Historia de corsarios noruegos en el Skagerrak Historia de corsarios noruegos en el Skagerrak Nuestra pequeña historia de corsarios noruegos acontece en los inicios de siglo XIX, en el contexto histórico de las llamadas “Guerras Napoleónicas” y las estrategias libradas por el control y dominio de la navegación marítima en los mares del Norte y Báltico. Creo, por ello, conveniente hacer una somera introducción sobre algunos acontecimientos históricos, necesaria para entender mejor los hechos y las motivaciones de unas personas que demostraron un valor y decisión incuestionables. Guerras navales de Gran Bretaña contra Dinamarca Noruega en el contexto de las Guerras Napoleónicas En las postrimerías del siglo XVIII, el Reino de Dinamarca y Noruega pertenecía a la Liga de Neutralidad Armada, también llamada Liga del Norte. Ésta era una alianza militar de los poderes navales del norte de Europa: el Reino de Dinamarca y Noruega, Prusia, Suecia y Rusia. Tenía el objetivo de defender el derecho de cada estado neutral de comerciar por mar con las naciones en guerra, sin someterse a interferencias, excepto en casos de comercio de armamento o bienes de uso militar. Defendían la política de transporte marítimo no reconociendo bloqueos de costas enteras, sólo de puertos concretos y únicamente si buques de guerra beligerantes se encontraban atracados o en sus cercanías. Por consiguiente, el Reino de Dinamarca y Noruega se mantendría fuera de todo conflicto bélico, pero amenazando responder conjuntamente por cada barco propio que fuese registrado por una nación beligerante. Los principios de la Liga de Neutralidad eran frontalmente contrarios a las intenciones británicas, que contando con la mayor fuerza naval del mundo, pretendían reducir los intercambios comerciales entre los países que le eran hostiles. Mientras tanto, la “Royal Navy”, cumpliendo instrucciones del Almirantazgo, trataba por todos los medios de impedir la libre circulación mercante y el comercio marítimo en el Atlántico Norte. Los británicos se arrogaban el derecho de propiedad de las aguas (algo que no suena antiguo), y pirateaban, y confiscaban cualquier posible abastecimiento a su archienemiga Francia, y sobre todo de aquellos materiales susceptibles de ser utilizados en ingeniería naval, de los que Noruega y Suecia eran los más importantes proveedores (principalmente cáñamo, alquitrán, lino y madera de pino de Pomerania). Fueron numerosísimos los actos de piratería naval perpetrados por los buques de la armada británica contra simples mercantes daneses, noruegos y suecos, que seguían manteniendo su posición de neutralidad. La Liga, en verdad, suponía una amenaza al dominio naval británico en el Atlántico Norte, pudiendo bloquear el comercio de lino y cáñamo con 2 Inglaterra, al ser transportados por el Báltico y necesarios para la fabricación del velas y mástiles. Ello impedía incrementar la flota y el mantenimiento adecuado de los más de quinientos buques que la componían. Ante esta situación, el Almirantazgo británico decidió centrarse en el Reino de Dinamarca y Noruega al ser el custodio, con una respetable armada, de la llave de entrada al Báltico a través de los estrechos de Skagerrak y Kattegat. Primeramente, el príncipe heredero Federico VI regente de Dinamarca;Noruega, rechazó la amenaza “diplomática” británica para que abandonara la Liga de la Neutralidad. Ante esta negativa, una escuadra, al mando del almirante, y experto negociador, Sir Hyde Parker, fue enviada a Dinamarca. En caso que la negociación y la intimidación no fueran suficientes, los británicos atacarían. Para ello, designaron al belicoso vicealmirante Horatio Nelson como segundo al mando. Siendo de esperar, éste no defraudó, llegando incluso a desobedecer órdenes de retirada de su superior Parker. La Primera Batalla Naval de Copenhague estaba servida, sucediendo el 2 de abril de 1801. Tras un intenso cañoneo de la bahía y de sus edificaciones cercanas, los daneses y noruegos aceptaron los términos del armisticio propuesto, entre los que figuraba el abandono de la Liga de Neutralidad. En los años siguientes Dinamarca;Noruega continuó permaneciendo neutral, pero esta vez sin contar con