DIRECCIÓN GENERAL DE LA POLICÍA MINISTERIO DEL INTERIOR COMISARÍA GENERAL DE SEGURIDAD CIUDADANA INFORME UCSP Nº: 2012/071 FECHA 13.11.2012 ASUNTO Verificación de alarmas. ANTECEDENTES Por haberlo acordado en los autos de referencia, un Organismo Judicial solicita se emita informe con relación a lo siguiente: 1. Si conforme a la normativa de Seguridad Privada del año 2009, se impone a las centrales de Alarma la obligación de verificar las señales que reciban con los medios técnicos y humanos de que dispongan, pudiendo utilizar las centrales lo que estimen conveniente, siempre y cuando se ajusten a las disposiciones de seguridad privada. 2. Si recibida en una Central receptora de alarmas, una señal de alarma, e intentado por la misma, su verificación por sus medios técnicos y humanos, sin conseguir confirmar la veracidad de la misma, el hecho de que la Central hubiese requerido la presencia de la Policía, en estas condiciones, habría constituido un supuesto prohibido y sancionable por aplicación de la Ley de Seguridad Privada. CONSIDERACIONES El artículo 22 de la Ley 23/92 de 30 de Julio, de Seguridad Privada preceptúa que “las empresas de seguridad podrán incurrir en las siguientes infracciones: 2. Infracciones graves: b) No transmitir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado las señales de alarma que se registran en las centrales privadas, transmitir las señales con retraso injustificado o comunicar falsas incidencias, por negligencia, deficiente funcionamiento o falta de verificación previa”. El artículo 149.8 b del RD 2364/94 indica “Las empresas de seguridad podrán incurrir en las siguientes infracciones graves: No transmitir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad las señales de alarma que se registren en las centrales privadas, transmitir la señales con retraso injustificado o comunicar falsas incidencias, por negligencia, deficiente funcionamiento o falta de verificación previa, incluyendo: b) La transmisión de alarmas a los servicios policiales sin verificarlas previa y adecuadamente”. Por su parte, el artículo 48.2 del RD 2364/94 de 9 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de Seguridad Privada indica “Cuando se produzca una alarma, las centrales deberán proceder de inmediato a su verificación con los medios técnicos y CORREO ELECTRÓNICO ucsp.coordinacion@policia.es C/ Rey Francisco, 21 28008 MADRID TEL.: 91322 39 15/16 FAX: 91322 39 18 humanos de que dispongan, y comunicar seguidamente al servicio policial correspondiente las alarmas reales producidas “. El artículo 50 del aludido Rgto. Indica “A los efectos del presente Reglamento, se considera falsa toda alarma que no esté determinada por hechos susceptibles de producir la intervención policial”. Se impone, pues, la previa verificación de las alarmas recibidas por los medios técnicos de que dispongan las empresas, antes de comunicarlas a los servicios policiales. Las empresas de seguridad han de corroborar las alarmas por los medios técnicos y humanos de que disponga, medios que han de ser bastantes para evitar lo que la norma quiere erradicar, y es obvio que, como ponen de manifiesto diversas sentencias del TSJM, el teléfono, por sí solo, o el sistema de audio/video, es insuficiente para considerar adecuada la verificación. Este sistema equivaldría a permitir que unos cobren útilmente un servicio (empresa) y otros trabajen inútilmente (la policía).La verificación que exige la norma ha de ser eficaz y bastante a los fines perseguidos, no simplemente formal y rutinaria. Citar al respecto la STSJ de una Comunidad Autónoma, Sala de lo Contencioso-Administrativo de 14 de marzo de 2006, según la cual, “el artículo 48-2 obliga a la previa verificación de las alarmas por los medios técnicos y humanos de que se disponga y a comunicar seguidamente al servicio policial las alarmas reales producidas…, de manera que solo cuando se compruebe que la señal corresponde a una alarma real y justificada se cursará el aviso”. O la STSJM de 29-3-06 que dice “la Administración acreditó (y está reconocido que se hizo) haber recibido las señales, que fueron infundadas y que no se comprobó eficazmente el origen o la causa de las alarmas porque de haberse hecho así no se habría avisado a comisaría……y es en el lugar de producción de la señal donde se ha de hacer la verificación que ha de reunir dos condicionantes, que sea previa al aviso a la policía y que sea adecuada a los fines a que ha de servir, lo demás es puro formalismo rutinario”. Del mismo modo, y ahora aludiendo a diversas sentencias de los Juzgados Centrales de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, se viene a decir: “….Los hechos de los que hay que partir para contrastar la corrección jurídica de la sanción, o su desajuste a Derecho, son los que están contenidos en la resolución impugnada. Y lo que la Administración imputa a la empresa es que en un determinado momento, lugar y hora comunicó a los servicios policiales alarmas que resultaron ser -2- MINISTERIO DEL INTERIOR DIRECCIÓN GENERAL DE LA POLICÍA falsas lo que motivó el desplazamiento urgente e innecesario de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado por no verificarlas previa y adecuadamente”. Asimismo, en la expresión de las circunstancias de los hechos, señalando que se trataba de una falsa alarma, no se hace constar ningún incidente digno de mención justificativo de la necesidad de la intervención policial. En reiteradas ocasiones en que se ha planteado esta temática ante los Juzgados Centrales, éstos se han pronunciado en el sentido de que la cuestión de la verificación o falta de verificación previa por parte de la central antes de cursar el aviso correspondiente a las fuerzas actuantes es algo cuya prueba compete a la parte interesada, y