JORNADA DE INDUCCIÓN PARA CATEQUISTAS DE PRIMER NIVEL “CONOCEMOS A JESÚS” (6 A 7 AÑOS) SERIE “AL ENCUENTRO CON JESÚS” ÉNFASIS El amor del Padre La persona de Jesús El Espíritu Santo nos reúne en una gran familia: La Iglesia * El Sacramento del Bautismo Los cuatro primeros Mandamientos EL TEOCENTRISMO TRINITARIO DE LA CATEQUESIS * Así como Cristo es el centro de la historia de la salvación, así el misterio de Dios es el centro del cual parte esta historia y hacia el cual se ordena como último fin. Cristo muerto y resucitado lleva a los hombres al Padre enviando al Espíritu Santo al Pueblo de Dios. Por esta razón la estructura de toda la catequesis debe ser teocéntrica - trinitaria: por Cristo al Padre en el Espíritu. (DGC 41) OBJETIVO GENERAL Ofrecer a los catequistas de primer nivel, un espacio en el que puedan vivir un encuentro personal con Cristo y a la vez que conozcan los contenidos básicos de este itinerario, se familiaricen con ellos, los profundicen y se dispongan a servir con mística y espíritu eclesial. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 1. Presentar el texto y la guía para que conozcan su estructura y contenido. 2. Profundizar los aspectos pastorales a tomar en cuenta en la organización parroquial y desarrollo de esta etapa del proceso. 3. Analizar las características generales de los catequizandos de este nivel, para responder de la mejor manera, a los intereses y necesidades de los mismos. 4. Conocer los aspectos pedagógicos más importantes que requiere la aplicación de este itinerario a través del desarrollo de la metodología catequética. 5. Asumir de los contenidos fundamentales de este itinerario, para que desarrollen con mayor propiedad, cada uno de los encuentros catequísticos. 1 6. Reflexionar sobre el perfil requerido para el catequista de este nivel, a fin de que asuman esta tarea con entusiasmo y fidelidad. Correspondencia de cada objetivo según contenidos de la guía para el catequista: 1. 2. 3. 4. 5. 6. La catequesis parroquial para los niños de 6 a 7 años (pp. 20-21) Los niños de 6 a 7 años (pp. 8-13) Los procesos de aprendizaje para los niños de este nivel ( pp. 14-19) Valoración del proceso de aprendizaje (pp. 40-56) Contenidos principales de esta catequesis (p. 24) El perfil del catequista para este nivel (pp. 25-28) CONSIDERACIONES Se propone una jornada de formación en la cual el catequista experimente un encuentro personal con Cristo (cfr. DA 243-245), en cada uno de los contenidos, por medio de la metodología catequética (ver-juzgar-actuar), para que así pueda aplicarla en los encuentros. Al respecto el nos recuerda que la misión principal de la formación es ayudar a los miembros de la Iglesia a encontrarse siempre con Cristo (DA 279; DCG 74). Se proponen dos modalidades de trabajo: desarrollar la jornada en dos días, o bien, puede aplicarse en un solo día. Bajo la segunda opción, de un día, deberá obviarse la parte metodológica de “encuentro”, así como la elaboración de material didáctico, por cuestión de tiempo. En los instrumentos de trabajo se desarrollan metodologías lúdicas, es decir, de juego, con el fin de que el catequista se forme también en el área “Cómo”. Se sugiere al formador que en algún momento de la jornada, al reflexionar la Palabra, se haga uso de la Lectio divina como forma de acercarse la Sagrada Escritura (…) con sus cuatro momentos: lectura, meditación, oración y contemplación (DA 249). El Documento de Aparecida, en el número 296, hace referencia a la carencia frecuente de una colaboración cercana de las familias con la catequesis parroquial, por lo que se recomienda incluir un apartado relacionado con la participación de la familia en la catequesis dentro el desarrollo del área A QUIÉN: Los niños de 6 y 7 años. Cada diócesis, de acuerdo a sus necesidades, propondrá algunas actividades en las cuales los padres de familia puedan colaborar como por ejemplo: celebraciones, cierres de unidad, caféquesis, testimonios, entre otros. Se sugiere realizar una jornada específica, por separado, en el área CÓMO, con los contenidos del Planeamiento en la Catequesis, La evaluación del encuentro (págs. 34-56 de la guía del catequista) y un taller para la elaboración material didáctico. 2 Guión metodológico JORNADA DE INDUCCION PARA CATEQUISTAS DE PRIMER NIVEL (Un día) HORARI CONTENIDOS O 8:00 a 1. Aspectos 1.1 8:30a.m. generales 1.2 DESARROLLO 1.3 1.4 8:30a 10:00 a.m. 2. Estructura 2.1 de la Guía y del Texto de I Nivel 2.2 2.3 2.4 10:00 am 10:15 am 10:15 am 12:00 md Gafetes Una fotocopia de los instrumentos 1 y 2 para cada participante Texto y Guía de I Nivel “Conocemos a Jesús” Una fotocopia de los instrumentos 3 y 4 para cada participante REFRIGERIO 3. Los grandes temas del catecismo “Conocemos a Jesús” 2.1 2.2 2.3 12:00 md 1:00 pm 1:00 pm 4:00 pm Entregar gafetes, saludo, bienvenida En forma individual, leer y comentar la reflexión-oración “Deseo contemplar a Dios” (instrumento 1). En el gran grupo, hacer la oración que está al final del instrumento 1. Dinámica de presentación (instrumento 2). Desarrollar el tema “El perfil del catequista” (instrumento 3), por parte del formador. Leer y comentar brevemente la carta de presentación de la Guía del catequista (p. 5) y del Texto del catequizando (pág. 5). Presentar los contenidos de la I Parte de la guía (p. 7), enfatizando las págs. 14-24. Organizar trabajo grupal con el tema “Las características del niño de 6 y 7 años”, basándose en el instrumento 4. INSTRUMENTOS Dios Padre Fotocopia de los Desarrollar del tema de la I instrumentos. Unidad: Dios Padre me ama según el Instr.5 al 8 y Anexo 1 -6 El formador expone el Inst. 9 “Sobre la oración” y entrega el Instr.10 “El Padre Nuestro” y organiza un trabajo grupal con el mismo. ALMUERZO 3.2 Jesús, Hijo de Dios nos enseña el amor del Padre: 3.2.1 El formador amplia el tema Fotocopia de los instrumentos. 3 apoyado en el Instrumento 11“Dios envió su Hijo al mundo”. 3.3 Los primeros cuatro Fotocopia de los Mandamientos: 3.3.1 El formador introduce el tema de instrumentos. los Mandamientos utilizando el instrumento 12. Organiza un trabajo grupal con los instrumentos de los cuatro primeros mandamientos, (Instr.13 – 16 y Anexo 7-11), asigna uno a cada grupo. Al final, cada grupo hace una presentación de la síntesis que realizó, el resto del grupo da sus opinión es o aportes. 3.4 Bautismo 3.4.1 El formador hace una pequeña introducción sobre el “El Espíritu Fotocopia de los Santo”, utilizando los instrumentos 17 instrumentos. y 18. 3.4.2 Introduce el tema de los sacramentos utilizando las ilustraciones de objetos que representan signos: semáforo, no fumar, restaurantes, (instrumentos 19 al 22). 3.4.3En pequeños grupos, utilizando el instrumento 23, deberán agrupar los sacramentos según su finalidad y hacer una breve explicación de cada uno. El formador profundizará este tema a partir del instrumento 24: “Los sacramentos signos de encuentro con Cristo” 3.4.4 En grupos realizan una lectura comentada del tema: “El Bautismo” (Instrumento 25) y exponer de forma creativa. 3.5 Iglesia, Familia de Dios: 3.5.1 El formador hace una pequeña exposición sobre el tema utilizando el instrumento 26: “Iglesia familia de Fotocopia del Dios”. instrumento. 3.6 Celebración de la Palabra (Instrumento 27) 4 PROPUESTA PARA REALIZAR LA JORNADA EN DOS DÍAS Día 1 HORARIO CONTENIDOS 1. Aspectos 1.1 Generales 1.2 8:00 am 9:30am 1.3 1.4 9:30 am 9:45 am 9:45 am 12:00 md INSTRUMENTOS Gafetes Fotocopia de los instrumentos REFRIGERIO 2. Estructura 2.1. El formador desarrollará el tema: El Texto y Guía de I de la Guía y Perfil del catequista (Instrumento 3) Nivel “Acogemos a del Texto de 2.2. Lee la carta de presentación y Jesús I Nivel describe brevemente la Guía y Texto Fotocopia de los del Catequizando (Pág. 5, 29-33) instrumentos 2.3. El formador presenta los diferentes capítulos que integran dicha Guía (Pág. 7). Enfatizando las págs. 14-24. 2.4. El formador organiza un trabajo grupal: Las características del niño de 6 y 7 años (Instrumento 4) 12:00 md 1:00 pm ALMUERZO 3. Grandes Temas del Catecismo de I Nivel 1:00 pm 4:00 pm DESARROLLO Entrega de gafetes, saludo, Bienvenida En forma individual y luego grupa leen y comenten la Reflexión Oración: “Deseo contemplar a Dios” (Instrumento 1) Todos juntos hacen la oración que está al final del instrumento 1. Dinámica de presentación (Instrumento 2) Fotocopia de los Dios Padre: 3.1. El formador desarrolla del tema de instrumentos la I Unidad: Dios Padre me ama según el Instrumento 5 al 8 y Anexo 1-6 3.2. El formador expone el Instrumento 9 “Sobre la oración” y entrega el Instrumento 10 “El Padre Nuestro” y organiza un trabajo grupal con el mismo 3.3. Celebración de la Palabra (Instrumento 27 ) 5 PROPUESTA PARA REALIZAR LA JORNADA EN DOS DÍAS Día 2 HORARIO CONTENIDOS DESARROLLO 1. Aspectos 1.1. Entrega de gafetes, saludo, Generales Bienvenida 8:00 am 1.2. Inicia con una Lectio divina de la 9:00am cita Lc 1,26-38 “La Anunciación” 9:30 am 9:45 am Gafetes La Biblia REFRIGERIO 2. Grandes Temas del Catecismo de I Nivel 9:45 am 12:00 md 12:00 md 1:00 pm 1.3. Jesús, Hijo de Dios nos enseña el Fotocopia de los amor del Padre. instrumentos. 2.1.1El formador amplia el tema apoyado en el Instrumento 11“Dios envió su Hijo al mundo”. 2.2 Los primeros cuatro Mandamientos: El formador introduce el tema de los Mandamientos utilizando el instrumento 12. Organiza un trabajo grupal con los instrumentos de los cuatro primeros mandamientos, (Instr.13 – 16 y Anexo 711 ), asigna uno a cada grupo. Al final, cada grupo hace una presentación de la síntesis que realizó, el resto del grupo da sus aportes. ALMUERZO 3. Grandes Temas del Catecismo de I Nivel 1:00 pm 4:00 pm INSTRUMENTOS Fotocopia de los 3. Bautismo 3.1 El formador hace una pequeña instrumentos. introducción sobre el “El Espíritu Santo”, utilizando los instrumentos 17 y 18. 3.2 Introduce el tema de los sacramentos Fotocopia de los utilizando las ilustraciones de objetos que instrumentos. representan signos: semáforo, no fumar, restaurantes,.(Instrumentos 19 al 22). 3.3En pequeños grupos, utilizando el instrumento 23, deberán agrupar los sacramentos según su finalidad y hacer una breve explicación de cada uno. El formador profundizará este tema a partir del instrumento 24: “Los sacramentos signos de encuentro con Cristo” 6 3.4. En grupos realizan una lectura comentada del tema: “El Bautismo” (Instrumento 25) y exponer de forma creativa. 3.5 Iglesia, Familia de Dios 3.5.1 El formador hace una pequeña exposición sobre el tema utilizando el instrumento 26: “Iglesia familia de Dios”. 