ESTE ES UN EJEMPLO DE COMPARACIÓN: A la hora de comparar a Sto. Tomás nos fijaremos en dos autores bien distintos: por un lado nos fijaremos en la propuesta filosófica de Guillermo de Ockham para hablar de las diferencias, y, en segundo lugar, pondremos de manifiesto las similitudes que existen entre Aristóteles y Sto. Tomás. En cuando a las diferencias, y teniendo en cuenta el tema desarrollado en la pregunta anterior, cabe destacar que para Guillermo de Ockham la existencia de Dios no es demostrable. Dios no es accesible racionalmente y cualquier intento de demostrar su existencia está condenado al fracaso. Las vías tomistas no serían válidas para Guillermo de Ockham, pues van demasiado lejos en su aplicación del principio de casualidad, que no puede utilizarse legítimamente más allá de la experiencia. En realidad, la idea anterior está directamente relacionada con otra importante diferencia entre ambos filósofos medievales: las relaciones entre razón y fe. Para Sto. Tomás, razón fe son distintas, pero existe entre ambas una zona de confluencia: hay verdades a las que podemos acceder a través de la razón y a través de la fe. Una de estas verdades comunes es precisamente la existencia de Dios. Sin embargo, para Guillermo de Ockham razón y fe están completamente separadas y no existe ningún tipo de verdad común. Es por eso que la razón debe desistir en su intento de conocer verdades a las que sólo se puede llegar a través de la fe, cómo por ejemplo la existencia de Dios, que sería, a juicio de Ockham, una verdad indemostrable racionalmente. En esta misma línea, ambos están separados por el valor que otorgan a los sentidos: mientras que STo. Tomás admite la participación de la razón y la existencia de procesos abstractivos, Guillermo de Ockham defenderá la intuición directa y sensible como único modo válido de conocimiento. Cualquier tipo de abstracción debe ser rechazada a favor del contacto directo con las cosas. Evidentemente, esto les aleja también en el problema de los universales: al realismo moderado influenciado por Aristóteles que defiende Sto. Tomás se le opone el nominalismo de Ockham. Mientras Tomás de Aquino estaría dispuesto a admitir la existencia de una forma o esencia dentro de cada realidad, Guillermo de Ockham interpreta que dichas esencias no pueden existir pues limitarían el poder creador y omnipotente de Dios. En cuanto a los parecidos, podemos centrarnos, como hemos dicho, el Aristóteles. Partiendo del tema propuesto para la pregunta anterior, podríamos cuestionarnos si también el pensador griego admitiría la demostración tomista de la existencia de Dios. En efecto, en varios pasajes de la metafísica se refiere el estagirita a un “motor inmóvil” que sería responsable del inicio del movimiento. Mucho se ha discutido sobre la autenticidad de esos pasajes. Al margen de todo esto, parece difícil aceptar que Aristóteles esté pensando en el dios de Tomas de Aquino, y muchos menos en el dios cristiano, al utilizar esta expresión. Por ello es preferible dejar de lado la discusión teológica, para encontrar otras muchas similitudes entre ambos filósofos. En concreto, nos fijaremos en 3 ámbitos de su filosofía: la teoría del conocimiento, la metafísica y la ética. En teoría del conocimiento, ambos autores defienden un empirismo moderado y combinado con la capacidad del entendimiento y la razón. Se encuentran así a medio camino entre el racionalismo cartesiano o platónico, y el empirismo radical que aparece en autores como Ockham o David Hume. Tanto para Aristóteles como para Santo Tomás, los sentidos y la razón deben colaborar en la construcción del conocimiento. En segundo lugar, también su concepción metafísica está marcada por los puntos en común. Ya no se trata sólo de que Sto. Tomás utilice frecuentemente terminología claramente aristotélica (materia, forma, potencia, acto, sustancia…) sino que, además, viene a defender el mismo realismo con el que el discípulo de Platón atacara a su maestro. Esto se deja notar claramente en el problema de los universales, como hemos comentado antes: para Santo Tomás, el universal existe dentro de la cosa, y se podría identificar con la forma aristotélica. Por último, son también muchos los paralelismos entre las propuestas éticas de ambos