la muerte de cánovas

Anuncio
Inmediatamente dispuso la augusta señora que su marqués de Lema, habla hablaiio con el Sr. cánovas|Ej u^eneyal Azcárraga.
lotros dos tiros sobre ellos, que no hirieron a na- médico
de cámaM, el señor marqués del Busto, sa- momentos antes de ser objeto del erimlnal "^'^"^^^'presidente interino
que ha puesto íin á su vida.
'die, por fortuna.
liera pará"Sértfá Ag'úeda.
Abandonó
un instante el Consejo de ministros el
Fácil
es
suponer
la.profunda
pena
del,
máp<iuí!s
A los gritos llegaron el teniente de la Guardia cide Gi'íWiia y Justicia para conferenciar con el sc^ñor
vil y el jefe de la policía secreta á las órdenes á^l Telegrama del ministro de Qraoia 3^cuando tuvo noticia del crimen.
Primero el asombro, inmediatamente después el presidente, Sr. Puebla, y no sin gran .trabajo lograJusticia.
Martitíézdél Campo. Rrfil«"!:i, * f ' Í ; ^ ' ^ , ; ! ? ^ ^ ' :
El caAáviM.
dolor amargo y desesperado ante la suprema caída. ron sujetarlo.
mo V entonces pude saberse qüeS. M. la Koum naEl
señor
ministro
de
Gracia
y
Justicia
ha
dirigido
A la grandeza\lcl liombre ha correspondido la granEl cadáver del Sr. Cánovas será trasladada á Ma- W a ' i S u E l general Azcárraga. como pr.«.den
al presidiíutc de la Audiencia de Sun Sebastián un drid, después de embalsamado, para que su entiepro te interino del Consejo.
El presidente moribundo.
deza do la nincrlo. Derrúmbase el coloso cp plena
India por la patria y por el deber. La encina es he- Al levantar al presidente del suelo, vjíóse que por telegrama concebido en ios siguietites términos:
más ací'itada. (rOza ei
revistió la solendnidad digna del ilustPo político é
«El t(írrible suceso de mié' téndfá V. S. noticia quien tatito debe JEspaña.
i'ida del rayo sin liaber abatido un punto sU; altivez sus dos heridas manaba abundante sangi'e.
llust;esoldadq'de"innte«#*.prest^^
ni su tiierzi^i. Frent(íá los elementos desatados, frente Trasladado á un cuarto del establecimiento, llegó hace necesario que así en la instriicción del sumario Segiio los télegrani^s oficiales, el atentado se rea
siropítí»í¿^'^^«^^S''^/K*""rsti
lie^
ii las ininen.'ías d(!sdichas nacional((S, él ipantiene el médico dél mismo, SP. Justé, y examinó las he- como en el resto del proceso se, despliegue actividad lizó á la una menos dhco rülniítos de la tardé,, y mo grandes
nizadOr de
las dos campabas.
W debe ser sunereaero
suma, de t¡d manera, que el fallo y la pena que éste mentoa antes <le las dos munp el gran eáta'diáta.
tirme su espíritu y saca de su gloriosa ancianidad ridas.
en
tari
tristes
circunstancias.
energías, entusiasmos, alientos contra la íncerti- Su pronóstico no <tej6, desgt-íicladamente, lugar á encierre sea tan próximos al delitocUantólo permita^
S"ía'^ü;ai¡=;;^.al«fganqj^
Los peíiodiatas.
dnmbre, una venladera,juventud moral que comu- dudas.
k ley.
tuariqu6'SétMbtitetial<*daVer delijT.^^^^^^
nica su brío y su calor al alma de todo un pueblo. Calificó las dos heridas de mortales de necesidad. El Gobierno espera que el celóle V. S. estará á la Próximamente á la una y media, los pocos perio
mayores hcfnsres qu« «'»*»«' ''*í^l*i?fr«."; ,?1?
