MEJORAMIENTO GENÉTICO APLICADO A CHINCHILLAS por Amalia Drenkard Qué esperamos de una Chinchilla? PRODUCTIVIDAD. Qué entendemos por productividad? Una amplia gama de características que son observables y mensurables y que el animal puede llegar a producir si el ambiente le es favorable. Estas características cuantitativas son conformación y tamaño; densidad, pureza de color, largo y textura de pelo; prolificidad, número de pariciones por año, cantidad de gazapos nacidos y que llegan a adultos; producción de leche, índice de mortalidad, adaptabilidad, etc. Estas y otras características que son muy importantes en la producción de animales están determinadas por la herencia y el medio ambiente. Tanto la genética como el ambiente actúan simultáneamente. Un criador puede tener un buen manejo del criadero, excelentes normas de sanidad y nutrición y no logra productividad porque está trabajando con animales genéticamente inferiores o mediocres o puede darse el caso muy frecuente en que el criador sin conocimientos de genética diluye o deja perder los rasgos genéticos de buenos ejemplares. A medida que aumenta la calidad genética de los animales (el rebaño) aumenta el índice de productividad, que no es lo mismo que prolificidad. Es importante aclarar que cuando se habla de condiciones ambientales se hace referencia no sólo a la temperatura, humedad, higiene del lugar, sino también a la época de los nacimientos; si es el primero o el último nacido de una camada numerosa; sexo; edad del destete; edad de los padres, si la madre tuvo suficiente leche, si no se abusó de los post partos, si se reforzó la alimentación durante la gestación, etc. Los mejores resultados los obtendrá el criador que controla las condiciones ambientales tanto como si aplica correctamente técnicas de mejoramiento genético mediante planes de apareamiento o cruzas. La palabra genética asusta a muchos criadores porque piensan en estudios teóricos complejos, así que nos ocuparemos de mejoramiento genético aplicado. Cuál es el objetivo básico y fundamental de tal mejoramiento? Aumentar la calidad promedio del rebaño en una o más características. Tener unos pocos animales excelentes no significa tener un criadero productivo. Dentro de un criadero existen animales buenos, mediocres y malos. Si no se eliminan los malos y pretendemos mejorar su progenie con un mejor reproductor, estamos perdiendo tiempo ( casi 2 años) y lo que es peor, estamos desperdiciando la calidad del buen reproductor. En la actualidad todos sabemos cuáles son esos animales malos y de nada vale que sea una hembra prolífica si lo que está produciendo es inferior. Se la debe eliminar y a su progenie destinarla a piel hasta que nuestro rebaño de chinchillas se vea homogéneo en calidad. Tratar de mejorar lo malo o regular insume entre 3 y 4 generaciones de cruzamientos para "diluir" las características indeseables. Selección Artificial o Selección Natural? Si estamos dispuestos a cambiar la calidad promedio de la población del criadero hasta lograr las características que el mercado exige, tendremos que aplicar una Selección Artificial y racional. La selección artificial es la elección decidida por el criador para diferenciarla de la selección natural que es la que ocurre siempre sin la elección del criador. En algunos casos la selección natural se opone a la selección artificial, por ejemplo, cuando se selecciona a favor del tamaño y se logran animales demasiado grandes y por este motivo son menos prolíficos. Existen dos métodos eficaces de mejoramiento genético: Selección y Cruzamiento. La Selección es la elección de los reproductores que dejarán descendientes. El Cruzamiento es el apareamiento entre individuos genéticamente distintos provenientes de distintas líneas o razas. Pueden ser ejemplares ajenos al rebaño e introducidos en el criadero. Heredabilidad. Qué criterios se aplican para seleccionar a los reproductores? Además de tener siempre en cuenta las características visibles ( fenotipo), de tamaño, pureza, densidad, etc. debemos tener presente el porcentaje de crías que heredan las cualidades de los padres. Si de 10 crías, 6 o 7 heredaron el fenotipo de[ padre o de la madre, se está ante un buen porcentaje de heredabilidad. Podremos afirmar que contamos con un reproductor dominante tanto en las características deseables como también en las indeseables. Lo que hace la diferencia es la selección de reproductores dominantes con la mayor cantidad de cualidades o características deseables y mínimos defectos. Debemos aprender también a reconocer los animales dominantes en sus "defectos" para eliminarlos como reproductores. Un rasgo que se transmite en un alto porcentaje es la falta de densidad; otro es la conformación costina. Las características que se transmiten con mayor frecuencia, es decir que tienen un mayor grado de heredabilidad son las que tienen que ver con la apariencia (fenotipo): tamaño, color, conformación. Otras tienen un menor índice o grado de heredabilidad: la prolificidad, fertilidad, producción de leche, adaptabilidad. Por estos motivos, si tenemos una hembra prolífica y lechera, se la debe considerar una reproductora valiosa aunque sea de tonalidad clara y cuello poco denso, fácilmente modificables con un apareamiento seleccionado. Si esas características indeseables no son dominantes en esa reproductora, se podrán "diluir" cruzándola con machos mediano- oscuros con cuello denso y de buen tamaño. El porcentaje en que la superioridad de los animales seleccionados se transmite a su progenie y por ende a todo el rebaño, nos está dando, la seguridad de la correspondencia entre el fenotipo ( lo que se ve) y el genotipo ( lo que no se ve) del animal seleccionado. Puede ocurrir que un macho dominante en las cualidades que buscamos tenga algunas crías mediocres. Por qué? Puede ser que la hembra con quien tuvo esas crías no sea genéticamente compatible y haya que separarlos. También tenemos que entender que un reproductor no es una fotocopiadora. No olvidemos el 30 a 40 por ciento de heredabilidad que determinará que un Gran Campeón pueda tener hijos de menor calidad. Debemos aceptar que la superioridad de un animal se transmite a su progenie en porcentajes variables y es obligación de un buen criador observar los resultados de un apareamiento y mantenerlo o cambiarlo hasta lograr lo mejor. Dos buenos reproductores no siempre tienen buenas crías, porque desconocemos la composición genética de los ancestros y es probable que uno de los dos padres sea portador de rasgos indeseables, por ejemplo, impureza de color, falta de densidad o falta de resistencia a las enfermedades. Una vez reconocidos en la progenie esos rasgos indeseables, se evalúa en qué porcentaje son transmitidos y se eliminan las crías que heredaron esos defectos y a los progenitores que los transmiten con frecuencia. drenkard@arnet.com.ar