A MI HERMANO PALESTINO Un día… te traicionaron destruyeron tu casa, la iglesia, la mezquita, tu vieja escuela. Te crucifican cada día, cada noche… y, como la muerte, llegan a oscuras, de madrugada. Con sus armas, máquinas de muerte, y con sus almas de cobardes te matan cuando duermes. Te crucifican en Belén, en Jerusalén, en Ramallah, en Gaza, en Nablus, en Balata, en Jabalia. En Tulkarem, en Kalkilia. Y en Jenin. Intentan aterrorizarte Con sus armas de muerte, y con sus almas de cobardes te matan cuando duermes. No te conocen, hermano, nunca te quisieron conocer. Palestino, naciste aquí, en Palestina, donde nacieron tu padre y tu madre. El abuelo. Donde está enterrado nuestro hermano asesinado. El primer día de la primera Intifada. Allí, bajo el olivo milenario, en tu pueblo milenario como tu, palestino, milenario palestino. Te matan por las espaldas, atado de manos, sin mirarte para la cara. Te tienen miedo. Te tienen miedo. Te matan pero no te mueres. Y, como Jesús, resucitaste en cada casa, en cada alma libre, en cada conciencia. Tu vives sólo en su mente. Creen que te matan. En sus caras solo odio, cobarde miedo. Con sus hechos destrucción y muerte. En sus almas Hay tristeza. No tienen alma, Sólo asesinos… sólo cobardes. Pretenden con tu miedo que te marches. Buscan tu muerte. Pretenden que dejes de ser palestino, pretenden que dejes tu casa, tu escuela, a tu padre y a tu madre, la tumba de tu hermano bajo el olivo milenario, en tu pueblo milenario como tu, palestino, milenario palestino. Pobres solados de Sión, generales asesinos con sus armas de matar y con sus almas de cobardes. Políticos conspiradores, falsos, chantajistas, manipuladores, ricos poderosos, espías agachados en las cloacas de los palacios, generales asesinos, soldados de la muerte en las noches oscuras de Palestina. Cobardes. No te conocen, Nunca te quisieron conocer. Sólo querían tu tierra Para sus colonos mercenarios. No te conocen… palestino. Eres como la montaña rocosa. Ellos… Tormentas, vendavales, huracanes, que crecen y aumentan haciendo daño, pero caerán derrotados como cobardes. Generales asesinos, Conspiradores traficantes, vendedores de pueblos, usurpadores de libertades, ladrones de almas y de tumbas. Generales, generales, generales… Nunca venceréis a este pueblo de gladiadores. Ghaleb Jaber Ibrahim (Marzo 2002)