FEDERICO GARCÍA LORCA BIOGRAFÍA (Pág. 275 libro de texto) POESÍA Primeros libros Expresan angustiado erotismo, con los motivos del amor perdido y la felicidad imposible - Libro de poemas (1921): versos con desencanto y desilusión, con presencia de los temas del Lorca posterior (frustración, amor, muerte, rebeldía). Rasgos modernistas y neopopularistas (romances, paralelismos), y algún rasgo vanguardista. - Canciones (1927): poemas breves, sencillos, ágiles y de tono popular, además de innovaciones vanguardistas, mezclando la ingenuidad infantil y el típico universo lorquiano inquietante, dolorido y trágico. Poemas de la Andalucía trágica - Poema del cante jondo (1931): el amor y la muerte en una Andalucía trágica y legendaria se expresan en versos cortos, asonantados o sin rima, con ritmo popular e intensa musicalidad. - Romancero gitano (1927): fusión de la tradición culta, el vanguardismo y los ritmos, métricas y técnicas populares. Su temática gitana, el andalucismo y un supuesto folclorismo fácil esconden una visión del mundo y de los hombres en clave mítica, marcada por un destino trágico contra el que luchan sin éxito unos seres (los gitanos) frustrados durante siglos y que esperan una muerte inevitable. Aunque esta atracción por el primitivismo parece la típica de Romanticismo y Modernismo, no hay en Lorca deseo de evasión ni añoranza por los paraísos perdidos, sino angustia ante una realidad siempre hostil. En definitiva, los gitanos se convierten en símbolo de la humanidad que se estrella ante una realidad que, imponiendo su ley, ahoga los instintos más puros. La abundancia de símbolos reiterados a lo largo de toda la obra proporcionan sugerencia y misterio. Los símbolos centrales serán la luna, la sangre, el agua, el caballo, las flores y hierbas, los metales… cuyo sentido (que suele relacionarse con la muerte, la tragedia, el infausto destino, el amor, la vida, la pasión, etc., motivos omnipresentes en el universo lorquiano) no siempre es unívoco y habrá que interpretarlo en función del texto donde estén estos símbolos. Poesía surrealista - Poeta en Nueva York (1940): obra escrita entre1929 y 1930 y publicada póstuma, nace del sentimiento de sensibilidad social surgido en Lorca ante la visión de la gran urbe, a la que le son inherentes la deshumanización, la pobreza y la insolidaridad (lejos queda la visión futurista y ultraísta de la gran urbe como signo de progreso). La ciudad es un mundo adverso, destructor de los valores humanos, y Nueva York, que se muestra como un conjunto de esquinas y aristas, ciudad dura e hiriente, símbolo del sufrimiento, se convierte también en símbolo de la sociedad capitalista, en la que todo queda subordinado al poder del dinero. Pero además, Lorca proyecta en este ambiente insolidario, racista y de explotación, sus conflictos personales: desarraigo afectivo, pérdida de identidad personal, proclamación de la libertad del amor homosexual… Si en los libros anteriores se había proyectado en seres “mitificados” como los gitanos, ahora se identifica con los débiles y desposeídos de la sociedad contemporánea. Así, el poeta alza su voz contra las injusticias del mundo actual, superando la estilización populista de la poesía tradicional y buscando nuevos cauces expresivos en el verso libre de tipo surrealista, influencia que se advierte también en la desinhibición erótica, la utilización de imágenes visionarias y metáforas audaces y alucinantes, el hermetismo e ilogicidad de muchos versos. De todos modos, no se trata de un surrealismo “estricto”, pues no usa la escritura automática, y el sentido general no se pierde nunca pues el poema está sujeto a una lógica basada en la estructura narrativa, las repeticiones, el desarrollo de una misma imagen o la reiteración de símbolos. Otras obras - Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías (1935): extensa y estremecedora elegía en cuatro partes para plasmar la desolación por la muerte del torero amigo, en la que combina la tradición popular y la culta, junto con recursos surrealistas. - Diván del Tamarit (1940): los moldes de la poesía árabe clásica sirven de cauce a un lirismo intimista, atormentado y dolorido. - Sonetos del amor oscuro: recurre al molde clásico del soneto con suma perfección, para expresar su experiencia amorosa personal, siempre debatiéndose entre el gozo y el dolor, la amargura y la melancolía. - Seis poemas galegos (1935): escritos en gallego, buscan su inspiración en la lírica popular gallega. TEATRO Buscó siempre la renovación formal del teatro español, y como su poesía, su dramaturgia presenta un profundo sentimiento trágico y lírico. Sus temas serán, de nuevo, la frustración personal y vital, el amor imposible y condenado a la soledad, al dolor o a la muerte, el deseo insatisfecho, la maternidad frustrada, la falta de realización personal…, problemas todos ellos que generan conflictos individuales o sociales y que son el motor de la propia acción dramática. El protagonista será siempre la mujer. Obra inicial - El maleficio de la mariposa (1920): teatro simbolista que usa un lenguaje próximo a la poesía