Los enfermos mentales, no tienen qui� les escriba Escrito por Por H�tor J. Pacheco Lunes, 17 de Junio de 2013 22:03 <p><img class="caption" src="images/stories/opinion/hector-pacheco-2.jpg" border="0" alt="hector" align="left" />En un (con permiso de Bueyon) pa� donde los ladrones de cuello blanco, los demagogos y oportunistas est�, cada uno en lo suyo y donde las autoridades est� en todo, menos en lo que deben estar �Qui� diablos se va a preocupar por la suerte de los pobres enfermos mentales y por el hecho de que esta poblaci� haya aumentado significativamente y anden deambulando por las calles?</p> <p>Esa pregunta va a aquedar sin respuesta, porque en una sociedad donde se invierten los valores con par�etros excluyentes, no hay manera de que tampoco en este rengl� se haga la necesaria inversi� que ello amerita.</p> <p>El problema de que aqu�no haya (como no lo hay en ning�n aspecto) una Pol�ica de Estado dirigida a un sector social, como son los enfermos mentales y no cuenten con ning�n apoyo, habla bien claro, de a qu�distancia estamos nosotros de una sociedad organizada y funcional.</p> <p>El pat�ico drama que representa esa poblaci� de enfermos mentales, que se ven forzados a tener que manejarse y convivir con las personas normales, es desgarrador y n�ese que escribimos personas normales sin comillas, porque hay quien piensa y no con poca raz� que aqu�con la crisis de valores, la crisis econ�ica y la manifiesta deficiencia del Estado en materia de pol�icas, la poblaci� en general tiene sobrados motivos, para atravesar por una crisis de locura colectiva.</p> <p>La principal instituci� psiqui�rica que hacia un trabajo m� o menos eficiente con los enfermos de este sector, era la que funcionaba en el Km. 28 de la carretera S�chez, este psiqui�rico fue clausurado �Valla desgracia!</p> <p>Ahora �nicamente en el hospital Padre Billini, hay un �ea reducida, donde se ofrece limitadamente el �nico servicio que reciben hoy d�, los pocos enfermos que son llevados all� imag�ense ustedes, entonces la situaci� que est� viviendo muchas familias que teniendo un enfermo mental en su seno, no tienen donde llevarlo, para que sea atendido adecuadamente.</p> <p>Los dementes de este pa�, tienen tan mala suerte que perdieron a uno de sus protectores y defensores a rajatabla, rom�tico por dem�, era el Dr. Antonio Zaglul, autor del libro mis 500 locos, sus locos como � les dec� eran su pasi�, pero muri� en tantos a�s de ejercicio profesional (como psiquiatra) trabajando en su �28�, le cogi�tanto cari� a sus pacientes , que esos dementes llegaron a convertirse en parte de � mismo, fraterno, jovial y enamorado de su profesi�, el doctor Zaglul, fue un tremendo ser humano.</p> <p>La desgracia que significa, para una familia tener un enfermo mental es tan terrible e impactante, en un pa� como este, que es como si esa familia cayera de pronto en la degradaci� p�blica, pasan a sufrir el estigma de ser �la familia del loco� y frecuentemente se escucha el comentario �el loco o la loca de ah� es familia de ese o de esa�, tambi� suele escucharse �en esa familia hay un loco, esa gente son como raros, cuando viene a ver se vuelven todos locos�.</p> <p>Sucede en ocasiones que uno llega a tener su loco favorito, estos locos suelen recordarnos que ellos tambi� son seres humanos y que de alguna forma estamos obligados a brindarle nuestra solidaridad y en ese sentido podemos aportar nuestra propia experiencia.</p> <p>En el barrio de Villa Consuelo, hay una loquita que se ha robado nuestro afecto, ella a pesar de su demencia, es sumamente decente y afectuosa, se preocupa si deja de vernos por un tiempo, preguntando cuando solemos encontrarnos, por nuestra familia y preocuparse por saber c�o anda la salud, si le das alguna ayuda, te lo agradece de coraz�, ech�dote encima todos las bendiciones posibles.