¡Ati! Esa obra eternamente memorable do Cánovas Inútilmente se aplicaron al herido los recursos que altura délas circunstancias.»
distas que á esta hora <ío»purreftala central telefó ilustre
I
homto'fé .ielístíM«, áflnque^paP^^^^^^^^
P«tn<» era desconocida de Es|»aña.
nica interurbana supieron (lue^ por.orden/deli^eñpr ciso
para esos casos desesperados aconsi\ia \n ciencia.
romper
con tradiciones
y^prtíc.
.„
ni«r,
rnmn^r
tradícíonés
v
ptííceptos
legales.
Más
noticia
•
del
asesino.
Por eso lia sido necesario, sin duda, que la mal
ministro de la Gobernación^ se habían suspendido El presidente interino-del p«»»«'>«rwri S ™
Ni por un momento hubo esperanza de salvarle.
dad inicua se ampare del brazo de un asesino ex
El Sr. Cánovas falleció rodeado de muchos bañis- ^ Cuando fué detenido el ¡miserable ([uetílja puesto JaS conferencias hasta nuevo aviso.
tranjero. No. En nuestra tieira honrada, en esta tie- tas, dol Sr. Morlesin y di su amante esposa, poco lin á la existencia del Sr., Cánovas, á las ¿tütoridades Sospechando que ésta orden sé había dado peque ¡cárraí^p,• PoOseniirá tfíB^Wénjl» ' f »^^ * »te.í^iiCTr8.
que le preguntaron dio un nombre supue%).
rra de caballeros y de corazi^ies leales, no podía después de las dos do la tardo.
ocurría un suceso muy grave, algunos periodistas se
iT'aiias ¿olíclas*
existir ni un criminal demente, ni un adversario Sus últimas palabras fueron: ¡Viva España!—.4. A las cinco de la tarde, los ministros, aué, como dirigieron al ministerio de la, Gebcrnación, donde Además üe las peifonas «te aparte citamos, han
decimos anteriormente, se hallaban, reunidos en Go- encontraron réufiidos á los consejeros de la Cobastante injusto para acabar de un golpe infame y
El asesino.
bernación en Consejo permanente; recibieron un te rona.
traicionero la vida de un hombre que lia escrito con
su pensamiento y cen sus obras las páginas más ilus- SANTA AfiUEOA 8 (3 tarde).—Llámase el miserable legrama de Santa Águeda manifestando que el ase- Como en la central j,ie Telégrafos se había díspuestc^ que no cÍit!Í|líiira!n''Sino los despachos puraasesino Asch i no Galli y es natural deFoschio, pue- sino ha declarado llamarse Miguel Angci Galli.
tres de nuestra historia contemporánea.
meátéi 'particulares?. 'IfiátouTl'adfstasque allí se halla
blo
inmediato
á
Ñapóles.
El
criminal
es
bajo
de
estatura,
usa
barba
descui-|
Ni aun los mismos anai'quistas españoles han cedido á la tentación de catástrofe semejante. Diríase El autor del atentado es, pues, extranjero. Acaso dada, es de color moreno y su aspecto es repulsivo. ban a^nflféróri tambiétl al hiihisteri'ó de la Gobema-l
ción.
que sobre el espíritu falsamente cosmopolita do la el anarquismo no ba encontrado para ejecutar tan
Los ministros.
bárbara secta se han impuesto la admiración y el infame obra un brazo español.
El Subsecretario, señor marqués del Vadilló, rtianirespeto hacia aquella vida tan española y tan pre- Había llegado hacía cuatro dias á Santai: -Águeda. En seguida que el Sr. Cos-Gayón tuvo canoci- féstó & los periodistas que se liatiia recibido ún parte
Como en estos c8t!\blecimíenlos no se suele adquirir miento d« la triste nótjtíiá, telcjíralió al ministro de telefónico de Santa Águeda, dando:cuenta del atenclara.
,
i
Verdaderamente, esta trágica muerte sólo puede nolicífls de quiénes son los bañistas, el italiano" no Fomento, el cual,fcómóes sabido, sé encuentra en tado.
ej balneario de Costeña y pensaba trasladarse á Mornentos después entró el señor marqués del
encontrarun inmenso, un nacional duelo. Aun los par llamo la atención.