lírica. Drama histórico - Mariana Pineda (1927): reivindica a la heroína granadina ejecutada en 1831 por haber bordado una bandera liberal, convirtiéndose en símbolo de la libertad. Se trata de una obra en verso estrenada con decorados de Dalí, que si bien está cerca del teatro modernista dominante por su tema histórico (mezclado con el amoroso), se aleja de él por el abandono de la ideología conservadora. Farsas para guiñol - Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita (1922) y el Retablillo de don Cristóbal (1931): se sitúan en el ambiente de revaloración del teatro para marionetas de la época (Valle-Inclán, Jacinto Grau). Es estas obras Lorca condena, desde la aparente ingenuidad o desde el descaro popular, la figura que encarna la autoridad. Destaca el carácter oral del discurso de los títeres, que conduce a lo sorprendente o irrepetible. Farsas para personas - La zapatera prodigiosa (1930) y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1933): en ellas aborda el tópico literario de viejo y la niña (desigualdad de edad en el matrimonio). Si la primera tiene final feliz, la segunda tiene un final trágico, plasmando la obsesiva vinculación en Lorca de eros y muerte. Teatro vanguardista (teatro irrepresentable o imposible) - El público (1930): obra hermética, oscura y difícil, desarrolla un doble problema: el individual del amor homosexual y el social del teatro convencional, que debe ser destruido y sustituido por otro más auténtico. La obra revela que todos los planos de la existencia son ficticios, aunque la búsqueda de la verdad es inevitable porque otorga al hombre la dignidad de ser. Ni siquiera el amor da una salida a los personajes, pues concretamente el amor homosexual es reprimido por las normas sociales. - Así que pasen cinco años (1931): reitera los temas característicos de Lorca (frustración, amor, muerte, amargura existencial) pero expresados desde una estética surrealista. - Comedia sin título (1935): plantea la necesidad de un teatro revolucionario, y la identificación entre teatro y vida; por ello hay que renovar el teatro, porque eso implicará una revolución moral y social. Tragedias rurales Obras que tienen en común los protagonistas femeninos, en situación de marginación social. Toma modelos y elementos del teatro rural modernista de Marquina o de Benavente, para llegar mejor al público, pero innova desdibujando el espacio y el tiempo dramáticos o con un diferente diseño de personajes. Estas obras se integran en la literatura republicana comprometida que no renunciaba a tener una finalidad social. - Bodas de sangre (1933): trata sobre la imposibilidad amorosa debida a las normas sociales que reprimen los instintos y a la disputa de dos jóvenes por una mujer, junto con la mezcla de amor, violencia y muerte típica de Lorca. Es una tragedia de tipo clásico, que mezcla prosa y verso, y en la que utiliza recursos de la tragedia griega como el coro para comentar la acción, y otros elementos simbólicos que le dan gran intensidad dramática. - Yerma (1934): trata otros temas lorquianos como la esterilidad y la maternidad frustrada (la protagonista se alza contra su destino matando a su marido), el anhelo de realización de la mujer que choca con la moral tradicional, la opresión femenina… - Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores (1935): es más bien un drama urbano que trata de las señoritas solteras de provincias condenadas a esperar inútilmente el amor en un medio burgués mediocre que ahoga su felicidad. Es un drama sobre la cursilería, de la mojigatería y de las ansias reprimidas de gozar. - La casa de Bernarda Alba (1936): obra cumbre de Lorca, donde prescinde del verso para agudizar el realismo, y utiliza un lenguaje sobrio y descarnado, de gran fuerza expresiva y eficacia dramática. Nos presenta un mundo rural cerrado y agobiante, violento y primitivo, de moral rígida y estrecha, de luto impuesto y autoritarismo, que ahoga la libertad, el cuerpo y el alma de las mujeres jóvenes. Sin embargo, el realismo argumental y la sobriedad escenográfica no impiden la presencia de símbolos (el agua, el trigo, el caballo, el blanco y el negro) del universo lorquiano característico: libertad frente a autoridad, pulsiones eróticas y naturales frente a normas sociales y morales, esterilidad frente a fecundidad, frustración, sometimiento, crítica social… Pero sobre todo es una reflexión sobre el poder, representado en Bernarda, quien de modo viril impone por la fuerza un código represivo a sus hijas que, excepto la menor, aceptan esas reglas heredadas de la tradición. Son todas personajes trágicos, víctimas de una sociedad que, paradójicamente, ayudan a sostener. El estilo, aparentemente sencillo, está muy elaborado: el registro coloquial alterna con parlamentos literarios donde son frecuentes las metáforas, paralelismos… Muy cuidada es también la estructura, las intervenciones de personajes secundarios que comentan la acción como el coro griego, la intercalación de canciones populares, el simbolismo de los elementos escénicos, nombre y vestuario… (Argumento en pág. 276 libro de texto).