Hay sucesos y situaciones en esta vida que chocan contra la razón. El amor y el matrimonio son algunos de ellos y el ROTC es otro. Antes de proseguir debo indicar que soy producto del ROTC del CAAM. Comencé cuando el ROTC era obligatorio y terminé cuando era voluntario. Creo que el programa de estudios del ROTC me ha ayudado muchísimo en mi desarrollo profesional. Fui director del Departamento de Ingeniería Mecánica por un periódo consecutivo de once años y medio y renuncié porque me cansé, no por problemas con los profesores ni con la administración. El programa de estudios estaba dirigido, igual que hoy, al desarrollo de aptitudes de liderazgo en los cadetes. El objetivo, igual que hoy era proveer oficiales al ejército de Estados Unidos. He aquí el problema. Muchas personas objetan Estados Unidos, otros objetan todo lo que tenga que ver con las fuerzas armadas y otros objetan a los dos. Entiendo perfectamente que al que espera la independencia de Puerto Rico la presencia militar de Estados Unidos en Puerto Rico equivale a una agresión. Entiendo también que a la persona que le molesta todo lo relativo a lo militar, bien sea por principio, o porque haya perdido un familiar en un conflicto bélico o porque tiene un ser querido en Irak la presencia militar le molesta. Nada que yo pueda decir aquí va a hacer cambiar de parecer a nadie así que voy a explicar mi sentir sin tratar de convencer. Creo en el programa de ROTC por varias razones: 1. Provee a las fuerzas armadas de Estados Unidos una fuente de oficiales con una formación profesional en un ambiente de cultura académica civil, opuesto a una cultura académica militar. Estoy opuesto por completo a las academias militares. 2. Provee a puertorriqueños la oportunidad de obtener una profesión civil y una educación militar. En Puerto Rico existe en muchas familias una tradición de cultura militar. 3. Permite que las fuerzas armadas tengan oficiales puertorriqueños. Los puertorriqueños, nos guste o no, somos parte de Estados Unidos y debemos tener participación en toda la sociedad de ese país. 4. Provee ayuda económica a los estudiantes así como un taller para el desarrollo de futuros líderes. 5. El pueblo de Puerto Rico no ha decidido su estatus político y ha permanecido en un estado que todo el mundo en mayor o menor grado lo define como colonia. Pero una gran mayoría del pueblo de Puerto Rico en este momento desea mantener la ciudadanía de Estados Unidos. No es de extrañar que muchos estudiantes decidan participar de los beneficios que el programa del ROTC brinda. Me preocupa el historial de confrontación que ha acompañado al ROTC en la UPR. Es irónico que se utilice la violencia para salvar el “ambiente humanista” de la Universidad. En el último “ejercicio humanista” en el RUM los opositores del ROTC pintaron paredes y los estadistas ripostaron cerrando la Recinto. Magnífico ejemplo de diálogo universitario. Creo en el programa de estudios del ROTC para el desarrollo de liderazgo. Si el programa se ofrece en el Recinto o fuera no me importa siempre y cuando sea en un lugar accesible a pie desde este Recinto. En este momento hay muchos edificios vacíos en la Ciudad de Mayagüez, incluyendo la vieja sede del Instituto de Banca frente al RUM. Hay una forma de terminar con un programa de estudios. Una forma que se ha utilizado en el RUM. Durante la década de los años 60 se tomó la decisión de construir plantas nucleares en Puerto Rico para generar electricidad. En el CAAM se estableció un programa de Maestría en Ingeniería Nuclear para proveer ingenieros para esta industria. Yo soy un egresado de ese programa. Después de la instalación de la planta nuclear Bonus en Ricón se decidió no construir más plantas. El programa de maestría murió por si solo por falta de demanda. Esta, entiendo yo, es la forma de terminar con un programa de estudios.