probado a tu pueblo, Señor, pusiste paz en sus fronteras, reforzaste los cerrojos de la ciudad y saciaste a sus habitantes con flor de harina; mira también las dificultades de tu Iglesia, bendice a sus hijos, sácialos con el Pan Eucarístico, para que anuncien el Evangelio a toda nación y, de este modo, te alaben a Ti, su Dios y Señor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. MONICIÓN AL CANTICO Flp2,6-11 Resonancias en la vida religiosa La obediencia religiosa arraiga en la actitud obediente y humilde de Jesús: Jesús llegó a la libertad del Señor a través de la obediencia del siervo, solidarizándose con los hombres esclavos. Marcada por estos rasgos, la obediencia exige a los religiosos la renuncia real y efectiva al propio querer, al auto-servicio; la asimilación a aquellos que no tienen libertad para poder acoger, como don gratuito, la libertad de Dios. Nuestra obediencia no es simplemente una estrategia temporal o coyuntural, define el proyecto total de nuestra vida... hasta la muerte. Quien no asume esta condición dentro de la vida religiosa no sigue radicalmente los pasos de Jesús. Cantemos, pues, el himno de la humillación glorificadora de Jesús, paradigma de nuestra vocación. ANT-3: Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. 3 Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todonombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. ANT-3: Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. ORACIÓN Oh Dios, Padre lleno de bondad, tanto amaste al mundo que le entregaste a tu propio Hijo, quien se despojó de sí mismo pasando por uno de tantos, mira misericordiosamente a los hijos que adquiriste y enséñales a abrazarse a la Sabiduría de la cruz, porque Tú, Dios nuestro, enalteces a quien se humilla. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Lectura Breve 1 Co 1,23-24 Predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero, para los llamados judíos o griegos, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. REFLEXIÓN En tiempos de Pablo todavía era la cruz un escándalo para los judíos y una necedad para los romanos, pero los judíos y romanos de nuestro tiempo, los césares y fariseos de hoy, se honran con la cruz y se condecoran. ¿Acaso habrán comprendido que la cruz es sabiduría de Dios? ¿o habrá que decir que la cruz ya no significa lo mismo? Si en aquel tiempo fue plantada la cruz en la oposición, frente a los señores de este mundo y su justicia, y si ahora la vemos convertida en un ornato inofensivo que nada contradice en la sociedad, será porque la cruz ha sido tergiversada, desfigurada, manipulada, y no ciertamente porque la sociedad se haya convertido a la cruz de Cristo. Vemos aquí la causa de que los cristianos hayamos perdido la conciencia de nuestra identidad, pues no sabemos lo que decimos, lo que apreciamos y por lo que luchamos en el mundo, si es que luchamos por algo. Para recuperar esta conciencia y encontrarnos a nosotros mismos y saber qué debemos hacer como cristianos, habrá que poner en claro lo que significó la cruz para Cristo y debe significar, por lo tanto, para quienes se llaman hoy sus discípulos. La cruz fue para Cristo la voluntad del Padre cumplida hasta el extremo: "y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del Hombre". Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz Fue para Cristo la última palabra y la más elocuente. En la palabra de la cruz manifestó de una vez por todas lo que es Dios y quiere ser para los hombres, y ahora sabemos que Dios es Amor. La cruz fue para Cristo ponerse en el último lugar y prestar el mejor servicio a todos los hombres. La exaltación de la cruz, fiesta que celebraremos mañana, ha de ser para nosotros ocasión de hacer memoria, de recordar y proclamar muy alto lo que se ha querido olvidar y silenciar incluso dentro de la misma iglesia: que Cristo ha sido exaltado en la cruz y que todos los que son de Cristo no pueden apetecer otra gloria que ésta. Para servir hay que ponerse en la cola, y hasta ahí, hasta el último lugar, descendió el que era Hijo de Dios, y no quiso alardear de ello porque vino al mundo a servir y no a ser servido. Tengamos, pues, los mismos sentimientos que tuvo Cristo y no queramos conformarnos a este mundo. Si somos verdaderos discípulos de Cristo estaremos siempre con él, en