Vadilló en el despacho donde los ministros se hallatidos más distintos de la obra de Cánovas lian hecho Su aspecto tís de un hombre de clase humilde, de Bilbao.
constante justicia á la amplitud del estadista, á la uti criado. A algún bañista le había inspirado cierta El Sr. Linares Rivas es posible que se traslade á ban reunidos en Conseno permanente, y al salir al
convicción del patriota, á la'tolerancia del hombre. Su|desconlianza; pero como no había hechos en (jUé fuu- Santa Águeda, y que desde allí acom()añeá esta cor- salón'íizut Vi'WvU) el hecho a ló$ periodistas, anadien,
piedad fué siempre magnilicu. Combatió con el hierroldarla, m se dió importancia á la presencia dé aquel te el cadáver del ilustre presidente del Consejo.
do que el Sr. Cánovas se encóiítraba muy grí^ye.
|-*4
de su palabra las ideas contrarias. Y continuó la his- sujelo, bien ajenos" todos ú„i horrible ooiraen qijíí El señor ministro de Ultramá;!', que supo lo ocu- Casi al mismo tiempo algunos redactores de" La
rrido por un telegrama que se le dirigió desde Santa Corr^spoMencia de España, que habían tenido
tor a de España para no suprimir ni un hecho ni un pre[)araba.
í'*;
Da sus declaraciones se deduce que es anarquista AgitodíJ, ha tilarcli|iile Ji, eá*,'^ punto, déide donde se nótelas particulares de alga de loque w.urm,,se
adversario.
y
qnéol
infame
atentarlo
es
la
venganza
que
ha
toEste milagro de sü política rppaCédftra y de su
comunica con sus eónipafíeros cjué sé encuentran en presentaron en Gobornaei/>fi¿ rogando al señor mar
qués del Vadillo que los entregai'an unos despachos
alma generosa nadie lo desconocerá, seguramente, mado esa S(;ctn criminal de las ejecuciones 4e los di- esta corte.
namiteros de Barcelona.
en este momento grave y casi supremo.
También se ha telegrafiado á los capitanes gene- i|ue había dirigido al periódico su reitactor-correspousíil en Santa Águeda.
Como nosotros acallamos por un mtimento, y Inmediatamente se dió aviso del crimen al minis- rales de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
Al salir del despacho del Sr. Cos-Oayón, el subse- '"''Todaflas Academias de que formaba parte él
mirando á la p,tria nuestro dolor inconsolable, asi tro de Estado par-a (jue lo pusiera en conocimiento
Telegrama del' Sr. Sagasta,
acallarán los partidos sus afanes de pelea y su espí- de S. M. la Reina, y al ministro de la Gobernación,
cretario participó á los periodistas la triste nueva de
avisándose también al Juzgado de instrucción de El Sr. Sagfista ha contestado al telogranla del se- que el Sr.; Cánovas había muerto.
ritu de demanda.
viado comisiones al rainistewo de Ja GoDcrnacioa
Lo primero es honrar con verdaderas lágrimas á Vergara para que instruyera las diligencias judicia- ñor Cos-Gayón inmediatamente enviándolé desde
En el salón de coiií^nci^s^
dando el pésame
un hijo esclarecido de España, y dé ningumi manera les correspondientes.
Avila el despacho siguiente:
se tributará mejor culto á su memoria como respon- La eonsternación que se apoderó de cuantos ro- «Con profunda pena me entero en este momento Un periodista llevó la noticia del'suceso al salón
^ ^ ;
cofnfferenclttS'del'Consresb de los dipufados.
diendo tolos con lirmeza y serenidad á los crímenes deaban al Sr. Cánovas fué inmensa. No es posible de su telegrama. Estamos todos de pésame. Me pon- ae La»
personífS que allí se encontrtbañ "ntí quisieron
reflejar el inmenso <lolor y la emoción profundísima go incondicionalmente á las órdenes del Gobierno
del anarquismo y á las alegrías de la manigua.
dar
ofedíto
al rumor, considtíráBdolo absurdo; pero
que
á
todos
produjo
el
inesperado
y
horrible
criLa dispula por el poder en esta hora solemne no
de S. M..—Práoeedes Sagasta.
tuvioíron
que
repdií:se á la triste realidad.
es de creer en nadie, ni en hombre ni en partido al men.—,fl.
