27 Icemd 23/7/04 DOSSIER 11:08 Página 109 >> Cuando el CRM está en entredicho Las siglas CRM (Customer Relationship Management) son cada vez más conocidas en el mundo empresarial. Lo que no está tan claro es si el concepto “enfocarse en el cliente” ha calado, o se percibe como la tendencia de moda. Saber cuál es el mejor enfoque CRM para nuestra empresa puede ahorrarnos grandes cantidades de dinero y generar buenos resultados. David Segura Pirez, Profesor del ICEMD (Info@icemd.com) y Director de Marketing y Desarrollo de negocio de ARESE Auto Group, SL Q ue CRM es algo caro está en la mente de muchos; que optimizar la relación con los clientes es necesario también. ¿Sale rentable esta estrategia de negocio llamada CRM? ¿O es mejor enfocarse en ofrecer suculentas promociones para vender más? CRM es una estrategia de negocio, y como tal debe ser estudiada por cada compañía para ver qué es lo que más se adecua a su situación. No es lo mismo una inmobiliaria, donde los clientes cambian de vivienda cada 10 años, que una red de gasolineras con una frecuencia de uso mucho mayor. No es igual la situación de los operadores de telefonía móvil hace siete años, que ahora que el mercado está saturado y el cliente toma mayor relevancia. Todos pueden sacar un gran provecho de un programa CRM, pero la estrategia será muy distinta en cada empresa, sector y momento. Si nos limitamos a implantar soluciones de manual (una base de datos con toda la información posible, unos dispositivos que reconozcan el cliente en los puntos de venta, una sofisticada herramienta de segmentación, etc.), al final se llegará al convencimiento de que todo resulta demasiado caro como para evidenciar fácilmente un retorno de la inversión. Si por el contrario, se modifican pequeños aspectos (un proceso, una Nº 194 • Septiembre de 2004 tecnología, la formación a determinado personal clave, la explotación de una información, etc.) se podrá evaluar mejor el beneficio introducido. Al final se trata de ir en busca de nuestro CRM particular. Para realizar esta tarea, hay tres puntos fundamentales a tener en cuenta. Para empezar, hay que estar convencido de la filosofía en la que se basa el CRM como estrategia de negocio; esto es, que un pequeño aumento en la fidelidad de nuestros clientes (mayor volumen o frecuencia de compra) hace aumentar espectacularmente el beneficio. Si no es ésta nuestra forma de entender el negocio, es mejor pensar en otras estrategias distintas al CRM para aumentar nuestros ingresos y beneficios. Después, hay que conocer qué reclaman nuestros clientes. Quizá no les interese ser reconocidos en el punto de venta, ni tener ofertas a medida al entrar en nuestra web; tal vez nuestro punto flaco sea que nuestras incidencias por canal telefónico son resueltas en cuatro días de media y los clientes lo consideran inaceptable, por lo que nos abandonan. Basándonos en encuestas y focus groups se pueden determinar las verdaderas carencias de nuestra empresa, y no las que nos dictan los programas CRM de libro. Por último, resulta clave buscar una implantación sencilla y realista. Las iniciativas sencillas suelen ser las que mejores resultados dan, además el retorno es fácilmente mensurable y entusiasman a la organización. Así, el personal de una empresa se enorgullecía por haber bajado en un 15 por 100 las peticiones de baja de un servicio, sólo por hacer a los operadores telefónicos responsables del tiempo de resolución de incidencias dadas de alta por ellos. Antes sólo conocían que el 95 por 100 de las incidencias estaba cerrado en menos de 15 días, y ahora saben que se cierran en 1,4 días de media. En resumen Si bien el término CRM es cada vez más conocido, también crecen las críticas cuestionando su efectividad. Muchas empresas han hecho verdaderos esfuerzos económicos y organizacionales para implantar un gran programa CRM, cuyos resultados han sido menos evidentes de lo esperado. Como estrategia, CRM es un arma muy potente para casi todo tipo de empresas; el problema suele venir al materializar la estrategia en un programa. Como proyecto hay que evaluar claramente los beneficios que introducirá. No es lo mismo una empresa pequeña que busca algo más operativo, que una grande, con una visión más a largo plazo. ● 27 |