</p> <p>Estos infelices, aun en su estado de demencia, tienen virtudes que no poseen muchos cuerdos, que es la capacidad de amar, dar cari� y afecto, de manera tal que uno se ve en la obligaci� de retribu�selo, expres�dole a trav� de alg�n tipo de apoyo y en esa manifestaci� de afecto, nuestro deseo de que alg�n d� vuelvan a recuperar su salud mental.</p> <p>A prop�ito del tema de la 1/2 Los enfermos mentales, no tienen qui� les escriba Escrito por Por H�tor J. Pacheco Lunes, 17 de Junio de 2013 22:03 locura, hay una frase que se ha tornado popularmente socorrida a trav� del tiempo, reza de la siguiente manera: �de poeta y locos, todos tenemos un poco�, ello de alguna forma viene a sugerir la idea, tambi� muy socorrida de que donde hay un tinte de genialidad, tambi� hay tinte de locura, esto se ha dicho de cient�icos, artistas literatos, figuras destacadas, etc.</p> <p>De pronto se me ocurre resaltar el aspecto noble y famoso de la locura, porque tambi� se le ha atribuido a personas que en un determinado momento han ejecutado una acci� heroica, poniendo su vida en riesgo, para salva guardar la vida de los dem�, independientemente de lo grandiosa y loable que sea esta acci�, aunque sea en una evaluaci� posterior, no faltara quienes piensen, que realmente la acci� fue heroica, pero que el personaje que la ejecuto, en ese momento debi�de estar loco.</p> <p>Ah�tenemos el loco de Alberto Cort� en �castillos en el aire�, un loco que alcanza la meta de sus sue�s, que es alejarse tanto de la realidad mundanal, que es feliz creyendo que vive en uno de esos castillos, en las alturas, lejos de la multitud, de la gente, pero el sue� de ese pobre loco no era agradable para la gente de su entorno, porque ese sue� inofensivo para ellos, al loco le proporcionaba felicidad, no soportaban el simple hecho de que esa fantas� hiciera feliz al loco, por lo que fue obligado a abandonar su castillo entre las nubes y condenado a vivir entre la gente, vestido de cordura.</p> <p><strong>Lo tr�ico de la locura</strong><br />En este sistema lo tr�ico de la locura, sin la bendita pol�ica, para el sector salud, que abarque este rengl�, es precisamente eso, la indolencia y la falta de planes a nivel oficial, lo cual significa que en esta vaina, que algunos llaman pa�, el infeliz que tiene la desgracia de volverse loco, se jod�, si no cuenta con familiares que saquen la cara por �, en esta dram�ica y dolorosa situaci�, porque si es contando con apoyo del estado, nada m� se lo llevo el diablo, que se prepare ese infeliz desgraciado, a ser tratado peor que un perro realengo y su pobre familia a sufrir el estigma que supone, el calificativo ir�ico y degradante de la familia de ese maldito loco.</p> <p>Y no faltara un buen samaritano que �piense�, �a t�lo de esa familia, hay que trancarlo en el manicomio, junto con el loco� o tambi� podr� aparecer otro samaritano con ideas draconianas, que diga a lo Ner� del siglo 21, que a todos los locos, lo que hay que hacer es librarlos de una vida miserable, para que puedan descansar �y no ser� de extra�r que a los funcionarios o tecn�ratas llamados a trabajar en el dise� y ejecuci� de esa pol�ica, se les ocurra la genial y terminante idea, influidos por esta ultima motivaci�, de dise�r un mecanismo, que no tenga nada que envidiarle a los m�odos de exterminio empleados por los Nazis contra los Jud�s y en lugar de auxiliar a los enfermos mentales, terminen elimin�dolos a todos y �problema resuelto!.</p> <p>La decisi� inteligente y la m� conveniente, en un �pa�� como este es la de no volverse loco y mantenerse cuerdos, porque si no recojan, que pas�el evento. �A Dios que reparta!</p> <p><strong>Por H�tor J. Pacheco</strong></p> 2/2