EL ASTILLERO RÍO SANTIAGO, EL PROCESO DE ORGANIZACIÓN

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FORJANDO
EL ASTILLERO RÍO
SANTIAGO, EL PROCESO
DE ORGANIZACIÓN
SINDICAL DE BASE, LA
ACCIÓN COLECTIVA
Y LA VIOLENCIA
Una proyección hacia la región
industrial de La Plata, Berisso
y Ensenada.
por Ivonne Barragán
Licenciada en Historia por la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP).
Becaria doctoral por la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), proyecto de investigación ¨Organización y prácticas de lucha obrera y sus vinculaciones con las políticas laborales en el Astillero Río Santiago (1964-1984)¨ con sede en el Instituto de Investigaciones Gino Germani (IIGG) de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS-UBA) donde
integra el proyecto de investigación UBACyT ¨Lógicas militantes, lógicas militares y
formas del recuerdo, Lo político y la política en las décadas de 1960 y 1970¨ (2011-2014).
Investigadora del Programa Estudios del trabajo, movimiento sindical y organización
industrial y docente del equipo de capacitación y formación docente y sindical sobre
historia del movimiento obrero en Argentina perteneciente al Área de Economía y Tecnología de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
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“Voluntad nacional construyendo para el mar”1
Este breve artículo propone abordar dos procesos sociales complejos en su
interrelación en el trienio 1974-1976. La profundización de la organización y
movilización de base de los trabajadores en la región de La Plata, Berisso y
Ensenada a partir de la mirada posicionada en una fábrica de enorme relevancia como fue el Astillero Río Santiago y, de forma análoga, el despliegue
de un proceso de prácticas disciplinadoras, coercitivas y represivas que
apuntaron a la generación de las condiciones de posibilidad que constituyeron al Astillero Río Santiago en la fábrica con mayor número de desaparecidos del país.
1. Lema de la empresa
hasta la década del
ochenta.
La dinámica de la acción y protesta obrera en la región de La Plata, Berisso y Ensenada constituye parte fundamental de la historia del movimiento
obrero organizado en nuestro país a lo largo de todo el siglo XX. La reconstrucción de la trayectoria de organización de los trabajadores de una fábrica
específica en esta región nos permitirá indagar sobre la naturaleza de la
conflictividad de clase y sobre las modalidades de resolución por parte del
Estado y de los llamados poderes económicos al desafío planteado por el
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trabajo en el período de profundización de la conflictividad social y de la
disputa entre capital-trabajo iniciado en el año 1969 y profundizado en el
trienio 1973-1976. De este modo, desde la perspectiva de caso, abordaremos
la historia de los trabajadores del Astillero Río Santiago (ARS), de la localidad de Ensenada, que durante el proceso de industrialización por sustitución de importaciones llegó a constituirse como el astillero más importante
de América Latina.
De este modo, proponemos reconocer brevemente el proceso de organización y movilización de los trabajadores del Astillero Río Santiago (ARS) de
manera de iluminar el tramado de relaciones existentes entre los distintos
colectivos obreros en la región y la constitución de nuevas formas de participación y lucha. Los años comprendidos entre 1973 y 1976 constituyen un
recorte temporal específico y relevante a fin de pensar lo que proyectó la
violencia política y sindical en el lugar de trabajo, de lo que fue productora
y los elementos que irradió hacia una región de industrialización temprana,
donde coexistían industrias dinámicas y vegetativas, y, donde sus trabajadores presentaban una larga trayectoria de organización sindical y participación política.
El Astillero
El ARS tuvo sus orígenes en 1933 en los talleres navales de la Base Naval de
Río Santiago, ubicados al margen del río del mismo nombre, comenzó a funcionar como astillero en 1953 y junto con la Fábrica Naval de Explosivos de
Azul (FANAZUL) integraron Astilleros y Fábricas Navales del Estado (AFNE).
Su directorio se conformó por militares pertenecientes a la fuerza naval y tuvo
como fundamento la necesidad de abastecimiento para las Fuerzas Armadas con producción nacional. En el año 1969 la empresa modificó su forma
societaria y se constituyó como Sociedad Anónima del Estado con mayoría
accionaria en poder del Ministerio de Defensa, finalmente, en 1976 el paquete
accionario pasó al Comando en Jefe de la Armada.
