07-tu.qxd 6/21/01 21:51 Página 1 La Plata, viernes 22 de junio de 2001 Justicia, Seguridad y Policía 7 por el secuestro de una anciana Permaneció un mes encerrada. Le prohibieron visitas y llamadas telefónicas. Durante ese lapso le sacaron la casa y las joyas. Hay orden de captura mentales y que era “peligrosa”. La mujer alcanzó a enviar unas cartas a sus familiares y amigas. Así se supo que estaba privada de su libertad Puntos clave Sospechan que la mujer fue ingresada dopada al geriátrico pasado un mes y un día de encierro. Además del pedido de detención contra el psiquiatra Olenczuk, el fiscal Violini solicitó las capturas ante el juez de Garantías César Ricardo Melazo de la hija de la señora Durán, Rita Cristina Copati y del yerno, Luis Guillermo Gatti. En la causa también hay otros dos médicos imputados, vinculados a la irregular internación en el geriátrico Finosa de City Bell, aunque sobre ellos todavía no recayó ninguna orden de arresto. El caso pudo conocerse gracias a que los familiares y amigos de la an- ciana recurrieron a un escribano para que certificara que la única persona a quien dejaban ingresar a la clínica era a la hija. De ese modo, se confeccionó un acta notarial en la que se consignó que les era negado el ingreso al geriátrico y se dejó constancia de una orden de prohibición de visitas firmada por el psiquiatra Olenczuk. Fue en ese momento, cuando apareció la señora Durán quien, rejas de por medio, pedía entre llantos y gritos que se la saque de ese lugar porque estaba contra su voluntad. “Estoy secuestrada”, dijo la anciana ante la mirada de la escribana, los mé- dicos, familiares y amigos. Dos corpulentos enfermeros se encargaron de reingresarla por la fuerza hacia el interior de la clínica. En el expediente, también consta una serie de cartas que la mujer logró enviar a dos amigas en las que pedía auxilio y que la sacaran del geriátrico. El delito que se imputa al psiquiatra, a la hija de la víctima y a su yerno es el de “privación ilegítima de la libertad”. La calificación contempla una pena de hasta diez años de prisión por dos agravantes: el parentesco y el haber permanecido más de un mes secuestrada. 1 La anciana fue internada pese a que no tenía sus facultades mentales alteradas. Se desconoce cuánto tiempo pensaban dejarla encerrada. Una pericia psicológica y psiquiátrica ordenada por el fiscal Víctor Violini y realizada por expertos de Tribunales, arrojó que la señora Durán “no presenta trastorno psicopatológico en actividad” ni tampoco se recabaron datos que la mujer hubiera padecido esos síntomas con anterioridad. 2 Un sobrino de la señora Durán se sorprendió cuando a fines del año pasado fue a visitarla a la clínica. La notó “lúcida y coherente”, “con dominio de sus desplazamientos”. Su tía le había manifestado que “no sabía por qué la habían internado” y que la habían llevado al geriátrico Finosa “dopada y engañada”. El sobrino se entrevistó con un médico y le dijeron que la paciente “era peligrosa para sí y para terceros” porque estaba “mentalmente alterada”. 3 El psiquiatra del Instituto recomendó que no se hicieran visitas a la señora Durán. El traslado a ese centro se fundamentó en los antecedentes que refirió la hija de la paciente. El facultativo no pudo dar un diagnóstico justificante de la internación, pero insistió sobre la misma ante los familiares y amigos de la anciana. Ni la hija ni el médico dieron intervención a una autoridad policial o judicial, lo que acreditaría la privación ilegítima de la libertad. 4 La Justicia sospecha que una autoridad del geriátrico Finosa alertó a la hija de la paciente de la denuncia realizada por los familiares y amigos, quienes habían intentado en vano visitarla. Fue en ese momento que Rita Copati fue a buscar a su madre y la trasladó a un neuropsiquiátrico de Capital Federal. Pero en esa clínica, luego de una evaluación de cinco días, se ordenó la externación por “no presentar sintomatología psiquiátrica aguda”. 5 La propia Delia Durán (72) ratificó ante el fiscal todas las cartas que había enviado a sus amigas pidiendo auxilio y que la sacaran del geriátrico. Por otra parte, en la historia clínica del Finosa, surge que el ingreso de la paciente se produjo el 2 de octubre de 2000 y su egreso el 3 de noviembre del mismo año. Allí constan los medicamentos recetados por el doctor Olenczuk y también las visitas solamente autorizadas para la hija de la señora Durán.