En el Paris de los alios sesenta Mom6, un muchacho judio de 13 alios se hace amigo del tendero arabe apariencias de la calle Azul. Pero siempre son engaliosas: las el Sr. Ibrahim, el tendero, no es arabe, la calle Azul no es azul y el muchacho puede no ser judio. Eric-Emmanuel Schmitt (1960) es el autor de teatro frances mas representado en Francia y en el extranjero. Sus obras se han estre- nado en mas de 30 paises. Este breve relato, gran exito teatral en Francia, de la Trilogia de vado al cine es el segundo 10 Invisible. con Ha sido lle- actores como Omar Sharif e Isabelle Adjani. «En un momento en el que el mundo sufre mas que nunca a causa de los fanatismos de todo tipo y en el que la religion se convierte en motivo de conquista, he aqui un magnifico espectaculo en forma de cuento que reconcilia al hombre consigo mismo. EI texto de Eric-Emmanuel Schmitt es de una sencillez y una humanidad conmovedoras. Hace reir, llorar, en fin: es prodigioso.» - Paris Match «Una vision noble y conciliadora de la humanidad. Para recomendar a todos aquellos que creen que el Islam es una religion histerica.» - Le Point Diseiio de la portada: Michael Ilustraci6n: Sara Swan Newman Todas las noches Simon tiene el mismo suefio. Una mujer enigmatica se 10 interpretara: es la reencarnacion del tio de Milal'epa, el celebre mistico tibetano del siglo XI, que odiaba a muerte a su sobrino. Para poder salir del cicio de las £1 senor Ibrahim y las flares del Caran l'eencarnaciones Simon debe con tat" su historia ados hombt'es identificandose con ellos basta el punto de mezclar sus identidades y que sus yos se confundan. Pero, idonde empieza el suefio y donde la realidad? Eric-Emmanuel Schmitt (1960) es cl autor de teatro franees mas repre'cntado en Francia y en el extranje"0, Sus obras se han estrenado en rmls de 30 paises. Este breve relato, gt'an exito teatral en Francia, es e1 pl'imero de la Trilogla de 10 Invisible, «Un texto que nos eleva, que nos c;onduce mas aHa de las cumbres del I I"imalaya, alas cimas del pensamicnto humano, el bien, elmal, como ser t'rl eI mundo, como encontrar nuestt'O r:lIlllino en elmundo». - Radio Ft'ance I Si este LibroIe ha imeresado y desea que Ie mamengamos inform ado de nuestras publicaciones, escrfbanos indicindonos que temas son de su interes (Astrologia, Auroayuda, Ciencias Oculras, Artes Marciales, Namrismo, Espiritualidad, Tradicion ...) y gusrosarneme Ie complaceremos. Colecci6n Obelisco Narrativa EL SENOR IBRAHIM Y LAS FLORES DEL CoRAN Eric-EmmanueL Schmitt 1" edicion: mayo de 2003 3" edicion: septiembre de 2004 Timlo original: Monsieur Ibrahim et lesfleurs du Coran Traduccion: Alex Arrese Maquetacion: Marta Rovira Disefio de portada: MichaeL Newman © 2001 by Editions Albin Michel (Reservados todos los derechos) © 2003 by Ediciones Obelisco, S.L (Reservados los derechos para la presente edicion) Edira: Ediciones Obelisco S.L. Pere IV, 78 (Edi£ Pedro IV) 4" planta 5" puerta. 08005 Barcelona-Espana Te!. 93 309 85 25 - Fax 93 309 85 23 Castillo, 540 -1414 Buenos Aires (Argentina) Tel y Fax 541 147714382 E-mail: obelisco@edicionesobelisco.com ISBN: 84-7720-988-X Deposito Legal: B-33.501-2004 Impreso en Espana en los talleres graftcos de Fabrica Grilfica, S.L. eI Arquimedes, 19 - Sam Adria de Besos (Barcelona) Ninguna parte de esta publicacion, incluso el disefio de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada, transmitida 0 utilizada en manera alguna ni por ningun medio, ya sea electtonico, quimico, mec:inico, de grabacion o electrografico, sin el previo consemimiemo par escriro del ediror. A los trece mos rompf mi cerdito y me fui de putas. Mi cerdito era una hucha de porcelana vidriada, color vomito, con una ranura que dejaba meter las monedas pero que no las dejaba salir. Mi padre la habfa escogido, esa hucha de sentido linico, porque se correspondfa con su vision de la vida: el dinero esta para guardarlo, no para gastarselo. Habfa doscientos francos en las tripas del cerdito. Cuatro meses de trabajo. Una manana, antes de marcharme al instituto, mi padre me dijo: -Moises, no 10 entiendo ... Falta dinero ... A partir de ahora, vas a apumar en el cuaderno de la cocina rodo 10 que vayas gastando al hacer la compra. o sea, que no bastaba con que me echaran la - ~Tienes dieciseis anos, tu? bronca en el instituto igual que en casa, no bas- - Ya te digo. Desde esta manana. taba con lavar la ropa, estudiar, hacer la comida, Subimos. No me 10 podia creer: tenia veinti- encargarme de las compras; no bastaba con vivir d6s anos, era toda una vieja y era toda para mi. solo en un enorme piso negro, vacio y sin amor; Me explic6 c6mo habia que lavarse, y despues con ser el esclavo, mas que el hijo, de un aboga- c6mo se hacia el amor ... do sin pleitos y sin mujer. iEncima, ahora, resul- yo ya 10 sabia, pero la deje Evidentemente, taba que era tambien un ladr6n! Pues ya que era hablar, para que se sintiera mas a gusto, yade- sospechoso de robar, decidi hacerlo de verdad. mas porque me molaba su voz, asi como un Total, que en las tripas del cerdito habia dos- poco mosqueada, como un poco tristona. Todo francos era 10 que el tiempo que pase con ella, estuve a punto de costaba una chica de la calle Paraiso. Era el pre- desmayarme. AI final, me acarici6 la cabeza, con cio de hacerse hombre. dulzura, y me dijo: cientos francos. Doscientos Las primeras me pidieron el carne de identi- - Tendras que volver y traerme un regalito. dad. A pesar de mi voz, a pesar de mi peso (esta- Eso casi me fastidi6 toda la alegria: me habia ba gordo como un saco de golosinas), no se aca- olvidado del regalito. Ya esd, ya era to do un baban de creer que tuviera los dieciseis mos que hombre. les declaraba. Debia de ser que me habian ido muslos de una rnujer. Apenas si me aguantaba viendo pasar y crecer, durante todos esos mos, de pie de 10 que me temblaban las piernas y ya enganchado a mi bolsa de malla llena de verduras. habian comenzado AI fondo de la calle, debajo de un porche, Habia recibido el bautizo entre los los problemas: se me habia olvidado el famoso regalito. guapa Volvi a casa corriendo, entre como una exha- como ella sola. Le ensene mi dinero. Me sonri6. laci6n en mi cuano, mire a mi alrededor para ver habia una chica nueva. Era rechonchita, que era 10 mejor que Ie podia regalar, y me fui arabe de una calle judia. Sin duda porque sonre- volando a la calle Paraiso. La chica seguia debajo ia mucho del porche. Le regale mi osito de peluche. daba la sensacion de ser ajeno a la agitacion corriente y hablaba poco. Sin duda porque de los mortales, sin moverse jamas, como una rama que se hubiera injertado en el Fue mas 0 menos en esa misma epoca cuan- do conod al senor Ibrahim. taburete, sin recoger jamas su puesto delante de nadie, y desapareciendo qui en sabe donde entre £1 senor Ibrahim siempre habia sido viejo. Segun recuerdan unanimemente todos los de la la medianoche y las ocho de la manana. Pues eso, que todos los dias yo hada la com- calle Azul y la calle Faubourg- Poissoniere, siem- pra y las comidas. Solo compraba pre se Ie habia visto sentado en su tienda de a comprarlas cada dia no era para que estllvieran comestibles, des de las ocho de la manana hasta frescas, no, sino porque mi padre solo me daba la medianoche, dinero para los gastos de un dia, iY,ademas, eran encorvado como un arbotante entre la caja y los productos de limpieza, con un pie en la calle y el otro debajo de las cajas de latas. Si iba mas faciles de cocinar! Cuando empece a robarle a mi padre para cerillas, con una bata gris sobre su camisa blan- castigarle por haber sospechado de mi, tambien ca, con dientes de marfil bajo su bigote reseco, empece a robarle al senor Ibrahim. Me daba un y con sus ojos tonG pistacho, verde poco de vergiienza pero, para luchar contra esa y marron, mas claros que su piel morena mote- vergiienza, en el momento de pagar pensaba con ada de sabiduria. todas mis fuerzas: jPero si no es mds que un drabe! entre Porque al senor Ibrahim, segun el decir gene- Cada d{a miraba fijamente al senor Ibrahim ral, se Ie consideraba todo un sabio. Sin duda a los ojos y eso me daba mas valor. jPero si no es porque hada al menos cuarenta anos que era el mds que un drabe! -Yo no soy arabe, Mom6, soy del Crecient Ferril. ,I list 1111 t I \':11(011es, ~por que dicen que usted es el la calle, grogui. JEI senor Ibrahim me Ida el pensamiento! Entonces, si me Ida el pensamiento, I IIII' I II liP I· Ia manana hasta la medianoche, incluso h dnlllingos», en la tienda de comestibles. Ie pregunte: Confieso que me habia pasado toda la noche al senor Ibrahim sentado sobre el cuerno de un cruasan de oro y volando en un iba la conversaci6n. 1\.,( -~Que es el Creciente Ferril? I: II !.11 1IOS I" va des de Anatolia hasta Persia, Mom6. El dia siguiente, al sacar el monedero, anadi: que habriamos Imber sido porque nos encontramos 1I11 ( :1':111 buUicio en la calle Azul. Han parado la -iol1. Han corrado la calle. Se rueda una I' I I lib. mos, Ie pregunte: con Bardot. I\,jl',itl' -Ya se que te llamas Moises. Justamente por 111:1 "()do para que resulte menos AI dia siguiente, mientras contaba los centi- dos ill I II ImpreslOnante. 