autores: la del aquinate es también una ética teleológica, siendo la felicidad el fin último del ser humano. Igualmente, también aparece un enfoque aristotélico de conceptos centrales como la virtud (“hábitus operativus bonus” será la definición tomista), la prudencia o la justicia. La gran diferencia será que todas las ideas aristotélicas serán teñidas de trascendencia en su versión tomista. De este modo, la felicidad consistirá, por ejemplo, en la contemplación de Dios, o la ley ética natural aparecerá también fundamentada en la naturaleza divina. Se podría decir que la ética tomista es la ética aristotélica cristianizada. En conclusión, habría que resaltar la importancia del pensamiento de Sto. Tomás, no sólo por ser uno de los filósofos más importantes del medievo, sino también por la influencia que su pensamiento ha ejercido en toda la modernidad. Si bien la filosofía moderna implica una crítica a la religión y a muchas de las ideas medievales, es innegable la importancia de Sto. Tomás por haber sido capaz de sintetizar en su obra toda una forma de pensamiento centrada principalmente en la religión. Tanto es así, que si miramos muchos de los intentos actuales de demostrar la existencia de Dios podemos encontrar, de un modo u otro, algunas de las ideas de Sto. Tomás, cuya vigencia es innegable, al menos si tenemos en cuenta que abordó de cara muchas de las preguntas últimas propias de todo ser humano, que algunos filósofos después han rechazado por considerarlas imposibles de resolver de un modo racional. Una propuesta para encontrar seas soluciones es la filosofía tomista, y tarea nuestra el seguir discutiendo sus ideas. ESTE PUEDE SER OTRO EJEMPLO: A la hora de comparar a Tomás de Aquino, podemos buscar parecidos y diferencias con otros autores medievales. para dar una visión más completa, estableceremos las diferencias entre Tomás de Aquino, San Agustín y Guillermo de Ockham: Para empezar, su posición respecto al tema de razón y fe es bien distinta. Mientras que San Agustín no verá necesidad de separar ambas formas de conocimiento (para él lo importante será alcanzar la verdad), Santo Tomás dirá que están separadas aunque comparten una zona de confluencia (las verdades comunes). Ockham optará por una perspectiva aún más extremista: razón y fe deben separarse de un modo completo, no tienen nada que ver entre sí. Son dos formas de conocimiento distintas, que no deben subordinarse la una a la otra, y que no comparten ningún tipo de verdad. También será distinta su postura respecto a la existencia de Dios. Para San Agustín no es necesario demostrarla, ya que es una verdad accesible por medio de la fe. Ofrecerá, eso sí, algunos argumentos (como el del consenso o la creación divina), pero no pretenden tener un carácter demostrativo. Frente a esto, Santo Tomás dirá que la existencia de Dios no es evidente para nosotros, pero sí demostrable por sus efectos, tal y como explica en las famosas 5 vías. Guillermo de Ockham, en el otro extremo, dirá que la existencia de Dios no es demostrable racionalmente, pues es una verdad de fe. Para el filósofo franciscano es absurdo que la razón se empeñe en demostrar algo que no puede demostrar. En cuanto al tema de los universales, también son distintas las posturas de los 3 filósofos medievales. Para San Agustín, los universales existen de un modo separado e independiente en la mente divina. En su acto de creación, Dios tiene una idea de lo que quiere crear, y esa idea sería el universal (nótese la influencia platónica en esta idea). Santo Tomás adopta una postura más realista: el universal existe, sí, pero no separado e independiente, sino en las cosas mismas, reflejando así la influencia del realismo aristotélico. Guillermo de Ockham adoptará una perspectiva diferente: el universal no existe, ni en la mente divina ni en las cosas. Es una abstracción creada por la razón sin existencia propia, y que puede además alejarnos de las cosas. Tiene utilidad como signo mental a partir del cual se crea un signo lingüístico, pero no tiene existencia real. Como consecuencia del anterior, su posicionamiento será distinto en lo tocante a la teoría del conocimiento: si San Agustín está muy próximo al racionalismo platónico (en su versión religiosa o teológica, con ciertos