aliados. Muchos buques de la flota comercial de Dinamarca y Noruega, que permanecían apresados durante el conflicto con los británicos, fueron puestos en libertad. Por un breve período de tiempo el comercio naval florecía de nuevo. No obstante, y después de la clara derrota, el armisticio entre daneses y noruegos con los británicos solo duró seis años. En 1807, la flota inglesa regresaría de nuevo a la bahía de Copenhague para luchar en la llamada Segunda Batalla de Copenhague, sobre la que hablaremos a continuación. Es reseñable que, a principios del año 1807 Dinamarca;Noruega era prácticamente el único país neutral que quedaba en Europa. Era una situación cada vez más insostenible, agravada por el incremento de las restricciones impuestas por las naciones beligerantes sobre el comercio neutral. Ante el temor de que la flota naval danesa;noruega cayera en manos de Napoleón, Gran Bretaña decidió atacar por segunda vez a la todavía neutral Dinamarca;Noruega, sin mediar declaración de guerra previa. La “Royal Navy” armó una flota considerable, doble de la que había empleado seis años antes, llegando a Copenhague el 16 de agosto de 1807. Sitiaron la ciudad y ofrecieron la posibilidad de una rendición; al no ser aceptada, las tropas al mando del almirante James Gambier bombardearon Copenhague de forma inmisericorde durante tres días y sus noches (del 2 3 al 5 de septiembre de 1807), en la que se conoce como Segunda Batalla Naval de Copenhague. Las bajas en la población civil danesa fueron considerables, la capital quedó prácticamente arrasada por el fuego de la artillería británica hacia objetivos civiles y, finalmente, Copenhague rindió incondicionalmente, siendo incautada toda su flota y la ciudad severamente expoliada. La escasamente memorable acción “preventiva” británica, forzó a Dinamarca;Noruega, en contra de su voluntad, a abandonar su neutralidad y, naturalmente, siguiendo los hechos, tomar definitivamente partido en la guerra hacia el lado francés. Por otro lado, Suecia, el antiguo aliado que nunca fue fiel con sus obligaciones con Dinamarca;Noruega vio su mayor interés en sellar una nueva alianza con los británicos. La pérdida de la flota de la armada danesa fue una absoluta catástrofe para Dinamarca;Noruega. No había tiempo, ni recursos económicos, ni suficientes robles para construir una nueva flota militar. Por ello, se tomó la decisión de poner todos los esfuerzos en la construcción de barcos de guerra más pequeños (“cañoneras”) y en grandes cantidades. Las ventajas de las cañoneras eran de carácter táctico al ser barcos de gran maniobrabilidad, especialmente en aguas tranquilas y poco profundas, y estratégico, ya que podían ser construidas muy rápidamente, en gran número, de forma económica y en cualquier parte del país. Era la única forma de reconstruir en mínimo tiempo una fuerza naval de consideración. La Guerra de las Cañoneras (1807 1814), guerra naval de guerrillas, entre el Reino de Dinamarca y Noruega y la Marina Real Británica, había comenzado. El Reino Unido impuso un férreo bloqueo en las líneas de suministro entre Noruega y Dinamarca por el estrecho de Skagerrak, con los buques de la “Royal Navy” patrullando constantemente sus aguas. La excepción eran aquellos buques noruegos que transportaban madera al Reino Unido. El suministro de grano a Noruega quedaba bloqueado. Además, los británicos continuaban confiscando en sus puertos un gran de barcos daneses y noruegos, y capturando otros en su travesía. Siete mil noruegos fueron hechos prisioneros en el Reino Unido entre los años 1807 a 1814. Fueron años de desesperación, de muy malas cosechas y con gente que se moría de hambre. Mientras la armada danesa y noruega producía barcas cañoneras en masa y Dinamarca decidía plantar 90.000 robles para una futura reconstrucción de su flota, el Rey Federico VI establecía las reglas de otorgamiento de “patentes de corso”. Unas 600 licencias fueron emitidas en estos años. Cualquier marino mercante experimentado pudo disponer de derechos como corsario al servicio de su majestad, y aparejar cañones, apresar, 4 apropiar botín y reclamar rescate de cualquier barco hostil a Dinamarca y Noruega. En este