Los Gitanos en Europa en el siglo 21: violencia, exclusión, precariedad Resumen del informe completo Asociación Europea para la Defensa de los Derechos Humanos Octubre de 2012 La Asociación europea para la defensa de los Derechos Humanos (AEDH) quiere condenar de manera enérgica la violencia sufrida por los Gitanos. Los Gitanos1 son la minoría transnacional más grande en Europa, representando una población de 10 a 12 millones de personas. Según la Comisión Europea, “los Gitanos viviendo en Europa sufren prejuicios, intolerancia, discriminaciones y exclusión social en su vida cuotidiana. Son marginalizados y viven en condiciones socioeconómicas muy desfavorables”2. En su voluntad de resolver esta situación, la Comisión Europea lanzó el proyecto marco de la Unión Europea para las estrategias nacionales de integración de los Gitanos. Esta estrategia tiene como objetivo definir las acciones nacionales con respecto a los Gitanos con el fin de mejorar su acceso a la educación, al alojamiento, a la salud y al empleo. Sin embargo, si podemos apoyar plenamente esta iniciativa, pues las acciones nacionales no están sujetas a ninguna obligación para desarrollarlas, y tampoco se establecen sanciones en el en caso de violación flagrante de sus objetivos. Por añadidura, el hecho de que esta iniciativa se limita tan sólo a los derechos económicos y sociales de esas poblaciones y no aborde el conjunto de sus derechos humanos (sin embargo evocados en el preámbulo del documento) es muy lamentable. Esta incoherencia fue puesta en tela de juicio por el European Roma Policy Coalition (ERPC) en julio de 2011 y por Thomas Hammarberg3, cuando era Comisario de los Derechos Humanos del Consejo de Europa. El informe de la AEDH es elocuente. La situación de los Gitanos es dramática, violenta, multiforme y permanente. Existe en todos los países Europeos, y ningún Estado puede decir que trata y protege a esa población mejor que otro. La forma en la que Europa y los Estados Europeos tratan a su minoría transnacional más grande es escandalosa. Los medios convocados para luchar contra esas injusticias son muy débiles. Sin embargo, la urgencia de la situación debería movilizar reacciones similares a las que son convocadas en frente de una catástrofe humanitaria de verdad. Los hechos relatados en este informe solo son ejemplos, y este documento no tiene como objetivo ser completo y exhaustivo. Pretende ofrecer una visión general demostrando la gravedad de la situación actual. Esta organizado en tres capítulos: el primero describe la violencia ejercida por los propios Estados, las autoridades o las organizaciones políticas; el segundo se refiere a la violencia cometida por particulares o grupos de personas, y el tercero describe las violencias perpetradas dentro de las aéreas sociales y económicas. 1 La palabra “Gitanos” en español se usa como termo genérico para designar a las diversas poblaciones que presentan más o menos las mismas características, como los Sintis, la población del viaje, Kalé, etc., y que son sedentarios o no. Según las estimaciones, unos 80% de los Gitanos son sedentarios. Ver “Roma in Europe: The Implementation of European Union Instruments and Policies for Roma Inclusion – Progress Report 2008-2010”, Documento SEC (2010)400 de la Comisión Europea, el 7 de abril de 2010, p. 3. 2 Comunicación de la Comisión Europea al Parlamento Europea, al Consejo, al Comité económico y social Europeo y al Comité de las regiones. Marco de la Unión Europa para las estrategias nacionales de integración de los Gitanos para el periodo hacia 2020, el 5 de abril de 2011, pagina 2. 3 “Les droits de l’homme des Roms et des gens du voyage en Europe”, extracto del informe completo de Thomas Hammarberg, Comisario de los Derechos Humanos del Consejo de Europa, Febrero de 2012, p. 20. 