PERÚ: LAS VÍCTIMAS DEL TERREMOTO, SEIS MESES DESPUÉS Hasta el pasado mes de agosto, la región de Ica, de dunas y grandes playas, se conocía por su gran interés turístico. Desde hace seis meses, más de 45.000 familias de esta zona intentan recuperarse de los graves efectos del terremoto de 7,9 grados Richter que cambió sus vidas el pasado 15 de agosto. Si bien la ciudad de Pisco quedó totalmente destruida, fueron las provincias de Chincha e Ica las que registraron un mayor número de afectados. Todavía hoy, viven en tiendas de campaña improvisadas esperando una solución definitiva que no llega. Dossier para medios de comunicación Febrero 2008 www.accioncontraelhambre.org 1. Las consecuencias humanitarias del desastre “Pisco ya no está para fiestas” afirma Yesenia, dueña de una tienda de alquiler de vestidos cuyo establecimiento se hundió hace seis meses. Desde entonces, los cuelga de unas perchas que se sostienen en paredes de lona. Su familia logró salvarse de la sacudida pero su negocio apenas funciona. En el Bulevar, la zona comercial de Pisco, los establecimientos de telefonía móvil, talleres, peluquerías, se levantan por la mañana y se desmontan por la tarde, delante de paredes desconchadas y escombros pendientes de retirar. La ciudad intenta recuperar la rutina mientras cientos de damnificados hacen cola a diario en el Banco de Materiales, responsable de proporcionar los famosos Bonos 6.000, que otorga el Gobierno a los propietarios de las viviendas destruidas, tan sólo una minoría, ya que gran parte de los inquilinos o no dispone de título de propiedad, o estaban en régimen de alquiler. “La rehabilitación se está realizando más lentamente de lo esperado” declara Damien Berrendorf, experto del Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO). La mayoría de las víctimas vive en tiendas de campaña sin acceso al agua potable ni a una letrina La ayuda humanitaria llegó pocos días después del terremoto, y la respuesta internacional ha sido inmediata. Organizaciones como Acción contra el Hambre han trabajado estos meses en labores de emergencia que finalizan en un mes, fecha en la que las autoridades del país deben comenzar la tarea de reconstrucción, una fase que se alargará más tiempo de lo previsto. La intervención de Acción contra el Hambre se ha basado en: La intervención de emergencia de Acción contra el Hambre * Distribución de agua potable * Distribución de kits de higiene * Distribución de filtros para el agua * Construcción de letrinas comunitarias * Promoción de salud e higiene * Gestión de residuos sólidos Beneficiarios: 34.000 personas * 5.598 personas en Chincha * 18.372 personas en Ica * 12.917 personas en Pisco Financiadores: ECHO, ACCD, Gobierno de Navarra, Caja Navarra Pisco, Chincha e Ica fueron las provincias afectadas por el seísmo, y seis meses después, las víctimas siguen viviendo en tiendas de campaña o “módulos” donados por la cooperación internacional, sin acceso al agua potable ni saneamiento básico, en unas condiciones de higiene que empeoran día a día. “En estas tiendas vivimos 14 personas, sólo tenemos un grifo y echamos todos los desechos en la acequia más cercana, que se tapona constantemente” cuenta la Sra. Manchín, habitante de La Alameda, uno de los barrios más pobres de Pisco, y donde ya se han registrado los primeros casos de tifus por agua contaminada. Provincias Ica Chincha Pisco No. de damnificados 155.660 147.520 59.971 2. Ica, la más devastada Si bien la destrucción se hace más patente en Pisco, la provincia de Ica fue la más devastada, con más de 150.000 víctimas. “Pisco se ha convertido en la imagen del terremoto pero no debemos olvidar que en Chincha e Ica el número de afectados fue mucho mayor” declara Barbara Mineo, jefa de misión de Acción contra el Hambre en Perú. Barrio 21 de noviembre, en la ciudad de Ica “Muchas comunidades de Ica ya vivían en una situación extrema antes del terremoto” Encajada en un mar de dunas, el calor en