convulso y dramático escenario, aparece por fin el personaje de nuestra historia de corsarios. Jonas Jonassen (1773 1835), fue un experimentado capitán mercante. Había nacido en una genuina familia de marinos (su padre Jonas Jonsen también fue capitán, así como sus tres hermanos Christen, John y Reinert, mientras que sus otras dos hermanas, Maren y Anna, se casaron con patrones de barco) del pequeño puerto de Loshavn, a las afueras Farsund, en la región de Vest;Agder, situada en la zona más meridional de Noruega, en pleno estrecho de Skagerrak. Este puerto estratégicamente situado era un punto de control perfecto para cualquier navío que se dirigiera al estrecho de Skagerrak, la puerta hacia Selandia (mayor isla de Dinamarca) y consecuentemente hacia el mar Báltico. La familia de Jonas Jonassen, tenía el control de las actividades marítimas del pequeño pueblo de Loshavn. Además de padre y hermanos, sus tíos y primos estaban también dedicados al mismo oficio. Loshavn tuvo un extraordinario apogeo durante las guerras napoleónicas, conseguido a través de la audacia de sus experimentados marinos, que trabajando como corsarios en las guerras navales contra Inglaterra (“Kapertiden” en idioma noruego) alcanzaron rápidamente riquezas y prestigio. En esa época, los corsarios noruegos eran considerados “hombres de honor” que ejercían la actividad lícita de apresamiento de buques ingleses o mercantes que comerciaban con Inglaterra, autorizada y gratificada por el rey danés. Sus hazañas no solo eran premiadas con los ricos cargamentos de los navíos confiscados y las recompensas exigidas, sino que los más audaces eran premiados incluso con distinciones reales. El propio padre de la constitución noruega del 17 de mayo de 1814 (día nacional de Noruega), Christian Magnus Falsen (1782;1830), estuvo involucrado en actividades corsarias. Durante los siete años de la Guerra de las Cañoneras, hacer el Corso podía ser una actividad asombrosamente lucrativa, al mismo tiempo que enormemente arriesgada. Unos dos mil marineros procedentes de las comarcas de Agder (7.000 en toda Noruega), fueron apresados por la Armada Británica. Lo que representaba en esa época, uno de cada diez de los hombres adultos de esa parte del país. La mayoría de los apresados eran confinados en los propios barcos incautados, convertidos en insalubres barcos;prisión (prison hulk) varados en puertos ingleses como Chatham, Portsmouth y Plymouth, mientras que el resto permanecían en campos de prisioneros. En el primer otoño de la guerra, Jonas Jonassen fue uno de los capitanes mercantes que tuvieron la desgracia de perder un barco. La goleta "Det 5 gode budskap" ('La Buena Nueva') que capitaneaba, fue requisada en un puerto inglés. Incautación que tuvo que compartir con sus marineros. Un total de 16 barcos mercantes de Farsund fueron incautados durante la guerra. Pero Jonassen no debía ser hombre fácil de arredrar. Así que, al comenzar la guerra, decidió aparejar su barco de práctico como navío corsario y dedicarse al abordaje y apresamiento de barcos con bandera hostil al Reino de Dinamarca y Noruega. Consecuentemente, toda la familia Jonassen de Loshvan, hermanos y primos, participaron en aquellos años en las acciones corsarias. Bastaron solo unos pocos años para que Jonas Jonassen llegara a convertirse en el capitán corsario (“Kaperkapteinen”, en noruego) más famoso de su época. Obtuvo el mayor importe en botines de todos los corsarios de Noruega. Su buque corsario el “Veiviseren” ('El guía'), un cúter que, equipado con dos cañones y con una tripulación de entre 20 a 30 marineros, apresó al Inglés durante la guerra el mayor número de navíos, un total de 23. Y para más notoriedad, en 1810, realizó una de las hazañas más recordadas y celebradas: la recuperación del navío corsario noruego "Popham" de manos de los propios militares británicos que lo habían apresado. El buque corsario noruego “Popham”, había sido capturado por un navío de guerra británico el 13 de septiembre de 1810. Sólo cuatro días después, el barco fue avistado cerca Loshavn (según recoge el informe del 18;09;1810 del primer teniente Sodeling del puerto de Loshavn: “El 17 de septiembre, a las 2 p.m., con