ISSN 0719-6016 Literatura para infancia, adolescencia y juventud COLECCIÓN DE PROPUESTAS CRÍTICAS N° 8 – AÑO 1 – AGOSTO 2015 umbral COLECCIÓN DE PROPUESTAS CRÍTICAS CIEL CHILE Centro de Investigación y Estudios Literarios: discursos para infancia, adolescencia y juventud ISSN 0719-6016 Derechos Reservados © 2015, CIEL CHILE CORREO ELECTRÓNICO: contacto@cielchile.org OTROS CONTACTOS: http://cielchile.org/ www.facebook.com/CIELChile EDITORES: Claudia Andrade Ecchio Hugo Hinojosa Lobos Isabel Ibaceta Gallardo Anahí Troncoso Araya Camila Valenzuela León ÍNDICE HÉCTOR CÁRCAMO BONILLA Poner el límite en la palabra: Cielo de agua y su reivindicación identitaria..………………………………………………………….. 4 CLAUDIA ANDRADE ECCHIO La configuración de la urbe imaginaria en La ciudad de los Césares de Manuel Rojas……………………………………................. 14 PERFILES COLABORADORES-AS UMBRAL………………………………………………………………………………………………. 24 N° 8 – Año 1 – Agosto 2015 PONER EL LÍMITE EN LA PALABRA: CIELO DE AGUA Y SU REIVINDICACIÓN IDENTITARIA HÉCTOR CÁRCAMO BONILLA LICENCIADO EN LETRAS MENCIÓN LITERATURA H.CARCAMOBONILLA@GMAIL.COM Quintero, Aramís. Cielo de agua. Ilustr. Betania Zacarias. México: FCE, 2014. 40 páginas. 4 P PONER EL LÍMITE EN LA PALABRA: CIELO DE AGUA Y SU REIVINDICACIÓN IDENTITARIA ensar lo latinoamericano obliga a observar la diversidad cultural en el continente, tanto la que refiere a la pluralidad de pueblos indígenas, asentados en diferentes partes del territorio, como a la multitud de prácticas RESUMEN culturales pertenecientes a la población mestiza. En efecto, Este comentario enfoca su análisis en el discurso identitario pensar una identidad latinoamericana, desde nosotros que Aramís Quintero desarrolla en Cielo de agua (2014), a mismos y para nuestro contexto, exige analizar la naturaleza partir de la disolución de las fronteras de los elementos híbrida con que se erigieron las ciudades, las violencias figurativos. En este sentido, sostengo que el poemario del ejercidas por los colonizadores y las élites hegemónicas, así cubano se sirve de una actitud enunciativa lúdica para describir un universo imaginario, cuyos como también las resistencias del sector desarraigado tanto referentes de sus tradiciones como de sus espacios. En este sentido, y materiales laten en sus metáforas, al mismo tiempo que dan usando como matriz la relación lúdica de las figuras, en cuenta del proceso de transculturación narrativa en América Cielo de agua del poeta cubano Aramís Quintero (con Latina. A partir de ello, fusiona los espacios, los objetos, los ilustraciones de Betania Zacarías, 2014)1 se asiste a la sujetos, los discursos latinoamericanos y europeos en un elaboración de una identidad latinoamericana a partir de la texto cuya sustancialidad híbrida es absoluta, donde la confluencia de elementos culturales tanto internos como transculturación opera como conductor y cómplice en la externos. Por consiguiente, en tanto apela a un lector problematización de la identidad en el lector-a infantil. modelo infantil, este proceso se lleva a cabo por medio un PALABRAS CLAVES: TRANSCULTURACIÓN actitud enunciativa lúdica, la que en el poemario se traduce NARRATIVA, en la identificación con el hablante lírico, la binarización de IDENTIDAD, FUSIÓN DE FRONTERAS. los espacios y la personificación de los animales. En consecuencia, con el propósito de analizar esta construcción 1 Galardonado en dos ocasiones: “Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños” (2013) y “Premio Fundación Cuatro Gatos” (2015). 5 identitaria en este poemario, el presente comentario dirige la poesía la pseudo-oralidad –nacida de la contradicción sus esfuerzos a rescatar aquellos elementos que dan cuenta entre lo oral y lo escrito– se convierte en una imagen de de una transculturación entre lo europeo y lo indígena, lo silencio (68-69). canónico y lo popular, lo escrito y lo oral. Esta musicalidad sorda refiere, entre otras cosas, al Ahora bien, Mauricio Ostria (2002) explica que el ritmo y al tono del poema. Ambos comportan el elemento discurso poético en general presenta dos tendencias originario sobre el cual descansa la sustancia poética. El diferentes en su desarrollo: una que privilegia un efecto primero, según explica Alicia Genovese (2011), supone un visual y otra que se concentra en un efecto sonoro. Este movimiento constante, un pulso supeditado a las lógicas del fenómeno, que no siempre es rastreable en la narrativa o el lenguaje que conforman el poema. El segundo, en cambio, drama, ocurre debido al origen oral del texto poético que, entraña una atmósfera, cuya densidad carga la significación apoyado en la escritura, no consigue anular por completo del verso. Pues bien, la teórica y poeta argentina agrega que esa raíz. Este hecho es fundamental, explica el crítico así como el ritmo puede aumentar su velocidad o chileno, identidad disminuirla en un mismo texto, el tono también puede variar latinoamericana, cuya vertiente indígena desarrolló su por medio de movimientos de ascenso y descenso. Es decir, cultura en torno a la oralidad, sin que esto constituyera una a partir de la metáfora de la ley de gravedad, cuyo principio comunicación deficiente como asume la cultura letrada. De es atraer los objetos hacia el centro, Genovese afirma que hecho, el académico afirma que, según la lógica de la las palabras se verán afectadas en su significación a medida cultura escrita, modernizar, en este ámbito, implica el que la fuerza de atracción las distancie más del uso tránsito de una cultura oral a una escrita, menospreciando la cotidiano del lenguaje, sea por levedad (hacia arriba) o bien riqueza de la primera. De este modo, este matiz originario – por gravedad (hacia abajo). De este modo, mientras la no solo de la poesía, sino también de la cultura mestiza en levedad focalizará la atención de la lectura en el América Latina– dota a la lírica producida en esta parte del significante, en la palabra llana, la gravedad lo hará en el mundo de algunas cualidades propias, cuya tradición difiere significado, en las posibilidades que admite. cuando queremos