EDUCACIÓN AL AMOR Universitarias SENTIDO DE LA VIRGINIDAD. La palabra virginidad, referida a las personas, es una de esas palabras frente a las cuales se tienen como un sentimiento de pudor especial. También sucede que ella o bien es objeto de burla y desprecio, o bien se la reemplaza por otra palabra, o bien ni se habla de ello. Es que hace alusión a una dimensión muy íntima de la persona y a un concepto en crisis. De hecho, la sociedad hiper sexualizada en la que vivimos, no valora la virginidad física como una decisión de la persona o como una vocación de consagración a Dios. Al hablar de una persona virgen, nos referimos a una persona que no ha tenido relaciones sexuales, que no ha sido tocado en lo más íntimo de su ser. La virginidad, es decir, nuestro propio cuerpo así como Dios lo creó, es un tesoro que Él nos regaló. Si ese tesoro lo voy gastando con una y otra persona, probablemente al llegar el momento de entregarlo a la persona con la que voy a unir mi vida, ella sólo encontrará los restos de ese hermoso regalo. La importancia de este regalo, se profundiza al pensar en la persona que lo va a recibir y en lo que este regalo simboliza. Guardar mi cuerpo y mi corazón para la persona con la cual voy a unirme para toda la vida, significa que quiero regalarle a él lo mejor de mí. Evidentemente expresa mucho más amor el preparar mi cuerpo y mi corazón para regalárselo únicamente a esa persona. ¿No significa esto para la persona que lo recibe una distinción y elección especialísima? ¿No sería un regalo inmenso el recibir este regalo de una persona que lo guardó para mí? De esto podríamos deducir que el valor de este regalo depende del amor con que yo lo preparo para alguien concreto. Como sabemos, este regalo está en relación directa con la concepción que tenga de la vida: es por eso que este regalo lo queremos hacer cuando estemos unidos con la otra persona: por un proyecto común, un hogar, un nombre y la bendición de Dios a través del sacramento que nos une para siempre. Creemos que ésa es la situación ideal para dar vida, y también es una de las metas de la HICM. Leamos extractos de un artículo de la revista Neues Ufer de la J.F. alemana. "El amor verdadero saborea plenamente cada momento” "Hace nueve meses que estamos casados luego de cuatro años de pololeo. A través de estas líneas intentaremos transmitirles algo de nuestras experiencias. 1 EDUCACIÓN AL AMOR Universitarias "El amor se prueba en los hechos", así dice una conocida frase. El amor entre la mujer y el varón impulsa a la unión, a estar cerca de la persona amada, a participar totalmente de su vida, en definitiva, a ser uno con él. Y esto no sólo espiritualmente sino también físicamente, debido a que el amor es una totalidad. ¿No suena paradójico entonces decir: "El verdadero amor espera”? ¿No significa entonces, que el amor no vale mucho la pena? Esperar ¿no es algo aburrido, estático, monótono? ¿No le quita dinamismo, frescura al amor? Para nosotros esperar hasta el matrimonio para tener relaciones sexuales no es auto-represión. El esperar adquiere un sentido porque el pololeo tiene un valor muy, muy elevado. Cuando mirando un video policial, la situación llega al máximo suspenso uno no ve la hora de que finalmente se resuelva el caso, que atrapen al criminal y que, de ese modo reine nuevamente la seguridad. En realidad se sabe que esto ya va a suceder. Pero difícilmente se nos ocurriría adelantar el video en el momento de mayor suspenso para que todo se solucione de una vez. Por otro lado sería una desilusión que alguien que ya vio el video nos anticipara el final. Nos gusta saborearlo y esto sólo es posible cuando nos tomamos tiempo y contemplamos escena por escena. Nosotros deseábamos saborear a pleno nuestro pololeo. El saber esperar es parte del saborear y de él recibe su sentido. ¿Por qué sostenemos que las relaciones sexuales son oportunas recién en el marco del matrimonio? Creemos que el tiempo que precede al matrimonio existe, ante todo, para poner un fundamento sólido a la convivencia que luego abarcará toda la vida. De aquí que lo propio de este tiempo, sea conocer a nuestro compañero, descubrir su mundo personal a través de un diálogo intenso y a su vez, permitirle que participe de mi vida. También pertenece a esta etapa aceptar conflictos y reconocer diferencias. A menudo, en el diálogo, se hace difícil abrirse al otro, ver con claridad las diferencias y admitirlas. No queremos que de esto se deduzca que el tiempo anterior al matrimonio es para el acercamiento espiritual; y cuando esta unidad se logra uno se casa, y entonces le toca al cuerpo. El cuerpo y el alma están inseparablemente unidos. No sería orgánico evitar las demostraciones físicas de amor antes del matrimonio. Por el contrario: El acercamiento espiritual durante el pololeo se expresa físicamente a través de una amplia gama de caricias. Los caricias necesitan su lugar y su tiempo, si se las quiere gozar plenamente. Para nosotros ha sido una experiencia muy positiva durante nuestro pololeo, renunciar totalmente por unas semanas a las manifestaciones físicas de cariño. No porque las consideráramos algo malo, sino porque luego pudimos gozarlas nuevamente con más intensidad. Desde que estamos casados, vamos comprendiendo poco a poco otro sentido de la renuncia a las relaciones prematrimoniales. 