Ica se hace insoportable en esta época del año. En 21 de Noviembre, uno de los barrios más pobres de la ciudad, las viviendas paupérrimas, hechas de estera, se libraron de los efectos del terremoto, mientras que las construcciones de adobe se derrumbaron como piezas de dominó y todavía hoy la gente vive en casas de familiares o en tiendas cedidas por la cooperación internacional. “Antes del desastre, comunidades como ésta vivían en una situación de extrema vulnerabilidad con un acceso al agua y al saneamiento muy deficiente. Después del terremoto, la mayor parte se quedó en la calle y totalmente dependiente de la ayuda humanitaria. Su situación empeoró tremendamente y nos vimos obligados a intervenir” explica Bárbara. Este barrio pertenece al distrito de Subtanjalla, una de las zonas de intervención de Acción contra el Hambre, que también está presente en Guadalupe Salas y San Juan Bautista. En estos tres distritos de Ica se han instalado 577 letrinas, una por cada tres familias, y se han impartido talleres de promoción de higiene entre los más pequeños. Taller de promoción de higiene Instalación de una letrina Además, con el fin de gestionar los residuos de la manera más sostenible y limpia posible, se instalarán ecosilos en los hogares, un sistema muy sencillo que acelera el ritmo de descomposición de la basura y la convierte en abono en apenas seis meses. 3. Chincha, pescadores en tierra Víctor es pescador, lo era, hasta que el tsunami provocado por el terremoto se llevó su barca y hundió su casa. Su nieta de menos de un año murió al caerse uno de los muros de la vivienda. Hoy vive junto a su mujer en un asentamiento improvisado al norte de la ciudad de Chincha, alejado del lugar del desastre, del que fue su hogar desde la niñez. “Hay que mirar para adelante, pero cuesta mucho cuando vuelves y ves cómo ha quedado todo esto. Aquí estaba mi casa.” Nos cuenta mientras señala a un montón de escombros. Víctor, frente a las ruinas de sus casa en Tambo de Mora Más de un centenar de pescadores han perdido sus embarcaciones y sus viviendas En el distrito de Tambo de Mora, uno de los once de la provincia de Chincha, la mayor parte de su población se dedica a la pesca artesanal. El terremoto acabó con el 60% de las viviendas, muchas de ellas hundidas hasta un metro por la fuerza del agua. Cerca de 140 familias lo han perdido todo, sus medios de vida (redes de pesca, embarcaciones, motores…) y su vivienda, lo que provoca que vivan en una situación de dependencia absoluta, con su producción paralizada. Seis meses después, siguen esperando una ayuda que no llega: El Fondo de Desarrollo Pesquero (Fondepesc) pide garantía de propiedad para conceder préstamos con unos intereses del 10%, unos requisitos que muy pocos pescadores pueden cumplir. En la provincia de Chincha, Acción contra el Hambre trabaja en la distribución de agua potable y en actividades de promoción de la higiene. La organización prevé trabajar próximamente con el colectivo de pescadores en la rehabilitación y recuperación de su medio de vida. 4. Pisco, la imagen del desastre En Pisco hay más lona que cemento. En el mes de febrero, todavía se habla del milagro de la iglesia mientras decenas de personas hacen cola en una improvisada comisaría prefabricada, en el centro de la Plaza de Armas. La comisaría de la ciudad, seis meses después del desastre Acción contra el Hambre abastece de agua potable a más de 15.000 personas No muy lejos del centro de la ciudad, en esta misma provincia, cientos de personas dependen de la ayuda externa para obtener algo tan básico como el agua potable. En Independencia, casi 10.000 personas reciben agua de una planta potabilizadora instalada por Acción contra el Hambre y Bomberos Sin Fronteras Francia. Esta planta abastece también a otros distritos, y junto con la instalada en Huáncano (también en la provincia de Pisco), permite dar agua a 16.387 personas. “La planta potabilizadora obtiene agua de un