pensar la de la que se halla en las metrópolis hegemónicas. En este Pues bien, Cielo de agua privilegia el uso de un tono sentido, tal como lo expone Ostria, conviene afirmar que en leve en la mayoría de los poemas, aun cuando tienda a 6 combinarlo con el descenso gravitacional en algunos de estrofa el poema dibuja una escena, el amanecer, en la ellos. Esta inclinación está marcada por esta matriz lúdica segunda y tercera el escenario se complejiza. Cuando el que aspira a reducir distancias entre la seriedad reflexiva de hablante expresa que, además del agua fría, el astro también las metáforas y la jocosidad de su desarrollo textual. Este gusta de “la arena que nadie,/ todavía, ha pisado” (s/p) fenómeno es evidente en “Decoración”, en el que su remite directamente al cielo anaranjado, cuyo color se levedad es manifiesta en las cinco primeras estrofas, asemeja al de la arena. Allí, la gravitación atrapa al cayendo precipitadamente en la última. Aquella gravedad significado y lo hace descender raudo, atravesando la repentina en el final inunda de nostalgia y melancolía todo transparencia comunicacional del lenguaje para hacerlo el poema. A partir de entonces, el embellecimiento que hace reposar en la metáfora principal desde donde brotan las el caracol se vuelve fútil y superficial, deteriorando las demás significaciones. En efecto, el amanecer, verbo que apreciaciones que se hicieron en las estrofas tres y cuatro: inaugura el día, binariza los espacios cielo, tierra y mar, a de nada sirvió al caracol haber pintado su casa de cal, más partir de la unión que provoca la línea del horizonte desde que para la alabanza superficial, porque el brillo de su donde aparece el sol, en cielo y mar; de este modo, instala residencia no aplacó la soledad de su vida. El procedimiento un mundo conformado por dos niveles: sobre la superficie y se invierte en “Fábula”, en donde se describe la discusión de bajo ella, fusionando la atmósfera del cielo con el agua del dos barcos en un tono grave; ambos metaforizan a la figura mar en el título del poemario en un deseo de suprimir todas adulta, cuya soberbia no les permite ponerse de acuerdo. las fronteras. Finalmente, en “Como un caracolito/ que el Ninguno cede en su postura hasta que el mar interviene. En agua trae rodando,/ el sol sale solito/ y salado”, recupera su ese momento, el tono asciende y vuelve leve a los barcos levedad inicial, pero cargada de profundidad semántica, que, puestos a la luz por las olas del mar, muestran que en puesto que el sol rueda por el cielo arenoso y anaranjado de realidad eran “una cáscara de coco/ y una cáscara de nuez” este mundo binario, lúdico que, para los efectos de nuestra (s/p). De este modo, el mar les demuestra su inferioridad propuesta de lectura, es fruto de un proceso de frente a la naturaleza y la necedad de su altanería. Es más, en “Temprano”, el movimiento pasa de leve a grave, y de allí, a leve nuevamente. Si en la primera 7 transculturación narrativa2 que Aramís Quintero desarrolla el Chacal. Estos animales cocinaron un plato, al parecer, en el poemario al nivel de las relaciones metafóricas para provisto de una carga cultural que no es apreciado por los remitir a una identidad general y, por consiguiente, paladares del resto de cocineros. Esta diferencia cultural es constituir un universo imaginario más inclusivo. expresada por medio de quejas, las que, por lo demás, están Si bien estirar el concepto de transculturación revestidas de aliteraciones y paronomasias, lo que da la narrativa –que remite al proceso de interrelación entre sensación de estar frente a hablas de origen distinto: “su culturas diferentes en un misma zona de contacto, con la sopa a mí me supo/ a zapato”, “su tarta me supo a torta/ de consecutiva generación de elementos culturales inéditos tortuga”, “su pasta me supo a pasto/ y a pastilla”, “su salsa que, en el caso de la literatura, tuvieron por objetivo un le quedó insulsa/ y sin sal”. Como se observa, cada catador deseo independentista, en su primera fase, respecto de la utiliza un material sonoro diferente y una valorización colonización europea y, más tarde, de las élites burguesas– distinta para cada plato. a los procesos y estrategias que ocurren en Cielo de agua Por su parte, en “Carrusel”, la diversidad cultural obliga la deformación del concepto, puesto que no hay toma connotaciones fenotípicas, en tanto el hablante suficientes marcas textuales para pensar el cielo y el agua diferencia a los caballitos por su color: “Son negros,/ como alegorías de culturas diferentes, me parece útil para blancos,/ color café,/ color de baya,/ color de miel” (s/p), lo problematizar las figuras acerca de la diversidad cultural, la que remite a pueblos afrodescendientes, caucásicos, anulación de fronteras y la integración de la cultura popular mestizos e indígenas. No obstante, cabe mencionar que el al lenguaje poético, mientras no se le utilice más que para eficiente funcionamiento del carrusel no está dado por el esos efectos. color del caballito ni por el goce que provoca en el niño-a En razón de esto, uno de los poemas que mejor que lo ocupa, sino por una posición equitativa de los ilustra el contacto con tradiciones diferentes es “Quejas”. pseudo-animales en la estructura que los sujeta. Como se Allí se presentan cuatro estrofas disfrazadas de diálogo observa, la personificación de los animales tiene por objeto entre sus cuatro personajes: el Sapo, la Oruga, la Ardilla y ilustrar un origen cultural diferente; sean estos seres vivos o artificiales, el cubano consigue vitalizar los elementos, 2 Para Ángel Rama (1982), la transculturación narrativa no remite únicamente al género narrativo, sino que engloba a la literatura en general. proporcionándoles una función diferente a la que realizan en 8 nuestro universo corpóreo. Pareciera que la combinación de fronteras del día/noche, de lo moderno/no-moderno, del los espacios, provocado por el amanecer del primer poema, feminismo/comunismo, de la materialidad/inmaterialidad, y inaugura de las hace confluir al unísono en “toda la música/ que puede funcionamiento giran en torno a lo lúdico. Tal como se oír” (s/p). Es más, en la medida en que esa música la sueña expone en “Carrusel”, se configura una normatividad del “cuando vuelve a su casa/ para dormir” (s/p), también borra juego, en la que las figuras (los caballitos) están anclados a las fronteras entre la realidad y lo onírico. De este modo, el un devenir recreativo, aun cuando a veces se las envuelva hablante lírico propone que si nos dedicásemos a escuchar de una atmósfera grave y reflexiva. Esto en virtud del al otro en lugar de menospreciarlo debido a prejuicios, lector-a al cual se dirige el poemario, niños y niñas que perderíamos el miedo a la noche, que en el poema implica inician su afinidad con el discurso poético. Razón por la una presencia ominosa. una sustancia poética, cuyas lógicas cual, en “Familia”, se vincula la ascendencia de la lagartija La figura del ciego se repite en “Toc-toc-toc”, en a los dinosaurios, en la que las tesis decimonónicas sobre la donde la referencia al cangrejo es sustituida por la evolución son obviadas, presentando una genealogía directa, onomatopeya que producen sus patas al pisar las piedras del en la que la lagartija y los dinosaurios representan la fondo marino. Allí la gravedad del tono es sustantiva, relación entre nieto y abuelo del lector-a. produciendo incluso una atmósfera sombría en torno al Este mismo eje recreativo es el que opera en espacio del protagonista. Al igual que ocurre con “Murciélago”, aunque en un tono grave, donde el “Murciélago”, protagonista, cuya ceguera es absoluta, no consigue dificultando el desplazamiento del crustáceo. No obstante, distinguir los colores del atardecer “morado y rojo”, también borra las fronteras del tiempo y el espacio, en tanto característicos comunismo, lo que relata es simultáneo al toc-toc-toc del cangrejo, cuya respectivamente. Asimismo, tampoco puede ver los árboles, interrupción constante marca el ritmo del poema. Ambas las torres, ni las campanas a pesar de que las oye, elementos descripciones, tanto la del hablante como la del personaje, todos que dan cuenta de una modernización del territorio, se sea añadiendo árboles a la ciudad (ecológica) o torres a lo complementándose. del feminismo y del rural (industrial). En consecuencia, el murciélago borra las 9 aquí presentan la oscuridad simultáneamente, lo fusiona influyéndose todo, y Ahora bien, Mauricio Ostria (2001) aduce que en la inventada. Esta situación se evidencia en “Quejas” o literatura latinoamericana son rastreables múltiples intentos “Familia”, en donde se utilizan figuras fónicas para recrear de recuperar la oralidad originaria, tanto de la comunicación un habla particular en las intervenciones de los personajes. informal como la perteneciente a la cultura de los pueblos En tercer lugar, el crítico ubica la formación de un universo indígenas. Esto supone un diálogo con la otredad excluida cuyas normas del castellano están distorsionadas para del canon, aquellas voces ausentes que no califican en la asimilar la lengua indígena, proceso que ocurre, por valorización estética, y por tanto, ideológica de la literatura: ejemplo, en “Sonidos”, en el que el abejeo de las abejas es «[…] la palabra hablada es susceptible de la evocación condicionado para referir al sonido de las libélulas. Es decir, directa o indirecta, como discurso imaginario o seudo se toma la lógica de derivación del término abeja en abejeo discurso mediante procedimientos de transcripción o para proyectar su funcionamiento en libélula, aun cuando transformación de diversos componentes de la escritura en libeluleo no existe en el castellano. Sin embargo, esta vistas de crear el efecto de oralidad» (s/p). homologación transforma todas las demás prácticas de las Uno de estos mecanismos de rememoración de lo libélulas, quienes son pensadas e imaginadas desde las oral es la integración de refranes y dichos populares – lógicas verbales de las abejas. contenedores de una memoria colectiva, una tradición Otro de los poemas que evidencia la intención de particular– al lenguaje literario. Un ejemplo de este provocar un efecto de oralidad es “Abuelo”, donde se fenómeno es “Peras al olmo”, poema en el que el refrán suceden las intervenciones del anciano y su nieta. Sin popular “no le pidas peras al olmo” es transformado en embargo, en la tercera estrofa, el verso “sigue dando la discurso poético: “Todos le piden/ peras al olmo./ “¡Esto es hora” arrastra consigo una tradición nacional que opaca el el colmo!/ ¡Yo no doy peras!” (s/p). Del mismo modo, el poema. En efecto, “dar la hora” es un chilenismo que refiere texto también representa una crítica a la falta de empatía, de la realización de una acción innecesaria, fútil y/o inútil. Por exigir al otro algo que no puede brindar. El segundo lo tanto, el abuelo no solo anuncia que es la una, sino que su elemento que destaca Ostria en esta transformación de la aviso tampoco conlleva provecho alguno, al igual que el escritura refiere a la literatura de imitación lingüística, en la cucú de los relojes antiguos en comparación con los que la totalidad del texto simula la realidad de la lengua instrumentos de medición del tiempo en la actualidad. No 10 obstante, además de la comparación generacional, el abuelo sucesivamente. A lo que apunta el crítico chileno es que la es fusionado con el reloj, conformando un reloj-abuelo que identidad no es perenne y su movilidad es todavía mayor en avisa la hora, cuyo alarido “¡A la una mi mula!”, sustituye zonas de contacto, donde la interacción con culturas el cucú del reloj. De este modo, sujeto y objeto confluyen diferentes es inevitable. En el caso de Cielo de agua, la en una única sustancia; híbrido del tiempo que sonríe a su dinámica entre esencia, diferencia y contradicción es nieta mientras balancea su péndulo-barba “como un yoyo de impulsada por el desvanecimiento de las fronteras. oro” (s/p). No obstante, Rojo advierte que esa En este sentido, no dejan de ser interesantes las “transculturación” identitaria exige una problematización de transformaciones que