0 "1bar coda una conversaci6n de una hora AI dia siguiente fue el quien anadi6: . tardado un ano ,) 11,1 .1 -No me llamo Mom6, sino Moises. eso te llamo Mom6, tiempo. £1, porque era viejo, y yo, lata de conservas. 1111:1 (:1"0 -Es el nombre que se Ie da a una regi6n que Una Frase por dia. 'ra joven. Y, un dia si y otro no, Ie roba- 1'1111111' cielo estrellado. . (I . la aIle si no es arabe? Al'al ',Mom6, quiere decir «abierro desde las ~sabria tambien que Ie sisaba cosas? imaginandome '. No soy arabe, Mom6, soy musulman. Recogi las cosas que habia comprado y sali a AI dia siguiente no Ie robe ninguna lata, pero I :Ih , d que mas Ie da? Moises es judio, I 10 que tiene sexo en la calle Azul, la ill· P:lpillon y Faubourg-Poissoniere lll, jOlla I\ II dOl esta revo- 10. Las mujeres quieren comprobar si la sta tan bien como dicen. Los hombres £l senor Ibrahim y Lasflores del Cordn han dejado de pensar: la capacidad de discurrir char de su despiste para escamotearle se les ha quedado enganchada latas. iQue rollo! Se ha vuelto a sentar detras de en la cremallera algunas de la bragueta. jHa venido Brigitte Bardot! jLa su caja registradora. Le den los ojos al contem- Bardot en carne y hueso! plar a la Bardot por encima de sus jabones y sus Yo, me asomo a la ventana. La miro y me pinzas de la ropa. Nunca antes 10 he visto as!. recuerda a la gata de los vecinos del cuarto, una -2 Usted esta casado, sefior Ibrahim? preciosa gatita a la que Ie encanta estirarse al sol -Si, claro que estoy casado. en el balc6n y que da la sensaci6n de que s6lo No esti acostumbrado vive, respira y parpadea para provocar admira- a que Ie hagan pre- guntas. ci6n. Pensandolo bien, descubro tambien que se En ese preciso instante podda haber jurado parece realmente alas putas de la calle Paraiso, que el senor Ibrahim no era tan viejo como creia sin darme cuenta de que, de hecho, son las putas to do el mundo. de la calle Paraiso las que se disfrazan de Brigitte -iA ver, senor Ibrahim! Imaginese que esta Bardot para llamar la atenci6n de los clientes. en un barco, con su mujer y Brigitte Bardot. El Y entonces, para gran estupor mio, me doy barco se hunde. 2Que decide hacer usted? cuenta de que el sefior Ibrahim ha salido hasta -Apuesto el umbral de su puerta. Es la primera vez, al Nunca he visto unos ojos reirse tanto como que mi mujer sabe nadar. menos des de que yo existo, que se ha levantado aquellos. Se reian a mandibula batiente, 10s ojos de su taburete. del senor Ibrahim, Despues de observar al animalito pavonearse delante de las dmaras, Bardot pienso en la un ruido de mil demonios. De repente, zafarrancho guapa rubia que ya es duefia de mi osito, y deci- sefior Ibrahim do bajar a la tienda del sefior Ibrahim y aprove- entra en el colmado. 16 armaban de combate, el se pone firme: Brigitte Bardot Eric-Emmanuel Schmitt El senor Ibrahim y !as flores del Cordn -Buenos <:lias.~Me puede dar una botella de agua, por favl:>r? Es verdad que, a partir de aquel dia, habria -Por supu.esto, senorita. Y entonees, sueede 10 inimaginable: podido ir a pillarlas a otra parte, las latas, pero el el senor Ibrahim, en persona, se levanta para ir a busearIe una botella. de agua en la seeei6n eorrespondiente, y se la, trae. -Muehas Ese dia fue euando nos hieimos amigos. graeias. ~Que Ie debo? senor Ibrahim me hizo jurarle una eosa: -Mom6, si quieres seguir robando, yen a ro- barlas a mi tienda. Y despues, durante senor Ibrahim los dias siguientes, me explie6 eantidad el de trucos -Cuarenta. franeos, senorita. para saearle pasta a mi padre sin que se diera Da un respingo, la Bardot. Yo tambien. Una euenta: ponerle pan de la noehe anterior 0 de botella de agtu eostaba dos franeos, en aquella dos dias antes pasandoselo por el homo antes; ir epoea, no euarenta. anadiendo aehieoria paulatinamente en el cafe; -No sabia que el agua era tan eseasa aqui. reutilizar las bolsitas de te; prolongarle su vino -No es el agua 10 que eseasea, senorita, son Beaujolais de todos los dias mezelandolo las verdaderas estrellas. con vino de tres franeos; pero la mayor pasada, la Se 10 dijo eon tanto eneanto, con una sonri- idea mas genial, la que demostraba que el senor sa tan irresistible, que Brigitte Bardot se sonroj6 Ibrahim levemente, Ie dio los euarenta franeos y se fue. pena, fue la de sustituirle las terrinas de foie-gras No me 10 podia creer. -jOstras, -Hombre, Senor Ibrahim, que morro tiene! Mom6, de alguna forma tengo que reeuperar el dinero de todas las latas que me ehorizas. era rado un experto en jeringar a la por otras de pate para perros. Graeias a la intervenei6n se habia produeido del senor Ibrahim, una fisura en el mundo de los adultos, no presentaba ya el mismo muro uniforme contra el que yo me daba de eabeza- zos, sino que una mana se me tendia a traves de Mortunadamente, una rendija. naron los musculos de fuerza. Habia vuelto a ahorrar doscientos francos. los alaridos de la puta me lle- Se me acerco, titubeante con sus tacones Iba a poder demostrarme otra vez que era todo altos. Le devolvi el bolso. Ella, encantada, se 10 un hombre. apreto contra su opulento pecho que tan bien Calle Paraiso. Caminaba derecho hacia el porche donde se ponia la nueva propietaria de mi osito. Le lleve una concha que me habian regalado, una concha de verdad, que me habian traido del mar, del mar de verdad. sabia gemir. -Gracias, pequenin. ~Que puedo hacer por ti? ~Quieres que te regale un servicio? Era un vejestorio. Tenia por 10 menos treinta anos. Pero, tal y como me habia dicho el La chica me brindo una sonrisa. senor Ibrahim, a una mujer nunca se la puede En ese mismo momenta salieron de los arcos contrariar. un hombre que corda como una rata y una -Vale. puta, dewis de el, que 10 perseguia y gritaba: Subimos a su habitacion. La duena de ml -jLadron! jMi bolso! jCojan a ese ladron! ositq tenia cara de estar indignada de que su cole- Sin pensarmelo estire la ga Ie hubiera quitado su cliente, yo. Cuando se dio de pasamos por delante de ella, me soplo en el oido: morros un os metros mas para alIa. Me lance -Vente manana. Yo tambien te 10 hare gratis. sobre el. Pero no me espere al dia siguiente ... pierna ni un momento, hacia delante. El ladron me miro, vio que yo no era mas Entre el senor Ibrahim y las putas, la vida que un cdo, sonrio, a punto de pegarme un con mi padre se me hada cada vez mas cuesta palizon. Pero como la chica se lanzo a la calle arriba. Habia cogido la costumbre de hacer una grit ando como loca, se puso de pie y se piro. cosa espantosa y mareante: dedicarme a compa- Elladron rar. Cuando estaba con mi padre, siempre tenia frio. Con el senor Ibrahim y las putas, se estaba mas calentito, habia mas claridad. El trabajo: esa era la gran palabra, la justificacion absoluta ... -Perdona, papa. la biblioteca hereditaria, alta -jMenos mal que tu hermano Popol no era asi! y profunda. Todos esos libros que se supone Popol era la otra forma de decir que yo era Contemplaba que contienen la quintaesencia de la mente un cero a la izquierda. Mi padre, cuando yo humana, el inventario de las leyes, la sutileza hada algo mal, siempre me restregaba por la de la filosofia, los miraba cara la imagen de mi hermano mayor, Popol. en la oscuridad (Moises, cierra las contraventanas, que la luz se «En el colegio, Popol era muy aplicado. A Popol come las encuadernaciones), y despues con- Ie encantaban las matematicas y no ensuciaba templaba a mi padre leyendo en su siIlon, ais- nunca la banera. Popol no hada pis fuera de la lado en el drculo de luz de la lampara de pie taza. A Popol Ie gustaba mucho leer los libros que, a modo de conciencia amarilla, flotaba que Ie gustan a Papa.» por encima de sus paginas. Se mantenia En el fondo no estuvo tan mal que mi madre enclaustrado entre los muros de su ciencia. Me se marchara con Popol, poco despues de haber prestaba la atencion que se Ie puede prestar a nacido yo. Bastante esfuerzo costaba ya pelear un perro (de hecho, detestaba a los perros), contra un recuerdo como para tener que convi- pero sin tan siquiera sentir la tentacion vir con una perfeccion andante como Popol. tirarme un hueso de sus conocimientos. de Si yo hada un poco de ruido ... -Dy, perdon. -Moises, dIlate. Estoy leyendo. Yo trabajo, sabes ... Eso habria superado todas mis fuerzas. -Papa, ~tu crees que Popol me habria querido? Mi padre se me queda mirando, intentando descifrarme, con espanto. -jPero que casas preguntas! 