I Liberales, .repiibüeanos y cariisths, lo mismo los
En las calles.
guno. Noble señ&l de ello es el telegrama del señor
(DB NUESTRO COBBMSPONSAfc)
políticos qufe viven dentro de la legalidad que los]
Sagasta.
La noticia de esta desgracia nacional ha producido que militan en campo contr. tio, protestaban unániEn su día la regia preiTogativa reparará la pertursensación inmensa. Tan grande, como grandes eran me y enérgicamente del liorrible crimen y se lamen- Andiem^lM en »••?•] ir.—Páfneo iiu«|.endld*.'
Las primeras noticias.
bación causada por esta muerte, que es upa calamiV» tntánt» O.* 1
los méritos y los servicios del ilustre hombre de Es-^ taban de que la patria pierda al ntós eminoníe de sus
dad nacional; pero que no hade interrumpir el curso El Sr. Cos-Gayón había ido esta mañana á confe- tado
SAN8IIBASTÍÍN7(5,4Í) tarde).-Kntre Im pQmna»
gobeínántes.
de la vida pública.
renciar con el señor ministro de la Guerra, y desde Las gentes se paraban en las calles preguntándose
Conveníase en la necesidad de persi*?«ir á los que iiaíi estado en Mlfatnar para ofraoer-'«u« respeto»
Por lo que á ellos concierne, inútil parece decir el palacio de Buenavista regresó á su casa á al- unos á otros si era verdad la triste noticia, notándose anarquistas
como á perros rabiosos, y se iv^rdaba áS M la Reina figuran el capitíin ger.eral de-Valénque el Gobierno y el partido conservador están en su morzar.
en los semblantes la emoción que á todos producía que
,
.
.
„
,
.
.
_
,
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,
.
_.___,.....
_. M. Carnet,
- - : , , ,Presidente
a-.,• iCia,Sr.Moitójels6cí^ta«*^<í''Iá''lireccH)n ereneralde
Caserío,
el
asé^ihí»' de
puesto. B;ijo la terrible pesadumbre, sienten como Llamado por teléfono, el telegrafista de guardia le el atentado.
de
la
República
francesa,
era
de
nacionalidad
italia-l. (^^¿^¿.^^^1^11 gea^ral Montes Sierra; la marquesa
nunca la ley del deber y tienen por obligación sagra comunicó la dólorosa noticia que acabábií de recibir Muchos todavía dudaban preguntando si había
na,
lo
mismo
que
el
infame
agresor
del
br.
Cá- ^^ ^^^^^^^.^ ^^ ¿^^¿^^ d^, pinohormoso, el rtiarqués '
da el poner la vida y el dolor mismo al servicio de do su compañero el telegrafista de Santa Águeda. El
novas.
_
^
Ij^ Bonadlo, el ex-gottóriíader de est» proAtinci», síjñor
Eispana... ¡Españal Ultima palabra delSr. Cánovas, Sr. Cos-Gayón se trasladó inmediatamente al minis- muerto el Sr. Cánovas.
E n GOÍJemaCWn.
Besg¿n y elejL-klcaWe de S»» Sebastián, LizascmiU.
terio de la Gobernación, donde recibió los telegra- Hoy se han patentizado un» vez más los nobles
testamento de su patriótica grandeza
Da creer y de esperar es que S. M. la Rí^ina Re- mas olleiales, que, desarraciadamente no dejaban es- sentimientos de nuestro [Miebl'. Sólo una voz ha ha- A los pocos momentos de divulgarse 1» notifáa, nu- La Famlllik Real bé sU8Í>ea«<l(V esta tará^ Su acosbido para anatematizar el vil atentado.
gente, penetrado su augusto espíritu de lo excepcio- peranzas.