3.6 Celebración de la Palabra (Instrumento 28) 7 Instrumento 1 REFLEXIÓN DESEO DE CONTEMPLAR A DIOS Deja un momento tus ocupaciones habituales, hombre insignificante entra un instante en ti mismo, apartándote del tumulto de tus pensamientos. Arroja lejos de ti tus preocupaciones agobiantes y aparta de ti las inquietudes que te oprimen. Reposa en Dios un momento, descansa siquiera un momento en él. Entra en lo más profundo de tu alma, aparta de ti todo, excepto a Dios, y lo que puede ayudarte a alcanzarlo, y búscalo en el silencio. Di con todas tus fuerzas: busco tu rostro, tu rostro busco, Señor. Y ahora Señor y Dios mío, enséñame ¿dónde te buscaré? Y si estás en todas partes, ¿por qué no te veo aquí presente? Es cierto que tú habitas en una luz inaccesible, pero ¿dónde está esa luz inaccesible? ¿Cómo me aproximaré a ella? ¿Quién me guiará y me introducirá en esa luz para que en ella te contemple? ¿Bajo qué signos, bajo qué aspectos te buscaré? Nunca te he visto, Señor y Dios mío, no conozco tu rostro. Dios altísimo, ¿qué hará este desterrado, lejos de ti? ¿Qué hará este servidor tuyo, sediento de tu amor, que se encuentra alejado de Ti? Desea verte y rostro está muy lejos de él. Anhela acercarse a ti y tu morada es inaccesible. Arde en deseos de encontrarte e ignora dónde vives. No suspira más que por ti y jamás ha visto tu rostro. Señor, tú eres mi Dios, tú eres mi Señor y nunca te he visto. Tú me creaste y me redimiste, tú me has dado todos los bienes que poseo, y aun no te conozco. He sido creado para verte, y todavía no ha podido alcanzar el fin para el cual fui creado. Míranos, Señor, escúchanos, ilumínanos y muéstrate a nosotros. Oración Oh Jesús, en quien se desean mirar los Ángeles: Tenga siempre mi corazón hambre y sed de ti; fuente de vida, manantial de sabiduría y de ciencia, que te desee, te busque, te halle, que a ti vaya y a ti llegue; y todas mis acciones encamine a hora y gloria de tu nombre, con perseverancia, para que solo seas siempre mi esperanza, mi gozo, mi descanso y mi tranquilidad, en el cual esté siempre fija y firme mi alma y mi corazón. Amén. 8 Instrumento 2 DINÁMICA DE PRESENTACIÓN LOS CUMPLEAÑOS CANTADOS Se reúnen todos en plenario y se enseña una vieja canción con la que las familias solían festejar los cumpleaños, con una variación para adaptarla a las necesidades del curso. La canción es la siguiente: Los que han nacido en enero Que se pongan de pie Los que han nacido en enero Que se pongan de pie. Que pasen al frente, que digan su nombre, De dónde vienen y por qué están aquí. Cuando termina la misma todos los participantes que cumplen años en enero pasan, se presentan y mencionan una cualidad que los caracterice; a continuación, se sigue cantando la canción, pero cambiando de mes hasta que todos se hayan presentado. 9 Instrumento 3 LA PESCA (Perfil del catequista) Objetivo Identificar el perfil del catequista que anima el proceso de catequesis de primer nivel. (Guía del catequista I nivel pág.25) Actividad: El formador introduce el tema partiendo de la anterior dinámica de presentación y resalte brevemente el llamado a la vocación humana. Seguidamente lo enlaza con la vocación cristiana, específicamente el de ser catequista. Luego se hace lectura de la cita bíblica Lc.5, 310, en la cual Jesús le dice a Pedro “No temas; en adelante serás pescador de hombres”. El formador hace mención de una serie de rasgos necesarios que el catequista debe tener para que ser un verdadero pescador de hombres y responder así a las necesidades de sus catequizandos. Se divide el grupo en tres subgrupos a cada se le asigna algunas características específicas según la guía del catequista (pp. 25-26). Un grupo trabajará el perfil del catequista en relación con mi persona, otro en relación con la Iglesia y otro en relación con la catequesis. A cada uno se le asigna un espacio en donde tratarán de pescar unos peces, los cuales se elaborarán previamente. Estos peces se confeccionarán con cartulina, se les pega un gancho y rotulado con características específicas, según descritas en las págs. 25-28. Se elaborarán otros peces con características que no cumplan los requisitos, por ejemplo: egoísta, indiferente, impuntual, entre otros. El catequista deberá identificar y “pescar” aquellos peces que cumplan con el perfil del catequista de primer nivel. Al final cada grupo deberá proponer algunos compromisos que debe adquirir el catequista de primer nivel. 10 Instrumento 4 Las características del niño de 6 y 7 años La actividad consiste en realizar un trabajo por grupos que desarrolle el tema de la guía: Los niños de 6 y 7 años (págs.8-11) Se forman grupos 4 grupos y se le entrega a cada uno un papelógrafo con una silueta de un niño dibujada. Se les asigna una lectura y deberán escribir las características del niño de 6 y 7 años según el área de desarrollo, para que luego lo expongan al grupo en general. Grupo 1: Área psicomotora. Grupo 2: Área socio afectiva. Grupo 3: Área cognoscitiva. Grupo 4: Dimensión religiosa. 11 Instrumento 5 TEMA I UNIDAD: DIOS PADRE NOS AMA Actividad El formador les pedirá a los catequistas que escuchen algunos sonidos de la naturaleza y luego con plastilina formen algún elemento de la naturaleza que ellos admiren. Preguntará a algunos catequistas ¿quién creó el mundo? ¿Cómo se imaginan a Dios? ¿Quién es Dios? ¿Cómo puedo conocer a Dios? Y escribirá la lluvia de ideas para introducir el tema de esta unidad. Luego forma en grupos y a cada uno asigna un tema a saber: Tema Técnica 1. Dios me regala la creación El tendedero (Historia de la Creación, Gén.1,125) 2. Dios me da la vida Títeres (La Creación del hombre Gén.1,26-27) 3. Dios me ama por medio de las personas El televisor (FT. Saulo y Ananías, Hch.9, 1-20) 4. Dios Padre me conoce y sabe mi nombre Dominó ( Historia de Samuel I Sam 3, 1-13) 5. Dios me quiere y camina conmigo Juego de la Oca ( Ex. 14,19-25) 6. Dios es mi Padre El periódico (Os 11,1-4; Gál 4,6; DV 21; Mt 6, 26) Ellos leerán el contenido de la experiencia de fe y la cita bíblica propuesta en el cuadro anterior. Para luego presentar de forma breve un encuentro utilizando una técnica de exposición sugerida. El formador complementará lo expuesto en cada tema basándose en los instrumentos 6, 7 y 8. 12 ANEXO 1 TEMA 1: Dios me regala la creación Técnica: El tendedero Instrucciones: Basados en la lectura Gén.1, 1-25 y la experiencia de fe, planeen un breve encuentro de forma tal que lo puedan exponer por medio de dibujos elaborados por cada uno de los miembros del grupo. Cada miembro deberá pasar al tendedero y colgar su dibujo para ir presentando el encuentro de forma gráfica. Materiales: Hojas blancas, marcadores, lápices grafito, lápices de color, cuerda y prensas para tender ropa. 13 TEMA 2: Dios me da la vida Técnica: Títeres Instrucciones: Basados en la lectura Gén.1, 26-27 y en la experiencia de fe, planeen un breve encuentro de forma tal que lo puedan exponer con la ayuda de títeres de papel. Materiales: Bolsas de papel, papel de construcción, ojos móviles, lana, papel de regalo, goma, tijeras y marcadores. 14 TEMA 3: Dios me ama por medio de las personas Técnica: El televisor Instrucciones: Basados en la lectura Hch.9, 1-20 y en la experiencia de fe planee un breve encuentro en el que lo pueda presentar en forma de historieta. Se confeccionará para ello un televisor con una caja de cartón y otros materiales. Materiales: Una caja grande de cartón, un cúter, dos cilindros de papel, dos paletas, goma, tijeras, hojas blancas, cinta adhesiva, marcador, revistas, papel satinado. 15 Anexo 3 TEMA 4: Dios Padre me conoce y sabe mi nombre Técnica: Dominó Instrucciones: Basados en la lectura I Sam 3, 1-13 y en la experiencia de fe del tema planee un breve encuentro. Elabore un dominó a partir de láminas de cartulina de presentación tamaño carta para presentar el encuentro. Cada una de las 12 láminas se dividirá con un marcador por la mitad. En una parte se escribirá un versículo de la cita bíblica propuesta y en la otra parte se pegará una imagen alusiva. En la siguiente lámina se vuelve a pegar una imagen igual a la anterior pero se enlaza con otro versículo. La idea es que cada lámina tenga una imagen en la cual el niño pueda relacionar una con otra y así armar la historia del llamado de Samuel. Observe el siguiente ejemplo: 5. y corrió donde Helí diciendo: «Aquí estoy, pues me has llamado.» Pero Helí le contestó: «Yo no te he llamado; vuelve a acostarte.» El se fue y volvió a acostarse. El Señor llama a Samuel El niño Samuel estaba al servicio de Yavé y vivía junto a Helí. En aquel tiempo raras veces se oía la palabra de El Señor. Las visiones no eran frecuentes. 2. Cierto día, Helí estaba acostado en su habitación, sus ojos iban debilitándose y ya no podía ver. 3. Aún no estaba apagada la lámpara del Señor, y Samuel estaba acostado en el Templo del Señor, donde se encontraba el Arca del Señor. 4. El Señor llamó a Samuel. El respondió: «Aquí estoy», 6. Volvió a llamar El Señor: «Samuel.» Se levantó Samuel y se fue donde Helí diciendo: «Aquí estoy, pues me has llamado.» Otra vez Helí contestó: «No te he llamado; hijo mío, anda a acostarte.» 16 Anexo 5 TEMA 5: Dios me quiere y camina conmigo Técnica: El juego de la Oca Instrucciones: Lea Ex. 14,19-25 y la experiencia de fe del tema y planee un breve encuentro en el cual se pueda presentar en un tablero similar a los que usan en el juego de la Oca. Dibuje en la cartulina de presentación un tablero similar al del ejemplo y en cada cuadro se va escribiendo un versículo de la cita bíblica, cuando el pueblo de Israel cuando es liberado de la esclavitud en Egipto. Después cada participante lanzará los dados y con la ficha recorrerá los espacios que le indique los dados y hará lectura del versículo que le corresponde. Al final se comenta el mensaje bíblico como parte de la experiencia de fe de un encuentro. Materiales: Una lámina de cartulina de presentación, una regla, marcadores, dibujos alusivos a las historia bíblica, dados y fichas de colores. 