OPTOMETRÍA IMAGEN ÓPTICA • PERIODISMO CON VISIÓN VER BIEN DURANTE TODA LA VIDA: LENTES DE TINTE FIJO Y FOTOCROMÁTICOS PARA NIÑOS Capítulo 5 de Luz, Visión y Fotocromía Copyright © 2002 Transitions Optical 2002 Existe una creencia creciente de que los factores ambientales puedan jugar un papel importante en la etiología de una larga lista de enfermedades oculares y sistémicas. Tanto la exposición aguda y crónica a estos factores ambientales puede ser importante y con la exposición crónica, puede ser mayor la susceptibilidad en la vida temprana, es decir, durante la infancia y la niñez. Aunque el tinte puede estar ya fundido, la enfermedad, en algunas condiciones, aún antes del nacimiento, mediante el complemento de genes heredados de los padres, hay evidencia acumulativa de que es una combinación de predisposición genÉtica y exposición al medio ambiente que contribuye a ciertos estados de las enfermedades. El argumento para esta teoría genética-ambiental conjunta para enfermedades es especialmente fuerte en el caso de neoplasias cutáneas. Los cánceres de piel son la forma más común de cáncer, con más de un millón de Norteamericanos a los que se les diagnostica lesiones cutáneas malignas anualmente. La exposición acumulativa es la parte más importante del historial de quemaduras con ampollas durante la niñez. Los dermatólogos han hecho un trabajo admirable en alertar al pÚblico sobre los riesgos a la exposición a la radiación UV y el público ha tomado esta recomendación seriamente utilizando ropa de protección y bloqueadores solares tópicos casi de manera rutinaria - especialmente los niños pequeños que se consideran estar más en riesgo. Exposición a la radiación UV y enfermedad ocular El ojo y la piel tienen mucho en común y parece que el ojo y los anexos oculares pueden sufrir del mismo daño potencial debido a la exposición a la radiación UV que el tegumento. El ojo puede estar en un riesgo incluso mayor que la piel, debido a que a diferencia de la piel el ojo no desarrolla una tolerancia a la radiación UV sino que se hace más sensible con la exposición repetida. La exposición crónica a la radiación UV se ha involucrado en varias enfermedades de los ojos, 68 IMAGEN ÓPTICA • AÑO 7 • VOL. 7 • SEP-OCT • MÉXICO 2005 incluyendo neoplasias de la piel del párpado, pingüecula, pterigion, cataratas y degeneración macular. Los estudios de laboratorio en animales han demostrado que la exposición a la radiación UV daña los tejidos oculares. Los estudios epidemiológicos realizados en humanos han proporcionado pruebas sugestivas, pero no definitivas de patología ocular inducida por radiación UV. Los dos estudios citados con más frecuencia –el Estudio Beaver Dam y el Estudio Chesapeake Bay Waterman– se realizaron en población adulta y se enfocaron principalmente en patrones de exposición a la luz solar en la vida adulta. Si de hecho la exposición temprana es la más importante, tal vez la ausencia de una relación de causa efecto definitiva tajante entre la radiación UV y las cataratas/degeneración macular en estos estudios se puede explicar debido a que la exposición durante la niñez no se evaluó específicamente. Mientras que la dermatología ha implementado un movimiento de salud publica altamente exitoso para proteger la piel de los efectos adversos de la radiación UV el ojo se ha ignorado lamentablemente. No hay preparaciones de bloqueador solar tópico disponibles que se puedan utilizar de manera segura y efectiva sobre y alrededor de los ojos. Y mientras los lentes de filtración de radiación UV ofrecen excelente protección contra la radiación UV para el ojo (y los párpados), la población principal que se considera la más susceptible a las enfermedades relacionadas con radiación UV en la vida posterior –niños– representan el segmento más pequeño de la población que utiliza lentes. 120,300,000 individuos ó 57% de la población adulta (definida como personas de 18 años o más) usan lentes de prescripción, en comparación con 8,960,000 o 16% de niños (definido como cualquier persona de edad menor a 18 años). Mientras la mayoría de adultos (52%) utilizan lentes de prescripción, también utilizan lentes de sol de prescripción (34% de lentes de tinte fijo y 18% de fotocromáticos), sólo el 11% de los niños que utilizan lentes de prescripción también utilizan lentes de sol de prescripción (7% de lentes de sol de tinte fijo y 4% de fotocromáticos) (tablas 1 y 2). Estas estadísticas, combinadas con el hecho de que los niños pasan mucho más tiempo en exteriores que los adultos, con un estimado de que el 80% de la exposición al sol durante la vida se presenta antes de los 18 años, debe hacer que la protección solar ocular para los niños tenga absoluta prioridad. Sin importar lo seria que sea la situación con el potencial para enfermedades del ojo y de la piel relacionadas con la radiación UV en Estados Unidos, ésta es mucho peor en otras áreas del mundo, especialmente en regiones de mayor altitud, en