Centro de Ginebra para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas (DCAF) Monografía - № 5 La Dimensión Parlamentaria del Equipamiento de la Defensa Requisitos, Producción, Cooperación y Adquisición Dr. Willem F. van Eekelen Ginebra, Marzo de 2005 CENTRO DE GINEBRA PARA EL CONTROL DEMOCRÁTICO DE LAS FUERZAS ARMADAS (DCAF) MONOGRAFÍA - № 5 La Dimensión Parlamentaria del Proceso de Equipamiento de la Defensa Requisitos, Producción, Cooperación y Adquisición Dr. Willem F. van Eekelen Ginebra, Marzo de 2005 Acerca del autor El Dr. Willem F. van Eekelen comenzó su carrera como miembro del Servicio Exterior de los Países Bajos. Fue elegido al Parlamento en 1977 y prestó sus servicios como Secretario de Estado de Defensa para asuntos europeos, y como Ministro de Defensa. Fue Secretario General de la Unión Europea Occidental (1989-1994) y posteriormente senador en el Parlamento holandés durante 8 años. Es miembro del consejo de gobierno del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) y del consejo asesor del Centro de Ginebra para el Control Democrático de fuerzas Armadas (DCAF). Es presidente del Movimiento Europeo en los Países Bajos. Los DCAF Occasional Papers son ensayos que contribuyen a la política de diálogo sobre asuntos relativos a la misión esencial de DCAF. Estos ensayos son encargados por DCAF. Los puntos de vista y opiniones expresados son, sin embargo, los del autor (o autores) y no necesariamente reflejan los de DCAF. Tabla de Contenidos Introducción ............................................................................ 3 1. 2. 3. 4. 5. Características del Equipamiento de la Defensa .......................... 6 1.1. El papel de los Gobiernos .......................................................... 8 1.2. Operaciones de Compensación .................................................... 9 1.3. Asignación de Recursos ........................................................... 10 El Papel del Parlamento ....................................................... 13 2.1. Una Secuencia Modelo ............................................................ 13 2.2. Obtención de la Aprobación Parlamentaria ................................... 15 Consolidación y Cooperación ................................................. 18 3.1. La Situación Americana ........................................................... 18 3.2. Los Deseos de la Industria Europea ............................................. 25 3.3. Cooperación Europea en Materia de Armamentos ........................... 30 3.4. Hacia una Política Europea de Seguridad y Defensa ......................... 37 Para qué? ......................................................................... 48 4.1. Escenarios Europeos............................................................... 48 4.2. Escenarios Estadounidenses...................................................... 53 4.3. ¿Una Agencia Europea de Armamento al fin? ................................ 57 4.4. El Papel de la Comisión Europea ................................................ 64 4.5. Ajustes Nacionales ................................................................ 69 Supervisión Parlamentaria .................................................... 68 Conclusión ............................................................................. 72 Anexos ................................................................................. 77 Consulta del Parlamento Europeo por el Ministro de Relaciones Exteriores.... . 77 La Política de Seguridad Común y de Defensa ........................................ 77 Disposiciones Financieras ................................................................. 79 Protocolo sobre Cooperación Estructurada Permanente ............................ 81 Lo que Usted Puede Hacer como Parlamentario ...................................... 83 Supervisión del equipamiento de Defensa en Estados Miembros de la OTAN ... 85 Referencias ................................................................................. 86 2 La Dimensión Parlamentaria del Equipamiento de la Defensa Requisitos, Producción, Cooperación y Adquisición Dr. Willem F. van Eekelen Introducción Este “occasional paper” del Centro para el Control Democrático de Fuerzas Armadas de Ginebra intenta tratar el proceso de equipamiento de la defensa en su moderno entorno político-militar. Desde la caída del Muro de Berlín la mayoría de los países europeos ya no consideran la defensa de su territorio y su independencia como la prioridad primordial que tuvo durante la Guerra Fría. El papel de las fuerzas militares ha cambiado considerablemente. La defensa colectiva se centraba en la fiabilidad de las “fuerzas en servicio” y en una movilización eficaz y, en el caso de OTAN, en un planeamiento integrado y estructuras de mando. Hoy, la protección del territorio nacional tiene una nueva dimensión ante ataques terroristas, y, en el caso de los Estados Unidos, mediante el programa de misiles de defensa. La conexión entre seguridad exterior e interior se ha hecho más estrecha en todas partes. El uso cooperativo de las fuerzas armadas se mantiene como una importante herramienta de política exterior y de seguridad, y un factor de influencia y prestigio. Teniendo lugar la mayoría de las operaciones fuera de su país, la profesión militar se ha hecho peligrosa. En muchos casos los militares están llevando a cabo una función en el extranjero que en su país es asunto de la policía: disuaden mediante su presencia, pueden y quieren actuar, y cuando hace falta toman la acción necesaria. Los militares occidentales no solo están desarrollando estas nuevas tareas, sino que se les emplea también como medio de establecer relaciones con otros estados y para apoyarles en la reforma de sus fuerzas armadas. El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos ha dedicado un ADELPHA Paper a la “Reforma de la Diplomacia de Defensa”, que perfila el nuevo espectro de actividades, alcanzando desde el asesoramiento a los intercambios de personal, equipos de entrenamiento y suministro de equipo militar.1. El mantenimiento y la imposición de la paz plantean nuevos temas de moralidad y de legitimidad de intervención. La soberanía ya no es un impedimento absoluto para la intervención en casos de violaciones graves de los derechos humanos. Las Naciones Unidas están buscando su papel en este nuevo ambiente y se espera que el Secretario General Kofi Annan anuncie en la primavera de 2005 su reacción al informe del Panel de Alto Nivel sobre Amenazas, Desafíos y Cambio. El 1 Adelphi Paper 365, ‘Rediseñando la Diplomacia de la Defensa: Nuevos roles para la cooperación militar y la asistencia’, por Andrew Cottey y Anthony Forster. IISS, Abril de 2004. entrenamiento militar tiene que enseñar cualidades nuevas además de las aptitudes militares tradicionales, que permanecen esenciales, porque siempre pueden estallar conflictos y requerir autodefensa o acciones de imposición. En el pasado, para la mayoría de parlamentarios había pocos votos en materia de defensa. Algunos estaban preocupados por mantener los trabajos de las industrias de defensa en sus circunscripciones electorales, pero normalmente las cuestiones de planeamiento de estrategia y defensa se dejaban a unos pocos especialistas. Hoy, la participación en operaciones de apoyo a la paz es un asunto de interés popular, conectado muy estrechamente con asuntos más amplios de política exterior y de seguridad. La estabilidad exterior, respeto por los derechos humanos, y la acción contra genocidios se han hecho sitio en la agenda política, reciben inmediata atención por parte de los medios de información, y son objeto de frecuentes debates parlamentarios. Los gobiernos democráticos tratan de ajustarse al panorama actual produciendo informes oficiales en materia de defensa como base para su política de seguridad, su estrategia nacional y su participación en las formas multilaterales de cooperación. Todos ellos persiguen la mezcla correcta de las capacidades, pero muchos tienen dificultades en adaptarse a la rapidez del desarrollo. Las nociones de movilidad y flexibilidad se han difundido ampliamente, pero pocos han ajustado a sus fuerzas armadas a estos nuevos conceptos. Gran parte de los ejércitos permanentes aún es demasiado estática e insuficientemente orientada a las demandas de operaciones tipo intervención. El último desafío es la transformación en “guerra centrada en redes de computación”, como se ha implementado en EE.UU. La necesidad de más y mejores capacidades está justificada, pero no debería generar mayores presupuestos de defensa. Se podría pensar en un gasto más inteligente, conforme a prioridades más claras, considerando las posibles contribuciones de socios y aliados. Muchos parlamentarios se verán desconcertados por la rapidez de cambio de las demandas de capacidades. Después de los ataques terroristas en EE.UU. y de la operación contra los talibanes en Afganistán, la necesidad se centró en las fuerzas especiales y en los vehículos aéreos no tripulados, que antes tenían baja prioridad en la mayoría de los planes de defensa. Igualmente, los ataques suicidas requieren una mejor protección de los cuarteles y de las patrullas. Una característica peculiar de muchos debates parlamentarios es la atención que se presta a los riesgos que corren los soldados participantes, que a menudo exceden la evaluación de la importancia y necesidad de la misión. Curioso, porque si la operación no fuera arriesgada, la necesidad de enviar las fuerzas militares no sería evidente. Comprensible, al menos hasta un cierto punto, porque los asuntos de vida y muerte se juzgan de distinto modo en operaciones del tipo de intervención y de autodefensa. A principios de la década del noventa, muchos esperaban que el creciente énfasis en las unidades multinacionales fuera un poderoso factor de estandarización, pero el rendimiento ha seguido siendo decepcionante. Posiblemente, porque la mayoría de 4 las misiones para respaldar la paz se restringieron a operaciones de poca intensidad y no requirieron acciones combinadas. En cualquier caso, las unidades nacionales se mantuvieron auto-suficientes y no interdependientes con fuerzas vecinas. Esta monografía describe las diferentes iniciativas que apuntaron a una mejor cooperación en la producción y adquisición de equipos. En varias ocasiones se tomó una nueva iniciativa en el preciso momento en que una anterior parecía finalmente estar progresando. Muchos cuestionaron si la voluntad política era suficiente para desautorizar intereses nacionales estrechos de miras, y la respuesta es aún incierta. La Agencia Europea de Armamentos, que vio finalmente la luz en 2004 podría probar la equivocación de los escépticos, pero solo si los países están preparados para asumir compromisos vinculantes y reunir sus recursos y fondos para investigación. El enorme aumento del presupuesto de defensa americano hará muy difícil para los europeos incluso acercarse al esfuerzo de E.E.U.U. El relevo trasatlántico puede emborronar el cuadro. Desde el aspecto económico y del empleo tal asociación podría ser beneficiosa, pero iría en detrimento de la autonomía europea. Una creciente concienciación de la necesidad de mantener una base tecnológica e industrial de defensa como interés vital de la Unión Europea en su totalidad, ha cambiado el panorama. La Agenda de Lisboa, con su énfasis en la innovación y en la competitividad, es probable que provea el clima ideal para la investigación y el desarrollo en común, también en el área de defensa. Mientras tanto, la industria europea de defensa se ha consolidado, primero a nivel nacional y después también a través de las fronteras. Finalmente, una palabra de precaución acerca del uso de estadísticas. Tal como apunta con regularidad el Balance Militar del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, el asunto de la transparencia en la información del gasto militares fundamental2 . “Solamente una minoría de los gobiernos de estados miembros de la ONU informan a sus electorados sobre gastos de defensa, La ONU, el FMI, y otra organizaciones multilaterales. … algunos gobiernos no informan sobre gastos de defensa hasta transcurridos varios años, mientras otros subestiman esos gastos en 2 El Balance Militar 2003-2004, pp. 5 sus informes. …Los casos más frecuentes de manipulación o falsificación presupuestaria afectan normalmente a la obtención de equipo, I+D, inversión industrial en defensa, programas secretos de armamento, pensiones para militares retirados y personal civil, fuerzas paramilitares, y fuentes de ingresos no presupuestarias para los militares, que surgen de la propiedad de inmuebles industriales, propiedades y tierras”. Por tanto, parlamentarios, ¡estén alerta!. Este es el mensaje principal de este documento. Los temas de defensa en general, y las adquisiciones de equipos para la defensa en particular, generalmente son cuestiones pocos transparentes y difíciles de seguir. Aunque se disponga de la información, y a menudo se puede obtener de fuentes abiertas, se requiere una experiencia considerable para encontrar el sentido a una multitud de demandas y contra demandas, tendenciosas y no tendenciosas, que influyen en el debate. Los parlamentarios necesitan mantenerse críticos y orientarse de la forma más amplia posible, usando personal profesional, recurriendo a think tanks y consultando organizaciones no gubernamentales. Las páginas siguientes intentan alertar a los parlamentarios de los procesos en curso y ayudarles a posicionarse sobre asuntos de importancia fundamental para el contribuyente y para las posibilidades de su país de asumir responsabilidades en materia de paz y seguridad. Deberán ser capaces de decir “¡Eh, espera un minuto!” en el momento apropiado. El documento comienza con un análisis de las características de la adquisición de equipos para defensa, incluyendo el papel de los gobiernos y el proceso de asignación de recursos. El Capítulo 2 aborda el papel de los parlamentos y describe un modelo de secuencia en la obtención de la aprobación parlamentaria. El Capítulo 3 compara los esfuerzos de Estados Unidos y de la Unión Europea en consolidar la industria de la defensa y la cooperación multinacional. Esboza el difícil camino de la cooperación de armamentos europea y el movimiento hacia una Política de Defensa y Seguridad Europea. El Capítulo 4 intenta responder la difícil pregunta de ‘Para qué?” de las capacidades de defensa en el actual ambiente de seguridad. El mismo trata los escenarios europeos y americanos e incluye los perspectivas de la recién creada Agencia de Defensa Europea y los ajustes hechos en los países miembros a fin de obtener fuerzas más flexibles y desplegables Cada capítulo subraya la importancia del escrutinio parlamentario. El Capítulo 5 sobre supervisión parlamentaria los trata conjuntamente y cierra con las preguntas específicas que un parlamentario puede desear formular. 1. Características de la Adquisición de Equipos para Defensa La adquisición del equipamiento de defensa tiene muchas características propias, que la diferencian de otros sectores gubernamentales de obtención. Ninguna otra adquisición está tan en el punto de mira ni levanta tanto debate dentro y fuera del parlamento. Obviamente, la mayoría del interés se centra alrededor de grandes adquisiciones, tales como un nuevo tipo de avión o carro de combate, o una nueva flota naval. Los centenares de contratos más pequeños pasan relativamente 6 inadvertidos. Sin embargo, las compras de la defensa están sujetas generalmente a un tipo de escrutinio y de supervisión que está ausente de contratos grandes en el sector civil. Las razones son múltiples. En el mercado de la defensa hay distintos proveedores pero solamente un comprador. La policía, guardacostas y las compañías de seguridad privadas pueden dar entrada a parte del mercado, pero para los sistemas de armas importantes el único cliente es el ministerio de la defensa. Por lo tanto, la industria es vulnerable a los cambios en el planeamiento de defensa, pues será difícil encontrar mercados alternativos para sus productos. Con presupuestos de defensa menguantes y la consiguiente disminución de mercado para el equipamiento de defensa, el número de las compañías activas en este campo bajó y se inició un proceso de consolidación, primero en los E.E.U.U. y más adelante también en Europa. El dinero de la defensa es dinero del contribuyente, y el modo en que se gastan debe beneficiar a la economía nacional en la medida en que ello sea posible. En muchos casos están en juego puestos de trabajo, y los políticos de los distritos afectados se inclinarán por apoyar la creación o preservación del empleo. Para los países más pequeños que no poseen el espectro completo de las industrias de defensa, la coproducción y los acuerdos de compensación son importantes para recuperar al menos una parte de su gasto exterior. La tecnología en el ámbito de la defensa es importante para la investigación y la base industrial del país. Con el correr de los años, la relación entre la defensa y la tecnología civil se ha tornado más estrecha. En un primer momento, la industria de la defensa y la espacial lideraban la innovación. La tecnología espacial fue un incentivo poderoso para la miniaturización, que luego fue reemplazada por otros avances en el ámbito de la tecnología y las aplicaciones médicas. Hoy en día, la tecnología militar y de defensa y la civil son complementarias: cada una se beneficia de las innovaciones introducidas por la otra. La telefonía móvil es un buen ejemplo en el que la red civil podría ser tan buena, o incluso mejor que los sistemas militares, en tanto que las estaciones de transmisión pudieran seguir operando durante una crisis. Pero en lo que respecta a la confidencialidad, el contexto varía substancialmente. Las características de los sistemas armamentísticos no deben caer en manos de potenciales enemigos, que podrían utilizar esa información para contrarrestar capacidades ofensivas o eludir las defensivas. La confidencialidad se aplica a las especificaciones técnicas en el ámbito militar, pero también al secreto industrial en lo que a proveedores respecta. Ocasionalmente, los sistemas de armas se venden a países con diferentes niveles de capacidad tecnológica, a fin de proteger los avances más recientes. El alcance de la transferencia tecnológica se ha convertido en una de las cuestiones más sensibles de las compras externas y la cooperación internacional. Finalmente, los conocimientos técnicos juegan un papel importante en el diseño de especificaciones y en la evaluación de las distintas ofertas industriales. Desde el 7 punto de vista de la transparencia y la fiscalización democrática, la formación profesional es la más difícil de evaluar correctamente. Si bien las publicaciones profesionales contienen mucha información sobre características de armamentos, pueden resultar poco objetivas y estar sujetas a réplica. La presentación de contrainformes periciales no siempre es posible y, en todo caso, probablemente costosa. Por ello, para tomar decisiones es necesario que exista una cantidad considerable de confianza entre todas las partes involucradas, la dirección política, los militares profesionales y los comités parlamentarios que investigan los proyectos de adquisiciones. 1.1. El papel de los Gobiernos Los gobiernos juegan un papel fundamental en la adquisición de equipos para defensa. El Gobierno de un país: es el único cliente nacional de equipos para defensa; acepta o deniega el despliegue de actividades armamentísticas en su territorio nacional, y, por lo tanto, ejerce una influencia decisiva en cualquier proceso de reestructuración de su industria de defensa, independientemente del estatus legal de las empresas; se preocupa de la seguridad de suministro, es decir, la capacidad de un país extranjero de garantizar el suministro de material militar suficiente para hacer frente a los compromisos defensivos del comprador; selecciona la fuente de suministro, que puede estar vinculado con los acuerdos de seguridad con otros países; determina las condiciones de mercado definiendo sus requisitos militares y las especificaciones de los productos; decide el tamaño y número de programas, las fechas de entrega y el índice de producción. En cada campo transcurren largos períodos de tiempo entre programas, lo cual hace imposible mantener equipos de investigación y diseño mediante medios puramente comerciales durante estos largos intervalos; toma decisiones relacionadas con adquisiciones dependiendo de la actualización de su evaluación de la amenaza, lo que puede originar cambios de prioridades en la programación general. Estos cambios tendrán un efecto desproporcionado en las actividades de la industria de la defensa, que no podrá realizar las previsiones de mercado fiables que son normales en otros mercados industriales; solicita a sus proveedores que asuman compromisos a lo largo de muchos años en lo relativo a estudios preliminares, desarrollo, producción, servicio post-venta y actualizaciones; 8 ha de financiar en gran parte de los costos industriales de Investigación y Desarrollo, que son, a menudo, más del 30% del costo total de los programas, mucho mayores que en otros sectores industriales; aprueba la exportación de equipamiento de defensa. Si está en uso por las fuerzas armadas nacionales, la comercialización en el exterior obtiene la ventaja de un “visto bueno”, reforzado a menudo por el apoyo gubernamental directo en países con perspectiva de compra. Además, los gobiernos pueden decidir si desean ejecutar ciertas tareas por sí mismos o subcontratarlas con empresas privadas. Esto se aplica principalmente a las funciones logísticas y de mantenimiento, que a menudo se privatizan. En algunos países sucede lo contrario cuando las filiales de los departamentos de defensa tienen funciones de producción que normalmente se dejan a la industria. El documento del Grupo Europeo de Industrias de Defensa (EDIG), al que se hacía referencia arriba, concluía que en todos los países la fuerza de la industria de la defensa dependía de su mercado nacional. Puesto que este mercado fue disminuyendo como resultado del “dividendo de la paz”, la industria europea tuvo que reestructurarse profundamente, pero en 1996 lo había hecho en su mayor parte sobre una base nacional. El EDIG sostuvo que ahora era vital conseguir la mayor fusión posible a nivel europeo organizando un Mercado Interior Europeo de la Defensa. Los gobiernos nacionales deberían adoptar las políticas necesarias. La fusión tuvo lugar, sin embargo, casi a pesar de las políticas gubernamentales. Ya en el año 2000, se tomaron medidas significativas en relación con la consolidación europea, pero mayormente en las áreas aeroespacial y misilística. Solo 4 empresas sobrevivieron de las 20 que existían en 1980: EADS (que integra Aerospatiale, Matra, Dassault Aviation, DASA y CASA), Thales (Thomson CSF y RACAL), Finmeccanica Alenia y BAE Systems (combinando British Aerospace y GEC Marconi). Las dos primeras eran realmente compañías transnacionales europeas, los dos últimos una fusión en campeones nacionales. Fue una decepción que British Aerospace no se uniera a EADS y optara por la adquisición de la parte de Marconi de GEC, permaneciendo así como campeón nacional. Las empresas más grandes poseen algunos vínculos cruzados, como por ejemplo, EADS, BAE Systems y Finmeccanica, que son accionistas del fabricante de misiles MBDA. 1.2. Operaciones de Compensación Los grandes contratos concedidos por gobiernos a proveedores extranjeros en la esfera civil nunca dan lugar a demandas por compensaciones que beneficien a la industria interior. Se compran puentes, trenes o aviones civiles como simples tratos comerciales, incluso si el cliente es una organización estatal. Para la defensa, la compensación es normal, y a menudo obligatoria, particularmente en países que 9 tienen poca, o poco importante, industria propia de defensa. El gasto en el exterior tiene que proporcionar un empleo equivalente en el país. La compensación toma diversas formas. La más eficiente implica un intercambio: usted compra mi sistema si yo compro el suyo. En 1976 el gobierno de los E.E.U.U. rechazó tales tratos para siempre. En Europa son frecuentemente parte del acuerdo. Por consiguiente, los proveedores americanos tuvieron que encontrar otras formas de compensación subcontratando trabajos a la industria del país comprador. Esto se pudo llevar a cabo encontrando socios industriales que pudieran proporcionar componentes, bien para la serie completa de producción o solamente para las unidades compradas por su gobierno, siendo más rentable lo primero. Otra posibilidad sería montar una cadena de montaje aparte, de nuevo con opción de uso limitado por el comprador o también por otros clientes en la misma región. La última posibilidad sería hacer pedidos en un campo distinto, no relacionado con el contrato principal. Esto sería obviamente más difícil de acordar, pero los grandes conglomerados en los E.E.U.U., produciendo tanto para el mercado civil como para el militar, tenían poca dificultad en reunir paquetes suficientemente interesantes. Estaban sujetos a una evaluación, en el país comprador, de su valor tecnológico y de horas-hombre para personal altamente cualificado. Los ejemplos abundan en todas las categorías, y a menudo con combinaciones de las diferentes opciones. Aviones americanos, como el F-104 y después el F-16 vieron las cadenas de montaje en Europa, igual que los transportes blindados de tropas M113 y modelos subsiguientes. Algunas piezas fueron producidas en los países compradores. En construcción naval, los Países Bajos compraron los motores británicos Rolls Royce, y el Reino Unido adquirió el sistema holandés Dutch Goalkeeper de defensa aérea. Como otros muchos gobiernos, el Ministerio de Asuntos Económicos de los Países Bajos fue muy estricto a la hora de juzgar el contenido tecnológico de los pedidos de compensación y sus complementos. El argumento de un ministro de defensa de que, en lo que a él le afectaba, la compensación también podría incluir el queso, no fue aprobado porque no se pudo probar su carácter de comercio normal. La compensación se convirtió en parte de los mayores acuerdos industriales apoyados por gobiernos, tanto en el comercio de defensa europeo como en el transatlántico. Los acuerdos europeos se centraron más en el reparto de los trabajos dentro de un proyecto común. En conjunto, fueron más frecuentes en el ámbito transatlántico, debido en gran parte al tamaño de los contratos. En 2004 algunas industrias americanas ejercieron presión sobre el Congreso para impedirlas. El representante Duncan Hunter (Representante de California), presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara, denunció la práctica como “esfuerzo” que suponía “una amenaza estratégica para la base industrial de defensa” y esbozó la legislación que prohibía al Departamento de Defensa la compra de bienes y servicios a compañías extranjeras en países que requirieran compensaciones. Como funcionarios del Pentágono se quejaron de que esto implicaría prácticamente a todos, Hunter y sus colegas se conformaron con exigir al Secretario de Defensa el desarrollo de políticas y procedimientos que aseguraran la eliminación de prácticas comerciales injustas, incluyendo las compensaciones 5. Se evitó lo peor, pero se mantenían negros nubarrones, porque los países sin industrias capaces de asociarse a 10 compañías de los E.E.U.U. quieren asegurarse de que el dinero de sus contribuyentes de algún modo se acabará gastando en casa. 1.3. Asignación de Recursos La mayoría de los departamentos de defensa occidentales utilizan métodos de asignación de recursos basados en las técnicas estadounidenses introducidas en años 60 y resumidas en las siglas PPBS: sistema de planificación, programación y presupuesto (planning, programming and budgeting system). Luego se añadió el elemento de valoración y evaluación. El valor del sistema radicaba en la correcta diferenciación de los distintos elementos del proceso, pero también en la relación entre inversión y producción, o, más específicamente, el coste real de las inversiones necesarias para producir una determinada capacidad militar3. Según la terminología del PPBS: un plan es una declaración de lo que se ha decidido hacer; un programa es un plan con plazos de tiempo incorporados; un presupuesto es un programa con precios incorporados: qué cantidad de fondos es necesaria y cuando. En los países de la OTAN la planificación cubría un período de 10 años, de los cuales los primeros cinco eran más en firme que los segundos, y el primer año se presentaba como un compromiso firme en la Comisión de Planeamiento de Defensa de la OTAN. Cada año se añadía otro en un ciclo de planeamiento "rodante". Los ministerios nacionales de defensa necesitaban entre 15 y 22 meses de trámites internos antes de que se tomaran, y publicaran, las decisiones. Habían de ajustar los recursos financieros disponibles a los requisitos militares. En el Reino Unido, el Ministerio de Defensa hace anualmente una Declaración sobre las Estimaciones de la Defensa, como un Libro Blanco, clarificando la política y dando cuenta de las actividades de las fuerzas armadas en relación a sus cometidos y misiones asignadas, un desglose del presupuesto de la gestión de defensa, y un resumen del orden de batalla nacional. La declaración se acompaña de un volumen 3 Ver David Greenwood, ’Asignación de recursos y manejo de recursos en defensa: el modelo occidental’ en el Manual Suplementario del Centro de Estudios de Seguridad Europeos, Groningen, en su Proyecto de Educación de Seguridad Nacional, Mayo de 1995. Greenwood destacó la ironía de que la variante de PPBS desarrollada en los Estados Unidos posteriormente perdió la estimación allí. Actualmente, el sistema es visto en relación a la definición de las Capacidades Operacionales Requeridas (ROC) y del concepto de Sistema de Manejo de Recursos de Defensa Integrada (IDRMS) el cual incluye otros temas como logística, manejo de finanzas, verificación contable y manejo de recursos humanos. El nivel de maduración de IDRMS varía considerablemente y podría ser tomado como un criterio para el buen gobierno. 11 sobre estadísticas de la defensa (incluyendo datos sobre el gasto industrial y regional y los pagos a contratistas importantes), y una Declaración de Proyectos Principales, informando de los progresos de las adquisiciones de equipo en marcha, incluyendo la información de costes importantes. Por parte parlamentaria hay Informes periódicos de Comités, particularmente del Comité Selecto de Defensa de la Cámara de los Comunes, dirigidos a asuntos de política general, de estructura de la fuerza, y a la gestión de recursos. El Comité Selecto de la Cámara es pequeño y suma solamente once miembros. No le incumbe un examen detallado del presupuesto. La Auditoría Nacional informa al Parlamento no sólo sobre asuntos de auditoría, contemplando la corrección y legalidad de los gastos del MdD, sino también su eficacia y eficiencia. En Francia, cada cinco años se desarrolla y se somete al parlamento un nuevo plan militar, que lo adopta como loi du programme. Se discute en comité y en la sesión plenaria de la Assemblée Nationale. Comparado con las otras comisiones parlamentarias, los comités de defensa de la asamblea y del senado tienen poderes extraordinarios de interrogatorio, y oyen no solamente al ministro de defensa, sino también a los jefes de estado mayor de los cuatro servicios armados y a funcionarios de alto nivel. El comité de la asamblea llevó a cabo una amplia investigación sobre los acontecimientos que rodearon la caída del enclave de Srebrenica en Bosnia, y la implicación de oficiales franceses en la cadena de mando. Una vez que los representantes electos han dado su aprobación, se supone que las cantidades fijadas en la ley se mantienen como compromisos firmes durante todo el período. Hay, sin embargo, cierto espacio para el ajuste, pues los crédits de paiment tienen que ser votados anualmente. En 2003 se estableció un subcomité del comité de defensa para examinar los gastos de defensa bajo el presupuesto vigente, consistente en una docena de miembros que representan a los distintos grupos políticos en el parlamento. Esta Mission d’información se reúne trimestralmente, bien en el Ministerio de Defensa o bien en el ministerio responsable del presupuesto. Se publicó un primer informe en febrero de 2004, esperándose el siguiente para primeros de 2005. Alemania obtiene probablemente el premio al examen más detallado del presupuesto – línea por línea - y a las decisiones sobre equipamiento. El presupuesto federal se remite al Comité Presupuestario para deliberación y es aprobado en última instancia en forma de ley por el Bundestag. El comité de defensa no tiene competencia formal con respecto a la ley del presupuesto, pero en la práctica sus recomendaciones, resultantes de varios días de deliberaciones, son tenidas en cuenta por el Comité Presupuestario. El Comité de Defensa ejerce gran influencia en la ejecución del presupuesto de la defensa. El Ministro de Defensa está obligado a someter todos los proyectos de adquisición de especial importancia, en términos de seguridad o de política militar, al comité, así como todos los que excedan de 25 millones de Euros. No se han implementado decisiones de adquisición sin el 12 consentimiento del Comité de Defensa, aún cuando estuvieran incluidas en la ley de presupuestos. En Dinamarca, cuando comienza el período de sesiones, los partidos políticos intentan llegar a un ‘acuerdo político’ por el cual determinan el monto del gasto de defensa durante su período legislativo. En los Países Bajos, al menos cada diez años, y recientemente con mayor frecuencia, se entrega al parlamento una ‘Defensie Nota’, que establece el marco del planeamiento de defensa para los próximos diez años, pero las cifras no constituyen compromisos definitivos y el presupuesto debe aprobarse cada año. 2. El Rol del Parlamento 2.1. Una Secuencia Modelo Cada ciclo de obtención comenzará con el establecimiento de los requisitos operacionales. Esto es más complicado hoy que durante la Guerra Fría, cuando la evaluación de la amenaza era relativamente inequívoca e indiscutible. En aquellos días en que los miembros europeos de la OTAN tenían la tarea principal de proteger a un sector de la defensa “layer cake” de Alemania Occidental, estaba claro que su sector necesitaba responder a un ataque masivo por sorpresa de la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia. La amenaza podía cuantificarse, y también las respuestas que se prefirieran. Hoy las amenazas son distintas, a menudo multidimensionales, difíciles de disuadir y de defenderse de ellas, y no se pueden limitar las respuestas solamente al aspecto militar. Consecuentemente, hay un problema tanto cualitativo como cuantitativo:¿ qué necesitamos realmente, y cuanto ?. Tras la desaparición de la Unión Soviética los responsables del planeamiento de defensa cambiaron de un enfoque orientado a la amenaza a un enfoque orientado a la capacidad. El presente autor cree que, con la apariencia de nuevas amenazas, la determinación y organización de las necesarias capacidades habrán de estar ligadas a los posibles escenarios. De otro modo, la acción en la gestión de crisis será siempre demasiado tardía para impedir la escalada y las bajas masivas. Los requisitos militares son el resultado de un proceso en el cual se tiene en cuenta la experiencia pasada, las nuevas perspectivas tácticas y estratégicas, las posibilidades tecnológicas, y las capacidades de los enemigos potenciales. La investigación operativa y los juegos de guerra se han convertido en nuevas herramientas. El proceso arranca normalmente con la sección de planes y política del estado mayor del servicio armado afectado. Dependiendo del grado de integración de este estado mayor se consultará a las otras secciones. Este es, demasiado a menudo, un punto débil del proceso, y el vínculo entre la parte operacional del asunto y la dirección de armamentos no alcanza la permanente interacción que debería haber. Los expertos en armamento deberían poder hacer sus aportaciones, del mismo modo que posteriormente sobre experiencia operativa deben estar involucrados en la consideración de las ofertas y sugerencias industriales así como en las posibilidades de cooperación internacional, que podrían conducir a cambios en las 13 especificaciones o en el calendario. La transparencia interna es incluso más importante que la externa y ninguna de las partes debería ser un coto cerrado. En el ciclo de planeamiento de defensa OTAN, los Mandos Supremos Aliados formulaban las Objetivos de Fuerza, que en parte encerraban un reto para persuadir a los países miembros para que aumentaran sus esfuerzos más allá de lo que habían planeado originalmente. El examen multilateral de los planes de los países en el ciclo de planeamiento de defensa de la OTAN era una especie de “pulso”, con su mezcla de alabanzas y de puestas en evidencia. Desde 1989, la independencia e integridad territorial de los miembros de OTAN ya no está amenazada, y el papel de sus fuerzas armadas ha cambiado al mantenimiento de la paz e imposición de la paz, u otras operaciones fuera de su propio territorio. La defensa colectiva fue reemplazada por intervención de “coalitions of the willing ”(coaliciones de buena voluntad), compuestas sobre una base ad hoc. Parecían el enfoque integrado de defensa colectiva, por su carácter multilateral, pero la participación no era automática. Las operaciones de apoyo a la paz requerían el proceso político-militar de toma de decisiones, en el que cuestiones como un mandato legítimo, la participación de otros, el riesgo para las fuerzas propias y las posibilidades de éxito, jugaban una parte importante, y a menudo estaban sujetas al debate y aprobación parlamentaria. La política de defensa se convirtió en un elemento de una política de seguridad más amplia, en el cual habían de hacer sus aportaciones otros departamentos del gobierno, en particular el Ministerio de Asuntos Exteriores. Claramente, los requisitos para la intervención diferían en gran medida de los aspectos, más estáticos, de la defensa territorial, y tenían un impacto sustancial en las áreas de reconocimiento, transporte, logística y equipamiento. Flexibilidad y movilidad se han convertido en nuevos lemas, que no podrían compensar completamente por la imposibilidad de cuantificar los requisitos. Las necesidades militares terminaron sometidas al nivel de las ambiciones políticas de la nación y su voluntad de asumir la responsabilidad de acciones que no guardan relación directa con la defensa nacional, en el sentido estricto de la palabra. Les sustituyeron otras nociones de una naturaleza más indirecta, como la preservación de la estabilidad, la lucha contra el crimen organizado, y más recientemente contra el terrorismo. Se necesitó incorporar estos cambios a los nuevos libros blancos de la defensa, perfilando las futuras tareas de las fuerzas armadas. Requirieron cambios en la mentalidad de los responsables del planeamiento, pero también de sus maestros políticos. Hay que adaptar el equipamiento moderno a las nuevas tareas, y hay que entrenar al personal militar para que pueda utilizar sus nuevas herramientas en un ambiente cambiante. Su profesión ha cambiado, también, y se ha hecho más peligrosa que en los años de la guerra fría, en la cual no se disparó un solo tiro. En operaciones de la ayuda a la paz, una vez que se ha restaurado aquella, los militares terminan haciendo de todo, diplomáticos, mediadores, administradores, y restauradores de infraestructuras. Su equipo habrá de ser adecuado para las nuevas tareas, pero al mismo tiempo capaz de llevar a cabo operaciones militares tradicionales si el conflicto se intensifica de nuevo. 