fuerte viento del S.O., se divisó un bergantín inglés a dos millas al oeste de tierra firme, … “). Aunque ahora navegaba camuflado con bandera falsa y bajo el nuevo nombre de "Oldenburg”, el engaño no funcionó a los ojos de los avezados vigías costeros. El navío corsario "Veiviseren", con el capitán Jonas Jonassen al mando, levó anclas súbitamente y se las arregló para abordar el barco. Tras cuatro horas de encarnecida batalla, venció a los militares británicos, recuperando el barco y llevándolo a puerto. El capitán Jonas Jonassen fue condecorado por Federico VI, Rey de Dinamarca y de Noruega, en 1811 como Caballero de la Orden del Dannebrog, real distinción de caballería, que honra y recompensa aquellos méritos en beneficio de los intereses daneses. Esta hazaña se ha dramatizado y se viene conmemorando cada verano, desde 1996, en el puerto de Farsund. Su bahía se convierte, todos los meses de Julio, en un maravilloso escenario teatral de la escaramuza naval acontecida. Este espectáculo festivo, rico en pólvora y sangre, recibe el nombre de “Kaperspillet” (representación en tierra y mar de 'Juego de Corsarios', con más de 200 voluntarios) y el festival en la ciudad “Kaperdagene” ('El Día de los Corsarios') es actualmente una relevante 6 atracción turística, por lo que es natural que los actuales lugareños se hayan tomado más de una "libertad artística" sobre los hechos reales. Después que el Reino de Dinamarca y Noruega perdiera la Batalla de Lyngør (12;07;1812) y definitivamente la guerra contra Gran Bretaña, y se firmara el Tratado de Kiel (14;01;1814), alcanzando Noruega su independencia, Jonas Jonassen, mi trastatarabuelo, a pesar de haber invertido parte de las ganancias conseguidas al Inglés en adquirir tierras y algún que otro barco, siguió siempre navegando, ya libremente, sin tener que ordenar más abordajes, ni sufrir apresamientos, durante muchos años como capitán mercante hasta su fallecimiento en 1832 a la edad de 62 años. Tres Cantos, a 22 de Noviembre de 2013 F. Javier Krohn Chozno del Capitán Jonas Jonassen 7 Bibliografía / Documentación: ; Fra Krigens Tid (1807;1814). N. A. Larsen. Christiania, 1878. De los Tiempos de Guerra (1807;1814). ; I Krigsaarene: Optegnelser / af Constantius Flood. Kristiania, 1881. Durante los años de la guerra: Registros / de Constantius Flood ; Fra Fjeldet og Skjærgaarden. Skildringer og Optegnelser. Kristiania, 1879. ; Listerlandets kystværn og kaperfart 1807;1814. Abraham Berge. 1914 Registros de la guardia costera y acciones corsarias 1807;1814 ; Kaperfart og skipsfart 1807;1814. J. N. Tønnesen. Oslo, 1955. Corsarios y navegación marítima 1807;1814 ; Norske båter, bind 1, Skagerakkysten. Gøthe Gøthesen. Grøndahl & Søn Forlag A.S., 1977 Barcos noruegos, volumen 1, Costa de Skagerrak ; Film documental histórico “Med rett til å kapre”. Ekstra Medium / Sanden Media. 2013 El derecho a secuestrar. Agradecimientos: ; A Arthur Danielsen jr., chozno de Reinert Jonassen, por tanto, primo mío de seis generaciones. Historiador local, que con sus escritos y los de su padre sobre la historia de Loshavn, han hecho posible hilvanar este relato. ; A Gonzalo Krohn, capitán mercante retirado, tataranieto de Jonas Jonassen y tío mío, por su ilusión, orgullo y empuje en que le trasmitiera el conocimiento de estos hechos. 8 Material gráfico: La fortaleza del Castillo de Kronborg, en Helsingør el 30 de Marzo de 1801 Sus baterías fueron inútiles, así como las de Helsingborg (en la costa opuesta sueca), no pudiendo detener el paso hacia Copenhague de la flota británica de Parker y Nelson. Primera Batalla Naval de Copenhague. El 2 de abril de 1801 Pintura de John Thomas Serres. National Maritime Museum, Greenwich, London 9 Segunda Batalla Naval de Copenhague. Bombardeo de la ciudad (del 2 al 5 de septiembre de 1807) Bergantín británico atacado por cañoneras danesas. Pintura de Christian Mølsted. Orlogsmuseet, Copenhague. 10 Cúter construido por Peter Norden Sølling. Similar al Veiviseren. Cruz de la Orden del Dannebrog. 11 Casa en Loshavn donde Jonas Jonassen creció. Fue construida por su padre en 1765. Hoy vive en ella el tataranieto de su hermano Reinert. Vista de Loshavn, Noruega. 12