17 ANEXO 6 TEMA 6: Dios es mi Padre Técnica: El periódico Instrucciones: Lea la experiencia de fe del tema y considere cada fuente presentada en la misma: Os. 11,1-4; Gál.4, 6; DV21; Mt 6,26. Confecciona un periódico con sus diferentes secciones: nacionales, internacionales, sucesos, entretenimiento, anuncios de clasificados entre otros. Para que en cada noticia se anuncie de forma atractiva algunas de las fuentes de la experiencia de fe de este tema. Ejemplo: ¡Suceso!: “Padre que está en el cielo sale amorosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos” 18 Instrumento 6 ¿QUIÉN ES DIOS? Tú Señor, eres nuestro padre, desde siempre, eres nuestro redentor (Isaías 63, 16) Nadie ha visto nunca a Dios... Nosotros hemos encontrado el amor de Dios presente entre nosotros, y hemos creído en su amor. Dios es amor (I Juan 4,12.16) 1. ¿Podemos conocer a Dios? “Quiero conocer a mi papá”, manifiesta con insistencia un niño, quien había nacido mientras su padre trabajaba en el extranjero. Su madre se lo mostraba en fotografías y trataba de describírselo: “Es alto, moreno, es muy bueno... ¡Pronto vendrá!” El niño seguía insistiendo: “¡Pero yo quiero verlo!” Algo similar le ocurre a la humanidad. ¿Quién es Dios? Es la gran pregunta que el ser humano siempre se ha hecho. Y aunque con su razón puede llegar a aceptar la existencia de un Ser Superior, toda vez que intenta responder a esa pregunta por sí mismo, muy pronto se da cuenta de que su razón no es suficiente para abordar la totalidad de Dios. Sólo Dios mismo puede darnos a conocer quién es Él. Cuando la persona intenta descubrirlo desde la fe, tiene la seguridad de conocerlo mejor, porque es Él mismo quien se nos revela. Sin embargo, seguimos conociéndolo con una inteligencia limitada, que no puede abarcar totalmente la grandeza del misterio de Dios, quien sigue siendo Misterio inefable (inagotable la mente no alcanza a comprender). San Agustín llega a afirmar que si lo comprendiéramos, no sería Dios. 2. Falsas ideas de Dios Toda persona lleva en sí misma el deseo natural de buscar a Dios. El ser humano, creado por Dios y para Dios, rechaza muchas veces esta relación con Él y, apoyado solamente en sus razonamientos o en los de otros, se forma conceptos equivocados hasta fabricarse “dioses” a su medida o a su antojo. Definitivamente, cuando no nos apoyamos en la revelación de Dios, es muy fácil tener ideas falsas sobre Él. Reconozcamos algunas de ellas: El Dios –Juez, castigador, terrible y vengativo. El Dios-Amo, lejano y desentendido del mundo y de las personas. El Dios-Mago, a quien se encuentra a través del espiritismo, la magia y la superstición. El Dios-Milagrero, a quien buscamos sólo para solicitar favores imposibles. El Dios-Abuelo, quien justifica nuestra conducta, aunque no sea buena; o que nos soluciona todos los problemas sin nuestro esfuerzo. El Dios-Todo, a quien se identifica con las obras de la creación. Es el “panteísmo” (sistema de los que identifican a Dios con el mundo) muy en boga hoy entre los seguidores de la nueva era (“new age”). 19 3. ¿Qué nos revela Dios de sí mismo? Lo que conocemos de Dios es porque Él mismo nos lo ha dado a entender a través de sus intervenciones amorosas a favor de la humanidad. La historia de esas intervenciones la encontramos escrita en la Biblia, la que aceptamos como Palabra de Dios. Y ¿qué Dios se nos revela en la Biblia? Un Dios que ha creado el mundo y al ser humano para compartir su amistad, su misma vida. Un Dios que se compromete con su pueblo para liberarlo del mal en que ha caído y le ofrece un pacto de amistad para que viva en armonía con Él, con las personas, con la creación. Descubramos en la Biblia algunos atributos de ese Dios que interviene por amor para salvar al ser humano: El Dios Único: Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios, es el único Señor (Deuteronomio 6,4). El Dios Trino: (Trinidad): Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la participación del Espíritu Santo, estén con todos ustedes (2 Corintios 13,13). El Dios vivo: (no un ser imaginario): ¿Qué hombre hay que pueda escuchar la voz del Dios viviente, hablando en medio del fuego, como lo hemos oído nosotros, sin que le cueste la vida? (Deuteronomio 5,26). El Dios Espíritu: (invisible): Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios (Juan 4,24). El Dios cercano a las personas: (Dios con nosotros) De día, el Señor acompañaba a los israelitas en una columna de nube, para señalarles el camino, y de noche, en una columna de fuego, para alumbrarlos (Éxodo 13,21). El Dios Santo: (Dios es Amor): Santo, Santo, Santo es el Señor todopoderoso, toda la tierra está llena de su gloria (Isaías 6,3). El Padre Perfecto: por eso dice Jesús: Sean perfectos como mi Padre Celestial es perfecto (Mateo 5,48). El Dios Padre amoroso: Cuando el pueblo de Israel era niño, yo lo amaba, a él, que era mi hijo, lo llamé de Egipto (Oseas 11,1). El Dios Justo: El Señor hace justicia a los oprimidos y da de comer a los hambrientos (Sal 134 6,7) El Señor: Dios le dijo a Moisés: Yo soy el que soy... El Señor (Yahvé) Dios de los antepasados de ustedes, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me ha enviado a ustedes. Este es mi nombre eterno, este es mi nombre por todos los siglos (Éxodo 3, 14-15). El Padre Clemente y Misericordioso: El Señor es compasivo y misericordioso (Sal 103, 8). El Dios Fiel: Reconozcan, pues, que el Señor su Dios, es el Dios verdadero, que cumple fielmente su alianza generación tras generación, para los que le aman y cumplen sus mandamientos (Deuteronomio 7,9). 20 El Dios Amor: El ser mismo de Dios es Amor. “Dios es amor y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él”. (1 Jn 5,16). 4. El Dios que nos revela Jesucristo Jesús, que en la plenitud de los tiempos es enviado a comunicarnos la Revelación definitiva de Dios, descorrió el velo del misterio y nos enseñó que Dios es Padre. El nombre de Padre significa que Dios es origen primero de todo y que es al mismo tiempo bondad y solicitud amorosa para todos sus hijos. Significa que nos llama a ser sus hijos, que nos ama con un amor eterno y que podemos invocarlo con toda confianza, con actitud filial. El apóstol Pablo nos enseña que: Ustedes no recibieron un espíritu de esclavos para volver al temor, sino que recibieron el Espíritu que los hace hijos adoptivos y que los mueve a exclamar: Abba, Padre (Romanos 8,15). Por otra parte, Jesús expresa una estrecha relación con su Padre. Es más, se identifica con su Padre y se revela como un solo Dios con Él. Cuando el apóstol Felipe le dice que les muestre al Padre, Jesús le contesta: El que ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo, pues, dices: Muéstranos al Padre? (Juan 14,9. Y cuando le preguntan dónde está su Padre, Jesús les contesta: Ustedes no me conocen a mí ni a mi Padre; si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre (Juan 8, 19). Por eso, los apóstoles confiesan a Jesús como el Verbo que en el principio estaba junto a Dios y que era Dios (Juan 1,1). Por otra parte, Jesús antes de su Pascua, anuncia el envío del Espíritu Santo que estará con sus discípulos y que es revelado como otra persona divina con relación a Jesús y al Padre. El envío de la persona del Espíritu después de la Resurrección (Juan 7,39) revela en plenitud a Dios como misterio de la Santísima Trinidad. Dios es Uno y Trino, un solo Dios en tres personas. Dios es comunidad. La revelación de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Al respecto, los Obispos Latinoamericanos, en el Documento de Puebla (Nº 212), nos enseñan que Cristo nos revela que la vida divina es comunión trinitaria. Padre, Hijo y Espíritu viven en perfecta intercomunicación de amor, el misterio supremo de la unidad. De allí procede todo amor y toda comunión, para grandeza y dignidad de la existencia humana. 21 Instrumento 7 ¿QUIÉN ES DIOS? Tú Señor, eres nuestro padre, desde siempre, eres nuestro redentor (Isaías 63,16) Nadie ha visto nunca a Dios... Nosotros hemos encontrado el amor de Dios presente entre nosotros, Y hemos creído en su amor. Dios es amor (I Juan 4,12.16) Falsas ideas de Dios: Dios-Juez Dios-Amo Dios-Mago Dios-Milagrero Dios-Abuelo Dios-Todo Lo que nos revela Dios de sí mismo: El Dios único El Dios Trino El Dios vivo El Dios Espíritu El Dios cercano a las personas El Dios Santo El Padre Perfecto El Dios Padre amoroso El Dios Justo El Señor El Padre Clemente y Misericordioso El Dios Fiel El Dios Amor 22 Instrumento 8 DIOS CREÓ TODAS LAS COSAS PORQUE NOS AMA Las maravillas que nos rodean Siempre nos interrogamos sobre el origen de las cosas. Los científicos tienen varias teorías que tratan de explicar el origen y la evolución del universo. Pero la explicación sobre el origen de todo nos lleva también a descubrir cuál es el sentido de tal origen: si se encuentra a merced del azar, de un destino ciego o, está gobernado por un ser transparente, inteligente y bueno, llamado Dios. La creación es obra de Dios Los cristianos creemos que Dios creó el mundo según su sabiduría. En Génesis que significa origen, comienzo; nos presenta a Dios como el Creador del cielo y de la tierra. Hay un solo Dios, distinto a todas las cosas, que no tuvo principio ni tendrá fin Dios está primero que todas las cosas porque Él es el origen de todo el mundo, la vida y el ser humano. Dios quiso que todo existiera para bien y felicidad de todas las personas. Dios es infinitamente bueno y todo lo que hizo es bueno también En el credo renovamos nuestra fe en Dios Creador: Creo en solo Dios, Padre Todopoderoso Creador del cielo y de la tierra, De todo lo visible e invisible Dios quiere el bien de todos los seres humanos Dios quiere que las personas tengamos vida y la tengamos en abundancia; también nos revela su amor y bondad. “El mundo ha sido creado para honra y gloria de Dios”. La creación es una obra del poder de Dios, que crea libremente de la nada. Es una obra maravillosa, pero no está por encima de Dios. Él es infinitamente más grande que todas sus obras. La creación es una obra que invita siempre a admirar la grandeza del Creador. Dios no es solamente un hábil organizador de los elementos, es el Creador y dueño de todas las cosas (Salmo 8). La creación es una obra que tiene su origen en la sabiduría y la bondad de la Trinidad, no en un destino ciego. Es una obra ordenada y buena, querida por Dios como un regalo para la humanidad. La creación es una obra por la que Dios vela siempre. Dios no abandona a sus criaturas, sino que las mantiene y las lleva a su realización plena. Reconocer esta dependencia respecto al Creador, es fuente de sabiduría, de libertad, de gozo y de confianza. 23 Estamos llamados a cuidar la creación El libro de Génesis nos recuerda que el Padre ha encomendado al ser humano el dominio y el cuidado de lo creado. El someter la tierra no significa destruirla ni contaminarla. Los cristianos desde la fe, y muchos grupos comprometidos con lo ecológico, defienden la bondad de la creación, claramente conscientes de que la naturaleza está al servicio de la humanidad. Llamamos “Divina providencia” a las disposiciones por las que Dios conduce la obra de su creación hacia la perfección. Dios ha dejado la creación en nuestras manos, no para que la adoremos, sino para que la dominemos, la sometamos y compartamos con los demás. 24 Instrumento 9 Sobre la Oración (Mt 6, 5-14) Cuando ustedes oren, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea, Les aseguro que con eso ya tienen premio. Pero tú cuando ores, entra en tu cuarto cierra la puerta y ora a tu Padre en secreto. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu premio. Y al orar no repitan ustedes palabras inútiles, como hacen los paganos que se imaginan que cuanto más hablen más caso les hará Dios. No sean como ellos, porque su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan, antes que se lo pidan. Ustedes deben orar así: Padre nuestro que estás en el cielo, Santificado sea tu nombre. Venga tu reino Hágase tu voluntad en la tierra, Así como se hace en el cielo. Danos hoy el pan que necesitamos. Perdónanos el mal que hemos hecho, Así como nosotros hemos perdonado A los que nos han hecho mal No nos expongas a la tentación, Sino líbranos del maligno. Porque ustedes perdonan a otros el mal que les ha hecho, su Padre que está en el cielo los perdonará también a ustedes; pero si no perdonan a otros, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus pecados. 25 Instrumento 10 EL PADRE NUESTRO La oración del Padre Nuestro, nos devela por labios del Divino Maestro, el mensaje central del Nuevo Testamento, cual es invocar a Dios mediante el término Padre, que no sólo encierra según la literatura testamentaria un aporte fundamental, sino que abre el vínculo filial del hombre con Aquel Ser Supremo, Su Creador, el Ser Necesario, pues misteriosamente se acerca a Él por medio de la oración y porque es hijo en el Hijo, Jesucristo. Ya no es únicamente un título de respeto y homenaje a Dios sin parentesco alguno, es la alegría de saberse hijo y de conformar una familia en Cristo, el Señor. Padre Nuestro Significa que Jesús nos enseña a llamar a Dios Padre y Padre Nuestro. Yo he venido en nombre de mi Padre (Jn. 12,28). Quien reconoce a Dios como Padre, ABBA, se sabe hijo, hombre nuevo. Se sabe perdonado. Se sabe redimido. Se sabe heredero. Se sabe hijo unigénito. En el bautismo reconocemos, nuestra propia identidad de cristiano. Se sabe llamado a cumplir una misión, prolongar el Reino de Dios. Se sabe objeto de su amor. Renuncia al padre terrenal y reconoce como Padre al del cielo. Es saberse hermano de todo hombre. Es eliminar la desigualdad, todos somos iguales. Que estás en el Cielo Significa que Jesús nos enseña a llamarlo Padre, para que sintamos su cercanía. Ayuda a malos y buenos, agradecidos y desagradecidos, justos e injustos. Asiste al necesitado. No se le puede reducir, no tiene figura corporal, ni habita en un lugar determinado. Cielo, lugar donde no hay injusticia, ni plagas, crímenes. SANTIFICADO SEA TU NOMBRE Significa que Sea santificado su Nombre, porque todavía existen personas que no lo santifican. Todavía se profana su Nombre, se toma en falso. 26 Quien toma su Nombre para cosas no convenientes, lo manipula a Él. Santificarlo es amarlo por ser Él quién es, no por lo que nos puede servir. Santificar el Nombre de Dios es conocerlo a Él y conociéndolo lo pueden amar y evitar ofenderle. Es el Nombre que da Salvación. Santificar a Dios es santificar su propia vida y la de los demás. Pan Nuestro de cada día Significa lo siguiente Pan material Es una confesión de necesidades, que el hombre posee en condición de necesitado. Nos confesamos mendigos. Pedir pan es: - súplica de Pan Material - súplica de pan de Palabra de Dios - súplica de Pan de Eucaristía Cuando pedimos pan material nos ubicamos como hijos suyos que somos. Pan es el nombre que da Cristo a lo que sirve para subsistir. El que pide ser “alimentado” por Dios, no pide dinero, placeres, lujos, vestido, sino que le dé lo necesario para subsistir. Pan es el fruto de la justicia. Pedir pan es expresión de solidaridad de los cristianos con todos los hombres. Pan Espiritual – Pan de Palabra El Pan de Dios, es el que nutre nuestras mentes no los vientres. Pan de Eucaristía Es el único súper – substancial, pues no es el que llena o entra en el cuerpo, sino aquel pan de vida eterna que sostiene la sustancia de la vida, el hombre debe recibirlo cotidianamente. El pan es cotidiano ¿por qué esperar un año para recibirlo? Cuando el hombre pide Pan de Vida, Pan de Palabra, o Pan Material recuerda que vive, que necesitamos del alimento para satisfacer nuestras necesidades. PERDONA NUESTRAS DEUDAS, ASÍ COMO NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES Significa que Es en la experiencia de convivencia que nos volvemos necesariamente deudores. 27 Estamos en deuda aún con aquellos, que nos han dado sin esperar nada a cambio:pobres, maestros, hermanos, etc. El que no hace lo que debe cumplir con el hermano, queda deudor de lo que ha omitido. Nosotros tenemos deudas con muchas personas: hermanos, esposos, ciudadanos, hijos, etc. Por eso si alguien se vuelve moroso con nosotros, en pagar lo que debe, nos portaremos amables con ellos. Al ejercer el perdón el hombre alcanza un grado de semejanza con Dios, pues realiza lo que solo Dios puede hacer. Quien tiene capacidad de decir palabras provechosas y no las dice, se convierte en un deudor. Quien es ingenioso y prefiere ser mediocre, contrae deuda. Venga a Nosotros tu Reino Significa que Reino es el mismo cielo. Todos pedimos que venga el Reino y que deseamos llegue. Estamos suplicando reorientar al mundo. Suplicamos venida del Reino a nosotros, que no haya corrupción, libre de muerte, que no reine muerte, etc. Se el pide a Dios que no triunfe la carne, sobre el Espíritu. Esta súplica de quienes han sido maltratados, asesinados por causa de Cristo. Si el Reino está dentro de sí, para que se perfeccione. Le pedimos que desvirtuemos el Reino, que atrasemos su proyecto, que no irrespetemos su presencia en la historia y en las personas. Hágase tu voluntad así en la tierra como en el Cielo Significa que Es suplicarle a Dios que no nos conformemos con el Reino de este mundo. Es que la creatura luche contra los que pueden caer en pensamientos contrarios a Dios y separar el corazón de los que quieren el bien. En Cristo Reino y voluntad de Dios se relaciona. Es hacer de la tierra cielo, es vivir en la tierra como si fuera el cielo. La voluntad de Dios no se realiza sin la colaboración del hombre. Voluntad de Dios es la que Cristo nos enseñó y cumplió. Al Bautizarme debo hacer la voluntad del Padre sin embargo se establece una lucha interior. Vivir la voluntad del Padre, no es fácil, es renunciar a sus propios gustos y deseos. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal Significa que Nadie puede estar seguro de no hacer cosas vergonzosas en la vida personal. 28 Nuestras propias fuerzas no son suficientes para mantenerse firme. Cuando el hombre cree que con sus propias fuerzas puede vencer sus debilidades se convierte en un soberbio. Tentaciones son todos aquellos elementos externos e internos que provocan al creyente a apartarse de Dios. La tentación mayor en la que puede caer el hombre es la de no preferir a Dios a todo aquello que le es más querido. Hay que orar no para estar libres de tentaciones, sino para no caer en ella. 29 Instrumento 11 DIOS ENVIÓ A SU HIJO AL MUNDO ¿Estaba usted en apuros y vino alguien a ayudarle? ¿Qué experiencia tan gratificante! El solo anuncio del que llega, significa para nosotros un gran alivio: nos da seguridad y confianza. El libro del Génesis nos narra, en lenguaje simbólico, que después de la caída del hombre y de la mujer, ellos no fueron abandonados por Dios, sino que el Señor los llamó y les anunció la victoria sobre el mal y la restauración de su caída (Génesis 3, 9-15). Isaías fue uno de los profetas que anunció que Dios en persona vendría para ayudar a la humanidad caída. Las palabras que este profeta dijo al rey Ajaz, se dirigen también a cada uno de nosotros. El nombre que el profeta anuncia para el enviado de Dios es “Emmanuel”, que significa: “Dios – con – nosotros” (Mateo 1, 22-23). El origen de este acontecimiento se desarrolla en una casita humilde de Nazareth. De esta manera, Dios no aparece entre nosotros como un gran señor, sino como el amoroso servidor. Dentro de esa sencillez, el niño anunciado por el Ángel Gabriel es fruto de una especial intervención de Dios, decidido a salvarnos:... El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una joven virgen (...). Y el nombre de la virgen era María. Entró el ángel a su presencia y le dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo (...) Vas a quedar embarazada y darás a luz a un hijo al que pondrás el nombre de Jesús (...) María dijo entonces al ángel (...) Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí lo que has dicho (Lucas 1, 26-38). El Verbo se hizo carne por nuestra salvación La Encarnación es el acontecimiento por el cual el Hijo de Dios, por obra y gracia del Espíritu Santo y a través de la Virgen María, asumió la naturaleza humana para llevar a cabo la obra de salvación. Los cristianos proclamamos este hecho como el hecho central de nuestra fe: Jesucristo se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser verdaderamente Dios. Él es verdadero y verdadero hombre. Por el anuncio del ángel Gabriel a la Virgen María, conocemos la decisión de Dios de hacerse hombre y compartir con nosotros. Desde ese momento, los que creemos en Jesús tenemos el camino abierto para acercarnos a ese Hombre-Dios que es Jesús, Camino, Verdad y Vida. La razón última y fundamental que da sentido al acontecimiento de la Encarnación, es que Dios quiere salvarnos. Para profundizar este misterio fundamental de nuestra fe, podemos acercarnos directamente a las páginas del Nuevo Testamento, las cuales nos explican que el Padre envió a su Hijo: Para reconciliarnos con Dios (Romanos 5,10-11). Para salvar al mundo (1 Juan 4,14). Para quitar el pecado (1 Juan 3,5). Para que conociéramos el gran amor que Dios nos tiene (Juan 3,16). Para ofrecernos el modelo de nuestra santidad (Mateo 11,29). Para hacernos participar de su misma vida divina (2 Pedro 1,4). 