0 mas bien El senor Ibrahim y Lasflores del Cordn Esa fue la respuesta que recibi: iPero que mercandas cosas preguntas! Yo habia aprendido a mirar a la gente a traves de los ojos de mi padre. Con desconfianza, con desprecio ... El hablar con el tendero arabe, aunque no fuera arabe (ya que «arabe quiere decir que la tienda de ultramarinos esra abierta de noche, y los domingos»), el hacerles favores alas putas, esas eran las dos cosas que yo ocultaba en un cajon secreto de mi mente, ya que, oficialmente, esas cosas no formaban parte de mi vida. -2Por que no sondes nunca, Momo? -me Eso me sento como un punetazo, y tambien este local. Pero a fin de mes, siempre me queda muy poco, sabes. Y me sonreia aun mas, como para burlarse de mL -Mire usted, senor Ibrahim, cuando digo que eso es cosa de ricos, el sonreir, quiero decir que es una cosa de Ia gente feliz. -Pues ese es justamente tu error. Es el sonreir 10 que Ie hace a uno sentirse feliz. -iY un huevo! -Pruebalo. -jQue y un huevo, Ie estoy diciendo! pregunto el senor Ibrahim. esa pre- gunta, como una patada para la que yo no esta- -Pero tu eres un chico bien educado, 2no, Momo? -jQue remedio! A base de tortas. ba preparado. -Sonreir -Pero estos billetes me sirven para pagar las es cosa de ricos, senor Ibrahim. Yo no me 10 puedo permitir. Pues justo para darme la vara, sonrio. -Ser bien educado esta bien. Pero ser amable es mejor. Intenta sonreir y veras. Bueno, la verdad es que, despues de todo, -20 sea que tu crees que yo soy rico? pidiendomelo asi tan amable el senor Ibrahim, -Pero si usted siempre tiene la caja llena de que me pasa alguna que otra lata de chucrut con billetes. No conozco a nadie que tenga tal canti- guarnicion calidad superior asi como quien no dad de billetes delante de sus narices todo el dia. quiere Ia cosa, pues vale la pena probarlo ... EI senor Ibrahim AI dia siguiente, me compono enfermo total al que Ie hubiera durante la noche: las flores del Cordn como un iQue borrachera! Nada se me resiste ya. EI picado algo sefior Ibrahim me ha dado el arma perfecta. Me a to do el dedico a ametrallar a todo el mundo con mi son- voy sonriendo mundo. -No, y risa. Ya no se me trata como a una cucaracha. Sefio, 10 siento, no he comprendido este ejercicio de mates. Y jzas! Sonrisa. De vuelta del instituto, negra enorme que siempre me ha rechazado: -jQue hay! -Vale, Moises, te 10 vuelvo a explicar. j Z·, as. En el comedor ... -2Me puede poner un poco mas de crema de castafias? a la calle Paraiso y me dirijo ala puta mas guapa, una -jNo he sabido hacerlo! Lo nunca visto. Sin broncas, sin regafiinas. Nada. voy corriendo Sonnsa. . -2Subimos? - 2T u tienes dieciseis afios? -jPues claro que tengo dieciseis afios, des de hace tiempo! jZas! Sonrisa. jZas! Sonrisa. Y subimos. -Si, y con queso blanco ... Y despues, mientras me estoy vistiendo, Ie Y me la dan. cuento que soy periodista, que estoy escribiendo En la clase de gimnasia, reconozco que se me un gran libro sobre las prostitutas ... han olvidado las zapatillas de depone. jZas! Sonrisa. -Profe, es que se estaban secando todavia ... EI profe se de y me da una palmadita en el hombro. Y jzas! Sonrisa . ... que necesito que me cuente algo de su vida, si a ella no Ie impona. -2Es verdad, eso de que eres periodista? jZas! Sonrisa. Eric-Emmanuel El senor Ibrahim y las flores del Coran Schmitt -Sf. Bueno, soy estudiante de periodismo ... -Acercate -me dice. Me cuenta cosas. Me fijo en como Ie palpi- Siento que mi sonrisa estci ganando. iToma tan suavemente los pechos a medida que se va ya! Una nueva vfctima. Me acerco a el. ~Es que a hablar. No me 10 puedo creer. Una me querra dar un beso?"Una vez me conto que animando mujer me esta hablando, Una mujer. Sonrisa. hablando Ella sigue conmigo. hablando. Sonrisa. Ella sigue hablando. Por la tarde, cuando mi padre vuelve a casa, Ie ayudo a quitarse el abrigo como de costumbre y me planto del ante de el, a plena luz, para ase~urarme de que me ve bien. a Popol Ie gustaba mucho dade besos, que era un mimoson. ~Serfa que Popol habfa descubierto el truco de la sonrisa desde que nacio? 0, si no, que a mi madre Ie habia dado tiempo a ensenarselo, a Popol. Estoy cerca de mi padre, contra su hombro. Veo como Ie parpadean las pestanas. Yo sigo sonriendo y casi se me rompe la boca. -La cena esta lista. -Vamos a tener que ponerte un aparato. No jZas! Sonrisa. Me mira sorprendido. me habfa dado cuenta de que tienes los dientes Sigo sonriendole. hacia delante. agotador, La verdad es que resulta despues de to do un dfa, pero yo, aguanto. -Oye, tu has hecho alguna trastada. Ahora sf que me desaparece la sonrisa. Pero,no desespero. Esa noche fue cuando cogi la costumbre de ir aver al senor Ibrahim por la noche, una vez que mi padre se habia acostado. -Es culpa mia. Si yo fuera como Popol, a mi padre Ie serfa mas facil quererme. En el postre, vuelvo a intentado. -~Y tu que sabes? Popol ya no estci aquf. jZas! Sonrisa. -~Y que? -Pues que quizas el no aguantaba a tu padre. Me observa incomodo. La seman a siguiente, el senor Ibrahim -2Usted cree? me -Se ha ido. Ahi tienes la prueba. envi6 a ver a un amigo suyo, el dentista de la calle El senor Ibrahim me dio sus monedas am a- Papillon. Desde luego, el senor Ibrahim era un rillas para que las colocara en cartuchos. Eso me hombre con influencias. AI dia siguiente me dijo: -Mom6, ayudaba a calmarme un poco. sonrie menos, que ya esra bien. -2Usted 10 conoci6, a Popol? Senor Ibrahim, jQue no, que es bromaL .. Mi amigo me ha ase- 2conoci6 usted a Popol? 2Que Ie parecia a usted gurado que no te hace falta un aparato para los Popol? dientes. Dio un golpe seco a la caja, como para evitar que hablara. -Momo, Se inclin6 hacia mi, con esos ojillos sonrientes suyos. mira 10 que te digo: te prefiero cien veces, mil veces, antes que a Popol. en la calle Paraiso, con todo ese hierro en la boca. 2A cual crees que Ie podrias 't -, ·Ah ' S10 Eso me puso bastante -Imaginate seguir haciendo creer que tienes dieciseis anos? contento, pero no Ahi si que me meti6 un gol, el senor quise que se me viera. Cerre los punos yense- Ibrahim. De repente, fui yo el que Ie pidi6 algu- ne un poco los dientes. A la familia hay que nas monedas, para reponerme del impacto. defenderla. -A ver, eh, que no Ie permito que hable mal de mi hermano. 2Que tenia usted en contra de Popol? -Era muy majo, Popol, muy majo. Pero, si me 10 permites, yo prefiero a Mom6. Fui todo un caballero y se 10 perdone. -Pero, 2c6mo sabe usted todo eso, senor Ibrahim? -Pero si yo no se nada. Yo s610 se 10 que pone en mi Coran. Segui haciendo algunos cartuchos de monedas. -Mom6, esra muy bien ir a ver a las profesio- nales. Las primeras veces, siempre hay que ir con El senor Ibrahim y las flores del Cordn profesionales, con mujeres que conozcan bien su AI dia siguiente, el senor Ibrahim me llevo profesion. Mas adelante, cuando comp1iques 1as a Paris, al Paris precioso, a ese Paris de las fotos, cosas, cuando metas sentimientos de por medio, de 10s turistas. Estuvimos paseando por 1a orilla podras contentarte con 1asaficionadas. del Sena. iQue de curvas ese rio! Me senti mejor. -Mira Momo, al Sena Ie encantan 10spuentes. -~ Usted va, a veces, a 1a calle Paraiso? Es como una mujer a la que Ie chiflan 1aspulseras. -E1 Paraiso es de entrada 1ibre. Despues fuimos a caminar por 10s jardines -jVenga ya, no se pase, senor Ibrahim! No me va usted a decir que, a su edad, sigue yendo. -~Por que? ~Es que est<! reservado a 10s menores de edad? pollez. Despues Honore, por la calle Faubourg-Saint- donde habia cantidad de tiendas con de marcas: Lanvin, Hermes, Saint Laurent, Cardin ... Era raro, ver todas esas tiendas enormes y vadas, comparadas con 1a tienda ~que tal si nos damos un paseo jun- tos? -jAnda!, no!. nombres Ahi me di cuenta que habia dicho una gili-Momo, de 10s Campos EHseos, entre 10s teatros y el gui- de ultramarinos del senor Ibrahim, que no ocu- paba mas que un cuarto de bano, pero en la que ~pero es que usted sale a andar a veces? no se paraba nunca, y en la que se podia encontrar, apilados desde el suelo hasta el