5. La vaguedad de las palabras

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5. La vaguedad de las palabras
El siguiente texto trata sobre una característica muy importante del lenguaje humano: la
vaguedad de las palabras. Este rasgo de las lenguas plantea a veces dificultades de comunicación a la hora de designar realidades concretas.
Palabras exactas y palabras inexactas
Decimos que un término es vago cuando sus límites designativos son imprecisos. En tales circunstancias siempre existen realidades que pueden ser denotadas tanto por él como por signos vecinos en el sistema. No es infrecuente que una mujer de 25 años sea
designada con los nombres de niña, chica, muchacha, mujer e
incluso señora. Ante un montón de tablas viejas unos hablantes
aplicaban el término leña y otros la palabra madera. En un artículo
de prensa se designaba una vía de comunicación urbana ya como
calle ya como avenida. «“De mediana edad” es un término vago en
el sentido que acabamos de especificar. Uno no es “de mediana
edad” ni a los cinco ni a los ochenta años; sí lo es a los cincuenta;
pero, ¿qué es a los 39, a los 41 o a los 60? A cada lado de los casos
claros de edad parece haber una franja respecto a la cual no está
claro qué es lo que debemos decir» (Alston, 1974).
La vaguedad es un fenómeno de designación, no de significación. Deriva de las fronteras borrosas que posee la clase designativa
de los signos de las lenguas naturales. En el significado se establecen oposiciones, saltos cualitativos. Los significados son unidades
discretas, pero en la designación la transición es imperceptible.
«¿Dónde está el límite en la realidad entre claro y oscuro? […]»
Los signos de las lenguas naturales conocen un alto grado de
vaguedad. El lenguaje científico y administrativo, que persigue la
precisión y exactitud, aspira a evitarla en la medida de lo posible.
Esta es la razón por la que en la ley el paso de menor a mayor de
edad sea fijado minuciosamente (las cero horas del día en que se
cumplen los 18 años). Esta precisión es un ideal o desideratum
que rara vez se consigue, pues las definiciones del lenguaje científico
utilizan términos del lenguaje natural (que a su vez son vagos). […]
El reglamento del fútbol pretende delimitar con minuciosidad las
circunstancias del penalti, pero cada jornada deportiva aparecen
casos dudosos y discutibles.
Salvador GUTIÉRREZ ORDÓÑEZ
Introducción a la semántica funcional
Síntesis
1 Escribe un resumen en el que recojas las
ideas principales expuestas en el texto
anterior.
4 Menciona otros ejemplos de términos vagos
cuyo empleo sea habitual en el lenguaje
cotidiano.
2 ¿Cómo se organizan los contenidos que
desarrolla este fragmento de Gutiérrez
Ordóñez?
5 Menciona voces del ámbito escolar cuya
aplicación se halle delimitada y establecida
y que, sin embargo, en ocasiones planteen
distintas interpretaciones.
3 En el caso de los nombres con que puede ser
designada una mujer, ¿qué factores
contextuales o situacionales pueden intervenir
en la elección de un término u otro?
MATERIAL FOTOCOPIABLE / © Oxford University Press España, S. A.
6 ¿Qué procedimientos pueden usarse
en el lenguaje cotidiano para restringir
la vaguedad de algunas palabras?
Lengua castellana y Literatura 1.º Bachillerato
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5. La vaguedad de las palabras
S O L U C I O N E S
D E
1 RESPUESTA ORIENTATIVA. [Un vocablo es vago cuando las fronteras que delimitan qué realidades puede o no designar
son imprecisas. La vaguedad no está relacionada con la
significación, sino con la designación, y es constitutiva
de los signos de las lenguas naturales, lo cual hace
inútiles, a menudo, los esfuerzos del lenguaje científico
y administrativo por evitarla y acercarse a un ideal de
precisión y exactitud.]
2 El texto de Salvador Gutiérrez Ordóñez se organiza en
tres párrafos, cada uno de los cuales se inicia con una
idea expresada de forma clara y concisa (Decimos que
un término es vago cuando sus límites designativos son
imprecisos; La vaguedad es un fenómeno de designación,
no de significación; Los signos de las lenguas naturales
conocen un alto grado de vaguedad), a la que siguen, en
todos los casos, uno o varios ejemplos que funcionan
como argumentos.
3 En la elección de un término para designar a una mujer
(niña, chica, muchacha, mujer, señora) influyen, entre
otros factores, la profesión, el estado civil o la vestimenta
de la designada, así como la edad, la cultura, el conocimiento del mundo y la relación personal o profesional
de quien designa.
© Oxford University Press España, S. A.
L A S
A C T I V I D A D E S
4 RESPUESTA ORIENTATIVA. [Normalmente la vaguedad de las
palabras tiene que ver con una serie de factores extralingüísticos que están presentes en la situación comunicativa así como en la intención del hablante y su
visión del mundo. De esta forma muchas palabras
designan referentes que presentan diferencias según
quien las emita o el contexto en el que las emite. Por
ejemplo: ciudad, delgado, rico, alto, rojo, calvo, montón,
guapo… designaran referentes distintos dependiendo
de los factores mencionados. No se trata, por tanto, de
un fenómeno de ambigüedad —aunque puedan aparecer en contextos que sí lo sean— ni de polisemia, sino
que, tal y como el texto explica, en estos términos los
límites significativos son imprecisos. La imprecisión
radica no en su significado, sino en el proceso de designación.
5 RESPUESTA ORIENTATIVA. [Un ejemplo serían las calificaciones:
los términos insuficiente, suficiente, bien, notable o sobresaliente presentan, en la práctica, unos límites designativos imprecisos.]
6 Para restringir, en lo posible, la vaguedad de algunas
palabras en la lengua cotidiana pueden emplearse las
interpolaciones explicativas o los gestos.
Lengua castellana y Literatura 1.º Bachillerato
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