menísas personas, muchas de ellas ajenas á la polí- tumbmdo pMeo, con motiw de
" las
" gravea noticias
nal d(!l momento y de toda la anormalidad que el Con la serenidad de ánimo que caracteriza á este Hombres de los más opuestos pai'tidos se hacían tica, se presentaron al señor subsecretario del mieco
del
dolor
causado
por
esta
desgracia
nacional
y
que
m
han
trecibido
acerca
del
eatíido
en qup se enhorrible suceso ha de suponer en la vida política del hombre público, sofocando el intonsísimo dolor que'
nisterio de la Gabernación, para pedirie noticias y
de
la
indignación
producida
por
el
miserable
crimen.
de
él
se
apoderara
al
saber
que
se
hallab:i
ejípirante
cueiótrtielcardeQai
MoÉesciUo.
país, regrese en plazo breve á Madrid con sus miprotestar del horrible crimen.
el ilustre jefe y el entrañable amigo de toda la vida,
nistros.
En
Estadd.
Entre las muchas pegonas que han visitado el mi- S. A. la ihllntitt B.* Ealaliíi estft pasando el verano
Para entonces, lo humano y lo político recobrarán llamó el Sr. Cos-(jayón á su despacho al general El subsecretario de aquel ministerio, señor mar- Bjstqpio, además de lo§citados anteriormente, sei haen Saint-MÓrltz.
Azcárraga y al ministro de Gracia y Justicia, y jun
su imperio.
de Amposta, ha coniunicado la infausta noti- llaílaban los Sres. Fabié, duque de Sexto, conde dé En el mlstno,puiitp 36 haljfl,n los,duquef,de MonteHoy, segura la tranquilidad pública, (irme el Go- tosdict:\ron las primeras disposiciones necesarias qués
á los ministros plenipotenciarios y encargados de Vilana, marqueses de Mochales, Viana y de la Viesea;
bierno en el cumplimiento de sus deberes, todo co comunicando lo ocurrido á las autoridades civiles,! cio
'
vizconde de Campo Grande, el auditor de la Nun- llano.,
negocios
que se encuentran ett Madrid.
razón español debe sentirse herido por el puñal del militares y judiciales de las provincias.
ciatura, monseñor Vayoaa, el magistrado Sr. Iz- LOS marqueses de Vlstabell^í hají llegado & LucerMuchos
diplomáticos
extraiyeros
han
acudido
al
asesino; toda alma de patriota deb-i llorar la muerte' El Sr. Cos-Gayón dió también conocimiento del itiinislerio para manifestar su pésame por tan teí^ri- quierdo, Osma, García Alix. Campa, Bor;?amín, Bona, y á Cbfttéfiu de CarrosBíe, píiócedoátií* d
los
de quien en el supremo tránsito no recuerda sino el atentado por telégrafo al general Martínez Campos,
tes y Romero, Frontaura, Qoncha Alcalde y Ranees. duques de Sí»nto Mauro.—-.SCi
nombre de la patria; todo espíritu crist'ano no hade que se encuentra en Santander; al Sr. Sagasta, que ble desgracia.
Este ha telegrafiado á Málaga, donde- se encuentra
•IMNDetftag» «arli«M«.
moverse sino á llanto verdailero, á dolor profundo se halla en Avila, y al Sr. Montero Ríos, 'que reside
En
Hacienda.
él Sr. Silvela, participándole la iritíiusta lióticia.
I En cuanto el marqués de Mochales, que se encon- El presidente del Senado, señor marquen del Pazo SAN SKBABTIXN 7;(6,2& t^rde),—Créese que los cai^
ante eso cadáver del genio, del poder, de la virtud y en Lourizán.
de la elocuencia.
