ACOMPAÑAR EN LA CÁRCEL El pasado 16 de noviembre daba comienzo el XII encuentro nacional de voluntarios en la Pastoral Penitenciaria, con el título que encabeza este escrito a grandes rasgos, os quiero hacer llegar lo tratado, para que todos estemos un poco informados, me sería imposible trasladar a un papel lo vivido, durante el fin de semana, y como las Hijas de la Caridad hemos estado presentes; puede que olvide alguna pero mi intención es no hacerlo. Estábamos Hermanas de varias Provincias: San Sebastián 2; Barcelona 1; Gijón 1; Zaragoza 2; San Vicente 3; Santa Luisa 2; es un gran gozo que nos encontremos en estos servicios de Com-pasión a favor de la dignidad del hombre. A las 17:00 horas, comenzábamos con una oración y la presentación de las jornadas. El equipo de la Prisión de Burgos formado por los dos Capellanes, Paco y José Luís junto con la Hija de la Caridad Sor. Elisa, nos adentraban en la pregunta a la que todo voluntario estamos obligados a respondernos personalmente ¿Por qué estoy en la acción social penitenciaria? ¿Intento satisfacer mis carencias y mis necesidades, en lugar de las necesidades del interno? Es el momento de replantearnos y purificar nuestras motivaciones, tenemos que admitir los errores y escuchar las sugerencias de personas con más experiencia que se encuentran cerca de nosotros. No podemos dejar de hacer continuas reflexiones, reevaluar nuestra manera de ser, sentir, pensar y hacer en nuestra labor. A continuación evaluamos cada uno los ámbitos existenciales a nivel: Personal. Familiar. Relacional. Profesional. Espiritual. Este trabajo nos situó en cómo nos relacionamos con los demás y con el mundo. Tenemos que estar bien situados en los distintos ámbitos para poder situar a los demás, sin olvidar nuestras limitaciones, ya que estamos en proceso, y esto conlleva una transformación interior desde lo que yo soy, para poder disfrutar lo que soy y como soy. El día 17 nos acompañó D. Alfonso de Maruri Álvarez - profesor de Comillas, jubilado y Capellán (voluntario) del Centro Penitenciario de Topas – Salamanca. Realizó una brillante ponencia de las CLAVES Y SEÑAS DE IDENTIDAD Y MADUREZ DE LA PERSONA VOLUNTARIA EN PASTORAL PENITENCIARIA. Comenzó con “No todo vale” el voluntario se tiene que situar ante la vida desde un comportamiento educado en todo momento, es necesario un fe adulta y una opción fundamental por Jesús de Nazaret y por su Evangelio, está continuamente actualizando su obra y su mensaje “Nadie da lo que no tiene”. Educar es distinto de enseñar, enseñar es fácil, educar es difícil, posiblemente la mayoría necesitan educación, ya que en ocasiones somos los únicos educadores que han tenido, pero no podemos olvidar que también nos encontramos con internos que sienten un gran reproche al recuerdo del colegio, por lo tanto no podemos ser profesores con los internos. La educación necesita buscar lo optimo, lo mejor de cada persona, tenemos que conocer con quien trabajamos y estamos, esto necesita dedicarles tiempo, y puede que por el largo periodo encarcelado sus capacidades se han visto mermadas, no podemos ni debemos obligarles porque pueden sentirse dañados. Necesitamos al equipo para formarnos, pues todos tenemos algo que aportar, si lo ponemos en común todos prosperamos juntos. En algunos casos podemos encontrarnos con la Esquizofrenia del voluntario, es decir una mente / partida, donde el tema voluntario lo realizamos fantásticamente, pero ¿Cómo son nuestras relaciones en casa? En ocasiones los voluntarios tenemos el síndrome de Estocolmo, y tenemos que ser muy honestos y saber que no todos los voluntarios somos majos, los internos estupendos, los jueces unos sinvergüenzas y los funcionarios unos cara duras…. El voluntario es compañero de camino, está, escucha, pero no marca el camino del interno, él es dueño de su vida. Hacemos de espejo cuando escuchamos y el otro se ve reflejado, “Cuidado con los PATERNALISMOS” dentro de la educación el objetivo fundamental es hacer personas, es como los edificios, depende de lo que quieres construir, así necesitas los cimientos; la clave está en ellos, en lo que no se ve. La Gaudium et spes nos habla de hacer personas felices, y la felicidad está en tener paz interior