67 LATERCERA Sábado 4 de junio de 2016 EDSON PUCH “El gol va a llegar en cualquier momento, pero lo más importante es tener ocasiones”. “Me siento bien y sería un orgullo poder jugar contra Argentina”. “Puedo jugar por la izquierda o por la derecha. Quiero ser un aporte para esta Selección”. Valdivia no sale de la Selección R El nombre del volante asoma por todas partes. Los jugadores dicen cansarse del tema, pero no hacen nada por zanjarlo. M. Parker Enviado especial a San José Valdivia sigue siendo un dolor de cabeza para la Selección. La Copa América Centenario arranca esta noche, Chile debuta el lunes, pero el nombre del Mago sigue asomando en todas las conversaciones. Aparece en las preguntas y crece en repercusión en las respuestas. El propio interesado contribuye decisivamente en surgir como mosca molesta en la chepa del seleccionador y sus compañeros hacen lo suyo también para que el nombre se propague. Hasta desde la farándula irrumpe como elemento distractor el gran ausente de la Roja. Este jueves, Valdivia se refería a su marginación de la Copa América en el programa Vértigo, justo al tiempo que la selección chilena arribaba a San José, en California, con el debut ante Argentina encima. Muchos de los dirigidos por Pizzi no se enteraron, de inmediato, de los dichos de su ex compañero (“no quiero que se entienda que ataco a la Selección, ni que tengo un problema con el técnico; me sorprende que siendo un jugador considerado importante, quien tiene el respeto de sus compañeros, no me haya llamado. Da a entender que no paso por un buen momen- to, y no me ha visto jugar”), pero enseguida llegaron al corazón de la concentración. Públicamente sólo Claudio Bravo, mediante su cuenta de twitter, intervino. Y para jalearlo. “Déjate de hablar @el_mago_oficial la banda te va a citar a consejo. Te has ganado doble falange”, dijo, en tono de broma. En Estados Unidos, el tema de la ausencia de Valdivia cansa al plantel, o eso dicen en su mayoría, pero de manera pública siempre le muestran respaldo. El miércoles, Vidal insistió en que lo quiere de regreso. “Ojalá vuelva pronto. Lo extrañamos”. Pero los jugadores no quieren seguir hablando de la decisión. “Ya hemos hablado muchísimo del caso Valdivia, ya está todo clarísimo, y seguir dándole al tema no viene al caso. Debemos preocuparnos de lo que viene, que es una competencia muy importante para nosotros”, señaló ayer Marcelo Díaz en conferencia de prensa. Pero a la vez que se quejaba, animaba: “Esperamos que en un momento no muy lejano Jorge Valdivia esté de vuelta. Nos alegramos que nos desee lo mejor. Siempre jugar con grandes jugadores se hace más fácil, pero no nos afecta hacerlo sin un 10 clásico”. Sobre los dichos de Valdi- RR Valdivia, junto a los presentadores de Vértigo. FOTO: PHOTOSPORT via señalando que el DT nunca lo había llamado para saber de su condición física, Díaz zanjó; “Pizzi es un técnico muy cercano al jugador. Ya hemos hablado mucho del tema Valdivia y ya está todo muy claro”. En el cuerpo técnico no tomaron en cuenta las palabras del jugador. Están tranquilos y siguen firmes en los argumentos que gatillaron la decisión de no nominarlo. “Cuando hacemos la nominación, evaluamos un montón de características y condicionantes. Dentro de ese contexto, evaluamos el rendimiento actual. También otros factores, como el nivel de la competencia en que están, su estado físico y tratamos de que esa combinación sea la mejor para la Selección”, explicó Pizzi hace un par de semanas. Pero da igual. La decisión le sigue generando problemas al seleccionador. Por más que lo explique, sigue en el ambiente. A todas horas. Y el plantel que dice querer zanjarl el tema, no lo hace. Valdivia, hasta en la sopa.b La cancha no extraña al Mago REl equipo tiene volumen de juego y genera chances de gol. Y lo hace sin la figura del enganche. Cristián Caamaño Vamos por partes. La Selección de Pizzi no tiene gol. Es un hecho de la causa. O quizás lo tiene muy escondido, al punto que sólo hizo ruido ante Venezuela. También muestra desajustes defensivos atribuibles a desconcentraciones y bajos niveles individuales. Y todavía no logra darle un funcionamiento claro a los extremos, piezas clave en su esquema. Sí, el equipo de Pizzi sigue en rodaje en varios aspectos. Quedó claro en estos dos partidos. Faltan horas de trabajo, aunque tiempo no sobra. Y el DT lo sabe. Pero así como asoman las críticas, también asoman algunas buenas sensaciones. Una de ellas, la intensidad. Otra, la decisión de jugar siempre en campo contrario. Y queda para el final la búsqueda permanente del arco rival, con un sinnúmero de variantes. Si algo mostró Chile en estos dos duelos fue volumen de ataque. Un hecho llamativo si se toma en cuenta que el equipo no tuvo un enganche natural, como lo es justamente Jorge Valdivia, tan recordado en las declaraciones por algunos jugadores de la Roja, pero que en la cancha claramente no se extraña. En el resumen global, Chile dispuso de al menos 15 ocasiones para convertir en 180 minutos. Una brutalidad. Es cierto, faltó ese hombre infalible, aquel que con la mirada parece empujar el balón. Hoy ese ariete no es Vargas, quien vive un luto post Sampaoli. Tampoco Sánchez está fino. Aunque a ratos el juego de ataque lució desorganizado y sin tanta elaboración, propio del poco tiempo de trabajo, se disimuló con transiciones rápidas y apariciones constantes de los volantes y laterales en posiciones de remate. Un aspecto que durante mucho tiempo tuvo la era Sampaoli cuando precisamente no estaba el Mago. En estos cuatro meses a cargo de la Roja, uno de los matices que le ha podido dar precisamente el técnico es justamente una mayor verticalidad por sobre la posesión. El triángulo Díaz-AránguizVidal, cumple todas las funciones para la organización y la profundidad. Eso sí, los extremos aún no definen bien su función porque cuando dejan de ser delanteros, para retroceder e intentar elaborar, quedan atrapados en zonas sin mayor efectividad. Un aspecto que deberán corregir cuanto antes. El centrodelantero, intransable para Pizzi, los necesita urgente. Porque más allá que un Mago, la Roja necesita el gol para crecer. b