Museo Arqueológico Nacional PIEZA DEL MES Pesa de te ar de Azaila LA PRODUCCIÓN TEXTIL Abril 1997 Pesa de Azaila , según J. Cabré. Esta pesa de telar opondus, fabricada en alabastro, tiene forma paralelepipédica y presenta una perforacion en la parte superior para su sustentación. Las pesas de telar normalmente no se decoraban. Sin embargo, esta pieza, procedente de la ciudad ibérica de El Cabezo de Alcalá de Azaila (Teniel), está decorada con incisiones en cuatro de sus seis caras. En una se ha representado un lobo o perro y un elefante con sus aparejos, clara influencia del mundo cartaginés, en otra una cuadriga y en otra animales que no podemos identificar con claridad aunque uno de ellos parece ser un jabalí, por último, en la parte superior se conserva una inscripción en lengua ibérica, actualmente en estudio. La función de la pesa es dar tirantez a los hilos de la urdimbre en el telar para poder confeccionar los tejidos. Normalmente cada pesa sujetaba a la vez varios hilos, pares o impares. LAS FIBRAS TEXTILES El hombre siempre ha utilizado para cubrirse y protegerse de las inclemencias del tiempo las materias vegetales o animales que le ofrecía la Naturaleza. La invención de las técnicas del hilado y, por tanto. la obtención de tejidos fiie uno de los illayores inventos de la Humanidad ya que, entre otras cosas, motivó una considerable mejoría de la calidad de vida. Las técnicas de hilado y tejido penetraron en la Península a través del Mediterráneo ya en el V milenio asociadas al proceso de neolitización A partir de ese momento se podía obtener materia prima para confeccionar rilantas, prendas de abrigo, etc. siempre que fuese necesario sin tener necesidad práctieainente de salir de casa, bastaba coi1 un simple acopio de ovillos de lana o lino en el almacén de la vivienda La vestimenta se confeccionaba con los lienzos de lino o lana obtenidos en el telar, dejando atrás la rigidez e incomodidad de otras materias como el cuero o fibras vegetales mucho menos manejables y ásperas. PROCESO DE PRODUCCIONDEL TEJIDO Obtención de laJibra La lana La obtención de la lana en un primer momento se hacía mediante el pellizcado, aprovechando la caída natural anual del vellón. La invención de las tijeras en la Edad del Hierro, permitió utilizar toda la lana del animal. Una vez arrancado, se lavaba el vellón para eliminar la suciedad y la grasa o lanolina que lo cubrían. Posteriormente, cuando ya estaba seco se cardaba, se enrrollaban los copos y se frotaban entre las manos para formar fibras listas para el hilado. El lino la confección de tejidos fue el lino debido, principalmente, a dos Representación ventajas: una la longitud y elasticidad de sus fibras le permitían gráfica de la mecay e' proceso soportar grandes tensiones y presiones que otras fibras no aguantaban del hilado Según K y otra la finura de las fibras permitía obtener tejidos más delicados. Schlabow El lino se recolectaba arrancándolo para no romper las fibras, después tras pasar unos días secándose, se sumergía en agua y posteriormente se machacaba con una maza para eliminar la corteza y obtener las fibras interiores. El paso del lino silvestre al cultivado durante el Neolítico permitió un aumento de Ias cosechas y en consecuencia, de la producción textil, Hilado Es muy posible que el orígen del hilado se encuentre en el trenzado y entrelazado de fibras vegetales gruesas usado para la confección de esteras, cestas, etc Los primeros hilos se obtendrían por la simple torsión entre las manos de las fibras lo que permitiría su posterior tejido. Con el tiempo se inventarían la nieca y el huso. La rueca es el instrumento que permite mantener unidas las fibras en una bola compacta para ir estirándolas y sacándolas para su hilado. Hay dos tipos de ruecas. El más corriente es una vara de madera con dos o tres pinchos en su extremo. El otro tipo es la caña hueca, denominado así porque tiene en su extremo superior una especie de jaula o caja donde introducir las fibras para el hilado. El huso es una pequeña vara de madera o hueso con un pequeño peso en la punta inferior, llamado fusayola. Además el huso lleva casi siempre un pequeño ganchito o una ranura que permite sujetar el hilo ya hilado, para que la hilandera pueda trabajar con las fibras a medio torcer, que quedan desde el gancho hasta su mano. Alrededor del huso se va enrrollando el hilo gracias al giro que se le