Al mismo tiempo se dispuso que no se transmitie- traba en la Moncloa, donde su distinguida esposa
la Merced, fué uno de los primeros en presentar- listas no llegarán á realizad süanunciád(in»íí«a#.
ra ningún telegrama particular hasta que fueran ex- pasa el verano, tuvo noticia del asesinato del Sr. Cá-^ de
El anuncio de éste ha proítacido muy málefecto,
se
en
el ministerio de la Gobernación.
pedidos los oficiales; pero una vez que esto se hizo, novas, se dirigió al ministerio, y al poco tiempo re- También
mostrándose unftnime la opinión en considerar como
se
presentaron
e«
dicho
ministerio
el
solevantóse la prohibición, que ya no tenía pbjeto.
uniéronse en su despacho el interventor general ^se-' brino del señor presidente del Consejo, Di Antonio una verdadera imprudencia dicbo proyecto.
Atentado contra el presidente del
ñor Mínguez, el director de Aduanas Sr. Arrazola y Cánovas y Yailejo, y el subsecretario del ministerio En esta provincia,dcíniinan l()s elementos hostiles al
En
el
ministsrio
d3
la
GolDsrnación.
'
Consejo de ministros.
el del Tesoro Sr. Oya.
,^ ,. ,_
, , de Ultramar y primo héntiano de la ilustre viuda del
Fueron llegando sucesivamente al ministerio de la A las siete de la tarde se ha dicho en aqiicl de Sr. Cánovas, Sr. Osma; el gobernador civil de Ma- carlismo, y esto podría ocasionar ajfíin, distur(DK NUKSTRO SKBVlClO PARTICULAR)
Gobernación el presidente del Senado, señor mar- parlamento ministerial que el Sr. Navarro Reverter drid, 8éñor.3e<?nde dé Peña Ramiro, y el concejal del bio.--JT.
SANTA ACIIEDA 8 (2 tarde).—Esta tarde á la una ha qués del Pazo de la Merced; el gobernador y alcalde había salido de Santander alas dos de la tarde con Ayuntamiento señor conde del Moral de Calatrava. lita prhiievftfvonridii.—Ai|liM4i«l4n exlMWPdintirl».
sido objeto el Sr. Cánovas en Santa Águeda de una de Madrid, el director general de Comunicaciones, dirección á esta corte.
tíll amigo del Sr. Romero Robledo le ha telegra- SAN SÍECBASTIÁN 8 (9,3Ó mañana).—La aiimación con
marqués de Lema; el subseci-etario de Gracia y Jusinfame cuanto cobarde agresión.
fiado dándole cuenta del terrible suceso.
motivo de la corrida que ha, de veriftcajfSé hoy, auticia, Sr. García Alix; el marqués de Valdeiglesias
Visitas y ofrecimientos.
He aquí cómo ocurrieron los hechos:
menta por instantes.
En Consejo.
El Sr. Cánovas había oído Misa á las once, como y muchas otras personas.
TOdós
los
personajes
conservadores
que
se
encuenImposible
es
describir
la
emoción
que
se
reflejaba
todos los domingos, en la iglesia próxima al balneaA las siete de la tarde los ministros continúan en Los trenes llegan atestados de gente, y.por mar ha
eirtüdos los semblantes y la ansiedad con que tolos tran en Madrid han estado en el ministerio de la Go- Gobernación nainidós en Cousiyo, y celebran una Tenido también gran numero de excursidni^tas.
rio y paseado un rato por la galería del mismo.
bornación para ofrocerse.á los consejeros de la CoroEn la corrida del día 15 lucirá Guerrita un rico ca- ,
Era próximamente la una, hora en que la mayoría esperaban nuevas noticias.
conferencia con el señor duque de Tetuán.
na en estos momentos de angustia.
El
telegrama
anunciando
que
el
Sr.
Cánovas
del
de los bañistas sube á sus cuartos para vestirse
pote
de paseo color perj^, bordado en o» y con pie '
Sr. Cruz (D. Pablo), secretario particuler del
La
Sra.
de
Cánovas.
mientras la campana anuncia la hora de la co- Castillo acababa de espirar llegó al ministerio de la Sr ElSagasta,
4ras.
I
ha visitado al señor ministro de la GrOGobernación poco después de las tres.
mida.