la cruz. Por eso fue también la cruz el trono de la exaltación de Cristo, su gloria. Por eso recibió en la cruz el "nombresobre-todo-nombre". La cruz fue, finalmente, la justicia ajusticiada por los poderosos de este mundo, y, por ende, la justicia de Dios contra la justicia de los poderosos. Y si la cruz fue para Cristo todo eso, la cruz de Cristo no puede ser ya nunca asimilada, integrada, desvirtuada por un sistema en el que domina el capricho del egoísmo sobre las exigencias de la voluntad de Dios, el odio y la mentira sobre la revelación del amor, el dominio y el abuso de poder sobre el servicio, la ostentación de lo que no se es, por encima de la aceptación de la propia verdad. La cruz de Cristo es el mentís, la contradicción manifiesta de una sociedad competitiva donde se fomenta la rivalidad y la vanagloria. LA CRUZ, CAMINO DE CADA DÍA: "Quien no lleve su cruz detrás de mí, no puede ser discípulo mío". No habla Jesucristo de acordarnos de su cruz ni de convertirla en adorno o en objeto oficial ni se refiere a algún hecho extraordinario en nuestra vida, sino que habla de algo para cada día. Esto es la cruz como camino. Esto es lo que significó para El la cruz. No un final desgraciado o inesperado, sino la culminación de su camino. No hay rompimiento entre lo que hizo antes y su cruz. Jesucristo llegó a la cruz precisamente porque era el lugar adonde llevaba lo que El decía y hacía. La cruz -la incomprensión, la persecución, la oposición- Jesucristo la halló desde el primer momento, pero no se desvió en absoluto de su camino. Jesucristo no escoge la cruz, pero tampoco se aparta de su camino aunque éste lleve a la cruz. 5 Es un problema de fidelidad a su decir la verdad, a su luchar por la justicia, a su darse a los marginados y despreciados, a su combatir todo mal, toda trampa. Todo esto -lo sabemos bien- significa cruz para cada día. LA CRUZ CAMINO DE VIDA: La cruz no condena; la cruz salva. "Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él". Si nuestro cristianismo entiende y habla a veces de la cruz como un mal, un castigo, una desgracia, ¿no será porque ha comprendido poco qué es la Buena Noticia de Jesucristo? Aquí está el escándalo y por eso la fe cristiana es fe (es decir, algo que nunca se podrá demostrar): porque creemos que un camino de Cruz puede ser camino de Vida. Reducir el camino a Cruz y negar que es camino de Vida, es traicionar a Jesucristo. Es convertir su Buena Noticia en una Triste Noticia. sirva a la verdad y no a la mentira, al amor generoso y no al egoísmo insolidario, a la justicia de cada día y no al aprovecharse de los débiles, etc.., etc., etc. Y con ello basta. Si hacemos esto, ninguno de nosotros necesitará buscar la cruz: la encontrará sin buscarla. Cada día. Pero la encontrará como Jesucristo: como un camino de vida, un camino que dará fruto. Ahora, cuando bastantes actividades personales y comunitarias reemprenden sus tareas, de cara al nuevo curso, será bueno tener presente todo eso. Es necesario escoger bien el camino y saber por adelantado que, si es el de Jesucristo, será difícil. El cristiano no busca el sufrimiento, pero no puede rehuir la dificultad. No puede ser miedoso, ni fofo, ni cansarse por los obstáculos que deben superarse. El camino de Vida es camino de Cruz. RESPONSORIO BREVE ¿COMO?: La cruz, camino de cada día. La cruz, camino de vida. R.-Te adoramos. Oh Cristo, y te bendecimos. Pero imagino que preguntaréis: bien, todo esto ¿qué significa en la realidad?, ¿supone que debe buscarse el sufrimiento como si fuera algo bueno? No se trata de eso. De lo que se trata es de seguir a Jesucristo, de intentar vivir como El viviría (evidentemente, en nuestras circunstancias, en nuestra realidad concreta). Te adoramos… Escoger un camino que ahora sea consecuente con lo que El nos enseñó: un camino que, por ejemplo, ANT: Era necesario que el Mesías padeciera y resucitara de entre los muertos para entrar en su gloria. V.-Porque con tu cruz has redimido al mundo. Gloría al Padre. Te adoramos… MAGNIFICAT (cantado) Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz PRECES: Cantado: Cristo hizo de la cruz camino de Salvación. Hoy presentamos las cruces propias y del mundo para que uniéndolas a la de Cristo sean semilla de Salvación. Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos. Repetimos: Que tu cruz nos salve, Señor. . Por el Papa Benedicto para que todos sus esfuerzos y desvelos por extender el Reino fructifiquen y cada vez más entiendan el camino que Jesús nos mostró. OREMOS. . Por los dirigentes de las naciones para que pongan sus ojos en Cristo, de donde nos viene la Salvación. OREMOS. . Por todos los que sufren, para que Cristo alivie sus sufrimientos y acreciente su fe y esperanza. OREMOS. Amén PADRE NUESTRO (cantado) ORACIÓN Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu hijo, muerto en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de la redención. Por nuestro Señor Jesucristo… . Por los difuntos que acompañaron a Cristo en el camino de la cruz para que también sigan junto a Él en la casa del Padre. OREMOS. . Por la Fraternidad Franciscana de la Cruz, para que el Espíritu nos guíe ORACIÓN PROPIA siempre por el camino que Cristo nos trazó. OREMOS. Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta, solo Dios basta. (Se pueden hacer preces espontáneas.) 7 LAUDES MONICIÓN SÁLMICA 62 Resonancias en la vida religiosa ¡Este es el árbol de la Cruz, donde estuvo clavada la salvación del mundo! V- +Señor ábreme los labios R- Y mi boca cantará tu alabanza HIMNO (cantado) Cuánto he esperado este momento, cuánto he esperado que estuvieras así, cuánto he esperado que me hablaras, cuánto he esperado que vinieras a mí. Yo sé bien lo que has vivido, sé también por qué has llorado. Yo sé bien lo que has sufrido, pues de tu lado no me he ido. Pues nadie te ama como yo, pues nadie te ama como yo. Mira la cruz, ésta es mi más grande prueba. Nadie te ama como yo. Pues nadie te ama como yo, pues nadie te ama como yo. Mira la cruz, fue por ti, fue porque te amo. Nadie te ama como yo. El salmo 62 moviliza los sentimientos más profundos, la experiencia religiosa más genuina, que originó nuestra vocación. ¿No recordamos aquel día en que, abandonándolo todo, le dijimos: «Oh Dios, Tú eres mi Dios»? En aquellos primeros momentos, cuando Dios nos sedujo, contemplábamos su belleza, su encanto, su poder, mas no sospechábamos que no todo en nuestra vida sería dirigido por aquella luz, por aquella saciedad. Hemos tenido que vivir, como Jesús, la experiencia del destierro, de la noche, de la sequedad, de la lejanía del Padre. Pero con el salmista constatamos que hoy se puede revivir aquella experiencia vocacional, que es posible que su luz desvele nuestro sueño y que nos haga madrugar, como Jesús resucitó la mañana de Pascua cuando los demás dormían. Nuestra misma sed es sed de Dios, como la sed de Jesús crucificado. Y es posible calmarla con el «agua viva» del Espíritu. A pesar de las noches oscuras y de la sequedad seguimos anclados y unidos a Dios: «Mi alma está unida a Ti», «Sin Mí no podéis hacer nada». Lo recordamos como María en nuestro pensamiento y vida. Intuimos que nuestra noche sólo es la sombra que el mismo Dios proyecta sobre nuestro camino. Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz Renovemos la respuesta de nuestra vocación diciendo a nuestro Dios: «Tu gracia vale más que la vida». Tu encanto, tu belleza, tu amor, tu poder liberador, manifestados en el «lleno de gracia», Jesús, merece que te consagremos nuestra existencia y nos perdamos en el océano de tu mar inmenso. ANT-1: Murió en la Santa Cruz el que venció al infierno. Ceñido de poder, resucitó al tercer día. Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. ORACIÓN Señor, tú nos has creado así… Tú has metido en nuestra entraña, esta necesidad que tenemos de ti. Somos esa tierra reseca, agostada, sin agua… que grita para calmar su sed. Tú eres nuestra agua… te necesitamos. Nuestra vida sin ti no tiene sentido, sería todo un fracaso. La experiencia nos dice: cuando hemos intentado prescindir de ti, nos hemos sentido frustrados, angustiados. Por eso, queremos hacer de nuestra vida una búsqueda, un encuentro permanente contigo. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. MONICIÓN AL CANTICO DN-3 Resonancias en la vida religiosa Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré como de enjundia y de manteca, y mis labios te alabarán jubilosos. En el lecho me acuerdo de ti y velando medito en ti, porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. ANT-1: Murió en la Santa Cruz el que venció al infierno. Ceñido de poder, resucitó al tercer día. Hemos experimentado la bendición de Dios. Bendición es la vida que nos da el pan de cada día para nuestro cuerpo y espíritu, para la conservación de nuestro ser. Bendición de Dios es el Jesús que Él nos entrega en el acontecimiento de muerte y de resurrección, y que se simboliza realmente en los sacramentos; bendición de Dios es su Palabra que nos convoca, congrega, comunitariza y fraterniza. 9 Aunque paradójicamente a los ojos de muchos, bendición de Dios es nuestra pobreza, virginidad y obediencia, cuando Dios se sirve de ellas para fecundar la imagen de un hombre nuevo. Bendición de Dios es el marco cósmico que nos rodea, este maravilloso mundo que se regenera incansablemente como símbolo de la indeficiente fecundidad de Dios. Por eso, nosotros, comunidad bendita, en un cosmos bendito, refractamos la bendición bendiciendo a nuestro Padre. Tratamos de ser un pálido reflejo agradecido de su inmensa prodigalidad. Formamos parte de esta gigantesca sinfonía de toda la creación que glorifica al Señor. Sin manipularla, con mística actitud contemplativa, con el recato tímido de nuestra pobreza y obediencia virginal, seamos portavoces de este mundo bendito. Lluvia y rocío, bendecid al Señor; vientos todos, bendecid al Señor. Fuego y calor, bendecid al Señor; fríos y heladas, bendecid al Señor. Rocíos y nevadas, bendecid al Señor; témpanos y hielos, bendecid al Señor. Escarchas y nieves, bendecid al Señor; noche y día, bendecid al Señor. Luz y tinieblas, bendecid al Señor; rayos y nubes, bendecid al Señor. Bendiga la tierra al Señor, ensálcelo con himnos por los siglos. Montes y cumbres, bendecid al Señor; cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor. Manantiales, bendecid al Señor; mares y ríos, bendecid al Señor. Cetáceos y peces, bendecid al Señor; aves del cielo, bendecid al Señor. Fieras y ganados, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos. ANT-2: ¡Como brilla la cruz, de la que colgó Dios en carne humana y en la que, con su sangre, lavó nuestras heridas! Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos. Ángeles del Señor, bendecid al Señor; cielos, bendecid al Señor. Aguas del espacio, bendecid al Señor; ejércitos del Señor, bendecid al Señor. Sol y luna, bendecid al Señor; astros del cielo, bendecid al Señor. Hijos de los hombres, bendecid al Señor; bendiga Israel al Señor. Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor; siervos del Señor, bendecid al Señor. Almas y espíritus justos, bendecid al Señor; santos y humildes de corazón, bendecid al Señor. Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos. Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo, ensalcémoslo con himnos por los siglos. Pueblo es aglutinante. fuerza incitante y Bendito el Señor en la bóveda del cielo, alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. Quisieron borrar su nombre de la tierra, arrasar a su Iglesia, exterminar la fe en Él. Y siglo tras siglo su figura se engrandece y su presencia resulta más alentadora. ANT-2: ¡Como brilla la cruz, de la que colgó Dios en carne humana y en la que, con su sangre, lavó nuestras heridas! Nuestro proyecto de vida dramatiza en la Iglesia la victoria del Reino de Dios. ORACIÓN Señor, de verdad que eres admirable. Intentas acercarte a nosotros y hablarnos en el lenguaje que podamos entender. Cada una de tus criaturas es una palabra que nos habla de ti, con el lenguaje de su belleza, de su grandeza, de su color. Somos nosotros quienes tenemos que aprender a escucharte y a encontrarte ahí, en la grandeza y sencillez de tus obras. Nuestra vocación es todo un reto a desarrollar y a vivir. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. MONICIÓN SÁLMICA 149 Resonancias en la vida religiosa Nadie puede arrebatarnos el derecho a la alegría, a la fiesta. Somos comunidad guerrera en el Pueblo de Dios, intérpretes de sus luchas y victorias. Cristo en medio de su La humildad, la pobreza, el despojo que nos hace solidarios de los humillados, pobres y despojados, son los medios estratégicos de Dios para conseguir su victoria. Urge dejar que la victoria de Cristo se marque en nuestra carne; que nuestro canto no sea un cántico viejo, sino nuevo, con la novedad de Cristo Resucitado. ANT-3: Resplandece la santa cruz, por la que el mundo recobra la salvación. ¡Oh cruz que vence!, ¡cruz que reinas!, ¡cruz que nos limpia de todo pecado! Aleluya Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey. Alabad su nombre con danzas, cantadle con tambores y cítaras; porque el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. 