Con rebeldía, humor y ternura por JAPE ESTAMOS a pocas horas de arribar al nuevo año, y a la celebración del aniversario 55 del triunfo de la Revolución, en un momento en que el país asume grandes retos una vez más, llenos de confianza, consagración y optimismo. Hablamos de un poco más de medio siglo, cuando realmente la lucha de nuestro pueblo se extiende a más de cien años de combate, tiempo en el que nunca faltó el patriotismo, la entrega, el valor, pero tampoco estuvo ausente, ya sea en la manigua, en la ciudad, o en las lomas, el genuino humor cubano, la broma fresca como manantial, el chiste a flor de piel, la anécdota convertida en leyenda, contada de generación en generación. Nuestra literatura histórica, llena de hazañas, también recoge estos momentos de agradecida sonrisa, que forman parte de la epopeya de nuestras contiendas. En más de un volumen se habla del carácter jovial de Camilo, de las ocurrencias de la tropa de muchos jóvenes rebeldes que no perdieron la ternura a pesar de la adversidad. Martí en sus escritos dejó impresas algunas anécdotas jocosas ocurridas en la gesta independentista protagonizada por los mambises. El humor fue y sigue siendo un arma de la Revolución, y de las ideas de emancipación de nuestro pueblo. Así lo demostró Eduardo Abela con su personaje El Bobo. Años después, René de la Nuez, con su Loquito, y desde la Sierra, Chago Armada con su Julito 26, y muchos otros creadores desde su discurso artístico. Después del triunfo, y durante todos estos años, ha sido el humor un condimento indispensable en la factura de una sociedad mejor. Crítico, reflexivo, divertido, el cubano ha hecho del arte de reír una manera eficaz para enfrentar los desafíos. El dedeté, suplemento de humor de Juventud Rebelde, ha sido también tribuna de combate y crónica de nuestros años de lucha, alegría y retos. La obra de algunos de nuestros creadores es ejemplo de esta afirmación. Arribamos al aniversario 45 de nuestra publicación (25 de febrero de 2014), respetando la tradición artística de nuestros maestros y con nuevos retos en el campo de la creación y el Periodismo. Seguimos luchando, aún estamos en combate, y lo asumiremos como siempre: con rebeldía, con buen humor, y sin perder la ternura. Para orgullo nuestro, el primer número de Juventud Rebelde incluyó esta caricatura del desaparecido maestro Virgilio, con su personaje el perro Pucho. El antiimperialismo ha sido una constante del dedeté en todas sus épocas. Portada de Manuel de 1983. Uno de los eventos más movilizativos fue el Salón internacional contra la deuda externa, realizado en el año 1986. Portada con dibujo de Ajubel. El béisbol, nuestro pasatiempo nacional, en la aguda y revolucionaria mirada de Tomy. Portada de 1990. Portada del 9 de octubre de 2011, con ilustración de Ares, que obtuvo el mayor reconocimiento en el concurso World Press Cartoon. La continuidad de la obra revolucionaria es la propuesta de Adán para este diciembre de 2013. FELIZ DOS MIL CATORCE