14 En teoría, el equipo tendrá que basarse en la eficacia militar para cumplir las tareas principales perfiladas en nuevos conceptos militares y libros blancos, pero en la práctica esta directriz sigue siendo bastante vaga. Un ejemplo de cambio de circunstancias fue el nuevo énfasis en la amenaza del terrorismo, que condujo a nuevos requisitos para las fuerzas especiales y a una mejor inteligencia. El Secretario General de la OTAN, Lord Robertson, nunca se cansó de pedir “capacidades, capacidades, capacidades”, pero después de los ataques de Al Qaeda de septiembre de 2001 las capacidades más necesarias eran distintas de las de años anteriores. Obviamente, las nuevas amenazas, definidas comúnmente por OTAN y la Unión Europea como terrorismo, las armas de destrucción masiva, y la combinación de estados fracasados y crimen organizado, presentan un desafío formidable a los responsables político-militares de la planificación, pero para los directores de armamento son una pesadilla. Se supone que ellos han de adquirir el equipo, que podría tardar 30 años, pero no son capaces de fijar requisitos claros en términos de especificaciones y del número que se necesita. Dado los largos plazos en el desarrollo del equipo militar su tarea no es de envidiar. En cualquier caso, hay un criterio añadido, de peso, y que concierne a la seguridad física del personal que maneja los sistemas de armas. Morir defendiendo su país es distinto a ser una baja en una intervención de ayuda a la paz. No es de extrañar que los debates parlamentarios sobre la aceptación de estas misiones dediquen una gran atención (a veces excesiva) a los riesgos que implican. Si no hubiera riesgo no sería evidente la necesidad de enviar fuerzas militares. Por supuesto, la urgencia de una operación y la voluntad de tomar parte han de ser evaluadas en función de las posibles pérdidas, y cada comandante tiene el deber de reducir al mínimo las bajas entre el personal que se le ha confiado. Cuanto más tengan que actuar los militares en el papel de “soldado guardián”, más derecho tienen a cuidarse al máximo de su protección física. Sin embargo, no es fácil calcular los riesgos e instruir a los soldados consecuentemente. En operaciones de mantenimiento de paz es importante ganar los corazones y las mentes de la población, lo que requiere un acercamiento amistoso reduciendo al mínimo la demostración de fuerza con soldados protegidos en los blindados. Sin embargo, si los rebeldes y los asesinos suicidas se mezclan con la gente, se han de reforzar las medidas de protección y proporcionar el equipo correspondiente. La evaluación política final, que gobiernos y parlamentarios han de hacer, es la de compartir los riesgos y la necesidad de la responsabilidad común en la gestión de la crisis, que no tiene impacto inmediato en la defensa de su país pero podría tener consecuencias serias para la paz y la estabilidad a largo plazo. 2.2. Obtención de la Aprobación Parlamentaria Se ha tomado un modelo de secuencia de informe sobre el proceso de adquisición de la práctica parlamentaria en los Países Bajos. En este proceso la primera comunicación se debe hacer al parlamento cuando se ha determinado el requisito 15 operacional en términos generales: el tipo de equipo y una indicación general de la cantidad que se necesita. En muchos casos el equipo nuevo substituirá un equipo más viejo y anticuado. Las nuevas tecnologías podrían reducir la cantidad requerida, pero también afectarán el coste del proyecto. Habrá que hacer alguna indicación del volumen de los fondos reservados para la adquisición. Los parlamentarios se centrarán probablemente en la parte del presupuesto total que absorberán los nuevos planes, y plantearán cuestiones referentes a su compatibilidad con otras necesidades prioritarias. Una vez que se haya aprobado el requisito, o al menos no rechazado con un ` la comisión toma nota del documento presentado ', la fase siguiente se refiere a estudios preparatorios sobre un número de temas. Hay que traducir los requisitos operacionales a especificaciones técnicas. Hay que explorar el mercado y se debe elaborar una lista exhaustiva de todos los posibles suministradores. O, si parece que aún no habrá mucho disponible en el futuro cercano, hay que elaborar los planes para una fase de desarrollo en cooperación con la industria y, en lo posible, con otros países interesados. En ambos casos hay que establecer una estrategia de la obtención, así como un calendario para la producción y entrega a las fuerzas armadas. El tercer paso es un estudio cuidadoso de la información proporcionada por los proveedores que estén interesados. ¿Pueden satisfacer todas las especificaciones, o proponen formas alternativas de cumplir los requisitos? ¿Está el equipo en uso por otras fuerzas, y cuáles son sus experiencias respecto a sus características? ¿Cuáles son las posibilidades de coproducción y de compensación?. Este estudio debe llevar a una lista corta de productos alternativos. Dependiendo de la práctica parlamentaria del país en cuestión esta información debe hacerse pública y someterse a discusión en la comisión parlamentaria correspondiente. La cuarta fase se refiere a la preparación para la adquisición en base a ofertas negociadas, complementadas posiblemente por pruebas sobre el terreno. La dirección de armamentos aplicará una gama de criterios hasta llegar a su decisión final. Si se asume que hay varias alternativas que cumplen los requisitos militares, entran en liza otros factores. Cuáles son los costes del ciclo de vida útil; ¿existen distintos grados en lo que se refiere a eficacia militar y seguridad del personal ?. Simultáneamente, el ministerio de asuntos económicos, u otra agencia responsable de la implicación de la industria doméstica en la producción militar, negociará la coproducción y, cuando sea necesario, la compensación complementaria incluida en el proyecto en cuestión. Con el tiempo, los parlamentos se han hecho más exigentes 16 y generalmente piden el cien por cien de compensación por cada dólar o euro de defensa gastado en el exterior. Mientras que los proveedores extranjeros tienden a pintar un cuadro demasiado atractivo de sus actividades de compensación, los parlamentos están presionando por cláusulas de penalización si no se cumplen los objetivos. Incluirlas en los contratos, sin embargo, no es asunto fácil , y normalmente el tiempo concedido para llevar a efecto la compensación se prolonga y pueden pasar unos diez años. Mientras tanto, algunos planes habrán perdido su viabilidad o se habrán abierto otras posibilidades. En todo caso, no se firmará ningún contrato hasta que quede claro que la industria interna será adecuadamente incluida en su implementación. Esta etapa final está sujeta a intensas presiones, incluyendo los medios de comunicación, las comisiones asesoras y los parlamentarios. Las personas responsables de la toma de decisiones son invitadas a visitar las fábricas o a asistir a demostraciones. Esta es también una etapa en la que estas personas deben ser extremadamente cuidadosas de no aceptar favores, que podrían considerarse como formas de influir sobre sus decisiones. Existen muchos casos en que los políticos aceptaron viajes de placer o aún sumas de dinero para sí mismos o para las arcas de sus partidos. La práctica sobre cómo se obtiene la autoridad para firmar el definitivo contrato varía, a veces precedido de una carta de intenciones. En los Países Bajos esto depende del valor monetario. Los contratos inferiores a 5 millones de euros se dejan al servicio afectado. Hasta 25 millones de euros los proyectos han de ser incluidos en el plan general de defensa por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa en su papel de “planificador colectivo” y comunicarse al parlamento. Entre 25 y 100 millones de euros, el requisito al comienzo del ciclo debe ser aprobado por la comisión parlamentaria, pero la ejecución posterior se encarga al servicio en cuestión, a menos que el proyecto haya sido calificado como “políticamente sensible”. Los proyectos de mayor valor requieren la aprobación parlamentaria antes de la firma, y las decisiones sobre su implementación se tomarán solamente por el Secretario de Estado (ministro adjunto) responsable del equipamiento. Los contratos superiores a 250 millones de euros necesitan la aprobación del gabinete completo antes de ser presentados al parlamento. Si la comisión parlamentaria no da su aprobación, los miembros pueden incluir el tema en la agenda de la sesión plenaria de la Cámara Alta para su debate y votación. La secuencia modelo, o algo similar, señalada anteriormente se practica solamente en unos pocos países de la OTAN. El DCAF Ocasional Paper Nº 2 sobre “El control democrático de las fuerzas armadas: la dimensión parlamentaria nacional e internacional” incluye un cuadro comparativo sobre la autoridad parlamentaria, tanto en sesión plenaria o en comisión4. El registro no fue malo en términos de legislación, pero menos bueno con respecto al control del ejecutivo. El Ministro de Defensa tiene la obligación de informar a la comisión de defensa sobre las decisiones en materia de adquisiciones por encima de cierto monto en Alemania (más de €25 4 Escrito por el Dr. Wim F. van Eekelen, Ginebra, Octubre de 2002. 17 millones), Países Bajos (más de €50.000), Noruega (más de €0,8 millones), Polonia y el Reino Unido. En todos estos países, excepto en el Reino Unido, el Ministro necesita el consentimiento del parlamento para cerrar el contrato. La participación de la comisión para especificar la necesidad de equipo nuevo se requiere en Canadá, la República Checa, Francia, Alemania y los Países Bajos; y en la comparación de las ofertas y selección de un fabricante, en la República Checa, los Países Bajos y Noruega. Solo los parlamentos de la República Checa y de los Países Bajos informaron de la participación en la evaluación de la compensación y los acuerdos compensatorios. El Consejo Asesor sobre Asuntos Internacionales de los Países Bajos ha publicado un informe sobre la disponibilidad de investigación independiente para ayudar al control parlamentario5. El panorama era escaso. Todos los países de la OTAN tienen comisiones parlamentarias de defensa, pero pocos cuentan con apoyo de expertos. No faltan grupos de expertos independientes, pero raramente el parlamento promueve investigaciones por su cuenta, desafiando los puntos de vista oficiales. En Estados Unidos, el Servicio de Investigación de la Biblioteca del Congreso ofrece una impresionante selección de documentos y apoyo, pero no cuenta con una sección separada en materia de defensa. La Oficina de Presupuesto del Congreso detalla la implementación de los gastos autorizados. En el Reino Unido, el parlamento tiene una amplia biblioteca con aproximadamente 200 expertos y una Sección de Defensa y Asuntos Internacionales. No existe ningún departamento específico de investigación sobre asuntos de defensa, pero el Comité de Investigación de Defensa tiene su propio personal que generalmente realiza consultas externas a expertos. El Bundestag alemán tiene su Wissenschaftliche Dienst con 3 personas que trabajan en asuntos de defensa y seguridad, y se relaciona con institutos independientes como el Stiftung Wissenschaft und Politik. La Asamblea Nacional de Francia tiene un Servicio de Estudios y Documentación integrado por 36 personas, y una comisión de defensa con personal de apoyo de 7 personas. Noruega tiene un Consejo sobre Investigaciones de Defensa que asesora al gobierno. El Riksdag sueco tiene un servicio de investigación integrado por 30 personas que recopilan información pública. El parlamento tiene el derecho de solicitar información mediante instituciones subsidiadas por el gobierno, pero rara vez lo hace. El Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo produce un impresionante anuario y libros de estudio e informes, pero cuenta con una agenda internacional, como el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres. 3. Consolidación y Cooperación 3.1. La Situación Americana 5 Informe No.16, ‘Defensie-onderzoek en parlementaire controle’, Diciembre de 2000. 18 Durante la Segunda Guerra Mundial EEUU desarrolló una formidable industria en materia de defensa, y desde entonces ha sido líder en la producción mundial de armamentos. La demanda interna era tan fuerte que el espectro total de las necesidades de defensa se podía cubrir en casa, e incluso las empresas competidoras podían organizarse una existencia justamente próspera.. El lobby de la industria de la defensa se convirtió en una poderosa fuerza en Washington, tanto que el Presidente Eisenhower –no conocido normalmente por frases históricas- la apodaba el Complejo Industrial Militar. Su frase tuvo un efecto duradero en la política y en la ciencia política y puso a la defensiva los “establisments” de defensa en ambos lados del Atlántico. El Secretario de Defensa McNamara, proveniente de una empresa de automóviles, recibió muchas críticas al introducir el análisis de sistemas en el planeamiento de la defensa. Durante años sus “niños prodigios” fueron los más impopulares entre las fuerzas armadas. Si bien el Secretario declaró varias veces que si el análisis confirmaba la necesidad de un sistema de armas especial él lo proporcionaría, los militares eran sometidos a montones de cuestiones a las que no estaban acostumbrados. Posteriormente, su escrutinio se hizo menos severo pero se estableció firmemente la presencia de un fuerte componente civil en el Departamento de Defensa. En las relaciones trasatlánticas la transferencia de tecnología siempre fue un asunto delicado. Las empresas estadounidenses podían satisfacer también las necesidades europeas, y generalmente tenían la ventaja de precios más bajos como resultado de series de producción más extensas y economías de mayor magnitud. A cambio los europeos insistirían en participaciones en la producción de alto valor tecnológico. El mejor acuerdo sería el tener líneas de montaje europeas, como sucedió en el caso de los F-104 y posteriormente, con mucho éxito, bajo un ‘no exceder el precio’, de los F-16. La industria estadounidense buscó asociaciones con empresas europeas como la mejor forma de crear intereses en Europa. El gobierno estadounidense no se implicó en transacciones con compensaciones y dejó dichas negociaciones a la industria. Esto significó que la adquisición por parte del Ministerio de Defensa no podría considerarse como compensación por las compras del exterior en América. Los ejemplos de dicha adquisición eran pocos y bastante aislados. La mejor forma de vender en los Estados Unidos era encontrar un socio americano. Durante los muchos años de fuerte liderazgo estadounidense en la OTAN, la Conferencia de Directores de Armamentos Nacionales (CNAD) funcionó bien en la provisión de información técnica a los aliados europeos. Los Grupos de Armamentos del Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina apoyaron a la CNAD en sus respectivas áreas. Una Junta de Investigación y Tecnología realizó programas de cooperación, y un Sistema de Planificación de Armamentos Convencionales (CAPS) asistió a los países miembros en la planificación a largo plazo y en la identificación de posibilidades de cooperación. En el área no militar, la Comisión de Ciencia de la OTAN desarrolló un programa para respaldar la cooperación entre los científicos individuales, y posteriormente, conforme a la Asociación por la Paz, proporcionó apoyo en infraestructura de investigación a los 19 países asociados. El alcance de las actividades es amplio, desde la ciencia y tecnología física y de ingeniería hasta las ciencias de la vida, de la tierra y del medio ambiente, y ‘ciencia y tecnología civil con relación a la seguridad’6. En Estados Unidos se habló mucho de crear una “doble senda”, pero se trató de un ideal que no pudo cumplirse. La industria estadounidense podía proveer todo lo que solicitara el Departamento de Defensa, y no tenía el más mínimo interés en que las empresas extranjeras actuaran como contratistas primarios. Sólo durante el gobierno de Carter, cuando William Perry era el Subsecretario a cargo de las adquisiciones, se llevó a cabo un auténtico intento de darle esencia real. La mayor parte del tiempo la doble senda se representaba como una autopista que conducía desde EEUU a Europa y un tambaleante puente de bambú para el camino de regreso. La industria de defensa de EEUU tuvo su apogeo desde fines de la década de los setenta hasta fines de la década de los ochenta cuando el Presidente Reagan, al sentirse engañado por el crecimiento militar de los años de Brezhnev, decidió aumentar los gastos, incluyendo la Iniciativa de Defensa Estratégica, lo que obligó a Gorbachev a acordar nuevas medidas para el control de armamentos. El fin de la Guerra Fría condujo a una reducción radical del presupuesto de defensa desde $400 mil millones en 1989 a $281 mil millones en 2001. En 1993, el Secretario de Defensa Les Aspin y su subsecretario, William Perry, invitaron a una docena de ejecutivos de la industria de defensa a cenar en el Pentágono. En esta “última cena” los invitados fueron informados de que la cantidad de personas en la mesa duplicaba en número a los que el gobierno quería en el negocio en un período de cinco años. La amenaza implícita de ‘unirse o morir’, junto con una política de subsidios gubernamentales que abarcaban ciertos costos relacionados con la fusión, ayudaron a acelerar la racionalización de la industria estadounidense. Como resultado, la consolidación se produjo antes en Estados Unidos que en Europa, donde los gobiernos no dieron ningún incentivo y los problemas se dejaron solamente a la industria privada. En comparación con las 22 importantes empresas estadounidense de defensa que existían en 1992, sólo 4 permanecieron en 1998. Su enfoque inicial se centró en los sistemas aeronáuticos, espaciales y misilísticos, pero en los últimos años también comenzaron con adquisiciones en los sectores del ejército y de la marina. Para el año 2000, entre las diez primeras empresas de defensa a nivel mundial, siete eran estadounidenses, con Lockheed Martin, Boeing y Raytheon ocupando los tres primeros lugares. La número cuatro era BAE Systems. EADS venía en séptimo lugar, Thales octavo, precedido por General Dynamics y Northrop Grumman (las cuales, en 2002, superaron a GD mediante la adquisición de TRW Inc., previamente en décimo lugar). United Technologies estaba novena. Este orden jerárquico podría cambiar si continúa la consolidación europea. En noviembre de 2004, se informó sobre movimientos para fusionar EADS y Thales, o alternativamente EADS con 6 Ver el “Manual de la OTAN”, que está actualizado por la Oficina de Información y Prensa, 1110, Bruselas, Bélgica. 20 partes de British Aerospace. Se habló mucho de las preocupaciones de Alemania de perder influencia con respecto a Francia si la primera opción se llevara a cabo, y no se confirmaron los planes. En 1989-90 William Taft, Representante Permanente de Estados Unidos ante la OTAN y anteriormente Subsecretario de Defensa, sugirió un sistema tipo GATT para promover prácticas comerciales justas en el comercio de defensa7. Un panel de comercio de la OTAN, creado para estudiar esta propuesta, identificó siete áreas generales de desviación del comercio libre y abierto actualmente evidente entre los países miembros de la OTAN. Aquellas fueron enumeradas como leyes binacionales que excluían la competencia internacional en ciertos sectores; prácticas similares no oficiales ante la ausencia de legislación formal; dificultades para la comprensión, obtención o cumplimiento de la legislación de otros países; certificación nacional de exclusión o procedimientos de selección; restricciones internacionales a la propiedad; financiación de exportaciones y asistencia a las industrias de defensa; requisitos compensatorios; restricciones a la transferencia de tecnología y diferencias en el control de ventas de otros países; y seguridad interna, reglamentaciones sociales y ambientales que también se convierten en obstáculos para el comercio. La mayor parte de las quejas se dirigían contra Estados Unidos, pero la mayoría de las autoridades europeas recurrieron a medios similares para bloquear las importaciones estadounidenses con el fin de proteger a los productores nacionales. De hecho, la mayoría de los europeos consideraban a la iniciativa Taft como un esfuerzo disimulado para mantener el liderazgo estadounidense en la producción de defensa. Si nadie recurriera a prácticas proteccionistas, probablemente Estados Unidos se beneficiaría en última instancia. La comparación con el GATT con sus paneles de resolución obligatoria de disputas sería difícil en el campo de la defensa donde las nociones de soberanía aún son fundamentales. La iniciativa se trasladó a la preparación de un código de conducta, pero se diluyó cuando su principal protagonista dejó su puesto en la OTAN. Aclaró algunos de los problemas y demostró que ningún lado estaba libre de culpas. La Comisión Europea, por su parte, prosiguió con un informe sobre los obstáculos que presenta EE.UU. para el libre comercio, que entre otros puntos enumera un 6% de preferencia de comprar productos estadounidenses aplicable a las adquisiciones del Departamento de Defensa en el área de las telecomunicaciones. Existen pocos ejemplos de que EE.UU. adquiera sistemas completos de los proveedores europeos. El avión británico Harrier de despegue vertical fue comprado por la Marina estadounidense, y el sistema francés de comunicaciones tácticas RITA por el Ejército. Estas transacciones requieren el establecimiento de vínculos con una empresa estadounidense en acuerdos de coproducción, similares a 7 Ver el Estudio sobre “El futuro de la Industria de Defensa Europea’ escrito por Saferworld y publicado por el Club de Bruselas, 1994, p. 105. El ejemplo de la preferencia de comprar productos americanos está en p. 106. 21 los acuerdos compensatorios en Europa firmados por fabricantes estadounidenses. Aunque los diseños eran europeos, los clientes estadounidenses modificaron mucho en las especificaciones. Esto, por otro lado, no era infrecuente en el lado europeo y generalmente aumentaba el costo sustancialmente. Después de la caída de la Unión Soviética, cayó la demanda de nuevos sistemas de armas y cambió a modernizaciones y actualizaciones. Esto tendía a beneficiar al proveedor original y dejaba poco espacio para los nuevos proveedores. La drástica reducción de las fuerzas armadas teóricamente favorecería al equipo moderno, que podría ser operado por menos personas, pero la reducción de las percepciones de amenazas y de las presiones presupuestarias no conducían a la formación de nuevas empresas. Se hizo difícil mantener los equipos de diseño, que a la vez generaron preocupaciones políticas sobre el futuro de la tecnología de defensa y la base industrial. Se aprobó legislación para destinar fondos a la reconversión de la defensa, el reentrenamiento de los trabajadores, la transferencia de tecnología, el apoyo a las exportaciones, y la explotación de las tecnologías de ‘doble uso’. En EE.UU. una iniciativa política primordial era el Proyecto de Reinversión Tecnológica (TRP), que contaba aproximadamente con un fondo de mil millones de dólares para el año fiscal 1994 y estaba destinado a “...estimular la integración de las bases industriales militares y comerciales”. El TRP estaba administrado por el Consejo de Reconversión de la Tecnología de Defensa, que estaba presidido por el Organismo Avanzado de Investigación de Proyectos del Departamento de Defensa (DARPA), y conjuntamente implementado por la Oficina de Programas de Defensa del Departamento de Energía, el Instituto Nacional de Normas y Tecnología del Departamento de Comercio (NIST), la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) y la Administración Nacional del Espacio y la Aeronáutica (NASA). El alcance del TRP era impresionante, al igual que sus resultados. Los objetivos más amplios abarcaban el desarrollo de la tecnología al nivel de la precompetitividad, a partir de la información, infraestructura, diseño electrónico y fabricación, materiales y tecnologías aeronáuticas; despliegue tecnológico con ampliación de servicios enfocados a pequeñas empresas, procurando el aumento de la competitividad y la asistencia en la transición de las tecnologías desde la investigación a los mercados; y la fabricación, educación y capacitación con el fin de crear una mano de obra de alta calidad para el siglo XXI, mejorando la competitividad y la productividad mediante becas en ingeniería de uso dual y mejoramiento de las capacidades técnicas a nivel vocacional, terciario y universitario. Escribiendo en el 2004 es de lo más interesante ver cuán rápidamente después de la caída de la Unión Soviética y del Pacto de Varsovia, EEUU se implicaba en una nueva dirección, mientras que aún en la actualidad Europa todavía no ha tomado las decisiones fundamentales. La Agenda de Lisboa propuso el ambicioso objetivo de convertirse en un período de diez años en la ‘economía más competitiva’ del mundo, pero después de tres años es evidente que este objetivo no llegará a cumplirse. El objetivo de convertirse en competitivo ya sería bastante difícil, pero 22 ‘el más competitivo’ resultaba ridículo y dañaba la credibilidad de las políticas declaratorias de los líderes europeos. Al preparar el TRP, las autoridades estadounidenses siguieron el ejemplo de las Comunidades europeas, que a principios de los ochenta habían iniciado los programas Eureka y Brite respectivamente para investigación precompetitiva en tecnología y actualización de la industria tradicional. Estos figuraban en los programas estructurales quinquenales, confiriéndole un rasgo de alta tecnología. La provisión de fondos seguía siendo modesta, con un impacto insuficiente. Un problema fundamental era que la industria tenía grandes dudas sobre la capacidad de la Comisión europea y de sus organismos asesores para ‘seleccionar ganadores’. En EEUU, la provisión de fondos era amplia, pero se veía masivamente superada por las 4.500 propuestas recibidas, que alcanzaban a ocho veces la suma de dinero disponible. Aún hoy el DARPA despierta los celos de todos los europeos. Un organismo que administre proyectos avanzados de investigación es lo que la Unión Europea necesita urgentemente. Tal vez el encargado de desempeñar esta función será el Organismo de Defensa propuesto por la Convención Europea y aprobado independientemente de la Constitución por el Consejo Europeo de Tesalonica. Otro punto en relación con el cual los Estados Unidos estaban mucho más adelantados que Europa era su política ‘prototipo plus’ de desarrollar nuevas armas, probarlas y almacenarlas, listas para ser fabricadas cuando surgiera la necesidad. Tenía la ventaja de mantener unidos a los equipos de diseño, pero pasaba por alto la necesidad de conservar también los equipos de trabajadores de producción cualificados y las instalaciones de fabricación. Sin embargo, la industria europea hubiera estado muy contenta si hubiera recibido pedidos de lo que ellos llamaban ‘proyectos de demostración’, para así dar a conocer la factibilidad de los resultados de sus proyectos de investigación. Ello hubiera mantenido el nivel de competencia de la industria, un prerrequisito para llegar a ser competitiva. Cuando la amenaza soviética era real, el liderazgo estadounidense era muy marcado en la OTAN, pero también en el ámbito de la adquisición de equipos para defensa. Los sistemas armamentísticos estadounidenses eran superiores y la mayor parte de los países europeos se concentraban en acuerdos de co-producción. El exitoso consorcio que construyó el F-104 Starfighter fue el mejor ejemplo. La transferencia tecnológica estaba limitada por la preocupación de ayudar al enemigo, y la llamada organización 'CoCom’ controlaba de cerca la exportaciones de materiales estratégicos. Hoy, esas preocupaciones se aplican a la no-proliferación de tecnologías utilizables para la construcción de armas de destrucción masiva. En los 90, cuando la amenaza terrorista era menos manifiesta, la cooperación transatlántica en materia de industria de defensa era considerada una herramienta útil entre los aliados para promover la integración militar de coalición, la revolución de los asuntos militares y la competencia en mercados de defensa 23 consolidados. Durante el gobierno de Clinton se lograron algunos avances8. Se adoptaron medidas para facilitar la cooperación industrial, lo que incluyó Declaraciones de Principios con el Reino Unido y Australia, la aprobación de las adquisiciones de BAE en los Estados Unidos, y una empresa conjunta entre Raytheon y Thales, y el lanzamiento de programas de envergadura, como el Joint Strike Fighter (JSF), el Sistema de Defensa Aérea en Tierra (MEADS) para defensa antimisiles en el teatro de operaciones, y el Sistema Multifuncional de Distribución de Información como el sistema Link 16 de nueva generación para comunicaciones y transmisión de datos seguras. La Iniciativa de Seguridad en el Comercio de Defensa fue un conjunto de medidas que incluían reformas en la concesión de licencias con dispensas específicas por país a las Normas Internacionales de Tráfico de Armas (ITAR) y una serie de licencias “globales”. La administración Bush quiso progresar sobre la base de estos esfuerzos y trabajó en la Directiva 19 sobre Política de Seguridad Nacional, centrándose en la mejora de las capacidades de guerra de coalición. Bialos y Koehl llegaron a la conclusión de que los avances se veían impedidos por dos factores: primero, el hecho de que la política de cooperación en armamentos permanecía desconectada de la política de transferencia tecnológica (la oposición del Congreso aumentó tras los ataques terroristas a los Estados Unidos) y, segundo, la dicotomía entre lo que sostenían los líderes de mayor jerarquía y lo que se ponía en práctica en el ámbito burocrático. En su opinión, en ese contexto era difícil introducir cambios significativos para mejorar la cooperación industrial en materia de defensa. Su predicción resultó ser correcta durante el debate de la Ley de Autorización de Defensa 2005 (2005 Defense Authorization Act), cuando se eliminaron del proyecto de ley de financiación militar – por US$ 445.600 millones las dispensas del Reino Unido y Australia a las normas ITAR9. Con una creciente autarquía en Europa, la mayor parte de la cooperación en marcha se concernía al programa JSF (Joint Strike Fighter programme). Más positivo fue el aporte de la Solución Industrial Transatlántica (TIPS) presentada en abril de 2002 para el sistema de Vigilancia Terrestre Aliada (AGS) de la OTAN en nombre de 19 empresas europeas y norteamericanas, y que tenía por objetivo lograr capacidad operativa inicial para el año 2010. Proponía una estrategia de vigilancia mixta compuesta por aviones comerciales medianos de la familia del Airbus 320 y Vehículos Aéreos de Altura No Tripulados y de Larga Resistencia (HALE/UAV), utilizando enlaces de datos de última generación y un Radar de Cooperación Transatlántica AGS (TCAR) desarrollado por 7 empresas. El AGS 8 Ver ‘Transformaciones Transatlánticas: Equipando a la OTAN para el Siglo 21’ por el Centro de Relaciones Transatlánticas y editado por Daniel S. Hamilton. Washington D.C., 2004. Contiene una perspectiva Americana por Jeffrey P. Bialos y Stuart L. Koehl, y una perspectiva Europea por Andrew James, pp.147-189). El Anuario SIPRI de 2004 tiene una sección sobre ‘Materias de transferencia de Tecnología en relaciones de defensa – industriales transatlánticas’, pp. 409-418, seguida del Apéndice 11A Las 100 compañías productoras de armas más grandes 2002’. SIPRI también publicó el Informe de Investigación No. 20, ‘Tecnología y seguridad en el siglo, una perspectiva de demanda’ por Amitav Mallik. Prensa de la Universidad de Oxford, 2004. Este habla sobre ‘Propiedad Responsable de la Tecnología’ (ROOT) con inequívocos incentivos para la conducta responsable. 