toques de misticismo, sería la doctrina de la Iluminuación), Santo Tomás defenderá la colaboración entre la razón y los sentidos, mientras que Guillermo de Ockham negará cualquier participación de la razón, que tan sólo puede entorpecer y obstaculizar el conocimiento humano, que consiste en la intuición sensible, directa e inmediata, de la realidad. Las semejanzas podemos establecerlas entre Tomás de Aquino y Aristóteles, pues es el autor griego el que ejerce una mayor influencia sobre el aquinate. En primer lugar, el realismo aristotélico aparece también en la filosofía del aquinate. Las formas aristotélicas son las esencias de las que habla Santo Tomás, que Dios se encargó de introducir en cada espacie en el acto de creación. La dosctrina de los universales de Santo Tomás es claramente deudora de todos los escritos aristotélicos sobre filosofía primera. También en teoría del conocimiento se deja notar la influencia del estagirita. Santo Tomás defenderá la necesaria colaboración entre los sentidos y la razón: el conocimiento comienza por los sentidos y continúa con la participación del entendimiento, que se encargaría de crear los conceptos de las cosas a partir de la información de los sentidos. Los parecidos en ética y política son también destacables: la ética teleológica de Aristóteles se ve acompañada de una interpretación teleológica. Dios como fin del hombre. Además de esto, la concepción de la virtud tomista es similar a la aristotélica, y también coincidirá con el pensador griego en todo lo tocante a la virtud. La tendencia al medio se deja sentir también en la política: la propuesta del modelo de gobierno, la clasificación de las formas de gobierno... Con la gran salvedad, claro, de que en todo momento la política aristotélica estará subordinada a ideas cristianas. ESTE PUEDE SER EL ESQUEMA DE OTRA COMPMARACIÓN COMPARACIÓN DE AUTORES: SAN AGUSTÍN – SANTO TOMÁS RELACIONES RAZÓN Y FE SAN AGUSTÍN -No hay límites entre la razón y la fe, son dos caminos válidos para acceder a la verdad que colaboran entre sí. SANTO TOMÁS -Son dos caminos independientes, el conocimiento humano (la razón) es limitado, donde se encuentra el límite de la -Prioridad de la fe sobre la razón, ésta razón empieza el ámbito de la fe. siempre debe supeditarse y someterse a la -Prioridad de la fe sobre la razón. La razón fe. es autónoma siempre y cuando sus verdades no contradigan a las de la fe. EPISTEMOLOGÍA SAN AGUSTÍN -Existencia de ideas inmutables dentro del alma (ideas innatas). -Necesidad de la iluminación divina para llegar a conocer la verdad. El hombre, por sí solo, no es capaz de llegar a conocer la verdad, ni de establecer ningún tipo de conocimiento universal y válido. SANTO TOMÁS -El origen de todo conocimiento está en los sentidos (empirismo). -El hombre está capacitado para conocer por sí mismo las verdades propias de la razón (verdades naturales); sólo necesita ayuda divina para conocer aquellas verdades que traspasan la naturaleza y nos llevan al orden sobrenatural. EXISTENCIA DE DIOS SAN AGUSTÍN -Es demostrada a partir de las ideas innatas (prueba a priori) SANTO TOMÁS -Es demostrada a partir de los efectos que Dios produce en el mundo (prueba a posteriori). COMPARACIÓN DE AUTORES: ARISTÓTELES – SANTO TOMÁS Temas aristotélicos utilizados por Santo Tomás: 1. 2. 3. 4. 5. 6. Explicación del cambio: teoría de la potencia y el acto. Necesidad de la existencia del motor inmóvil. Finalismo: todas las cosas tienden a un fin, perfeccionar su propia naturaleza. Composición de las sustancias: hilemorfismo. Unión de alma y cuerpo como sustancial, no accidental. Principio de causalidad: teoría de las cuatro causas. Argumentos para demostrar la existencia de Dios: existencia del movimiento, los grados de perfección en el mundo, las leyes que rigen el mundo. Innovaciones para adaptar la teoría aristotélica al Cristianismo: 1. Composición de las sustancia creada: esencia y existencia. Contingencia del ser. 2. Concepto de Dios: causa eficiente (crea el mundo), formal (crea las cosas a partir de su esencia) y final (motor, pero con conocimiento del mundo). 3. Creación de la materia y de todas las cosas existentes. 4. Aceptación de sustancias inmateriales intermedias (ángeles) entre las criaturas materiales y Dios.