latitudes al sur y en donde el agotamiento de la capa de ozono es más marcado. Un buen ejemplo es Australia, cuyos habitantes sufren de una de las tasas más altas de cáncer de piel del mundo, donde uno de cada dos australianos está recibiendo tratamiento para cáncer de piel en algún punto de su vida y los melanomas son el tercer cáncer más común en la nación. Hace más de dos décadas (en 1980) el OPTOMETRÍA IMAGEN ÓPTICA • PERIODISMO CON VISIÓN Tabla 1: Porcentaje total de adultos que utilizan lentes claros, de tinte fijo y fotocromáticos de prescripción. Tabla 2: Porcentaje total de adultos/niños usuarios de lentes que utilizan anteojos de tinta fija y fotocromáticos. Consejo anticáncer de Victoria lanzó una campaña agresiva para alertar al público sobre la necesidad de protección contra radiación UV. Su lema “¡Slip! ¡Slop! iSlap!” (“Slip por usar playera, Slop por usar bloqueador solar, Slap por usar un sombrero”) se ha convertido en más que una frase publicitaria; ahora es una forma de vida para la mayoría de los australianos, muchos de los cuales están muy conscientes de los peligros de la radiación UV tal como se manifiestan en enfermedades del ojo y cáncer de piel en ellos mismos, sus familiares o sus amigos (figura 1). En 1998, esta iniciativa de salud pública altamente exitosa se desarrolló y se convirtió en el programa SUNSMART (figura 2). Los niños son un enfoque muy importante en este programa. En muchas escuelas australianas, los estudiantes no tienen permitido jugar en exteriores durante los meses de verano sin un sombrero, bloqueador solar y en algunos casos, lentes de sol. (La campana “¡Slip! ¡Slap! ¡Slop!” se ha expandido para convertirse en “¡Slip! ¡Slap! ¡Slop! ¡And wrap!, donde se agregó utilizar un par de lentes IMAGEN ÓPTICA • AÑO 7 • VOL. 7 • SEP-OCT • MÉXICO 2005 69 OPTOMETRÍA IMAGEN ÓPTICA • PERIODISMO CON VISIÓN Fig. 1: Gaviota Sid “¡Slip! ¡Slap! ¡Slop!” (reproducido con el permiso del Consejo de cáncer de Victoria). nes de cobertura completa o fuertes. Debido a que los estilos de vida tan difíciles en la mayoría de los niños incrementan la susceptibilidad de lesiones oculares, el policarbonato es el material de elección cuando se prescriben lentes para niños y adolescentes. En el año 2000 hubo un estimado de 42,915 lesiones del ojo relacionadas con los deportes (cifras cortesía de Prevent Blindeness America, con base en estadísticas que proporciona la Comisión Nacional de Seguridad de Producto al Consumidor, Vigilancia Electrónica de Lesiones). De estas, casi la mitad (20,114) se relacionaron con juegos de pelota (basquetbol, beisbol, softbol, fútbol americano, golf y raquetbol). 44.7% de estas se presentó en niños de 14 años y menores y el 69.6% en niños y adultos jóvenes de hasta 24 años (tabla 3). Para proteger esta Fig. 2: SUNSMART (reproducido con el permiso del Consejo de cáncer de Victoria). de sol). En los siguientes años, las campañas preventivas como esta tendrán la probabilidad de producir la mejor prueba indirecta en humanos sobre el riesgo de la exposición a la radiación UV en la piel y el ojo, si los niños de esta generación protegida, que están creciendo con lineamientos estrictos para la protección contra radiación UV demuestran una disminución en la incidencia del cáncer de piel, pterigion, cataratas y degeneración macular, en comparación con las generación no protegidas anteriores. Lentes de protección en los deportes El papel principal de los lentes es mejorar y aumentar la visión. Además de corregir la visión subnormal y, cuando se tratan especialmente, proteger al ojo de exposición excesiva a la radiación UV, los lentes pueden realizar otras funciones importantes que son especialmente buenas para los niños. Los lentes de policarbonato ofrecen excelente protección contra la radiación UV. Estos también son a prueba de rupturas y pueden proteger al ojo de lesiones por impactos cuando se juega y se está practicando un deporte, especialmente cuando se utilizan diseños de armazo- 70 IMAGEN ÓPTICA • AÑO 7 • VOL. 7 • SEP-OCT • MÉXICO 2005 Tabla 3: Lesiones oculares en deportes (2000). población vulnerable, se recomienda ampliamente que todo niño, adolescente y adulto joven que sea atleta –incluso emétropes– utilice lentes protectores. Lentes y comodidad del ojo Mientras que los lentes adecuados pueden proporcionar al usuario una buena visión, también pueden promover una visión cómoda, especialmente bajo condiciones de luz o brillo excesivas. La radiación UV en sí misma no proporciona protección contra luz solar y brillo; éste es el papel de filtros especializados y tratamientos con lentes. Para este propósito, los filtros normalmente toman la forma de lentes tintados, por ejemplo, en los lentes de sol ordinarios. Mientras que todos los lentes de sol funcionan como filtros de luz hasta cierto grado, no todos funcionan necesariamente como filtros efectivos contra radiación UV. Aunque el gobierno ha establecido normas para la filtración de