Multada una mujer que pegaba carteles para pedir justicia por el caso Fórum - Afinsa La Subdelegación del Gobierno sanciona a la anciana con 300 euros por resistencia a la autoridad 30.08.08 - EL NORTE – SEGOVIA Cartel colocado en una marquesina en el que las víctimas del caso Fórum Afinsa reclaman justicia. / EFE «¡El trato que recibimos es vergonzoso!», exclama indignada María Luisa González, una de las afectadas en Segovia por la supuesta estafa filatélica del caso Fórum-Afinsa. Aunque sus voces no se escuchen ahora tan alto como cuando estalló el escándalo, allá por mayo del 2006, las víctimas de aquellas oscuras e ilegales operaciones que dejaron a numerosas familias españolas con una mano delante y otra atrás mantienen su lucha por reclamar justicia. En esa cruzada se halla María Luisa, quien con un grupo de damnificados segovianos suelen reunirse cada martes en la Plaza Mayor de la ciudad del Acueducto para intercambiar experiencias, opiniones, informaciones y, sobre todo, conservar prendida la llama de la esperanza de que algún día se haga justicia y se les devuelva el dinero que perdieron cuando se destapó aquella supuesta estafa a gran escala que dejó a numerosas familias españolas sin los ahorros de toda una vida. Estas víctimas segovianas suelen actuar de vez en cuando. Pegan modestos carteles de tamaño folio por las calles del centro de la ciudad para remover la memoria de los viandantes que a diario recorren el casco histórico de la capital. En los pasquines recuerdan la denuncia y piden que se les reintegre lo que se les adeuda. Septuagenaria Una de las afectadas por el caso de Fórum Filatélico-Afinsa, una anciana septuagenaria vecina de Segovia, ya no acude a esas reuniones de los martes. Según María Luisa, compañera de lucha, la mujer no ha podido volver desde que sufriera en mayo un «desgraciado» incidente con la Policía. Todo ocurrió en la tarde noche del 13 de mayo. Tras el encuentro en la Plaza Mayor, los miembros de la asociación segoviana de afectados por la estafa se repartieron unos carteles para pegarlos por distintos puntos del centro de la ciudad. María Luisa y su compañera -de la que no ha revelado el nombreempapelaban aquel día las cercanías del edificio de Correos cuando agentes de la Policía les interceptaron y retuvieron. Las fuerzas del orden pidieron entonces que se identificaran «con muy malos modos», explica. Las mujeres accedieron a prestar su documentación. Los policías cotejaban al instante la información. Sin embargo, la mayor del grupo «se puso nerviosísima». Al parecer -relata tres meses después María Luisa-, la septuagenaria no acertó de la ansiedad a dar su domicilio correcto. «No fue capaz de de dar sus señas», añade. «Los agentes le agarraron de los brazos y le zarandearon», prosigue María Luisa. «Fue un trato vejatorio», insiste la mujer indignada por lo vivido. María Luisa cree que los policías se excedieron con la anciana, quien incluso llegó a «prestarles un paraguas para que no se mojaran» con la intensa lluvia que caía en esos momentos. Al final, el pasado julio le llegó a esta mujer una notificación de la Subdelegación del Gobierno en la que se le sanciona con 300 euros de multa por una supuesta resistencia a la autoridad, comenta María Luisa, quien exige respeto a las víctimas. Víctimas abandonadas Las Asociaciones de Afectados de Fórum-Afinsa consideran que éste «es un hecho más, incompresible, en el abandono y acoso que están padeciendo por parte de las autoridades». María Luisa acusa a las administraciones de no escuchar a las «numerosas familias que se hallan en una situación crítica» por culpa de la presunta estafa filatélica. De hecho -se queja- miembros de la agrupación han sido expulsados del salón de Plenos del Ayuntamiento de Segovia. «Y ahora se produce esta sanción a una persona que jamás pudo haberse resistido a la autoridad», lamenta María Luisa. Sin embargo, estos sucesos no les amedrentan y la asociación ya ha anunciado que volverá a partir del próximo martes para retomar sus actividades reivindicativas. María Luisa González, que ya ha cumplido los sesenta años, padece una cardiopatía que le ha obligado a pasar por quirófano dos veces. Sólo pide justicia y respeto.