GOTHELF, CLARA MARTA C/SANTA FE, PROVINCIA DE s/daños y perjuicios.,. S.C., G. 178. L.XXXIV. . Suprema Corte: -1- Clara Marta Gothelf, en representación de sus hijos menores de. edad, Diego Hemán y Luciano Javier Vaquero, quien dice tener su domicilio en la Provincia de Córdoba, inicia la presente demanda, con fundamento en los artículos 512, 902, 903, 1067, 1068, 1074, 1078, 1109, 1113 Y concordantes del Código;Civil, contra la Provincia de Santa Fe y/o contra el Servicio Penitenciario provincial, a fin de obtener una iIid~mnización por los daños y perjuicios que les ha ocasionado -según dice- la muerte de Juan José ..'.r~~f~ Vaquero, su esposo y padre respectivamente, quien se encontraba detep.ido.en,ii;~:~l~~ , . -o',. ';' 't:' .... :.f:.;':' l~· el Pabellón N° 4 de la Unidad Carcelaria N° 1 de la, ciudad de Coronga, del Estado local demandado, a disposición del Juzgado del Crimen de Tercera Nominación, y habría sido presuntamente asesinado por otros internos. Manifiesta que dirige su pretensión, contra la Provincia de Santa Fe, pues le atribuye responsabilidad por los hechos denunciados, ya que se habría violado la obligación de custodia y preservación de la vida, salud e integridad física de los detenidos. A fs. 25, el titular del Juzgado Federal de Primera Instancia N°l de Santa Fé declaró su incompetencia para conocer en el presente proceso, por ser parte una Provincia y entender que corresponde a la jurisdicción originaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En este contexto, V.E. corre vista a este Ministerio Público a fs. 52 vuelta. ",~.,,; .·_i.:::}1~.€ • ',,":,' -IILa competencia originaria de la Corte, conferida por el artículo 117 de la Constitución Nacional y reglamentada por el artículo 24, inciso 10 del decreto-ley 1285/58, procede en los juicios en que una provincia es parte si, a la distinta vecindad de la contraria, se une la naturaleza civil de la materia en debate (Fallos: 269:270; 272:17; 294:217; 310:1074; 313:548, entre muchos otros). En cuanto a la naturaleza civil de una materia, cabe recordar que se ha atribuido tal carácter a los casos en los que su decisión hace ;~··\~~·7/·~· ',§y~tal).6i~ümente aplicables disposiciones del derecho común, entendido como . ... , .,,, ~ ~eh que se relaciona con el régimen de legislación enunciado en el artíClJ.lo . .•. 75, inciso 12 de la Constitución Nacional, según la doctrina que surge de 1ps310:1074, cons.3°; 311:1588, 1597y 1791; 313:548; 314:810. Sentado lo expuesto, corresponde señalar que, de los términos de la -a cuya exposición de los hechos se debe estar de modo principal ~~;;~~\~t::~,,~';~'~~HU''''~ la competencia, según el artículo 4 del Código Procesal Civil de la Nación- se desprende que la actora reclama una reparación por los, daños y perjuicios derivados de la presunta falta de servicio en que habría incurrido el Servicio Penitenciario de la Provincia.4.9.7 S~t:tta Fe, atribuyendo responsabilidad a dicho Estado local por el obrar ilícito de uno de sus órganos (confr. B. 142, L.XXIII, Originario. "Badín, Rubén y otros c/Buenos Aires, Provincia de s/daños y perjuicios", pronunciamiento del 19 de octubre de 1995 y T.436 L.XXXI, Originario, "Toribio, Tamara Evangelina y otro c/Buenos Aires, Provincia de s/daños y perjuicios", dictamen de este "Ministerio Público del 19 de marzo de 1996). Por lo expuesto, sin perjuicio de que este Ministerio Público mantiene la opinión vertida en causas análogas a la presente, en las que se sostuvo la naturaleza administrativa del pleito, regido por normas de Derecho Público local, cabe señalar que la doctrina del Tribunal le asigna carácter civiJ a la referida materia litigiosa (confr. sentencia in re D. 236. XXIII. Originario "De Gandía, Beatríz Isabel clBuenos Aires, Provincia de s/indemnización por daño moral", del 6 de octubre de 1992, publicada en Fallos: 315:2309;t\"" En ' cons~cuencia, de considerar V.E. probada la distinta v&~~~aad de l~actora respecto de la Provincia demandada, con las declaraciones de los testigos obrantes a fs. 50/51, el pre~ente proceso correspondería a la competencia originaria del Tribunal, dejando a salvo mi opinión en contrario. Buenos Aires, A1 de marzo de 1999. MARIA GRACIELA REIRIZ.- ESCO~