9 Noticias de Defensa, 11 de Octubre de 2004, ‘El Congreso de Estados Unidos rechaza las renuncias de ITAR’ 24 resultaría luego una capacidad esencial para la nueva Fuerza de Respuesta de la OTAN10. Los gobiernos estadounidenses han acusado a la Unión Europea de pensar en términos de una “Europa fortificada”, pero han demostrado tener la misma mentalidad con sus actos “Compre americano”. Es prácticamente imposible para las empresas no británicas de Europa comprar empresas estadounidenses cuando incluso las británicas, siempre orgullosas de la especial relación que mantienen con los Estados Unidos, se quejan de la imposibilidad de celebrar acuerdos de cooperación tecnológica11. Lord Bach, Subsecretario de Estado para Adquisición de Equipos para Defensa, dio una fuerte señal política de que su gobierno tendría que reconsiderar el acceso irrestricto de las empresas estadounidenses al mercado británico si el Congreso bloqueaba el otorgamiento de dispensas limitadas a las Normas Internacionales de Tráfico de Armas. Estas fueron sus palabras: “Muchos están empezando a decir: ¿qué obtiene realmente el Reino Unido de esta relación industrial de defensa con los Estados Unidos?"12 Inquietudes similares surgieron en los Países Bajos y en Noruega, que han invertido en el desarrollo del Joint Strike Fighter, pero tienen dificultades para concretar la participación industrial esperada. Recientemente, los europeos expresaron otra inquietud acerca de las empresas estadounidenses que compran firmas europeas. Daimler-Chrysler vendió su fabricante de motores MTU a la sociedad de inversión KKR; y Fiat Avio, también con activa participación en la producción de motores, pasó a formar parte de Avio Holding, en la que el fondo Carlyle es titular de una participación del 70% junto al 30% de Finmeccanica. General Dynamics compró las empresas austríacas Steyr, Daimler-Puch y SSF group; la suiza Mowag y la española Santa Bárbara. United Defence, por su parte, adquirió la empresa sueca Bofors. En el ámbito naval, el astillero alemán HDW y su innovadora tecnología de propulsión fue adquirida por el fondo de inversión OEP13. 3.2 Los Deseos de la Industria Europea 10 Ver el artículo del Dr. Thomas Enders en las Naciones OTAN y Socios para la Paz, 3/2003. EADS, Galileo Avionica, General Dynamics Canada, Indra, Northrop Grumman y Thales fueron los mayores socios, junto con las firmas de los Países Bajos, el Reino Unido, Islandia, Bélgica, Portugal, Noruega, Dinamarca, Luxemburgo, Polonia, República Checa, Hungría y Turquía 11 El Consejo Atlántico de los Estados Unidos ha estado interesado en esta tendencia que reforzaría la separación política y haría más dificultosa la interoperabilidad. Ver ‘Alianza Permanente? Cumbre de la OTAN de Praga y más allá de la misma’, Documento de Política, Abril de 2001, con Robert L. Hutchings como relator. La sugerencia fue hecha a fin de incluir a los Europeos en la Revisión de Defensa Cuadrenial a fin de brindarles un mejor entendimiento de la planificación de defensa de los Estados Unidos. Ver también Backgrounder No. 1777 del 9 de Julio de 2004, de la Fundación Heritage, “Proteccionismo compromete la seguridad de la patria estadounidense”. 12 Noticias de Defensa, 19 de Julio de 2004. 13 Artículo de Emile Blanc sobre la temática de La Tribuna en ocasión del show de equipamiento 2004 EuroSatory de 2004, el cual indicó una “estrategia Americana encubierta con graves consecuencia para la autonomía Europea’. 25 La industria tiene un interés vital en mantener una buena comunicación con el Ministerio de Defensa, el director nacional de armamentos y los funcionarios y empleados públicos encargados de la adquisición de equipos para los ejércitos. Desea conocer los planes con la mayor antelación posible, para ajustar sus programas de producción y preparar la mejor oferta de desarrollos tecnológicos más avanzados. Es una calle de doble sentido, porque la industria a menudo está en mejores condiciones de juzgar lo que es tecnológicamente viable dentro de los plazos de los requisitos militares. La industria busca la continuidad y economías de escala. A lo largo del tiempo, ha demostrado una notable capacidad de concebir los programas de producción y reparto del trabajo en los acuerdos de co-producción, pero en un mercado de defensa en contracción había simplemente demasiadas empresas europeas luchando por el mismo contrato. Para poder competir y ser competitiva, la industria se dirigió a los gobiernos con proyectos “de demostración”, que no necesariamente llegarían a la etapa de producción, pero estarían preparados para ser implementados cuando llegara el momento. De este modo no habría que despedir al personal de investigación y, pero la capacidad productiva sería infrautilizada y las utilidades, bajas. Para poner en práctica esta estrategia se necesitaría apoyo gubernamental activo, pero desgraciadamente los niveles europeos de financiación de investigación y desarrollo están muy por debajo del gasto estadounidense. La industria reparó en la necesidad de persuadir a los gobiernos para que hubiera una mayor transparencia, y formó el Grupo Consultivo Industrial de la OTAN (NIAG) y más tarde, en el contexto del Grupo de Armamento de Europa Occidental (WEAG), el Grupo Europeo de Industria de Defensa (EDIG). Ambos lograron acercarse a los gobiernos de modo coordinado. El análisis del EDIG sobre la función de los gobiernos ya se ha explicado. Su principal preocupación era la necesidad de un Mercado Europeo de Defensa. En la víspera de la firma del Tratado de Amsterdam, EDIG planteó con firmeza la necesidad de crear un organismo de armamentos. Motivadas por el rápido avance de la consolidación en los Estados Unidos, tres personas con experiencia práctica en este campo hicieron notar la diferencia entre la rapidez de acción de los Estados Unidos y la de Europa14. Mientras en los Estados Unidos existía un número limitado de empresas relacionadas con la industria de la defensa que operaban activamente en un mercado de equipos de defensa por unos US$ 70.000 millones, en Europa el mercado de aproximadamente US$ 39.000 millones estaba fragmentado, descoordinado y había en él una gran cantidad de empresas pequeñas. Lo que estaba en juego era la supervivencia de una base tecnológica e industrial de la defensa europea competitiva en todo el mundo para respaldar sus propias necesidades en ese ámbito, así como los elementos de una política exterior y de seguridad común a toda Europa. Por lo tanto, era crucial que la Conferencia Intergubernamental en curso reconociera: 14 Carta a los 7 principales Diarios Europeos del 7 de Febrero de 1997, firmada por W. van Eekelen, ex Secretario General de la UEO; E. Blanc, ex Presidente de la WEAG; y J-P Rasquin, ex Secretario General de EDIG. 26 En primer lugar, que la base tecnológica e industrial de la defensa europea (DITB) es un activo estratégico vital y que su conservación es un prerrequisito para que la identidad de la seguridad y la defensa europea sea genuina; En segundo lugar, que se necesita en Europa un mercado de equipos de defensa doméstico lo suficientemente grande para proporcionar el fundamento sobre el que la industria de defensa europea pueda sostener su eficacia global. Para ello se debe asumir que las naciones asociadas aceptarán como regla la interdependencia industrial y tecnológica; En tercer lugar, que la existencia a largo plazo de una base tecnológica e industrial de la defensa europea requerirá la identificación de aquellas tecnologías críticas que deben ser preservadas en Europa y la inversión necesaria en programas de tecnología avanzada para demostrar su eficacia. Para EDIG, el Consejo Europeo de Amsterdam fue una decepción. El carácter vital de una DITB europea no se reconoció, y el Tratado de la Unión Europea solo contiene un pequeño párrafo sobre la promoción de una mayor cooperación. En el Artículo J.7 (anteriormente J.4), en su primer párrafo, se agregó una oración, que se incluyó sin cambios en el Tratado de Niza como Artículo 17: “La definición progresiva de una política de defensa común estará respaldada, según consideren adecuado los Estados miembros, por la cooperación entre sí en el sector de armamentos.” En 2002 se dio una nueva oportunidad cuando la Convención Europea solicitó aportes de todos los sectores de la sociedad civil y grupos de interés. EDIG hizo un aporte importante, desde una perspectiva diferente, estableciendo que la creación de una Política Europea de Seguridad y Defensa (ESDP,) era un prerrequisito esencial para desarrollar instrumentos eficaces que permitieran implementar una política común de armamentos15. La industria apoyó una ESDP eficaz, porque necesitaba un mercado consolidado que solo podía lograrse a través de una cooperación auténtica, basada mayormente en una armonización de los requisitos militares. Concluir con éxito la reestructuración de la industria requería la implicación activa de los gobiernos europeos en la definición de normas y procedimientos armonizados, permitiendo que las empresas compitieran por contratos de equipos de defensa puramente sobre la base del coste-eficacia. Al mismo tiempo, debían crearse condiciones favorables para permitir a las empresas formar alianzas y consolidar su capacidad productiva. Debía desarrollarse una Política Europea de Investigación y Tecnología para asegurar el futuro de la DITB y también era necesario que todas las partes interesadas definieran una lista de tecnologías clave que fuera luego refrendada por los ministerios de defensa. Lograr la homogeneización de los procedimientos de licencias de exportación, reconociendo 15 ‘Contribución de a la Convención sobre el Futuro de Europa para ESDP’ con el documento anexo ‘Creando un mercado de Equipamiento de Defensa Europeo como fundamento para una Base Industrial y Tecnológica de Defensa Europea’, Bruselas, 18 de Septiembre de 2002. Un año más tarde EDIG fue disuelta y sus funciones fueron asumidas por un grupo más pequeño representantes de las industrias aeroespaciales Europeas. 27 la responsabilidad política del exportador final, se había convertido en un asunto urgente. El aporte de EDIG definía cuatro condiciones para permitir el funcionamiento de un Mercado Europeo de Equipos de Defensa: • Una política exterior y de seguridad común, o que al menos presentara solapes sustanciales, prestando especial atención a la armonización de los requisitos militares, y para utilizar el rendimiento resultante de periodos de producción más largos. El documento llegaba a la interesante conclusión de que de este modo la sensibilidad política se reduciría, ya que lograr una Política Exterior y de Seguridad Común (CFSP) necesariamente tendría en cuenta la soberanía nacional. Sería posible aplicar varios enfoques, desde comenzar a trabajar con sectores prometedores hasta dar soluciones técnicas mediante la identificación de subsistemas que podrían hacerse comunes para algunos sistemas nacionales, o un proceso proactivo dando prioridad a los programas en los que fuera factible la colaboración. Este último enfoque podría concretarse bajo la forma de una comisión permanente para examinar los planes nacionales de adquisición y para proponer proyectos conjuntos a los ministros de defensa. • Una política de armamentos común que definiera un mecanismo para desmantelar las barreras comerciales y consolidar la industria sobre la base de principios de mutua interdependencia, así como un marco para el desarrollo a largo plazo de una industria de defensa europea. EDIG reconoció que en el pasado los argumentos sobre seguridad en la oferta habían sido obstáculos importantes, pero utilizó el ejemplo del acuerdo marco de la Carta de Intención (ver página 30) como medio para eliminarlos. • Una política de adquisiciones común que implementara la estrategia industrial a través de mecanismos de adquisición armonizados para selección de contratista, financiamiento, distribución de riesgos y transferencia tecnológica. Mientras cada gobierno llevara a cabo estas funciones por su cuenta, sería muy difícil conseguir nada salvo en una base nacional. • Una política de investigación y desarrollo común con objetivos comunes para optimizar la inversión mediante una voluntad de aumentar el uso compartido por las naciones de los resultados de investigación y desarrollo. El aporte de EDIG concluía con una lista de recomendaciones, que se resumen a continuación: • El tratado incluiría el objetivo final de una política de armamentos, basada en la reciprocidad efectiva de acceso a los mercados y ‘que tome en cuenta la especificidad del sector de armamentos’; • La armonización de los requisitos operativos militares es una medida crucial para avanzar en el futuro. Una política europea de armamentos podría establecer el marco para este proceso. • Debemos seguir profundizando sobre iniciativas previas, como OCCAR, LoI y WEAO, con el objetivo a largo plazo de crear una Agencia de Armamentos 28 Común como herramienta para seguir promoviendo un mercado único europeo de equipos de defensa (EDEM). • Los estados miembros aportarían más recursos y una mejor coordinación para la Investigación y la Tecnología relacionada con la defensa, apoyando la creación de centros de excelencia y preparando el lanzamiento de un programa multianual financiado de forma centralizada. Los programas de colaboración multianuales estarían exentos de las normas del Pacto de Estabilidad sobre el nivel admisible de déficits presupuestarios. • Introducir un concepto que permita adquisiciones comunes para apoyar las operaciones de la Unión Europea. Estas recomendaciones reflejaban la actitud preponderante en Europa, y, una vez más, el consenso de la industria en cuanto a la necesidad de un mercado libre interno tuvo consecuencias, esta vez sobre el debate de la Convención Europea, que estaba redactando la Constitución Europea, y sobre la decisión de los gobiernos de anticipar su entrada en vigor mediante la creación de una Agencia Europea de Armamentos. Sin embargo, debería hacerse una nota crítica a la mención de la "especificidad del sector de armamentos". ¿Qué significa esto? La industria europea de armamentos está lejos de ser homogénea. Unos pocos países son proveedores de una gran variedad de equipos de defensa y son capaces de integrar sistemas y construir y equipar plataformas; otros pocos han creado nichos industriales con productos de calidad específicos; y los restantes solo fabrican componentes. En consecuencia, su interés en un mercado competitivo es bien diferente, siendo los fabricantes de componentes los más entusiastas.16 Los integradores de sistemas y constructores de plataformas en Europa (principalmente el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, España y Suecia) se enfrentan con un mercado muy imperfecto. Los costos de investigación y desarrollo son inmensos, el número de posibles compradores es pequeño y las oportunidades de celebrar contratos son escasas. Los riesgos son altos, hay empleos en juego y, por ello, sienten la necesidad de contar con ciertas garantías de sus gobiernos. Su mercado nacional es prioritario, a menos que puedan, con ayuda del gobierno, consolidarse o establecer alianzas con empresas en países con potencial de compra. Los países europeos más pequeños – pequeños en términos de sus capacidades industriales de defensa – están interesados en desarrollar tecnologías específicas y productos especializados, mediante los cuales buscan tener acceso al mercado global. Mientras los países grandes tienen pocas oportunidades de vender sus productos en los Estados Unidos, los más pequeños apuntan a fomentar los vínculos transatlánticos para acceder al mercado estadounidense, a menudo en conjunto con una empresa de ese país, para coproducir en el contexto de acuerdos de compensación y obtener contratos de licencia y agencia. El número de 16 Un análisis interesante fue brindado por el Consejo Asesor de los Países Bajos en Asuntos Internacionales, ‘Europese militair-industriele samenwerking’, Junio de 2001. 29 subcontratistas es mucho mayor que el de integradores de sistemas, y sería muy importante para ellos tener acceso a un mercado competitivo La única reserva aquí es la creciente tendencia de las empresas de mayor envergadura, tanto europeas como transatlánticas, a celebrar acuerdos a largo plazo con "proveedores preferenciales" (en ocasiones, transfiriéndoles los costos de desarrollo), lo que ofrece ventajas mutuas a ambas partes en términos de continuidad pero limita la competencia. La situación resultante es algo paradójica. Las empresas más grandes, que normalmente deberían poder manejar las fuerzas del mercado, dependen de la planificación y las decisiones del gobierno, mientras que para las más pequeñas y vulnerables es beneficioso un mercado más libre. El escenario es mucho más complejo, ya que los gobiernos que no cuentan con grandes empresas de defensa mantienen abiertas sus opciones de adquisiciones y a menudo prefieren compras "envasadas" a compromisos de cooperación. La futura Agencia Europea de Defensa tendrá un duro trabajo para reconciliar estos divergentes intereses. Antes de pasar a la creación de esta nueva institución, examinaremos la accidentada historia de la cooperación europea en materia de armamentos. 3.3. Cooperación Europea en materia de Armamentos La historia de la cooperación europea en materia de armamentos es larga pero sin demasiados acontecimientos17. Se sucedieron diferentes organizaciones, pero los resultados concretos no se hicieron visibles. Ya en 1950 hubo un primer intento cuando Francia lanzó el Plan Pleven para crear una Comunidad Europea de Defensa. Era un modo francés de hacer frente a la necesidad de rearmar a Alemania a raíz de la creciente amenaza de la Unión Soviética, pero sin otorgar a Alemania el mismo estatus en la OTAN. Paradójicamente, el plan no fue aprobado por el parlamento francés y Gran Bretaña (que no formaba parte de la Comunidad Europea de Defensa) asumió el liderazgo de la tarea de convertir el Tratado de Bruselas de 1948 entre Gran Bretaña, Francia y los tres países del Benelux en la Unión Europea Occidental (WEU) mediante la incorporación de Alemania e Italia. La Comunidad Europea de Defensa fue creada siguiendo el modelo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, con una Comisión Ejecutiva que poseía facultades supranacionales. En su declaración del 24 de octubre de 1950, mediante la cual lanzaba su plan, Pleven hizo referencia a un ministro europeo de defensa, responsable ante un consejo de ministros y una asamblea común y por un presupuesto común. Un organismo de armamentos con facultades amplias podría tomar decisiones sobre los equipos y la normalización. En la Unión Europea Occidental esta función se desdibujó y fue asignada a una Comisión Permanente de 17 Para desarrollos anteriores a 1998 ver Willem van Eekelen, Debatiendo la Seguridad Europea 19481998. Editores Sdu, La Haya y Centro de Estudios Políticos Europeos, Bruselas, 1998, pp.282-290. Para posteriores desarrollos ver dos Documentos Chaillot por Burkard Schmitt, No. 59 de Abril de 2003 titulado ‘Cooperación de armamentos Europeos, Documentos Principales’, y No. 63 de Agosto de 2003 bajo el título ‘La Unión Europea y los armamentos un mayor impacto para el Euro’. 30 Armamentos intergubernamental, en la que los países miembros podían intercambiar información. En febrero de 1958, Francia, Alemania e Italia informaron a la OTAN y a la UEO de su decisión de establecer una comisión directiva tripartita para seleccionar los tipos de armas que estaban dispuestos a estudiar, investigar y producir en forma conjunta. Francia aportaría un centro técnico de ensayo para la nueva organización y un centro de formación misilística para la Alianza. Unos meses más tarde, presentaron una lista de proyectos a sus socios de la OTAN y la UEO, que incluía la construcción de un carro de combate de 30 toneladas; la normalización de los vehículos tácticos; el desarrollo de aeronaves de apoyo táctico y armas antitanque dirigidas; la producción conjunta del misil dirigido estadounidense superficie-aire Hawk y cooperación para desarrollar mejoras del mismo; y el desarrollo de armas contra objetivos volantes a muy baja altura y de un misil balístico capaz de portar una ojiva nuclear con un radio de acción de 2.800 km. Algunos proyectos dieron frutos, como las aeronaves Jaguar y Transall, el sistema de misiles Roland y el centro de producción y adquisición anglo-francés para los helicópteros Gazelle, Lynx y Puma, pero la organización propuesta no despegó. En 1968 se adoptó un criterio más sistemático en el establecimiento del Eurogrupo. Esta iniciativa de Denis Healey, por entonces Secretario de Estado de Defensa del Reino Unido, tenía un doble propósito: mostrar a los Estados Unidos que el esfuerzo europeo en materia de defensa era más importante de lo que ellos creían, y promover la cooperación intereuropea en la producción de equipos de defensa. Hasta 1975, la cooperación en el ámbito de los armamentos fue manejada por el subgrupo EURONAD, formado por directores nacionales de armamentos. Francia se negó a unirse al subgrupo porque consideraba que su vínculo con la OTAN era demasiado estrecho. Sin embargo, la cooperación en materia de equipos sin Francia no tenía demasiado sentido. En 1975, los Ministros de Defensa de Alemania y los Países Bajos, Leber y Vredeling, lograron que Francia entrara al Grupo Independiente de Programas Europeos (IEPG), y en 1976 el EURONAD fue suspendido. Pero las grandes esperanzas puestas en el IEPG tampoco se hicieron realidad. Los holandeses intentaron desarrollar un criterio basado en programas de reemplazo compatibles en términos de plazos y requisitos. En la práctica, sin embargo, se seleccionaron unos cinco proyectos, de los cuales solo uno tuvo éxito. El dragaminas construido por Bélgica, Francia y los Países Bajos con idéntica configuración dio resultado, pero la iniciativa había sido implementada antes del lanzamiento del IEPG. Otra actividad de Eurogrupo se concentró en la imaginaria vía de dos carriles que conectaba Estados Unidos y Europa, la cual dio como resultado una serie de cartas de entendimiento bilaterales para facilitar el acceso al mercado estadounidense. El logro más tangible del IEPG fue la creación del Programa EUCLID para investigación pre-competitiva, comparable al EUREKA en el ámbito civil. En el periodo previo a Maastricht, también se incrementó el interés en promover la fabricación de equipos de defensa en toda Europa. La reunión del Consejo Europeo celebrada en Roma el 14 y 15 de diciembre de 1990 identificó la cooperación económica y tecnológica en el ámbito de los armamentos y la coordinación de la 31 política de exportación de armas como los temas relacionados con la seguridad y la defensa a los que el IGC debía prestar particular atención. En su sección sobre la función operativa de la UEO, la Declaración de Maastricht de la UEO incluía “una mayor cooperación en el ámbito de las armas con el objeto de crear un organismo europeo de armamentos” entre las propuestas a ser analizadas en el futuro. Esta propuesta formaría parte de la iniciativa conjunta presentada por el presidente Mitterrand y el Canciller Kohl el 4 de octubre de 1991. Los dos países siguieron con una declaración conjunta en el encuentro de NADS, proponiendo la incorporación del IEPG a la UEO. Eso llevó un tiempo pero en la reunión de Bonn del 4 de diciembre de 1992, los Ministros de Defensa de las trece naciones aceptaron transferir las funciones del IEPG a la UEO, con la idea de que todos los miembros del IEPG tuviesen derecho a participar plenamente con los mismos derechos y responsabilidades en cualquier foro de cooperación de armamento. Esto resultó particularmente importante para Noruega y Turquía, que eran "miembros asociados" de la WEU y para Dinamarca que era sólo un "observador" y que había tratado de mantener el tema de la cooperación en materia de armamento a cierta distancia de las instituciones de la WEU. El nuevo nombre de estas actividades sería WEAG (Grupo de Armamento de Europa Occidental) Los Ministros dedicaron cada vez mayor atención al WEAG en las declaraciones emitidas después de sus reuniones. En Noordwijk en noviembre de 1994, convinieron en establecer una Célula de Investigación para apoyar al Programa EUCLID. Aceptaron una propuesta alemana para crear un grupo informal de expertos de Estados Unidos y de la WEU para estudiar las opciones existentes para una Política de Armamentos Europea, pero llegaron a una conclusión negativa sobre una Agencia Europea de Armamentos: No existían en el momento las condiciones para la creación de una agencia que dirigiera el espectro completo de actividades de adquisiciones en nombre de los estados miembro. No obstante, fueron positivos en cuanto a una iniciativa Franco-germana sobre la creación de una nueva estructura de cooperación en materia de armamentos como órgano subsidiario bajo el Tratado de Bruselas. Los Ministros Leotar y Ruhe estaban dispuestos a prestar su cooperación bilateral dentro del marco de la UEO y sugirieron que sus colegas hicieran lo mismo. El alcance de esta iniciativa seguiría siendo poco claro durante un tiempo considerable. Habría que esperar hasta el 12 de noviembre de 1996 para que se decidiera la creación de la Estructura Conjunta de Cooperación en materia de Armamentos con la firma de Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido, que sería conocida bajo la sigla francesa de OCCAR. En 1995, en Madrid, los Ministros apoyaron el fortalecimiento del diálogo entre el WEAG y los usuarios operativos, de manera tal que la cooperación en materia de armamentos pudiera estar basada más estrechamente en los requisitos militares comunes. El Secretario General recomendó otorgarle a EUROLONGTERM un rol en esta área, bajo la responsabilidad de los Jefes de Estado Mayor. El trabajo sobre una Carta y un Memorándum general de Entendimiento (MOU) para una Agencia Europea de Armamentos estaba inconcluso y “aún existen dificultades sustanciales que resolver” 32 La reunión en Ostende el 19 de noviembre de 1996 creó un nuevo organismo subsidiario de la WEU denominado WEAO (Organización de Armamentos Europea Occidental) que contaba con un Estatuto y un MOU. La Célula de Investigación de EUCLID obtendría la capacidad legal para celebrar contratos y sería inicialmente el organismo ejecutivo de la WEAO, como un precursor de la Agencia Europea de Armamentos. Sus primeros contratos fueron establecidos con un consorcio Thomson-CSF, DASA y GEC-Marconi para el desarrollo de tecnología moderna sobre radares. Se agregó un nuevo procedimiento EUROFINDER- que permitía a la misma industria realizar propuestas sobre proyectos de investigación y tecnología para su inclusión en el Programa EUCLID. Como ya se ha mencionado, el Tratado de Amsterdam sólo incluyó una débil referencia a la cooperación en el campo de los armamentos dentro del contexto de un marco progresivo de una política común de defensa. Esto representó una profunda decepción para la industria de defensa europea, pero también para la Comisión Europea que, en mayo de 1996, había emitido una comunicación sobre los desafíos a los que hacía frente la industria europea relacionada con la defensa, "una contribución para la acción a nivel europeo". El Comisionado Bangemann dirigió en septiembre de 1997 otra comunicación al Consejo y al Parlamento Europeo titulada “La Industria Aeroespacial enfrentada con el Desafío Global”. Llegó a la conclusión de que en muchos sectores solo una entidad podría seguir siendo viable en Europa. Esto se aplicaría en particular a la producción de fuselajes donde, según muchos especialistas, existiría poco espacio para un productor civilmilitar de peso. Pero dicha sugerencia no daría lugar necesariamente a problemas de competencia en tanto existiese un mercado global en pleno funcionamiento con fuertes competidores extranjeros. El mensaje era claro, incluso aunque el ejemplo llegara demasiado lejos. Debería haberse limitado a los fuselajes de aviones de transporte civil y militar, siendo los aviones de caza un área propia con estrechos lazos con los misiles y otras áreas de alta tecnología y, por lo tanto, un área de consolidación específica. Sin embargo, el argumento para la reestructuración transnacional europea fue de la mayor oportunidad, y seguido rápidamente el 12 de noviembre de 1997 por la adopción de un documento de estrategia de la Comisión Europea desarrollada por Banemann y Van den Broek. Se solicitó al Consejo que adoptara un borrador de “posición común” con áreas prioritarias como transferencias intra-comunidad, adquisición pública y derechos comunes de aduana. El plan de acción de acompañamiento incluía una escala a corto plazo, y se emprendería la primera serie de medidas en 1998. También incluía la racionalización de las normas, una revisión de la reglamentación de uso dual, redactando un informe oficial sobre exportación de armamentos de Estados Unidos y un ejercicio de definición en el campo de las industrias de defensa. El documento citaba cifras que demuestran que los países de Europa importaban de Estados Unidos seis veces más bienes relacionados con la defensa que los que exportaban. La naturaleza dispersa de la industria europea quedó demostrada por el hecho de que las ocho principales empresas de defensa europeas en 1996 tuvieron una producción de 60 mil millones de dólares, mientras que las tres empresas principales de Estados Unidos tuvieron ventas por 90 mil 33 millones de dólares. Superando agrios debates anteriores sobre la capacidad de la Comisión en este tema, Francia, Alemania y el Reino Unido aceptaron el desafío e hicieron un llamamiento a la industria electrónica aeroespacial y a la de defensa de sus países para que presentaran dentro de los siguientes tres meses planes sobre el agrupamiento de largo alcance de sus actividades18 Después de Ostend, los progresos multilaterales resultaron desalentadores y crearon dudas sobre la voluntad política de los principales actores para implementar sus pomposas declaraciones. Ya en 1995 el COREPER había creado un grupo informal, más tarde formalizado como el Grupo de Trabajo ad hoc POLARM, para estudiar el informe sobre un trabajo informal de Estados Unidos/WEAG sobre las opciones para una política de armamentos europea, y para hacer recomendaciones para futuras acciones. El grupo discutió aspectos de la base de defensa industrial y del mercado europeo de equipos de defensa, pero no llegó a ninguna conclusión firme. Se necesitó llegar hasta la primera mitad de 2003, bajo la presidencia griega, para que el grupo desarrollara una nueva dinámica. En unos pocos meses, se redactaron y aceptaron resoluciones por el Consejo en materia de estandarización, reestructurando los desafíos en el sector de armamentos y seguridad de suministros. Mientras tanto, el mayor impulso había provenido de una asociación en vías de desarrollo de Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido en la forma de OCCAR, que en principio se abrió a otros a condición de que aceptaran un paquete de normas de conducta –los principios Baden-Baden – y que participaba significativamente en un programa cooperativo. El grupo apuntaba a abandonar los acuerdos de juste retour en un Programa único, pero igualando el reparto de trabajos en base a un multi-proyecto. De este modo se convertiría en el núcleo de un organismo de armamentos y superaría la fase de investigación perseguida por EUCLID y WEAO. Pero se desarrollaron fuertes resistencias, en especial, por parte de los países más pequeños. Al igual que la WEAO, legalmente el OCCAR tenía el potencial de transformarse en una agencia de armamentos completa. Según la Sección 8 de la Convención de OCCAR, podría cubrir un amplio espectro de tareas que los Estados miembro pudieran asignarle: • administración de programas cooperativos actuales y futuros, que pueden incluir control de configuración y apoyo de servicio, así como actividades de investigación; • la administración de los programas nacionales de los Estados Miembros que han sido nombrados para ello; • elaboración de especificaciones técnicas para el desarrollo y obtención de equipos definidos conjuntamente; 18 Documento de la Comisión ip 97/983 del 12 de Noviembre de 1997 y declaraciones extendidas en las tres capitales del 9 de Diciembre de 1997. 34 • coordinación de planificación y actividades conjuntas de investigación así como, en cooperación con el personal militar apropiado, estudios de soluciones técnicas para satisfacer los futuros requisitos operativos; • la coordinación de las decisiones nacionales sobre la base industrial común y las tecnologías comunes; • la coordinación tanto de las inversiones de capital como del uso de las instalaciones de prueba. Al tratarse de un tratado internacional, el OCCAR seguirá existiendo después de la creación de la Agencia Europea de Defensa, a la cual prestará asistencia. Su mayor desafío será demostrar efectividad y eficiencia en el manejo de proyectos cooperativos. Tomó los proyectos franco-alemanes existentes, como HOT, Roland y Milan, como ejemplos para su marco reglamentario y está actualmente comprometido en el helicóptero de ataque Tiger (FR/GE), el misil Family Future Surface-to-Air (FR/IT) y el avión de transporte A400M (B/E/FR/GE/PO/T/UK). El personal de 200 miembros que tenía el OCCAR en 2003 manejaba un presupuesto estimado en mil millones de euros. Burkardt Schmitt destacó que los estados miembro decidieron “casi espontáneamente y sin criterios claramente definidos” qué programas serían manejados por el OCCAR, y atribuyó esto a la ausencia de un organismo europeo al principio del ciclo de adquisición que pudiera preparar el terreno de manera más sistemática19. Hasta ahora, todos los proyectos han estado organizados bajo acuerdos inter-gubernamentales tradicionales. Los costos generales han sido reducidos de alguna manera, pero para aplicar plenamente sus propios principios y llegar a un justo retorno(“juste retour”) global, el OCCAR necesitaría nuevos Programas para comenzar casi en paralelo. Mientras tanto, Bélgica se ha convertido en su quinto miembro por su participación en el Programa A400M. España quiso incorporarse, pero su pedido de 8 derechos de voto (en comparación con los 10 para los miembros fundadores) fue rechazado a menos que Madrid se sumara a otro proyecto importante, preferentemente el del helicóptero Tiger. Esto ocurrió con un contrato firmado y el acuerdo de crear una línea de montaje en España. La otra empresa cooperativa fuera de Europa fue la Carta de Intención (LoI) firmada en julio de 1998 por los ministros de defensa de seis países europeos fabricantes de armas con peso en el área de la industria aeronáutica, los cuatro miembros fundadores de OCCAR, más España y Suecia. El objetivo original era facilitar la reestructuración de la industria de defensa transfronteriza. En julio del 2000, avanzaron aún más al firmar un “Acuerdo Marco”, un tratado internacional legalmente vinculante que abarcaba cuatro áreas: seguridad de los suministros, procedimientos de exportación, seguridad de la información, investigación y tecnología, tratamiento de la información técnica y armonización de los requisitos militares. Todas estas áreas han sido cuellos de botella en intentos anteriores. Los 19 Documento Chaillot No. 63, p. 25-26. 