2 La violencia de Estado engloba los actos de las autoridades políticas en contra de las poblaciones Gitanas. En toda Europa, los Gitanos se enfrentan a gobiernos u órganos de Estado cuyos discursos, actos, políticas, pueden ser calificadas de violencia de Estado sin duda. Siendo los que provocan esta violencia, o tolerándola cuando es ejercida por instituciones públicas nacionales o locales, o de partidos de la extrema derecha del arco político, los Estados no respetan ni sus propias leyes y tampoco el derecho comunitario. La violencia de las expulsiones, las destrucciones de bienes, la privación de la libertad, la incitación al racismo, la esterilización ilegal, la segregación en los espacios públicos, son tantos actos o políticas que van en contra de la Carta de los derechos fundamentales y del Tratado de la Unión Europea (sobre todo en sus artículos 1 y 24). Tolerarlas es inadmisible y crea un ambiente de impunidad y de racismo que abre la puerta a la violencia física contra los Gitanos por parte de personas que no lo son y que contribuye a la banalización de esa violencia racial. Las violencias físicas sufridas por los Gitanos por parte de sus conciudadanos son motivadas por el racismo y el incremento de las actitudes anti-gitanos constatada en toda Europa, y además son exacerbadas por la subida de los extremismos populistas en Europa. La exacerbación del racismo por parte de los partidos europeos y de los medios de comunicación conduce a tensiones muy fuertes entre las poblaciones Gitanas y no Gitanas en toda la Unión Europea, y aumenta el “racismo ordinario” en el seno de la población. Esas tensiones se traducen en los casos más graves en manifestaciones anti-gitanos, ataques racistas hacia los Gitanos, e incluso asesinatos. Los Gitanos, como muchas poblaciones marginalizadas, también son mas victimas de tráfico, particularmente la trata de seres humanos, y este “racismo ordinario” que ponemos en tela de juicio, es con frecuencia un obstáculo al reconocimiento de esta situación y al establecimiento de una protección eficaz. La mayor parte de las veces los culpables de esas violencias no son molestados o, cuando lo son, el carácter racial del crimen no es reconocido como motivo agravante. A menudo los Gitanos temen las represalias por parte de los agresores o de la policía, y no se atreven o no pueden denunciar la violencia contra ellos. Por consiguiente, podemos pensar que se subestima la realidad de la violencia contra los gitanos por parte de sus conciudadanos. Por lo tanto es imprescindible un esfuerzo importante a todos niveles de los diferentes Estados y en toda Europa para poner fin a estas violencias, sancionándoles y luchando contra el antizíngaro. Es tanto más importante luchar contra estas violencias y este racismo que a menudo son al principio de las discriminaciones cuyas víctimas son los Gitanos. 4 Artículo 1 del Tratado de la Unión Europea: “[…]El presente Tratado constituye una nueva etapa en el proceso creador de una unión cada vez más estrecha entre los pueblos de Europa, en la cual las decisiones serán tomadas de la forma más abierta y próxima a los ciudadanos que sea posible.. […].” Artículo 2 del Tratado de la Unión Europea: “La Unión se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías. Estos valores son comunes a los Estados miembros en una sociedad caracterizada por el pluralismo, la no discriminación, la tolerancia, la justicia, la solidaridad y la igualdad entre mujeres y hombres.” 3 Tenemos que denunciar la actitud de los Estados de no combatir el racismo antigitano, cuando no son propiamente ellos quienes lo impulsan. Del mismo modo denunciamos la supuesta impotencia de la Comisión Europea a hacer respetar los tratados Europeos. Porque defender los derechos de los Gitanos, también es defender los derechos de todos los ciudadanos europeos. El no respeto de los derechos fundamentales de los Gitanos a través de toda Europa releva la fragilidad de la democracia y las debilidades de sus gobiernos a todos los niveles, tanto europeos como nacionales y locales. Es urgente reaccionar porque la crisis economica actual, que va a permanecer en los años que vienen, va a exacerbar los discursos populistas y estimular los nacionalismos, que corren peligro de degenerar en violencias racistas más graves todavía. Ya la historia europea ha demostrado que este escenario era posible. Es defendiendo el derecho de los Gitanos que erigimos defensas que refuerzan los derechos fundamentales de todos los ciudadanos europeos. Asociación Europea para la defensa de los Derechos Humanos Rue de la Caserne, 33, B-1000 Bruxelles Tel: +32(0)25112100 Fax: +32(0)25113200 E-mail : aedh@aedh.eu Web: www.aedh.eu La Asociación Europea por la Defensa de los Derechos Humanos (AEDH) agrupa a ligas y asociaciones por la defensa de los Derechos Humanos de los países de la Unión Europea. Además, es miembro asociado de la Federación Internacional por la Defensa de los Derechos Humanos (FIDH). 4