riachuelo cercano y tras varios procesos de filtrado, pasa a la cisterna que la lleva, dos veces al día, al resto de distritos” explica Jean Christophe Barbiche, técnico de Agua y Saneamiento de Acción contra el Hambre. Planta potabilizadora de Independencia – cisterna y filtros de agua Cerca de Pisco ciudad, en la montaña, el distrito de Huáncano ha sido uno de los más afectados. “Las montañas rugían y cuando pasó el temblor, nos quedamos aislados y tuvimos que bajar andando hasta Pisco” relata Lourdes, promotora de Acción contra el Hambre. La organización ha levantado una planta potabilizadora y 20 contenedores de basura. “Dentro de un mes tendremos que desmontar las plantas, por lo que estamos dando 2.000 filtros familiares a la población para que puedan disponer de agua potable durante dos años más” explica Jean Christophe. 5. Lecciones aprendidas y recomendaciones No es la primera vez que Perú sufre un fuerte terremoto. Aunque nunca antes se había registrado una magnitud tan elevada, los seísmos son habituales y los peruanos dicen reconocer cuando se acerca uno. No obstante, la destrucción de Pisco pone de manifiesto la fragilidad de unas infraestructuras que, todavía hoy, no responden a criterios antisísmicos. “Ahora sufrimos por los cascotes que se caen a diario” explica una paseante de la plaza principal de Chincha Baja, mientras señala a la catedral parcialmente destruida. El impacto ha sido tal que las labores de emergencia han requerido más tiempo del previsto. No obstante, Acción contra el Hambre considera que el proceso de rehabilitación debe terminar ya para dar paso a una reconstrucción todavía pendiente. Como suele ocurrir en desastres naturales como éste, las víctimas son siempre los más débiles, los más pobres. Y la pregunta siempre es la misma: ¿Cómo van a salir adelante?. En primer lugar, no tienen los recursos para reconstruir su vivienda. Tampoco pueden reclamar las ayudas del Estado, bien porque los intereses a pagar son muy altos o bien porque no reúnen los requisitos mínimos (como la titularidad de la propiedad). El resultado es que seis meses después, gran parte de los damnificados no tiene techo. Tras su intervención durante la emergencia, Acción contra el Hambre propone las siguientes recomendaciones de cara a implantar, de la mejor manera posible, la fase de reconstrucción: Mayor implicación de todos los representantes políticos – Las autoridades locales y gubernamentales deben asumir su responsabilidad en las labores de reconstrucción e invertir lo necesario para asegurar una vivienda digna a todos los damnificados. Compromiso de la ayuda humanitaria a largo plazo – Acción contra el Hambre, al igual que otras muchas organizaciones, deberá permanecer en el país tras la emergencia, poniendo en marcha proyectos de desarrollo en otras regiones más vulnerables pero sin dejar de prestar atención a la reconstrucción en la región de Ica. Desarrollo de un sistema eficaz de prevención de desastres – Las consecuencias del impacto brutal vivido el pasado mes de agosto deben servir para llamar la atención sobre la eficiencia del sistema gubernamental de respuesta frente a desastres así como sobre la precariedad de las infraestructuras existentes apostando, en un futuro, por sistemas más eficientes y construcciones antisísmicas. Algunas cifras clave: Población: 27.9 millones Índice de Desarrollo Humano: 0,773 (puesto 87 de 177) PIB per cápita: 6.039 $ Población bajo el umbral de pobreza nacional: 53,1% Población que vive con menos de 2$ diarios: 30,6% Población sin acceso a saneamiento básico: 37% Población sin acceso al agua potable: 17% Tasa de desnutrición crónica infantil: 31% Fuente: Informe de Desarrollo Humano del PNUD 2007. Más información, compactado de imágenes, fotografías y entrevistas con portavoces en el terreno: Alicia García – 91 771 1672 / 609 018 735 agarcia@achesp.org Alejandra Mahiques – 91 3915306 amahiques@achesp.org www.accioncontraelhambre.org