El astillero producía y reparaba unidades navales, civiles y militares, durante
la última fase del proceso de industrialización sustitutiva (1964-1974) consolidó una diversificada producción de bienes de capital e insumos para
industrias dinámicas como fueron grandes motores eléctricos, tanques de
envase; elementos y maquinarias para la actividad ferroviaria; compuertas
para diques; equipos de bombeo para la industria petrolera; fundición de
aceros, hierros y metales; maquinaria para las industria del azúcar y del papel y la construcción de turbinas hidráulicas para centrales hidroeléctricas.
La relación laboral en esta fábrica se caracterizó, en términos generales, por
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ingresos salariales comparativamente altos en relación con otras fábricas de
la región; la existencia de posibilidades de movilidad, ascenso y promoción
laboral; la formación técnica y estabilidad. El conjunto de condiciones beneficiosas en que se inscribía la fuerza de trabajo fueron institucionalizadas
paulatinamente por la organización sindical mediante la negociación de tres
convenios colectivos a partir del año 1971.
El colectivo obrero del astillero se inscribía en el segmento calificado del
mercado de trabajo y comprendía la necesidades productivas específicas
de la reama: obreros fuertes, con destreza física, capacitación técnica, pericia para el manejo de las herramientas, abdicación frente a las condiciones
adversas emergentes del proceso de trabajo –calor, gases tóxicos- y, por
ende, casi excluyentemente varones. Hacia el promedio de la década del sesenta el astillero empleaba aproximadamente cinco mil operarios de planta
permanente y tres mil empleados de empresas contratistas destinados a
distintas áreas productivas. La actividad requería mano de obra especializada: torneros, caldereros, soldadores, mecánicos, carpinteros, electricistas,
etc., oficios considerados de largo plazo en su formación y que su dominio
se lograba en la materialidad del proceso de trabajo. El obrero se formaba
en el taller como aprendiz bajo la guía de oficiales o a partir de su ingreso a
la Escuela de Aprendices de fábrica que comenzó a funcionar el 30 de junio
de 1953. El lugar central del trabajo de oficio en el proceso productivo parecía habilitar al trabajador calificado un importante margen de autonomía
en el desempeño de la tarea productiva así como, el colectivo formado en el
astillero, irradiaba sobre la región en su conjunto un sendero de aprendizaje
tecnológico y subjetividad obrera.
Los trabajadores del astillero, agremiados en la Asociación Trabajadores del
Estado (ATE), se organizaron en un amplio arco de agrupaciones políticas.
La representación gremial seccional se encontró en manos del llamado peronismo ortodoxo. Paralelamente, en la representación de base, avanzaron
corrientes vinculadas a la izquierda tanto peronista como marxista. El crecimiento de sectores opositores a la burocracia sindical se desarrolló entre
los años 1973 y 1975 donde los trabajadores del ARS profundizaron su proceso de organización de base y se generaron condiciones para que ciertos ordenamientos y relaciones de fuerza en el interior de la planta fueran
cuestionados, hasta su interrupción con el golpe de Estado de 1976. En la
estructura organizacional al interior de la fábrica los delegados por sección
desarrollaron importantes funciones en la discusión de los convenios colectivos y de las condiciones de producción y trabajo. Las pre-paritarias,
organizadas por sector de trabajo, se presentaron como un ámbito que permitió la participación y militancia de los nuevos representantes. Al interior
de la fábrica activaban sindicalmente un amplio número de trabajadores
en diferentes agrupaciones de base que funcionaron como receptoras y
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marco de diversas orientaciones políticas, algunas hegemónicas en la dirección y otras subordinadas, que de todos modos incidían parcialmente
en la dinámica interna de la fábrica. Entre las más renombradas podemos
identificar la lista Azul y Blanca, vinculada a la derecha peronista; la lista Gris,
que era un desprendimiento de la primera a partir de planteos pluralistas;
la lista Celeste, perteneciente a la agrupación sindical Juventud Trabajadora
Peronista (JTP) y la lista Marrón que respondía al Partido Socialista de los
Trabajadores (PST), entre otras.