35 acuerdos de implementación fueron redactados para especificar en detalle el funcionamiento del sistema. Sobre seguridad de los suministros, los firmantes se propusieron no dificultar la entrega de artículos y servicios de defensa producidos en su territorio a los socios de LoI, y proporcionarlos finalmente de sus propios stocks. La industria firmaría códigos nacionales de conducta que incluyeran el compromiso de aceptar la prioridad nacional y los sistemas de reasignación para la producción en caso de crisis. En cuanto a las exportaciones, el Acuerdo Marco fue innovador al idear la Licencia de Proyecto Global (GPL) para favorecer los procedimientos de exportación. Si se otorga un GPL para un determinado proyecto cooperativo –industrial o gubernamental - el sistema en sí mismo, sus subsistemas y componentes podrían moverse libremente dentro del territorio de los seis socios. Con respecto a las exportaciones a países no-LoI, los “destinos permitidos de exportación” serían determinados por consenso, modificables en caso de cambios significativos en la situación política del país importador. La seguridad de la información se refiere a las visitas a instalaciones industriales y establecimientos gubernamentales, compensación de títulos y consultas si los países no-LoI necesitaran acceso a información confidencial. Debería desarrollarse un código de conducta para coordinar las relaciones en el campo de la investigación y la tecnología con empresas de defensa transnacionales. Deberían desarrollarse normas comunes para los Derechos de Propiedad Intelectual (IPRs), que en general serían administrados por empresas, con gobiernos que conservaran algunas prerrogativas sobre las transferencias de IPRs y el pago de derechos. Por último, un organismo común debería identificar necesidades comunes y posibles soluciones comunes. El proceso LoI no conducirá a una estructura institucional permanente, y será regido por una Comisión Ejecutiva que se reunirá cuatro veces por año con una autoridad que para todos -excepto Suecia- esté por debajo del Director Nacional de Armamentos. Desde su inicio, el proceso, en palabras de Burkard Schmitt ha estado atrapado entre la presión de producir resultados concretos rápidamente y un rechazo a implementar una reforma más completa20. Si bien los Ministros de Relaciones Exteriores participaron (y en el caso de Suecia presidió una reunión de trabajo), el enfoque era demasiado estrecho para abarcar todos los aspectos necesarios tecnológicos, financieros y económicos de las industrias estratégicas. El método intergubernamental ha resultado extremadamente complicado y prolongado. Los efectos en sí mismos del Acuerdo Marco y sus diversos convenios de implementación serán muy beneficiosos pero sólo representarán el inicio de un proceso. No creaban un mercado de equipos de defensa, pero podrían servir como puntos de referencia para soluciones más globales. 20 Documento Chaillot No. 63, p.28. 36 3.4. Hacia una Política Europea de Seguridad y Defensa Las comunidades europeas tardaron mucho en tratar los temas de defensa y los asuntos militares. Cuando se inició en 1971 la Cooperación Política Europea, los aspectos políticos de las relaciones Este-Oeste fueron incluidos en la agenda, pero la máxima aproximación al tema de la seguridad fue la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación de Europa (que se transformó luego en una Organización cuya sigla es OSCE ). Los aspectos militares fueron negociados en la conferencia con base en Viena sobre Fuerzas Mutuas y Equilibradas, donde la postura occidental fue coordinada en la OTAN sin la participación de Francia, que había optado por estar fuera de la integración militar. En 1982, los ministros de relaciones exteriores de Alemania e Italia aplicaron la iniciativa Genscher-Colombo para extender la Cooperación Política Europea al campo de la seguridad. Tres países participantes, Dinamarca, Grecia e Irlanda no estaban preparados por diferentes razones y, en consecuencia, el EPC, en su Solemne Declaración de Stuttgart en 1983, no pudo ir más allá de la declaración según la cual los Diez analizarían los aspectos políticos y económicos de la seguridad, omitiendo así los temas militares. Los siete estados miembro de la UEO hubieran podido avanzar más pero había poco entusiasmo. Algunos sintieron que las discusiones sobre defensa fuera de la OTAN podrían ocasionar divisiones, ya que Francia no participaba de la estructura militar integrada de la OTAN y rechazaba la estrategia de respuesta flexible. De todas formas, los siete aceptaron analizar el nuevo rol de la UEO en una reunión llevada a cabo en Roma para celebrar el 30ª Aniversario de los Tratados de París de 1954. La revitalización de la UEO no fue un proceso fácil. Se produjo en 1987 cuando la presidencia de los Países Bajos implementó la Plataforma de La Haya sobre Intereses de la Seguridad Europea, que construyó un puente entre Francia y los otros miembros de la OTAN sobre cuestiones estratégicas. La plataforma reconocía la necesidad de una combinación de armas nucleares y convencionales en la defensa de Europa, la presencia continua de fuerzas americanas en nuestro continente y la defensa de los países miembro en sus fronteras. La última fórmula era una expresión alternativa pero aceptable para el concepto de “defensa avanzada” utilizado en la OTAN. Políticamente, la Plataforma dio una señal importante al declarar que “la integración europea no sería completa sin un elemento de defensa”. Esta frase fue aceptada por el Reino Unido, y luego sería citada frecuentemente ante la resistencia de Londres. El segundo avance positivo fue la decisión de la UEO de coordinar la operación de desactivación de minas en el Golfo Pérsico durante la guerra entre Irán e Iraq, lo que fue el primer ejemplo de Europa estando dispuesta a asumir responsabilidades fuera de su propio continente. Por supuesto, la libertad de navegación en el Golfo y la seguridad del suministro de petróleo era un interés tanto europeo como americano, o incluso más americano todavía. De todas formas, en el pasado, Europa había estado tan preocupada por su propia supervivencia que se había permitido verse reducida a una potencia regional en el mejor de los casos, sin ambición de 37 proyección de fuerzas a otros lugares para proteger sus intereses con medios militares. La guerra Irán-Iraq fue una contingencia muy peculiar porque los países beligerantes no representaban una amenaza para Occidente, excepto por el tema de las minas. Dos años después la situación era muy diferente. Saddam Hussein invadió Kuwait en agosto de 1990, provocando una Resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas autorizando el uso de “todos los medios necesarios” para recuperar la integridad del país e imponer un completo embargo comercial a Iraq. La UEO fue quien aplicó el embargo con mayor firmeza, examinando cerca de las tres cuartas partes de todos los barcos que navegaban en la zona. En el punto álgido de la operación, 39 buques, incluyendo ahora los barcos de los nuevos miembros, España y Portugal, participaron en la operación. En comparación con la operación 1987-8, la coordinación fue muy superior. Los despliegues se complementaron, y se reunieron las capacidades de apoyo logístico así como el transporte por mar y aire desde los respectivos países. Tras la caída del Muro de Berlín y la creciente posibilidad de una Alemania unida, se sintió la necesidad de hacer un nuevo intento de definir la finalidad política del proceso de integración europea. La conferencia intergubernamental que culminó en el Tratado de Maastricht transformó a las Comunidades Europeas en una Unión Europea y agregó varios elementos nuevos. Decidió un programa para la introducción del euro, creó la Política Exterior y de Seguridad Común y logró la cooperación entre los Ministerios de Justicia y del Interior dentro del ámbito de la UE. A pesar de estos hechos, podría dudarse de que el marco resultante pudiese calificarse de una Unión. El CFSP y la cooperación judicial seguían siendo puramente intergubernamentales sin las características comunitarias de iniciativa por parte de la Comisión Europea, el presupuesto y control del Parlamento Europeo y la jurisdicción de la Corte Europea de Justicia. La deficiencia más notoria del CFSP fue su incapacidad de incluir el tema de alta seguridad dentro de su ámbito. De nuevo resultó imposible reconciliar a los Atlantistas con los defensores de Europa. El resultado fue una serie de complicadas formulaciones. En Maastricht los miembros de la UEO emitieron la siguiente declaración: Los miembros de la UEO convienen en la necesidad de desarrollar una auténtica identidad de seguridad y defensa europea y una mayor responsabilidad europea sobre temas de defensa. Esta identidad se buscará a través de un proceso gradual que incluya sucesivas fases. La UEO formará parte integral del proceso del desarrollo de la Unión Europea y aumentará su contribución a la solidaridad dentro de la Alianza Atlántica. Los estados miembro de la UEO acuerdan fortalecer el papel de la WEU, en la perspectiva a más largo plazo de una defensa común, compatible con la de la Alianza Atlántica. 38 La UEO será desarrollada como el componente de defensa de la Unión Europea y como medio de fortalecer el pilar europeo de la Alianza Atlántica. La Sección J.4 del Tratado de la Unión Europea contenía las siguientes palabras en sus dos primeros subpárrafos: La política común en materia de seguridad y relaciones exteriores incluirá todas las cuestiones relacionadas con la seguridad de la Unión, incluyendo el eventual marco de una política de defensa común, que podría conducir en su momento a una defensa común. La Unión requiere que la UEO (Unión Europea Occidental), que es una parte integral del desarrollo de la Unión, elabore e implemente decisiones y acciones de la Unión que tenga implicanciones en el tema de defensa. El Consejo deberá, en acuerdo con las instituciones de la UEO, adoptar los acuerdos prácticos necesarios. En ese momento parecía bastante complicado, especialmente cuando los acuerdos prácticos prometidos estaban bastante lejos. No resultaba claro qué significaba la identidad europea y el pilar europeo de la Alianza. La OTAN no estaba construida sobre un pilar, y una identidad necesitaba algunos acuerdos para expresarse. Un punto positivo era que la secretaría de la WEU podía ser trasladada de Londres a Bruselas; menos alentador resultaba el hecho de que era mucho más fácil cooperar con la OTAN que con la UE. Ya en la década del 90 las cosas se clarificaron. Hoy se oye poco sobre una identidad europea o el pilar y la Política Europea de Seguridad y Defensa, sólo una visión de Maastricht es ahora abiertamente discutida y desarrollada. En Amsterdam el doble condicional de Maastricht fue eliminado en la Sección J.7 y reemplazado por la expresión más simple de que el CFSP “incluirá todas las cuestiones relacionadas con la seguridad de la Unión, incluyendo la implementación progresiva de una política de defensa común que podría llevar a una defensa común si el Consejo Europeo así lo decidiera”. Durante las preparaciones para Maastricht, se analizaron varias propuestas que no obtuvieron suficiente respaldo. Esto estuvo relacionado con al “fortalecimiento de la cooperación en materia de armamento con el objetivo de crear una agencia europea de armamento". La creación de una agencia de esa naturaleza llevaría otros trece años. La otra propuesta apuntaba a desarrollar el Instituto de Estudios sobre Seguridad de la WEU (Unión de Europa Occidental), que había reemplazado a los tres organismos de Paris, para convertirlo en una Academia Europea de Seguridad y Defensa. Hasta el momento, esta iniciativa no se ha materializado, pero el Instituto en sí mismo fue un éxito, ocupando una posición firme en la comunidad de la seguridad. El Alto Representante Solana utiliza anualmente su foro para hablar sobre "el Estado de la Unión” La UEO ganó credibilidad por sus acciones en el Golfo, seguidas del embargo naval de Yugoslavia en el Adriático y una acción similar por parte de la policía y los funcionarios de aduana en el Danubio. Cuando la Unión Europea asumió la administración del distrito de Mostar, se requirió que la UEO suministrara el elemento policial. Posteriormente, la WEU proporcionó el Elemento Policial de Asistencia Mutua en Albania después de que el país experimentara el caos que tuvo lugar tras el desplome de un esquema piramidal. Paradójicamente, la mayoría de las 39 actividades fueron realizadas por agentes de policía, exceptuando los embargos navales, y no tuvieron demasiada semejanza con las “implicaciones de defensa" de Maastricht, a menos que la palabra defensa fuera vista como sinónimo de seguridad. En el ámbito militar, la UEO logró algunos avances al crear un Centro de Satélites en Torrejón, España , y tras el traslado a Bruselas una Unidad de Planificación en el mismo edificio de la Secretaría. El Centro entrenó agentes en el análisis de imágenes de satélite, la mayoría de las cuales se compraron a la firma comercial francesa SPOT. El intento de crear una capacidad de satélites independiente fracasó debido a la falta de fondos. La Unidad de Planificación brindó asesoramiento al Secretario General y al Consejo, y trabajó en procedimientos y contingencias para el uso de lo que luego se denominó FAWEU, Forces Answerable to WEU( Fuerzas Responsables ante la UEO). En 1992, en su reunión de Petersberg, cerca de Bonn, los Ministros definieron las misiones que la UEO podría emprender: misiones humanitarias, misiones de rescate (por ejemplo de ciudadanos de una ciudad sitiada), misiones de mantenimiento de la paz, y el papel de las fuerzas de combate en la gestión de crisis, incluyendo el establecimiento de la paz. El mantenimiento de la paz se refería al concepto tradicional de las Naciones Unidos con el acuerdo de las partes y con el cese del fuego. El establecimiento de la paz sería en el lenguaje actual la imposición de la paz. En el Tratado de Amsterdam de 1997 estas misiones fueron transferidas a la Unión Europea a petición de Finlandia y Suecia, que estaban preparadas para participar pero no quisieron suscribir la cláusula de asistencia militar automática de la UEO. En Diciembre de 1998 se produjo un gran avance con la Declaración de Saint Malo acordada por el Presidente Chirac y el Primer Ministro Blair. Sus párrafos más interesantes fueron: 2. 3. ... la Unión debe tener la capacidad necesaria para actuar en forma autónoma, respaldada por fuerzas militares creíbles, los medios para decidir utilizarlas y la presteza para hacerlo, con el fin de responder a las crisis internacionales. Para que la Unión Europea tome decisiones y apruebe las acciones militares en las que no esté involucrada la Alianza en su totalidad, la Unión debe contar con estructuras apropiadas y una capacidad para el análisis de situaciones, con fuentes de inteligencia y una capacidad para la planificación estratégica pertinente, sin duplicaciones innecesarias. La declaración significó un cambio importante en la posición del Reino Unido, que anteriormente había demostrado poco entusiasmo para las actividades militares en el contexto de la Unión Europea. Algunos otros defensores de la Alianza Atlántica, como Portugal y los Países Bajos, se mostraron sorprendidos por este avance pero no lo objetaron. El camino estaba abierto para la incorporación de Saint Malo en las decisiones de la Unión Europea. Esto sucedió durante los Consejos Europeos de Colonia y Helsinki de 1999, siendo el último aún más explícito: 40 El Consejo Europeo subraya su determinación de desarrollar una capacidad autónoma para tomar decisiones y, cuando no esté involucrada la OTAN como un todo, para iniciar y llevar a cabo operaciones militares lideradas por la Unión Europea en respuesta a las crisis internacionales. En Diciembre, en Helsinki los líderes de la Unión Europea acordaron reunir para el 2003 fuerzas de 50-60.000 miembros dentro de un período de sesenta días y sostenible por, al menos, un año, capaces de llevar a cabo todas las misiones de Petersberg. Dentro de esas fuerzas, deberían estar disponibles y desplegables en alta disponibilidad elementos más pequeños de respuesta rápida. El requisito de sostenibilidad supuso un grupo adicional de unidades desplegables y elementos de apoyo para relevo de las fuerzas iniciales. Siguiendo a la declaración de este objetivo–conocida como los Objetivos Principales de Helsinki- un grupo de expertos nacionales elaboró el Catálogo de Objetivos Principales de Helsinki (HHC) estableciendo las capacidades militares que la Unión Europea requeriría para cumplir con los objetivos. Se envió un pedido de contribuciones a los estados miembros y sus respuestas fueron incluidas en el Catálogo de Fuerzas de Helsinki (HFC). Los países de Europa del Este, que se incorporarían a la Unión Europea en el 2004, fueron consultados y decidieron participar. Sus aportes adicionales fueron incluidos en un suplemento del HFC21. Una comparación de los dos catálogos –el HHC que incluía los requisitos y el HFC que incluía las capacidades disponibles- reveló 42 problemas que debían ser remediados para cumplir con el objetivo principal. Se convocó una Conferencia de Compromiso de Capacidades en Noviembre de 2001, en donde se decidió elaborar un Plan de Acción sobre las Capacidades Europeas (ECAP). El objetivo del ECAP, que fue lanzado en Febrero de 2002, fue proponer para cada problema una solución a corto y medio plazo hasta que la Unión Europea adquiriera los medios para implementar soluciones a largo plazo a través de la adquisición de nuevos equipos. Se crearon diecinueve paneles para analizar 24 de los 42 problemas. Cada panel estuvo formado por expertos nacionales provenientes de los países interesados y fue conducido por uno o más de estos expertos. Debía establecer un requisito operativo en común, enumerar todos los medios disponibles y los proyectos en curso, identificar las áreas potenciales de sinergia, iniciar o ampliar la cooperación en futuros programas y presentar ideas para una solución cualitativa o cuantitativa en común que solucionara el déficit en materia de capacidad. Los resultados de los 19 paneles fueron presentados a los ministros de defensa de los 15 estados miembros de la Unión Europea en una nueva Conferencia de Compromiso de Capacidades el 19 de mayo del 2003. Los dos catálogos fueron pulidos en respuesta a los avances realizados y las nuevas contribuciones 21 Un resumen útil de los acontecimientos que condujeron al Plan de Acción de Capacidad Europea está en el documento de la Asamblea de la UEO A/1842 del 3 de Diciembre de 2003 conteniendo el informe de la Sra. Aguiar sobre la “Defensa Europea; uso común y fortalecimiento de las capacidades nacionales Europeas – Respuesta al informe anual del Consejo”. Las Conclusiones de la Presidencia del Consejo Europeo de Helsinki del 10-11 de Diciembre de 1999 están disponibles en http://europa.eu.int . 41 prometidas. El ECAP entró en una nueva fase con respecto al Catálogo de Avances de Helsinki (HPC), que ya no propondría soluciones sino que trabajaría para lograr la implementación de las opciones identificadas por los paneles. Los 19 paneles fueron reemplazados por 15 grupos de proyectos con otros que se establecerían una vez que los países se ofrecieran a liderarlos. Cubrían las siguientes carencias: • reabastecimiento de combustible en vuelo; • búsqueda y rescate de combate; • vehículos aéreos estratégicos no tripulados; • protección nuclear, biológica y química; • cuarteles generales; • fuerzas de operaciones especiales; • defensa de misiles balísticos de teatro; • transporte aéreo estratégico; • interoperabilidad; • espacio; • inteligencia, vigilancia, adquisición de objetivos y reconocimiento (ISTAR); • transporte marítimo estratégico; • protección médica colectiva; • helicópteros de ataque; • helicópteros de apoyo El informe de la Asamblea de la UEO presentado por la Sra. Aguiar brinda los siguientes detalles: • Reabastecimiento de combustible en vuelo (AAF): Las previsiones del Catálogo de Objetivos Principales de Helsinki fueron confirmadas durante las últimas operaciones en Afganistán e Irak, que revelaron la necesidad de aviones cisterna. La Unión Europea requerirá una flota de estos aviones para desplegar 75 aviones a un teatro de operaciones en el exterior. Sin embargo, con las propuestas actuales sólo se cumplirá el 50% de este requisito. Como soluciones provisionales a corto plazo el Grupo de Proyecto del ECAP ha sugerido convertir los aviones C-130 y alquilar aviones civiles que puedan ser transformados en aviones cisterna utilizando un sistema de kit móvil. No obstante, los estados miembros de la Unión Europea 42 tendrán que cooperar en este área, invertir en una flota multinacional adecuada de aviones cisterna y tomar las medidas necesarias para equipar el A400M. • Búsqueda y rescate de combate (CSAR): La Unión Europea no tiene ningún problema cuantitativo en esta área, pero existe una necesidad de mejoras cualitativas. El Grupo de Proyecto del ECAP está analizando varias posibilidades: elaborar una doctrina conjunta en línea con la de la OTAN, y entonces llevar a cabo ejercicios conjuntos a nivel europeo. Sin embargo, varios estados miembros tienen planes para la adquisición de helicópteros que contribuirán a un incremento sustancial en la calidad general de las capacidades de CSAR para el 2009. • UAVs (Vehículos Aéreos No Tripulados) estratégicos: Tanto los vehículos de gran altitud y gran autonomía (HALE) como los vehículos de altitud media y autonomía media (MALE) son virtualmente inexistentes, y no existe una solución a corto plazo para este problema. Los problemas que afrontan los estados miembros son tanto presupuestarios como tecnológicos. El Grupo de Proyecto del ECAP todavía tiene un largo camino por andar, y el 2010 parece una fecha razonable. • Protección nuclear, biológica y química: El Grupo de Proyecto del ECAP es, en realidad, el primer foro de cooperación Europea en este área. Aquí, de nuevo, la Unión Europea tiene mucho por hacer antes de poder adquirir una capacidad nuclear, biológica y química realmente eficaz. • Cuarteles generales: el Panel del ECAP sobre cuarteles generales estableció que los estados miembros cuentan con una cantidad suficiente de cuarteles generales acorde a lo requerido: - cuarteles generales de operaciones (a nivel estratégico en Europa); - cuarteles generales de fuerzas (a nivel de servicios combinados en el teatro); - cuarteles generales componentes (a nivel de cada servicio en el teatro). La dificultad residía en la necesidad de cada clase de cuartel general de convertirse en multinacional a los fines de las operaciones conducidas por la Unión Europea. Por lo tanto, el Grupo de Proyecto debe: 1) Adoptar procedimientos para "aumentar” lo esencial de los cuarteles generales propuestos para hacerles multinacionales. 2) Adoptar procedimientos operativos para dichos cuarteles generales “europeos”. 3) Establecer una política de ejercicios adaptada a los diferentes niveles de cuarteles generales. 4) Abordar el problema de la interoperabilidad de los sistemas de mando e información (CIS) como una prioridad; también debe definirse la arquitectura de un sistema europeo de mando e inteligencia. 43 5) fuerzas de operaciones especiales: Aún son pocos los resultados en este campo, pero el Grupo de Proyecto ya ha identificado tres áreas clave que requieren medidas: la elaboración de una doctrina, la interoperabilidad de fuerzas en general, y la interoperabilidad con respecto a las comunicaciones y el apoyo a estas unidades en particular. Dichas cuestiones deben ser estudiadas ahora en forma más detallada. 6) Defensa de misiles balísticos de teatro (TBMD): no existe ningún problema con respecto a la cantidad de sistemas de TBMD de base terrestre en la Unión Europea, pero el Panel pertinente del ECAP señaló un problema en los sistemas que pueden ser desplegados en el mar. Debido a que no será posible en el futuro inmediato comprar o alquilar sistemas para solucionar esto, el Grupo de Proyecto propone cubrir la brecha parcialmente utilizando sistemas desplegables de base terrestre hasta que estén disponibles los sistemas de TBMD, posiblemente en el 2010. 7) Transporte aéreo estratégico: El Grupo de Proyecto debe concentrarse en la coordinación europea centralizada estableciendo una unidad de coordinación de movimientos tomando como base la actual Coordinación del Transporte Aéreo Europeo (EACC) en Eindhoven, Países Bajos, negociando contratos para el alquiler de aviones de transporte para cargas pesadas (con Rusia, Ucrania, etc.) y, a largo plazo, coordinando la adquisición de aviones de transporte estratégicos a nivel europeo. 8) Interoperabilidad: el Grupo de Proyecto pertinente debe estudiar la interoperabilidad entre las fuerzas armadas europeas en el área específica de la asistencia humanitaria y las operaciones de evacuación de emergencia en donde la necesidad de una respuesta rápida requiere de una preparación cuidadosa para garantizar la interoperabilidad de las unidades que participan en esta clase de misión. 9) Espacio: este Grupo de Proyecto está dividido en subgrupos que analizan los siguientes temas: a) el concepto del uso militar del espacio; b) la definición de los requisitos de espacio para operaciones militares; es decir, telecomunicaciones, observación, navegación, vigilancia espacial y sistema de alerta de misiles; c) la adquisición de capacidades tecnológicas espaciales claves mediante el desarrollo conjunto de simuladores; d) el desarrollo de un sistema europeo de satélites para ser utilizado para varios propósitos, en particular para la guerra centrada en la red. 10) Inteligencia, vigilancia, adquisición de objetivos y reconocimiento (ISTAR): la tarea del Grupo de Proyecto ISTAR es encontrar soluciones para los problemas de vigilancia de Europa a través del uso de sistemas AGS (Sistemas de Vigilancia AireTierra), que se basan en equipos de radares de aviones. Está trabajando con el grupo 44 de trabajo de la OTAN que se creó para estudiar este aspecto. Sin embargo, el nivel de fondos necesarios es tal que es improbable que haya una solución a corto plazo. 11) Transporte marítimo estratégico: para solucionar las carencias de la Unión Europea en este ámbito, el ECAP propone la celebración de contratos de fletes de barcos que garanticen el acceso a los buques de transporte civil en caso de crisis, creando un centro de coordinación europea y desarrollando una política adecuada de transporte marítimo estratégico, centralizada bajo la responsabilidad de la Unión Europea. 12) Protección médica colectiva: para cubrir este hueco la Unión Europea necesita más unidades médicas, algunas de las cuales podrían obtenerse a través de nuevas contribuciones, otras a través del mejoramiento de los activos existentes. 13) Helicópteros de ataque: el Grupo de Proyecto del ECAP quiere hacer hincapié en la interoperabilidad, el entrenamiento conjunto, la elaboración de una doctrina en común y la estandarización de las tácticas y los procedimientos. 14) Helicópteros de apoyo: la Unión Europea tiene un problema en este campo debido a que las contribuciones propuestas por los estados miembros cubren sólo el 50% de los requisitos. El Grupo de Proyecto propone que los participantes incrementen como primera medida sus contribuciones nacionales, luego organicen a medio plazo la cooperación y coordinación a nivel europeo fusionando sus Programas de adquisiciones y creando fondos en común. Finalmente, a largo plazo, el Grupo de Proyecto invita a los estados miembros a compartir los activos nacionales existentes. De esta manera, podemos ver que las opciones previstas por todos los grupos de proyecto pueden incluirse en tres subcategorías: • doctrinas y conceptos operativos: en otras palabras, crear un concepto común para el uso de una fuerza específica. Para evitar las duplicaciones, los conceptos y doctrinas de la OTAN deben ser utilizados cuando sea posible transponerlos al marco de la Unión Europea; • entrenamiento e interoperabilidad: en otras palabras, ampliar la efectividad operativa de las fuerzas nacionales existentes en un marco multinacional organizando el entrenamiento conjunto de personal y ejercicios a nivel europeo. La mejora de la interoperabilidad, comenzando con la interoperabilidad de los sistemas de mando y transmisiones, es un prerrequisito para que las fuerzas operen en un marco europeo. Finalmente, la estandarización de ciertos tipos de equipos mejorará la logística; • adquisición de equipos: si bien a corto plazo algunos problemas podrán solucionarse a través de las nuevas contribuciones o mediante el alquiler de equipos, la adquisición de equipos específicos generalmente se recomienda como la mejor solución a largo plazo. Por lo tanto, los estados miembros deben evaluar la posibilidad de realizar un aporte financiero para el desarrollo de ciertas capacidades. 45 No obstante, los grupos de proyecto deben tener en cuenta las limitaciones financieras de la mayoría de los estados miembros de la Unión Europea. Además, el informe recalcó otras áreas de cooperación, como entrenamiento y escuelas, política de ejercicios, fuerzas multinacionales y operaciones militares concretas. Nada sería más efectivo para entrenar al personal de los cuarteles generales y las fuerzas armadas que las operaciones reales. La Operación Concordia en Macedonia y la Operación Artemis en la República Democrática del Congo fueron buenos ejemplos. La operación Concordia fue organizada en base al denominado acuerdo “Berlín Plus": los “cuarteles generales de la operación”, responsables de la dirección estratégica consistían en oficiales del SHAPE (Cuartel General Supremo de Fuerzas Aliadas en Europa) liderados por el Segundo Comandante Supremo de la Fuerzas Aliadas de Europa, que es siempre europeo. En el teatro, los “cuarteles generales de la fuerza” fueron proporcionados por una fuerza multinacional europea. La Operación Artemis fue la primera operación autónoma de la Unión Europea. Una fuerza multinacional europea de 1400 soldados fue desplegada en Bunia bajo mando francés. Participaron diecisiete naciones bajo el mandato de las Naciones Unidas conforme al Capítulo VII, permitiendo el posible uso de medidas coercitivas. Las fuerzas de las Naciones Unidas no podrían reunirse con la suficiente rapidez para detener la matanza y la Unión Europea logró desplegarse más rápidamente para cubrir el vacío. Ambas operaciones fueron las primeras de su clase y brindaron oportunidades para establecer procedimientos de enlace con la OTAN y entre los cuarteles generales y las nuevas estructuras político militares de la Unión Europea en Bruselas, el Comité de Política y Seguridad (PSC), el Comité Militar y el Estado Mayor Militar de la Unión Europea. Finalmente, las dos operaciones ofrecieron ejemplos claros del hecho de que la Unión Europea estaba dispuesta a aceptar responsabilidades y llevar a cabo operaciones militares útiles. Sin embargo, el vínculo entre estas actividades y la amplia gama de objetivos en el área de investigación, desarrollo y adquisición de equipos de defensa no estaba completamente claro. Próximo al momento en que las funciones de la WEU serían traspasadas a la Unión Europea, la Célula de Planeamiento había desarrollado varios escenarios ilustrativos como base para los requisitos militares. Estos fueron utilizados en la compilación del Catálogo de Objetivos Principales de Helsinki (HHC), descrito anteriormente en este informe pero no publicado. Cada vez era más evidente la necesidad de definir escenarios más precisos, al menos a los fines de planeamiento. Esto era políticamente sensible. En caso de filtraciones, estas serían sometidas sin lugar a dudas a un debate público prematuro y al análisis parlamentario. Sin embargo, serían una herramienta necesaria a los fines del planeamiento y el establecimiento de prioridades, pero sujeto a la toma de decisiones políticas si una crisis potencial se convirtiese en una realidad. Del mismo modo, la lista de carencias para cumplir los Objetivos Principales de Helsinki estaba todavía muy lejos de ser una guía para la confección del presupuesto de defensa, a menos que se posibilitara una amplia especialización de tareas. La cuestión básica seguía siendo cuál sería la utilidad de las fuerzas militares europeas en un entorno de seguridad cambiante. 46 El trabajo en un Plan de Acción Europeo en materia de Capacidades iba en paralelo, y en cierto grado en competencia con la Iniciativa de Capacidades de Defensa de la OTAN (DCI). La DCI comenzó de la manera típica de la OTAN con una lista de alrededor de 53 requisitos, demasiados para una guía política útil22. Cada país podía señalar algo que estuviera haciendo en el ejercicio de la iniciativa. Esta fue una importante crítica en los debates de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN. En la preparación de la Cumbre de la OTAN en Praga, la lista fue reducida a seis títulos en los cuales cada aliado “establecía compromisos políticos específicos y firmes para mejorar sus capacidades”: • Defensa química, biológica, radiológica y nuclear; • Inteligencia, vigilancia y adquisición de objetivos; • Vigilancia aire-tierra; • Mando, control y comunicaciones; • Efectividad en el combate, incluyendo municiones guiadas de precisión y supresión de defensas aéreas enemigas; • Transporte aéreo y marítimo estratégico; • Reabastecimiento de combustible en vuelo; • Despliegue de apoyo al combate. El mismo párrafo concluyó con una observación sobre las relaciones entre la OTAN y la Unión Europea: Nuestros esfuerzos para mejorar las capacidades mediante el PCC y la posibilidad de la Unión Europea de ampliar las capacidades europeas mediante el Plan de Acción de Capacidades Europeas deberían ser mutuamente beneficiosos, respetando la autonomía de ambas organizaciones, y en un espíritu de apertura. El llamamiento tenía sentido porque a la larga el incremento de las capacidades probaría su valor tanto en operaciones dirigidas por la OTAN como por la UE. No obstante, en la práctica, el desarrollo de una Fuerza de Respuesta de la OTAN con un personal de 21.000 personas y el Objetivo Principal de la Unión Europea de 5060.000, pero especificando alrededor de 13 grupos de batalla de 1.500 cada uno, planteó dudas sobre la posibilidad de asignar unidades a ambas organizaciones. La reacción rápida requeriría un despliegue inmediato, que sólo podría ser realizado con fuerzas dedicadas. Una salida podría ser un programa de rotación, en el cual un país no asignaría fuerzas a ambas organizaciones en el mismo año. Con 26 miembros en la OTAN y 25 en la Unión Europea no sería necesario que cada miembro participara en cada operación. El nuevo énfasis sobre los grupos de batalla 22 Declaración de la Cumbre de Praga del Consejo del Atlántico Norte, 21 de Noviembre de 2002, párrafo 4c. Anexo a las Noticias del Atlántico Nº 3433 del 22 de Noviembre de 2002. 47 llevó a algunos a cuestionarse si aquellos restarían valor a los Objetivos Principales. No es esa la intención. Por el contrario, las medidas para solucionar las carencias constituyeron el tema de un nuevo programa complementario del HHG para el 2010, que sería presentado a mediados del 2005 en un nuevo Catálogo de Objetivos Principales23. Los grupos de batalla fueron pensados como una capacidad de reacción rápida, disponible dentro de un período de 5-10 días, mientras que el plazo de los HHG era de dos meses. Ya en 1999, en Helsinki, se preveía la creación de elementos de reacción rápida. 