techo, estan- -jToma ya! Qtra gilipollez. teria tras estanteria, en tres alturas y cuatro filas, Pero ahora, anadi una gran sonrisa. todos 10s artlcu10s de primera, segunda ... y has- -0 sea, 10que quiero decir es que como siem- ta de tercera necesidad. pre 10 he vista aqui, sentado en ese taburete ... Pero daba igua1, estaba mas contento unas castanuelas. -jQue que pasada, senor Ibrahim! Hay que ver que pobres estan 10s escaparates de 10s ricos. No tienen nada dentro. EI senor Ibrahim y las flores del Coran -Eso es ellujo, Momo: nada en el escaparate, nada en la tienda, todo en el precio. Acabamos en los jardines secretos del Palais- par el senar Ibrahim porque, la verdad sea dicha, siempre me han decepcionado los diccionarios. zumo de limon natural y volvio a recuperar su «Sufismo: corriente mistica del Islam, nacida en el siglo VIII. Opuesta al legalismo, se enfoca en la religion interior.» in movilidad natural sobre uno de los taburetes jClaro, como siempre! Los diccionarios solo Royal donde el senor Ibrahim me compro un del bar, mientras se tomaba su Suze de anis a sorbitos lentos. explican bien las palabras que ya se conocen. Bueno, par 10 menos comprendi que el -Seguro que mola vivir en Paris. sufismo no era una enfermedad, -Pero si tu vives en Paris, Momo. tranquiliz6 un poco. Era una forma de pensar, -No, yo vivo en la calle Azul. 10 cual me aunque tambien haya formas de pensar que sean Lo observaba saboreando su Suze sabor anis. -Yo pensaba que los musulmanes no bebian alcohol. como enfermedades, tal y como solia decir el senor Ibrahim. Entonces me lance a1 laberinto de intentar comprender todas las pa1abras de la -Si, pero yo soy sufi. definicion. De todo aquello se deduda que el Claro, yo, ante eso, me di cuenta que estaba senor Ibrahim, con su chupito de anis, creia en siendo indiscreto, que el senor Ibrahim no me Dios al estilo musulman, pero de una forma ile- queria hablar de su enfermedad. Despues de gal tipo contrabando porque estaba «opuesta al todo, tenia todo el derecho del mundo a no legalismo», y para eso si que tuve que hilar fino, hacerlo. Asi que me calle hasta que regresamos a nuestra calle Azul. porque si ellegalismo es el «interes por respetar Por la noche, cogi el diccionario Larousse de senores del diccionario ... eso queria decir, en mi padre. Debia de estar realmente preocupado minuciosamente resumen, las leyes», como dedan 10s cosas en pnnClplO decepcionantes, El senor Ibrahim y las flores del Coran como que el senor Ibrahim no era homado, -Por 10que veo, te estas haciendo un hombre. o sea que yo estaba frecuentando a alguien que -Yo no veia que tenia que ver una cosa con no era 'frecuentable'. Pero, al mismo tiempo, si la otra. De hecho, hasta en un momenta me lle- respetar la ley era ser un abogado, como mi gue a preguntar si alguien no Ie habria chivado padre, con ese tinte gris suyo y con tanta triste- que yo visitaba alas chicas de la calle Paraiso. za en casa, entonces yo preferia estar en contra Pero entonces anadi6: del legalismo y del lado del senor Ibrahim. Y . despues los del diccionario decian tambien que el sufismo 10 habian creado dos pibes de hace mucho, al-Halladj y al-Bhazali, que con esos nombres tenian pinta de estar viviendo en las buhardillas de casa, al fondo del patio (por supuesto, en la calle Azul), y despues tambien ponian que eso era una religi6n interior, y eso si, el senor Ibrahim, discreto, 10 era total. Comparado con todos los judios de la calle, era discreto. Durante la cena no me pude aguantar sin preguntarle a mi padre, que se estaba zampando un ragu de cordero, marca Royal Canin. -Oye, Papa, ~tu crees en Dios? -Se me qued6 mirando y, despues, me dijo despacio: -No, jamas he conseguido creer en Dios . -~Nunca 10 has conseguido? 2Por que? ~Es que hay que esforzarse? Contemp16 la penumbra del piso que Ie rodeaba. -2Para creer que todo esto tiene un sentido? Pues s1. Hay que hacer esfuerzos tremendos. -Pero Papa, somos judios, nosotros, 0 sea, ni yyo. -51. -~Y eso de ser judios no tiene nada que ver con Dios? -Para mi, ya no tiene nada que ver. Ser judio es simplemente tener memoria. Tener mala memona. En ese momenta tenia realmente cara de necesitar varias aspmnas. Quiza porque habia ----- Eric-Emmanuel Schmitt hablado, 10 cual no era para nada su costumbre. Se levanto y se fue directamente a la cama. Unos dias despues volvio a casa mas palido que de costumbre. Empece a sentirme culpable y me dije que, a fuerza de hacerle zampar mierda, seguramente Ie habia fastidiado la salud. Se sento y me hizo una sena1 de que queria decirme algo. Pem tardo mas de diez minutos en conseguirlo. -Me han echado, Moises. Ya no quieren que vuelva al gabinete donde trabajo. La verdad es que, a mi, no me extrano demasiado que nadie tuviera ganas de trabajar con mi padre, porque es que deprimia hasta a 10s presos. Pem, al mismo tiempo, nunca se me habia ocurrido que un abogado podia dejar de ser abogado. - Voy a tener que empezar a buscar trabajo. En otra parte. Nos vamos a tener que apretar el cinturon, hijo mio. Se fue ala cama. Era evidente que no Ie interesaba saber que pensaba yo a1 respecto. Baje a 1a tienda del senor Ibrahim, que sonreia mientras masticaba cacahuetes. EL senor Ibrahim y Lasflores deL Cordn -~Usted como se 10 monta para ser feliz, senor Ibrahim? -Se 10 que contiene mi Coran. -Pues un dia se 10 voy a tener que chori- zar, su Coran, aunque eso no 10 haga nunca un judio. -iBah! Y para ti, Momo, ~que quiere decir eso de ser judio? -Pues ni idea. Para mi padre quiere decir estar deprimido todo el santo dia. Para mi... no es mas que una cosa que me impide ser otra cosa. E1 senor Ibrahim me ofrecio un cacahuete. -No tienes buenos zapatos, Momo. Manana vamos a ir a comprarte zapatos. -S{, pem ... -E1 hombre se pasa 1avida en dos sitios solamente: en su cama y en sus zapatos. -No tengo pasta, senor Ibrahim. -Pues te 10s compro yo. Te 10s regalo. Momo, solo tienes un par de pies y hay que cuidarlos. Si unos zapatos te hacen rozadura, pues hay que cambiarlos, iporque 10s pies no te 10s vas a poder cambiar nunca! El senor Ibrahim y las flaresdel Cordn Eric-Emmanuel Schmitt AI dia siguiente, encontre a1 regresar del instituto, iEso, ad·" 10S. una nota en el suelo de 1a entrada oscura de nuestro piso. No se por que pero, nada mas ver 1aescritura de mi padre, el corazon se me puso a 1atir en todas direcciones: Moises: Perdoname. Me marcho. Soy nulo como padre. Popol. .. Y ahi se acababa todo. Seguro que me habia querido lanzar otra frasecita sobre Popo1, del tipo «con Popol, 10 habria conseguido, pero contigo, no»; 0 tambien «Popo1 si que me daba 1as fuerzas y 1a energia para ser un padre, pero tu no». 0 sea, cualquier mierda de esas que Ie habia dado verglienza escribir. De todas formas, me daba perfectamente cuenta de sus intenciones. Muchas gracias. P.S.: Sobre La mesa te he dejado todo eL dinero que me quedaba. Aqui tienes La Lista de Laspersonas a Lasque tienes que informar de mi partida. Ellas se ocupardn de ti. A continuacion habia una 1ista de cuatro apellidos que yo no conoda. Pero yo ya habia tornado mi decision. Habia que seguir como si nada. De ninguna manera iba a admitir que me habian abandonado. Abandonado dos veces: una vez por mi madre, cuando nad; y otra en la adolescencia, por mi padre. Si eso se llegaba a saber, nunca nadie me qaria una oportunidad. ~Que tenia yo de tan terrible? ~Pero que es 10 que tenia yo que hada imposible que nadie me quisiera? Quizd nos volvamos a ver un dfa, mds ade!ante, cuando seasaduLto. Cuando yo sienta menos vergflenzay tU me hayasperdonado. Adios. Mi decision era irrevocable: simularia la presencia de mi padre. Les haria creer a todos que aun vivia alii, que cornia alIi, que seguia compartiendo conmigo sus largas tardes de aburrimiento. 41 Eric-Emmanuel --------....:.:......::::.