Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx EL NOTARIADO EN LUISIANA Por: Rodolfo BATIZA* * E s Investigador del Instituto de Derecho Comparado de la UN-IM. Profesor Emérito de Estudios Juridicos Iberoamericanos, Facultad de Derecho, Universidad de Tulaiw. Revista de Derecho Notarial Mexicano, núm. 100, t. 1, México,1989. DR © Asociación Nacional del Notariado Mexicano, A. C. Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx Como en el caso de cualquiera otra institución jurídica, el Notariado en Luisiana se aprecia mejor a la luz de los antecedentes históricos en; que tuvo su origen y desarrollo. Aun cuando el explorador español Hernando de Soto fue el primer europeo que a mediados del Siglo XVI se internó en las regiones vecinas a lo que hoy es Luisiana, la colonización de esos territorios se debi6 a las expediciones francesas emprendidas desde Canadá por el Padre Hannepin y por de la Salle en la segunda mitad del Siglo XVII, y fue este último quien toPnó posesión de ellos en nombre de Luis XV en 1682. Como colonia francesa, Luisiana se rigió primero por la Costumbre de París, redactada inicialmente en 1510 y luego en 1580. En efecto, las Letras Patentes que autorizaban a Crozat para come& en Luisiana así lo disponían, y esa situación fue confirmada en la concesión otorgada a favor de la Compañía Comercial de Occidente cinco años después. Al volver Luisiana a su condición de colonia de la Corona en 1732, la Costumbre de París mantuvo su vigencia. Más adelante, algunos edictos y ordenanzas reales como la mlativa a procedimiento civil de 1667 y el Code Noir de 1724 que regulaba la esclavitud, se extendieron a Luisiana. La actividad notarial que ahí se desarn,11ó, al principio en forma exigua y que aurnentb en forma paulatina, se d e j a en las escrituras que se conservan en el Archivo Notarial de Nueva Orleáns y que cubren el periodo de 1739 a la fecha, y que incluyen escrituras de naturaleza dive=: compraventa, permuta, donación, #hipoteca, liberación de gravámenes, venta de esclavos y emancipaciones, poderes, testamentos, contratos de wnstruccibn y ;reparación de casas-habitación, inventarias de sucesiones, y otras. Después de medio siglo de soberanía francesa, y c m o consecuencia del Pacto de Familia concluido entre Luis XV y Carlos 111 en noviembre de 1762, Francia cedi6 la Luisiana a España; pero no fue sino hasta noviembre de 1769 cuando Alejandro O'Reilly, como Gobernador y Capitán General, tomó Revista de Derecho Notarial Mexicano, núm. 100, t. 1, México,1989. DR © Asociación Nacional del Notariado Mexicano, A. C. Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx posesión del territorio, pues la misión que se habh encomendado a Antonio de Ulloa unos años antes había tropezado con la firme resistencia de sus habitantes, en su mayoría franceses. Después del castigo severo a los líderes de la oposición (fusilados unos y encarcelados otros), O'Reilly introdujo cambios radicales en el gobierno y el sistema jurídico de la nueva provincia. En primer lugar abolió el antiguo Consejo Superior y estableció para sustituirlo un Cabildo, Justicia y Regimiento, conforme a la Ley 28, Tít. 10, Lib. 5 de la Recopilación de las Leyes de las Indias de 1680, y con fundamento en la Cédula Real expedida en Aranjuez el 16 de abril de 1769, abrogó el sistema jurídico . francés e implantó un régimen provisional que, entre otras materias, trataba en su Cap. IX "Del Escribano de Cabido y Gobierno') e hizo preparar además unas "Iilstrucciona en cuanto a la forma de p n m i o ~ juicios, civiles y penales, y de pronunciar sentencias en general", conforme a las leyes de la Nueva Recopilación de Castilla y la Recopilación de Indias, hasta que pudiera adquirirse un mayor conocimiento general del idioma español e información-sobredichas leyes, y que prepararon el Doctor Manuel Joseph de Urrutia y el Consejero Don Félix Rey. 3. PERIODO DE TRANSICIÓN (30 de noviembre-20 de diciembre, 1803) Años más tarde, la fuerte presión ejercida por Napoleón resultó en la retrocesión de Luisiana a Francia, sancionada en el Tratado de San Ildefonso de 1 V e octubre de 1800. Tres años después, el Comisionado