imprime facilitado por la fusayola. El descubrimiento de la fiisayola supuso un avance importante para la economía familiar antigua. Por un lado, esta pieza daba mayor peso al conjunto y permitía dar inayor velocidad al giro continuo del huso lo que permitía conseguir un hilo de mejor calidad. Por otro, la fusayola, servía de tope y evitaba que el hilo enroscado en el huso se saliera y se deshiciese el ovillo. Las fusayolas son piezas de forma troncocónica, bitroncocónica u ovaladas, su diámetro oscila entre los 1,5 y 3,5 cm y están realizadas en general en barro cocido o piedra. También se han encontrado algunas realizadas en un material menos pesado como el hueso, la madera o el vidrio lo que ha llevado a algunos autores a pensar que son cuentas de collar sin embargo, la existencia de husos de un tamaño muy pequeño parece confirmar la teoría de que se utilizarían para la obtención de hilos muy finos que de otra forma se romperían. Los nuevos instrumentos aportaron rapidez y comodidad al trabajo de hilado con la consiguiente mejora de la calidad del hilo. La obtención de ovillos permitió el almacenamiento de materia prima para trabajar con ella cuando fuera necesario Tejido Una vez obtenidos los ovillos, se procedería a la confección del tejido en el telar. Existían varios tipos de telar los cuales se fueron perfeccionando hasta conseguir un modelo que facilitara la labor y economizara trabajo y tiempo en la obtención del tejido El modelo más utilizado en la Península es el denominado telar vertical, fo~xnado por dos pies derechos paralelos unidos por una vara transversal en la parte superior denominada "iuguin" por los romanos, O enjulio. Los pies se clavaban en el suelo y el telar se apoyaba en la pared para obtener una inclinación adecuada. En el enjulio se ataban los hilos que forman la urdimbre y se comenzaba a tejer Estos hilos eran posteriormente tensados con las pesas. Los pies derechos del telar poseían unos pequeños agujeros en toda su longitud .s. . para colocar unos soportes doride se apoyaba una vara transversal, lizo, que separaba los hilos pares de los impares. Si la vara se apoya en los soportes se levantan las series pares ílc los hilos dejando un hueco por donde se pasa el hilo de la trama mediante un simple ovillo o con ayuda de una paleta de madera o lanzadera. En la pasada siguiente, la vara se baja y apoya en los soportes dejando libre los ;'i:lllllilllIIi:JI1I1.1 I ' l ~ l i l l t l 4 l lS,, a. t., 1il.lllllIl'lll*.*,. iii hilos impares y se procede a una nueva pasada de la trama. Se produce así el tejido o entrecruzamiento de los hilos. Las pesas son los únicos restos arqueolo-. gicos pertenecientes a telares encontrados en las excavaciones.En ocasiones se han encontrado alineadas en dos hileras junto a la pared. Es el caso del poblado hallstáttico de Cortes de Navarra, donde se han localizado junto a la puerta, único punto de luz de la casa y lógicamente el lugar idóneo para tral)aj,ii.. Otras veces han aparecido amontonadas en algún rincón de la vivienda lo que evidericia Telar vertical de pesas. C = Pies derech0s.D = Enjulio. G= Lizo. F = Soportes del lizo. E = Separador de la urdimbre. que no estaban siendo utilizadas en e x momento. Tiizte La utilización de tintes vegetales o animales para dar color a los tejidos f.=(: tambien muy frecuente en la Antigüedad. Entre todos ellos destaca el uso de la púrpura, obtenida del múrex, caracol marino, en explotación en la Península posiblemente desde la llegada de los fenicios, introductores de esta técnica. Estos tintes se aplicaban bien sobre !os ovillos o bien sobre el tejido ya elaborado. La confección textil era de tipo familiar y a ella se dedicaban las mujeres. Durante la Edad del Hierro, en la Península Ibérica, alcanzó un alto nivel de calidad L a fama de las fibras y telas hispanas se extendió por todo el Mediterráneo, sobre todo la del vellón de la Bética, que se convirtió apartir del siglo 1a.c., en una de las principales fuentes de ingresos para la Turdetania gracias al comercio fomentado por los romanos. El famoso Esceno de gineceo. Lekitos del Museo Metropolitano de Nueva York. «sagum» o capa celtibérica, realizada con lana oscura, llegó a ser utilizado como pago de impuestos en lugar de moneda y fue incluso adoptado por las tropas romanas como parte del uniforme de sus soldados. Las telas hispanas teñidas de púrpura fueron otro de los