-.:..:...:..:.. Schmitt EI senor Ibrahim y !as flores del Coran Ademas, no espere ni un segundo mas: me baje a la tienda de ultramarinos. -Senor Ibrahim, No habia realmente donde escoger dado que ese centro de ensenanza no era mixto. Todos esra- mi padre tiene problemas bamos enamorados de Miriam, la hija del por- de digestion. ~Que Ie doy? tero, la cual, a pesar de sus trece alios, habia -Fernet Branca, Momo. Toma, tengo una botellita de muestra. comprendido -Gracias, me subo ahora mismo para hacer que se la tome. tejarla con ardor de naufrago. Con el dineto que me habia dejado tenia pa- rapidamente que era la reina de trescientos puberes sedientos. Me dedique a corjZas! Sonrisa. Tenia que demostrarme a mi mismo que se me ra aguantar un meso Aprendi a imitar su firma podia querer. Tenia que hacerselo saber al mundo para rellenar los correos necesarios, para contes- entero antes de que los demas se enteraran de que tar al Instituto. hasta mis padres, las unicas personas con la obli- Yo seguia cocinando para dos. Cada noche colocaba sus cubiertos enfrente de mi y, al final de la cena, simplemente tiraba su parte por el fregadero. de enfrente, me sentaba en su sillon, con su jersey, sus zapatos, con harina en el pelo e intentaCoran, completamente nuevo, que me habia regalado el senor Ibrahim porque yo Ie habia rogado que me diera uno. En el instituto AI senor Ibrahim Ie iba contando mi con- quista de Miriam y eI me escuchaba con la son- AIgunas noches a la semana, para los vecinos ba leer un precioso gacion de mantenerme, habian preferido huir. me dije que no tenia un segundo que perder: era necesario enamorarme. risita del que conoce el final de la historia, aunque yo hacia como si no me diera cuenta. -~ Y que tal va tu padre? Ya no 10 he vuelto a ver, por las mananas ... -Es que tiene mucho trabajo y tiene que salir muy temprano, con su nuevo curro ... -~Ah, si? ~Yno se enfada porque estes leyendo el Caran? -Es que 10 hago a escondidas, de todas formas ... y adem as no comprendo ·1 1"'.. gran cosa. libra. Se habla con alguien. Yo no creo en los libras. en cambio, senor mismo me esta diciendo Ibrahim, demasiado bonito todo esto, senor Ibrahim, se pasa de bonito. Esto no es para mt -Cuando se quiere aprender algo, no se coge un -Pera -Es usted to do el tiempo que sabe 10 que ... No me 10 merezco. El senor Ibrahim me sonria. -La belleza, Moma, esta por todas partes. AlIa donde dirijas la mirada. Eso esta escrito en mi Coran. -Si, que yo se 10 que pone en mi Coran ... Despues estuvimos paseando al borde del mar. Moma, tengo ganas de ver el mar. Podriamos ir -Sabes, Moma, al hombre a quien Dios no a Normandia. ~Te vienes conmigo? -jAhi va! ~De verdad? -Si tu padre esta de acuerdo, naturalmente. Ie ha revel ado la vida directamente, no sera un libro el que se la revele. Yo Ie hablaba de Miriam. Le hablaba de ella -Estara de acuerdo. tanto mas cuanto queria evitar hablar de mi -~Estas segura? padre. -jQue cohorte de pretendientes, Ie digo yo que estara de acuerdo, hombre! Cuando Despues de haberme admitido en su Miriam habia empe- zado a rechazarme como candidato no valido. entramos en el vestibulo del Gran -Eso da igual -deda el senor Ibrahim. El Hotel de Cabourg, eso fue demasiado para mi: amor que sientes por ella, eso no te 10 quita me eche a llorar. Estuve llorando dos horas, tres nadie. Te pertenece. horas. No conseguia recuperar el aliento. rechace, no puede cambiarlo. Lo unico es que El senor Ibrahim me miraba llorar y esperaba pacientemente a que yo pudiera hablar. Por fin, consegui articular algo: Incluso aunque ella 10 no se apravecha de el. Lo que tu des, Moma, e~ tuyo para siempre. jLo que te guardes, esta per-~ dido para siempre!_ Schmitt Eric-Emmanuel -Pero usted tiene una mujer, ~no? -Los musulmanes igual que los judios, -Sf. Momo. Es el sacrificio de Abraham:tendio -~ Y porque no ha venido aqui con ella? hijo aDios y Ie dijo que podia quedarse con el. Me senalo el mar con el dedo. Ese trocito de piel que nos falta, eso es la marca -Aqui ingles. Verde y de Abraham. Para hacer la circuncisi6n, el padre gris. No son los colores normales del agua. Se debe sujetar a'su hijo, y el padre ofrece su pro- dirfa que se Ie ha pegado el acento. pio dolor en recuerdo del sacrificio de Abraham. el mar es realmente -No me ha contestado a 10 de su mujer, senor Ibrahim. ~Y su mujer? -Momo, Cada primero el senor en levantarse. Ibrahim era el Se acercaba a la venta- na, olfateaba la luz y hada sus ejercicios ffsicos, lentamente sus ejercicios -cada manana, ffsicos. Tenia toda su vida, una flexibilidad increfble y yo, desde la almohada, con los ojos entreabiertos, vefa aun y desenfadado que debio de ser, hace mucho al hombre alargado tiempo. me estaba dando cluso los cristianos habian tenido e in- en comun cantidad de gran des hombres antes de darse de tortas. Aunque eso no era asunto mio, me hada sentir bien. AI regresar de nuestro viaje a Normandia, cuando entre en el piso negro y vado, no es que me sintiera distinto, no, pero si que vefa que el mundo podia ser distinto. Me di cuenta de que podia abrir las ventanas, de que las paredes podian estar mas claras. Me di cuenta de que no Mi gran sorpresa fue descubrir un dia, en el cuarto de bano, que el senor Ibrahim tenia la • el senor Ibrahim cuenta de que los judios, los musulmanes no responder es una respuesta. manana, Con su • • tenia la obligacion de conservar todos aquellos muebles que olfan al pasado, no un pasado I ClrcunClSlOn. -~ Usted tambien, senor Ibrahim? bonito, no, un pasado viejo, el rancio, ese que apesta a bayeta vieja. Se me acab6 el dinero. Empece a vender los libros, por 10tes, a 10s 1ibreros de 10s muelles del Una manana, 1a po1ida llam6 a 1a puerta. Gritaban como en las peliculas: Sena que el senor Ibrahim me habia hecho des- -jAb ran la puerta! jPo1ida! cubrir con nuestros paseos. Cada vez que vendia Yo me dije: Ya esta, se ha acabado, he men- un libro, me sentia mas libre. tido demasiado, me van a detener. Hada ya tres meses que mi padre habia des- Me puse un batin y abri todos 10s cerrojos. aparecido. Yo seguia dando el pego, cocinaba Tenian una pinta mucho menos mala de 10 que yo para dos y, curiosamente, el senor Ibrahim me me habia imaginado. Incluso me pidieron con edu- cada vez menos por el. Mis relacio- caci6n si podian entrar. La verdad es que yo tambien nes con Miriam iban de mal en peor, pero me preferia vestirme antes de que me llevaran a la circd. preguntaba proporcionaban un buenisimo tema de conver- saci6n, por 1a noche, con el senor Ibrahim. Algunas noches me daban pinchazos mana y me dijo con amabi1idad: en el coraz6n. Era porque pensaba en Popol. Ahora que mi padre ya no estaba, me hubiera gustado mucho conocerlo, ahora 10 aguantaria a Popol. mucho Seguro mejor porque de mi nu1idad. acostaba pensando mundo, Con frecuencia que me era desconocido 10 conoceria. mio, tenemos que dade una mala noticia. Se ha muerto su padre. Asi de repente, no se 10 que me sorprendi6 mas, si la muerte de mi padre 0 que el poli me ya tratara de usted. Sea 10 que fuere, 1a noticia me me que, en a1guna parte del habia un hermano -Hijo que nadie me 10 restregaria por 1as narices como 1a antitesis En el sa16n de casa, el inspector me cogi6 1a guapo y perfecto y que, quiza, un dia sent6 de golpe en el sillan. -Se ha tirado debajo de un tren, cerca de Marsella. Tambien, jque cosa mas curiosa! jIrse hasta Marsella para hacer eso! Porque trenes, 10s hay por todas partes. En Paris tantos como en Marsella, 0 mas aun. Decididamente, garia a comprender nunca lle- a mi padre. -Ahora Ie voy a tener que pedir algo delicado. Haria falta que reconociera el cuerpo. - Todo indica que su padre estaba desesperado y que ha puesto fin a sus dias voluntariamente. Un padre que se suicida. Desde luego eso no Pues eso hizo las veces de una sefial de alarma. Me puse a berrear como si hubieran apretado el bot6n adecuado. Los polidas se revolucionaron a me iba a ayudar a sentirme mejor. Al final me mi alrededor, buscando el interruptor. pregunto si no habria preferido un padre que me no tuvieron suerte porque, el interruptor, era yo, abandonara. Al menos asi me 10 habria podido y yo ya no podia parar. S610 que El sefior Ibrahim fue maravilloso. Al oir mis imaginar corroido por el remordimiento. mi silen- gritos, subi6 y rapidamente comprendi6 la situa- cio. Miraban la biblioteca vada, el piso siniestro ci6n, y dijo que iria el, a Marsella, a reconocer el en el que se encontraban cuerpo. Los polidas, al principio, no se fiaban de Los polidas paredan comprender diciendo, para s1, que, uf, en un os minutos ya se podrian ir. el porque tenia toda la pinta de un moro, pero -~A quien tenemos que avisar, hijo mio? yo me puse otra vez a berrear y entonces acepta- Ahi si que tuve una reacci6n apropiada. Me ron 10 que les proponia el sefior Ibrahim. levante y fui a buscar la lista de cuatro apellidos Despues del entierro, Ie pregunte: que me habia dejado mi padre al marcharse. El -~Cuanto inspector se la meti6 en el bolsillo. -Haremos que la asistente social se encargue de esas gestiones. Y entonces se me acerc6, con ojos de cordero a medio morir, y ahi si que me dio la sensaci6n de que me iba a jugar una mala pasada. hace que usted habia comprendi- do 10 de mi padre, sefior