2 EDUCACIÓN AL AMOR Universitarias Nosotros aplicamos el método de planificación natural. Este método implica tiempos de renuncia, lo que significa un desafío a superar, pero a la vez nos permite gozar plenamente de nuestra sexualidad. Hoy estamos muy agradecidos por la rica experiencia que nos regaló la renuncia en el pololeo. " Cuántas posibilidades existen para preparar este regalo de la virginidad, a través del diálogo, la renuncia, la ternura, etc. Si bien durante toda la vida puedo preparar este regalo, el pololeo es el tiempo dado precisamente para embellecerlo y darle el sentido profundo en la espera del momento adecuado para entregarlo. Para enriquecer aún más el concepto de virginidad, contemplemos a María Virgen. En primer lugar es llamativo constatar que entre todos los calificativos con los que podríamos llamarla, el más común y generalizado es el de VIRGEN. María, como Virgen, tenía plena posesión de sí misma. Era dueña de sus instintos, de sus pasiones, sentimientos, emociones, gracias a esta integridad de su ser, que además era pleno por no poseer el pecado original (Inmaculada). María nos muestra toda la riqueza y hermosura que puede irradiar la virginidad física y espiritual. Sabemos que María fue Virgen físicamente antes, durante y después del nacimiento de Jesús; la Iglesia proclamó esta verdad como dogma de fe. (Concilio de Letrán, año 649) Esta virginidad física de María, está referida, como todos los dogmas marianos, a la inmensa misión que Ella recibió de ser Madre de Cristo. No convenía que el cuerpo que iba a ser sagrario del Hijo de Dios, hubiera sido posesión de un hombre. Pero aún más importante que su virginidad física, es la virginidad espiritual de María, la de su corazón. El corazón de María fue total posesión de Dios, porque nada que no fuera la voluntad de Dios tuvo influencia en él. María fue la única mujer que pudo realizar en su ser las tres vocaciones que forman parte de ¡a esencia femenina: ser virgen, ser esposa y ser madre. Podemos decir que toda mujer está llamada a esta triple vocación. Veamos algunas actitudes que las caracterizan. VIRGEN Posesión de sí misma armonía Interioridad Profundidad Dependencia de Dios Apertura a Dios Misterio intangible Transparencia de Dios ESPOSA Colaboración Complementación Compañía Acogimiento Entrega MADRE Protección Ternura Servicio Cobijamiento Educación Donación Comprensión Cada una de estas vocaciones de la mujer, posee una dimensión espiritual y una dimensión física. Por ejemplo, sólo algunas mujeres están llamadas a la virginidad física: virginidad consagrada a Dios. Sin embargo, toda mujer, también la mujer casada, debería cultivar las actitudes de la virginidad espiritual. 3 EDUCACIÓN AL AMOR Universitarias Aclararemos conceptos similares pero diferentes; VIRGINIDAD: Es la cualidad de las personas que no han tenido relaciones sexuales. CASTIDAD: Es la aspiración por llevar una vida ordenada en el campo de la sexualidad, es decir, vivirla según el sentido dado por Dios. También debe aplicarse a la vida matrimonial. CELIBATO: Es el estado de las personas consagradas a Dios. Los célibes están llamados a guardar la continencia perfecta por el Reino de los cielos. El celibato implica un desposorio con Cristo. Si la virginidad es un valor tan noble y que puede transmitir tanto amor y belleza ¿Por qué a muchos personas les da vergüenza defenderlo? ¿Por qué quienes la viven antes del matrimonio, muchas veces son objeto de burla? Conocemos muy bien todas las presiones que a diario nos impulsan a no seguir este ideal. Los medios de comunicación no nos muestran modelos de virginidad. Evidentemente, la virginidad como se plantea en este tema es difícil de vivir, por eso no se le "hace publicidad". La virginidad antes del matrimonio, como todo regalo muy valioso, debe ser preparado cuidadosamente. Pidámosle a la María Virgen que nos ayude a cuidar nuestra virginidad para que como HICM seamos un ejemplo irresistible para los demás. Algunas sugerencias metodológicas para tratar este tema: Desprender del texto aquellos fundamentos de la virginidad que nos han dado una nueva luz, aquellos que más me gustaron. ¿Cómo podríamos educarnos en esta etapa de nuestra vida, en nuestra triple vocación como mujeres, en el ser virgen , madre, esposa? 4