Organización sindical de base y la construcción de una dinámica regional. Recomposición hegemónica represiva
El llamado Pacto Social fue firmado el 8 de junio de 1973 por la conducción
de la central obrera Confederación General del Trabajo (CGT) y la central
empresaria Confederación General Económica (CGE) tendiente a clausurar
los aumentos de precios en los artículos de consumo masivo y las discusiones salariales por el término de dos años. Las direcciones de la mayoría
de los sindicatos suscribieron al Pacto encontrándose rápidamente condicionados a la hora de vehiculizar los reclamos de las bases obreras en demanda de mejoras del ingreso y de las condiciones de trabajo. Durante el
transcurso de 1974 los conflictos sindicales se recrudecieron en torno a las
condiciones de trabajo, la equiparación de estatutos y convenios, la reclasificación de tareas y los premios a la producción, entre otras reivindicaciones que se encontraban directamente vinculadas al cuestionamiento de las
conducciones sindicales y significaron un permanente recurso a la acción
directa a fin de eludir los límites impuestos por el Pacto Social.
De este modo, el recorte temporal propuesto en este artículo estuvo definido, en términos generales, económicamente por la vigencia del Pacto Social
y socialmente por una intensificación del proceso de lucha de clases. En
términos de especificidad del caso por una estrategia empresarial de incremento de la productividad obrera y la racionalización productiva paralelo a
un crecimiento cualitativo y cuantitativo de la organización de base.
En este marco los trabajadores del Astillero desarrollaron lo que podría denominarse un ciclo ampliado de conflicto que abarcó desde el mes de noviembre de 1974 hasta el mes de febrero de 1976. Durante el proceso de creciente organización sindical, que tuvo como marco la profundización de la
lógica de violencia, los delegados por sección electos a partir del año 1973,
que pertenecían a las líneas combativas, fueron agredidos por militantes de
la agrupación sindical Azul y Blanca y, posteriormente, suspendidos por las
autoridades del Astillero. La resolución a los golpes de las asambleas fueron
tornándose cada vez más frecuentes, las amenazas a delegados de las co-
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rrientes combativas y el “apriete” por patotas marcaron crecientemente la
dinámica de la acción gremial.
Este ciclo, donde se desplegaron diferentes formas de protesta, movilización y lucha, tuvo como eje principal de la acción colectiva la defensa del
nivel salarial de manera simultánea a un conjunto de acciones más desarticuladas por las condiciones de trabajo. Se sucedieron una serie de acciones
que en el mes de noviembre de 1974 se iniciaron con un reclamo por cien mil
pesos moneda nacional (m/n)2 para todos los trabajadores sin distinción de
los módulos de clasificación, a comienzos de 1975 los trabajadores la solicitud de un aumento masivo de emergencia y, nuevamente, mediados de año
la cuestión del ingreso retornó al centro de la escena. En junio se solicitó un
incremento que llevara el sueldo mínimo –peón- a los seiscientos quince mil
pesos m/n más un plus de cinco mil pesos m/n por año de servicio.
2. El Peso Ley 18.188 fue
la moneda vigente en la
Argentina en el período
1969-1983, popularmente
conocido como peso ley.
Cada peso ley equivalía en la
denominación anterior a 100
Pesos Moneda Nacional. Así,
por ejemplo, los de 100, 500
y 1.000 pesos m/n fueron
convertidos a 1, 5 y 10 Pesos
Ley respectivamente.