enuncia “¿Se acabarán?”, texto en el la identidad que evite, finalmente, la anulación de la esencia que el hablante teme por el futuro de los árboles, los o de la diferencia con el Otro. En virtud de esto, la divide en bosques, Caperucita roja y el lobo, en virtud del avance tres niveles: singular, particular y general, las que refieren a progresivo del espacio urbano. En efecto, el escenario la identidad del individuo, del colectivo y de la humanidad, descrito señala una zona en la que cohabitan lo natural y lo respetivamente. Con esta última no defiende la idea de un citadino, lo funcional y lo maravilloso, al mismo tiempo que sujeto universal, ontológico, sino que apela a algunas se asiste también a la apropiación del relato extranjero y su características que, a lo largo de la historia, se han elevado convergencia en la poesía latinoamericana. Por este medio, como comunes a todas y todos los seres humanos, y nos Aramís Quintero consigue borrar las fronteras de los posicionan como iguales entre nosotros, por lo tanto, continentes por medio de la literatura. quiebran toda argumentación defensora de alguna Grínor Rojo (2006) afirma que la identidad supone superioridad racial, de clase, sexo-género, etc., aun cuando esencia, diferencia y contradicción. El primero surgido del no se compartan sus lineamientos religiosos, políticos o propio descubrimiento, el segundo de la relación con el Otro ideológicos: primero, la tesis judeocristiana, que predica y el tercero producto de la convivencia de los dos primeros que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios; en el sujeto; eventualmente, la contradicción se resuelve, se segundo, la idea principal de la democracia en la que somos asimila, convergiendo en la identidad que volverá a diferir (debiésemos ser, al menos) todos y todas iguales ante la ley; con otros elementos, se volverá a resolver y así y, finalmente, los derechos humanos, a los cuales yo agrego, 11 desde la ética del cuidado, la necesidad de toda y todo En conclusión, se defiende que el poemario mezcla sujeto de ser objeto de cuidados. Es decir, el requisito del los espacios con el objeto de extinguir los límites, borrar las Otro en el cuidado de sí, durante por ejemplo la infancia, e fronteras, remitiendo siempre a una identidad general, inversamente, la posibilidad del sí de cuidar de ese Otro, ausente de menosprecios raciales y de clase, en tanto la como ocurre, por ejemplo, durante la vejez; cabe mencionar convivencia de los animales carece de ello. El conjunto de que en la infancia los sujetos también pueden proferir poemas constituye un universo imaginario en el que la cuidados tanto a sí mismos como a los Otros, así como superioridad de poder o de belleza de los sujetos sobre otros también en la vejez pueden recibirlos. En suma, Rojo es anulada. Por este motivo, Cielo de agua culmina con la explica que la identidad «[…] es una idea particular, que en combinación de espacios en el poema “Al revés”, en el que comarcas y circunstancias diferentes se generaliza primero el cielo y el mar se fusionan nuevamente, sin embargo, se y luego se distribuye y activa en los individuos singulares» agregan las referencias a la identidad general, en tanto (45). arguye que los pájaros bien pueden nadar y los peces volar, Pues bien, aquella alusión a la identidad general – si el mundo estuviese al revés. Por lo tanto, que unos estén que nivela a todos los hombres y mujeres en un punto cero arriba de la línea de la superficie y otros debajo no los de interacción– se manifiesta en “Gemelos”. Allí, ni el erizo vuelve inferiores respecto a su contraparte. En otras terrestre ni el marino se conocen, a pesar de que ambos palabras, las circunstancias determinan color, clase y tienen púas y “cada erizo se eriza”; misma situación ocurre cultura, pero eso no fundamenta ni el menosprecio ni la con las estrellas del cielo y las del mar, quienes “en el cielo exclusión. sin nubes/ y en el mar estrellado,/ parpadean,/ todas a su En consecuencia, el poemario propone que, más allá manera” (s/p). Estas parejas mantienen un rasgo en común de las formas en las que descansa la diferenciación de los que no brota del contacto, sino de la equivalencia identitaria objetos, los idiomas y las culturas, existe una sustancia general, relación que promueve la integración del Otro, en desde la cual emerge el límite, aunque solo sea para la medida que este aparece como semejante. No es un permear otras fronteras. No obstante, tal como lo expresa elemento hostil, ominoso, sino un igual que, por distintas “La palabra cabra”, el lenguaje resulta insuficiente para razones, creció del otro lado de la superficie del agua. designar al mundo, en tanto el vocablo “cabra” no consigue 12 trepar los peñascos como lo hace el animal al que alude. De BIBLIOGRAFÍA este modo, el ejercicio discursivo de nombrar el límite, esto Genovese, Alicia. «IV. Lo leve, lo grave, lo opaco. Amelia es, mezclar las fronteras donde desaparece en el lenguaje, Biagioni, Susana Thénon, otras voces». Leer poesía. cuyas singularidades pertenecen a una generalidad que lo Lo leve, lo grave, lo opaco. Buenos Aires, Argentina: abarca todo, se convierte en la base donde descansa el FCE, 2011. 47-76. Impreso. poemario. Así, las figuras brotan de la mezcla con otras Ostria, Mauricio. «Literatura oral, oralidad ficticia». figuras, lo textual a partir de la oralidad, lo docto de Estudios Filológicos 36 (2001): 71-80. Digital. popular; un espacio que alberga todos los espacios, un cielo http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0071- de agua. 17132001003600005&script=sci_arttext ---. «Poesía y oralidad». Acta Literaria 27 (2002): 65-75. Digital.http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_artt ext&pid=S071768482002002700006&lng=es&nrm=iso&tlng=es Quintero, Aramís. Cielo de agua. Ilustr. Betania Zacarías. México: FCE. 2014. Impreso. Rama, Ángel. Transculturación narrativa en América Latina. México: Siglo XXI, 1982. Impreso. Rojo, Grínor. Globalización e identidades nacionales y posnacionales… ¿de qué estamos Santiago, Chile: LOM. 2006. Impreso. 