11 Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas: con vítores a Dios en la boca y espadas de dos filos en las manos: para tomar venganza de los pueblos y aplicar el castigo a las naciones, sujetando a los reyes con argollas, a los nobles con esposas de hierro. Ejecutar la sentencia dictada es un honor para todos sus fieles. ANT-3: Resplandece la santa cruz, por la que el mundo recobra la salvación. ¡Oh cruz que vence!, ¡cruz que reinas!, ¡cruz que nos limpia de todo pecado! Aleluya ORACIÓN Señor, eres el siempre eterno y siempre nuevo, porque eres la vida que no envejece. Y eso es lo que quieres y buscas de cada uno de nosotros. Te molesta la rutina, la monotonía, porque dificulta tu encuentro de vida con lo más profundo de nuestro ser. Cada día esperas de nosotros la sorpresa de un amor renovado, como respuesta a tu amor siempre nuevo y permanente. De verdad, es lo que queremos que sea nuestra vida, desde la vivencia de nuestros compromisos contigo. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén Lectura del Evangelio según san Juan 3,13-17 En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: “Nadie ha subido al cielo, sino el que ha bajado del cielo: el Hijo del Hombre. Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado en alto, para que todo aquel que crea en él tenga la vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que le dio su Hijo Único, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no mandó a su Hijo a este mundo para condenar al mundo sino para salvarlo”. Palabra del Señor. COMENTARIO BREVE Esta escena comienza con un diálogo entre Jesús y Nicodemo. En el estilo típico de San Juan, Nicodemo se acerca a Jesús “de noche”, para destacar que todavía no está en la luz. En los versículos que leemos hoy, el diálogo se convierte en un monólogo en el que Jesús revela el plan de salvación de Dios. En este plan había un punto difícil de aceptar: el Hijo del Hombre debía morir en la cruz y resucitar (ser levantado significa tanto lo uno como lo otro). Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz Jesús recuerda el episodio de la serpiente en el desierto. Este episodio de la Biblia (Números 21) prefiguraba de antemano la suerte de Jesús, pero los judíos no habían penetrado en el sentido de este mensaje, en realidad no entendían los anuncios del sufrimiento de su salvador. Había también otro punto sobre el cual debían modificar sus ideas. Esperaban una venida de Dios para condenar al mundo y castigar a los malos. Dios, en cambio, enviaba a su propio Hijo a la cruz para salvar al mundo puesto que es su obra. La lectura de hoy nos presenta tres ideas importantes: • La palabra mundo tiene varios sentidos. En un primer sentido, el mundo significa la creación, que es buena, puesto que es obra de Dios. Pero los evangelistas también hablan del “mundo” como todo aquello que se opone a Dios y a su plan. • Asociar el amor de Dios por el mundo sólo a la muerte de Jesús, ha ocultado el don de Dios en la encarnación. El nacimiento de Jesús, la Palabra hecha carne, es la prueba más radical del amor de Dios al querer hacerse partícipe de nuestra humanidad. • Jesús vino a salvar, no a condenar; pero algunos se condenan ellos mismos al apartarse de la luz. Para la reflexión personal (música de fondo) 1. ¿Qué experiencias de muerte y vida nueva he tenido personalmente? 2. ¿Cómo estoy cuidando al mundo que Dios tanto ama? RESPONSORIO BREVE (cantado) No adoréis a nadie, a nadie más que a Él, No adoréis a nadie, a nadie más que a Él, no adoréis a nadie, a nadie más … BENEDICTUS ANT: Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos; por el madero ha venido la alegría al mundo entero. PRECES -Invoquemos a nuestro Redentor, que nos ha redimido por su cruz, y digámosle: Por tu cruz, llévanos a tu reino. . Cristo, tú que te despojaste de tu rango y tomaste la condición de esclavo, pasando por uno de tantos, haz que los miembros de la iglesia imitemos tu humildad. (OREMOS) 13 . Cristo, tú que te rebajaste hasta