La señora del Sr. Cánovas del Castillo dió muestras Es regalo del duque de Santofta, y costó seis mil;
bernaeión,
manifestándole
que
tenía
un
despacho
del
El Sr. Cánovas se encontraba en la galería leyen- El presidente del Senado anunció al Sr. Cos-Gayón
de la entereza natural en las almas grandes auxl>
,
1
do los periódicos. A bastante distancia se hallaba el su propósito de salir esta noclie para Santa Águeda iefe del partido liberal, protestando enérgicamente liartdo á su esposo en los últimos momentos, y no pesetas.
del
atentado
de
que
ha
sido
víctima
el
¡lustre
presi
Después
que
cumpla
sus
compromiso»
'
e
n,
Vitoria,
•'
corresponsal de La Correspondencia de España, con objeto de acompañar en estos tristes momentos
dente del Conseío y ofrecit'índose al Gobierno mcon consintiendo separarse do su cadáver .
San Sebastiátí y btfos puntos,' GUerrá' iiífl,' por pr«s-1
Sr. Torres, y un ingeniero de minas de Ciudad Real á la desconsolada víuda de su ilustre amigo.
dícionalmente.
, , ^
,
Honores fánebres.
crlpción facultativa, á Mondarlz.—jtf.
I
llamado Sr. Azpiazu.
También visitó al Sr. Cos-Gayon el señor geftei'al. • 1 í M Í » ^ ( É ! l ' ' ^ S f f ^ ^
Indignación contra el asesino. López
De pronto.entré en,la galería un JDañista llegado
'fSméono
DMningüez'paTa'oTréécf'fá'Wrtíft
pocos días antes, hizo como que pascaba, y al pasar Un telegrama de Santa Águeda comiinica que
con el señor duque de Tetuáh respecto a los honores lilegadadcl mlnlatra d« l'ltramar.—If marqaéc '
T,;!mo
paniciilar,
como
gonenil
y
hombre
de
naHido
y
por delante del Sr. Cánovas, que estaba abstraído con hubo necesidad de encerrar al asesino para qnc las '«ipouer la profunda pena que lo lia causado la no- Ique han de concederse al cadáver del Sr. Cánovas de I^BH^-l^aKxpiMteMD de Artei» lid««trÍAle».
la lectura, sacó un revólver y le disparó dos tiros; personas que se hallaban en el establecimiento uo
derCastillo. Estos serán los de capitán general, tri SAN SK»A8TIÁJÍ 7,—Ha llegado ¿ esta c»pital el miuna de las balas hirió al ilustre hombre de Estado en hicieran pronta y rápida justicia en él.
butándosele en todas las estaciones del tránsito.
nistro de ultramar, 8r. Castellano. & quíia «guarda'^Eii
análogos
términos
se
ha
expresado
el
exla frente y la otra en el pectio.
I
ban en la estaciiia el duque de Tetuán y Us auturidaministro
liberal
D.
Alberto
Aguilera,
que
ha
visitaEn
San
Selsastián.
.
: Regreso de S. M. la ReinaBl herido cayó al suelo, bañado en sangre, gritan-l
cles loc&teft.
do
también
á
los
ministros.
Apenas se enteró el señor ministro de Estado de
do: ¡Asesino!
Háti circulado varias versiones respecto al regreso El marqué» de Loma salió para Jiadrid. VolVarios
diputados
conservadores
se
proponían
mar
la
triste
noticia,
la
ppso
en
conocimiento
de
Su
MaAl ruido de los disparos, los Sres. Azpiazu y
Ide S. M., asegurándose que lo realizará de mañana verá, ít Santa Águeda k mediado* de laj semana ennoche
á Santa
Torres corrieron á detener al miserable (que es un jestad la Reina, á la cual produjo el liondisimo efec Ichar
El esta
director
general
de Águeda.
Correos y Telégrafos, señorU pasado, pero no hemos podido eomprobaflo.
trante.
italiano que se hacia llamar Rinald) el cual disparó to que es de suponer.
LA MUERTE DE CÁNOVAS
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si
niu;¿bS|lASSW
^Slf7á^k|l;
EN MADRID
RELATa DEL CRIMEN
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