Nota del editor: la autora
menciona pesos moneda
nacional aunque el sistema
monetario usado entre 1969
y 1983 era Pesos Ley 18.188
Algunas de las acciones de resistencia contra el deterioro del poder adquisitivo del salario se canalizaron mediante la conformación de nuevas
formas de organización colectiva como fueron las coordinadoras interfabriles que nuclearon a delegados y comisiones internas regionales; donde
sectores obreros del ARS confluyeron con la vanguardia del proceso en el
territorio industrial regional. Estas coordinadoras plantearon una alternativa
a las conducciones nacionales de los sindicatos, alcanzaron gran poder de
organización y convocatoria. La constitución de la Coordinadora de Gremios, Comisiones Internas y Delegados en Lucha de La Plata, Berisso y
Ensenada tuvo su inicio en una serie de luchas entre las que se destacó la
llamada “huelga grande” llevada adelante durante 1974 por los trabajadores
de otra importante fábrica de la zona, Propulsora Siderúrgica. Se sumaron
prontamente trabajadores de la obra de ampliación de Petroquímica General Mosconi (agremiados en la UOCRA), la comisión interna del Hospital
de Gonnet, delegados y agrupaciones combativas del Frigorífico Swift de
Berisso, trabajadores metalúrgicos de SIAP y Kaiser Aluminio y obreros de
la maderera de Corchoflex, entre otros.
Ya en el mes de julio de 1975 el conjunto de medidas económicas implementadas por el Ministro de Economía Celestino Rodrigo generaron una serie de
acciones de resistencia en todo el país. Los trabajadores del ARS vivenciaron
dos procesos paralelos. Por un lado, el pronunciamiento de las divisiones
internas y el enfrentamiento entre las distintas agrupaciones políticas al interior de la fábrica, por otra parte, la participación de un sector importante
de los trabajadores en acciones colectivas de carácter regional. A partir de
una asamblea con posiciones encontradas, pese a la oposición por parte de
la burocracia, un sector importante de trabajadores del Astillero se movilizó
a la sede de la CGT, en la Ciudad de La Plata en defensa de las Convenciones
Colectivas de Trabajo suspendidas por el Gobierno Nacional y en defensa
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de la Ley 14.250 de Convenciones Colectivas de Trabajo. En el camino se
realizó una asamblea en la plaza Belgrano de la Ciudad de Ensenada, allí
se sumaron operarios de Propulsora Siderúrgica. Llegando a La Plata se incorporaron trabajadores metalúrgicos de SIAP, Indeco, OFA, Batisti y Káiser
Aluminio, entre otros. Llegaron las columnas de trabajadores de la obra de
Petroquímica General Mosconi, de la Hilandería Olmos, Esniafa, Corchoflet,
empleados públicos, docentes y no docentes de la Universidad Nacional de
La Plata. De la ciudad de Berisso movilizaron los trabajadores del Frigorífico
Switf, alcanzando la columna un número cercano a los 10.000 trabajadores.
Una vez frente al edificio de la UOCRA, sede de la CGT regional, se constituyó una comisión de representantes que serían recibidos por la dirigencia
sindical, seguidamente se aprestaron en el lugar distintas fuerzas de seguridad que comenzaron a arrojar gases lacrimógenos, dando inicio, de este
modo, a una serie de enfrentamientos que se extendieron hasta entrada la
noche. Desde el edificio de la UOCRA realizaron disparos contra la multitud, resultando en cuantiosos heridos y detenidos por la policía provincial,
conociéndose, esta jornada, como El Rodrigazo de La Plata, Berisso y Ensenada. Apenas superados los hechos del Rodrigazo la dinámica de la acción
colectiva se fue complejizando crecientemente en torno a las disputas por
las condiciones de trabajo y por la defensa de los representantes sindicales
víctimas del accionar represivo parapolicial. En el Astillero en la madrugada
del 22 de agosto de 1975 estalló una bomba en la fragata Santísima Trinidad,
aparcada para su construcción en el Astillero. Reivindicada por la organización Montoneros esta acción, sin víctimas fatales, generó una compleja
trama de acciones y reacciones que profundizaron el clima represivo en la
fábrica. La dirección instaló un infante de marina cada tres operarios trabajando, se incrementaron las intervenciones, las formas de seguimiento y se
desarticulo fuertemente la organización sindical de base.