13 hablando? N° 8 – Año 1 – Agosto 2015 LA CONFIGURACIÓN DE LA URBE IMAGINARIA EN LA CIUDAD DE LOS CÉSARES DE MANUEL ROJAS CLAUDIA ANDRADE ECCHIO © DOCTORA EN LITERATURA CHILENA E HISPANOAMERICANA CLAUDIA@CIELCHILE.ORG Rojas, Manuel. La ciudad de los Césares. 3ra ed. Santiago, Chile: Zig Zag, 1965. 152 páginas. 14 L LA CONFIGURACIÓN DE LA URBE IMAGINARIA EN LA CIUDAD DE LOS CÉSARES DE MANUEL ROJAS a ciudad encantada de los Césares –espacio mítico que los exploradores españoles, desde el siglo XVI al XIX, buscaron incansablemente a través de infructuosas exploraciones de la Patagonia tanto chilena como RESUMEN argentina– se ha constituido en un cronotopo híbrido, en Dentro de las construcciones literarias en torno a la mítica cuanto ciudad de los césares, la novela de Manuel Rojas (1896- punto de partida de la transformación de una ciudad mítica blanco / césar negro; ciudad como locus / ciudad como –ampliamente documentada por la historiografía2– en una domus) que dan cuenta de la difícil interrelación entre dos urbe visiones de mundo: la del conquistador y la del crítico, desde geográfico temática1. En este contexto, el texto de Manuel Rojas es el patagónica, sino que la construye desde dicotomías (césar comentario y espacio de novelas que, durante el siglo XX, han abordado dicha constituye el primer texto literario que ficcionaliza la urbe Este europea-colonial indígena-indómito, de la ficción narrativa nacional a partir 1973) ocupa un lugar central en la medida que no solo conquistado. polis imaginaria, cuya construcción como espacio geográfico y cuerpo social permite dar cuenta de un una imaginario que, si bien presenta características propias de la conceptualización literario-sociológica del espacio urbano, aborda la construcción de esta ciudad como un cronotopo imaginario clave dentro de la narrativa chilena escrita para 1 En Chile: Manuel Rojas, La ciudad de los Césares (1928-folletín / Santiago, 1936-novela); Hugo Silva, Pacha Pulai (1935-folletín / Santiago, 1936-novela); Luis Enrique Délano, En la ciudad de los Césares (Santiago, 1939); Juan Ricardo Muñoz, Fuegana: la verdadera historia de la ciudad de los Césares (Valparaíso, 1983); Francisco Ortega, El número Kaifman (Santiago, 2006) y El verbo Kaifman (Santiago, 2013), entre otras. 2 Para un estudio más extenso, revisar: Patricio Estellé & Ricardo Couyoudmdjian. «La ciudad de los Césares: origen y evolución de una leyenda (1526-1880)». Historia 7. Instituto de Historia. Santiago, Chile: Universidad Católica de Chile, 1968. Al final del monográfico, se incorpora un completo apéndice bibliográfico de trabajos, de corte historiográfico, que han abordado la mítica ciudad patagónica. adolescentes y jóvenes. PALABRAS CLAVES: CIUDAD IMAGINARIA, CIUDAD DE LOS CÉSARES, MANUEL ROJAS. 15 herencia utópica europea, incorpora elementos por parte de Zig-Zag (1958) de la novela a su Biblioteca significativos de la conformación cultural mestiza del país. Juvenil– deriva en un nuevo público, principalmente Tanto el contexto de la escritura y circulación de La adolescente y joven. En este contexto, las estrategias ciudad de los Césares como opiniones vertidas por su autor comerciales son modificadas en virtud de este nuevo ámbito y algunos críticos de la narrativa del escritor chileno han de circulación: desde la edición de Zig-Zag, la novela contribuido a la escasa atención de la crítica especializada introduce ilustraciones (que serán replicadas en todas la en torno a esta novela. Por una parte, se trata de un texto reimpresiones posteriores) y se incorpora a la colección cuyo origen es un folletín (publicado en El Mercurio de “Obras Escogidas” para la lectura escolar a partir de 1982. Santiago entre febrero y marzo de 1928) y que, Por otra parte, el autor ha minimizado la novela posteriormente, ha sido transformado al género novelesco dentro de su contexto escritural. En el ensayo “Algo sobre (primera edición por Editorial Ercilla, 1936; después, y en mi experiencia literaria” (1960), Manuel Rojas comenta: 3 sucesivas reediciones, por Editorial Zig-Zag desde 1958) . Si bien hay varios elementos que podrían ser analizados en […] La Ciudad de los Césares, [es una] novela el devenir de ediciones de la novela, hay un hecho que, […] [que] escribí a medida que se publicaba, lo dentro del contexto de los estudios en torno a la literatura que me impidió corregirla o rearmarla, a lo que se para adolescentes y jóvenes, llama la atención: mientras el debe sin duda su irreparable mediocridad, y digo folletín estaba dirigido a todo público (mayoritariamente irreparable porque después procuré arreglarla y adulto), la novela –a partir de la dedicatoria del autor a sus creo que quedó peor […] Zig-Zag hizo después tres hijos en la edición de Ercilla (1936) y la incorporación una segunda edición, dedicada ya francamente a 3 los niños. No he sabido qué les parecerá a ellos Cabe destacar el hecho de que la estructura del texto ha sido modificada en las sucesivas ediciones. El folletín, por ejemplo, consideraba siete capítulos (con algunos sub-apartados); en tanto, la edición de Ercilla contempla dos partes, de cuatro capítulos cada una (con sub-apartados). La versión más difundida es la de Zig-Zag de 1958, dado que las reimpresiones han estado a su cargo. Aquí aparece dentro de la Biblioteca Juvenil, Serie Amarilla, y quedó dividida, finalmente, en dos partes, de dieciséis y veinte capítulos, respectivamente. (Páginas Excluidas 50-51). A la opinión anterior, se suma la dedicatoria de la edición de Ercilla en la que denomina a la novela como “un 16 libro intrascendente”. Dicha dedicatoria, si bien fue requerirían un análisis crítico más acabado. Entre ellos, el eliminada en la edición de Zig-Zag, se suma a la opinión tema que, de manera sintética, se abordará en este vertida por variados críticos sobre esta novela4 a la que comentario crítico: la construcción de la ciudad imaginaria consideran “un texto que pertenece a una estética inicial del y su constitución como espacio traspasado por discursos autor”, “una obra de excesiva