¿Por qué no se pueden entregar resultados individuales?

¿Por qué no se pueden entregar resultados individuales?
¿Qué dice la ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación sobre la entrega de resultados individuales?
Actualmente, la Ley N.° 20.529, Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad de la Educación, dispone que no es posible
entregar resultados individualizados de las evaluaciones a establecimientos educacionales.
Al mismo tiempo, la ley acepta la entrega de resultados individuales siempre y cuando se haga al apoderado y una vez que las
mediciones tengan validez y confiabilidad estadística a nivel individual. Además, la ley señala que bajo ningún aspecto estos
resultados puedan ser publicados ni usados con propósitos que puedan afectar negativamente a los alumnos, tales como
selección, repitencia, cancelación o condicionalidad de matrícula u otros similares.
¿En la actualidad es posible entregar resultados de logro de aprendizaje individuales?
Simce, como sistema nacional de evaluación de resultados de aprendizaje, con el propósito de evaluar el logro de los objetivos
de aprendizaje y el currículo vigente, aplica evaluaciones a todos los estudiantes del país que cursan los grados evaluados.
Las pruebas Simce de cada grado están compuestas por dos o cuatro formas, que en conjunto miden los contenidos curriculares
aprobados y definidos para cada nivel educacional. Cada alumno contesta un cuadernillo (forma), por lo que no aborda el
porcentaje completo de los contenidos curriculares en sus respuestas.
De acuerdo a esto, la prueba entrega resultados de aprendizaje válidos a nivel de curso y de establecimiento, pero no informa
con validez los resultados individuales de cada estudiante1.
¿Por qué la ley especifica que la validez estadística debe ser a nivel individual?
Simce es una prueba que rinden todos los estudiantes del país (de carácter censal) y sus resultados se obtienen a partir de
cálculos estadísticos en función del promedio nacional.
El hecho de aplicar una prueba a toda la población, requiere establecer la precisión del instrumento (prueba). Para determinar
si las diferencias entre los diferentes establecimientos, cursos o estudiantes, pueden tratarse de errores debido al azar
(factores externos al instrumento, como pueden ser las condiciones al momento de rendir la prueba) o son representativas de
la población, resulta necesario calcular esta variabilidad que representa el “error estándar”.
El “error estándar” de medición de un instrumento de evaluación permite determinar cuándo dos resultados pueden
considerarse distintos. Por ejemplo, un puntaje promedio de 256 puntos y 255 puntos pueden parecer distintos (256 puntos
es un resultado más alto que 255 puntos), pero si el instrumento de medición tiene un error de medición de 4 puntos ambos
resultados no pueden considerarse diferentes, y por lo tanto no podríamos afirmar que esta diferencia de puntaje indica una
diferencia en los aprendizajes.
1
Esta situación no se aplica para los resultados de la evaluación SIMCE Inglés.
Para las pruebas Simce, el error estándar de medición (SEM) es aproximadamente de 5 puntos, el cual aumentará si la
variabilidad observada aumenta, y disminuirá mientras aumente la población evaluada.
Este valor se usa como mínimo para indicar si hay diferencia significativa entre los establecimientos. Sin embargo, la precisión
del instrumento para resultados individuales es mucho menor, debido a que se aplican formas distintas entre alumnos y por lo
tanto esta diferencia exigida es mayor.
En conclusión, Simce es una evaluación que tiene larga trayectoria, lo que ha permitido corregir y afinar la precisión de los
instrumentos. Además, la ampliación de las mediciones permite avanzar al perfeccionamiento de estos.
Conjuntamente, con la conformación de la Agencia de Calidad de la Educación, se han podido incorporar nuevos componentes
en el sistema de evaluación de los logros de aprendizaje, como la evaluación de cumplimiento de los otros indicadores de la
calidad educativa, las visitas de evaluación y ordenación. Esto ha permitido entregar mayor contexto a las evaluaciones para
orientar a las familias, a los establecimientos y las políticas en educación enriqueciendo la información entregada.