En este marco, el enfrentamiento entre los distintos grupos sindicales se
desarrolló de manera cada vez más virulenta, durante 1975, se concretó una
clara concentración del poder por parte de los sectores ortodoxos del sindicalismo peronista. Un claro ejemplo, en íntima relación con el proceso de la
Seccional de Ensenada y en el interior del Astillero, fue el proceso ocurrido
en la Asociación Trabajadores del Estado a nivel regional. La Mesa Directiva de la CGT y las “62 Organizaciones” expulsaron al Secretario General
de ATE La Plata. La agrupación gremial 26 de Julio denunció tal expulsión
como parte de una maniobra de eliminación de cuadros sindicales combativos que tenía como objetivo último la intervención por parte del Consejo
Nacional de ATE de la estructura local y la aplicación de la Ley de Prescindibilidad para continuar con el depuramiento de representantes de base.
A partir de estos acontecimientos la nueva conducción gremial procedió a
la remoción de delegados y comisiones internas de distintos sectores que
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PARA
SEGUIR
LEYENDO
Basualdo Victoria (Coord.),
La clase trabajadora
argentina en el Siglo XX:
Experiencia de lucha y
organización, Buenos
Aires, Cara o Ceca, 2011.
Dicósimo Daniel
y Simonassi Silvia
(Comp.), Trabajadores
y empresarios en la
Argentina del siglo XX:
indagaciones desde la
historia social, Prohistoria
ediciones, Rosario, 2011.
Figari Claudia, Lenguita
Paula y Cató Juan Montes
(Comp.), El Movimiento
obrero en disputa. La
organización colectiva de
los trabajadores, su lucha y
resistencia en la Argentina
del siglo XX, Ediciones
Ciccus, Buenos Aires,
2010.
Lorenz Federico, Algo
parecido a la felicidad. Una
historia de la lucha de la
clase trabajadora durante
la década del setenta
(1973-1978), Edhasa,
Buenos Aires, 2013.
AAVV: Dossier “Hacia un
debate sobre el concepto
de “burocracia sindical”,
Revista Nuevo Topo N°
17, 2010, disponible en
formato digital en: http://
nuevotopo.wordpress.
com/
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eran considerados “elementos de izquierda infiltrados”. Mediante Resolución el Consejo Directivo de la Provincia de Buenos Aires de la ATE disolvió
los cuerpos de delegados del Ministerio de Asuntos Agrarios, el Ministerio
de Bienestar Social (Sede Central, Personal Administrativo), Hospital Alejandro Korn, Hospital Melchor Romero, Ministerio de Economía, Instituto de la
Vivienda e Instituto de Previsión Social de la Provincia de Buenos Aires. De
modo que los sectores gremiales combativos del sindicalismo regional debieron enfrentar muchas veces la expulsión de la estructura sindical formal,
la embestida de las facciones más violentos del sindicalismo burocrático, las
fuerzas paramilitares y, de manera creciente, la represión de las fuerzas de
seguridad del Estado.
3. El 13 de enero de 1976
fueron asesinados los
miembros de la comisión
interna de Propulsora
Siderúrgica Salvador “El
Pampa” Delaturi y Juan
Carlos Scaffide. Una solicitada de la Coordinadora
interfabril denunció la ola
de violencia creciente en
la región: “Como ocurrió
en Villa Constitución y
Sierra Grande, como
está ocurriendo en
Córdoba y en todo el
país, la ola de violencia
desatada contra la clase
trabajadora se acentúa en
nuestra zona. Comenzó
con las amenazas a los
delegados De Charras y
Marotte del Astillero Río
Santiago; del compañero
de la Comisión Directiva
de AEMOPA Tamarit y
los atentados contra la
vivienda del delegado
de Propulsora, Arturo
Garín. Hoy es el macabro
asesinato de los compañeros Salvador Delaturi y
Juan Carlos Scaffide de
Propulsora Siderúrgica
S. A.; y ante esto la única
respuesta oficial de la
conducción de la CGT es
el silencio” DIPBA, Mesa
B, Carpeta 39, Legajo
35 “Coordinadora de
Gremios-Comisiones
Internas y Delegados en
lucha La Plata, Berisso y
Ensenada”, Folio 10.
Los trabajadores del Astillero iniciaron un nuevo conflicto el 29 de octubre
de 1975 solicitando un sueldo básico para el peón de 1.200.000 pesos m/n.