preocupación documental, lo hegemónico-monológicos, representados por los Césares que malogró el desarrollo del magnífico tema” o como texto Blancos, los descendientes de los españoles que naufragaron “mediocre, inexcusable y ridículo”. Solo recientemente, a en el siglo XVI en la zona, y discursos contestatario- partir de una tesis de magíster (Universidad de Chile, 2005) dialógicos, reflejados en las palabras y acciones de los y un artículo publicado en Anales de Literatura Chilena Césares Negros, indígenas de gran fortaleza física que (2009)5, se ha revalorizado una novela que «[…] tiende a habitaban la región y que, de acuerdo a la novela, se ser vista –cuando se le considera– a partir de los trabajos convirtieron en participantes activos de la ciudad fundada subsecuentes más pulidos del autor y fuera de su contexto en conjunto con los conquistadores europeos. estético e histórico» (Daneri 161). Siguiendo a Cisternas (2011), la representación La ciudad de los Césares de Manuel Rojas, si bien imaginaria o estética de la ciudad –ficcionalmente presenta características propias de la narrativa para construida– se realiza por medio de la reserva tradicional de adolescentes y jóvenes6, introduce variados elementos que tópicos literarios de Occidente, creando «[…] un conjunto especializada ha descrito respecto de esta literatura (Lorente Muñoz «Consideraciones sobre la literatura infantil y juvenil. Literatura y subliteratura», 2011; Lluch Cómo analizamos relatos infantiles y juveniles, 2004). Sin embargo, ello no se condice directamente con su calidad estética, la cual no está intrínsecamente relacionada con la presencia o no de estos elementos, sino con la construcción de lo adolescente-joven que se ficcionaliza en el texto literario y las tensiones que se establecen con la sociedad adultocéntrica. Para profundizar sobre este último tema, revisar: Duarte Quapper, Claudio. «Sociedades adultocéntricas: sobre sus orígenes y reproducción». Última década 36 (jul 2012): 99-125; Trites, Roberta. Disturbing the Universe: Power and Repression in Adolescent Literature. USA: University of Iowa Press, 2000. 4 Silva Castro, Raúl. «Manuel Rojas, novelista». Cuadernos Hispanoamericanos 130 (1960): 5-19; Espinoza, Enrique. Manuel Rojas, narrador: 1895-1973. Buenos Aires, Argentina: Babel, 1976; Scott, Robert. «The writings of Manuel Rojas». Tesis doctoral. University of Kansas, 1967. 5 Van Wieren, Rachel. Búsqueda y mito en otra dimensión de la realidad: La Ciudad de los Césares de Manuel Rojas. Tesis de Posgrado de la Universidad de Chile. Santiago, Chile. 2005; Daneri, Juan José. «Elementos para reconsiderar la ciudad utópica de Manuel Rojas». Anales de Literatura Chilena 10.12 (dic 2009): 159-168. 6 Presencia de una estructura lineal, personajes estereotipados, léxico sencillo y privilegio de ciertas estrategias narrativo-discursivas como el diálogo y la acción son algunas de las características que la crítica 17 de relaciones a nivel de significante y significado entre las ordenamiento del entorno agreste a partir del asentamiento estructuras del referente real […] y las formas genéricas, los urbano y el establecimiento de reglas implícitas de estratos del objeto literario, la situación comunicativa convivencia que tienden al dominio y subyugación del imaginaria, etc.» (17). Asimismo, la urbe imaginaria, como otro), introduce discursos subalternos, encarnados tanto en configuración estético-discursiva, deviene tanto en un ethos su protagonista, Onaisín Errázuriz, como en los Césares urbano, es decir, una concepción sincrónica y diacrónica de Negros, principalmente en la voz de Uóltel. la imagen de sociedad y sus representantes, como en una En la novela, la urbe es presentada desde los ojos de metáfora del ser y habitar, del viajar o vagabundear, del los extranjeros que llegan a ella sin desearlo. La tripulación centro y los márgenes, entre otros, que conforman valores, del “Sam Cocktail” (Onaisín, Enrique Steward, el viejo visiones de mundo y concepciones identitarias. En este Smith, Queltehue, Ricardo Hernández y el perro Indio) sentido, según el crítico chileno, la ciudad es un cronotopo arriba a la mítica ciudad –después de una larga travesía por que, «[…] como centro conceptual de la narrativa, [se mar y tierras australes– y su asombro se divide entre transforma en] una posibilidad del relato ficcional que quienes se ven deslumbrados por su riqueza material, permite considerar el tiempo-espacio histórico en su especialmente el viejo Smith, un experimentado buscador transustanciación estética» (23). de oro, y Queltehue, el cocinero, y quienes ven en su gente En este contexto, la concepción utópica construida retazos de una memoria olvidada, que es el caso de Onaisín, en torno a la mítica ciudad de la Patagonia se sustenta en fueguino criado al alero de los blancos. una larga tradición europea en la que el ser humano, inserto En cuanto a sus habitantes, los Césares Blancos son en la denominada “edad de hierro”, intenta acercarse a la descritos por la voz narrativa como «[…] magníficos tipos, vida placentera de aquella “edad dorada” irremediablemente altos, blancos y rubios unos, morenos otros, de estupendas perdida. Sin embargo, la ciudad de los Césares, en su barbas y vestidos de albas túnicas concejiles» (Rojas 96), “transustanciación estética”, si bien mantiene elementos mientras que los Césares Negros son caracterizados a través propios del imaginario hedonista del europeo moderno de los ojos del indígena selk’nam, quien ve en ellos a los (como, por ejemplo, la riqueza material basada en el oro, el “oscuros dioses de su raza” (106) y, en especial en Uóltel, 18 «[…] un rostro que le recordaba al de su padre, aunque emociones y la afectividad integran una trama compleja que mucho más suave de expresión, rostro de indio de su tierra se extiende experiencialmente, y dentro de la cual se nativa, parecido a muchos de los que recordaba haber visto desarrolla la biografía del sujeto» (13). en su infancia» (70). La presencia de esta perspectiva En este sentido, Onaisín es, como