4. Para qué? 4.1. Escenarios Europeos En el prólogo del “Informe de un grupo de trabajo independiente”, publicado por el Instituto de Estudios sobre Seguridad de la Unión Europea bajo el título “Defensa europea, propuesta para un Libro Blanco”, su director, Nicole Gnesotto, escribió que existen dos razones para creer que la ESDP (Política de Seguridad y Defensa de la Unión Europea) seguirá creciendo substancialmente en los próximos años24. La primera era el deterioro del contexto internacional con las crisis en los Balcanes, África, el Cáucaso y Moldova, pero especialmente en el Medio Oriente. Les guste o no, los europeos no serían capaces de evitar este conflicto internacional, especialmente en un momento en el que la seguridad se había convertido en una preocupación importante para sus ciudadanos. La segunda razón tenía ver con la insistencia de Estados Unidos en que sus aliados hicieran más, bien bilateralmente o en el contexto de marcos internacionales. La idea de un Libro Blanco no era nueva pero no pudieron ponerse de acuerdo para encomendar esta tarea a un grupo intergubernamental ni para hacer un pedido formal al Instituto. El Consejo Europeo que se llevó a cabo en Laeken el 15 de diciembre de 2001 aprobó la "Declaración sobre la capacidad operativa de la política común europea de seguridad y defensa" y un informe de la Presidencia de Bélgica, que incluyó una declaración que establecía que el Instituto “trabajaría en particular en una publicación sobre Defensa Europea en el marco de las misiones Petersberg” con el fin de mejorar la 23 Asamblea de la UEO A/1885 del 30 de Noviembre de 2004, Informe sobre ’Cooperación en la adquisición de sistemas de defensa en Europa’, presentado por el Sr. O’Hara. En un simposio en Enschede el director-general del Staff Militar de la Unión Europea manifestó que el énfasis sería en los aspectos cualitativos y particularmente en la interoperatibilidad; despliegue, sustantividad, equipamiento; fuerzas y procedimientos de mando y control. 24 Publicado en Mayo de 2004. Todas las publicaciones del Instituto para Estudios de Seguridad de la Unión Europea están disponibles en el sitio web www.iss-eu.org. En Septiembre de 2004 el Instituto publicó “ La Política de Seguridad y Defensa de la Unión Europea, Los cinco primeros años” (19992004) con un prólogo de Javier Solana y editado por Nicole Gnesotto. 48 manera en que se informaba a la opinión pública. El Instituto realizó esta tarea por medio de un grupo de trabajo independiente. Los miembros del grupo de trabajo compartían la presunción básica de que “a pesar de que el uso de la fuerza no es ni la primera ni la única manera de abordar las crisis regionales o internacionales, la Unión Europea debe tener a su disposición un cierto nivel de fuerzas con un cierto nivel de disponibilidad y eficiencia operativa, aunque solo sea para ampliar su campo de opciones en caso de una crisis y para facilitar la toma de decisiones en el nivel político más alto”. Esta suposición, en sí misma, decía poco sobre el nivel necesario de fuerzas y equipamiento. Por otra parte, el grupo tuvo que enfrentarse con una creciente tensión entre dos tipos de requerimientos militares: por un lado, la capacidad de proporcionar fuerzas rápidas, flexibles y muy móviles para intervenciones expedicionarias; por el otro, la necesidad de desplegar y sostener por un largo período fuerzas de paz esenciales para gestión de crisis. Aún si se toma en consideración el riesgo de una escalada, la segunda categoría es una fuerza de combate menor que la primera y requiere de otras habilidades, entrenamiento y equipamiento. El grupo de trabajo desarrolló cinco escenarios que sirven como descripciones generales de misiones potenciales, a partir de las cuales podrían elaborarse guías de planeamiento y adquisición. I- Operación de apoyo a la paz de gran escala. II- Intervención humanitaria de alta intensidad III- Guerra regional en defensa de intereses europeos estratégicos. IV- Prevención de un ataque implicando armas de destrucción masiva. V- Defensa del territorio. El escenario I va desde controles modestos y poco controvertidos y supervisión de treguas hasta despliegues multidimensionales de gran escala de la variedad IFOR y KFOR, que han sido una constante en el ámbito de la seguridad posterior a la Segunda Guerra Mundial. Este escenario no reveló grandes problemas. De acuerdo con el informe de Brahimi de las Naciones Unidas, la Unión Europea puede desplegarse en un período de 60 días y establecer los cuarteles generales de una misión en 15 días. El desafío más apremiante era la implementación de un sistema de mando, control y comunicaciones seguro y fácilmente desplegable. No obstante, se advirtió que un énfasis en las operaciones de apoyo a la paz podría suponer altos costos de oportunidad, en el sentido de que podría reducir substancialmente la capacidad de actuar satisfactoriamente en escenarios que involucren la proyección de fuerzas de alta intensidad. 49 El escenario II apunta a liderar una fuerza capaz de detener un genocidio emergente, sin una limitación demasiado severa con respecto a la ubicación geográfica, teniendo en cuenta el campo global de precedentes como Bosnia, Ruanda y Timor Oriental. El énfasis está en la velocidad y el momento, con fuerzas de seguimiento ejerciendo un protectorado internacional de facto. Por lo tanto, en el escenario I, la prolongación de la presencia internacional se convierte en una operación de apoyo a la paz. El informe hace la valiosa observación de que en términos políticos existe un obstáculo intrínseco contra la oportunidad de la acción: si nada serio ha ocurrido, la intervención es difícil de justificar; si los delitos se están cometiendo puede ser políticamente posible intervenir, pero entonces puede ser demasiado tarde para salvar vidas. Los supuestos operacionales son que la intervención requiere fuerzas de operaciones especiales, respaldadas por fuerzas aéreas tácticas para un apoyo aéreo cercano y un apoyo aéreo ofensivo, y transporte aéreo y marítimo. La fuerza debería ser capaz de llevar a cabo operaciones contra la insurgencia en un entorno rural (acordonar, buscar y destruir), para establecer y controlar áreas seguras, para denegar y garantizar el movimiento cuando correspondiese, para hacer una campaña de “corazones y mentes”, para ofrecer asistencia militar a OIGs y ONGs, y para brindar asistencia humanitaria. Dada la urgencia de la acción, se recomienda un enfoque de nación líder, como sucedió en la Operación Artemis en la provincia de Ituri en el Congo. El grupo de trabajo señaló algunos problemas en este caso. Nuevamente el más serio fue el desarrollo de un sistema seguro y fácilmente desplegable de mando, control y comunicaciones, pero también la vigilancia, el reconocimiento, la adquisición de objetivos y la inteligencia humana. Para un despliegue relativamente limitado, el despliegue aéreo y marítimo disponible sería suficiente. Sin embargo, los países de la Unión Europea carecerían de fuerzas móviles y fuerzas de operaciones especiales para guerras no convencionales, y de helicópteros de apoyo y ataque. La conclusión general del grupo de trabajo fue que “los problemas, si bien eran importantes, podían ser corregidos cambiando las prioridades organizartivas, con un impacto limitado en el nivel general de gastos de defensa”. El escenario III, la guerra regional en defensa de intereses europeos estratégicos, podría ser considerado como una operación de imposición de la paz, aunque de una variedad particular. El grupo de trabajo consideró que las futuras guerras regionales podrían afectar los intereses europeos de dos maneras muy importantes pero algo diferentes. En primer lugar, amenazando directamente la prosperidad y la seguridad europea, por ejemplo a través de la interrupción del suministro de petróleo u otras fuentes de bienes y servicios, o a través de los incrementos masivos en el costo de la energía, o la emigración forzada de poblaciones amenazadas por la guerra. En el escenario planteado, un poder regional atacaba a un país vecino, que pedía ayuda a la Unión Europea y a los Estados Unidos conforme al artículo 5 de la Carta de las Naciones Unidas. Y en segundo lugar, afectando los vínculos de Europa con los Estados Unidos. La no participación en una crisis que afectaba claramente también los intereses europeos tendría un grave impacto en esa relación. En las secuelas de la 50 guerra de Irak, el último argumento puede no ser compartido en forma tan universal como antes. Incluso antes, el razonamiento fue por caminos separados. Algunos hablaban de “no menos Estados Unidos, sino más Europa”, lo que es compatible con estrechos vínculos transatlánticos. Otros deseaban fortalecer a Europa como un contrapeso para los Estados Unidos, lo que constituye un objetivo con menos consenso y, en el corto plazo, poco realista. Por lo tanto, parece más constructivo insistir en que Europa sea capaz y esté dispuesta a hacerse cargo de mayores responsabilidades, que se extenderán más allá de su propio continente. Actualmente, sólo Estados Unidos sería capaz de proporcionar el marco para una guerra regional. La conclusión del informe es que los países de la Unión Europea tendrían las carencias mencionadas en los escenarios anteriores, más sistemas de alerta temprana y detección lejana, poder aéreo embarcado, municiones guiadas de precisión y armas fuera del alcance visual. Tendrían unidades insuficientes de búsqueda y rescate de combate, reabastecimiento de combustible en vuelo, defensas de misiles balísticos de teatro, evaluación de daños de batalla, unidades de guerra psicológica, helicópteros de transporte e incluso unidades médicas. Las capacidades logísticas tenían pocas posibilidades de sostener la operación por el período requerido. La creación de una variante de liderazgo europeo en este caso requeriría un incremento en el gasto de defensa muy superior a lo que podría esperarse. El escenario IV tiene que ver con la prevención de un ataque con armas de destrucción masiva, particularmente en manos de grupos no estatales o grupos irregulares cuya afiliación con cualquier estado determinado no fuese admitida. Un caso a destacar fue el régimen Talibán en Afganistán y la operación “Libertad Duradera”. Contrariamente a la guerra en Irak, esta operación fue de una dimensión limitada. En realidad, fue una combinación de una guerra no convencional de gran escala y operaciones aéreas y navales de amplio espectro y mediana escala. En el otoño del 2001, Estados Unidos desplegó alrededor de 6.000 soldados hacia Afganistán. De acuerdo con el grupo de trabajo, este número fue inferior al número de soldados que el Reino Unido envió a las Malvinas en 1982. Estos fueron respaldados por una fuerza de CENTCOM de 60.000 soldados en el teatro de operaciones general, no más que el Objetivo Principal de Helsinki de la Unión Europea. En teoría dicha operación sería factible para la Unión Europea, pero la conclusión del grupo de trabajo fue que sería mejor realizarla en coordinación con los Estados Unidos. Los países europeos tendrían fuerzas especiales suficientes, pero en ese momento parecían incapaces de sostenerlas por un período mayor. Además, era improbable que la mayoría de ellos se desempeñase bien en un terreno difícil y bajo la amenaza de armas CBRN (químicas, biológicas, radiológicas y nucleares). Además, la Unión Europea carecía de un sistema de inteligencia estratégica y de vehículos aéreos no tripulados de media y gran autonomía (UAVs). 51 Escenario V – la defensa del territorio representa nuevas tareas militares, principalmente en defensa de autoridades civiles. El propósito es proteger instalaciones que las fuentes de inteligencia consideren sean objetivos de un ataque terrorista inminente, y limitar las consecuencias de dicho ataque una vez que se produzca. Ninguna contingencia es misión Petersberg, pero la nueva Constitución europea, que todavía tiene que ser ratificada, incluye una cláusula de solidaridad entre países miembros para ataques terroristas o desastres naturales. Los supuestos de planeamiento incluyeron la protección de los cuatro aeropuertos más grandes, los dos puertos más grandes, las diez centrales eléctricas más críticas, y todas las capitales de los estados miembros de la Unión Europea, incluyendo la sede de la Unión Europea en Bruselas. La Unión Europea debe proporcionar infantería ligera como respaldo a las fuerzas policiales nacionales para proteger la infraestructura más importante y para apoyar en la defensa de las fronteras externas de la Unión Europea. Las fuerzas nacionales deben auxiliar en el mantenimiento de la ley y el orden. El plan de emergencia francés “Vigipirate Renforcé” se mencionó como ejemplo. Bajo este encabezamiento también se incluye la acción de poner en cuarentena las áreas en las que sea necesaria una “vacunación en anillo” para tratar a toda la población afectada sin tener que desviar los escasos recursos en caso de que no pueda contenerse la epidemia. La protección civil es una responsabilidad nacional, pero la mayoría de las naciones de la Unión Europea carece de los medios para abordar las consecuencias de los ataques con armas de destrucción masiva. Para tratar el terrorismo catastrófico existe una necesidad de más fuerzas de operaciones especiales o unidades contraterrorismo. El grupo de trabajo concluyó con siete opiniones y propuso formas de corregir los problemas: • La Unión Europea no puede desplegar fuerzas terrestres en forma rápida y no puede sostenerlas, debido a la escasez de fuerzas desplegables y listas para el combate. • La Unión no cuenta con un sistema acordado de agrupación de fuerzas, lo que limita mucho la capacidad de despliegue y la sostenibilidad. • La Unión es capaz de llevar a cabo una amplia gama de operaciones, incluyendo una guerra de alta intensidad. Sin embargo, conlleva un riesgo relativamente alto de bajas entre las fuerzas implicadas, y de daños colaterales. • La guerra fuera de área y los nuevos papeles y misiones, como los de contrainsurgencia y contraterrorismo, requieren de un nuevo enfoque doctrinal y de nuevos métodos de entrenamiento. Sin embargo, la Unión no tiene un enfoque conceptual respecto a la transformación de las fuerzas en el sentido de pasar de la guerra tradicional a la guerra centrada en la red, como lo demostraron las 52 operaciones de Afganistán e Irak lideradas por los Estados Unidos. Era necesario crear un centro de doctrina europeo, a ser posible en el seno de un Colegio Europeo de Defensa. • La Unión Europea no puede proporcionar el marco operacional necesario para las operaciones a gran escala. Existen suficientes cuarteles generales operativos, pero con carencias técnicas para operaciones a gran distancia. • El creciente vacío técnico-militar entre Estados Unidos y la mayoría de los aliados europeos plantea cuestiones con respecto a la interoperabilidad. • La Unión tiene capacidades limitadas para la toma de decisiones estratégicas y para la gestión de crisis, en parte debido a la debilidad del programa espacial militar europeo. Las soluciones podrían residir en una especialización ascendente desde los niveles bajos mediante una concentración unilateral en un tipo específico de fuerza; cofinanciación de capacidades nacionales; desarrollo de capacidades colectivas en el campo del mando, control y comunicaciones (C3), inteligencia, vigilancia, adquisición de objetivos y reconocimiento (ISTAR), logística, búsqueda y rescate de combate, reabastecimiento de combustible en vuelo, supresión de defensas aéreas enemigas, sistemas de defensa aérea y municiones guiadas de precisión (PGM). Las soluciones más radicales consistirían en una especialización de arriba a abajo, lo que implica la combinación de capacidades para uso colectivo y, en consecuencia, un proceso colectivo de toma de decisiones o una autoridad supranacional, o la creación de una fuerza central permanente y cuarteles generales de operaciones permanentes. Esto último podría organizarse a nivel de "grupos de batalla", que son el nuevo enfoque de las fuerzas europeas de reacción rápida, y consistirían en 1500 hombres complementados por componentes aéreos y navales. Finalmente, deberían ser mejor financiadas y coordinadas las actividades de investigación y desarrollo. Comparando los escenarios, se dio prioridad a la defensa del territorio: protección civil, suministros médicos, logística y emergencias, deben ser coordinados a nivel europeo, para la cual se consideró necesario el puesto de coordinador europeo. 4.2. Escenarios Americanos Mientras los europeos planeaban escenarios con capacidades militares mejoradas, los americanos se enfrentaban a la necesidad de considerar escenarios enfocados menos en los objetivos tradicionales para ganar guerras y tuvieran en cuenta la estabilización y la reconstrucción. La experiencia en los Balcanes y en Irak había demostrado que las operaciones militares en sí mismas tendían a ser bastante cortas, pero debían ser continuadas por una fase prolongada de estabilización y desarrollo de la nación. Durante la continuación los militares debían seguir desempeñando la función de “disuasión mediante la presencia" y, si era necesario, de acciones 53 enérgicas, pero la creación de la nación sería efectiva mediante una estrecha cooperación civil- militar.. Casi al mismo tiempo que el informe del grupo de trabajo del Instituto de Estudios sobre Seguridad de la Unión Europea, el Centro de Tecnología y Política de Seguridad Nacional (CTNSP) de la Universidad de Defensa Nacional de Estados Unidos publicó un informe sobre operaciones de estabilización con escenarios de dimensión de fuerzas25. Uno de sus puntos principales argumentaba que la muy rápida derrota de las fuerzas militares enemigas forzaba a los Estados Unidos a estar listos para tomar estos recursos sin demora, idealmente al mismo tiempo, tras la finalización del combate. Esto sólo podía realizarse si el planeamiento de las operaciones de estabilización y reconstrucción estuviese integrado en el planeamiento para el conflicto desde el comienzo, y si los recursos adecuados estuviesen en el teatro para comenzar las operaciones en el momento de la rendición o el colapso del ejército enemigo. En el pasado, se suponía que la duración relativamente larga del combate principal daba tiempo para planear las operaciones de reconstrucción y para comenzarlas al terminar el conflicto. El nuevo desafío era cubrir el vacío entre la principal misión de combate y el desarrollo del país mediante una misión de estabilización y reconstrucción. Todavía es muy pronto para juzgar las reacciones con respecto a esta tesis. Sería una alejamiento drástico de la doctrina de Powell desarrollada en el momento de la guerra de Irak en 1990, que apuntaba a una intervención masiva, haciendo el trabajo militarmente y saliendo lo más rápidamente posible. Sin embargo, el informe recalcaba que las sucesivas intervenciones de Estados Unidos posteriores a la Guerra Fría se habían tornado cada vez más ambiciosas e incluían cambios de régimen. La victoria militar rápida y decisiva no garantizaba una estabilización post-conflicto pacífica e, históricamente hablando, fueron necesarios de cinco a siete años para el éxito de la creación del país.. El informe del CTNSP estableció que no existe un modelo estándar de escenario de estabilización y reconstrucción sobre el que basar el planeamiento de fuerza de Estados Unidos. Dependería en gran medida de la magnitud de la operación, que está determinada en gran parte por el tamaño del país y por las dificultades encontradas. Por lo tanto, la ambición de los objetivos de Estados Unidos sería una consideración clave. No obstante, el informe formulaba recomendaciones de amplio alcance. Proponía la creación de dos cuarteles generales militares conjuntos para organizar unidades críticas para la misión de S&R; la creación de dos divisiones con activos conjuntos, organizados para ser flexibles, modulares y rápidamente desplegables, con cuatro grupos que incluyen Policía Militar, Asuntos Civiles, Ingenieros, Operaciones Médicas y Psicológicas respaldados por una capacidad de combate táctica. Debería crearse una capacidad de respuesta rápida civil entre 25 Transformación para la Estabilización y Reconstrucción de las Operaciones, editado por Hans Binnendijk y Stuart E. Johnson, 2004. En 2002 Binnendijk editó ‘Transformando las Fuerzas militares de América’, publicado por CTNSP. 54 múltiples organismos para desplegarse con las fuerzas de estabilización y reconstrucción (S&R) y prepararse para la transición desde la misión de S&R (bajo control militar) a la misión de creación de la nación (bajo control civil). Desde el lado de los equipos, los artículos de alta prioridad fueron las comunicaciones inalámbricas y de base terrestre para interoperabilidad civil / militar, sistemas no tripulados, armas no letales, sistemas de detección para operaciones urbanas, análisis del curso de acción y herramientas de planeamiento. Se prestó especial atención a los vehículos no tripulados para vigilancia y neutralización de amenazas. En Irak, se utilizaron dos niveles de UAVs (Vehículos Aéreos no Tripulados), el Global Hawk de gran altitud y el Predator de mediana altitud. Para una vigilancia local detallada, se requeriría de un mayor despliegue de UAVs de bajo nivel, incluyendo pequeños sistemas como el Dragon Eye y vehículos terrestres no tripulados para entrar en edificios y cuevas. Una cobertura de área amplia podría reducir los requisitos de mano de obra. Tras la reelección del Presidente Bush, llegaron del Pentágono noticias completamente distintas. Se supo que la Revisión Cuadrenial de Defensa del 2005 incluiría una drástica revaloración de la estrategia militar, la estructura de la fuerza y el equipamiento26. Próximas a lo tradicional, pero menos probables amenazas de desafío al poder de EEUU mediante operaciones militares, se definieron tres nuevas categorías: irregulares, catastróficas y las destinadas a trastornar el sistema.. • Las amenazas irregulares buscaban socavar la influencia y el poder de Estados Unidos a través de métodos no convencionales, como el terrorismo, la insurgencia, la guerra civil y conceptos emergentes como la “guerra sin restricciones”. La probabilidad era muy alta; la vulnerabilidad moderada, si no se controlaba eficazmente. • Las amenazas catastróficas intentaban paralizar el liderazgo y el poder de Estados Unidos a través del empleo de armas de destrucción masiva (WMD), o de efectos similares a los de las WMD en ataques sorpresivos a objetivos de valor simbólico o fundamental. Como ejemplos el 11 de septiembre del 2001, el uso terrorista de WMD y un ataque taimado con misiles. La probabilidad era moderada pero creciente; la vulnerabilidad inaceptable porque un solo caso podría alterar la forma de vida de los estadounidenses. • Las amenazas destinadas a trastornar el sistema intentaban usurpar el poder y la influencia de Estados Unidos a través de la adquisición de capacidades innovadoras, como sensores, biotecnología, miniaturización a nivel molecular, operaciones cibernéticas y espaciales, energía dirigida y otras áreas emergentes. La probabilidad era baja; la vulnerabilidad desconocida, con la advertencia general de que la sorpresa estratégica pondría en riego la seguridad de Estados Unidos. 26 Noticias de Defensa 2 de Noviembre de Amenaza'. 2004.'Estados Unidos Reexamina Escenarios de 55 Clave para el esfuerzo parecía ser el evitar volcar recursos hacia un escenario dado, pero sigue estando poco claro cómo afectaría esto a la asignación de recursos, excepto fortaleciendo el énfasis actual en movilidad y flexibilidad. Los americanos seguían teniendo dudas respecto a la Política Europea de Seguridad y Defensa. ¿Tendría como resultado una mejora de las capacidades o desaprovecharía los escasos recursos en nuevas estructuras organizativas y en duplicación de esfuerzos? Anteriormente se habían resistido a una camarilla europea en la OTAN, que se consideró divisorio en una alianza. Podían vivir con la vaga noción de una identidad europea, pero eso no se definió nunca27. Lo mismo se aplicaba al principio de fuerzas "separables pero no separadas", que se desarrolló durante el primer trimestre de la presidencia de Clinton. Gradualmente, los Estados Unidos comenzaron a apreciar el hecho de que los europeos estaban proporcionando la mayor parte de las fuerzas en los Balcanes, pero después del 9/11 y de un período inicial de acción unilateral estuvieron buscando un más amplio papel de la OTAN o de un grupo de sus miembros como una coalición ad hoc del poder y querer.. Sorprendentemente, esto fue posible en Afganistán pero no en Irak. Queda por ver si la OTAN pasará a ser realmente “global”. En la Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF) desempeña un papel fundamental, pero sin la participación de fuerzas americanas. En Irak, su participación se limita al entrenamiento del personal militar de Irak. Una cuestión importante para los europeos será establecer en qué medida las palabras del Secretario Rumsfeld con respecto a que "la misión determinará la coalición" se aplicarán para limitar las consultas de la OTAN. En esencia, su enfoque significaría que los aliados sólo tenían la opción de participar en una operación ya decidida por Estados Unidos, mientras que lo contrario, es decir, “la coalición determina la misión” haría hincapié en un enfoque conjunto para la gestión de la crisis. Aparte de esta cuestión conceptual, los europeos vincularían sus aportes a una acción común a la influencia que estos tendrían en la conducta real de la operación. Por su lado, los americanos siguen teniendo dudas con respecto a la capacidad y el deseo de los europeos de jugar más que un papel regional, limitada al continente europeo y a su periferia inmediata. ¿Solucionará la Unión Europea su actual deficiencia de ser un “poder desequilibrado” y será capaz de adoptar decisiones efectivas y de mantener fuerzas técnicamente capaces de luchar junto a sus aliados americanos?28 ¿O la Política Común de Seguridad Exterior seguirá siendo una productora de política 27 Las objeciones de los Estados Unidos se expresaron en el ‘telegrama Bartholomew’ del 20 de Febrero de 1991, reproducido en mi libro ‘Debatiendo la Seguridad Europea’, CEPS/Sdu, 1998, pp. 340-344. 28 La expresión fue usada por el General Klaus Naumann (Ret.) en el Boletín vol. XI,3, Agosto de 2000, del Consejo Atlántico de los Estados Unidos, ‘Implementando la Política de Seguridad y Defensa Europea: una visión práctica para Europa’. 56 declaratoria sin ninguna significancia militar? La cuestión se está planteando a ambos lados del Atlántico29. 4.3. Una Agencia Europea de Armamento al Fin? El Consejo Europeo de Tesalónica decidió eliminar la propuesta de una agencia europea de armamento del proyecto de Constitución Europea e implementarla en el curso del 2004. Como se demostró en las páginas precedentes de este “Occasional Paper”, esta no era la primera vez que se expresaba esta intención. De hecho, desde 1982 se hicieron varias propuestas con este propósito. Hasta ahora, sin embargo, cada vez que un desarrollo institucional comenzaba a tener efecto, era superado por otro acuerdo institucional, antes de poder realizar una evaluación firme de lo establecido anteriormente. Para algunos, este proyecto fue intencional, en tanto que parecía haber carencia de voluntad política para establecer una Agencia efectiva, que necesariamente tuviera una capacidad de decisión eficaz y suficientes elementos vinculantes. Así, fueron altas las expectativas, pero teñidas de algo de escepticismo. El proyecto de Constitución fue el producto de una Convención Europea, que se reunió durante 16 meses bajo la presidencia del ex Presidente Giscard d’Estaing, con Giulio Amato y Jean Luc Dehaene como vicepresidentes. Su tarea era presentar propuestas para las cuestiones que no habían podido resolverse desde el tratado de Maastricht. Con un número record de nuevos miembros, debía ser esclarecida la finalidad política del proceso de integración europea y debían ser resueltas varias cuestiones institucionales. El incremento de la cantidad de países pequeños hizo que los países más grandes tuvieran miedo de perder en las votaciones a pesar de que en el pasado nunca hubo divisiones entre los países grandes y pequeños. ¿Podían definirse mejor las competencias de las principales instituciones y limitarse la cantidad de procedimientos diferentes? El asunto de la “subsidiariedad” volvió a surgir junto con el papel de los parlamentos nacionales en la determinación de si una propuesta de la Comisión Europea merecía ser transformada en ley de la comunidad, o debería dejarse a una regulación nacional. ¿Tendría la Unión Europea en su conjunto personalidad jurídica, o debía seguir aplicándose ésta sólo al “primer pilar” de la comunidad original? ¿Debía extenderse al área de seguridad y defensa el método de la “cooperación reforzada”? La composición de la Convención fue una innovación, seguida en forma exitosa por la convención sobre la Carta de Derechos Fundamentales, que el Consejo Europeo de Niza había aceptado como un documento político pero no jurídicamente 29 Kori N. Schake escribió un artículo constructivo en el tema 184 de Agosto de 2001 del Foro Estratégico del Instituto para Estudios Estratégicos Nacionales de la Defensa Nacional de la Universidad de Washington D.C. bajo el título ‘Las iniciativas de defensa de la Unión Europea amenazan a la OTAN?.Ella concluye en que la dependencia Europea respecto a los Estados Unidos plantea una gran amenaza a los intereses estadounidenses que el que podría devenir si la Unión Europea se transformara en un actor más independiente en la política de defensa. ESDP no fue responsable por la divergencia entre las fuerzas militares de la OTAN pero agravó los problemas existentes entre ellos. 57 vinculante. Cada país, incluyendo a los “candidatos” Bulgaria, Rumania y Turquía, envió a un representante del gobierno y a dos parlamentarios; el Parlamento Europeo, a dieciséis, y la Comisión Europea, a dos de sus miembros, todos con suplentes. Incluyendo a los observadores de otras instituciones como el Consejo Económico y Social y la Comisión de las Regiones, el número total llegó a 210 delegados. Bastante diferente a la forma confidencial en la que se habían negociado los anteriores cambios a los tratados en las “conferencias intergubernamentales”. Así pues, la persistente reclamación respecto a que los ciudadanos europeos estaban insuficientemente involucrados carecía de fundamento. El hecho de que muchos ciudadanos fueran algo apáticos con respecto a la integración europea fue otra cuestión preocupante pero no podía atribuírsele a la Convención. Todas las sesiones plenarias fueron celebradas en forma abierta, podía accederse a todos los documentos, se dedicó una semana especial a una convención de la juventud, y fueron invitadas a las audiencias 30 las organizaciones que componen nuestra “sociedad civil”. El mérito de la administración del Presidente Giscard fue su insistencia desde el principio con respecto a que estas cuestiones –y el Consejo Europeo de Laeken había formulado alrededor de 58- sólo podían ser respondidas en un documento amplio y no a través de respuestas separadas. Su estrategia funcionó y, para sorpresa de muchos, se elaboró un documento consensuado. Sin embargo, más adelante, se demostró que el consenso era menos completo que lo que parecía al final de la Convención. Muchos gobiernos comenzaron a analizar el proyecto de texto y justo al final de la presidencia irlandesa de la Unión Europea en junio del 2004 pudo acordarse el texto final. La firma tuvo lugar en Roma el 29 de octubre del 2004, y fue seguida por un tedioso proceso de ratificación, que involucraría referéndums en muchos estados miembros. El problema con estos referéndums parecía ser que los votantes terminarían demostrando su descontento con el gobierno de su país, o con la situación de Europa en general, sin darse cuenta de que un rechazo a la Constitución significaría la continuación del Tratado de Niza, que en todos los sentidos era inferior, menos claro y menos democrático e insuficiente para manejar una Unión de 25 o más. A los fines de este Documento, los artículos sobre la CFSP y la ESDP son particularmente relevantes, y están incluidos en los artículos 16 para la CFSP, 28 para la nueva función del Ministro de Relaciones Exteriores de la Unión 30 Durante los procedimientos más de 850 documentos fueron colados en el sitio de internet http://european- convention.eu.int. Interesantes, las consideraciones del día a día de la Convención fueron rápidamente producidas por Peter Norman en “La Constitución accidental”, publicada por EuroComment, Bruselas, 2003, y por Alaine Dauvergne, “La Europa en Otage. Historia secreta de la Convención”(‘L’Europe en 0tage? Histoire secrète de la convention’) Ed. Saint-Simon, 2004. En Octubre de 2004 el Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea publicó el Documento Chaillot 71 “ La coherencia para la defensa – otra lectura de la PESD” (‘La cohérence par la défense – une autre lecture de la PESD’) por el ex embajador Philippe de Schoutheete, el cual específicamente debatió la génesis de los artículos sobre ESDP. Leyendo estos libros debe tenerse en cuenta que el número de artículos en los proyectos de la Convención Europea difieren de la versión final negociada por la Conferencia Intergubernamental. 58 (combinando las funciones que actualmente desempeña el Alto Representante y el Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores), 40 para la adopción de decisiones en la CFSP, 41 para la ESDP y la posibilidad de una “cooperación estructurada permanente” entre países cuyas fuerzas cumplen con los criterios militares superiores y han realizados tareas adicionales, y 42 para la cláusula de solidaridad en caso de que un miembro se convierta en víctima de un ataque terrorista u otra calamidad. Estos principios se especifican más en la Parte III de la Constitución, que incluye las diferentes políticas de la Unión. El Título V incluye los artículos para la acción externa de la Unión y el Capítulo II tiene que ver con la política exterior y la política de defensa. El Capítulo III del Título VI define las modalidades de una mayor cooperación. En el transcurso de la Convención, se formaron grupos de trabajo, que llegaron finalmente a once. En segundo lugar, se formaron los grupos para la Política Común Exterior y de Seguridad, presididos por Jean-Luc Dehaene y el Vicepresidente de la Comisión de Defensa, Michel Barnier, asistidos por el Subsecretario General Annalisa Gianella. La afiliación se basó en la preferencia personal, por lo que no se podía decir que fuera representativa de la Convención en su conjunto. Al igual que en el plenario, no existió una votación, pero en el informe del grupo se dieron indicaciones del grado de apoyo a ciertas propuestas. En el mandato de la Convención, el Consejo Europeo de Laeken había incluido el papel global de Europa como una de las cuestiones clave, incluyendo “cómo convertir a la Unión en un factor de estabilización y un modelo en el nuevo mundo multipolar. De acuerdo con los sondeos de opinión pública, la Declaración de Laeken estableció que los ciudadanos europeos deseaban ver a la Unión Europea más involucrada en los asuntos exteriores, la seguridad y la defensa. Sin embargo, existieron considerables diferencias de opinión con respecto a la forma de lograr este objetivo. Algunos países, como Francia y el Reino Unido no deseaban dar a la Comisión Europea ni al Parlamento Europeo un papel substancial en estas áreas (en parte porque sus propios parlamentos tenían sólo un control limitado sobre estos asuntos). Otros países deseaban extender el “método de la comunidad” con su interacción entre la Comisión, el Consejo de Ministros, el Parlamento y el Tribunal de Justicia. Era la vieja pelea, que en Maastricht había llevado a la peculiar construcción del pilar. Jean-Luc Dehane comenzó su grupo de trabajo haciendo cinco preguntas muy prácticas. Cómo debían definirse los intereses de la Unión; cómo debía garantizarse la compatibilidad de todos los instrumentos a disposición de la Unión, incluyendo la política de comercio y la asistencia para el desarrollo; qué se debía hacer para acelerar la adopción de decisiones; cuáles fueron las lecciones del mandato de Solana como Alto Representante; y qué cambios en la representación externa de la Unión promoverían su influencia internacional. Su informe analizó diferentes maneras de relacionar el puesto de Alto Representante y presidente de la comisión de asuntos externos, lo que finalmente traería como resultado la propuesta de un ministro de asuntos exteriores de la Unión Europea, que presidiría el Consejo de Ministros de Acción Exterior. También propuso extender el uso del voto por mayoría 59 cualificada (QMV) en la CFSP, posiblemente mediante de la inclusión de una pasarela a través de la cual el Consejo Europeo en el momento apropiado pudiese decidir en forma unánime aplicar el QMV, evitando de esta manera la necesidad de un cambio formal del tratado en el futuro. Sin embargo, en el plenario se demostró que esto era imposible de lograr, particularmente para el Reino Unido. Su representante, Meter Hain, objetó que el QMV expusiera fallas internas ante el mundo exterior. Otros, incluyendo el Ministro de Relaciones Exteriores Alemán, Joschka Fischer, argumentaron que sin un QMV una Unión de 25 o más estaría condenada a una total falta de importancia. Al final no se logró ningún avance con respecto al voto por mayoría, exceptuando una nueva exhortación a usar la posibilidad, abierta desde el Tratado de Ámsterdam, de recurrir a una “abstención constructiva” a través de la cual no se impediría el consenso, pero el país que se abstuviera no estaría obligado por la decisión. En la CSDP, Hain sostuvo en forma poco convincente que el QMV no sería posible porque ningún país podía ser forzado en contra de su voluntad y de sus procedimientos constitucionales a enviar fuerzas al exterior. Esto era totalmente cierto, para cada gobierno, y sería un elemento de restricción en cualquier intervención, pero no era una razón para excluir al QMV de todas las decisiones en materia de seguridad y defensa. El informe de Barnier fue innovador en varios sentidos. En primer lugar, introdujo el principio de solidaridad en caso de que un estado miembro fuese atacado por un actor terrorista no estatal, no tan vinculante como la cláusula de asistencia militar automática del Artículo V del tratado de la WEU, pero no obstante una innovación después de su aceptación por parte de Austria, Finlandia, y Suecia. El Artículo I-42 establece: 1. La Unión y sus Estados Miembros deben actuar en forma conjunta en un espíritu de solidaridad si un Estado Miembro es víctima de un ataque terrorista o un desastre natural o provocado por el hombre. La Unión debe movilizar todos los instrumentos a su disposición, incluyendo los recursos militares proporcionados por los Estados Miembros, para: (a) impedir la amenaza terrorista en el territorio de los Estados Miembros; - proteger a las instituciones democráticas y a la población civil de cualquier ataque terrorista; - asistir a los Estados Miembros en su territorio a pedido de sus autoridades políticas en caso de un ataque terrorista; (b) asistir a un Estado Miembro en su territorio a petición de sus autoridades políticas en caso de un desastre natural o provocado por el hombre. 