En el transcurso de una primera instancia del conflicto seis operarios de
la lista Azul y Blanca fueron secuestrados. Los trabajadores se movilizaron
masivamente en su defensa. Su aparición con vida coincidió con un extendido rumor de complicidad entre la patronal y la burocracia sindical en el secuestro a fin de condicionar las negociaciones y resultó en la intensificación
de las medidas de fuerza en función del reclamo original. Durante la segunda instancia del conflicto, en noviembre de 1975, fueron secuestrados tres
delegados, esta vez de las líneas combativas, Ángel de Charras de la sección
de montaje, Silvio Marotte de la sección maniobras y Alcides Méndez Paz,
técnico. El 13 de noviembre de 1975 fue asesinado en la ciudad de La Plata
Mario Luis Noriega, trabajador del astillero. En este marco la patronal del
astillero modificó radicalmente el orden de cosas y dio un golpe certero a
la acción colectiva de los trabajadores a partir de la implementación de un
lock out. Esta acción de la patronal constituyó una de las maniobras de mayor violencia simbólica y material hacia la fuerza de trabajo y tuvo efectos
sobre su expresión colectiva al provocar un quiebre en la solidaridad.
En los primeros días de 1976 un delegado integrante de la agrupación Celeste, Mario Peláez, fue secuestrado. Los trabajadores en asamblea resolvieron la presencia en la fábrica sin trabajar hasta la aparición con vida del
representante sindical de base. Paralelamente participaron de asambleas y
distintas formas de protesta por el secuestro y asesinato de delegados de
la comisión interna de Propulsora Siderúrgica. 3 El 19 de febrero de 1976 fue
asesinado el técnico del astillero Alcides Méndez Paz. El cierre de este ciclo
de conflicto fue con el inicio de iniciaron un paro progresivo de dos horas
por día por aumento salarial el 18 de marzo de 1976. Al día siguiente fueron
asesinados tres operarios, Fortunato Agustín Andreucci, Jorge Pedro Gutzo
y José Luis Lucero, delegados e integrantes de la agrupación Celeste. Finalmente, al cuarto día de implementada la medida de fuerza la continuidad
de la misma se vio alterada nuevamente por el cierre de la planta implemen-
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tado por el Directorio de AFNE y el Ministerio de Defensa en espera de la
consumación del golpe de Estado.
Durante el desarrollo de lo que denominamos como un ciclo ampliado de
conflicto los secuestros y asesinatos de militantes y trabajadores constituyeron una constante que se entrecruzó con la dinámica de la acción colectiva. De este modo, en el Astillero, la organización del trabajo, la relación
con la patronal, las relaciones políticas al interior de la fracción de clase
allí empleada y con la conducción sindical regional y estuvieron marcadas
por dinámica crecientemente violenta. Las características distintivas del
empleador configuraron una modalidad de relación laboral que situó a la
violencia como un componente estructurante. La implementación reiterada
del lock out ante los conflictos salariales a partir de 1975 y la ubicación de
infantes de marina en el proceso de trabajo fueron algunas de las acciones
patronales tendiente a lograr la expulsión de la acción obrera del ámbito de
la fábrica hasta su clausura definitiva de la misma por la dictadura militar.
Ideas finales
La recomposición de los procesos de profundización de la organización sindical de base y la conflictividad regional nos permitió identificar algunas de
las acciones patronales instrumentadas en el período. De este modo, la dirección del Astillero profundizó la acción coercitiva mediante el despliegue
de distintas modalidades de violencia material y simbólica a fin de lograr
la recomposición hegemónica y disciplinar en la fábrica. Las prácticas de
control y vigilancia militar implementadas en la materialidad del proceso de
trabajo tuvieron como objeto desarticular la organización sindical de base.
Asimismo, la violencia impuesta por la dirección del Astillero asistió a la imposición de un modelo más reaccionario en la representación sindical sobre
otro emergente y subversivo.
