DE H I S T O R I A N A T U R A L . ción, lo que parece raro, ó más bien debe considerarse como substancia accidental, que es lo más probable; en vista de lo cual, y por lo menos hasta tanto que un análisis completo del mineral no demuestre lo contrario, creo que debe referirse á la fiíoelita. Otro mineral, también curioso y característico de los filones de que trato, es la nacrita, que ya había observado en la m i s ma provincia en un filón de pegmatita descompuesta, que cruza el camino que asciende de Albalá á Montánchez, en la base del cerro sobre el que se asienta el antig-uo castillo de esta última localidad. En los filones de que se trata, la nacrita ocupa á veces los bordes de los mismos, mezclada con cuarzo y flu.elita, y rica en gruesos cristales de casiterita empotrados en su masa; las laminillas de esta curiosa arcilla se presentan en este caso con un color blanco nacarado, muy untuosas al tacto y agrupadas en abanico ú otras figuras radiantes, siendo el tamaño de las láminas de 6 á 8 m m . ; en otros sitios el mineral rellena por completo la caja del filón, constituyendo una roca blanca, terrosa, muy blanda, untuosa al tacto, salpicada de microscópicas laminitas de intenso brillo nacarado. Al soplete, los ejemplares tanto de la una como de la otra v a riedad, se hinchan entre las láminas de la pinza de platino de una manera muy perceptible, aumentando los de la primera hasta el doble y más de su primitivo tamaño, pero en ningún caso se funden; por el nitrato cobaltoso se coloran de azul, como silicato de alúmina que son, y calcinados en el tubo de ensayo emiten mucho vapor de agua. Otro silicato alumínico hidratado, que también he dicho sirve de ganga á la casiterita, es una arcilla correspondiente al grupo de las litwiargas de Tachermack, ó arcillas químicas ó de filón de otros autores. Es una roca de grano muy fino, untuosa al tacto, de color verdoso, lustre craso, de dureza algo menor de 3 y bastante tenaz; al soplete se colora de azul, previamente humedecida con nitrato cobaltoso, infusible y emite poca ag-ua al calentarla en el tubo de ensayo. Esta curiosa roca se muestra completamente impregnada de diminutos cristales de casiterita, como queda indicado al describir el modo de presentarse en este yacimiento el mineral de estaño. Parece deducirse de todo lo dicho, que los yacimientos estanníferos de que me ocupo presentan circunstancias que los dis-