independientemente de donde estamos, uno tiene que aprender a quererse, gustarse, para poder transmitir esa felicidad “Quién bien te quiere, te hará feliz, aunque en ocasiones lloremos” si nos hace siempre llorar es un sádico. El voluntario trabaja en equipo y necesita ser acompañado, contrastar lo que hacemos y como lo hacemos, centrarnos, pensar, reflexionar, interiorización, silencio y orar lo que nos sucede, para poder dar un buen servicio, para poder ser voz de esperanza, de liberación. La experiencia más grata en la vida es querer y ser querido. Tengamos siempre presente que todo es recuperable con fe y esperanza. (Estas son algunas de sus palabras. Después pasamos a un diálogo abierto) Por la tarde el equipo de Burgos continúo con la segunda sesión del ACOMPAÑAMIENTO Y LOS RASGOS DEL ACOMPAÑANTE. Entre los muchos enumerados se matizaron: Persona con vocación a la vida en crecimiento. Apuesta y arriesga por la persona hasta el final. Señala caminos, asume compromisos, los hace suyos y trabaja los propios sueños (utopía). Tiene una mirada creativa. Cercanía, manteniendo la distancia. Los internos son queridos, no juzgados. Tiene paciencia y constancia. Serenidad para no dramatizar. Sabe dialogar con quién piensa distinto. Habla más con hechos que con palabras. Creé en otra manera de vivir, de amar, de trabajar, de hablar, de divertirse… Provoca sorpresas y activa búsquedas. Sabe que lo mejor puede estar después de todo lo superficial que lo oculta. Piensa, habla con el silencio y se entusiasma con lo increíble. Sabe lo que quiere, vive lo que dice y empeña su propia vida. También nos pusieron de relieve el que tengamos siempre como horizonte que la prisión es hostil, y que la mayoría de los internos han sufrido un desarraigo afectivo. Es muy duro saber que no perteneces a nada, y que no te echaran de menos. Por ello dentro de todo este entorno no olvidemos que es un lugar: Cargado de negatividad. Lugar donde no se quiere estar. Estructura de despersonalización. Esfera de mentiras y de engaños. Espacio de recelo y desafección. Soledad y futuro incierto. En esta tarea los voluntarios seamos estables y equilibrados para mirar, y contemplar al otro, en tres dimensiones Cuerpo Inteligencia. Mente Voluntad. Espíritu Afecto. El ser humano es una suma: Persona + Familia + Relación + Profesión + Espíritu. (El otro es un misterio por qué me sobrepasa) El domingo día 18, el P. José Sesma León (Mercedario – Director del Departamento de Pastoral Penitenciaria) Nos situaba en EL CRECIMIENTO PERSONAL QUE NOS APORTA LA PASTORAL PENITENCIARIA. Comenzó expresando, que la asistencia religiosa, no implica Pastoral, pero la Pastoral sí que implica asistencia religiosa. La Pastoral Penitenciaria no es ninguna Ongs, no es una institución, es la Diócesis, somos una entidad colaboradora; somos Iglesia por lo tanto comunidad en crecimiento. Por lo tanto el voluntario es: Un ciudadano del mundo y discípulo de Cristo: doble pertenencia. Analiza según el Evangelio, se solidariza según Jesús. Vive el vínculo de la evangelización – promoción humana: proclamación explicita + compromiso por la justicia. Ejercita la compasión fundamentada en el mandato de Cristo (Mt 25, 31 ss.) su compromiso es amar a Dios y al Prójimo. Misión: ofrecer la buena nueva de contemplar la propia historia a la luz de la libertad de Dios. Los Pobres y Marginados como lugar teológico preferencial. Comparte el Don (Se da) que ha recibido: Don de Dios para ser Don para los demás. Coherencia entre palabras y obras. Creyente convencido. Es Iglesia; mediador para transformar, participando a través de diversidad de carismas. Miembro de la Iglesia particular que hacer presente y operante a toda la iglesia. Con estas y otras muchas palabras nos animó, nos motivó y nos exhortó, a sentirnos apóstoles que Dios envía; a mantener siempre y por encima de las circunstancias adversas con las que nos encontremos la: Fe, creo en Dios y en las personas. Esperanza, espero en Dios y en las personas. Caridad, amo a Dios y a las personas. Les damos las Gracias!!!!!!!! A todos los que han participado en este encuentro, y nos han enriquecido con su hacer, su saber, y por los momentos de nutrida liturgia. Sor. Mª de Cortes