El secuestro, la desaparición y asesinato de trabajadores a partir de 1974 y
su profundización durante 1975 se constituyó en un factor decisivo para la
erradicación de las condiciones de posibilidad del desarrollo expresiones de
oposición al avance, en este caso dual, patronal-militar por parte de trabajadores con una compleja tradición de militancia sindical y política y modificó
de cuajo el escenario de la acción colectiva de carácter regional e interfabril.
El ciclo de conflicto ampliado que protagonizaron los trabajadores del Astillero, la participación de los sectores más movilizados en las nuevas instancias organizativas y el conjunto de contradicciones desplegadas al interior
de este colectivo obrero nos permitieron abordar las formas en que la violencia represiva se expandió territorialmente sobre el movimiento obrero
organizado en la región industrial de La Plata, Berisso y Ensenada en los
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años previos al terrorismo de Estado y cimentó condiciones de quiebre e
indefensión que -sumadas a la singularidad de constituir el Astillero Río Santiago una empresa estratégica -baluarte- de la fuerza militar naval - constituyeron a esta empresa en la fábrica con mayor cantidad de trabajadores y
representantes sindicales de base detenidos-desaparecidos del país.4
4. Ver alegatos en representación de la querella en
el Juicio a Miguel Osvaldo
Etchecolatz, 22 de Junio de
2007, Disponible en: URL:
http://ceprodh.org.ar/
download_file.php?f=IMG/
pdf/Alegato_WV_myriam_
bregman.pdf
Las estimaciones indican
que el saldo de las acciones
represivas previas al Terrorismo de Estado y una vez
consumado en el astillero
hay cuarenta y cuatro trabajadores y representantes
sindicales que permanecen
desaparecidos y otros once
fueron asesinados.
FORJANDO
Caffaso, María Elena; Astillero Río Santiago, Provincia de Buenos Aires,
AFNE, 2004.
Colom Yolanda y Salomone Alicia, “Las Coordinadoras interfabriles de
Capital Federal y Gran Buenos Aires”, en Razón y Revolución N° 4, 1997.
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Rodríguez Florencia, Slatman Melisa y Lascano Natalia, “Las Coordinadoras
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en Revista Theomai. Estudios sobre Sociedad y Desarrollo, Buenos Aires,
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Russo Cintia, Trayectoria de una empresa del estado: Astilleros Río Santiago,
XXI Jornadas de Historia Económica Asociación Argentina de Historia
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Schneider Alejandro, Los compañeros. Trabajadores, Izquierda y
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http://www.cep.gov.ar/descargas_new/sintesis_economia_real/2006/
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Buenos Aires: IPS, 2007.
Informe CONADEP Nunca Más. Anexos, EUDEBA, Buenos Aires, 2006,
Tomos I y II.
Fuentes y archivos
Archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de
Buenos Aires (DIPBA). Este es un extenso y pormenorizado registro del
seguimiento realizado sobre hombres y mujeres a lo largo de medio siglo
en la Provincia de Buenos Aires. La DIPBA fue creada en agosto de 1956 y
funcionó hasta que, en el contexto de una reforma de la Policía de la Provincia
de Buenos Aires en el año 1998, fue disuelta y cerrado su archivo. En el año
2000 mediante la Ley 12.642 el Archivo fue desclasificado y se encuentra
bajo custodia y gestión de la Comisión por la Memoria de la Provincia de
Buenos Aires (CPM). En octubre de 2003 se abrió su consulta al público, los
documentos del archivo han sido y son aportes para las causas judiciales
contra los responsables de delitos de lesa humanidad, la averiguación de
datos referentes a las personas y la investigación histórica y periodística.
http://www.comisionporlamemoria.org/archivo/
Fondo Documental Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTySS),
Dirección Nacional de Relaciones de Trabajo (DNRT), fondo Convenios
Colectivos de Trabajo por actividad (CCTa). Convenio Colectivo de
Trabajo entre Astilleros y Fábricas Navales del Estado S. A. y la Asociación
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Bibliografía
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FORJANDO
Trabajadores del Estado N° 178/1971; N° 24/1973 y N° 91/1975. Disponibles
en el Archivo Intermedio perteneciente al Archivo General de la Nación
(AGN), Ministerio del Interior.
http://www.mininterior.gov.ar/archivo/areas/intermedio
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