sujeto-cuerpo, favorable hacia los Césares Negros por parte del contradictorio7: es un nativo extranjero en su propio protagonista junto al hecho de que los Césares Blancos sean territorio. Si bien la novela presenta el tradicional narrador identificados, tanto en lo físico como en lo discursivo, con omnisciente, este focaliza constantemente en el fueguino, rasgos claramente europeos, pone de manifiesto un quien siempre está acompañado de su perro Indio, el que elemento a destacar en la construcción novelesca: el representa lo salvaje que aun permanece indómito a pesar privilegio de la mirada del “otro-indígena”, silenciado a de los intentos de adoctrinamiento y dominación sobre la través del proceso de conquista y colonización propiciado mente y cuerpo del indígena por parte del mundo blanco. La por la cultura dominante (blanca, española, chilena). ciudad, sus habitantes, sus problemáticas, se presentan a Desde una perspectiva sociológica, Lindón (2009) través de la dualidad inherente del protagonista: su postula que la construcción socio-espacial de la ciudad se innegable naturaleza independiente y su lealtad hacia sus concibe como un proceso constante y complejo realizado compañeros, especialmente hacia Enrique, su hermano de por sujetos-habitantes que se desdoblan en sujetos-cuerpos crianza. y sujetos-sentimientos: mientras el primero se construye Dicha contradicción de carácter individual –Onaisín como actor cuyas prácticas afectan el espacio-territorio, el se cuestiona, a lo largo de la narración, quién es y dónde segundo lo hace a partir de construcciones subjetivas e pertenece– se replica en lo colectivo en cuanto la urbe imaginarios sociales. De acuerdo a la investigadora, las misma se construye a partir de las dicotomías de sus relaciones establecidas entre los sujetos-habitantes y su habitantes, cuestionando sus formas de organización tanto ciudad manifiestan conexiones con construcciones sociales territorial (fiel reflejo de la polis colonial europea) como subjetivas que regulan, orientan y colonizan las prácticas y 7 El protagonista muestra lo contradictorio de su identidad incluso desde su nombre: una especie de oxímoron que contrapone lo indígena con lo español. estados emocionales de modo que «[…] los significados, las 19 social (a través de estructuras culturales heredadas de los horizontes donde el oro que poseen los convierta en sujetos náufragos españoles y no a partir de las costumbres privilegiados, y los Césares Negros, que desean quedarse y ancestrales de los nativos). salvaguardar el secreto de la ciudad para mantenerse En este contexto, la ciudad de los Césares presenta protegidos y aislados. tres características que la definen: su nombre (que no Pareciera existir, tanto en la configuración de la describe a los buscadores de la ciudad sino a sus fundadores topografía urbana como en la dicotomía de los sujetos que y posteriores habitantes), su ubicación geográfica (en una edificaron la ciudad, una marcada disyunción entre zona indefinida y de difícil acceso terrestre, cercana al expansión-salir del encierro autoimpuesto (valor negativo) y Estrecho de Magallanes) y el mineral dorado abundante. contracción-permanecer alejados del mundo exterior (valor Ese último elemento se entronca con la búsqueda de positivo). La dialéctica entre lo blanco español-fundador, ciudades representación de una economía mercantilista, y lo negro míticas americanas cuyas edificaciones y utensilios estarían, de acuerdo con el imaginario español de indígena-nativo, representación de una economía la época, hechos de oro, metal indispensable para la autárquica, se traduce en la confrontación entre dos formas economía mercantilista imperante en la Colonia. de entender la urbe que ha sido construida a partir de A partir de estos tres elementos es posible afirmar conocimientos compartidos entre ambos grupos: por un que la ciudad imaginaria descrita en la novela de Rojas lado, aquellos que, por ambición, desean ser “césares” en corresponde a una construcción estética de un espacio en el otras latitudes y, por otro, quienes, por tradición, quieren ser que los expedicionarios españoles devienen en fundadores “césares” en sus propias tierras. de la ciudad, lo que supone una transformación de sujetos Esta construcción se puede establecer en términos de activos, que buscan y se movilizan (nomadismo) a sujetos- locus, como lugar que otorga una identidad espacio- objetos pasivos, que fundan y se instalan (sedentarismo). territorial, localización respecto del mundo exterior y, por Esta distinción se replica en el comportamiento de los dos tanto, reconocimiento desde fuera, y de domus, como hogar grupos que habitan la ciudad: los Césares Blancos, dentro que configura una identidad espacio-afectiva, domicilio que de los cuales hay quienes desean marcharse y buscar nuevos genera pertenencia y, en consecuencia, reconocimiento 20 desde dentro. Como urbe conformada como ciudad utópica hacen de metales menos valiosos? ¿Qué habrían en cuanto al desvalor del oro, a la convivencia armónica hecho? Armar una expedición de cien o mil entre extranjeros blancos y nativos de la zona, y a su hombres imposibilidad de ubicación geográfica real, la ciudad de los inundándola de gente que robaría y mataría al Césares se constituye como territorio urbano imaginario que quisiera oponerse al robo. Eso habrían traspasado tanto por convergencias como por divergencias hecho […]. Y ése es el motivo de nuestro entre los sujetos-habitantes que se desdoblan en sujetos- aislamiento (84). y lanzarla sobre esa ciudad, cuerpos, dominados por el discurso del locus, y sujetossentimientos, que privilegian el discurso del domus. Junto a lo anterior, la alternancia de estrategias En este sentido, en el distanciamiento de las visiones narrativo-discursivas en la construcción de la trama del de mundo entre Césares Blancos y Césares Negros, subyace relato ficcional permite configurar otra dicotomía un componente espacial-urbano que viene a remarcar el significativa de esta ciudad imaginaria. Si bien es carácter utópico de esta urbe imaginaria: el privilegio del característico de la novela de aventuras –como cronotopo domus, que debe ser protegido de la voracidad del costumbrista y novela de vagabundeo, en términos extranjero codicioso, en desmedro del locus, que implica bahktinianos– la presencia del diálogo y la acción, en la descubrirse al mundo y permitir ser localizado en él. Lo novela de Manuel Rojas tal elección posibilita la distinción anterior queda ejemplificado en las palabras que Uóltel dice entre espacio interior, en el cual se privilegia el diálogo a Onaisín al momento de su captura: entre los personajes, y espacio exterior, en el que predomina la acción, especialmente el enfrentamiento armado. La […] ¿qué habrías hecho tú y tus compañeros, dialéctica entre lo público (espacios abiertos, como calles y buscadores de oro […], al tener noticias y plazas) y lo privado (espacios cerrados, contenidos dentro conocer el lugar de una ciudad en que el único de construcciones) se refleja en la configuración tanto metal conocido es el oro y donde de oro son espacial-territorial casi todos los objetos que en otras partes se mencionada. El dilema de la ciudad, que enfrenta a sus 21 como espacial-afectiva antes sujetos-habitantes, es “conversado” en lo privado, donde prácticas y estrategias de interacción y utilización del prima la razón, y “resuelto” por la vía armada en lo público, espacio urbano. En este sentido, la novela de Manuel Rojas, donde prima la fuerza. como texto ficcional que reescribe por primera vez en A nivel discursivo, la ciudad imaginaria se construye términos literarios el mito de la ciudad encantada de la a través del enunciado “Por la razón o la fuerza” que, en Patagonia, construye una urbe ficticia traspasada por cuanto estrategia narrativa, propia de la opción genérica de discursos que, en contrapunto, permiten retratar tanto la novela de aventuras, permite reforzar la construcción de nuestra identidad mestiza como la forma en que habitamos la imagen estética de la ciudad imaginaria de los Césares nuestros territorios imaginarios. como un espacio-urbano propiamente republicano a pesar de presentar, en apariencia, características de lo utópico europeo. El desenlace de la novela, en el que los Césares Negros impiden, por la fuerza, el abandono de la ciudad por * Este comentario crítico se inscribe dentro del desarrollo de la parte de los Césares Blancos, conlleva un paso desde la investigación doctoral denominada: «Configuración estética y polis construida desde imaginarios ajenos hacia la polis discursiva de la narrativa chilena para adolescentes y jóvenes: la configurada a partir de su propia condición mestiza. Se construcción cultural y literaria de la adolescencia y la juventud en La Quintrala (Magdalena Petit), La ciudad de los Césares cambia incluso su estructura política, destituyendo a la (Manuel Rojas), Nuestras sombras (María Teresa Budge), El persona que, por herencia familiar, debía ser gobernante por último grumete de La Baquedano (Francisco Coloane) y La vida un consejo integrado por representantes de todos los grupos simplemente (Óscar Castro)» (Doctorado en Literatura Chilena e sociales presentes en la urbe. Hispanoamericana, Universidad de Chile). Si bien la extensión del comentario no permite ahondar en los aspectos señalados, resulta significativa la complejidad de la construcción urbana presente en la novela, representada no solo en cuestiones espacioterritoriales sino en la configuración de sus habitantes, sus 22 BIBLIOGRAFÍA Cisternas, Cristián. Imagen de la ciudad en la literatura hispanoamericana y chilena Lindón, Alicia. «La construcción socioespacial de la ciudad: contemporánea. el sujeto cuerpo y el sujeto sentimiento». Cuerpos, Santiago, Chile: Universitaria, 2011. Impreso. Emociones y Sociedad 1.1 (2009): 6-20. Digital. Daneri, Juan José. «Elementos para reconsiderar la ciudad http://www.relaces.com.ar/index.php/relaces/article/vi utópica de Manuel Rojas». Anales de Literatura ewFile/4/4?origin=publication_detail Chilena 10.12 (dic 2009): 159-168. Digital. Rojas, Manuel. La ciudad de los Césares. 39na ed. http://www7.uc.cl/letras/html/6_publicaciones/pdf_re Santiago, Chile: Zig-Zag, 2005. Impreso. vistas/anales/a12_10.pdf ---. «Algo sobre mi experiencia literaria». Páginas Excluidas. Santiago, Chile: Universitaria, 1997. 4375. Impreso. 23 PERFILES COLABORADORES-AS UMBRAL N° 8 – AÑO 1 – AGOSTO 2015 HÉCTOR CÁRCAMO BONILLA Licenciado en Letras mención Literatura de la Universidad Andrés Bello. Sus investigaciones y estudios literarios se relacionan con la literatura chilena escrita por mujeres, poniendo atención en la elaboración de su identidad y valoración negativa de la institucionalidad literaria; en razón de esto, su tesis de licenciatura se tituló “Escenificar lo impúdico: el discurso autobiográfico en los Diarios de Teresa Wilms Montt”. Actualmente, es alumno del diplomado “Cultura, Política y Sociedad en América Latina, en siglo XX” de la Universidad de Chile. CLAUDIA ANDRADE ECCHIO © Doctora en Literatura Chilena e Hispanoamericana de la Universidad de Chile. Licenciada en Lengua y Literatura Hispánica, con mención en Literatura, y Magíster en Literatura, con mención en Teoría Literaria, de la misma universidad. En la actualidad, es docente del Diplomado de Literatura Infantil y Juvenil: Teoría, Edición y Creación del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago. Junto a Camila Valenzuela León (académica, escritora e integrante de CiEL Chile), ha gestionado e impartido Talleres de narrativa para adolescentes y jóvenes. Es, además, integrante de CiEL Chile, Centro de Investigación y Estudios Literarios: discursos para infancia, adolescencia y juventud. 24 Umbral –de publicación mensual– es una colección de propuestas críticas en torno a textos narrativos, poéticos u otros, tanto chilenos como latinoamericanos, que han sido destinados para niños-as, adolescentes y jóvenes. Nuestra finalidad con esta publicación es crear una instancia de reflexión y diálogo multidisciplinario, abierto tanto a la comunidad académica como al público en general. 25