30 El sabio teólogo del siglo trece, santo Tomás de Aquino, escribió: el Hijo Unigénito de Dios, queriendo hacernos partícipes de su divinidad, asumió nuestra naturaleza, para que, habiéndose hecho hombre, hiciera dioses a los hombres. Una virgen – madre colabora con el plan salvador de Dios Cuando Dios pensó en la redención del ser humano, también pensó en una mujer de nuestra misma raza, humana, escogida para colaborar libremente en el plan de salvación: una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David (Lucas 1,27). El ángel Gabriel le dio a conocer que Dios quería que ella fuera la madre de su Hijo Santísimo. Ella, después de preguntar cómo sería eso, lo aceptó y abrió plenamente todo su ser para se cumpliera el plan de Dios: Yo soy la servidora del Señor; hágase en mí lo que has dicho (Lucas 1,38). Es “SI” de la Virgen María hace posible la encarnación del Hijo de Dios por obra y gracia del Espíritu Santo. Su consentimiento sólo vino a confirmar lo que Dios había decidido y había preparado: que ella fuera una servidora muy especial. Dios Padre eligió y enriqueció con dones muy especiales a la mujer que sería la Madre de Cristo. Y ella aceptó con humildad: Hágase en mí según tu Palabra (Lucas 1,38): Inmaculada: Es decir, sin pecado desde su concepción (sin pecado original). Llena de gracia: Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo (Lucas 1,28). Virgen: Es decir, que su integridad corporal no solamente es signo de pureza, sino de consagración exclusiva a la obra de salvación, según el plan de Dios. María es Madre de Dios en cuanto el hijo de sus entrañas es el mismo Hijo de Dios. La aclamamos como Madre de Dios precisamente porque, en ella y con ella, Dios se hizo “uno como nosotros”. Jesús nos enseña los caminos del amor Los cristianos, conocemos y queremos respetar la última voluntad de Jesús: el mandamiento del amor. En la noche del jueves antes de su Pasión en la última Cena que celebraba con sus discípulos, Jesús abrió plenamente su corazón a aquellos que lo habían acompañado y que habían estado muy cerca de Él. Sabía que pronto los iba a dejar, compartió con ellos sus sentimientos y a la vez les dejó su testamento: el mandamiento del amor. ¿Pero qué es amar? Amar es donarse, entregarse, hacer felices a los demás desinteresadamente. Para eso es necesario tener en cuenta los mandamientos de Dios. El cristiano que ama, actúa a semejanza de Jesús. Jesús enseñó con obras y con palabras, pero, sobre todo, con su propia vida. En efecto, las parábolas del Reino, además de su rico mensaje, fueron el signo de su acercamiento e 31 identificación con la realidad de sus coterráneos. Sus gestos siempre enseñaron y tuvieron como fin revelar al Padre y ayudar a los más débiles. Jesús mostró, a través de su vida, una coherente relación consigo mismo, con su Padre, su mensaje, pues, reviste autoridad. Jesús propuso a sus discípulos el cumplimiento de una nueva ley: además, para no olvidarla, la recordaban constantemente a sus hijos; la repetían varias veces al día y la llevaban escrita como señal en la frente y en las manos (Deuteronomio 6, 4-9). La novedad está en que Jesús da el mandamiento del amor con una originalidad totalmente nueva: El modelo es Él mismo, como Buen Pastor (Juan 10, 14-16; Lucas 10, 25-28). Enseña un amor que abarca obligatoriamente a los cercanos y se desborda hasta a los enemigos y desconocidos (Mateo 5, 43-48; Lucas 10, 29-37). Es un amor que pasa necesariamente por los demás, especialmente por los más necesitados (Mateo 25, 31-46). Es una manera de amar que renuncia al orgullo, para actuar con humildad y con actitud de servicio a los otros (Juan 13, 1-16). Incluye la misericordia y el perdón incondicional a los demás (Juan 8, 1-11). Es siempre un reflejo del amor perfecto de Dios (I Corintios 13, 1-13). Pero la novedad se acentúa cuando entendemos que el amor verdadero no es fruto sólo de la voluntad y de las acciones humanas, sino que cuenta con la gracia del Espíritu que actúa en nuestros corazones. La Sagrada Escritura nos muestra que el amor de Dios es inseparable del amor al prójimo. El apóstol Pablo dice que... todos los otros mandamientos se resumen en esta palabra: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo... Por esto en el amor cabe toda la ley Romanos 13, 9-10; Juan 13,34. Y el evangelista Juan nos enseña que no es posible amar a Dios y despreciar la prójimo: El que dice: Yo amo a Dios, y odia a su hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, si no ama a su hermano, a quien ve? Él mismo nos ordenó: el que ame a Dios, ame también a su hermano (I Juan 4,20-21). Jesús nos redime muriendo en la Cruz Desde el instante en que el primer ser humano pecó, Dios anunció su promesa de salvarlo a través de “la descendencia de la mujer”; esto es, de Jesús, hijo de María, y de la Iglesia, nuestra Madre. La promesa divina hecha a nuestros primeros padres fue renovada por Dios constantemente a los profetas del Antiguo Testamento. Ellos anunciaron un Mesías que vendría a salvarnos del pecado y de la muerte. Jesucristo, el Hijo de Dios, es quien con su muerte pisoteó el pecado y nos rescató. Y con su Resurrección nos dio una nueva vida, la gracia de la gracia, la vida de comunión con el Señor. Este es precisamente el núcleo del misterio de la “redención”, lo cual significa que, por la acción de Dios y de Cristo, hemos sido rescatados, readquiridos, liberados, del pecado y de la muerte. 32 Jesús Resucitado nos da la vida nueva En el Credo de los Apóstoles confesamos que “Jesús fue sepultado y descendió a los infiernos”. ¿Qué significa esto? Significa que Jesús, como todo ser humano, experimentó la oscuridad de la muerte. En efecto, “infierno”, según el modo de pensar los israelitas no significaba el “lugar de los condenados” sino el “lugar de los muertos”. Cuando pensamos en nuestra propia muerte, sabemos con certeza que Jesús “pasó” por ella y la venció; Jesús pasó de la muerte a la vida. A este acontecimiento de la Muerte y Resurrección de Jesús lo denominamos la “Pascua” que quiere decir “paso”. Al salir Cristo victorioso del sepulcro, ya lo viejo ha pasado y ha entrado lo nuevo. Las ataduras de la muerte y el pecado no tienen fuerza sobre el ser humano redimido por Él. Efectivamente, el Cristo sufriente que llevaba sobre sí el peso de nuestras culpas, salió lleno de gloria y, con el Él, toda la humanidad. Su triunfo es nuestro triunfo; su resurrección es nuestra resurrección. Por eso, Jesús Resucitado nos permite dejar las obras del pecado, para caminar como hijos de la luz en la novedad de una vida nueva. A la Muerte y Resurrección de Jesús le llamamos “El Misterio Pascual”. Todos los años celebramos este mismo misterio al culminar la Semana Santa; y cada domingo, en la Eucaristía, las comunidades cristianas, por una tradición que viene desde los Apóstoles, celebramos a Cristo Muerto y Resucitado, nuestra víctima Pascual. En la noche del Sábado Santo, tiene lugar la celebración más bella e importante de toda la Liturgia. Se llama la “Vigilia Pascual” y en ella todas las comunidades cristianas se alegran por la gloriosa resurrección de Cristo. En esta celebración: SE BENDICE EL FUEGO NUEVO, en lugar fuera del templo. Esa bendición nos indica que toda la creación ha sido renovada restaurada. SE BENDICE EL CIRIO PASCUAL, una candela de gran tamaño que se introduce procesionalmente en medio de la oscuridad del templo para indicar que Cristo Resucitado es la luz del Mundo que viene a iluminar la vida nueva de los hijos de Dios. SE ENTONA EL HIMNO DE GLORIA, repican las campanas y se canta “Aleluya” SE PROCLAMA LA PALABRA DE DIOS, en la que escuchamos el proyecto de Dios que nos salva de la esclavitud, nos hace su pueblo y nos llama a vivir en la libertad y la gracia, en una nueva vida. SE CELEBRA EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO, por el que el cristiano muere con Cristo para nacer a una vida nueva. Cada miembro, como una sola voz en la Comunidad reunida, renueva sus promesas bautismales. SE CONCLUYE CON LA EUCARISTÍA, en la que Cristo resucitado se convierte en Pan de Vida. 33 Instrumento 12 LOS MANDAMIENTOS La palabra “DECÁLOGO” significa literalmente “Diez palabras1 “(Ex 34, 28; Dt 4, 13; 10,4). Estas diez palabras Dios las reveló a su pueblo en la montaña santa. Las escribió “con su Dedo” (Ex 31, 18). Son transmitidas en los libros del Éxodo y del Deuteronomio. Ya en el Antiguo Testamento, los libros santos hablan de las “diez palabras”; pero su pleno sentido será revelado en la nueva Alianza en Jesucristo. Las “Diez palabras” son pronunciadas por Dios dentro de una teofanía (“El Señor os habló cara a cara en la montaña, en medio del fuego”: (Dt. 5,4) Pertenecen a la revelación que Dios hace de sí mismo y de su gloria. El don de los mandamientos es don de Dios y de su santa voluntad. Dando a conocer su voluntad, Dios se revela a su pueblo. Los diez mandamientos expresan las implicaciones de la pertenencia a Dios instituida por la Alianza. Las “diez palabras”, bien sean formuladas como preceptos negativos, prohibiciones, o bien como mandamientos positivos (como “honra a tu padre y a tu madre”), indican las condiciones de una vida liberada de la esclavitud del pecado. El Decálogo es un camino de vida: Si amas a tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, sus preceptos y sus normas, vivirás y te multiplicarás (Dt. 30,16). Jesús recogió los diez mandamientos, pero manifestó la fuerza del Espíritu operante ya en su letra. Desarrolló todas las exigencias de los mandamientos. Predicó la justicia que sorpresa la de los escribas y los fariseos (Mt. 5,20), así como la de los paganos. Desarrolló todas las exigencias de los mandamientos “habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás... Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal” (Mt. 5, 21-22). Cuando le hacen la pregunta: “¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?” (Mt. 22,36), Jesús responde: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley los Profetas” (Mt. 22, 37-40). El Decálogo debe ser interpretado a la luz de este doble y único mandamiento de la caridad, plenitud de la Ley: En efecto, lo de: “No adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás y todos los demás preceptos, se resumen en esta fórmula: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud (Rm. 13, 9-10)”. Las “diez palabras” resumen y proclaman la Ley de Dios: Deuteronomio 5, 6-21 1. Amarás a Dios sobre todas las cosas. 2. No tomarás el nombre de Dios en vano. 3. Santificarás las fiestas. 4. Honrarás a tu padre y a tu madre. 5. No matarás. 6. No cometerás actos impuros. 7. No robarás. 8. No dirás falso testimonio ni mentirás. 9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros. 10. No codiciarás los bienes ajenos. 1 Tomado del Catecismo de la Iglesia Católica 34 Anexo 7 Indicaciones para el desarrollo del trabajo grupal en relación con Los Mandamientos. Dividir el grupo en cuatro subgrupos y asignar a cada uno un mandamiento, así como una técnica lúdica para que la apliquen en su exposición. Ver Anexo 8 Anexo 8 PRIMER MANDAMIENTO Juego de Gato: Lea el Instrumento 13 y elabore en 10 preguntas en relación con el tema. Construya 10 cartones cuadrados en las cuales se deberá dibujar por un lado un círculo o una equis y en el otro lado anotará una de las preguntas elaboradas. El juego consiste jugar “Gato” pero cada participante deberá contestar correctamente la pregunta de cada cuadro para tener derecho a su turno. Anexo 9 SEGUNDO MANDAMIENTO Juego de Parchis: Lea el Instrumento 14 y anote algunas ideas principales en relación con el tema y elabore unas preguntas. Luego escriba en algunos espacios del tablero las preguntas elaboradas. El juego consiste en tirar los dados, mover las fichas según los espacios indicados y responder cada pregunta para avanzar a la meta. 35 Anexo 10 TERCER MANDAMIENTO Memoria (encuentra tu par): Lea el Instrumento 15 y anote algunas palabras claves del tema así como las fiestas de precepto. Elabore tarjetas y anote una palabra en dos cartoncitos diferentes. El juego consiste en colocar las tarjetas con las palabras hacia debajo de forma que en cada turno, el niño pueda encontrar el par que le corresponde y explicar qué significa cada una de ellas. Anexo 11 CUARTO MANDAMIENTO Lotería: Lea el Instrumento 16 y anote una serie de actitudes, acciones, compromisos para cumplir el cuarto mandamiento. Se elabore una lotería con estas palabras en las tarjetas y cartones respectivos. 