Ibrahim? -Desde Caubourg. Pero, ~sabes una cosa, Mom6? No tienes que estar resentido contra tu padre. -~Ah, no? ~Y c6mo se hace eso? Un padre que me amarga la vida, que me abandona y que El senor Ibrahim y las flores del Cordn se suicida, menudo ejemplo de confianza para ra, me daba pinceles. Una tarde, despues de abrir toda una vida. ~Y encima ahora resulta que no todas las ventanas para que se marchara el olar a tengo que estar resentido? pintura acrilica, entr6 una mujer en el piso. No se - Tu padre no tenia un ejemplo a seguir. por que pero ante su apuro, su actitud vacilante, Perdi6 a sus padres muy joven porque los cogie- su forma de no atreverse a pasar entre las escale- ron los nazis y murieron en los campos de con- ras y de evitar las manchas del suelo, comprendi centraci6n. Tu padre nunca consigui6 reponerse inmediatamente de haberse librado de todo "eso. Quiza se culpabilizaba de estar vivo, el. No es casualidad que haya acabado debajo de un tren. de quien se trataba. Pero aparente estar muy ocupado con mi trabajo. Finalmente, carraspe6 ligeramente. - ~Ah, si? ~Y por que? Pingi quedarme sorprendido: -A sus padres se los llevaron en un tren hacia -~Busca a alguien? la muerte. Y quizas el, tu padre, llevaba toda la -Busco a Moises -dijo mi madre. vida buscando su tren ... Si no tenia fuerzas para Resultaba curioso 10 que Ie costaba pronun- vivir, no era por tu culpa, Mom6, sino por to do 10 que pas6 0 no pas6 antes de que tu llegaras. Y despues el senor Ibrahim me meti6 unos billetes en el bolsillo. Me permito ellujo de pitorrearme de ella. -~ Y qui en Ie busca? -Soy su madre. - Toma, vete a la calle Paraiso. Es que las chicas se estan preguntando ciar ese nombre, como si se Ie atragantara. que talllevas ese libro sobre ellas ... Empece a cambiarlo todo en el piso de la calle Azul. EI senor Ibrahim me daba botes de pintu- Pobre mujer, me da Iastima. Esra hecha un flan. Debe de haber tragado mucho para venir hasta aquL Me mira con intensidad, intentando descifrar miedo. mis rasgos. Tiene miedo, mucho Eric-Emmanuel Schmitt - Y tu, 2quien eres? -Moises se ha ido, senora. Estaba hasta las -2Yo? narices de estar aqui. No tiene buenos recuerdos. Me entran ganas de desternillarme. jA quien se Ie ocurre ponerse en tal estado, sobre to do despues de trece anos! -2Ah, no? Dy, no se yo si se 10 esta creyendo. No parece muy convencida. Igual, despues de todo, no -Pues la gente me llama Momo. es tan petarda. La cara se Ie agrieta. -2Y cuando va a volver? En tonG de bmma anado: -No 10 se. Cuando se marcho dijo que que- -Es un diminutivo de Mohammed. ria encontrar a su hermano. Se pone mas palida que mi pintura del zocalo. -2Su hermano? -jAh! 2T u no eres Moises? -51, Moises tiene un hermano. -jQue va! Para nada, senora. Yo soy Mohammed. Tiene cara de estar completamente Vuelve a tragar saliva. En el fondo, no se siente descontenta. -Pem -, ·Ah ' s1.'t descon- certada. 51, su hermano Popol. 2aqU1 no vive un chico que se llama Moises? -2Popol? -jS1, senora, S1! Su hermano mayor. Me entran ganas de contestarle: Y yo que se, Me pregunto si es que me esta tomando por usted es su madre, usted es quien tendria que retrasado mental. 0, si no, 2es que se 10 ha cre- saberlo. Pem en el ultimo momento, ido de verdad que soy Mohammed? me aguan- to porque la pobre mujer tiene pinta de estar a -Pem si yo no he tenido ningun punto de que Ie fallen las piernas. En cambio, Ie tes de Moises. No he tenido cuento una mentirijilla que resulta mas comoda. Popol, yo. nunca hijo anningun El senor Ibrahim y las flares del Cordn Ahora soy yo el que se empieza a sentir mal. casa. Nunca he querido al padre de Moises, Y ella se da cuenta, y Ie entra tal titubeo que pera SI que estaba dispuesta a querer a Moi- se cobija en un sill6n, y yo hago 10 mismo por ses. S610 que conOel a otro hombre. ml parte. padre ... Nos miramos en silencio, con el olor acido de la pintura asfixiandonos Tu -~C6mo dice? acrilica que -Qui era decir su padre, el de Moises, me se nos mete en las narices. Ella me estudia dijo: «Vete y dejame a Moises. Si no ... » Asi que y no se Ie escapa ni un solo movimiento me fui. Preferi rehacer mi vida, una vida en Ia de pestanas. que hay felicidad. -Dime una cosa, Mom6 ... -Segura que es mejor. -Mohammed. Baja Ia mirada. -Dime una cosa, Mohammed, ~vas a volver Se acerca a m£. Siento que Ie gustaria darme a ver a Moises? un beso, pera hago como que no comprendo. -Puede. En tono suplicante, me pregunta: He dicho eso en un tono desenfadado, y ni -~Se 10 diras a Moises? yo mismo me acabo de creer que me pueda salir -Puede. un tono tan desenfadado. Ella me escruta el Esa misma tarde fui aver al senor Ibrahim fondo de los ojos, pera me puede espulgar cuanto quiera, que no me va a arran car ni una palabra. Estoy segura de mi mismo. -Si un dia vuelves a ver a Moises, dile que yo era muy joven cuando me case con su padre, que s610 me case con el para irme de y, en plan de brama, Ie dije: -A ver, ~cuando piensa usted adoptarme, senor Ibrahim? Y el, tambien riendose, me dijo: -jPues a partir de manana mismo si quieres, mi querido Mom6! Eric-Emmanuel Schmitt El senor Ibrahim y las flores del Cordn Tuvimos que pelear. En el mundo oficial, ese de 10s tampones, funcionarios de las autorizaciones, de 10s que se ponen agresivos cuando se les despierta, nadie queria ocuparse de nosotros. Pero no habia nada que pudiera desanimar senor Ibrahim. al -El no ya 10 tenemos en el bolsillo, Momo. El si es 10 que nos queda por conseguir. Mi madre, con la ayuda de la asistente social, habia acabado par aceptar 10s tramites del senor Ibrahim. -2 Y su mujer, senor Ibrahim? 2Ella esta de acuerdo de verdad? -Mi mujer regreso -2No poddamos a nuestro pais hace tienes ganas, este verano nos vamos a verla. El dia que 10 conseguimos, que nos dieron el papelito, el famoso papel que declaraba que, a partir de aquel momento, yo era hijo de quien yo habia escogido, el senor Ibrahim decidio que nos teniamos que comprar un coche para celebrarlo. a viajar, Momo. nos iremos juntos al Creciente Y este verano, Ferti!, te ense- ir mas bien en alfombra voladora? -Coge un cataIogo y escoge un coche. -Vale, papa. Es una pasada como se pueden tener, con las mismas palabras, sentimientos tan distintos. Cuando yo Ie llamaba «papa» al senor Ibrahim, el corazon me sonreia, me sentia pletorico, el porvenir centelleaba. Fuimos al concesionario. -Quiero mucho tiempo. Yo hago 10 que quiero. Pero si -Vamos soy yo. comprar este modelo. Es mi hijo el que 10 ha escogido. Por 10 que se refiere al senor Ibrahim, peor que yo en cuestion de vocabulario. era Deda «mi hijo» en todas las frases, como si acabara de inventar la paternidad. El vendedor empezo a ensalzar las caractedsticas del motor. -No se moleste en venderme el articulo. Le digo que 10 quiero comprar. - 2Tiene el carne? EI senor Ibrahim y las flores del Cordn Y puso los fajos de billetes sobre la mesa, -Por supuesto. En ese momenta el senor Ibrahim saca de su cartera de tafilete un documento que debia datar, como minima, de la epoca de los egipcios. El vendedor examina ese papiro con espanto, primero porque la mayoria de las letras estaban borradas y, despues, porque estaba en una lengua que no conoda. -~Es un permiso de conducir, esto? -Pues estcibien claro, ~no? -Vale. Entonces Ie proponemos que 10 pague en varias mensualidades. Por ejemplo, aplazado a tres anos, tendria que ... -Cuando Ie digo que quiero comprar un coche, es porque puedo. Pago al contado. Se molesta mucho, el senor Ibrahim. Desde luego, aquel vendedor no paraba de meter la pata. -Pues entonces extiendanos un cheque de ... -jYa esta bien, hombre! Le estoy diciendo que Ie pago al contado. Con dinero. Con dinero de verdad. unos preciosos fajos de billetes viejos ordenados dentro de bolsas de plastico. El vendedor casi se ahoga. -Pero pero es que nadie paga en liqui- do ... no no se puede . ' ? -2Pero que pasa? 2Es que esto no es dmero. Yo si que he aceptado todos estos billetes en mi caja. Pues 2por que usted no? Morna, 2tu crees que hemos venido a un sitio serio? -Bueno. Vamos a hacerlo as!. Se 10 tendremos listo en quince dias. -2Quince dias? Pero eso no puede ser: jEn quince dias estare muerto! Dos dias mas tarde nos hicieron entrega del coche, delante de la tienda de comestibles ... iE-I si que sabia montcirselo bien, el senor Ibrahim! Cuando se subia al coche, se puso a tocar delicadamente todos los mandos con sus dedos finos y largos, y despues se seca la frente. Estaba medio verde. -Es que ya no se, Morna. -2Pero aprendia a conducir? El