elementos clave en el ámbito comercial de la Segunda Edad del Hierro y Romanización. Tenemos una amplia información del grado de perfección alcanzado en la confección de vestiduras gracias a las numerosas representaciones que, sobre todo a partir de la Edad de Hierro, aparecen en exvotos, esculturas, pinturas de cerámicas, etc. Igualmente conocemos, los apliques, pasadores, fíbulas, agujones,etc que complementaban los vestidos La producción textil era tan importante en la vida cotidiana del poblado que, como muchos otros quehaceres, se encontraba protegido por divinidades y llegó a tener en ocasiones hasta un origen divino. Son numerosos los testimonios que tenemos, sobre todo en el ámbito griego de la influencia religiosa en el mundo del hilado y tejido. También en la Península, ya en época ibérica, tenemos evidencia de una posible divinidad femenina protectora de las artes del tejido o femeninas en general, a la que se ofrendan tanto los instrumentos necesarios para desarrollar estas labores (f~isayolas,pesas de telar, agujas de coser, etc..) como ya el elemento elaborado (telas, esteras de esparto, cuerdas, etc.) y una infinidad de objetos de carácter femenino (agulones de pelo. cinturones, anillos, etc.) unido a ofrendas perecederas ( cuartos traseros de animales. frutos, semilas, ...). Este es el caso del depósito votivo hallado en el poblado ibérico de El Amarejo (Bonete, Albacete). Evidentemente, la importancia que tuvo el co~~ocimicnto y desarrollo de la manufactura textil en los antiguos habitantes de la Península debió deja1 una profunda huella en algo tan cotidiano como la vida t eligiosa .V RESTOS DE TEJIDOS EN LA PENINSULA IBERTCA Los restos de tejidos encontrados en los yacimientos arqueológicos documentan la importancia que alcanzó la industria textil en la Península Ibérica. Estos restos se se conservan gracias a que se encuentran sernicarbonizados o solidificados por las sales de corrosión de los metales. Los restos de tejidos más antiguos hallados en la Península son de lino o lienzo y pertenecen a una sepultura de El Argar (Almería) correspondiente al 11milenio a.c. Se trata de fragmentos de telas adheridos a alabardas, puñales, pulseras y otros objetos metálicos. A partir de la Edad del Hierro son abundantes los restos de tela, en general de lino, documentados principalmente en las necrópolis de incineración. Algunos de los yacimientos que más datos han aportado son El Cigarralejo (Mula, Murcia), La Albufereta (Alicante), necrópolis de Carmona (Sevilla), etc. ALFAR0 GINER, Carmen (1984) Tej~doy cestería en la Península Ibérica. Historia de su técnica e zndztstrias desde la Prehistoria hasta la Romanización. Biblioteca Praehistorica Hispana, vol. XXI. C.S.I.C. Madnd. Estudio exhaustivo sobre las técnicas de hilado, telares, cestería, cordelería e industrias relacionadas. Se investigan los orígenes y restos arqueológicos documentados de la Península Ibérica. Aunque es una obra destinada a investigadores, resulta amena de leer a pesar de la gran acumulación de datos. ALFAR0 GINER, Carmen (1983): ((Fragmentos textiles del sarcófago antropomorfo femenino de Cadiz)) Homenaje alProfesorMartin Almagro Basch, 11, pp. 281 - 289. Ministerio de Cultura. Madrid Para personas introducidas en el tema. RAFELS FONTANALS, Nuria, et al (1994) <<Untaller Ibérico de tratamiento del Iino en el Col1 del Voro de Gandesa (Tarragona))) Trabajos de Prehlsrona. 5 1 , pp. 12 1 - 136. C S 1 C Madnd Estudio de un conjunto arquitectónico donde se manufacturaba el Iino para su posterior hilado Es una obra para investigadores. CASTRO CUREL, Zaida (1956) ((Avances de estudios cuantitativos y localización de pondera en asentamientos peninsulares)) 41giteologia Espacrnl. 9, p p 169 186 Colegio Univers~tariode Teruel Teruel Estudio para investigadores BRONCANO RODRIGUEZ. Santiago (1989) <<ElDepósito Votivo ibérico de El Amarejo Bonete (Albacete))) E.ycni~acionesAl-ij~teológicaietl Espalia, 156 Ministerio de Cultura Madrid Estudio para investigadores con amplia docurnentacion sobre las ofrendas a una posible diosa protectora de las artes femeninas, entre ellas el ty ido GONZALEZ-HONTORIA, Guddalupe y TIMON TIEMBLO. M" Pía (1953). ((Telares Maiiuales en España)). -4i-tes del Tienjpo i del E-vpacro, 9 Editora Nacional Madrid Estudio etnográfico sobre la producción textil Interesante para cer la continuidad de esta tradición en la Espafia actual