A, PATHÉ DEL TENIS EN CHILE” MARIO CAVALL FOTOS: GENTILEZA “LIBRO HISTORIA El matrimonio de Anita Lizana, en 1938, con Ronald Taylor Ellis fue un evento social ampliamente cubierto por la prensa inglesa. Tras ganar Forest Hill, fue recibida en La Moneda por el Presidente Arturo Alessandri. Sergio Lizana, primo de la tenista, cuenta que toda la familia se reunió para festejarla. En 1989, vino por última vez a Chile y recibió un galvano de manos de José Hinzpeter, entonces presidente de la Federación de Tenis. “Ella se lamentaba mucho no haber podido venir más a Chile”, recuerda. 30 W Normal, N ormal,l hoy conocido como Club Mundial. Era un hombre trabajador y pronto se ganó el aprecio de sus empleadores, quienes le regalaron una casa para que viviera con su esposa. Allí nacieron sus seis hijos: Clotilde, Loreto, Anita, Ricardo, Roberto y Juan. Todos se dedicaron al tenis. “De niños nos sentíamos más cómodos entre raquetas y pelotas que entre muñecas y trencitos”, dijo Ricardo, hermano de Anita, en una entrevista en la “Revista del Domingo”, en 1980. Anita fue la que se apasionó más. Se metía a la cancha cada vez que podía, cuando volvía de la escuela, los fines de semana y cuando los socios se habían marchado del club. Su mentor fue su tío Aurelio Lizana, hermano de su padre, y también recordado como un gran tenista. Clotilde, en la misma entrevista, recuerda que su hermana ya dormía con su raqueta cuando tenía 6 años y que a ella “el tenis le gustó como forma de vida, jamás pensó en hacer otra cosa”. El tesón dio frutos. A los 11 años jugó su primer torneo y lo ganó. A los 13 fue campeona de Chile y se mantuvo imbatible por cuatro años, hasta 1935. Fue en esa época cuando recibió el apodo de “Ratita”. Carlos Ayala (85), hermano del tenista Luis Ayala y conocifamoso tenist “Calei” en el mundo del do como “Ca trabajaba en el Club Santiago tenis, trabajab del Parque O’Higgins hace 75 años. Era un niño cuando vio jugar a la “Ratita”. “Yo la conocí desde antes de que se casara y se fuera a Inglaterra. Vino al club con don Aurelio, ella ya era campeona. Uno se impresiona, sobre todo con las damas, porque son tan pocas las que juegan y en esa época mucho menos, y ella era muy buena”, recuerda “Calei”. Según Cavalla, el padre de Anita era un tanto reacio a que su hija se dedicara al tenis. “Finalmente cedió por la presión que ejercía la prensa, donde se decía que esta niña era un prodigio, y por los socios del club, quienes también presionaban. Pero fue raro que elogiara a su hija”. Fue el tío Aurelio quien se convirtió en su mentor. Al igual que su hermano, él trabajó como administrador, pero del Club Santiago. Empezó como pelotero y llegó a ser un tenista reconocido, afirma Mario Cavalla. “Era el campeón puertas adentro. Fue un formador y ayudó a que Anita diera el salto”. “Calei” forjó una relación de amistad con Aurelio Lizana y recuerda sus conversaciones. “Don Aurelio la quería mucho y siempre me decía que ella era muy buena para el tenis, que era una excelente jugadora. Él tenía muy buen tenis y le enseñó bastante a ella”, afirma. Producto de esas enseñanzas se cimentó la técnica de la “Ratita”. Existen registros de su juego en YouTube, donde se aprecia su talento. “Como era chica, no tenía un gran saque, pero era consistente, lo colocaba al otro lado con regularidad. Era extraordinariamente rápida, muy veloz y sus rivales más altas se desesperaban, porque decían que no podían sacarle el punto. Les devolvía todas las pelotas”, sostiene Cavalla. Helen Jacobs, ganadora de Wimbledon en 1936 escribió en 1951 el libro Galería de campeones. Esto dijo de Anita: “Su coordinación era tan cuidadosamente calibrada y su peso era usado tan hábilmente en la forma en que daba sus golpes, que podía pegar más fuerte que jugadoras que pesan 15 kilos más que ella”. En 1935, luego de lograr el título de campeona nacional por cuatro años y tras haber jugado campeonatos en Buenos Aires, la Federación de Tenis comenzó a pensar en grande. Había que llevarla a Europa para que entrara al competitivo circuito inglés. La propia Anita recuerda en la entrevista de 1986 que se hicieron campañas públicas para conseguir el financiamiento.