radiación UV adecuada en lentes de sol de prescripción y de no prescripción, estas normas no necesariamente se siguen, especialmente en lentes de mostrador de extremo inferior (OTC). Y debido a que hay un mayor porcentaje de emétropes en niños en comparación con la población de adultos, y debido a que los emétropes no requieren lentes correctivos y por lo tanto normalmente no utilizan lentes de prescripción, la mayoría de los niños que utilizan lentes de sol no utilizan lentes de prescripción. Desafortunadamente, muchos de los lentes OTC fabricados para niños son de muy baja calidad. Tal vez no cumplan con las normas ANSI ni proporcionan protección contra radiación UV adecuada. Los extremos son los lentes “de juego”, que se venden en tiendas de juguete y de autoservicio, los lentes hechos de discos de corte de plástico entintado barato, de calidad tan inferior que en realidad pueden distorsionar e impedir la visión y proporcionar muy poca protección contra radiación UV. Lentes y conveniencia ocular El estilo de vida en interiores-exteriores en la mayoría de los niños se traduce en usar o no usar lentes de sol, y si cualquier padre lo sabe, la mayoría de los niños maneja cualquier cosa, siempre teniendo el potencial de daño o pérdida. Pero el mismo par de lentes de sol puede disminuir la luz solar y el brillo excesivos en el campo de béisbol y mejorar el desempeño cuando el primer juego de la temporada comienza con alta luz del sol a las 12 del día, lo cual puede ser un obstáculo en el octavo inning del juego ya que se está acercando el atardecer y la acción de filtración y necesaria –y no bienvenida– impide la visión de contraste y puede afectar adversamente el desempeño. Pero la protección adecuada contra radiación UV es importante desde el mediodía hasta el atardecer, ya que los lentes de policarbonato proporcionan protección contra impactos al ojo. Ésta es precisamente la razón por la que lentes fotocromáticos de policarbonato parecerían ser la primera elección para lentes para niños. La protección de tiempo completo contra impacto y contra radiación UV más la protección contra brillo y luz del sol sobre demanda que proporcionan se acomoda a la vida en interiores-exteriores del niño. Para un niño ametrópico que requiere lentes correctivos, la prescripción de lentes fotocromáticos tiene más sentido: un par para muchos propósitos. Y para el niño emétrope, donde no se necesita corrección visual, pero sí protección contra radiación UV impactos, luz solar y brillo, esto requiere un tipo de lentes versátil que protegerá adecuadamente el ojo en muchas formas y ofrecerá la conveniencia de adaptarse al estilo de vida en interiores-exteriores que cambia rápidamente en un niño promedio, mientras que proporciona comodidad visual, que es lo que realmente se requiere. Una vez más, se tiene aquí que los lentes fotocromáticos de policarbonato cubran esta necesidad de manera precisa. OPTOMETRÍA IMAGEN ÓPTICA • PERIODISMO CON VISIÓN Los muchos papeles de los lentes Tanto en niños como en adultos, los lentes tradicionalmente se han prescrito para permitir que el usuario vea bien. Esto ya no es suficiente. Los usuarios de lentes esperan ver bien, ver de manera cómoda y ver de manera conveniente con sus lentes. En el niño, los lentes correctos deben lograr estas metas, además de ayudar al niño a continuar viendo bien durante toda la vida proporcionándole protección contra enfermedades que amenazan la visión relacionadas con la radiación UV en la vida adulta. Los niños que crecen en esta edad iluminada de medicina preventiva son un trabajo en progreso que algún día necesitarán demostrar que el prevenir enfermedades es un enfoque mucho más efectivo que tratarlas. Los padres son los guardianes de su descendencia en este respecto. Las medidas a muy largo plazo para encargarse mejor del ambiente finalmente se están implementando. El calentamiento global y el agotamiento de la capa de ozono son las herencias que se están dejando de esta generación a las futuras. Tal vez para compensar este legado desafortunado, actualmente ese tiene un gran énfasis en la importancia del estilo de vida saludable, la dieta balanceada, el uso de complementos nutricionales y el evitar aditivos y toxinas. La protección contra la radiación UV ya se ha incorporado en esta formula para una vida saludable en lo que se refiere a la piel. Pero estos mismos padres conscientes, que no pensarían en permitir a los niños en pasar toda una tarde en la playa sin la generosa aplicación de bloqueador solar, pueden permitir que los ojos se queden sin protección. Esto a pesar del hecho de que encuesta tras encuesta ha mostrado que la gente valora la visión por sobre todos los sentidos. Tal vez una mejor educación de los pacientes por parte de los médicos al cuidado de los ojos sobre los daños de la exposición a la radiación UV en el ojo podría remediar este descuido peligroso. IMAGEN ÓPTICA • AÑO 7 • VOL. 7 • SEP-OCT • MÉXICO 2005 71