2. El detalle de los acuerdos para implementar este Artículo se encuentra en el Artículo III-329. El grupo Barnier había llegado a la conclusión de que no era posible realizar un compromiso en materia de defensa comparable al de la UEO debido a la oposición de los “neutrales y no alineados”. A cambio de esto, se propuso una doble medida de estrecha cooperación. La cooperación estrecha, también llamada “mayor cooperación” o “flexibilidad”, se hizo posible a través del Tratado de Amsterdam. El Tratado de Niza amplió esta posibilidad al dominio de la CFSP pero no al de defensa. La convención llevó esta medida un paso más adelante y propuso que, 60 siempre que el Consejo Europeo no hubiese procedido hacia una defensa común, el método de la mayor cooperación cubriría la asistencia militar en caso de agresión armada en contra de un estado miembro. Esto planteó un dilema para los “neutrales y no alineados” que no deseaban ser excluidos de antemano de una forma de cooperación estrecha, pero tenían dificultades con la asistencia militar. Gracias a la presidencia italiana, pero para sorpresa de muchos, fue introducida una cláusula general de asistencia mutua en diciembre del 2003 y concluida en forma exitosa bajo la presidencia irlandesa con el siguiente compromiso como Artículo I-41, par. 7: Si un Estado Miembro es víctima de una agresión armada en su territorio, los otros Estados Miembros tendrán la obligación de asistirlo a través de todos los medios posibles, de acuerdo con el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. Esto no perjudicará el carácter específico de la política de seguridad y defensa de determinmados Estados Miembros31. Se agregó una tercera oración para vincular la implementación de la obligación a la defensa colectiva dentro de la OTAN: Los compromisos y la cooperación en esta área deberán ser compatibles con los compromisos conforme a la OTAN, que, para los Estados que forman parte de la misma, siguen siendo el fundamento de su defensa colectiva y el foro para su implementación. Los miembros “neutrales” o “no alineados” finalmente aceptaron estas disposiciones con la condición de que no podían ser interpretadas en el sentido de formar parte de una alianza militar. Por lo tanto, asistirían a un socio atacado, pero por cuenta propia y no junto con los demás. Afortunadamente, no existe ninguna amenaza inmediata de agresión en contra de ningún estado miembro y habrá tiempo para acostumbrarse a esta nueva obligación. En segundo lugar, se abrió la posibilidad de una cooperación estructural permanente dentro del marco de la Unión para aquellos Estados Miembros “cuyas capacidades militares cumplan con los criterios superiores y hayan adquirido compromisos más vinculantes entre ellos en esta área con miras a las misiones más demandantes” (Artículo I-41.6). Esta forma de cooperación fue posteriormente definida en un Protocolo aprobado por la Conferencia Intergubernamental del 18 de junio del 2004. El texto completo está incluido en el Anexo 3 de este Documento. La IGC dejó en claro que la decisión de embarcarse en una misión requeriría de unanimidad. Lo mismo se aplicaría a la estrecha cooperación en esta área de la CFSP. En tercer lugar, propuso la creación de la Agencia Europea de Armamento, Investigación y Capacidades Militares que posteriormente se denominó Agencia 31 El llamado Paquete Naples fue presentado en el Doc CIG 60/03 en la víspera del Consejo Europeo del 12-13 de Diciembre de 2003. 61 Europea de Defensa, abierta a todos los Estados Miembros. Su proyecto de mandato fue incluido sin modificaciones en el Artículo III-311 de la Constitución: - - ayudar a identificar los objetivos de capacidad militar de los Estados Miembros y evaluar la observación de los compromisos en materia de capacidad por parte de los Estados Miembros; promover la armonización de las necesidades operativas y la adopción de métodos de adquisición efectivos y compatibles; proponer proyectos multilaterales para cumplir con los objetivos en términos de capacidades militares, garantizar la coordinación de los programas implementados por los Estados Miembros y la administración de programas de cooperación específicos; respaldar la investigación sobre tecnología de defensa, y coordinar y planificar las actividades conjuntas de investigación y el estudio de soluciones técnicas que cumplan con las futuras necesidades operativas; ayudar a identificar y, si es necesario, implementar todas las medidas posibles para fortalecer la base industrial y tecnológica del sector de defensa y para mejorar la efectividad del gasto militar. En comparación con las organizaciones de equipos anteriores, la importancia de este mandato fue su combinación de requisitos, el vínculo con el Plan de Acción de Capacidades Europeas (ECAPA), la base tecnológica e industrial de defensa, investigación y tecnología, procuración y evaluación. Será particularmente importante analizar los requisitos lo antes posible. Demasiado frecuente en el pasado, los proyectos en cooperación han sido establecidos después de que los requisitos nacionales se hubieran hecho relativamente firmes, dificultando la tarea de encontrar soluciones comunes a demandas nacionales conflictivas. Evidentemente, las compras de defensa ya no eran un tema dejado principalmente a los directores de armamentos sino puestos dentro de un contexto más global. Esa fue también la razón del nuevo nombre: Agencia Europea de Defensa. Realizar este trabajo representará un desafío considerable porque no todos los ministros nacionales de defensa seguirán dicho enfoque integrado. Por lo tanto, deberíamos esperar cambios organizativos en el nivel nacional que será de gran interés para los parlamentarios. Podría ser más lógico incluir la cláusula de evaluación al final del mandato y no al principio, pero en todo caso es evidente que la Agencia irá más allá de la función de compras. Sus normas, sede y reglas operativas serían definidas por el Consejo, que actúe por una mayoría cualificada. La Sección agregaba que esta decisión "debería tomar en cuenta el nivel de participación efectiva en las actividades de la Agencia". Otras disposiciones expresaban que se crearían grupos específicos dentro de la Agencia aunando a los Estados Miembro comprometidos en proyectos conjuntos y que la agencia desempeñará sus funciones junto con la Comisión, en caso necesario. 62 Como se mencionó anteriormente, la propuesta de una agencia de armamentos fue extraída del informe presentado por la Convención Europea para una temprana implementación. Se formó una comisión preparatoria bajo el Sr. Witney, antiguamente segundo subsecretario para política en el Ministerio de Defensa Británico, que trabajó rápidamente. El 14 de junio de 2004, el Consejo agregó una “Acción Conjunta” creando la Agencia de Defensa Europea. Su Director Ejecutivo y su asistente fueron designados poco tiempo después, y de esta forma un grupo pequeño de trabajo podía empezar a trabajar en septiembre. Además de estos dos directores, fueron nombrados cinco más que representaban a los otros países de LoI y Bélgica. A fines de 2004 debían reclutarse entre 20-30 empleados. El presupuesto para 2004 fue de 2 millones de euros, para 2005 de 24 millones de euros para cubrir salarios, instalación y los primeros estudios sobre déficit de capacidad. Las decisiones a largo plazo serían tomadas por unanimidad por parte del Consejo de Ministros pero el programa anual sería determinado con QMV (voto de mayoría cualificada) por parte de la Junta Ejecutiva en la cual están representados todos los países participantes. Dinamarca no se unió. En las negociaciones para la Agencia de Defensa Europea hubo una división notoria sobre su status. Mientras el Reino Unido estaba a favor de una agencia completamente independiente, Alemania y Francia querían el control político por parte del Consejo y la Comisión de Política y Seguridad. No resultaba claro en qué medida estarían preparados para entrar en compromisos vinculantes. Holanda insistió en la unanimidad para decidir el presupuesto multianual de 3 años. Uno de los temas sin resolver fue la relación con Noruega y Turquía, que eran socios igualitarios en el WEAG (Grupo de Armamentos de Europa Occidental). El 14 de junio, la presidencia irlandesa registró en las actas que el 30 de septiembre se finalizaría un nuevo acuerdo. Dicho plazo no fue cumplido pero de todas formas los Ministros de Defensa decidieron el 22 de noviembre de 2004 que el WEAG sería disuelto y la cooperación sería transferida a la Agencia de Defensa Europea antes de mediados de 2005. EDA no será un DARPA europeo. La forma en que Estados Unidos está enfocando los proyectos de investigación avanzada está todavía fuera de los medios de Europa. De todas formas, se ha hecho una conexión importante con las actividades investigadoras de la Comisión en la esfera civil con programas de cinco años. El OCCAR sigue existiendo y ofreció sus servicios. Lo mismo se aplica al grupo de la Carta de Intención, pero esto tiene menos implicanciones institucionales, porque la LoI es un acuerdo marco sin un órgano ejecutivo. ¿Será todo esto suficiente para la creación de un Mercado Europeo de Equipos de Defensa (EDEM)? Probablemente no. La Sección 296 (ex 223), que excluye a las adquisiciones de defensa del libre mercado interno, sigue existiendo. Un argumento válido reside en el hecho de que tampoco terceros países liberalizaron su mercado de defensa, por lo que se debería conservar el artículo como un elemento de negociación. Sin embargo, no existe razón para limitar la competencia entre los miembros de la Unión. En los días del Grupo de Programa Europeo independiente 63 (iEPG) el informe Vredeling de expertos había defendido esta posición en 1987, bajo el título “Hacia una Europa más fuerte”. 4.4. El Papel de la Comisión Europea La Comisión Europea ha tratado continuamente de incluir los productos de defensa en la órbita del mercado común (y de aplicar derechos de importación a los productos provenientes de terceros países), pero encontró la oposición de los países con industrias de defensa sustanciales. Tuvo algún éxito en el área de artículos de “doble uso” con aplicación en la esfera civil y militar. El 19 de diciembre de 1994 el Concejo de la UE estableció un régimen de control común para exportaciones de doble uso a terceros países como una simbiosis de la Comunidad y el CFSP32. En julio de 2000 este sistema fue reemplazado por un nuevo régimen de control, basado exclusivamente en la Sección 133, poniendo los principios y listas bajo la competencia de la Comisión y dándole el derecho exclusivo de iniciativa. Todas las decisiones del Consejo son tomadas por una mayoría calificada y no, como antes, por unanimidad. Sin embargo, como concluyó Burkard Schmitt, como la lista de temas controlados es una compilación de listas definidas por regímenes internacionales de no proliferación (como el acuerdo Wassenaar, el Régimen de Control de Tecnología de Misiles y el Grupo de Proveedores Nucleares), cuando la Comisión no está representada, los estados miembro han conservado una posición dominante33. Además, la implementación efectiva puede producirse únicamente si los controles nacionales resultan adecuados y si coopera la industria34. Los gobiernos europeos tienen contactos informales con la industria, pero sólo Suecia tiene un modelo institucional en su Sociedad Sueca de Control de Exportaciones, que informa a las empresas de los cambios en las políticas de Suecia, Unión Europea y Estados Unidos y coordina la expresión de sus puntos de vista. Desde 1991, Estados Unidos tiene su Equipo de Aplicación Ejecutiva Comercial con una red electrónica segura que enlaza alrededor de 3.000 personas de empresas exportadoras de doble uso con la Oficina de Aplicación de Exportaciones del Departamento de Comercio de Estados Unidos35. 32 Regulación del Consejo (EC) 3381/94 y Decisión del Consejo 94/942/CFSP publicado en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas, L 367 del 31 de Diciembre de 1994, pp. 1-7 y 8-163. Basado tanto en una Regulación como en una Decisión, el régimen fue un ejemplo de un enfoque cross-pillar. Los procedimientos y mecanismos de control esbozados en la Regulación se volvieron parte de la comunidad de derecho; la Decisión fue adoptada bajo el Artículo J.3 (ahora art. 14 del TEU) como una Acción Conjunta tomada bajo la CFSP y que enumera destinos permitidos e ítems controlados. 33 ‘Una política de exportación común Europea para la defensa y el uso dual de ítems? Monografía 25 del Instituto de Estudios de Seguridad de la UEO, Mayo 2001. pp. 8-9. Ver también Documento Chaillot No.63, p.31. Regulación del Consejo (EC) 1334/2000 del 30 de Junio de 2000 fue corregida cinco veces. La última versión consolidada es la Regulación 149/2003, Diario Oficial L 30/2003. 34 Ver “Negocios y Seguridad, relaciones públicas – privadas en un nuevo ambiente de seguridad” editada por Alyson J.K.Bailes e Isabel Frommelt. SIPRI y Prensa de la Universidad de Oxford, 2004, capítulo 6 ‘Controles de exportación estratégicos y el sector privado’, pp.76-83. 35 Ibidem p. 16, nota al pie 62. 64 El nuevo régimen de la Unión Europea representó un avance con respecto al anterior Código de Conducta sobre Exportaciones de Armamentos, adoptado por el Consejo el 8 de junio de 1998 como una Declaración en el marco del CFSP. Este Código fue desarrollado por el Grupo de Trabajo del Consejo en materia de Exportación de Armamentos (COARM) y contenía ocho criterios de exportación: - Respeto por los compromisos internacionales de los miembros de la Unión Europea , en particular las sanciones decretadas por las Naciones Unidas, la Comunidad Europea y los acuerdos de no proliferación Respeto por los derechos humanos en el país de destino final; La situación interna en el país de destino final; La preservación de la paz, seguridad y estabilidad regionales; La seguridad nacional de los estados miembro, así como la de los países amigos y aliados; La conducta del país comprador con respecto a la comunidad internacional, en particular su actitud hacia el terrorismo, la naturaleza de sus alianzas y el respeto por el derecho internacional; La existencia del riesgo de que el equipo sea desviado dentro del país comprador o reexportado en condiciones no deseables; La compatibilidad de las exportaciones de armas con la capacidad técnica y económica del país receptor36. El régimen de julio del 2000 establecía un mecanismo de consultas para tratar el problema de que un estado miembro perjudicara a otro que se hubiese negado a otorgar una licencia de exportación. Los estados miembro deben informarse mutuamente sobre las denegaciones de las licencias de exportación, consultarse si tienen la intención de vender a un precio más barato y explicar sus razones para hacerlo. A nivel de la Comunidad, un grupo coordinador –compuesto de funcionarios encargados de otorgar licencias y funcionarios de aduana y presidido por la Comisión- se reúne regularmente para discutir la aplicación práctica de la Reglamentación y desarrollar una interpretación común. No es una tarea fácil, ya que las pautas siguen siendo difusas, y esto lleva a Schmitt a la conclusión de que el régimen es poco más que un marco común para diferentes políticas nacionales. Los estados miembros reconocen las licencias de exportación de cada uno pero no necesariamente las aceptan. Habrá que analizar si el mecanismo de consulta puede compensar suficientemente la ausencia de una política común de exportación. Y el tema seguirá teniendo importancia en las agendas parlamentarias37. 36 Definido por los Consejos Europeos en Luxemburgo (29de Junio de 1991) y Lisboa (26-27 de Junio de 1992). 37 Documento de Política SIPRI No. 8 de Noviembre de 2004, escrito por Sibylle Bauer y Mark Bromley que llevó por subtítulo ‘Mejorando el Informe Anual’. Este recomendó el acuerdo sobre requisitos comunes y comparación de datos sobre licencias de exportación, pero también constituyó un movimiento en el uso de los datos suministrados por la industria. La práctica en 18 países de la Unión Europea fue analizada. 65 Sobre los derechos de aduana, la Comisión no tuvo éxito. En enero de 2003, se adoptó una reglamentación del Consejo que suspendía los derechos de importación a una cantidad de armamentos y equipos militares.38 Un avance positivo fue que la iniciativa de la Comisión en cuanto a lanzar un “Manual de Estandarización de Defensa” con la asistencia de la Comisión Europea de Estandarización (que ha jugado un importante papel en la eliminación de obstáculos para la creación del mercado interno en la implementación del Programa “1992” de la Comisión) y la participación de los Ministros de Defensa y de Industria. Una versión operativa, que contenga referencias a normas, términos comúnmente utilizados para contratos de compras, y pautas para la óptima selección de estándares debería estar lista para fines del 2004. La Comisión también podrá lograr un impacto en el campo de la investigación y la tecnología. Sus Programas Marco, que abarquen períodos de cuatro años, se han convertido en un importante patrocinador del desarrollo tecnológico. Iniciados en 1984, actualmente se encuentran en su sexto período, lo cual representa una participación general en la Comunidad de 17.500 millones de euros, alcanzando el 5,4% de todo el gasto público de investigación (no militar) de la Unión. Una de las siete áreas de prioridad temática abarca la aeronáutica y el espacio. Si bien los Programas Marco sólo financian proyectos civiles, también benefician el aspecto militar de sus actividades. En todo caso, la financiación pública de Investigación y Desarrollo ayudará a la industria a seguir siendo competitiva en un momento en que la demanda de equipos militares está disminuyendo. Además, las tecnologías de doble uso han sido incluidas gradualmente en los Programas Marco, como la supervisión Global de Medio Ambiente y Seguridad, comunicaciones seguras y la seguridad de las redes de IT. Recientemente, la Unión Europea aceptó el enlace entre la investigación militar y la civil. Las Conclusiones de la Presidencia del Consejo Europeo del 20/21 de marzo del 2003 reconocieron explícitamente “el papel que podía jugar la defensa y la seguridad relacionadas en la promoción de tecnologías avanzadas y por lo tanto estimular la innovación y la competitividad”. El Consejo fue invitado a “analizar el papel de las compras de Investigación y Defensa dentro del contexto de las actividades generales de Investigación y Defensa de la Unión, incluyendo la posible creación por parte del Consejo de un organismo intergubernamental de desarrollo y adquisición de las capacidades de defensa”39. Unos meses después, en Tesalónica el Consejo Europeo decidió seguir adelante con la creación de dicha Agencia. La creciente atención a la “agenda Lisboa” para fortalecer la innovación y la competitividad está orientada a favorecer dicho avance, si bien algunos mirarán con malos ojos el énfasis en el carácter intergubernamental de la nueva empresa. Mientras tanto, la Comisión Europea está elaborando un Programa Europeo de Investigación en materia de Seguridad (ESRP) para el período iniciado en 2007. 38 Regulación del Consejo (EC) 150/2003, basada en el Artículo 26 TEC, publicado en el Diario Oficial, L 25 del 20 de Enero de 2003. 39 Citado por Burkard Schmitt en Documento Chaillot No. 63, p.35. 66 La Comisión Prodi publicó un Libro Verde sobre adquisiciones de Defensa en un intento por iniciar el debate sobre la necesidad de adoptar iniciativas a nivel de la Unión Europea sobre la reglamentación de los mercados de compras del área de defensa. Actuando en base al asesoramiento de un “Grupo de Personalidades” anunció la creación de una Junta Asesora de Investigación en materia de Seguridad Europea así como el lanzamiento de un Programa de Investigación de Seguridad Europea. La Comisión formuló una serie de cuestiones al principio de un proceso de consulta, que finalizó cuatro meses después del 23 de septiembre de 2004, la fecha de la publicación40. Sostuvo que un mercado verdaderamente europeo resultaba crucial para fortalecer la competitividad de la industria europea, pero que la situación actual estaba caracterizada por la fragmentación de los mercados a lo largo de líneas puramente nacionales, por los rasgos específicos que la distinguían de otros tipos de adquisición pública y por un complejo marco legal. Sección 296 TEU (anteriormente Sección 223) dice: Ningún estado miembro estará obligado a suministrar información cuya revelación considere contraria a los intereses esenciales de su seguridad; todo estado miembro podrá tomar las medidas que considere necesarias para la protección de los intereses esenciales de su seguridad que estén conectados con la producción o comercio de armas, municiones y material de guerra; dichas medidas no afectarán adversamente las condiciones de competencia dentro del mercado común con respecto a productos que no estén destinados a fines específicamente militares. Estas formulaciones datan del principio de la Comunidad Europea y durante muchos años estuvieron contenidas en la Sección 223. En 1958 el Consejo adoptó una lista de productos a los cuales se aplicarían las disposiciones de esta sección, una lista que ahora es evidentemente obsoleta. En el Libro Verde la Comisión sostuvo que las reglas de la Comunidad también se apliquen en principio al sector de la defensa, pero los Estados Miembros pueden derogarlas en las circunstancias establecidas en el tratado. Dicha derogación no constituyó una exención general y automática, pero debería estar justificada caso por caso, con la carga de la prueba para el estado miembro. De todas formas, la poca cantidad de publicación de ofertas en el Boletín Oficial de la Unión Europea implica que varios países creyeron que podían aplicar la derogación en forma automática. La Comisión se movió cuidadosamente y, teniendo presente el principio de la subsidiariedad, se remitió al trabajo hecho en el Partido del Consejo sobre Política de Armamentos (POLARM), el Grupo de Armamentos Europeos Occidental (WEAG) y el Equipo de Creación de la Agencia. También admitió que los estados necesitaban tener acceso a capacidades industriales y tecnológicas adecuadas a través del (largo) ciclo de vida de un sistema y mantener relaciones duraderas y confiables con los proveedores. Dado que los volúmenes de producción son limitados y el riesgo de fracaso comercial es elevado, “se requiere de apoyo estatal”. El principal 40 COM(2004)608 final y MEMO/04/222 del 23.09.2004. 67 valor del Libro Verde fue el esfuerzo que representó para iniciar el debate y para enumerar las cuestiones relevantes a ser contestadas en el proceso de consulta: • ¿Considera Ud. que sería útil/necesario/suficiente explicar el marco legal existente en la forma presentada? • ¿Existen otros aspectos del sistema de Comunidad en cuestión que deberían ser clarificados? • ¿Considera Ud. que las normas de las directivas existentes se ajustaban/no se ajustaban a las características específicas de los contratos de defensa? • ¿Sería una directiva específica un instrumento útil/necesario para crear un mercado de equipamiento de defensa europeo y fortalecer la base industrial y tecnológica de la defensa europea? • ¿Cuál es su opinión sobre el uso de una posible directiva para las compras por parte de otros organismos, como la Agencia de Defensa Europea? • Procedimientos: ¿Considera Ud. que el procedimiento negociado con publicación previa es adecuado para las necesidades específicas de las compras en el área de defensa? ¿En qué situaciones debería permitirse el procedimiento negociado sin publicación? • Alcance: ¿Cuál sería la forma más adecuada de definir el campo de aplicación? ¿Una definición general? En ese caso, ¿cuál? ¿Una combinación de una definición y una lista? • Exenciones: ¿Considera Ud. que sería útil/necesario definir una categoría de productos que serían excluidos categóricamente de la directiva? • Publicación: ¿Piensa Ud. que un sistema centralizado de publicación sería adecuado y, en ese caso, si funcionaría? • Criterios de selección: ¿Qué criterios considera Ud. que deberían ser tomados en cuenta además de aquéllos establecidos en las directivas existentes para tomar en consideración los rasgos específicos del sector de defensa? ¿Confidencialidad, seguridad de los suministros, etc.? ¿Y cómo debería ser definido? • ¿Cómo piensa compensaciones? Ud. que deberían ser tratadas las prácticas de Al momento de escribir, las respuestas a estas preguntas aún no eran conocidas, pero la industria tiene evidentemente muchas expectativas sobre la nueva agencia de defensa. EDIG no existía ya como el principal grupo de lobby del frente europeo, pero los vicepresidentes a cargo de la estrategia de los grandes intereses como EADS, sistemas BAE y Thales se reúnen regularmente y han apelado a sus 68 gobiernos directamente y a través de la prensa. Mientras tanto, la Comisión anunció una Acción Preparatoria sobre Investigación en materia de Seguridad (PASR) para ser implementada durante el período 2004-06 con el objetivo de desarrollar una cultura de seguridad europea apoyada por una industria creíble, para desarrollar sinergia entre la investigación civil y la militar y entre el sector público y el privado y para alentar la inversión en tecnología cumpliendo con el objetivo de gastar el 3% del PIB en investigación. Las prioridades de proyecto estaban mejorando la concienciación de la situación, la protección de los sistemas en red, la protección contra el (bio)terrorismo y la interoperabilidad de los sistemas integrados de información y comunicación. Los primeros contratos serían firmados antes de fines de 2004. El presupuesto para el período de 3 años sería de 65 millones de euros41. Buenas noticias teniendo en cuenta que las nuevas competencias en estos asuntos podrían evitarse. 4.5. Ajustes Nacionales En Europa los presupuestos de defensa han estado bajo constante presión. Aún cuando el clamor de principios de los noventa sobre “dividendos de la paz” ha cesado, son muy pocos países los que han podido aumentar el gasto. Al mismo tiempo, los nuevos avances en boga en Estados Unidos como la “revolución de los asuntos militares”, la transformación y la guerra basada en redes informáticas han dejado sin aliento a los europeos. ¿En qué medida podrían aplicarse estos nuevos conceptos y tecnologías al tipo de operaciones en las cuales podría involucrarse Europa? Además, después de la primera etapa de la guerra en Iraq, la confianza del ejército en la tecnología informática para asegurar la supervivencia o letalidad de los vehículos terrestres móviles ligeros ha tenido sus retrocesos en términos de víctimas42. De todas formas, el proceso parece irreversible. En el Anexo 3 se resumen los gastos de defensa de los países de la OTAN para el 2003. El panorama no es alentador. Los países europeos de la OTAN gastan un promedio del 2% del PBI en defensa, pero esta cifra es incrementada por los altos porcentajes de Grecia y Turquía, que gastaron 4,2 y 4,8% respectivamente. Por encima del promedio, estaban Francia, el Reino Unido, la República Checa y Portugal (que gasta prácticamente todo en personal y es el segundo más bajo en equipamiento, por encima de Bélgica). Noruega y Polonia se encuentran en un nivel promedio y nueve de catorce miembros por debajo del mismo. En comparación, Estados Unidos gastó 3,5% del PBI, con un cupo de equipamiento de 27,6%. Un nivel de inversión del 20% es considerado aceptable, pero sólo Turquía, el Reino Unido, Noruega, la República Checa y Francia gastaron un porcentaje superior en equipamiento. Estados Unidos tiene un cupo de inversión sólo superado por 41 Asamblea de la UEO Doc A/1885, p.13. 42 Joseph N. Mait y Richard L.Kugler, “Enfoques alternativos a la Transformación del Ejército”, Horizontes de Defensa 41, Julio de 2004 publicado por el Centro de Tecnología y Política de Seguridad Nacional de NDU. 69 Turquía. La cifra para Alemania fue sólo del 14%, séptimo puesto contado desde el nivel inferior. El Reino Unido fue el primero en lanzar una revisión conceptual de la defensa con el fin de reestructurar sus fuerzas para las contingencias post Guerra Fría, y en 2004 tuvo un aumento presupuestario de un promedio de 1,4% durante tres años, llevando los gastos a 33.400 millones de libras para 2007. A estas novedades les acompañó una severa restricción de las tropas con el fin de pagar nuevas tecnologías y transformación43. El Secretario de Estado de Defensa, Geoff Hoon, explicó que el gobierno quería “pasar de números de plataformas a un nuevo énfasis sobre efectos y resultados y sobre la explotación de las oportunidades presentadas por nuevas tecnologías y capacidades que surgen de las redes informáticas”. La Marina Real perdería 3 viejos destructores y 3 modernas fragatas, 6 dragaminas y 3 submarinos de ataque nuclear. La Fuerza Aérea Real cerraría una base aérea y perdería 1 escuadrón de caza de F3 Tornado, 3 escuadrones de ataque Jaguar, 5 aviones de vigilancia marítima MR2 Nimrod, y el pedido de su sucesor Nimrod MR A4 sería recortado de 18 a 12. El Ejército Británico perdería 4 batallones de infantería (de 40) y 7 escuadrones de carros de combate Challenger, 24 (de 28) lanzadores de misiles antiaéreos Rapier, 72 (de 156) unidades de fuego de Misiles de Alta Velocidad para defensa aérea y varias baterías de cañones autopropulsados de 155 mm. Estos recortes incluirían 1.500, 7.500 y 6.500 soldados para los tres servicios, respectivamente, siendo la RAF la más afectada. En total, se recortarían 25.000 puestos civiles y militares de un total de 300.000, de todas las ramas del sector militar y del Ministerio de Defensa. Algunas de las restricciones son menos drásticas de lo que podrían parecer, porque los reemplazos modernos están entrando en el inventario, como el Eurofighter (equipado con el misil “Storm Shadow”, construido por MBDA para el Reino Unido y Francia, nuevos vehículos armados, piezas de artillería y helicópteros Apache. En general, tienen sentido en un ambiente donde la amenaza aérea es reducida, los equipos antisubmarinos ya no son una prioridad y las batallas con tanques una cosa del pasado. En Irlanda del Norte la reducción de personal parece una apuesta de mejora de la situación, porque en la actualidad el ejército está seriamente sobredimensionado. Durante la guerra en Iraq, estuvo involucrada la mitad del ejército británico, lo que no habría sido sostenible en una operación prolongada. El Reino Unido también dejó claro que no podría seguir la visión americana de una transformación total de las fuerzas armadas sino que debía seguir un incremento paulatino. Los programas existentes, provenientes de un ambiente anterior en materia de seguridad, como el Eurofighter, estaban llevándose una gran parte de los gastos en modernización. La situación en los países europeos es similar. 43 El Economista, 24 de Julio de 2004, p.32 y Noticias de Defensa, 26 de Julio de 2004, pp. 1 y 8. Ver también Andrew D. James, ‘La industria de defensa y la transformación: una perspectiva Europea’. Capítulo 8 en ‘Transformaciones Transatlánticas: Equipando a la OTAN para el siglo 21’, op. cit. 2004. 70 La pregunta crucial es ¿qué queda? y ¿qué podemos hacer todavía? En lugar de 3 brigadas pesadas, 3 mecanizadas y una ligera, el Ejército tendrá 2 brigadas acorazadas pesadas, 3 brigadas de peso medio y una brigada ligera, más las brigadas de la Marina Real y ataque aéreo existentes, que juntas serían más adecuadas para el tipo de operaciones flexibles y expedicionarias programadas para el futuro. Desde el punto de vista de las adquisiciones, se harán nuevos pedidos y se ajustarán algunos planes actuales. Los dos nuevos portaaviones, con un desplazamiento de aproximadamente 60.000 toneladas, entrarán en servicio entre 2012 y 2015. La docena de destructores de defensa aérea Modelo 45 se reducirá a ocho, dando lugar a un debate sobre la conveniencia de designar un barco de misión única. Dado que los conflictos recientes no han incluido grandes amenazas aéreas, serían más útiles los buques multipropósito, dando al Modelo 45 capacidades de ataque terrestre y de defensa de misil balístico. Las cuatro fragatas de defensa aérea de los Países Bajos con sus instalaciones de comando y el potencial para transportar misiles podrían ser utilizados como ejemplo. En todo caso, el gobierno del Reino Unido ha ofrecido a la industria un considerable volumen de construcción para los próximos quince años, lo que le permite iniciar conversaciones de reestructuración44. Alemania tiene problemas tanto políticos como financieros. Políticamente, hubo de llegar hasta la decisión de 1995 de la Corte Constitucional de Karlsruhe para que Alemania pudiera enviar sus soldados más allá del área de la OTAN, y aún hoy el Bundestag controla cuidadosamente las misiones de apoyo a la paz, insistiendo en un mandato de las Naciones Unidas. Como resultado, Alemania llegó tarde para reestructurar las fuerzas armadas. Financieramente, Alemania ha alcanzado su más bajo porcentaje de PIBI dedicado a la defensa. En un 1,4%, Alemania se encuentra ahora en la mitad más baja de los países de la OTAN y encuentra difícil cumplir con sus compromisos de los programas multi-anuales. El 5 de diciembre de 2002, el ministro de defensa Peter Struck explicó los recortes que tenía que hacer45. El número del avión de transporte europeo A400M sería reducida de 73 a 60; la cantidad de misiles aire-aire Meteor, con una capacidad superior al alcance visual sería reducida de 1.488 a 600, y el misil IRIR-T aire- aire, que reemplaza el Sidewinder en el Eurofighter y el Tornado, de 1.812 a 1.250. Se mantendría el compromiso de comprar 180 Eurofighters, aunque las razones para tantos habían desaparecido. Modificarlo arruinaría el programa cooperativo y tendría un efecto desastroso sobre las industrias participantes. Se reduciría la cantidad de helicópteros de apoyo Tiger y de helicópteros NHJ-90. La parte positiva fue el anuncio de la protección electrónica de los aviones de transporte Transall C-160, el desarrollo de una versión de búsqueda y rescate de combate del helicóptero NH-90, y la adquisición de un nuevo vehículo armado de infantería para reemplazar el Marder, de 30 años de antigüedad. El Breguet Atlantic sería reemplazado por un nuevo avión de patrulla marítima a través de un programa cooperativo europeo. En 2004, 44 Noticias de Defensa, 18 de Octubre de 2004, ‘El Reino Unido busca cambio en la industria para el Plan de Barcos’. 