senor Ibrahim y las flores del Cordn -Sf, hace tiempo, con mi amigo Abdulahh. -Bueno, pues no se ponga usted nervioso, -~Pero que? senor Ibrahim. Ai final el senor Ibrahim decidi6 que fuera- -Pues que entonces 10s coches no eran as!. mos juntos a clases de conducir. Como yo no Le costaba hasta respirar, al senor Ibrahim. tenia la edad, oficialmente era el el que aprendia -Oiga, y mientras, yo, me quedaba sentado en el asien- Pero ... senor Ibrahim, ~no sera que 10s coches con 10s que usted aprendi6 estaban tira- to de atras sin perder ripio de las instrucciones dos por caballos? del profesor de la autoescuela. Nada mas acabar -No, Mom6, por burros. Burros. la clase, sadbamos - Y ese carne de conducir del otro dia, ~que al volante. Condudamos de noche por Pads, para evitar el trafico. era? -Mmm ... Abdulahh nuestro coche y yo me ponla una vieja carta de mi amigo en la que me contaba que tal habia Cada vez se me daba mejor. Finalmente lleg6 el verano y nos lanzamos -jPues ahora si que la hemos cagao! a la carretera. Hicimos miles de ki16metros. Atravesamos -Tu 10 has dicho, Mom6. toda Europa por el sur, con las ventanillas abier- -Yen ese Coran de usted, ~no hay algun tru- tas. fbamos al Oriente Medio. Era increible des- ido la cosecha. quillo, como de costumbre, que nos de una que se volvia el universo nada mas empezar a viajar con el senor Ibrahim. soluci6n? -~Tu que crees, Mom6? El Coran no es un manual cubrir 10 interesante de mednica. Sirve para las cosas del Como yo iba crispado al volante y me concentraba en la carretera, el me iba describiendo los espiritu, pero no para esta chatarra. jYademas, paisajes, el cielo, las nubes, los pueblos, en el Coran, viajan en camello! habitantes. La labia del senor Ibrahim, sus con su El senor Ibrahim y las flores del Cordn voz fragi1 como el papel de fumar, can su pizca sitio a otro. Pero nosotros no nos dedicamos a la de acento, sus imagenes, sus exclamaciones, sus geometria. Nosotros viajamos. Buscame camini- expresiones de asombro sucedidas de una pi car- tos bien bonitos que me ensenen todo 10 gue_ dia de 10 mas diaba1ica, todo eso es, para mi, el haya que ver. camino que va de Paris a Estambul. Europa no 1a vi, 1a escuche. -jAhi va, Morna! Estamos en zona de ricas. Mira: hay papeleras. -Se Ie nota que no es usted el que conduce, senor Ibrahim. -Mira, Morna, si no quieres ver nada, pues te coges un avian, como to do el mundo. -~yque pasa con 1as papeleras? -~Aqui son pobres, senor Ibrahim? -Cuando -5i, estamos en Albania . . quieras saber si estas en un sitio de ricas 0 de pobres, mira 1aspapeleras. Si no ves ni -~Yahl? basura ni papeleras, es que son muy ricos. Si ves -Para el coche. ~Notas el olor? Hude a feli- papeleras y no hay basura, es que son ricos. Si cidad. Estamos en Grecia. La genre esta quieta. ves basura a11ado de 1aspapeleras, es que no so~ 5e toman su tiempo para vernos pasar. Respiran. ni ricas ni pobres: es que es turistico. Yes, Morna, yo habre trabajado mucho toda la Si ves basura y no hay papeleras, es que son pobres. vida, pero he trabajado Y si 1a gente vive entre 1a basura, es que son todo el tiempo del mundo. muy, muy pobres. Aqui, estos son ricas. numeros 0 ver desfi1ar dientes, no. Ir despacio, despacio, tomandome No buscaba hacer -jPues claro, estamos en Suiza! ese es el secreta de la felicidad. ~Que quieres -Oye, hacer de mayor? autopista por 1a autopista no. Autopista no, Morna, por 1,!- quiere decir: pase de largo, que no hay nada que ver. Es para 10s idio- .... - tas que quieren ir 10 mas rapido posib1e de un -Ni idea, senor Ibrahim. Bueno sl, qmero trabajar en importacian-exportacian. - ~1mportacian-exportacian? El senor Ibrahim y !as flores del Cordn Ahora si que Ie habia marcado un tanto. ~no? Porque a ti, claro, los pies no te huelen la palabra magica: importa- nunca, ~no? Un lugar de oracion que huela a AI senor Ibrahim se Ie llenaba hombre, que se haya construido para el hombre, la boca. Eran palabras serias y al mismo tiempo con hombres dentro, ~eso te da asco? iMenudo unas palabras que 10 trasladaban senorito parisino estas hecho tu! Ami, ese perfu- Habia encontrado cion-exportacion. aventureras, a uno a viajes, a barcos, a paquetes, a gran des me a zapatos me da seguridad. Me recuerda que cifras de negocio, no valgo mas que mi vecino. Me huelo, nos huelo. unas palabras como Ias silabas que las formaban: tan pesadas «jimporta- cion-exportacion!» A partir de Estambul, el senor Ibrahim hablo -Le presento a mi hijo, Morna, que el dia de manana se dedicara a la importacion-exportacion. ]ugabamos mogollon. iAh, ya me siento mejor! Me hacia entrar e~ tempI os religiosos con los ojos tap ados con qn menos. Se emocionaba. -Dentro de poco vamos a llegar al mar de doude yo soy. Cada dia queria que viajaramos un poco mas trapo para que yo adivinara, par el olor, de gUt despacio. religion se trataba.-Aqui huele a cirio. Esto es catolico. miedo, tambien. ..•. que saborearlo todo. Tenia -~ydonde esra ese mar de donde es usted, -Si, es San Antonio. senor Ibrahim? Ensenemelo en el mapa. -Aqui huele a incienso. Es ortodoxo. -jAy! -Si senor, es Santa Sofia. -Aqui huele a pies. Esto es musulman. Habia No me atosigues con los mapas, Morna. jAqui no estamos en el instituto! j]o, vaya pestazo! -~Como? jPero si es la Mezquita Azul! 0 sea que un sitio que huela al cuerpo no te parece bien, Nos paramos en un pueblo de montana. -Estoy feliz, Morna. Estas conmigo y se 10 que pone en mi Coran. Ahora te quiero llevar a bailar. -~A bailar, senor Ibrahim? El senor Ibrahim y !asfloresdel Cordn -Es absolutamente del hombre necesario. «El corazan es como un aye prisionera jaula del cuerpo». Cuando en la bailas, el corazan canta como un pajaro que anhela fundirse con Dios. Ven, vamos al tekke. convierten en unas antorchas que se consumen en un gran fuego. Pruebalo, Morna. Sigueme. Yel senor Ibrahim y yo nos pusimos a girar. Durante los primeros giros pense: Soy feliz con el sefior Ibrahim. Despues, pense: -~AI que? la no Ie tengo rencor a mi padre por haberse marchado. AI final, incluso llegue a pensar: Despues de todo, mi madre no tenia mucho donde escogercuando ... -jVaya discoteca mas rara! -exclame al atravesar el umbra!. -~Que tal, Morna, has sentido cosas bonitas? -iSi, era increible! Me estaba vaciando de -Un tekke no es una discoteca, es un monasterio. Morna, pon ahi los zapatos. odio. Si los tambores no hubieran parado, quiza me habria ocupado del caso de mi madre. Ha Y ahi fue donde vi, por primera vez, a hom- molado mazo rezar asi, senor Ibrahim, aunque bres haciendo el giro derviche. Los derviches lle- habria preferido rezar con las zapatillas puestas. vaban unas grandes tunicas Cuanto palidas, pesadas, amplias. AI resonar de un tambor, los monjes se convirtieron en peonzas. -jVes, Morna! Giran sobre si mismos, giran mas pesado se vuelve el cuerpo, mas ligera se vuelve la mente. A partir de ese dia nos empezamos a parar con frecuencia para bailar en tekkes que conoda en tomo a su corazan, que es ellugar de la pre- el senor Ibrahim. A veces el no giraba, se con- sencia de Dios. Es como una oracian. tentaba con tomarse un te y fruncir los ojos, -~A eso Ie llama una oracian usted? pero yo giraba como un poseso. No, de hecho, -Pues claro, Morna. Pierden toda referencia giraba para estar un poco menos poseso de mi terrenal, ese lastre al que llamamos equilibrio, y se rabia. Por la noche, en las plazas de los pueblos, tienes que mirar con aire de decir: «No he cono- hablar un poco con las chicas. Me cido a nadie mas guapa que tU». Para un hom- esforzaba a tope pero no daba muy buenos bre corriente, quiero decir un hombre como tu resultados, mientras que el senor Ibrahim, y como yo, no un Alain Delon ni un Marlon intentaba sin hacer otra co sa que beber su Suze sabor anis con Brando, una sonrisa, con su aspecto dulce y tranquilo, a1 encuentres a una mUJer. cabo de una hora, tenia siempre mogollon de gente a su alrededor. no, pues tu belleza es la que tu Ie Esrabamos mirando como se escondia el sol entre las montanas - Te mueves demasiado, Momo. Si qUleres tener amigos, no hay que moverse. y el cielo se ponia violeta. Papa se quedo mirando fijamente a la estrella vespertlna. -Senor Ibrahim, 2usted cree que soy guapo? -Momo, nos han puesto delante una esca- -Eres muy guapo, Momo. lera para que podamos -No, no quiero decir eso. 2Usted cree que yo primero fue mineral, despues vegetal, despues seria bastante guapo para gustarles alas chicas ... animal. De eso, del animal, no consigue olvi- sin tener que pagar? darse y tiende con frecuencia a convertirse -iDentro de unos anos seean ellas las que pagaean por ti! -Pues escaparnos. EI hombre e1 otra vez. Y despues se ha convertido en hombre dotado de conocimiento, desde luego ... 