someterte incluso a la muerte, y una muerte de cruz, otórganos, a tus siervos, sumisión y paciencia. (OREMOS) . Cristo, tú que fuiste levantado sobre todo por Dios, que te concedió el Nombre-sobre-todo-nombre, concede a tus fieles la perseverancia hasta el final. (OREMOS) . Cristo, a cuyo nombre se dobla toda rodilla en el cielo, en la tierra y en el abismo, infunde la caridad en los hombres, para que te adoren en la paz. (OREMOS) . Cristo, consuela y conforta a cuantos hermanos nuestros sufren en el cuerpo o el espíritu y a nosotros haznos solícitos a sus necesidades. (OREMOS) . Cristo, que tu cruz sea el camino de los que nos consagramos a ti en la Fraternidad Franciscana de la Cruz, fortalece nuestra voluntad para seguir siempre tus huellas. (OREMOS) . Cristo, a quien toda lengua proclamará Señor, para gloría de Dios Padre, recibe a nuestros hermanos difuntos en el reino de la felicidad eterna. (OREMOS) El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, con el Espíritu Santo que se nos ha dado, cantemos con fe y esperanza: Padre Nuestro (Cantado) ORACIÓN Te bendecimos, Señor, Padre santo, porque has puesto la salvación del género humano en el árbol de la cruz, para que, donde tuvo origen la muerte, de allí resurgiera la vida. Y el que venció en un árbol fuera en otro árbol vencido por Jesucristo, tu Hijo y nuestro Señor y Salvador. ORACIÓN PROPIA Oh! Alto y glorioso Dios, ilumina las tinieblas de mi corazón, dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta; sentido y conocimiento para que cumpla tu santo y veraz mandamiento. (Se pueden hacer preces espontáneas. Amén Cantado: Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos. Amén. Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz EUCARISTÍA Monición de Entrada Nuestra celebración de hoy tiene un motivo especial: la dedicamos a contemplar aquello que es el punto de referencia de nuestra fe y de nuestra esperanza, la Cruz de Cristo. En ella tenemos la salvación, la vida y la resurrección. Hemos de poner en relación directa la Cruz de Cristo con la Eucaristía y destacar el sentido escatológico, por la Cruz llegamos a la luz. La Cruz, por otra parte, nos hace presentes a los crucificados de hoy: los pobres, los enfermos, los parados que buscan trabajo con desesperación, los detenidos justa o injustamente, los que padecen soledad, los que viven sin fe... Todos ellos son para nosotros un reclamo. Jesucristo los quiere resucitados con Él y solicita nuestra colaboración para realizar esta resurrección en el mundo. Trabajar por el que sufre es desclavar a Jesucristo de la cruz y nadie puede rehuir el realizar esta obra de amor. Con esta certeza, comencemos nuestra celebración. Primera Lectura Lectura del libro de los Números 21,4-9. En aquellos días, desde el monte Hor se encaminaron los hebreos hacia el mar Rojo rodeando el territorio de Edom. El pueblo estaba extenuado del camino y habló contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos pan ni agua y nos da náusea ese pan sin cuerpo. El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés diciendo: Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes. Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: Haz una serpiente y colócala en un estandarte: los mordidos de serpiente quedarán sanos al mirarla. Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte; cuando una serpiente mordía a uno, miraba la serpiente de bronce y quedaba curado. Palabra de Dios 15 Salmo Responsorial (Sal 77,1-2. 34-35. 36-37. 38) R/. No olvidéis las acciones del Señor. Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; inclinad el oído a las palabras de mi boca: que voy a abrir mi boca a las sentencias, para que broten los enigmas del pasado. R/ Y cuando los hacía morir, los buscaban, y madrugaban para volverse hacia Dios; se acordaban de que Dios era su roca, el Dios Altísimo, su redentor. R/ Lo adulaban con sus bocas, pero sus lenguas mentían: su corazón no era sincero con él ni eran fieles a su alianza. R/ El, en cambio, sentía lástima, perdonaba la culpa y no los destruía: una y otra vez reprimió su cólera, y no despertaba todo su furor. R/ Segunda Lectura Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 2,6-11. Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble -en el Cielo, en la Tierra, en el Abismo-, y toda lengua proclame: «¡Jesucristo es Señor!», para gloria de Dios Padre. Aleluya ¡El Hijo del hombre tiene que ser elevado, para que todo el que crea en Él, tenga vida eterna! Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz Evangelio +Lectura del santo Evangelio según San Juan 3,13-17. En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del Hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del Hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. Palabra del Señor Reflexión: En muchos de nuestros pueblos la cruz adquiere una simbología particular. Puede ser de doble sentido: asociar al crucificado los sufrimientos y dolores. Por otra parte, es encontrar el sentido de la solidaridad en el dolor. Pablo ha tomado un hermoso himno cristológico que seguramente se recitaba en las primeras comunidades cristianas. La invitación es para que el creyente tenga los mismos sentimientos de Cristo. Está llamado a configurarse plenamente con El. En últimas, nos encontramos con una densa definición de lo que significa y exige ser cristiano. En esta parte del diálogo de Jesús con Nicodemo se subraya especialmente el acontecimiento salvífico. Es Dios quien toma la iniciativa. El ha enviado a su Hijo unigénito y vuelve a él por el proceso de cruz/glorificación. El ser humano tiene que decidir frente a Jesús. O lo acepta como proyecto de vida o, simplemente, lo rechaza. La elevación de Jesús en la cruz, resonancia de la crisis vivida por el pueblo en el desierto luego de salir de Egipto, es la que constituye la exaltación de Jesús como Señor de la vida. La cruz cobra un nuevo significado para el creyente. Ya no será motivo de vergüenza o ignominia sino símbolo del amor grande de Dios para con la humanidad y triunfo de la vida sobre la muerte. Nuestros pueblos oprimidos por cruces milenarias encuentran en la cruz de Jesús una luz de esperanza para su vida. En ella descubren a un Dios que se solidariza con el dolor humano, pero no para justificarlo sino para salvarlo, liberarlo, dignificarlo. La Cruz es prueba amor, compromiso radical con el proyecto del Padre revelado en Jesús. Desde esta perspectiva, cargar nuestra cruz es asumir hasta el extremo en total fidelidad la causa de Jesús, la salvación integral de toda la humanidad. Juan Alarcón Cámara S.J. 17 Oración de los fieles A Jesucristo, que ha sido levantado sobre la Cruz para darnos vida, alzamos nuestros ojos y le decimos: “Señor Jesús, escúchanos” . Por tu Cruz, Señor Jesús, concede a tu iglesia la firmeza en la fe, el valor de la esperanza y la entrega en el amor. (OREMOS) . Por tu Cruz, Señor Jesús, alcánzanos la paz y la reconciliación entre los cristianos, entre todos los hombres de buena voluntad, entre todos los pueblos. (OREMOS) . Por tu Cruz, Señor Jesús, ayuda a los enfermos, da vigor a los oprimidos, conforta a cuantos comparten tu Pasión. (OREMOS) . Por tu Cruz, Señor Jesús, robustece a los que predican tu Evangelio en tierras lejanas, en los sectores más alejados de tu iglesia. (OREMOS) . Por tu Cruz, Señor Jesús, otorga a la Fraternidad Franciscana de la Cruz, a cada uno de los Hermanos y a todos aquellos jóvenes que desean abrazar este estilo de vida, el Espíritu de fortaleza y de paciencia, de paz y de amor y seamos portadores de la paz y el bien. (OREMOS) Dios Padre nuestro, que levantaste a Tú Hijo, obediente hasta la muerte y muerte de Cruz, escucha la oración de cuantos creemos en Él y queremos seguir su camino de entrega, de sacrificio por amor a Ti y a nuestros hermanos, Tú que Vives y Reinas por los siglos de los siglos. Amén. Ofrendas Te ofrecemos Señor, juntamente con el pan y el vino, lo mejor de nuestras vidas, nuestra entrega generosa a Ti; que el “SI” de nuestras vidas consagradas sea un unirnos a los padecimientos de tu Hijo muerto y Resucitado para la salvación de todos los hombres. Exhortación y Bendición final Hemos sido marcados con el signo de la cruz como pueblo salvado para servir al Señor. Recordando la cruz tenemos que aprender a perdonar y a sobrellevar las cargar de otros y aceptar la realidad de la vida como pueblo que espera y confía en la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén. Podéis ir en Paz. “Junto a tu Cruz he llorado de amargura, la amo porque me une a Ti; junto a tu Cruz, Señor, oro por la humanidad crucificada”