36 Instrumento 13 PRIMER MANDAMIENTO Amar A Dios Sobre Todas Las Cosas Es pues, correcto afirmar que Dios nos ha hecho para ser eternamente felices con Él. Y que esa felicidad se gana a través de los actos libres, pues sólo en la libertad cabe el amor. Nada debe, pues estar subordinado al Amor que nos dará esa eterna dicha: ni las cosas del mundo, ni los seres queridos, ni la propia salud o la vida. “Con todo el corazón, el alma, la mente, las fuerzas”: consecuencia ineludible de ser Dios el Ser Supremo. Infinitamente Bueno, que nos ha hecho para comunicarnos su inefable felicidad. Hacemos un acto de fe cada vez que asentimos conscientemente a las verdades reveladas por Dios; no precisamente porque nos hayan sido demostradas y convencido científicamente, sino primordialmente porque Dios las ha revelado. Ahora bien, es en nuestro interior donde comienzan los deberes para con la fe. En nuestra mente Dios nos pide que hagamos actos de fe, que le demos culto por el asentimiento explícito a sus dogmas. ¿Con qué frecuencia hay que hacer actos de fe? No hace falta decir que a menudo, pero especialmente debo hacerlos cuando llega a mi conocimiento una verdad de fe que antes ignoraba. Debo hacer un acto de fe (por ejemplo, rezando el Credo). Cada vez que se presente una tentación contra esta virtud u otra cualquiera en que la fe esté implicada. Debo hacer un acto de fe cada vez que paso delante del Sagrario, o cuando el sacerdote muestra la Sagrada Hostia en la Consagración. Debo hacer actos de fe frecuentemente en la vida, para que no quede inactiva por falta de ejercicio. Si dejamos de profesar nuestra fe por cobardía, es frecuente que el prójimo también resulte perjudicado. Muchas veces el católico o la católica menos fuertes en la fe, observan nuestra conducta antes de decidir su forma de actuar. Tendremos muchas ocasiones en que la necesidad concreta de dar testimonio de nuestra fe surgirá de la obligación de sostener con nuestro ejemplo el valor de otros. Nadie se salva ni se condena solo. 37 Instrumento 14 SEGUNDO MANDAMIENTO No Tomarás El Nombre De Dios En Vano Dios También tiene varios nombres distintos. Se llama Dios, Señor, Padre, el Todopoderoso, Redentor, Salvador, Creador, etc. Con sus nombres Dios nos dice, nos revela, qué y cómo es él. Así revela su nombre a Moisés (Éxodo 3,14). Y en realidad es lo que expresa su nombre, el Dios que nunca deja de ser fiel. En Génesis 17,1 se llama a sí mismo el Dios Todopoderoso, y es en verdad el Todopoderoso. Se llama Padre, y lo es, y Redentor porque nos ha redimido. Dios no prohíbe usar su nombre, pero no debemos tomarlo en vano, o sea, no debemos usar su nombre de una manera inútil, vana, falsa. No debemos usarlo en una forma en que Dios no desea que se usado. Lo que prohíbe es todo uso falso, todo abuso del santo nombre de Dios. Usamos falsa e inútilmente su nombre cuando, como sucede tan a menudo lo pronunciamos sin pensar. Hay otro abuso más serio, que es usar el nombre de Dios para el pecado, para la mentira y toda clase de vicio. Maldecir a Dios es blasfemar el nombre de Dios, y de esta manera a Dios mismo. El oficial del rey de Asiria blasfemó al verdadero Dios, alegando que sería inútil para salvar a su pueblo (2 Reyes 19, 3-4). Los soldados blasfemaron a Jesús, el verdadero Dios, y se burlaron de él. (Lucas 22,63-65). En el Antiguo Testamento se castigaba con la muerte a pedradas. Lev. 24, 15-16. Y también en el Nuevo Testamento el Señor habla muy en serio contra los que se burlen de él y de su palabra. (Gal. 6,7). En el Segundo Mandamiento no se está prohibiendo la hechicería en sí) eso pertenece al primer mandamiento), sino hechizar en el nombre de Dios. El que usa el nombre de Dios para hechizar, lo hace sin el mandato de Dios y no pone su confianza en Dios. No debemos usar su nombre sin el mandato y la promesa de Dios, para lograr cosas sobrenaturales y practicar las artes satánicas. Por último, no debemos mentir o engañar en el nombre de Dios. Mentir significa decir a sabiendas lo que no es cierto. Engañar significa dar una buena apariencia a una causa mala, presentarlo como algo, para engañar a los demás. Mentir y engañar son en sí pecados y la ley de Dios los prohíbe. 38 Instrumento 15 TERCER MANDAMIENTO Santificarás las fiestas Nuestro Señor quiere que cada semana le dediquemos un día de fiesta para darle gloria y para nuestro bien y descanso. Ese día ya no es el sábado como en el Antiguo Testamento, sino que la fiesta es el domingo, porque es el día en que Jesucristo resucitó glorioso del sepulcro. Los Apóstoles comenzaron a celebrar ese día de la Resurrección y la Iglesia ha puesto en este mismo día la obligación de oír Misa entera todos los domingo y feriados religiosos de precepto juntamente con el descanso dominical. Cuando no ha sacerdotes o existe algún impedimento grave para asistir a la Santa Misa, se ha de procurar participar en una liturgia o en oraciones especiales al Señor, además que hay que santificar y observar el descanso dominical. Este mandamiento nos manda a participar en la Misa los domingos y demás feriados religiosos de precepto, observando el descanso dominical, es decir, que los domingos y feriados religiosos de precepto debemos abstenernos de aquellos trabajos que nos impidan dar descanso dominical, es decir, que los domingos y feriados religiosos de precepto debemos abstenernos de aquellos trabajos que nos impidan dar descanso de la mente y del cuerpo. Fiestas religiosas de precepto: 1. 2. 3. 4. 5. La maternidad de la Virgen María: 1 de enero. San Pedro y san Pablo (día del Papa): 29 de junio. Todos los Santos: 1 de noviembre. La Inmaculada Concepción de la Virgen: 8 de diciembre. La Natividad del Señor: La Natividad de la Virgen María y las propias del calendario de cada país. Cuando no hay Santa Misa o una causa grave impida asistir a ella, se recomienda vivamente participar en una liturgia de la Palabra, o permanecer en oración durante un tiempo conveniente, individualmente, en familia o en grupo de familias. 39 Instrumento 16 CUARTO MANDAMIENTO Honrarás A Tu Padre Y A Tu Madre De conformidad con el cuarto mandamiento, Dios quiere que, después que a Él, honremos a nuestros padres y a los que Él reviste de autoridad para nuestro bien. La comunidad conyugal está establecida sobre la alianza y el consentimiento de los esposos. El matrimonio y la familia están ordenados al bien de los cónyugues, a la procreación y a la educación de los hijos. Los hijos deben amar a sus padres: “¿cómo podrás pagarles lo que han hecho por ti?” (Sir. 7, 30); deben respetarlos: “de obra y de palabra honra a tu padre” (Sir 3, 9); deben obedecerles; “hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor porque esto es justo” (Ef. 6, 1), a no ser que manden a algo que sea pecado, en cuyo caso “es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres” (He 5, 29); deben socorrerlos en sus necesidades: “como un blasfemo es quien abandona al padre” (Sir 3, 16). También los padres están obligados a amar a sus hijos, atendiéndolos corporal y espiritualmente, procurándoles un sólido porvenir y colaborando en el crecimiento de su vida interior. Esos mismos padres, en cuanto esposos, deben amarse, ayudarse mutuamente, convivir en paz, y asimismo ser rectos en la administración de los bienes y en lo que atañe al débito conyugal y a la mutua fidelidad. Los hermanos entre sí se deben cariño, unión, edificación y ayuda. Se debe, además, un amor especial a los abuelos, tíos, primos, sobrinos, etc. Este mandamiento obliga también a los patrones con respecto a sus sirvientes, a los que deben tratar benignamente, instruirlos, corregirlos, y pagarles el debido salario. Correspondientemente, obliga a los criados con respecto a sus amos, a los que deben respeto, obediencia y fidelidad; y a los obreros respecto a sus patrones. Obliga además este mandamiento a los maestros y a los alumnos, ya que la sociedad escolar es como una prolongación de la familia, exigiendo de ellos el cumplimiento de sus deberes profesionales. Este mandamiento nos impone el amor y la piedad hacia la Patria (la palabra “patria” viene de “padres”), la tierra de nuestros mayores. Es la virtud del patriotismo que nos exige tener por nuestra Patria un amor de predilección, espetando y honrando su historia, tradición y destino, sirviéndola en el cumplimiento de sus leyes, defendiéndola contra los enemigos interiores y exteriores. 40 Instrumento 17 41 Instrumento 18 EL ESPÍRITU SANTO Dios siempre ha cumplido sus promesas. El Espíritu Santo es la gran promesa de ayuda, fortaleza y consuelo prometida por Jesús y cumplida por todos nosotros. El Antiguo Testamento nos revela la presencia y la acción del Espíritu de Dios. “Les daré un corazón nuevo y pondré dentro de ustedes un espíritu nuevo... Infundiré mi espíritu en ustedes para que vivan según mis mandatos y respeten mis órdenes (Ezequiel 36, 26-27). En todas nuestras dificultades está presente el Espíritu, si nosotros lo sabemos escoger, el Espíritu Santo nos anima toda nuestra vida, nuestro sentido de fraternidad y unidad. Él nos invita para que hablemos de Jesús y seamos testigos. Si hacemos silencio en nuestro corazón, tratando de escuchar a Dios, constaremos que efectivamente el Espíritu Santo permanece en nosotros, nos habla y nos va indicando con su propio lenguaje el camino para seguir a Jesús y no a nuestros caprichos personales. ¿Quién es el Espíritu Santo? El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad. Es el regalo del Resucitado que hace posible nuestra familiaridad con Dios y hace posible que nos entendamos y podamos vivir en unidad. El Espíritu Santo es dador de todos los dones se asocia con: Lenguas de fuego: Cuando se habla del Espíritu que anima, transforma y fortalece. Viento fuerte: Cuando se quiere manifestar su presencia divina y su apoyo, se le compara con una paloma. Forma de agua: Cuando se asocia con su acción santificante, dadora de vida y esperanza. El Espíritu Santo es nuestra vida, porque de él dependen la creación, el perdón de los pecados, la liberación del poder de la muerte, la gracia, la Iglesia, y los sacramentos. El Espíritu Santo, el día de Pentecostés, viene a devolver la unidad a los seres humanos (Hechos 2, 1-13). El Espíritu confirma el triunfo de Cristo por su cruz y su resurrección, y los convoca, los reúne y les facilita su entendimiento. La primera manifestación concreta del Espíritu enviado por el Padre y el Hijo es la unidad de los discípulos, expresada en la fe, en la comunión, en la oración, en la escucha asidua de la Palabra y en la celebración de la Eucaristía. La Eucaristía en la Iglesia es el Sacramento que expresa una profunda unidad que existe entre Dios y nosotros. Todo esto es obra del Espíritu, porque él es principio de unidad en la Iglesia y en toda la humanidad. Por el Espíritu que da vida se sigue realizando toda la vida de la Iglesia. 