10 que es ahora ... el mercado esta bien tranquilo. en de raciocinio, de Fe. 2Te imaginas el camino que has recorrido desde que eras polvo hasta hoy? Y mas adelan- -Logico, Momo. 2No te das cuenta de como te, cuando hayas superado tu condicion de fijo como hombre, te convertieas en angel. Ya habeas aca- diciendo: «Fijaos 10 guapo que soy». Y claro, no bado con la tierra. Cuando bailas, te entra ese 1es queda mas remedio que echarse a rdr. Las presentimiento. 10 haces? Te 1as quedas mirando Eric-Emmanuel Schmitt El senor Ibrahim y las flores del Cordn -Pss, puede. Yo, de todas formas, no me Primero pase por una sala larga en donde varias acuerdo de nada. ~Usted se acuerda, senor Ibra- mujeres, en cuclillas, estaban sollozando. Y des- him, de cuando fue una planta? pues me llevaron ante el senor Ibrahim. -Anda, pues ~que te crees que hago cuando Estaba tendido, lleno de heridas, de morato- me paso horas enteras sin moverme sentado en nes, de sangre. El coche se habia dado un trasta- mi taburete, en la tienda? zo contra una pared. Pareda estar muy debil. Y despues lleg6 el famoso dia en el que el Me tire sobre el y reabri6 los ojos y sonri6. senor Ibahim me anunci6 que ibamos a llegar al -Mom6, mar donde habia nacido y a encontrarnos -jQue su amigo Abdulahh. con Estaba muy emocionado, como un jovenzuelo, y primero queria ir solo, de avanzadilla, y me pidi6 que Ie esperara debajo de un olivo. no, que no hemos llegado al mar donde usted naci6! -Si, yo ya estoy llegando. Todos los brazos del rio se lanzan al mismo mar. El mar unico. En ese momento, Era la hora de la siesta y me quede dormido contra el arbol. Cuando me desperte, el dia ya se habia esfumado. Espere al senor Ibrahim noche. Fui caminando aqui se acaba el viaje. hasta media y contra mi voluntad, me eche a llorar. -Mom6, eso no me alegra. -Es que temo por usted, senor Ibrahim. -Pero yo no tengo miedo, Mom6. Yo se 10 que pone en mi Coran. hasta el pueblo siguiente. AI Eso, justamente, fue una frase que no deberia llegar a la plaza, las gentes se abalanzaron sobre haber dicho, porque me record6 demasiados bue- mi. Yo no comprendia su idioma pero ellos me nos momentos y me puse a llorar con mas fuerza. hablaban animadamente muy bien. Me llevaron y paredan hasta conocerme un caser6n. -Mom6, esras llorando por ti mismo, no por mi. Yo he tenido buena vida. He llegado a ma-yor. Eric-Emmanuel Schmitt EI senor Ibrahim y las flores del Cordn He tenido una mujer, que murio hace ya mucho de la alquimia, la danza que transforma el cobre tiempo, pero a la que sigo queriendo igual. He en oro. Citaba can frecuencia a Rumi y deda: tenido a mi amigo Abdulahh, al que saludad.s de mi parte. Mi pequefia tienda de comestibles iba bien. La calle Azul es una calle bonita, aunque no sea azul. Y despues apareciste tU. Para complacerlo, me trague todas las lagri- Mejorate. Lo que vive, hazlo morir: esoes tu cuerpo. Se puso contento. Fue como si Ie doliera menos. jZas!: sonrisa No filosofal. Pero el cobre sf. mas, hice un esfuerzo y jzas!: sonrisa. -jChiton! El oro no necesita de ninguna piedra Lo que estd muerto, dale vida: eso es tu corazon. te preocupes. Yo no me muero, Momo. Me voy a reunir can el Inmenso. Toma ya. Lo que estd presente, ocultalo: eso es el mundo de aquf abajo. Lo que estd ausente, hazlo venir: es el Me quede un ratito. Su amigo Abdulah y yo mundo de la vida futura. hablamos mucho de papa. Tambien estuvimos Lo que existe, destruyelo: es la pasion. mucho rata hacienda el giro. LO que no existe,geniralo: es fa intencion. EI sefior Abdulah era como el senor Ibrahim, pero un senor Ibrahim apergaminado, Ileno de palabras nada corrientes, de poemas aprendidos Y des de entonces, incluso hay en dia, cuando las de memoria, cosas no van bien, hago el giro. un senor Ibrahim que hubiera pasado mas tiempo leyendo que hacienda sonar Giro una mana hacia el cielo, y giro. Giro la caja registradara. A !as horas que pasabamos una mana hacia la tierra y giro. EI cielo gira par girando en el tekke, a eso el 10 Ilamaba la danza encima de mi. La tierra gira par debajo de mi. Eric-Emmanuel Schmitt Yo ya no soy yo mismo sino uno de esos atomos importaci6n-exportaci6n. que giran alrededor del vado que 10 es todo. asi, de golpe, al senor Ibrahim, Como deda el senor Ibrahim: Mi madre, de vez en cuando, viene a verme. 110tiene una forma de pensar muy profunda.» Regrese haciendo dedo. Me «encomende el senor Ibrahim hablaba de los vagabundos: para impresio- narlo un poco. «Tienes la inteligencia en el tobillo y tu tobi- Dios», como deda S610 se 10 habia dicho Me llama Mohamed, para que yo no me enfade, a y me pregunta por Moises. Yo la pongo al'dia. cuando Hace poco Ie anuncie mendigue y dormi encontrado a su hermano que Moises habia Popol y que los dos en la calle, y eso tambien fue un bonito regalo. se habian ido de viaje y que, a mi parecer, no se No queria gastarme los billetes que' me habia les volveria a ver en mucho tiempo y que quiza metido en el bolsillo el senor Ibrahim, al abrazarme, justo antes de marcharme. ni valia ya la pena volver a hablar del tema. Ella reflexion6 profundamente AI volver a Paris, descubri que el senor Ibrahim 10 habia previsto todo. Me habia emancipado. Por 10 tanto, yo era libre y el heredero de su dinero, de su tienda de ultramarinos y de su Coran. (siempre se anda con cui dado conmigo) y, despues, susurr6 amablemente: -Despues de todo, quiza no este tan malla cosa. Hay infancias de las que hay que salir, El notario me entreg6 el sobre gris, del que saque con cui dado el viejo libro. Por fin iba a averiguar 10 que ponia en su Coran. infancias de las que hay que curarse. Le dije que la psicologia no era mi especial idad, que la mia eran los ultramarinos. En su Coran habia dos flores secas y una carta de su amigo Abdulah. -Me gustaria mucho invitarte a cenar una noche, Mohamed. A mi marido tambien Ie gus- Ahora, soy Mom6, y toda la gente de la calle me conoce. AI final no acabe metiendome I en taria conocerte. -~De que trabaja su marido? El senor Ibrahim y las flores del Coran -Profesor de ingles. pone tan contenta -~Y usted? discreta- mente si no me molesta. Yo Ie digo que no, que -Profesora de espafiol. tengo buen sentido del humor. -Ah, y en la cena, ~que idioma se va a hablar? jNo, que es broma! Vale, de acuerdo. Se Ie puso un color todo rosado de alegria de que yo hubiera aceptado. que me pregunta No, en serio, es verdad, dab a gusto verle la cara de felicidad, como si Ie hubiera acabado de instalar el agua cornente. -Entonces, ~va en serio? ~Vendras a cenar? -Que sf, que sf. Desde luego, es un poco raro que dos profesores de ensefianza publica reciban a Mohamed, el tendero. Pero, bueno, ~por que no? No soy racista. Pues eso, que ahora ya hemos tornado la costumbre de que todos los lunes voy a su casa, con mi mujer y mis hijos. Como son carifiosos, mis hijos, la Haman abuela, a la sefio de espafiol. jY hay que verla! Se Ie cae la baba. A veces se Y eso, ahora soy Mom6, el de la tienda de comestibles de la calle Azul, la calle Azul que no es azul. Todos me conocen como el arabe del barrio. Arabe quiere decir que el colmado est<labierto de noche y los domingos tambien. En el Paris de los anos sesenta Momo, un muchacho judio de 13 anos se hace amigo del tendero arabe apariencias de la calle Azul. Pero siempre son enganosas: las el Sr. Ibrahim, el tendero, no es arabe, la calle Azul no es azul y el muchacho puede no ser judio. Eric-Emmanuel Schmitt (1960) es el autor de teatro frances mas representado en Francia y en el extranjero. Sus obras se han estre- nado en mas de 30 palses. Este breve relato, gran exito tealr'al en Francia, es el segundo de la Trilo/!;Iu d(~ 10 Invisible. vado al eine Ha sido lle- (:on aetores como Omar Sharif (' Isalwll(· Adjani. «En un mOn1('ntoen el que el mundo sufre mas que nunca a causa de los fanatismos de todo tipo y en el que la religion se convierte en motivo de conquista, he aqui un magnifico espectaculo en forma de cuento que reconcilia al hombre consigo mismo. El texto de Eric-Emmanuel Schmitt es de una sencillez y una humanidad conmovedoras. Hace reir, llorar, en fin: es prodigioso.» - Paris Match «Una vision noble y conciliadora de la humanidad. Para recomendar a todos aquellos que creen que el Islam es una religion histt~rica.» - Le Point Diseno de la portada: Michael Newman l.lustraci6n: Sara Swan