45 Noticias Atlánticas, No. 3439 del 11 de Diciembre de 2002, ‘El Ministro de Defensa Peter Struck traza recortes en la adquisición de mayores programas para Bundeswehr’. 71 se anunció que por el contrario Alemania adquiriría 8 aviones P-3C actualizados de Holanda, que están terminando su misión en este campo. Alemania también invierte en el programa de defensa con misiles MEADS. El Ministro Struck y su nuevo Inspector General Wolfgang Schneiderhan dejaron pocas cosas intactas de las planeadas por sus predecesores Scharping y Kujat. En una directiva de octubre de 2003, el ministro ordenó un nuevo enfoque para las adquisiciones: el futuro equipamiento debería ser adquirido en relación estrecha con las tareas de las fuerzas armadas. Los planes que no cumplieran estos criterios deberían cancelarse, aún cuando afectaran a capacidades conexas, y debían revisarse todos los programas actuales para poder aplicar los nuevos avances tecnológicos46. El nivel de financiación del Ministerio de Defensa es el objeto de una batalla entre el Ministro de Defensa y el Ministro de Finanzas, Hans Eichel. En Junio 2004 el presupuesto anual fue fijado en 23.900 millones de euros, más 100 millones de euros ahorrados a través de la privatización, con el fin de alcanzar el umbral políticamente importante de 24 mil millones de euros. El Ministro Struch apunta a llevar el presupuesto de 24.250 millones de euros en 2005 a 25.800 millones de euros en 2009 y las compras de 4.020 millones de euros el próximo año a 7.000 millones de euros en 2012, subiendo el cupo de inversión al 31%. Los comentarios han sido escépticos en vista del déficit general del presupuesto alemán, que supera el 3% permitido por el Pacto de Estabilidad financiera de la Unión Europea47. El gobierno francés está experimentando problemas similares. El Presidente Chirac siempre dio mucha prioridad a la modernización de las fuerzas armadas, tanto convencionales como nucleares. Como Gran Bretaña, Francia es capaz de montar operaciones expedicionarias y ha probado su voluntad de hacerlo. A pesar de los incrementos en el presupuesto de defensa, el gobierno se enfrentará a la dolorosa opción de reducir los niveles de tropa o reducir los gastos en equipamiento. La situación financiera y económica del país es difícil y el Ministro de Finanzas Nicolas Sarkozy, un rival político del presidente, quería recortar el presupuesto de defensa con el fin de poner su casa en orden antes de dejar su puesto para concentrarse en el liderazgo del partido. Bajo su presión, Francia viró hacia una mezcla de consolidación nacional y europea: Se rechazaron adquisiciones de empresas extranjeras, se alentaron las fusiones nacionales aún cuando sus sinergias no fueran obvias y se alentaba la fusión de Thales con EADS, lo cual fortalecería la influencia francesa. Los niveles de tropa ya habían sido recortados en todos los servicios militares excepto la Gendarmería durante el período presupuestario 1995-2002. Con la abolición de la conscripción, el ejército fue reducido de 237.000 a 136.000 con una 46 Weisung für die Weiterentwicklung der Bundeswehr, Berlin, 1 de Octubre de 2003, citado por y Martin Agüera en Gemeinsam sicher,Vision und realität europäischer Sicherheitspolitik, Hans Seidel Stiftung/Ars Una, Neuried, 2004, p.353. 47 Noticias de Defensa, 21 de Junio de 2004. ‘Reforma de Defensa aún incierta para Berlín’. 72 organización modular en 9 brigadas de combate, 4 brigadas de apoyo al combate y dos brigadas logísticas. Esta cifra es aún superior en 20.000 a la del Ejército Británico pero la capacidad de montar una fuerza expedicionaria es menor. En el aspecto nuclear, Francia mantiene 4 submarinos nucleares de misiles estratégicos, para el 2010 todos de la moderna clase Triumph, para ser equipados con nuevos misiles balísticos lanzados desde submarinos. El avión Rafale reemplazará al Mirage2000N y al Super Etendart en su papel de ataque nuclear. Bajo la actual Ley de Presupuesto Militar, el gasto en equipamiento subirá un 0,8% en 2005 con respecto a los 14.900 millones de euros en 2004. El costo en personal ha subido espectacularmente en la última década, como resultado de la profesionalización y los mayores salarios y condiciones de vida, y han consumido 16.400 millones de euros en 2002. El lado civil del Ministerio de Defensa es fuerte, con 90.000 empleados públicos, muchos de ellos en el sector de equipamiento. Siguiendo el método de cálculo de la OTAN, Francia gastó 2,6% del PBI de defensa en 2003. Francia se distinguió por una serie impresionante de proyectos tecnológicos. Después del programa nuclear, de cuyo valor se podría dudar en el actual ambiente estratégico, Francia desarrolló una capacidad independiente de reconocimiento a través del programa óptico Helios y el satélite de comunicaciones Syracuse, y también fue el primer país europeo en reconocer la importancia de los vehículos no tripulados (UAV). Los UAV fueron diseñados originariamente para el reconocimiento táctico, transmitiendo sus imágenes directamente al comandante. Durante la campaña de Afganistán, Estados Unidos añadió una capacidad de lanzamiento de armas que podría aportar un cambio revolucionario al combate de alta tecnología. No sólo permiten respuestas inmediatas en tiempo real; también pueden reducir las pérdidas de fuerzas aliadas que ya no han de exponerse en posiciones vulnerables. Francia tomó la iniciativa de unir la Aviación Dassault (Dassault Aviation) y la multinacional EADS para desarrollar un nuevo UAV de altitud media y gran autonomía llamado EuroMALE, y un UAV de combate llamado Neuron. El Ministro de Defensa se comprometió a financiar un proyecto tecnológico de 135 millones de euros para el nuevo concepto de guerra aire-tierra por red que llamado Bulle Operationelle Aeroterrestre, que proporcionará el marco para utilizar los datos suministrados por los UAVs y otros sensores48. Francia también era un defensor del avión de transporte A400M de la familia Airbus y 60 irán a Alemania, 27 a España, 25 al Reino Unido 10 a Turquía, 7 a Bélgica y 1 a Luxemburgo. Cuando comiencen las entregas en 2009, Europa adquirirá una importante capacidad estratégica en transporte aéreo estratégico. Entre los países de la OTAN, Italia lanzó un segundo portaviones. El Cavour, de 27.000 toneladas, que puede transportar 12 helicópteros u ocho aviones de despegue corto, estará operativo en 2008. El portaaviones se unirá al más pequeño Garibaldi, de 13,850 toneladas de peso, y da cabida a una fuerza expedicionaria anfibia y tropas 48 Noticias de Defensa, 21 de Junio de 2004, ‘Francia lanza el Desafío UAV’. 73 de desembarco de tropas, además de las tripulaciones aéreas y navales49. El día del lanzamiento el ministro de Defensa Martino dijo a la prensa que él estaba luchando contra un recorte de 1.8 billones de euros (de un presupuesto total de 14 billones de euros) y esperaba reducirlo a 900 millones. Aún si triunfaba, se esperaba que el presupuesto de equipamiento de 3.2 billones de euros se redujera en 500 millones de euros. Al mismo tiempo se llevaban a cabo negociaciones para el programa de la fragata Franco-italiana FREMM, con 17 previstas para Francia y 10 para Italia. Menos positivo fue la repentina retirada de Italia del proyecto de transporte aéreo A400M. En el sector industrial, Finmeccanica está adquiriendo Westland en el Reino Unido y comprando otros sistemas de comunicación de Sistemas BAE. Los seis años de los Sistemas Alenia Marconi de joint-venture (empresa conjunta) terminaron en un movimiento que pareció centrarse más en absorciones que en alianzas50. España ha aumentado su presupuesto de defensa para 2004 en un 4,5%, ascendiendo a 360 millones de euros como parte de un programa de modernización de 15 años. Además de comprar el avión A400M y el Eurofighter, España está construyendo un buque de ataque anfibio multipropósito que transporta 4 helicópteros grandes u ocho helicópteros pequeños51. Polonia aprobó un plan de cinco años para el período 2001-2006 estipulando que gastaría no menos del 1.95% de su PBI en defensa. Se añadieron más fondos para comprar 60 F-16. Los otros miembros de la OTAN también comprometieron fondos alrededor de este porcentaje, excepto Estonia y Eslovenia, quienes se mantuvieron en 1.6% y 1.5 % en 2002. Entre los países más pequeños, la República Checa encontró su lugar propio mediante la concentración sobre detección y equipo de protección NBC El país que gasta más en investigación y desarrollo como porcentaje del PBI en el mundo es Suecia. Sus fuerzas armadas persiguen una gama de sistemas de armas avanzados y usan su experiencia en la tecnología de la información para desarrollar una red informática unificada. Saab, según se informa, está estudiando un vehículo aéreo de combate no tripulado llamado SHARC, por Configuración de Alta Investigación Avanzada Sueca y cabezas de guerra para su misil de crucero. Suecia liberó dinero para R&D, para una reorganización radical de sus fuerzas armadas en tres mandos conjuntos, recortando sus cuerpos de oficiales de 15.000 a 9.40052. Bajo su plan de reforma Ejército XXI, iniciado en 2004, Suiza está reduciendo su ejército de 320.000 a 140.000 miembros, con 80.000 reservas. El sistema de milicia 49 Noticias de Defensa, 26 de Julio de 2004, “Segundo portaaviones lanzado en medio del temor por el presupuesto italiano”. 50 Noticias de Defensa, 25 de Octubre de 2004, ‘Finmeccanica, BAE se separa de AMS’. 51 Asamblea Parlamentaria de la OTAN, informe de John Shimkus ( Estados Unidos) ‘Alliance-wide progress on meeting the Prague Capability Commitments’, Abril de 2004. 52 Encuesta Estratégica de IISS 2000/2001, pp. 30-31, ‘Swifter Sweden’. 74 seguirá siendo central para el planeamiento de la defensa de Suiza, pero el personal profesional pasará de 3.500 a 4.500. Como cualquier reducción, estos cambios tendrán impacto sobre las adquisiciones de equipos. Observando estos cambios y el estado general del ejército europeo, el panorama es ambiguo. Se han logrado algunos avances para solucionar los problemas del lado de la UE, pero el ritmo no es impresionante. Se satisfará la necesidad de portaaviones si los británicos, franceses e italianos logran trabajar juntos. Las necesidades de transporte aéreo deben ser satisfechas con el A400M, aún cuando no pueda transportar las cargas pesadas de un C-17 o un An-70. Se han remediado las carencias en protección NBC. Sobre cazabombarderos el inventario es diverso, pero la cantidad total parece exceder las necesidades futuras. En los conflictos recientes, no había enemigo aéreo y las misiones en Afganistán, por ejemplo, demandaban muy pocos aviones después de finalizada la campaña inicial. No es extraño que muchos Ministerios de Defensa estén descontentos con sus compromisos de una época anterior. En general, el problema no era tanto la disponibilidad de capacidades individuales como la dificultad de reunirlas en paquetes de fuerza fiables, capaces de despliegue rápido y acción conjunta. Por dicha razón, las posibilidades de “pooling” están obteniendo una renovada atención. La anexión de diez nuevos estados a la UE no cambió la situación del sector de armamentos europeo en forma esencial53. Los nuevos miembros tendrán que definir una posición con respecto a las iniciativas actuales, en particular, la Agencia de Defensa Europea. Necesitarán orientación para la modernización de sus fuerzas armadas (que frecuentemente tienen stocks de equipos de la era soviética) y posibles capacidades propias. La EDA podría ayudar también a identificar oportunidades de cooperación. 53 El Instituto de la UE para Estudios de Seguridad, Monografía No. 54, editado por Burkard Schmitt, ‘Expansión y armamentos de la Unión Europea. Industrias y mercados de defensa de los países de Visegrad’. Septiembre de 2004. 75 5.Supervisión Parlamentaria Las decisiones en materia de defensa y seguridad han pasado a ser más políticas y, en consecuencia, atraen más atención parlamentaria. La participación en operaciones de paz no es automática sino que está sujeta a una amplia gama de consideraciones. Las cuestiones relativas a la estabilidad y la ley y el orden internacional son prioritarias. Las violaciones graves a los derechos humanos, o incluso el genocidio, requieren de la acción internacional de organizaciones internacionales o “coaliciones de buena voluntad”. La participación está determinada por las percepciones nacionales de sus intereses y, cada vez más, por su nivel de ambición. ¿Qué están dispuestos a aportar en términos de costos y cuáles son los riesgos que están dispuestos a compartir? ¿Y qué parte de los intereses nacionales están dispuestos a dedicar a la paz y la seguridad en una ardua competencia con otras tareas del gobierno que afectan directamente al ciudadano, como la salud, la educación y la seguridad social? El creciente reconocimiento del vínculo entre la seguridad interna y la externa ha incrementado la prioridad de la cuestión dentro de la agenda política, pero las compensaciones siguen siendo un tema delicado. Sin tratar de ser demasiado académico, vale la pena advertir que la sociedad occidental moderna ha desarrollado una nueva paradoja que tiene que ver con la diferencia entre la cooperación internacional basada en el valor y la cooperación internacional basada en el interés y la confusión entre valores y normas. Los valores están primero y las normas se derivan de los valores. En la organización occidental, compartir la soberanía se ha convertido en la norma, pero compartir el riesgo es el valor. El objetivo de la paz se ha convertido más en un proceso y menos en un producto54. La paradoja radica en el hecho de que al mismo tiempo nuestra sociedad es cada vez más enemiga del riesgo; la cultura de la gestión ha reemplazado a los grandes ideales. El resultado es el debate constante sobre cada elección, agravado por la ausencia de criterios precisos para mantener los niveles de fuerzas y el correspondiente esfuerzo financiero. Todo se ha convertido en una cuestión de apreciación y todos estamos en riesgo de perder la senda. En estas circunstancias los parlamentarios deben intentar seguir un enfoque amplio y consistente, con procedimientos claramente establecidos para los actos de la comisión de defensa y los debates plenarios. En primer lugar, su gobierno debe presentar y actualizar su concepto de seguridad y su política de seguridad. Estos deben especificar las necesidades en materia de defensa en el sentido estricto de la palabra, es decir la preservación de la independencia y la integridad territorial, y deben estar acompañados por un proceso de evaluación de amenazas. En segundo lugar, debe determinarse el nivel de ambición para la participación en operaciones internacionales de paz, definiendo aportes concretos en términos de unidades y capacidades y disponibilidad para el despliegue fuera del país. 54 El autor está en deuda con Chritopher Coker for sus comentarios en la Conferencia Schengen del Instituto de Estudios Europeos e Internacionales de Luxemburgo, Junio de 2004. En tercer lugar, el personal y los equipos deben orientarse a estas ambiciones, incluyendo actividades de capacitación y acuerdos cooperativos y de apoyo logístico. La opción preferida sería formar “paquetes de fuerza”, entrenados y preparados para desplegarse tan pronto como surja una crisis y se tome la decisión política de participar en la operación. En cuarto lugar, en la OTAN y en la Unión Europea se debe prestar más atención a los planes de adquisiciones de aliados y socios. El proceso de revisión y planificación (PARPS) de la OTAN estableció la realización de una evaluación detallada por parte de las autoridades militares. La Unión Europea sigue un proceso ascendente voluntario que hasta el momento carece del proceso descendente de proponer ajustes a los países miembros. No es suficiente con identificar los problemas y esperar que alguien los solucione. Una evaluación por parte de la Agencia Europea de Defensa podría solucionar el problema. En quinto lugar, más específicamente para la adquisición de equipos para defensa, deben establecerse algunos puntos. El Manual para Parlamentarios N° 5 del 2003 del DCAF (Centro de Ginebra para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas) y la IPU (Unión Interparlamentaria) dedicó el capítulo 28 a la “Adquisición de armas y equipos miliares” con un espacio de sugerencias “Lo que usted puede hacer como parlamentario” (Ver Anexo 5). Lo más importante es asegurarse de que los gobiernos apliquen los procesos democráticos de “revelar, explicar y justificar” también al sector de equipamiento. Desde el punto de vista presupuestario, los parlamentarios deben estar convencidos de que existirán fondos suficientes para los planes que les presenten, no sólo en el presente año, sino durante toda la fase de la adquisición. Los gobiernos tienden a subestimar la subida de los precios en los proyectos a largo plazo, y a ser más optimistas que en el año en curso con respecto a los futuros recursos. Alemania y Rumania han proporcionado ejemplos de planes de adquisición que no podían afrontar. Estadísticamente, los cálculos de los costos de proyecto totales siempre han sido bajos y, algunas veces, en forma deliberada. Los costos superiores a los previstos son frecuentes, las demoras existen, y los programas laterales se están haciendo más caros de lo presupuestado. Como la adquisición de equipos para defensa implica plazos extensos, es importante evaluar el impacto en el desarrollo de capacidades a largo plazo para determinar de qué manera se ajustarán los nuevos equipos a una composición armoniosa de las fuerzas armadas. El énfasis actual en las “operaciones conjuntas” hace que esto sea aún más necesario. También se debe prestar atención a los costos de ciclo de vida de los nuevos sistemas, incluyendo mantenimiento, actualizaciones y personal necesario para manejarlos. Se plantean cuestiones difíciles con respecto a algunos aspectos de la confidencialidad y la prevención de la corrupción. En el área de defensa, la confidencialidad inevitablemente tiene un papel más amplio que en otros ámbitos. Obviamente, el detalle de los planes operativos debe ser secreto por cuestiones de defensa y de preservación de la paz. Lo mismo se aplica a ciertas características armamentistas, pero la necesidad de confidencialidad no debe exagerarse. Muchos detalles son de dominio público a través de periódicos profesionales, anuncios empresariales y otros medios. Si una elección depende de detalles secretos, las comisiones parlamentarias deben poder recibir informes confidenciales a puerta cerrada. La corrupción plantea un problema porque es difícil de detectar. ¿La preferencia de alguien es el resultado de una sólida evaluación de todos los factores relevantes, o ha sido influenciada por favores, hospitalidad indebida, presentes o pagos? Los Ministros de Defensa deben tener oficinas especiales para combatir la corrupción entre su personal, con acceso a todos los documentos involucrados. Las empresas a menudo recurren a los parlamentarios en un intento por influenciar su voto en una dura competencia. Algunas veces lo hacen a través de donaciones a los partidos, como lo que sucedió en Bélgica y Alemania. La mejor manera de mantener la objetividad al juzgar las ofertas es no visitar a las empresas de defensa por cuenta propia sino en compañía de colegas de otros partidos políticos. Existe una cierta tensión entre las preferencias de los militares, que buscan lo mejor y se ven influidos por contactos tradicionales con las fuerzas armadas y empresas industriales de un país en particular -a menudo Estados Unidos- y políticos que deben tener una visión más amplia de los intereses políticos y económicos de su país. Si un producto europeo nacional cumple con los criterios, ¿por qué no tomarlo, incluso si un sistema estadounidense podría ser mejor? Dichas consideraciones son más importantes en los países que tienen una industria armamentista propia. En otros hay argumentos poderosos para comprar los mejores productos ya hechos y no dar preferencia a la industria europea. El peso que se da a las consideraciones económicas varía en los diferentes países, pero generalmente se incrementa en comparación con los años en los que la prioridad otorgada a la defensa colectiva simplemente demandó lo mejor. De cualquier manera, la cuestión de los trabajos a nivel nacional siempre ha tenido un papel importante en los debates parlamentarios. El control parlamentario de las cuestiones de defensa reside en los parlamentos nacionales. Sin embargo, las asambleas parlamentarias de la OTAN y la Unión de Europa Occidental han desempeñado un papel importante para ofrecer una dimensión internacional al debate. Sus informes son de alta calidad y constituyen una fuente útil de información para los parlamentarios, los medios y el público en general. El hecho de debatir sobre estos temas y de trabajar y votar las resoluciones conjuntas aumenta el nivel de concienciación en el proceso, que podría ser descrito como "creación de consenso". Al regresar a sus propios parlamentos, los miembros se benefician a partir de esta apreciación común (o a partir de las diferencias) cuando tienen que participar en el debate nacional. El proceso de integración europea carece de esta dimensión parlamentaria en el ámbito de seguridad y defensa. En el futuro, esto puede cambiar cuando las cuestiones de política industrial e innovación tecnológica en el sector civil y militar se entremezclen. Sin embargo, hasta el momento, muchos países, entre ellos Francia y el Reino Unido, se han resistido a dar a la Comisión y el Parlamento Europeo un papel más importante en estas cuestiones “intergubernamentales”. Como resultado, la posibilidad de contactos entre los parlamentos nacionales a nivel europeo se ve amenazada por la adopción por parte de la Unión Europea de las funciones de la UEO (Unión Europea Occidental). La Asamblea de la UEO no puede debatir con un Consejo a nivel ministerial. Su propuesta de formar una asamblea conjunta de parlamentarios nacionales y algunos miembros del Parlamento Europeo no ha sido aceptada. Por el contrario, los gobiernos se inclinaron por una agenda más cargada para la COSAC, la reunión de los miembros de las comisiones nacionales de asuntos europeos, pero estos individuos generalmente no son expertos en asuntos de seguridad ni en las otras áreas intergubernamentales de justicia y asuntos internos. La Conferencia Intergubernamental sobre la Constitución Europea incluyó dos artículos sobre cooperación interparlamentaria en el Título 2 del Protocolo sobre el papel de los parlamentos nacionales de los Estados Miembros en la Unión Europea. Este protocolo trata principalmente la cuestión importante de la “subsidiariedad” y el derecho de los parlamentos a enviar una opinión razonada sobre el hecho de si el proyecto de ley europea debe ser adoptado por la Unión o debe ser parte de la legislación nacional. Con respecto a la cooperación interparlamentaria establece: Artículo 9: El Parlamento Europeo y los Parlamentos nacionales deben determinar en forma conjunta la organización y promoción de una cooperación interparlamentaria efectiva y regular dentro de la Unión Europea. Artículo 10. La Conferencia de las Comisiones de Asuntos Europeos podrá enviar toda contribución que considere apropiada a la atención del Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión. Dicha Conferencia deberá, además, promover el intercambio de información y buenas prácticas entre los Parlamentos nacionales y el Parlamento Europeo, incluyendo sus comisiones especiales. También podrá organizar conferencias interparlamentarias sobre temas específicos, en particular para debatir cuestiones de política común de asuntos exteriores y seguridad, incluyendo la seguridad común y la política de defensa. Las contribuciones de la Conferencia no comprometerán a los Parlamentos nacionales y no prejuzgarán sus posiciones. Estas disposiciones dejan mucho por determinar en una difícil relación entre los parlamentos europeos y los parlamentos nacionales. De cualquier manera, significarían un paso atrás en comparación con el trabajo de la Asamblea de la UEO porque los miembros de la COSAC no tienen un mandato de su comisión nacional o su partido político y, por lo tanto, no elaboran las resoluciones políticas. Las conferencias parlamentarias infrecuentes y no comprometidas no pueden reemplazar los acuerdos institucionales de una asamblea hecha y derecha con un plan de trabajo, un sistema de información y procedimientos de votación Es difícil ver de qué manera, sin una preparación en comisiones, las conferencias ad hoc de miembros de 25 o más parlamentarios serán capaces de presentar declaraciones válidas. Otro inconveniente sería la desaparición de la condición de Miembro Asociado y Socio Adjunto, que ha sido un acuerdo innovador en la UEO para incorporar a miembros de la OTAN que no forman parte de la Unión Europea y a los países candidatos de la Unión Europea (incluyendo Turquía, pero sin Chipre y Malta, que no participan en la Asociación para la Paz y, por lo tanto, deben quedarse fuera del círculo de la política de defensa y seguridad). En última instancia, este acuerdo podría perder su significado cuando Bulgaria y Rumania se conviertan en miembros de la Unión Europea en el 2007, pero el estatus de Miembro Asociado para Turquía seguiría siendo útil durante mucho más tiempo, también en conexión con el trabajo de la Agencia Europea de Defensa como sucesora de la WEAO (Organización de Armamento de Europa Occidental). En estas circunstancias, el debate sobre seguridad entre parlamentarios informados probablemente pase a la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, con su bien establecida reputación por la calidad de sus informes, sus vínculos con países de la Asociación para la Paz, incluyendo una posición especial para Rusia, y una reunión del grupo de trabajo mediterráneo con representantes de los países de África del Norte. El valor de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN radica en gran parte en los contactos entre políticos estadounidenses y europeos y dependerá, por lo tanto, del interés demostrado por los miembros del Congreso de los Estados Unidos. Las cuestiones en materia de adquisiciones generalmente no son prioritarias en la agenda de la Comisión de Defensa y Seguridad, pero cuestiones tales como la política europea de seguridad y defensa o la transferencia de tecnología sí los son. Conclusión Esperamos que el análisis de las páginas anteriores haya dado una impresión adecuada de la complejidad de factores que afectan las adquisiciones militares y tienen un impacto en las decisiones gubernamentales y el análisis parlamentario. En el capítulo 1 hemos visto que el gobierno está muy involucrado, no sólo como comprador único de equipos de defensa, sino también porque la base industrial y tecnológica de defensa representa trabajos de alta calidad con beneficios indirectos en otras áreas. En términos de asignación de recursos, la industria depende mucho de las decisiones políticas entre el gobierno y el parlamento. La claridad y, siempre que sea posible, la consistencia a largo plazo en el proceso de elaboración de presupuestos son esenciales para la planificación industrial y la defensa. Los parlamentarios deben prestar particular atención a los cambios en la planificación multianual y verificar que los aspectos en materia de adquisiciones sean tomados en consideración para lograr el desarrollo armonioso de sus fuerzas armadas. Sin la asistencia del gobierno, y a veces la presión, la consolidación de la industria de defensa en entidades nacionales o, preferentemente, transnacionales, tiene pocas probabilidades de éxito. Pero los gobiernos también deben realizar la tarea de reunir a las personas a cargo de la definición de los requisitos operativos con los directores de armas. De lo contrario, el riesgo de abandonar el curso de la fase de desarrollo es considerable, como lo demuestran algunos proyectos multinacionales recientes. Al hacerlo, los gobiernos deberán convencer a los parlamentos de que el mantenimiento del curso es la mejor alternativa, pero eso requeriría de una presentación transparente del proyecto desde el comienzo. Hemos delineado una secuencia de modelo para la preparación de planes y presupuestos y la manera de obtener la aprobación parlamentaria. Los Países Bajos y Alemania tienen una manera lógica de mantener a los parlamentos informados sobre cómo se determinan los requisitos operativos y, en algunas fases de las especificaciones técnicas, el análisis de mercado y las ofertas industriales negociadas se convierten en decisiones de adquirir, sujeto al consentimiento parlamentario. Ningún otros sistema es tan claro y transparente, tanto sobre implicaciones políticas como financieras. La supervisión parlamentaria de la adquisición de equipos de defensa está lejos de ser perfecta. Sólo unos pocos países siguen procedimientos que tienen el potencial de imponer controles sobre el ejecutivo. Y pocos parlamentarios son capaces de emitir opiniones amplias que tengan una incidencia en cuestiones cada vez más complejas. Las consideraciones políticas, militares y económicas están interrelacionadas. Las decisiones sobre los equipos deben equiparar el nivel de ambición del país para asumir la responsabilidad de la paz y la seguridad. También deben estar acompañadas por una política de personal que garantice la adecuación del personal y la seguridad de las personas que manejan los equipos. Debe prestarse más atención a lo que los socios y aliados planean aportar y se necesita de un gran esfuerzo para desarrollar “paquetes de fuerza” como un marco para la adquisición y planificación a largo plazo. Su actual despliegue seguirá estando sujeto a las decisiones nacionales soberanas, pero a los fines de la planificación estos son esenciales. Con un poco de suerte, el fortalecimiento de la política de seguridad y defensa mantendrá a los socios unidos en un espíritu de solidaridad. Las transacciones de compensación, que compensan los desembolsos financieros en el exterior con órdenes de coproducción u órdenes alternativas, se han convertido en una forma de vida para secciones enteras en los ministerios de asuntos económicos. Si el Congreso de Estados Unidos se opone a estos arreglos, los compradores extranjeros estarán más desalentados para adquirir sistemas estadounidenses. Los parlamentarios generalmente desean conocer los detalles de estos acuerdos en términos de calidad del empleo proporcionado, e incrementos de costos como resultado de la duplicación de líneas de ensamblaje u otros acuerdos. La coproducción de partes para toda la serie construida por el contratista principal generalmente es el mejor acuerdo. La industria europea siempre ha abogado por la creación de un Mercado Europeo de Equipos de Defensa (EDEM) que permita una competencia justa entre proveedores europeos. Esto no es lo mismo que eliminar el Artículo 296 TEU (anteriormente 223) que deja a los artículos militares fuera del mercado interno. La mayoría de las empresas desean mantener el artículo, aunque sea como una moneda de cambio con los principales competidores fuera de la Unión Europea que tienen sus propios mercados cerrados. Una de las principales conclusiones de este informe es que la industria se encuentra a kilómetros de distancia de sus gobiernos. Esto debería involucrar a los parlamentarios. Los gobiernos han saltado de una solución organizativa a otra, pero al final mantuvieron sus actitudes proteccionistas, sin darse cuenta de que sus industrias estarían mejor con un EDEM adecuado y normas simples para las restricciones de exportaciones y la seguridad del suministro. Los países participantes fluctúan entre la interdependencia y la soberanía, los intereses de la industria local y la importancia de los mercados de escala europea. La Agencia Europea de Defensa (EDA) es básicamente un enfoque descendente, pero una cooperación duradera también requiere de una base construida en forma ascendente. En síntesis, el entorno europeo es complicado y los parlamentarios requerirán de un esfuerzo real para mantenerse al tanto de los acontecimientos. Los parlamentarios deberán formarse una opinión con respecto a la conveniencia de incluir la industria dentro de su país o promover la consolidación a nivel europeo. La ausencia de un presupuesto europeo de defensa unificado sigue obligando a las empresas a comercializar sus productos en cada país en forma individual. Al mismo tiempo, la política industrial en Alemania y Francia está menos inclinada a favor de las fusiones transfronterizas, mientras que el Reino Unidos fluctúa entre intereses europeos y transatlánticos. Como resultado, los actuales gigantes –EADS, BAE Systems y Thales- podrían abstenerse de posteriores fusiones entre ellos. La futura consolidación podría limitarse a las empresas de segundo o tercer nivel, a nivel europeo o transatlántico. Las adquisiciones por parte de empresas estadounidenses, particularmente General Dynamics, se están analizando cada vez más. En Alemania, un reciente cambio en la ley de comercio exterior permite al gobierno vetar las inversiones extranjeras superiores al 25% en cualquier empresa del área de defensa55. Las diferentes estructuras organizacionales, como LoI, OCCAR, POLARM, WEAG y WEAO tienen algún valor, pero su producción siguió estando por debajo de las expectativas. No es sorprendente que el anuncio de la Agencia Europea de Defensa se haya encontrado con el escepticismo acostumbrado. Un importante industrial expresó en privado que los gobiernos europeos están todavía divididos. No obstante, si lo consideramos con un cierto sentido de compromiso, la Agencia Europea de Defensa (EDA) por primera vez representa un esfuerzo consciente para agrupar la producción, adquisición y, por último, la evaluación, en el mismo desarrollo institucional. Se ha prestado mucha atención a los escenarios para la resolución de crisis a ambos lados del Atlántico. Algunos pueden cuestionar este tipo de enfoques en tiempos de incertidumbre. Sin embargo, es la única manera de organizar nuestras fuerzas armadas y equiparlas en forma apropiada. Los parlamentarios deberían analizar 55 CBS MarketWatch, 9 de Diciembre de 2004 por Aude Lagorce, ‘EU defense sector championed. Consolidación del presupuesto de defensa improbable en el corto plazo’. estos escenarios ya que forman un sustento abarcador de las posibles tareas de sus fuerzas armadas. Parece haber un creciente acuerdo entre la UE y Estados Unidos