Con diez kilos de ternero aplicamos una sanidad integral al rodeo La valorización económica de los planes sanitarios es fundamental para generar conciencia en los ganaderos. ¿Hay otra forma de hacerlo? Aquí, el ejemplo del médico veterinario Julio Sabini. Luciano Aba - Periódico Motivar www.motivar.com.ar Muchas veces hemos intentado pensar las razones por las cuales un mismo productor suele aplicar tecnología e incorporar asesoramiento en sus explotaciones agrícolas, al tiempo que invierte lo mínimo indispensable en, por ejemplo, la sanidad de sus bovinos. “En el caso de la agricultura, se utilizan las herramientas disponibles porque se les ha demostrado a los usuarios que tienen un impacto considerable en los rendimientos. En el caso de la ganadería, se requiere mucho más tiempo para ver los resultados y no se cuantifican ni presupuestan los potenciales de crecimiento. En el contexto de este negocio, si el productor no sabe para qué invierte o qué resultados espera, se mueve de manera distinta”. Las palabras son del Dr. Julio Sabini, asesor en campos de cría ubicados en las localidades bonaerenses de 25 de Mayo, Roque Pérez y Lobos, así como también en La Pampa. En todos esos lugares, la mayoría de los productores ganaderos son también agrícolas y están permanentemente en contacto con los números de sus explotaciones, muchas de las cuales están virando hacia sistemas de encierre a corral para los animales por ellos producidos. “Esta es una ventaja que debemos aprovechar también los veterinarios, proponiéndoles un asesoramiento integral para sus rodeos”, le explicó al Periódico MOTIVAR, Julio Sabini. “Tiempo atrás era habitual que los veterinarios intentáramos aplicar el plan sanitario que habíamos incorporado en la Facultad. En mi caso, desde hace unos años y a la vez que me fui especializando en lo que hace a los rodeos de cría, comencé a analizar de manera particular cada uno de los rodeos sobre los cuales intervengo. Es decir que, probablemente, esté manejando un calendario sanitario por campo; o –lo que es lo mismo- por productor”, completó. Más allá de eso, existen algunos parámetros mínimos que siempre deben respetarse. Y es por ellos que Sabini compartió con nosotros un plan sanitario modelo (valorizado, tal cual puede verse en el Cuadro N° 1). El mismo está destinado a rodeos de vacas en los cuales la reposición se realiza con vaquillonas de 24 meses; dos categorías en un mismo campo. Describiendo puntualmente la iniciativa que le permite al veterinario proyectar junto a sus clientes el impacto de su trabajo, debemos mencionar que la misma incorpora costos aproximados, con el objetivo de lograr una estimación aproximada. “Es un plan relativamente sencillo, aplicable a un rodeo de cría y recría, el cual debe ser ajustado en base a las necesidades de la explotación; en las acciones propuestas podrían incorporarse un tacto pre servicio a las vaquillonas y el diagnóstico de capacidad de servicio en los toros”, agregó. Claro está que la mencionada es sólo una parte de lo que sería la sanidad integral de los animales, a partir de la cual se puede lograr un diferencial adicional de hasta 15 kilos en la producción. “Con generar un 8 o 10% de ganancia sobre los 160/170 kilos tradicionales de los terneros, ya logramos un costo beneficio favorable, que paga todo el plan, dejando el rodeo en condiciones óptimas de cara al futuro”, sentenció. El calendario recomienda para las vacunas reproductivas la utilización de una doble dosis en las vacas que nunca la recibieron, pasando a una sola aplicación al año siguiente. Lo mismo para el caso de las dosis contra diarrea neonatal (en las vaquillonas se aplica doble dosis de ambas vacunas). Con respecto a los antiparasitarios internos y externos el ejemplo es orientativo, debido a que hay que considerar las condiciones específicas de cada año. La inversión total se obtiene de la suma del costo parcial de vacas y terneros, considerando el 3% de entore. Vale mencionar que en la estimación de la vacunación de aftosa y brucelosis incluye aranceles ($2). El kilo de ternero se toma a $11. “Está claro que existen clientes con los cuales se puede avanzar en la totalidad de los planes y otros con los que no. Es en esos casos donde debemos medir correctamente el impacto económico de las acciones de manejo para ir ganándonos con el tiempo, y en base a demostrar y evaluar resultados, su confianza”, añadió el veterinario; y ejemplificó: “Si en un rodeo de 100 vacas tenemos 50 vacías por problemas de enfermedades venéreas deberemos recomendar que se las quite del rodeo ¿Pero si el inconveniente tiene que ver con la escasez de forraje? Quizás allí podamos ir lentamente solucionando la situación, sin generarle un impacto económico al productor”. Un paso adelante Es realmente significativo el aporte que los médicos veterinarios pueden realizar a la actividad ganadera si aplican una visión empresarial sobre el área reproductiva, por ejemplo, donde y a partir de los tactos, se pueden programar los nacimientos. “Esto que parece tan sencillo, permitirá prever la incorporación o no de personal para la época de pariciones, entre otras acciones. Asimismo, la planificación sanitaria es central si hablamos de campos con encierre a corral”, agregó Sabini, quien también dio su punto de vista respecto de cómo proponer este vínculo con sus clientes: “Este tipo de propuesta es bien recibida, siempre y cuando logremos llegar al productor. Una vez que nos abre la puerta y deja que le expliquemos los beneficios de trabajar con un asesor profesional, los resultados son muy buenos. Pero esto no siempre ocurre. Tenemos que explicar que aplicando un correcto plan de desparasitación sobre un ternero, por ejemplo, lograremos una ganancia de 6 o 7 kilos adicionales. Y a los precios actuales esa no es una diferencia menor”. Tal como se muestra en el cuadro N°2, el monto total para el modelo propuesto ronda los 10 kilos de ternero por vientre. Vale mencionar que el año pasado, y para cumplir con la misma estrategia, se necesitaban 13 kilos de ternero por vaca. “Hablamos de un 8% del valor del producto final”, resume el veterinario. Se percibe un cambio de perfil en los profesionales, quienes comienzan a volcarse hacia las acciones reproductivas. “No debemos olvidar que más allá del asesoramiento, necesitamos que se empleen los insumos que recomendamos, caso contrario será difícil asegurar el buen estado sanitario de la hacienda”, sostuvo Sabini. El cambio comenzó y son muchos quienes logran insertarse cada vez más en las cuestiones productivas de los establecimientos: analizando sus números, trazando estrategias, evaluando y mostrando resultados. Es por ello que acciones como las propuestas en este artículo pueden servir para –en base al logro de resultados- seguir ganando la confianza de los productores. “En todo ese camino, no debemos olvidarnos de la sanidad, la cual siempre representará nuestra mejor herramienta en la búsqueda de productividad. Lleva tiempo y esfuerzo generar un mayor vínculo con la gente, pero sin dudas que vale la pena”, concluyó –con optimismoJulio Sabini.