de la República Francesa, de Laussat, presidió la breve transición de veinte días a la que siguió la transferencia de soberanía a los Estados Unidos en razón de la zompra celebrada con .anterioridad. En ese corto lapso, de Laussat suprimió el Cabildo español reemplazándolo por un Alcalde, dos Adjuntos y un Concejo MunicipaI, reimplant6 el Code Noir, salvo por aquellas de sus disposiciones que fueran incompatibles con ,la Constitución americana en materia de esclavitud, pero no hizo ningún otro cambio en e1 régimen jurídico español entonces ,vigente. Luisiana promulgó su primer Código Civil (oficialmente denominado "Digesto de las Leyes Civiles"), mxlactado en francés y luego traducido al ifiglésJrcuyoautor fue Louis Moreau Lislet, abogado francés de Santo Domingo que se .Wíestablecido en Nueva Orleáns. Su inspiración principal derivaba sobre todo de fuentes francesas: el Código Civil de 1804, el Proyecto del Revista de Derecho Notarial Mexicano, núm. 100, t. 1, México,1989. DR © Asociación Nacional del Notariado Mexicano, A. C. Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx aho VI11 (1800), la Costumbre de París, y autores como Domat y Pothier; pero incorporaba también fuentes españolas en un buen número de sus disposiciones, tomadas de las Siete Partidas, el Fuero Real, la Nueva Recopilación, la Curia Filípica, Febrero Adicionado, entre otras. El Código de 1808 fue abrogado por el Código Civil de 1825 que, a su vez, quedó abrogado por el vigente de 1870, esencialmente igual, salvo por las disposiciones en materia de esclavitud eliminadas como consecuencia de la Guerra Civil. El Código dejó de ser bilingüe y fue promulgado sólo en su versión inglesa. Debe aclararse que, fuera del ámbito de aplicación del Código Civil, las demás ramas del derecho en Luisiana no son de origen romanista sino que provienen del common law: derecho constitucional, administrativo, penal, mercantil (aunque no adoptó el Uniform Comercial Code), procesal, etc., y lo mismo puede decirse en gran medida de la interpretación judicial del Código, pues el sistema jurídico de Luisiana, clasificado como "mixto" o "híbrido" produce abogados de mentalidad más próxima al common Iaw por la educación jurídica basada en el case method o método casuista. Como es natural, esa situación se refleja también en las disposiciones legales aplicables a los notarios y a los actos en que intervienen. El artículo 2234 del Código Civil prescribe: "Un instrumento auténtico, en materia de contratos, es aquél que ha sido otorgado ante un notario público u otro funcionario autorizado para ejercer sus funciones, en presencia de dos testigos al menos de catorce años de edad, o de tres testigos si una de las partes es ciego. Si una de ellas no sabe firmar, el notario hará que ponga su marca en el instrumento correspondiente. Los procedimientos relativos a la venta de bienes de sucesiones, firmadas por el funcionario que en ellos intervenga y dos testigos, son actos auténticos." (Según reforma de la Ley 171 de 1920). La mayor parte de las disposiciones legales de aplicación a los notarios y a sus actos no se encuentran en el Código Civil sino en las Leyes Revisadas de Luisiana de 1950 (Louisiana Revised Statutes of 1950) y en sus reformas. Las normas sobre quiénes pueden ser notarios y sus principales facultades y obligaciones revelan la naturaleza del Notariado en Luisiana. Quiénes Pueden ser notarios Cualquier ciudadano del Estado y extranjero que en él resida puede ser nombrado notario público para actuar en la parroquia de su residencia o Revista de Derecho Notarial Mexicano, núm. 100, t. 1, México,1989. DR © Asociación Nacional del Notariado Mexicano, A. C. Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx en la que tenga su oficina principal. (Tít. 35, % 191, según reforma de la Ley 517 de 1986). Despub de que sea nombrado por el Gobernador y antes de recibir su encargo, el notario debe prestar juramento y dar fianza par Dls. 5,000.00, a fin de responder del fiel cumplimiento de las obligacicmes que la ley le impone. (Tít. 35, 5 191, según reforma de la Ley 451 de 1977). Las personas a ~ t o r i d a spara ejercer la abogacía en Luisiana que sean notarios en alguna parroquia, podrán actuar como notarios en cualquiera otra parroquia. (Tít. 35, $ 191, según adición de la Ley 125 de 1984). h notarios que no sean abogados, por lo general, tienen la limitación de actuar únicamente en la parroquia de su designación, pero algunas disposiciones especiales los autorizan para ejercer funciones notariales en parroquias adyacentes. (Tít. 35, 8 191, según adición de la Ley 141 de 1985). Los notarios están facultados, dentro de la jurisdicción de sus respectivas parroquias, para hacer inventarios, avalúos, particiones, recibir testamentos, intervenir en protestos, redactar contratos matrimoniales, de transmisión de bienes y, en general, formular toda clase de contratos o instrumentos por 'escrito, celebrar juntas de familia y de acreedores, recibir reconocimientos de firmas en documentos privados, fijar y levantar sellos en bienes de'personas fallecidas, y todo instrumento por ellos autorizado conforme a lo dispuesto por el articulo 2234 del Código Civil se considerará auténtico. Loa juramentos y reconocimientos, en todos los casos, podrán ser tomados u otorgados ante un notario público debidamente nombrado y capacitado en el Estado. Los notarios están facultados para recibir testamentos en que se les designe como albaceas, ejecutores, fiduciarios y asesores legales de albaceas, ejecutores, fiduciarios, legatarios, o de la sucesión misma. ( X t . 35, 8 2, según reforma de la Ley 427 de 1982. Las notarios están obligados a registrar toda escritura de compraventa, donación, o de cualquier otra especie de trasmisión de bienes en la parroquia de Orleáns, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes, y dentro de los quince días en las demás pmquias. Antes de autorizar una escritura de compraventa en la parroquia de Orleáns, los notarios deben exigir un certificado Revista de Derecho Notarial Mexicano, núm. 100, t. 1, México,1989. DR © Asociación Nacional del Notariado Mexicano, A. C. Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx del Registrador de Traslaciones de Dominio que demuestre que el vendedor no ha enajenado la propiedad de que se trata. (Tít. 9, * 5 2928; Cód. Civ., artículo 2255). En la ciudad de Nueva Orleáns los notarios deben conservar sus escrituras y otros documentos en edificios de ladrillo, y cuando c a e en su cargo por muerte, remoción i i otra causa, sus escrituras y documentos deberán ser depositados y conservados en la Oficina Central de Instrumentos Notariales. Al final de cada aíio los notarios de la parroquia de Orleáns deberán encuadernar, junto con índices alfabéticos, los originales de las escrituras relativas a bienes raíces ubicados en dicha parroquia y otorgados ante ellos en el curso del año, lo que deberá hacerse antes del 1Qde julio siguiente, y las depositarán ante el Custodio de Instrumentos Notariales. Este cobrará la cantidad de Dls. 5.00 por cada instrumento que se deposite. (Tít. 35, 8 323, según reforma de la Ley 663 de 1984). La sección 10 de la Ley 101 de 1870, según las reformas de la Ley 22 aprobada en la Cuarta Sesión Especial de la Legislatura del Estado, estableció un arancel notarial con honorarios muy inferiores a los que se acostumbran en la actualidad. Dicha ley reformada no se incorporó a las Leyes Revisadas de 1950, lo que permite inferir que en Luisiana no hay un arancel notarial en vigor. Hace algunos años, por la certificación de la firma en un affidavit, o declaración hecha bajo juramento, los notarios cobraban la cantidad irrisoria de Dls. 0.25, que después se aumentó a $ 1.00. Actualmente no existe uniformidad al respecto y lo que ocurre en la práctica es que el notario que es abogado (o a la inversa, más propiamente hablando) cobra honorarios en su calidad de abogado y considera sus servicios de notario m á s bien de carácter incidental. Los abogados en Nueva Orleáns generalmente cobran alrededor de Dls. 130.00 por hora de trabajo. Es de observarse que el notario que no es abogado tiende a desaparecer en Luisiana. Revista de Derecho Notarial Mexicano, núm. 100, t. 1, México,1989. DR © Asociación Nacional del Notariado Mexicano, A. C.