42 Ser santos es nuestra primera y principal vocación. Dios nos llama a la santidad desde toda la eternidad. Para ello nos envió a su Hijo y nos comunicó el don del Espíritu. Jesús nos ha señalado el camino de la salvación y el Espíritu nos permite entenderlo y vivirlo. En la Iglesia nosotros formamos un solo cuerpo, del cual Cristo es la Cabeza. La fe nos en Jesús. En la Iglesia somos como células del organismo. Por eso, todos somos útiles y nos necesitamos en función de la vitalidad del mismo cuerpo. La Iglesia recibió la misión de ser instrumento a través del cual Dios quiere salvar a todos. Ella no se estanca ni se detiene. Es pueblo que camina con Cristo a la cabeza y su última meta no está en esta tierra. 43 Instrumento 19 44 Instrumento 20 45 Instrumento 21 46 Instrumento 22 47 Instrumento 23 LOS SACRAMENTOS 48 Instrumento 24 LOS SACRAMENTOS SIGNOS DE ENCUENTRO CON CRISTO Dios, que es infinitamente sabio, ha querido siempre comunicarse con nosotros, tratándonos como hijos, hablándonos como a amigos y usando un lenguaje de gestos y palabras que se ajustan a nuestra manera de entender. Él ha querido siempre salir al encuentro de las personas, porque su interés es que lo conozcamos. En el Antiguo Testamento se comunicó con su pueblo a través de muchos signos: el diluvio, las plagas de Egipto, la nube en el desierto y en la montaña, relámpagos, el maná, el agua de la roca y muchos otros más. Muchos de estos signos eran figuras o anuncio del Nuevo Testamento, y fueron también utilizados por los profetas. Pero la mejor manera como Dios nos ha hablado es por su Hijo Jesucristo; estando entre nosotros, ha hablado nuestro mismo lenguaje y ha utilizado gestos y cosas conocidas por nosotros, para comunicarnos la riqueza de su salvación: Le presentan a un ciego y hace barro con su saliva para curarlo (Juan 9, 1-7). Impone las manos a los enfermos y quedan curados de sus dolencias (Marcos, 7, 31-37). Tomó un pedazo de pan y un poco de vino y se lo dio a sus discípulos diciendo que ese es el memorial de su sacrificio hecho por todos (Mateo 26, 26-29). Jesús ha querido darnos muchos signos que nos muestran su presencia, su acción amorosa y salvadora. Más allá de su presencia física, los signos de Jesús permanecen en su Iglesia. Es preciso recordar que la palabra “Sacramento” es igual que “signo”. De esta manera, si Jesús es el Sacramento (signo visible) del Padre, la Iglesia es el Sacramento (signo visible) de Cristo, que continúa haciéndolo presente entre nosotros de una manera que podemos percibir por los sentidos, como seres humanos que somos. La Iglesia hace visible a Cristo a través de los sacramentos, signos sensibles de la salvación de Cristo. Los sacramentos de iniciación Los sacramentos de servicio Los sacramentos de servicio Bautismo Confirmación Eucaristía Reconciliación Unción de los enfermos Matrimonio Orden sacerdotal Por ellos nacemos y crecemos en la vida de la fe y de la graciaEllos fortalecen nuestra debilidad corporal a causa de la enfermedad, o la espiritual, por el pecado. Significan la consagración especial de un cristiano a tareas fundamentales necesarias para la edificación del Pueblo de Dios. Por ser acciones salvadoras de Jesús en su Iglesia, los sacramentos requieren ser celebrados dignamente. Jesús se acerca a nosotros porque nos ama, pero también Él espera nuestra fidelidad. Ellos producen sus efectos por sí mismos, pero de nuestra parte debe haber una especial disposición espiritual para su recepción. Después de haber recibido un sacramento, el cristiano debe continuar cooperando con la acción salvadora de Jesús, cumpliendo con el compromiso que se ha hecho. 49 Instrumento 25 EL BAUTISMO El bautismo es el sacramento por el cual el hombre nace a la vida espiritual, mediante la ablución del agua y la invocación de la Santísima Trinidad. Normalmente la palabra bautizar significa “sumergir”, “introducir dentro del agua”; la inmersión en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo, de donde sale por la resurrección con Él (Romanos 6, 3-4; Colosenses 2, 12) como “nueva criatura”. Entre los sacramentos, ocupa el primer lugar porque es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión. En la Sagrada Escritura se prueba que el Bautismo es uno de los sacramentos instituidos por Jesucristo: “Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3,5). Jesucristo ordena a sus Apóstoles que bauticen a todas las genes: “Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28,19). “El que crea y se bautice se salvará, pero el que se resista a creer se condenará”. (Marcos 16,16). Los apóstoles después de haber recibido la fuerza del Espíritu Santo comenzaron a bautizar (Hechos 2, 38-41). En el Antiguo Testamento aparecen ya las figuras del Bautismo, es decir, hechos o palabras que, de un modo velado, anuncian aquella realidad que de modo pleno se verificará en los siglos venideros: Colosenses 2, 11ss; I Corintios 10,12; I Pedro 3,20 ss; Ezequiel 36,25; Isaías 1, 16 ss; 4,4; Zacarías 13,1. La materia del Bautismo Es el agua natural (Juan 3,5). La ablución del bautizado puede hacerse ya sea por infusión (derramando agua sobre la cabeza) o por inmersión (sumergiendo al bautizado en el agua). La forma del Bautismo Son las palabras del que lo administra, las cuales acompañan y determinan la ablución. Esas palabras son: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Efectos del Bautismo 1. El perdón de los pecados, del original (en el caso de los niños), y también de los personales (en el caso de las personas con uso de razón). 2. Un derecho especial a recibir los auxilios espirituales que sean necesarios para vivir cristianamente, como hijo de dios en la Iglesia, hasta alcanzar la salvación (gracia sacramental específica del sacramento del Bautismo). 50 3. El “Carácter” bautismal. El Bautismo válidamente recibido imprime en el alma una marca espiritual indeleble, el carácter bautismal, y por eso este sacramento no se puede repetir. El carácter sacramental realiza una semejanza con Jesucristo que, en el caso del Bautismo, implica: a. la incorporación del bautizado al Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia, y b. la participación en el sacerdocio de Cristo. 4. Remisión de las penas debidas por los pecados. En cuanto a los niños muertos sin Bautismo, la Iglesia sólo puede confiarlos a la misericordia divina, como hace en el rito de las exequias por ellos. En efecto, la gran misericordia de Dios, que quiere que todos los hombres se salve y la ternura de Jesús con los niños, que le hizo decir: “Dejad que los niños se acerquen a mí, no se los impidáis” (Marcos 10, 14), nos permiten confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo. Es necesario bautizar a los niños, ya que nacen con el pecado original (Salmo 51 (50), 5), que sólo el Bautismo puede curar, y es conveniente porque ya desde esa tierna edad son poseedores de los bienes sobrenaturales y reciben la constante actuación benéfica del Espíritu Santo en sus almas. El rito del bautismo consta de cuatro partes: 1. Rito de acogida: El saludo del sacerdote, se interroga a los padres y padrinos: nombre del niño (a), qué piden para el niño (a), también preguntas dirigidas a los padrinos. 2. Liturgia de la Palabra: Lecturas, homilía, preces e invocaciones. 3. Celebración del Sacramento: Bendición del agua, Renuncias y Profesión de fe, Bautismo, Unción con el Santo Crisma, Imposición de la vestidura blanca, Entrega del cirio. 4. Rito de Conclusión: Padre Nuestro y Bendición final. En el Bautismo somos ungidos por Cristo y como Cristo “Ungir” es lo mismo que “untar”. En el rito del Bautismo la Iglesia lo hace con aceites bendecidos. –Recibimos dos unciones: una antes del Bautismo, con el óleo de los catecúmenos, que significa la fortaleza del Cristo. La otra con el santo crisma, que es un aceite mezclado con aromas y consagrado por el obispo de cada diócesis el Jueves Santo. En el Bautismo somos ungidos con el Santo Crisma para ser como Cristo: Sacerdotes Toda nuestra vida de bautizados está llamada a ser, como la de Cristo, una continua Alabanza y ofrecimiento a la voluntad de Dios Padre. 51 Profetas Como los profetas del Antiguo Testamento, aprendemos a leer la historia y los acontecimientos con los ojos de la fe; alentamos la esperanza y asumimos el compromiso de llevar a nuestros hermanos el mensaje de amor y de salvación en nombre de Dios. Reyes Con Cristo, los bautizados estamos al servicio de los hermanos, especialmente en el trabajo por la paz, la justicia y el amor. Quedamos comprometidos a buscar la integración de un solo pueblo, una sola familia con un rey único. CRISTO. Los símbolos del Bautismo La gracia bautismal, se da por medio de elementos y ritos que tienen una gran significación: el agua, el aceite, la vela encendida, la vestidura blanca. El agua: Es símbolo de vida y muerte. Se muere al pecado y se nace a la vida de Cristo y de la comunidad. Los aceites: Son símbolo de fortaleza y consagración; es preciso diferenciar “el óleo de Catecúmenos (aceite de oliva) de el “santo crisma” (óleo perfumado) que se administran en diferentes momentos del rito. La vela encendida: Significa la participación del cristiano en el triunfo de Cristo sobre el pecado y su compromiso de ser luz en el mundo. La vestidura blanca: Es símbolo de la vida de la gracia, de la amistad con Cristo que comunica el Bautismo. 