no a la Administración, la cual de acuerdo con el artículo 137.2 de la Ley de Régimen Jurídico y Procedimiento Administrativo Común 30/1992, tiene el privilegio legal de presunción de certeza o de veracidad en las afirmaciones fácticas vertidas en el seno procedimental porque actúan como agentes de autoridad en el ejercicio de sus funciones sin que por ello padezca el principio de presunción de inocencia. Por ende, para tal necesaria prueba de la diligencia desplegada por la central para realizar la verificación previa con los medios de que disponía, resulta insuficiente para enervar los cargos la aportación de la documentación consistente en la elaboración de un parte por la propia empresa, que no ha sido objeto de adveración o explicación técnica de ninguna clase. Con ello, no se demuestra que el sistema hubiera funcionado correctamente, pero sobre todo no se demuestra que para cuando se cursó el aviso fuese una alarma verdadera. En cuanto a los medios técnicos suficientes de los que puede disponer la central para comprobar adecuadamente las señales cursadas, también se han pronunciado de forma parecida diversas sentencias de los Juzgados Centrales, en el sentido de que no es suficiente con el mero disparo del detector de la alarma, pues como ya es visto en numerosísimas ocasiones, puede obedecer el impulso perfectamente a cualquier tipo de incidencia técnica o de mantenimiento en el equipo emisor, o de conexión eléctrica. No es cuestión de indicar a la empresa, añaden las referidas sentencias, qué medios técnicos suficientes debe de emplear para asegurar que la transmisión de una alarma responde a un estímulo electrónico o técnico adecuado y fiable, ya sean aquellos medios de video vigilancia, alámbricos, inalámbricos, u otras pautas de identificación fiables a través de las llamadas o conversaciones telefónicas con sus clientes o de los protocolos que con ellos mantiene para que se identifiquen correctamente y manipulen adecuadamente sus claves. -3- MINISTERIO DEL INTERIOR DIRECCIÓN GENERAL DE LA POLICÍA Como se ha hecho constar en diversas resoluciones judiciales, la traslación del personal de la empresa al centro de la alarma es posible (Sentencia 103/2007, o la Sentencia19/2008, o la Sentencia 200/2008 del Juzgado Central número 3). “La alegación de que la empresa de seguridad nada puede hacer sino cursar el aviso telefónico correspondiente con cita del apartado 26 de la OM de 23-4-1997, que por su reiteración constituye un falso tópico en este tipo de recursos, contradice la distinta regulación posterior del RD 1123/2001 al establecer: Trece. Se da nueva redacción a los apartados 1y 2 del artículo 49. Servicio de custodia de llaves. 1. Las empresas explotadoras de centrales de alarmas podrán contratar, complementariamente, con los titulares de los recintos conectados, un servicio de custodia de llaves, de verificación de alarmas mediante desplazamiento a los propios recintos, y de respuesta a las mismas, en las condiciones que se determinen por el Ministerio del Interior….” Ahora bien, lo anterior se dice sin olvidar que el alcance de la contratación privada entre el cliente y la empresa de seguridad es una cuestión ajena a la potestad sancionadora de la Administración, y no es cuestión de ésta entrar a ponderar si los contratos privados, de los cuales se benefician ambas partes contratantes, cuentan o no con suficientes recursos pactados y pagados, en orden a establecer los medios técnicos “suficientes” con el fin de conseguir una correcta verificación de las señales del sistema de alarma contratado, pues se trata de una cuestión “res inter alios acta”, y su deficiente formalización, en su caso, entre cliente y empresa, no es algo que pueda ser trasladado a los servicios policiales para que éstos trabajen para las empresas de seguridad cuando ocasionalmente ocurran deficiencias de funcionamiento de los sistemas de alarma instalados o de los protocolos de comportamiento. CONCLUSIONES 1. Conforme a la normativa de Seguridad Privada del año 2009, se impone a las Centrales de Alarma la obligación de verificar las señales que reciban con los medios técnicos y humanos de que dispongan, dejando a criterio de la propia central la utilización y el alcance de cada medio, a fin de garantizar la veracidad de la alarma antes de su comunicación a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, el cual puede consistir en la transmisión por imágenes de la falta de presencia de estímulos externos que puedan desencadenar la falsa alarma, o la transmisión de sonidos, o la transmisión de frecuencias, o cualquier otro de los muchos sistemas electrónicos y telemáticos que la tecnología pone a disposición de las empresas, así como el de la verificación personal, pero en todo caso esta cuestión sería ajena al comportamiento que la empresa está obligada a seguir con la Administración que es transmitir con los medios técnicos “suficientes”, de los que disponga, y con la debida solvencia técnica, las señales de alarma registradas en la central correspondiente. -4- MINISTERIO DEL INTERIOR DIRECCIÓN GENERAL DE LA POLICÍA 2. Si recibida en una Central Receptora de Alarmas, una señal de alarma, e intentado por la misma, su verificación por sus medios técnicos y humanos, sin conseguir confirmar la veracidad de la misma, el hecho de que la Central Receptora de Alarmas hubiese requerido la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en estas condiciones, revelaría que sus medios técnicos y humanos eran “insuficientes” y por ende contrarios a lo estipulado por la norma, por lo que, habría constituido un supuesto prohibido y sancionable por aplicación de la Ley de Seguridad Privada. UNIDAD CENTRAL DE SEGURIDAD PRIVADA -5- MINISTERIO DEL INTERIOR DIRECCIÓN GENERAL DE LA POLICÍA