con respecto a las principales amenazas que confrontan ambos: el terrorismo, armas de destrucción masiva y estados relacionados con el delito organizado. El proyecto Solana de junio de 2003 ha cumplido una importante función de construcción de puentes. Todavía le falta una pauta concreta para la planificación de fuerzas y necesita un mayor refinamiento pero ha aliviado gran parte de los problemas transatlánticos. Los parlamentarios nacionales deberían concentrarse en cómo ven a su país para enfrentar estas amenazas y en qué tipo de fuerzas y equipos serían necesarios para cumplir estas tareas. Cuando la Constitución Europea haya sido ratificada, el nuevo Ministro de Relaciones Exteriores tendrá que ejercer su derecho de iniciativa. Ya se están haciendo los preparativos para crear un servicio externo común. La UE hará un buen aporte a la solución de los problemas mundiales si demuestra que es capaz de emplear todos los instrumentos a su disposición de manera coherente. Como la Comisión Europea debe participar en la aplicación de la mayoría de los instrumentos, como sanciones u otras restricciones, la capacidad de doble función del Ministro de Relaciones Exteriores facilitará dicha coherencia. Su tarea no será fácil porque las relaciones exteriores de la UE tienen muchos aspectos, y se complica en manos de una única persona. Su relación con el recientemente creado Presidente del Consejo Europeo y con el Presidente de la Comisión requerirá de más de un curso de mediación, pero la función vale el esfuerzo de poner más coherencia en los elementos comunitarios e intergubernamentales del proceso de integración. La seguridad internacional seguirá preocupando a los parlamentos nacionales, y los gobiernos deberán responder al sentimiento creciente de inseguridad que prevalece en todas partes. Los ciudadanos quieren estar protegidos contra el creciente nivel de violencia y harán responsables a sus gobiernos. Los límites entre la seguridad interna y la externa se están esfumando, y se necesitarán nuevos acuerdos y una coordinación entre el sector militar, la policía y otros servicios gubernamentales. En Estados Unidos, el Departamento de Seguridad Interna ha adquirido muchas competencias pero todavía debe probar el valor de una organización gigantesca. En todo caso, una rápida comunicación, una clara división del trabajo y una capacidad de una acción rápida serán cruciales en todas partes. Esto también tendrá un impacto sobre la compra de los sistemas necesarios para recolectar y difundir información y para la protección de objetivos de alto valor en la sociedad nacional. En el sector militar la “transformación” hacia operaciones centradas en la red seguirá existiendo pero también muestra sus limitaciones. A pesar de todos los activos de alta tecnología hemos visto fracasos de la inteligencia en todas las operaciones recientes, y la inteligencia humana sigue siendo indispensable. Igualmente, sin soldados en el campo, las operaciones urbanas u otras acciones de contra-insurgencia no pueden tener éxito. El planeamiento de armamentos deberá tomar en cuenta estas viejas verdades. Muchos países están ajustando sus planes, lamentablemente con recursos financieros más escasos. Cada vez más, la pregunta a formular es qué países se esforzarían por participar en el establecimiento de la paz con fuerzas de combate. Se ve con beneplácito la reciente decisión de crear unos trece “grupos de batalla” pero el tema sigue siendo qué tipo de batalla puede librarse con 1.500 efectivos. Por lo tanto, el asunto de combinar varios grupos de batalla y de proporcionarles estructuras de mando adecuadas y armas combinadas sigue en discusión. Hasta ahora, los ajustes nacionales han adolecido de una falta de coordinación con otros socios y aliados, un fenómeno común en la OTAN y en la UE. Los parlamentarios deberían seguir enfocados en las posibilidades de crear sinergias a través del agrupamiento de recursos, el desarrollo de capacidades en las que cada país encuentre su hueco, entrenamiento y ejercicios conjuntos. Este “Ocasional Paper” se ha referido extensamente al panorama europeo. Esto no se debe a que existan dudas sobre el liderazgo tecnológico de Estados Unidos en muchos campos ni sobre la conveniencia de la cooperación en las relaciones transatlánticas. Se debe a que los acuerdos europeos para la cooperación en materia de equipos de defensa se encuentran en evolución en un momento en que está siendo reconocida la importancia de una base industrial de la defensa de la UE y que la transferencia tecnológica por Estados Unidos se está convirtiendo en un serio obstáculo para la cooperación en materia de equipamiento. Ambas tendencias continuarán probablemente, si bien el Pentágono parece estar dispuesto a permitir algún tipo de competencia europea, dado que está asociado con empresas estadounidenses56. La innovación industrial se ha convertido en una palabra clave en la UE y sin una ruta de dos sentidos a través del Atlántico se realizarán pocas adquisiciones importantes. El único interrogante rodea al proceso actual de empresas y compañías de inversión de Estados Unidos que adquieran empresas de defensa de Europa. A la luz de la mayor atención que recibe en todos lados el tema del respeto por los derechos humanos, las políticas de exportación de armamentos seguirán bajo el escrutinio parlamentario. En alguna medida, podrían transformarse en obstáculos para los acuerdos multinacionales de producción cuando afectan a la seguridad de suministros de componentes al principal contratista o línea de ensamblaje. Un caso reciente que obtiene atención parlamentaria fue el embargo de armas de la UE a China al generarse la violencia de Tiananmen. La suspensión de este embargo fue buscada por Francia y Alemania, pero la UE la hizo depender de un fortalecimiento de su propio código exportador. 56 El Pentágono alentaba una licitación Europea para proveer de aviones cisterna después de que el Boeing había sido desacreditado por prometer empleos a oficiales de defensa. Naturalmente, Airbus fue renuente a exponerse después de que los Estados Unidos la había criticado firmemente por recibir ayuda estatal. Ver Noticias de Defensa, 29 de Noviembre de 2004. “DoD abre las puertas de los aviones cisterna a EADS. Temor de retroceso en el Congreso obsesiona a los potenciales socios de Estados Unidos” Northrop Grumman aparentemente estaba hablando a la EADS acerca de una asociación. Una vez más nacen esperanzas sobre la cooperación en materia de equipos, pero ahora las posibilidades de progreso parecen mejor que nunca, a pesar de las considerables dificultades existentes. En general, la industria europea es suficientemente competente. El problema reside más en la disponibilidad de masa suficiente para crear economías de peso. Una mayor consolidación parece, pues, necesaria. En segundo lugar, la UE está empezando a darle importancia a una política europea de seguridad y defensa. Los funcionarios de uniforme son recién llegados en un mundo que se concentra en la legislación y en la creación de un campo de juego a nivel en competición. Las nociones de solidaridad y riesgos compartidos no surgen naturalmente, en especial cuando nuestra propia existencia no está inmediatamente en juego. Se han logrado avances. Nuestros valores de democracia y respeto por los derechos humanos son comunes, al menos sobre el papel. En la UE, los fondos estructurales para asistir a las regiones subdesarrolladas han creado un sentimiento de solidaridad. Hace veinte años, la comunidad empresarial ha dado un fuerte impulso a la creación de un mercado común interno, como una necesidad de seguir siendo competente y capaz de hacer frente a la competencia internacional. En la actualidad, la misma tendencia resulta visible en la producción en el área de defensa. Sin embargo, las diferencias subsisten y están vinculadas con las relaciones entre el estado y la industria. Los gobiernos son ambiguos en cuanto a los objetivos. Por un lado, están interesados en mantener una base tecnológica y la consolidación de las empresas que solas no podrían sobrevivir, pero por el otro también se interesan en obtener ganancias alentando la competencia. Es más, los gobiernos no son muy buenos escogiendo industriales ganadores. Su principal desafío será alentar la cooperación transfronteriza que no lleve a aumentos de costos, y desarrollar programas en los que los participantes mantengan la ruta y no se separen prematuramente. En síntesis, un espectro de consideraciones que merece la atención de los parlamentarios, en un primer momento, organizado de forma sistemática, con un personal profesional y un nivel óptimo de transparencia y diálogo. Anexo 1 Consulta al Parlamento Europeo por el Ministro de Asuntos Exteriores Constitución Europea, Sección III-304 (ex Sección 21 TEU y Convención 205) 1. El Ministro de Asuntos Exteriores de la Unión consultará al Parlamento Europeo de acuerdo con la Sección 1-40(6) y Sección 1-41 (8). Garantizará que las opiniones del Parlamento Europeo sean debidamente tomadas en consideración. Los representantes especiales pueden participar en el informe al Parlamento Europeo. 2. El Parlamento Europeo podrá responder preguntas del Consejo y del Ministro de Asuntos Exteriores de la Unión o hacerles recomendaciones. Dos veces al año celebrará un debate sobre los avances en la implementación de la política exterior y de seguridad común, incluyendo la seguridad común y la política de defensa. Anexo 2 La Política de Seguridad Común y de Defensa Artículo III-309 de la Constitución Europea (ex Artículo 17 TEU y Convención 210). 1. Las tareas mencionadas en la Sección 1-41(1), en el curso de las cuales la Unión podrá utilizar medios civiles y militares, incluirán operaciones conjuntas de desarme, tareas humanitarias y de rescate, asesoramiento militar y tareas de asistencia, prevención de conflictos y tareas de preservación de la paz, tareas de fuerzas de combate realizadas para gestión de crisis, incluyendo las de establecimiento de la paz y de estabilización postconflicto. Todas estas tareas podrán contribuir a la lucha contra el terrorismo, incluyendo la de terceros países que presten su apoyo en la lucha contra el terrorismo en sus propios territorios. 2. El Consejo adoptará decisiones europeas sobre las tareas mencionadas en el párrafo 1, definiendo sus objetivos y alcance así como las condiciones generales para su implementación. El Ministro de Relaciones Exteriores de la Unión, que actúa bajo la autoridad del consejo y en constante contacto con la Comisión Política y de Seguridad, garantizará la coordinación de los aspectos civiles y militares de dichas tareas. Artículo III-310 (nuevo, Convención 211) 1. Dentro del marco de las decisiones europeas adoptadas conforme a la Sección III309, el Consejo podrá confiar la implementación de una tarea a un grupo de Estados Miembro que quieran y tengan la capacidad necesaria para realizar dicha tarea. Dichos Estados Miembro en asociación con el Ministro de Relaciones Exteriores de la Unión decidirán entre todos la forma de administrar la tarea. 2. Los Estados miembro que participen de la tarea mantendrán al Consejo regularmente informado de sus avances por propia iniciativa o a pedido de otro Estado miembro. Dichos estados informarán al consejo de inmediato si la terminación de la tarea implica consecuencias importantes o requiere una corrección del objetivo, alcance y condiciones de la tarea determinada en las decisiones europeas mencionadas en el párrafo I. En dichos casos, el Consejo adoptará las decisiones europeas necesarias. Artículo III-311 (nuevo, Convención 212) 1. La Agencia Europea de Armamentos, Investigación y Capacidades Militares, creada por la Sección 1.41(3) y sujeta a la autoridad del Consejo, deberá: a) contribuir a identificar los objetivos de capacidad militar de los estados miembro y evaluar la observación de los compromisos adoptados por los estados miembros; b) promover la armonización de las necesidades operativas y la adopción de métodos compatibles de adquisición; c) proponer proyectos multilaterales para cumplir los objetivos en términos de capacidades militares, garantizar la coordinación de los programas implementados por los estados miembro y la administración de programas específicos de cooperación; d) apoyar la investigación sobre tecnología en el área de defensa así como coordinar y planificar actividades conjuntas de investigación y el estudio de soluciones técnicas que den respuesta a las futuras necesidades operativas; e) contribuir a identificar y, en caso necesario, implementar toda medida conveniente para fortalecer la base industrial y tecnológica del sector de defensa y para perfeccionar la efectividad de los gastos militares. 2. La Agencia estará abierta para todos los Estados miembros que deseen integrarla. El consejo, actuando por mayoría cualificada, adoptará una decisión europea que defina el reglamento, la sede y las normas operativas de la Agencia. Esta decisión debería tomar en cuenta el nivel de participación efectiva en las actividades de la Agencia. Se crearán grupos específicos dentro de la Agencia uniendo a los estados miembro que participen de proyectos conjuntos. La Agencia desempeñará sus tareas en conexión con la comisión cuando resulte necesario. Artículo III-312 (nuevo, Convención 213) 1. Los estados miembros que deseen participar de la permanente cooperación estructurada definida en la Sección 1-41(6), que cumplan los criterios y compromisos sobre capacidades militares determinadas en el Protocolo sobre cooperación estructurada permanente deberán notificar su intención al consejo y al Ministro de Relaciones Exteriores de la Unión. 2. Dentro de los tres meses siguientes a dicha notificación, el Consejo adoptará una decisión europea creando una cooperación estructural permanente y determinando la lista de estados miembro participantes. El Consejo actuará por una mayoría cualificada después de consultar al Ministro de Asuntos Exteriores de la Unión. 3. Todo estado miembro que posteriormente desee participar de la cooperación permanente estructurada notificará su intención al consejo y al Ministro de Relaciones Exteriores de la Unión. El Consejo adoptará una decisión europea que confirme la participación del estado miembro en cuestión que cumpla con los criterios y compromisos mencionados en las Secciones 1 y 2 del Protocolo mencionado en el párrafo 1. El Consejo actuará por una mayoría calificada después de consultar al Ministro de Relaciones Exteriores de la Unión. Sólo votarán los miembros del Consejo que representen a los estados miembros participantes. La mayoría cualificada se define como al menos el 55% de los miembros del Consejo que representan a los estados miembros, abarcando al menos al 65% de la población de dichos estados. Una minoría, para bloquear, debe incluir al menos la cantidad mínima de miembros del Consejo que represente más del 35% de la población de los estados miembro participantes, más un miembro, sin el cual la mayoría calificada se considerará alcanzada. 4. Si un Estado miembro participante ya no reúne los criterios o no cumple los compromisos mencionados en las Secciones 1 y 2 del Protocolo mencionado en el párrafo 1, el Consejo podrá adoptar una decisión europea que suspenda la participación del estado miembro en cuestión. El Consejo actuará por una mayoría cualificada. Sólo votarán los miembros del Consejo que representen a los estados miembros participantes, con la excepción del Estado Miembro en cuestión. La mayoría cualificada se define como al menos el 55% de los miembros del Consejo que representan a los estados miembros, abarcando al menos el 65% de la población de dichos Estados. Una minoría bloqueadora debe incluir al menos la cantidad mínima de miembros del Consejo que represente más del 35% de la población de los Estados Miembros participantes, más un miembro, sin el cual la mayoría cualificada será considerada alcanzada. 5. Todo estado miembro participante que desee retirarse de la cooperación estructurada permanente deberá notificar de su intención al Consejo, el cual tomará nota de que el Estado Miembro en cuestión ha dejado de participar. 6. Las decisiones y recomendaciones del consejo adoptadas dentro del marco de cooperación estructurada, diferentes a las previstas por los párrafos 2 a 5, serán adoptadas por unanimidad. A los fines del presente párrafo, la unanimidad estará constituida por los votos de los representantes de los Estados Miembros únicamente. Anexo 3 Disposiciones Financieras Artículo III-313 (ex Artículo 28 TEU, Convención 215) 1. Los gastos administrativos requeridos para la implementación del presente Capítulo serán cargados al presupuesto de la Unión. 2. Los gastos operativos originados por la implementación del presente Capítulo también serán cargados al presupuesto de la Unión, excepto los gastos originados por las operaciones con implicancias militares o de defensa y los casos donde el Consejo decidiera de otra forma. En los casos donde los gastos no fuesen cargados al presupuesto de la Unión serán cargados a los Estados miembro de acuerdo con la escala del producto bruto nacional, a menos que el Consejo decidiese otra cosa. Como sucede con los gastos provenientes de operaciones con implicancias militares o de defensa, los Estados miembro cuyos representantes en el consejo hubiesen hecho una declaración formal según el Artículo III300)1), segundo subpárrafo, estarán obligados a contribuir a dicha financiación. 3. El Consejo adoptará una decisión europea que establezca los procedimientos específicos para garantizar el rápido acceso a las asignaciones del presupuesto de la Unión para la financiación urgente de iniciativas en el marco de la política exterior y de seguridad común, y en particular para las actividades preparatorias como las tareas mencionadas en los Artículos 1.41(1) y III-309. Actuará después de consultar al Parlamento Europeo. GASTO DE DEFENSA EN IN 200357 % PBI $ per capita* % Personal Equipos Infra Bélgica 1.3 400 72.1 5.2 2.7 Canadá 1.2 283 42.0 16.0 3.8 República Checa 2.2 128 48.8 21.0 4.3 Dinamarca 1.6 588 49.2 18.0 2.8 Francia 2.6 797 58.8 20.6 4.8 Alemania 1.4 478 60.4 14.0 4.5 Grecia 4.2 611 69.0 12.7 1.4 Hungría 1.9 114 48.7 10.2 7.1 Italia 1.9 334 73.7 12.7 1.0 Luxemburgo 0.9 536 69.2 17.1 2.2 Países Bajos 1.6 493 52.3 17.1 3.7 Noruega 2.0 891 40.2 21.8 5.9 57 Fuente: Servicio de Información de la OTAN. Polonia 2.0 88 64.4 14.4 2.8 Portugal 2.1 273 80.2 7.3 0.9 España 1.2 223 61.7 11.8 2.3 Turquía 4.8 112 45.4 32.9 6.3 Reino Unido 2.4 563 39.7 23.5 0.9 Estados Unidos 3.5 1110 35.3 27.6 1.6 * US $ en precios y tasas de cambio en 1995 Anexo 4 Protocolo sobre cooperación estructurada permanente Establecido por los Artículos 1-41(6) y III-312 de la Constitución Las altas partes contratantes, Considerando los Artículos 1.41(6) y III-312 de la Constitución, Recordando que la Unión está llevando a cabo una política exterior y de seguridad común basada en el logro de una mayor convergencia de acción por parte de los Estados Miembros; Recordando que la política de defensa y seguridad común es una parte integral de la política exterior común; que proporciona a la Unión capacidad operativa sobre los recursos civiles y militares; que la Unión puede usar dichos recursos en las misiones aludidas en el Artículo III-309 fuera de la Unión para el mantenimiento de la paz, la prevención de conflictos y el fortalecimiento de la seguridad internacional de acuerdo con los principios de la carta de las Naciones Unidas; que estas tareas deberán realizarse utilizando las capacidades proporcionadas por los Estados Miembros de acuerdo con el principio de un grupo de fuerzas único; Recordando que la política común de seguridad y defensa de la Unión no influye en el carácter específico de la política de seguridad y defensa de ciertos Estados Miembros; Recordando que la política de seguridad y defensa común de la Unión respeta las obligaciones establecidas en el Tratado del Atlántico Norte de aquellos Estados Miembros que ven realizada su defensa común en la organización del Tratado del Atlántico Norte, que sigue siendo la base de la defensa colectiva de sus miembros, y es compatible con la política de seguridad y defensa común establecida dentro de dicho marco; Convencidas de que un papel más firme y enérgico por parte de la Unión en cuestiones de seguridad y defensa contribuirá a la vitalidad de una Alianza Atlántica renovada, conforme a los acuerdos Berlín Plus; Decididas a garantizar que la Unión sea capaz de asumir plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad internacional; Reconociendo que las Organizaciones de las Naciones Unidas pueden requerir la asistencia de la Unión para la urgente implementación de las misiones llevadas a cabo conforme a los Capítulos VI y VII de la Carta de las Naciones Unidas; Reconociendo que el fortalecimiento de la política de seguridad y defensa requerirá de esfuerzos por parte de los Estados Miembros en el área de capacidades; Concientes de que embarcarse en una nueva etapa del desarrollo de la política Europea de seguridad y defensa implica un esfuerzo determinado por parte de los Estados Miembros en cuestión; Recordando la importancia de la participación del Ministro de Asuntos Exteriores en todos los procedimientos relacionados con la cooperación estructurada permanente; Han acordado las siguientes disposiciones que se adjuntarán a la Constitución: Artículo 1 La cooperación estructurada permanente aludida en el Artículo I-41(6) de la Constitución regirá para cualquier Estado Miembro que se comprometa, a partir de la fecha de entrada en vigencia del Tratado que establece una Constitución para Europa, a: a) actuar más intensamente en el desarrollo de sus capacidades de defensa a través del desarrollo de sus contribuciones nacionales y su participación, cuando corresponda, en fuerzas multinacionales, en los principales programas europeos de equipos, y en la actividad de la agencia europea en el ámbito del desarrollo de las capacidades de defensa, investigación, adquisición y armamentos (en lo sucesivo aludida como la “Agencia”), y b) tener la capacidad de suministrar para el 2007 como máximo, ya sea a nivel nacional o como componente de grupos de fuerzas multinacionales, unidades de combate para las misiones planeadas, estructuradas a nivel táctico, como formaciones de combate, con elementos de apoyo incluyendo transporte y logística, capaces de llevar a cabo las tareas aludidas en el Artículo III-309, dentro de un período de 5 a 30 días, en particular en respuesta a requerimientos de la Organización de las Naciones Unidas, que pueden ser sostenidas por un período inicial de 30 días y extendidas hasta, por los menos, 120 días. Artículo 2 Para lograr los objetivos establecidos en el Artículo 1, los Estados Miembros que participan en la cooperación estructurada permanente deberán comprometerse a: a) cooperar, a partir de la entrada en vigor del Tratado que establece una Constitución para Europa, con el objetivo de lograr los objetivos aprobados con respecto al nivel de inversión en equipamiento de defensa, y revisar regularmente estos objetivos a la luz del ambiente de seguridad y de las responsabilidades internacionales de la Unión; b) compatibilizar sus equipos de defensa lo máximo posible, particularmente armonizando la identificación de sus necesidades militares, agrupando y, cuando corresponda, especializando sus medios y capacidades de defensa, y fomentando la cooperación en el área de la capacitación y la logística; c) tomar medidas concretas para mejorar la disponibilidad, interoperabilidad, flexibilidad y despliegue de fuerzas, en particular a través de la identificación de objetivos en común con respecto al compromiso de fuerzas, incluyendo la posibilidad de revisar sus procedimientos nacionales para la adopción de decisiones; d) trabajar juntos para garantizar que se tomen las medidas necesarias para solucionar, también mediante enfoques multinacionales, y sin perjuicio de los compromisos e este respecto dentro de la OTAN, las deficiencias existentes en el marco del “Mecanismo de Desarrollo de Capacidades”; e) participar, cuando sea apropiado, en el desarrollo de programas importantes de equipos conjuntos o europeos en el marco de la Agencia. Artículo 3 La Agencia contribuirá a la evaluación regular de las contribuciones de los Estados Miembros participantes con respecto a las capacidades, en particular las contribuciones realizadas de acuerdo con los criterios a ser establecidos inter alia en base al Artículo 2, y presentará un informe de esta evaluación al menos una vez al año. La evaluación puede servir como base para las recomendaciones del Consejo y las decisiones adoptadas de acuerdo con el Artículo III-312 de la Constitución Anexo 5 ¿Qué puede hacer como Parlamentario? Extraído del Manual N° 5 de DCAF (2003) • Supervisar la adquisición de armas • La supervisión parlamentaria de la adquisición de armas debe ser legislada. Debe acordarse el procedimiento. • Asegurarse de que la supervisión parlamentaria del sector de seguridad sea amplia y cubra todos los aspectos de la adquisición, prestando especial atención a: - Las necesidades en materia de seguridad; - Las consecuencias políticas regionales en términos de probabilidad de reacciones negativas que lleven a una carrera armamentista regional; - La carga del presupuesto (a corto y largo plazo), y - Los efectos en la industria nacional en el sector público y privado Transparencia y Responsabilidad en la adquisición de armas • Asegurarse que el Parlamento participe en el proceso de adquisición de equipos militares y de armas. • Exigir que el parlamento o su comisión competente reciba un informe detallado y actualizado con respecto a la posesión y la calidad técnica de las principales armas convencionales (aviones, vehículos blindados, artillería, sistemas de radar, misiles y buques de guerra) y categorías menores de armas (calibre inferior a 100 mm) como así también el fundamento para comprar nuevas armas. • Asegurarse de que el parlamento cuente con un concepto a largo plazo del desarrollo de la capacidad de defensa. • Asegurarse de que las cuestiones relacionadas con la confidencialidad en una adquisición sean tratadas por el parlamento o por su comisión competente a través de un proceso legislado que garantice la responsabilidad mientras se conserva la confidencialidad militar. Análisis del impacto de las adquisiciones • Analizar la compatibilidad del plan de adquisiciones con la política de seguridad. • Asegurarse de que el Parlamento estudie y evalúe la carga financiera de la adquisición de armas en comparación con otras necesidades públicas y prioridades sociales, para impedir que los desequilibrios afecten el desarrollo y la estabilidad social del país. • Utilizar el procedimiento parlamentario para impedir la adopción de decisiones excesivamente ambiciosas en materia de adquisición de armas. Los Parlamentos deberían garantizar la racionalidad en planes que no resulten en una carga militar para el país a largo plazo. Auditoría de las adquisiciones • Controlar la compatibilidad entre la política y los planes de defensa, el presupuesto de defensa y el gasto real en equipos militares y de armas. • Llevar a cabo una auditoría posterior a la adquisición de los sistemas de armas, después de la implementación del contrato (al menos tres etapas en el ciclo de vida de las armas). Comisión parlamentaria sobre adquisiciones • A menos que ya exista una comisión o subcomisión de adquisiciones, crear una, aumentando de esta manera la importancia del vínculo entre la planificación de la política, la auditoría y planificación financiera, la industria de defensa, la investigación y el desarrollo. • En este sentido, solicitar y estudiar la información sobre los términos de referencia, procedimientos y resultados de instituciones similares en otros parlamentos. • Asegurarse de que su organismo parlamentario pueda acceder al asesoramiento de expertos. Anexo 6 Supervisión de la adquisición de equipos de defensa en Estados Miembros de la OTAN seleccionados: El papel del comité parlamentario de defensa58 B C A N R C D C F D I L U X P B N P L E S T R R U E U proporcionar al Comité información detallada sobre la decisión de adquisición de equipos de defensa (en millones) EUR. No No No No No €25 No No €0.05 €0.8 Si No No Si El Comité decide todos los contratos (en millones) EUR. No No No No No €25 No No €0.05 Si €28 No No No El Comité está involucrado en especificar la necesidad para un nuevo equipo No Si Si No Si Si No No Si No No No No No El Comité está involucrado en comparar y seleccionar una manufactura y un producto No No Si No No Si No No Si Si No No No No No El Comité está involucrado en estimar ofertas de compensación e indemnización No No Si No No No No Si No No No No No No El Ministro de Defensa está obligado a Si 78 Basado en una encuesta realizada por el Dr. Hans Born (Senior Fellow del Centro de Ginebra para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas) en cooperación con la Secretaría Internacional de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN. Los datos de la tabla representan la opinión de los portavoces de los comités parlamentarios de defensa de los estados seleccionados.. 58 Listado de Siglas AAF Reabastecimiento aéreo de combustible AGS Sistema de Vigilancia Aire- Tierra (OTAN) C3 Mando, Control y Comunicaciones CAPS Sistema de Planificación de Armamentos Nacionales CASA Construcciones Aeronáuticas S.A. (España) CBRN (Armas) Químicas, biológicas, radiológicas, o nucleares CBS Sistema de Transmisión de Columbia (Estados Unidos) CentCom Mando Central (Estados Unidos) CFSP Política Exterior y de Seguridad Común CIS Sistemas de Mando e Información CNAD Conferencia de Directores de Armamentos Nacionales COARM Grupo de Trabajo del Consejo en materia de Exportación de Armamentos (Unión Europea) COSAC Conferencia de Comités de Asuntos Europeos CSAR Búsqueda y Rescate en Combate CSCE Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa CTNSP Centro de Tecnología y Política de Seguridad Nacional (Estados Unidos) DARPA Organismo Avanzado de Investigación de Proyectos del Departamento de Defensa (Estados Unidos) DASA Daimler Chrysler Aerospace AG (Alemania) DCAF Centro de Ginebra para el Control Democrático de Fuerzas Armadas DCI Capacidades de Defensa (OTAN) DITB Base Tecnológica e Industrial de Defensa Europea EACC Coordinación del Transporte Aéreo Europeo EADS Compañía de Defensa Aeronáutica y Espacio Europeo EC Comunidad Europea ECAP Plan de Acción sobre las Capacidades Europeas EDA Agencia Europea de Defensa EDC Comunidad de Defensa Europea EDEM Mercado Europeo de Equipamiento de Defensa EDIG Grupo Europeo de Industrias de Defensa EPC Cooperación Política Europea ESDP Política de Seguridad y Defensa de la Unión Europea ESRP Programa de Investigación de Seguridad Europea EU Unión Europea EUCLID Programa Europeo para la tecnología de defensa EURONAD Eurogrupo de Directores Nacionales de Armamentos 79 FA WEU Fuerzas Correspondientes a la Unión Europea Occidental FREMM Les frégates européennes multimissions (Francia/Italia) GATT Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio GDP Producto Interior Bruto HALE Gran Altitud Larga Permanencia HDW Howaldtswerke-Deutsche Werft (Germany) HFC Catálogo de Fuerzas de Helsinki HHC Catálogo de Objetivos Globales de Helsinki HPC Catálogo de Avances de Helsinki IDRMS Sistema Integrado de Gestión de Recursos de Defensa iEPG Grupo de Programa Europeo Independiente IFOR Fuerza de Implementación (dirigido por OTAN) IGC Conferencia Intergubernamental IGO Organización Intergubernamental IISS Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (Reino Unido) IMF Fondo Monetario Internacional IPU Unión Inter-Parlamentaria ISAF Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (dirigida por OTAN) ISTAR Inteligencia, Vigilancia, Adquisición de Objetivos y Reconocimiento ITAR Normas Internacionales del Tráfico en Armas JSF Joint Strike Fighter KFOR Fuerza de Kosovo (dirigida por OTAN) KKR Kohlberg, Kravis, Roberts & CO. (Estados Unidos) LoI Carta de Intención MALE Media Altitud Larga Permanencia MBDA Matra BAE-Dynamics Alenia (joint venture) MEADS Sistema de Defensa Aérea Media Ampliada MoD Ministro de Defensa (Reino Unido) MoU Memorándum de Entendimiento MTU Motoren und Turbinen-Union (Alemania) NAD Director de Armamento Nacional NASA Administración Nacional del Espacio y la Aeronáutica (Estados Unidos) NATO Organización del Tratado del Atlántico Norte NBC Nuclear, Biológica y Química NDU Universidad de Defensa Nacional (Estados Unidos) NGO Organización No Gubernamental NIAG Grupo Consultivo Industrial de la OTAN (OTAN) NIST Instituto Nacional de Normas y Tecnología (Estados Unidos) 80 NPA Asamblea Parlamentaria de la OTAN NSF Fundación Nacional de Ciencias (Estados Unidos) OCCAR Organización para la Cooperación Conjunta en Armamentos (europea) OSCE Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa PARP Proceso de Revisión y Planificación (OTAN) PASR Acción Preparatoria sobre Investigación en Materia de Seguridad (Unión Europea) PGM Municiones Guiadas de Precisión POLARM Partido del Consejo sobre Política de Armamentos (Unión Europea) PPBS Sistema de planeamiento, programación y presupuesto PSC Comisión de Política y Seguridad (Unión Europea) QMV voto por mayoría cualificada R&D Investigación y Desarrollo RAF Real Fuerza Aérea (Reino Unido) RITA Red Integral de Transmisiones Automáticas (Reseau Integre de Transmissions Automatique) (Francia) ROC Capacidades Operacionales Requeridas ROOT Propiedad Responsable de Tecnología SAGEM Sociedad de Aplicación General de Electricidad y Mecánica (Société d'Application Générale d'Electricité et de Mécanique) (Francia) S&R Búsqueda y Rescate SHARC Configuración Sueca de Alta Investigación Avanzada (Suecia) SIPRI Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo (Suecia) SNECMA Sociedad Nacional de Estudio y de Construcción de Motores de Aviones (Société Nationale d'Etude et de Construction de Moteurs d'Avions) (Francia) TBMD Defensa de Misiles Balísticos de Teatro TCAR Radar de Cooperación Transatlántica AGS TEC Tratado que establece la Comunidad Europea TEU Tratado de la Unión Europea TIPS Solución Industrial Transatlántica TRP Proyecto de Reinversión de Tecnología (Estados Unidos) UAV Vehículos Aéreos No Tripulados UK Reino Unido UN Naciones Unidas US Estados Unidos de América WEAG Grupo de Armamentos de Europa Occidental WEAO Organización de Armamentos de Europa Occidental WEU Unión Europea Occidental WMD Armas de Destrucción Masiva 81 Referencias Consejo Asesor en Asuntos Internacionales, ‘Europese militair-industriële samenwerking [Cooperación militar – industrial Europea]’, Informe Consultivo No. 20, Junio de 2001, disponible en www.aiv-advies.nl/N1000AD/N120/zip/nr20eng.pdf Consejo Asesor en Asuntos Internacionales, ‘Defensie-onderzoek en parlementaire controle [Ivestigación de Defensa y seguridad parlamentaria]’, Informe Consultivo no. 10, Dic. 2000. 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El Centro recopila información y lleva a cabo investigación para identificar los problemas, recoger la experiencia de las lecciones aprendidas y proponer las mejores prácticas en el área del gobierno democrático y la reforma del sector de seguridad. El Centro proporciona asesoramiento concreto y apoyo, a través de programas de trabajo prácticos, a todas las partes interesadas, en particular a gobiernos, parlamentos, autoridades militares, organizaciones internacionales, organizaciones no gubernamentales y círculos académicos. Información detallada sobre DCAF puede encontrase en www.dcaf.ch Centro de Ginebra para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas (DCAF): Calle de Chantepoulet 11, PO Box 1360, CH-1211 Ginebra 1, Suiza Tel: ++41 22 741 77 00; fax: ++41 22 741 77 05; e-mail: info@dcaf.ch; sitio web: www.dcaf.ch