52 Instrumento 26 IGLESIA FAMILIA DE DIOS A muchos les agrada hablar de su familia, porque hay bienestar buen entendimiento, cariño, respeto entre todos. Esta es la manera más adecuada de hablar de Iglesia. Jesús siempre insistió en agrupar a los seres humanos como familias para así poder comunicar su mensaje con mayor facilidad. Siempre instruía algunas personas para que fueran sus colaboradores y se entregaran de lleno a trasmitir su mensaje en la comunidad como lo dice en Mc. 3, 14-15. El momento decisivo de la fundación de la Iglesia es la Muerte y Resurrección de Jesús, por eso se dice que la Iglesia nace de la pascua de Cristo. Nosotros somos familia de Dios y conformamos la Iglesia desde el momento de nuestro Bautismo, porque con él somos llamados a ser servidores y el término Iglesia significa “llamados o convocados” es por esto que todo buen cristiano ama la Iglesia que es nuestra gran familia y que sirve a nuestros semejantes. En el Credo que rezamos todos en la Eucaristía dominical profesamos nuestra fe en la Iglesia con estas palabras: Creo en la Iglesia que es una santa, católica y apostólica. Conozcamos estas notas distintivas de la Iglesia de la que formamos parte: La Iglesia es Una porque fue fundada por Cristo como lo afirma Concilio Vaticano II y porque Dios es uno y ella tiene su origen en la Santísima Trinidad. Un Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo como lo expresa Pablo en (Ef. 4,4-6) “uno es el cuerpo y uno el Espíritu”. La Iglesia es Santa porque es morada de Dios y templo vivo del Espíritu Santo y a su vez reconoce que al estar integrada por seres humanos sabemos que también es pecadora pero en ella se nos ofrece los medios para alcanza la santidad con Cristo. Esto no es solo un ideal, como iglesia sabemos que debemos vivirla, así como nos lo han mostrado los santos. La Iglesia es Católica no tanto por su extensión geográfica sino porque su servicio es universal y Católica significa “Universal”. El término nos revela que Dios es un ser infinito que todo lo abarca y por eso quiso reconciliar con Cristo todas las cosas como nos lo recuerda en Col 1, 1920 y Ef. 1, 9-10. La Iglesia es Apostólica porque esta edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas y además mantiene integro lo que llamamos el depósito de la fe o sea es el mensaje enseñanza acerca de Jesús, su Vida, Muerte y Resurrección. La Iglesia que fundó Jesús es una santa, católica y apostólica, cumple con la misión que nos dejó Jesús como enseñanza y se extiende en todo el mundo, por eso el cristiana católico: vive y comparte con sus hermanos el amor de Dios; es ferviente cumplidor de sus deberes religiosos; 53 da testimonio de Cristo y de su Iglesia con sus obras, porque sus frutos los conocerán (Mt. 7,16); respeta a quien no piensa como él; demuestra que su fe en Cristo es sólida y convencida; demuestra, con sus actitudes que vale la pena aceptar a Cristo y pertenecer a su Iglesia; ama la Iglesia así como es y se compromete con sus tareas. 54 Instrumento 27 CELEBRACIÓN DE LA PALABRA. Ubicar el grupo en torno a una mesa, colocar un Cristo, una jarra con agua y unos vasos. Lectura de la siguiente cita bíblica: II Carta a los Cor 5,14 al 17. Dejar un espacio de silencio para la reflexión personal. Cada quien expresa en voz alta su compromiso. Al terminar los compromisos se distribuyen los vasos (vacíos), uno a cada catequista, el formador toma la jarra con agua y va llenando los vasos. Una vez llenos todos los vasos, el formador los invita a beber con calma esa agua y disfrutarla, sintiendo cómo reaviva nuestro ser, le da una vida nueva. Expresar libremente lo que sintieron al saborear ese vaso de agua y sentir la vida que en el agua va. El formador los motiva a no sólo pensar en la vida que el agua por naturaleza produce sino en esa vida nueva que recibimos después del bautismo, y que nos compromete a darla a nuestros hermanos. 55 Finaliza la jornada entonando el siguiente canto HOY, SEÑOR TE DAMOS GRACIAS Hoy Señor, te damos gracias por lo vida, la tierra y el sol. Hoy, Señor, queremos cantar las grandezas de tu amor Gracias, Padre, Tu guías mis pasos, Tu eres la Luz y el camino, conduces a Ti mi destino, como llevas los ríos al mar. Gracias, Padre, mi vida es tu vida, tus manos amasan mi barro, mi alma es tu aliento divino, tu sonrisa en mis ojos está. Hoy, Señor, te damos gracias... Hoy Señor, te damos gracias… Gracias, Padre, me hiciste a tu imagen, y quieres que siga tu ejemplo, brindando mi amor al hermano, construyendo un mundo de paz. 56 Instrumento 28 CELEBRACIÓN DE LA PALABRA. Disponer de un lugar especial para la oración, colocando en el centro una mesa con un crucifijo, una vela encendida y La Sagrada Escritura. Realiza con el grupo una lectio divina Hech 2,1-11. I. LECTIO ¿Qué dice el texto? ¿Quiénes estaban reunidos? ¿Con qué se compara el ruido que llegó del cielo? ¿Qué fue lo que se posó en cada uno de los que estaban ahí? ¿De qué se llenaron todos los que estaban ahí reunidos? ¿En qué se pusieron a hablar? ¿De dónde procedían los hombres piadosos que estaban en Jerusalén? ¿Qué fue lo primero que hicieron al producirse aquel ruido? ¿Por qué se llenaron de asombro? Para comprender mejor lo leído captemos, en primer lugar, que en el evangelio de Lucas y en Hechos de los Apóstoles la presencia del Espíritu se ubica al comienzo de una misión importante. Así como Jesús inicia su misión con la presencia del Espíritu (Lc 4,14-19) también los discípulos (Hech 2, 1-11; 10, 44-48). Para Lucas no es posible salir al encuentro de los hermanos sin la presencia del Espíritu de Dios. II. MEDITATIO ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto? Reflexionemos, personalmente o en grupo lo siguiente: ¿Qué me hace reflexionar el hecho de que la presencia del Espíritu esté en íntima relación a vivir con ánimo, trabajando con entusiasmo por la vida? ¿Cuál es el mensaje principal que tiene para mí y mi comunidad el relato de Pentecostés de Hech 2,1-11? III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra? Agradezcamos a Dios el don de su Espíritu y pidámosle que nos abramos a su presencia y gracia para que no nos falte el entusiasmo por vivir y la búsqueda de mejores caminos. Pidámosle perdón por todas las ocasiones en las que, quizás por ignorancia, hemos reducido la presencia de su Espíritu a comportamientos extravagantes o raros. Roguémosle que nos dé el ánimo suficiente para que la recepción de su Espíritu nos comprometa a construir comunidades más abiertas y con más solidez en una auténtica comunicación. Ofrezcámosle, por haber recibido su Espíritu, el compromiso de trabajar más y mejor en la catequesis. IV. CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto? El Espíritu Santo nos capacita y anima para comunicarnos y hacernos cercanos a los demás ¿qué podemos hacer para crecer en la comunicación y en la cercanía con los miembros de nuestra familia, de la parroquia, de nuestro trabajo...? ¿En qué nos debemos preparar, de qué podemos platicar y qué podemos hacer para construir una 57 verdadera comunidad (parroquia, familia...) en la que cada vez más vayamos conviviendo como verdaderos hermanos y amigos Cada catequista escribirá un compromiso en un papel con forma de lengua de fuego y lo colocará dentro de su texto y guía de I nivel. Simbólicamente lo colocará alrededor de la mesa mientras se canta: IGLESIA PEREGRINA Todos unidos, formando un solo Cuerpo, un pueblo que en la Pascua nació, miembros de Cristo en sangre redimidos, Iglesia peregrina de Dios. Vive en nosotros la fuerza del Espíritu que el Hijo desde el Padre envió. Él nos impulsa, nos guía y alimenta; Iglesia peregrina de Dios. Somos en la tierra semilla de otro reino, somos testimonio de amor; paz para las guerras y luz entre las sombras, Iglesia peregrina de Dios. Rugen tormentas y a veces nuestra barca parece que ha perdido el timón, miras con miedo, no tienes confianza. Iglesia peregrina de Dios. Una esperanza nos llena de alegría, presencia que el Señor prometió. Vamos cantando... El viene con nosotros. Iglesia peregrina de Dios. Todos nacidos en un solo Bautismo, unidos en la misma comunión; todos viviendo en una misma casa, Iglesia peregrina de Dios. Todos prendidos en una misma suerte, ligados a una misma salvación, somos un Cuerpo y Cristo la cabeza. Iglesia peregrina de Dios. 58 Anexo 12 LECTIO DIVINA: LA ANUNCIACIÓN Lc 1,26-38 ORACIÓN AL ESPIRITU SANTO Dios Espíritu Santo, así como Tú has inundado a María, con tu presencia, fecundándola y engendrando al Hijo de Dios en ella, así también ven en cada uno de nosotros …SÍ, hágase… y realiza la obra de Dios en nuestra vida, para que también nosotros podamos responder así como lo hizo la Virgen, para que como ella en todo momento siempre le digamos al Padre, “…sí, hágase…, hágase tu voluntad…”. Señor, regálanos la docilidad y apertura que tuvo María, para que encontrando a Dios en nuestra vida, vivamos tu proyecto de amor para nosotros y nuestra familia. Hoy y siempre, Dios Espíritu Santo, danos la gracia de decirle al Padre: “…sí, hágase…, hágase tu voluntad…”, como lo dijo, María, para que Tú puedas hacer en nosotros tu obra y hacernos presencia tuya para todos los que nos rodean. Que así sea. I. LECTIO ¿Qué dice el texto? – Lucas 1, 26-38 1. Proclamar el texto en voz alta (todos de pie). 2. Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención (sentados). Preguntas para la lectura: ¿Qué títulos o nombres menciona el Ángel a María que definen la identidad del niño que va a nacer? ¿Cuál será la misión de este niño? ¿Qué papel desempeña el Espíritu Santo en la concepción y nacimiento de Jesús? ¿Cuáles son las actitudes de María que más resaltan en este texto? II. MEDITATIO ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto? ¿A qué me compromete el Sí de María? ¿Hasta qué punto consiento, como ella, que la Palabra de Dios transforme mi vida? 59 María aceptó el desafío. ¿Cuáles son los desafíos que Dios me propone hoy para ser discípulo? No tengas miedo, que nada es imposible para Dios. ¿Cómo puedo poner en práctica esto? Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal. III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra? Motivación María es también maestra de oración. Con ella y como ella le pedimos al Padre que nos prepare para recibir a su hijo Jesús. Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada. IV. CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto? Motivación Cuando nos sintamos llenos de gratitud por las gracias de Dios que hemos recibido a través de la Encarnación y por los ejemplos de la vida de Jesucristo, miremos a la Santísima Virgen como el canal por el que todo ese bien ha llegado hasta nosotros, hagamos con tal motivo actos de amor hacia Ella. Al ejecutar nuestras acciones, pongamos los ojos en las de la Santísima Virgen y pensemos que el mayor honor que podemos tributarle es imitar sus virtudes; en particular su pureza, su humildad, ya que por esa humildad Dios ha hecho obras grandes en Ella. Compromiso Personal: Prepararme para celebrar con gozo el sacramento de la reconciliación. Puedo realizar el examen de conciencia contemplando las virtudes de disponibilidad, humildad, servicio, confianza… de María. En nuestro grupo, familia, comunidad: realizar alguna obra de caridad que sea un reflejo de la luz y del amor del Señor. 60 Oración final María, ¡cómo cuesta decirle sí al Señor! Cómo cuesta decir sí más allá de las palabras, decir sí con los hechos, con actitudes, con gestos, con la vida. Enséñanos a esperar en el Señor, a confiar en su palabra, a dejarnos guiar por su Espíritu, a llenarnos de su buen humor y alegría. Enséñanos a escuchar su voz, en la realidad de todos los días, en el sufrimiento de tantos, en las ansías de liberación y cambio, en la sed de justicia de las mayorías. Enséñanos a orar para no perder la Esperanza y para darle raíces sólidas. Enséñanos a orar para discernir dónde poner los esfuerzos y descubrir nuestro lugar y misión. AMÉN. 61